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EL FUNCIONAMIENTO Y ACCIONAR DEL PSICOANÁLISIS FREUDIANO COMO MODELO

PSICOTERAPÉUTICO
Autor: Marcos Muñoz Lama
Docente: Consuelo Aravena Bravo
Universidad Santo Tomás
Los Ángeles, Chile, 03- 07- 2018

Introducción

El psicoanálisis se caracteriza por la exploración de lo profundo en la psique humana, haciendo


de esta labor, la constitución de una teoría explicativa de los procesos mentales, y producto de esta,
una modalidad psicoterapéutica, que en este escrito será sistematizada a través de elementos que
ayudan a comprender la función de la terapia de esta orientación desde una visión freudiana, para lo
cual se hará un revisión de; los inicios de esta psicoterapia, la función del psicoanálisis y finalmente el
accionar psicoanalítico.

Inicios de la terapia psicoanalítica

En sus inicios terapéuticos, Freud trabajaba con el uso de la hipnosis como método sugestivo
para calmar la sintomatología neurótica en muchos de sus pacientes, y en sus trabajos con Breuer,
comprobaron que, bajo este estado, los pacientes asociaban sus afecciones a núcleos
desencadenantes de su enfermedad, así parecía que el efecto terapéutico se encontraba en recordar
y revivir experiencias traumáticas tempranas (Breuer, 1895).

En un comienzo, Freud pretendía que la finalidad de la terapia psicoanalítica fuera la curación


de los síntomas neuróticos, sin embargo, se vio en la necesidad de ampliar el campo de análisis hacia
la infancia del sujeto, dando a esta indagación, un lugar privilegiado en el proceso de modificación de
los síntomas (Freud, 1923).

A medida que el psicoanálisis fue tomando forma, en tanto teoría y Praxis, Freud lo definió
como un método de investigación de procesos anímicos inconscientes, una terapia fundada en esa
investigación y un conjunto de conocimientos psicológicos ganados por ese camino, es decir, que lo
profundo en la mente de los sujetos, pasa a ser el eje más relevante para este modelo (Freud, 1923).

De modo progresivo, Freud y colaboradores construyen una serie de conocimientos acerca de


los procesos mentales, cómo se constituye el psiquismo y la lógica de su funcionamiento. A esta
teorización se le denominó la psicología de lo inconsciente o psicología profunda (Freud, 1923).

En la época del surgimiento del psicoanálisis, la psicología tiene como interés principal, el
situarse como ciencia utilizando el método experimental, y un bajo o nulo interés por el ámbito
terapéutico (Dilthey, 1945), mientras tanto, Freud estaba enfocado en la curación de las afecciones
neuróticas y en el cuidado y tratamiento del alma (Freud, 1890).
El psicoanálisis como tratamiento del alma

"El psicoanálisis es fundamentalmente un método de investigación del alma; de allí que se


denomine psyché-análysis, resaltando la perspectiva analítica como procedimiento básico" (Ramírez,
2012).

El psicoanálisis, como un método terapéutico, busca cambios radicales en las personas, pero,
para que esto pueda acontecer, es menester una exploración analítica profunda y cabal (Guntrip,
1971).

Como se ha señalado hasta ahora, la exploración e indagación en lo profundo de la psique es


primordial en el tratamiento analítico, sin embargo, no se niega que los síntomas y problemas
específicos puedan ser tratados de otro modo. De todas formas, desde esta orientación se opta por el
trabajo profundo, ya que este guarda una mayor coherencia con el propio modo de vida del paciente
y sus posibilidades, así mismo, el paciente puede reconocer limitaciones, capacidades, elecciones, lo
cual puede repercutir en un mayor sentido de armonía entre el cambio psíquico y la propia
subjetividad, el ser (Lopera, 2017).

Freud (1905) propone la existencia de dos tipos de intervenciones psicoterapéuticas; “per vía
di porre" y “per vía di levare”. La primera, se aplica por la vía de la sugestión, la cual no toma en cuenta
el origen, la dinámica o el sentido de los síntomas, solo se interesa en tapar la psicopatología, la
segunda vía en cambio, la vía analítica, no busca introducir nada nuevo, sino extraer algo ya instalado
en la psique, por lo tanto, su interés se encuentra en el origen de los conflictos y su conexión con la
patología que se podría hacer desaparecer, esta segunda vía, es mediante la cual trabaja el
psicoanálisis.

La teoría psicoanalítica no se ocupa de lo que ocasiona el surgimiento de una neurosis o


psicosis, más bien de la disposición a la base. Esto implica rastrear los sucesos ocurridos en la infancia,
que actuaron sobre lo constituido del sujeto en el allá y entonces, dejando marcada la disposición, por
lo tanto, el psicoanálisis tiene como finalidad terapéutica modificar esta disposición a través de; a) la
superación de las fijaciones libidinales y b) la superación de la compulsión a la repetición. Esto se logra
a través de la elaboración y rectificación de las experiencias y, por lo tanto, la modificación de la
estructura de personalidad (Bleguer, 1969).

Metodología terapéutica psicoanalítica:

El psicoanálisis parte a través del método catártico, este fue empleado primeramente por
Breuer, posteriormente por Freud. La psicoterapia nació de la catarsis, la cual tiene como acción
curativa la experimentación y expresión de intensos afectos reprimidos (Figueroa, 2014), por lo tanto,
la catarsis, ha de ser uno de los primeros métodos que han de llevarse a cabo en toda labor terapéutica
psicoanalítica.

Según Freud (1912), el dispositivo terapéutico freudiano, consiste en un artificio


metodológico, que está constituido por cuatro elementos esenciales:
1) Asociación libre: la verbalización

El paciente expresa mediante la palabra, todo el contenido que venga a su mente durante el
transcurso de la sesión, esto puede incluir sueños, sucesos de su vida diaria o de su pasado, lo cual
debería fluir de manera libre, y el terapeuta deberá prestar atención cuando las palabras estén al
servicio del sistema defensivo del paciente, para poder interpretar y superar resistencias (Greenson,
2004).

2) Atención flotante: La escucha analítica

Esta técnica consiste en no intentar retener especialmente nada, y acogerlo todo, evitando la
focalización en lo que para uno mismo podría ser más llamativo. El propósito de la atención flotante
consiste en escuchar el contenido inconsciente, es decir, apreciar en el discurso lo que se encuentra
por debajo de las resistencias, atento a todo lo que está siendo expresado por el analizado (Moriyón,
1990).

3) Análisis y manejo de la transferencia: relación paciente – analista

La transferencia y su resolución, consiste en la expresión emocional que se revive en el aquí y


el ahora de manera más o menor intensa (Figueroa, 2014). Según Freud, el analista debe abstenerse
de expresar sus sentimientos, para que el paciente pueda revivir ficticiamente una situación
transferencial, con el propósito de que esta sea analizada e interpretada, para que así, este fenómeno
que actúa como predisponente, pueda constituir parte de la superación de síntomas y cura analítica
(Freud, 1917).

4) Interpretación: Conjunto de intervenciones

Desde un principio, Freud consideró los sueños como la vía regia hacia el inconsciente,
haciendo de la interpretación de estos, uno de los instrumentos básicos de la psicoterapia (Kriz, 1985).
Por otra parte, la labor interpretativa, se encuentra implicada en toda la situación analítica, en cuanto
el terapeuta escucha al paciente, resolviendo acertijos a través de la articulación entre diversos
recuerdos que encubren de modo defensivo, de modo que, todo esto junto a la transferencia vaya
siendo interpretado, para que el paciente logre comprender verdades que hasta ese momento eran
ocultas para su persona (Freud, 1905).

Consideraciones finales:

Finalmente, cabe señalar que el psicoanálisis, como método psicoterapéutico, se caracteriza


por el trabajo llevado a cabo en profundidad, que, a través de la instancia relacional de un paciente y
un terapeuta, se abren caminos para llegar a distintos núcleos que pueden estar generando síntomas
en la vida del paciente, lo cual contribuye a que el analizado logre divisar su propia verdad, que hasta
este momento se había instalado en un terreno casi inexplorado por él, pero gracias a la comprensión
de lo que precede un síntoma, es que los sujetos pueden lograr decidir por sí mismos y buscar nuevas
alternativas que le permitan vivir en mayor armonía y en coherencia con su identidad.
Referencias

Bleger, J. O. S. E. (1969). Teoría y práctica en psicoanálisis. La praxis psicoanalítica. Revista Uruguaya de


Psicoanálisis, 11(3-4), 287-303.

Breuer, J., & Freud, S. (1955). 1893-1895 Studies on Hysteria Standard Edition 2 London.

Figueroa, G. (2014). Freud, Breuer y Aristóteles: catarsis y el descubrimiento del Edipo. Revista chilena de
neuro-psiquiatría, 52(4), 264-273.

Freud, S. (1890). Tratamiento psíquico (tratamiento del alma). Obras completas, 1, 111-132.

Freud, S. (1905). Sobre a psicoterapia. Obras completas, 3.

Freud, S. (1912). La dynamique du transfert. La technique psychanalytique, 50-60.

Freud, S. (1917). Duelo y melancolía. Obras completas, 14, 235-255.

Freud, S. (1923). El yo y el ello. Obras Completas, 19, 1-66.

Greenson, R. R. (2004). Técnica y práctica del psicoanálisis. Siglo xxi.

Guntrip, H. (1971). Estructura de la personalidad e interacción humana: la síntesis progresiva de la teoría


psicodinámica.

Kriz, J., & Etcheverry, J. L. (1990). Corrientes fundamentales en psicoterapia (No. Sirsi) i9789505185108).
Buenos Aires: Amorrortu.

Lopera Echavarría, J. D. (2017). Psicoterapia psicoanalítica. CES Psicología, 10(1), 83-98.

Moriyón, F. G. (1990). Aprender a pensar (Vol. 1). Ediciones de la Torre.

Ramírez, C. (2012) “Psicopatología”. Ens. 240. En La vida como un juego existencial: ensayitos. Medellín:
Fondo Editorial EAFIT.

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