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Las energías renovables, y entre ellas, la energía hidráulica, tienen muchas ventajas

en comparación con las fuentes de energía basadas en los combustibles fósiles.


Si se realizara una comparación entre el desarrollo de las plantas hidroeléctricas
grandes con el de las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH), se puede observar que el
desarrollo de estas últimas ha sido muy lento en varios países del mundo. De esta manera,
el continente suramericano tiene una capacidad hidráulica de generación de electricidad
instalada del 16% de la capacidad mundial, sin embargo, la participación del continente a
nivel mundial en cuanto a PCH es de sólo 3%.
Entre las ventajas de la PCH tenemos:
1. No necesitan obras civiles importantes y tampoco grandes embalses que
impliquen la inundación de áreas amplias con importantes impactos en el
entorno.
2. Son una solución ideal para dar servicio de electricidad a comunidades o
regiones aisladas, que tienen una necesidad limitada en electricidad y están
lejos del sistema interconectado. Esto permite dar soluciones económicas
para un desarrollo territorial equilibrado.
En general, las tecnologías de micro y pico-hidro se utilizan para proporcionar
electricidad a comunidades aisladas donde la red eléctrica no está disponible, mientras que
las mini-hidro tienden a ser conectadas a la red. En la mayoría de los casos, no hay
necesidad de presa o almacenamiento en embalses para las pico, micro y mini- centrales
hidroeléctricas.
Cabe mencionar que para micro y pico-hidroeléctrica, el diseño y la construcción
del sistema pueden ser abordados a nivel local, mientras que los mini- proyectos
hidroeléctricos requieren enfoques tradicionales de ingeniería. La electricidad generada a
partir de micro y pico centrales hidroeléctricas se suministra directamente a los hogares. No
hay ninguna red grande para controlar la frecuencia y la tensión de la red, y por lo tanto, un
controlador de carga local es necesario. Para las pico- centrales hidroeléctricas, el grupo
turbina/generador puede ser comprado directamente en el mercado sin requerir adaptación,
a diferencia de los equipos de sistemas más grandes, para los cuales la turbina debe ser
diseñada específicamente para su configuración.
Principio y Cálculos energéticos
Existen tres parámetros importantes que deben ser considerados cuando se habla de
energía hidráulica: la caída, el caudal y la potencia.
La caída bruta es la diferencia de altura entre el nivel de la toma de agua y el nivel
de restitución de la central. Está generalmente indicada en metros con la letra H y para
comparar con la presión, un bar corresponde a aproximadamente 10 m de altura.
La potencia hidráulica teórica del sitio cuya unidad es kW, se calcula a partir del
caudal turbinado multiplicado por la caída bruta. Una parte de la energía se pierde en la
instalación por fricción del agua contra las rejas, compuertas, codos y paredes del canal y
de la conducción forzada. Estas pérdidas se llaman pérdidas de carga. Para las pequeñas
centrales, las pérdidas de carga representan de 10 a 15% de la caída bruta.
Para la obtención de la potencia efectiva de la instalación, es necesario considerar el
rendimiento de la instalación, donde se tiene en cuenta las diversas pérdidas que se
producen en la turbina y el generador. El rendimiento se calcula dividiendo la energía que
sale del generador por la que sale de la turbina. Los grupos de los turbogeneradores de las
microcentrales tienen, en general, un rendimiento global de alrededor del 70 al 75%.
La potencia viene dada por la siguiente ecuación:

P(kW) = Q (m3 /seg) * H (m) * ηtot * 9.81 y aprox. Q*H*7.8


Siendo:
ηtot = rendimiento total (ηturbina * ηgenerador * ηtransformador)
P = Potencia eléctrica
Q = Caudal nominal
H = Caída neta
Mientras que la producción de electricidad es la potencia multiplicada por el
tiempo:
E (kWh) = P (kW) * t (h)
Centrales a filo de agua
A diferencia de instalaciones más grandes, las PCH en general, no tienen embalses
grandes que les permitan realizar picos de producción. En la mayoría de los casos, la presa
tiene por única función garantizar un nivel constante de agua necesario para el
funcionamiento de la toma de agua. Si existen algunas capacidades de almacenamiento,
estas, tienden a no exceder algunas horas de funcionamiento. Por lo tanto, en su gran
mayoría, las PCH son obras hidráulicas a filo de agua y particularmente independientes del
régimen hidrológico del río en el cual se encuentran.
Lo que refiere “a filo de agua” es que no hay un embalse regulador, por lo que no se
debe asociar con las instalaciones de baja caída, pues las PCH de alta caída también son
generalmente a filo de agua.

Esquema tipo de un PCH


Una PCH tiene a una escala menor, todos los elementos de una central
hidroeléctrica convencional: presa, toma de agua, desarenador, cámara de carga,
conducción forzada, turbina y generador, etc. El esquema siguiente muestra un ejemplo de
esquema de PCH.
El número de instalaciones posibles es grande en función de las características
topográficas, de la caída, del caudal, etc. Entre otras configuraciones podemos citar las
centrales de pie de presa o de baja caída, las centrales con conducción en túnel y chimenea
de equilibrio, etc.
Elementos constitutivos de una PCH – Obras Civiles
Los elementos constitutivos de una PCH en términos de obra civil, son básicamente
los mismos de una planta hidroeléctrica clásica pero a una escala menor, como se ha dicho
anteriormente. En efecto para no perjudicar la rentabilidad del proyecto, hay que buscar
reducir al mínimo la cantidad de obra civil del proyecto. Esta razón sumada a los caudales
reducidos que se manejan, hace que en general no se realicen presas de derivación grandes,
con embalses reguladores importantes.
Las obras civiles a tomar en cuenta en un proyecto de PCH son:
 Estructuras de embalse y derivación
 Conducciones hidráulicas
 Canales de descarga
Estructuras de embalse y derivación
a) Presas
La presa es un elemento fundamental de los aprovechamientos hidroeléctricos
tradicionales, con una función simple triple 1) derivar el agua hacia las conducciones
hidráulicas y la casa de máquinas, 2) elevar el nivel de agua para aumentar la caída del
aprovechamiento y por consiguiente, la generación de la electricidad y 3) crear un embalse
que permita regular la producción de energía en función de la hidrológica y de la demanda.
De manera general, en las PCH, no se utiliza presa debido a los caudales limitados
de los ríos y al costo fijo importante de construcción de estas estructuras, sin embargo,
cuando la topografía es favorable, puede preverse un pequeño embalse que permita una
regulación diaria para turbinar durante las horas de alta demanda.
b) Azudes
La gran mayoría de los pequeños aprovechamientos son de agua fluente. En estos
aprovechamientos, se levanta en el cauce una estructura que permita desviar un cierto
caudal para conducirlo a la central. En su versión más elemental, esta estructura es un
simple obstáculo capaz de remansar el agua, para poder derivar el caudal deseado y sobre el
que continúa pasando agua. Cuando el aprovechamiento es de mayor importancia, este
obstáculo pasa a ser una presa, generalmente de poca altura, conocida como azud, cuya
misión no es almacenar agua sino remansarla para que pueda ser derivada en condiciones
favorables.
Los azudes deben construirse preferiblemente sobre suelo rocoso; en su versión más
simple consisten en un muro de poco más de un metro de altura, construido con rocas
sueltas para evitar costos de fundación elevados. Cuando el terreno rocoso está situado a
demasiada profundidad, se pueden utilizar, apoyados sobre la tierra, unos gaviones
recubiertos con roca suelta.
c) Otros dispositivos para elevar el nivel de agua
La idea fundamental es colocar un alza en la coronación de la presa o del azud, que
sea removible en caso de crecida. El sistema más sencillo es colocar una serie de
tablestacas, generalmente fabricadas en madera y sujetas por pernos de acero implantados
en unas guías también de acero. En caso de crecidas fuertes se procede a sacar los pernos y
desmontar las tablestacas, cosa que puede resultar difícil realizar en la práctica.
d) Aliviaderos
Para los aprovechamientos hidroeléctricos convencionales, las PCH deben prever un
aliviadero para dejar pasar los caudales de crecida sin dañar las instalaciones y tampoco
agravar los niveles de inundación.
El aliviadero de uso más frecuente es básicamente un canal abierto, redondeado en
la cresta y con una fuerte pendiente que permite evacuar el agua a velocidades súper
críticas. Su perfil se diseña para minimizar la presión sobre su superficie, pero sin que la
lámina de agua llegue a separarse de la superficie, lo que daría lugar a fenómenos de
cavitación y tendría por efecto el daño de la estructura.
En un aliviadero descrito anteriormente, el caudal de vertido se calcula mediante la
fórmula:
Q = C * L * 𝐻 3/2
Donde:
C = es el cociente de vertido (~ de 1.6 a 2.2)
L = la anchura del vertedero en la coronación
H = la altura estática de agua encima de vertedero

Conducciones hidráulicas
a) Toma de agua
La toma de agua tiene por función derivar tanto en tiempo seco, como en periodo de
crecida el caudal necesario para alimentar la o las turbinas. Para las PCH, dos tomas de
agua son usadas:
 La toma lateral con o sin embalse
 La toma “de montaña”
Las tomas laterales se encuentran principalmente en los pequeños ríos de relieves
intermedios (baja montaña). Una elección juiciosa de la ubicación de la toma de agua que
es en general por la parte exterior de una curva del río, permite evitar que grandes
cantidades de piedras y sedimentos llevados por el río durante las crecidas, sean entrenados
en el canal de derivación. Habitualmente, una toma lateral es combinada con una presa fija
o móvil (con compuertas) para asegurar un pequeño embalse aguas arriba para sacar el
caudal deseado, pero que será concebido para dejar pasar los sedimentos y las piedras
durante las crecidas.
La toma “de montaña” o también llamada inversa, es adaptada a los ríos con
pendientes importantes y caudales muy variables. El agua captada cae a través de una reja
ubicada directamente en el lecho del río. Las piedras transportadas por las crecidas pasan
encima de la reja, que sólo deja pasar el agua o los sedimentos finos.
b) El desarenador
El agua desviada por la toma del canal de derivación transporta materias en
suspensión (lodos) y sedimentos (arenas, piedras) que deben ser eliminadas en un
desarenador. Sin eso, los materiales se depositaran en el canal que necesitará limpieza
periódica y costos altos de mantenimiento. Provocarán también una erosión rápida de la
turbina y de las compuertas que deberán ser reparadas o reemplazadas prematuramente. El
desarenador, es una cámara más ancha que el canal, en el cual la velocidad del agua es
suficientemente ralentizada para que las partículas sólidas se depositen. Los sedimentos son
evacuados periódicamente hacía el río por vaciado y enjuago de la cámara.
El limpia rejas de una PCH tiene por función impedir que la broza flotante ante todo
hojas y ramas de árboles, alcancen a la turbina y la cólmate. El sistema convencional con
reja a barrotes es en general equipado de una manera automática de limpieza (rastrillo) que
evacúa la broza en un contenedor.
c) Cámara de carga
La cámara de carga no es más que una variante de la toma de agua convencional,
ubicada al final del canal hidráulico, aunque en algunos casos puede coincidir con la toma
de agua en el cauce del río.
Su diseño, al tener que alimentar directamente la tubería forzada, es más crítico que
el de las tomas de agua. El diseño de la toma varía según se trate de aprovechamientos de
baja o alta caída. En los primeros, el diseño hidráulico tiene mayor importancia, ya que la
pérdida de carga relativa es mucho más elevada que en los aprovechamientos con un salto
grande. En estos últimos podría no estar justificado el aumento de costo necesario para
disminuir las pérdidas de carga, que en relación con la altura total del salto serán de poca
importancia.
En una cámara de carga hay que diferenciar los siguientes componentes:
 El perfil aguas arriba de la compuerta, tanto en lo que se refiere a las paredes
laterales como a la solera y al techo.
 La transición de una sección rectangular, en la rejilla, a otra circular en la
tubería forzada.
 Los equipos mecánicos: rejillas y compuertas.
 El conducto de ventilación
d) Tuberías forzadas
Las tuberías forzadas de las PCH son realizadas con tubos estándares disponibles en
el mercado para otras aplicaciones (agua potable y aguas servidas). La elección del material
de los tubos depende esencialmente de la caída o presión y del diámetro de la conducta.
Los tubos para canalizaciones en plástico o en fibrocemento son utilizables en
alturas bajas, hasta 10 o 20 m.
Hasta 140 m de caída, cuya presión es 14 bares, y para diámetros pequeños de 200
mm o menos, el plástico, PVC, PE o poliéster, presenta múltiples ventajas, en particular
desde el punto de vista del precio y la resistencia a la corrosión.
Para presiones mayores y condiciones de terreno difíciles, la elección se limita a
tubos de hierro fundido, o de acero. Las conductas forzadas de la PCH recientes son
generalmente enterradas, lo que tiene menos impacto sobre el paisaje.
Canales de Descarga
Después de pasar por la turbina, el agua tiene que ser devuelta al río a través de un
canal, generalmente corto, conocido como canal de descarga. Las turbinas de acción
pueden llegar a tener velocidades de salida muy elevadas; por esa razón, se debe proteger el
canal para que la erosión no ponga en peligro la casa de máquinas.
Normalmente se colocan entre la turbina y el canal unos escudos de hormigón. Hay
que prever también que incluso en los periodos de grandes crecidas, el nivel de agua en el
canal nunca llegue al rodete de la turbina.
En casa de máquinas equipadas con turbina de reacción, el nivel del agua en el canal
de descarga influencia el comportamiento de la turbina, ya que si no es lo correcto, puede
dar lugar a cavitación.

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