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UNIDAD IV: REGÍMENES MATRIMONIALES

Vienen a ser las normas o reglas que regulan las relaciones de carácter patrimonial o económico entre
los cónyuges y respecto de terceros.

El objetivo fundamental de todo régimen matrimonial es contribuir al sustento de la familia que


comúnmente se conoce como “levantamiento de las cargas de familia”, que es, proveer a las necesidades
y gastos que tiene la familia en su sostenimiento a través del tiempo. Tiene un principio al contraer
matrimonio y no tiene fin, mientras hay familia existe esto.

El fundamento último de que exista un régimen matrimonial es que como el matrimonio es una unión de
vida en donde ambos cónyuges se dan a si mismo y hacia los hijos es necesario que se puedan solventar
todas las necesidades que la vida familiar trae; vivienda, vestuario, salud, alimentación, educación, etc.

Los regímenes matrimoniales apuntan al levantamiento de las cargas de familia.

En nuestro país hay solo un régimen legal supletorio, y hay países que no lo tienen y todos los regímenes
tienen que pactarse, en Chile es la sociedad conyugal en donde en definitiva, si los cónyuges nada dicen
al momento de contraer matrimonio de pleno derecho se entienden casados en sociedad conyugal, eso
no significa que con posterioridad no puedan modificar este régimen. El art 693 da una serie de reglas
para modificarlo.

Clasificación de regímenes matrimoniales


Básicamente podríamos atender a dos criterios:
A. Origen del régimen matrimonial.
1. Regímenes legales: son obligatorios y no admiten posibilidades. Nuestro CC en 1855
estableció la sociedad conyugal como régimen legal obligatorio. Hoy por hoy es un régimen
legal supletorio, suple la voluntad de los cónyuges. Cuando era obligatorio significaba que
nadie se podía casar en otro régimen que no fuera el de la sociedad conyugal.
2. Regímenes voluntarios: son aquellos pactados libremente por los cónyuges, quienes
deciden en qué régimen matrimonial quieren casarse.

En Chile, si nada se dice se entiende casado en sociedad conyugal. Si se pacta, puede pactarse:
separación total de bienes, separación parcial de bienes, participación en los gananciales. En Chile no
existe el régimen dotal ni de comunidad universal.

Con respecto a los regímenes que se pactan el único limite es el respeto a la ley, buenas costumbres y
orden público.

Hay otros países que tienen mayor libertad que el nuestro en esta materia.

B. Bienes que se encuentran incluidos o excluidos.


1. Régimen de comunidad:
a) Régimen de comunidad universal: Entran todos los bienes de los cónyuges, tanto los propios
como los que obtienen durante la vigencia del régimen. No es nuestro caso y nunca ha existido
en Chile este regímenes.
b) Regímenes de comunidad restringida: Son aquellos en los cuales solo ingresan determinados
tipos de bienes a la comunidad, y se pueden sub clasificar:

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o Comunidad restringida de ganancias y adquisiciones: Este es nuestro caso, porque se
forma un fondo común con el producto del trabajo de los cónyuges, los bienes raíces
y muebles que adquieren a título oneroso y en general, con todo aquello que se
adquiere a título oneroso. Los bienes que se adquieren a título oneroso (sacrificio
pecuniario) entran al haber común. La regla general es que los bienes a título gratuito
entran al haber propio del cónyuge que lo recibió.

No exige aporte a los cónyuges, por ejemplo, me puedo casar en sociedad conyugal
sin tener ningún patrimonio. Hay otros sistemas que para ingresar al régimen hay que
aportar.

Tampoco es obligatorio que durante la vigencia del régimen ambos generen recursos;
no se pueden aplicar sanciones. Eventualmente si uno de los cónyuges no aporta para
la familia y no trabaja por el cuidado de los hijos tiene derecho a compensación
económica, se puede demandar al otro de proveer al hogar común.

La sociedad conyugal que es restringida a las ganancias y adquisiciones no obliga


necesariamente ni a aportar al origen ni tampoco a generar recursos o bienes durante
su vigencia.

En la sociedad conyugal conviven dos tipos de patrimonios; el haber social y el haber


propio de cada cónyuge (haber propio de la mujer y haber propio del marido). Hay un
haber absoluto que se da durante toda la sociedad conyugal y un haber relativo que
se da en las recompensas.

o Comunidad restringida de muebles y adquisiciones: Tiene similitudes con el caso


anterior, pero en este sistema se considera bienes comunes a todos los bienes que se
aportan a la sociedad o que se adquieren, y no hay obligación de restituir bienes al
final del régimen a aquel de los cónyuges que lo aportó. En cambio, en la sociedad
conyugal, al momento de liquidarse la sociedad conyugal se pagan las recompensas
(restituciones de los aportes que hicieron los cónyuges a la sociedad conyugal).

2. Régimen de separación:
a) Separación total de bienes: Cada cónyuge es dueño de sus bienes, los administra y dispone de
ellos libremente y no tiene restricciones. Su única obligación es contribuir de acuerdo a sus
facultades económicas al levantamiento de las cargas de familia.

Este régimen tiene beneficios: Si el marido tiene una empresa y va a realizar un negocio no hay
posibilidad de atacar los bienes de la mujer, en cambio, en sociedad conyugal se pueden
embargar cuentas corrientes, acciones, inmueble donde vive la familia si no ha sido declarado
bien familiar. Donde ambos tienen patrimonios importantes y realizan actividades lucrativas en
muchos casos sería aconsejable este tipo de bienes.

Muchas personas sostienen que es difícil si uno de los cónyuges tiene algún traspié económico
llegar al otro cónyuge, porque todo lo del otro es completamente independiente y separado.

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b) Separación parcial de bienes: Implica que coexiste un régimen de comunidad con uno de
separación, ya que es parcial y es una parte de los bienes que quedan separados y la otra parte
en comunidad entre cónyuges.

En este régimen las partes realmente tienen que ponerse de acuerdo en todo. Requiere mayor
regulación.

Debe pactarse en las capitulaciones matrimoniales celebradas antes del matrimonio y no en el


acto del matrimonio porque requiere una reglamentación muy precisa y los cónyuges deben
ponerse de acuerdo que bienes quedan en comunidad, cuales quedan separados, cómo lo
administran, etc.

c) Participación en los gananciales: Es de separación de bienes porque durante el matrimonio ambos


cónyuges son libres, los administran independientemente, son dueños, funciona
independientemente, pero al momento de liquidarse es necesario llevar contabilidad y se genera
un crédito a favor del cónyuge que ha obtenido menos ganancias, menos recursos económicos,
etc., con ciertas reglas y limitaciones. Art 1792 – 1 a 1792 – 29.
Es poco común por su complejidad.

d) Régimen dotal. En virtud de la dote que entregaba el padre a la hija y era administrada por el
marido. No existe en Chile. Es un régimen de separación
- Bienes dotales: es una cantidad de dinero que se le entrega al marido en relación a la mujer
y cuando se disuelve el régimen los tienen que restituir.
- Bienes parafernales: bienes exclusivos de la mujer y no entran a la administración del marido.

Nuestro sistema actual en Chile


Admite:
1. Sociedad conyugal: régimen supletorio legal que permite que los cónyuges al momento de liquidar
el régimen recuperen los bienes que aportaron a través del mecanismo de las recompensas.
2. Separación de bienes
3. Participación en los gananciales

El titulo XXII libro IV reglamenta las convenciones matrimoniales y sociedad conyugal. El mismo título y
libro en el guion a incluye el régimen de participación de gananciales, también lo regula la Ley Nº19.335
del año 1994. Bajo la misma ley se aprobó estatuto de los bienes familiares en sus arts. 141 a 149.

CONVENCIONES Y CAPITULACIONES MATRIMONIALES


El derecho civil habla de convenciones matrimoniales para todos los acuerdos de carácter patrimonial o
económico que celebran los esposos antes de casarse o los cónyuges en el acto del matrimonio, durante
el matrimonio, o, eventualmente, después del matrimonio porque se podría modificar el régimen.

Se reserva el nombre de capitulaciones matrimoniales a las convenciones que se hacen antes de contraer
matrimonio o en el acto mismo del matrimonio. Son una especie de convenciones. Art 1715.

En las capitulaciones que se celebren en el acto mismo del matrimonio sólo podrá pactarse separación
total de bienes o régimen de participación en los gananciales.

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Características
1. Son bilaterales y obligatorias: requieren un acuerdo y obligan no solo a los esposos sino
también a los terceros. Me caso en sociedad conyugal y es el que rige en mi matrimonio pero
también deben respetar terceros al contratar conmigo. Si el marido quiere vender o hipotecar un
bien social necesita autorización de la mujer judicial, anteriormente o compareciendo, y los
terceros no pueden decir que la venda igual. Si no tiene esa autorización va a ser nula
(relativamente).
2. Son actos dependientes del matrimonio: No son accesorios. Son dependientes porque producen
sus efectos a partir de la celebración del matrimonio. Si no se celebra el matrimonio el acto no
tiene ninguna importancia.
3. Son inmutables: No pueden modificarse una vez celebrado el matrimonio, sin embargo, razones
prácticas han hecho que la regla se modifique y que se permita una mutabilidad restringida o
regulada de acuerdo al Art 1723. Siempre busca proteger el interés de los terceros.
- Se puede sustituir la sociedad conyugal por separación total y por participación en los
gananciales. Requisitos: escritura pública, subinscripción a los 30 días del matrimonio. Si no
se cumplen estos requisitos no produce efecto.
- Se puede sustituir el régimen de separación total de bienes por participación de gananciales.
- El Art 1792 – 27 Nº 6 permite que el de participación de gananciales se transforme en
separación total de bienes, y como se transforma termina, y entra a regir otro régimen.

Contenido de las convenciones matrimoniales:


 Capitulaciones celebradas antes del matrimonio:
1. Separación total de bienes. Art 1720.
2. Separación parcial de bienes, es necesario en este pacto determinar que bienes muebles, dineros
o especies se excluyen de la comunidad de bienes. También la administración y recordar que
cada cónyuge conserva la administración de los bienes excluidos de la separación de bienes.
3. Que la mujer disponga libremente de una cierta cantidad de dinero o una pensión periódica. Art
1720.
4. Se pueden hacer donaciones por causa de matrimonio.
5. Renuncia a los gananciales de la sociedad conyugal. Art 1719. Si se trata de una menor de edad
necesita asenso o licencia y quien presta el consentimiento va a ser quien entrega el asenso y
licencia, pero además requiere autorización judicial porque los gananciales es lo que al final de la
sociedad conyugal se reparta entre cónyuges o a los herederos, es una renuncia bastante
importante.
6. Posibilidad de destinar inmuebles o valores para ser subrogados por bienes raíces durante la
vigencia de la sociedad conyugal.
7. Limitaciones a la administración del marido.
8. Aporte de otros bienes que de lo contrario entrarían a la sociedad conyugal.
9. Indemnizaciones para el caso de separación, nulidad o divorcio, que en cualquier caso son
compatibles con la compensación económica.

 Capitulaciones celebradas en el acto del matrimonio. Art 1715


1. Separación total de bienes.
2. Participación en los gananciales.
3. Si nada se dice además, se entenderá inmediatamente celebrado sociedad conyugal.

¿Por qué el artículo no incluye que se puede pactar sociedad conyugal? Porque es el régimen legal
supletorio, de manera que si nada se dice se entienden casados en sociedad conyugal.

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 Convenciones celebradas durante el matrimonio. Art 1723 y 1792 – 27 Nº6.
Se puede sustituir:
1. El régimen de sociedad conyugal por el de separación total de bienes o participación de
gananciales.
2. Participación total de bienes por la participación en los gananciales.
3. Régimen de participación en los gananciales por separación total de bienes.

Formalidades que exigen las convenciones matrimoniales


1. Plena capacidad para celebrar convenciones patrimoniales.
En el caso del menor hábil para casarse requerirá asenso o licencia de las mismas personas que
deben prestarlo para el matrimonio con la salvedad que si la mujer renuncia anticipadamente a
los gananciales requiere además autorización judicial dada con conocimiento de causa. Art 1721
y 1719.
2. Son solemnes y deben otorgarse por escritura publica que debe subinscribirse al margen de la
inscripción de matrimonio. Puede ser que se subinscribe en el mismo acto del matrimonio o dentro
de los 30 días después de la celebración del matrimonio. Art 1716.
Las capitulaciones que se celebran en el acto del matrimonio no requieren otra solemnidad y
simplemente bastará con que se inscriban al momento del matrimonio y que consten en la
inscripción del matrimonio, porque lógicamente como está en un acto solemne ante el registro
civil basta sólo dejar constancia porque si nada acuerdan se entienden casados en sociedad
conyugal.

Causales de nulidad en las convenciones matrimoniales


Se trataría de convenciones que incluyen cláusulas o estipulaciones que son contrarias a la ley y por ser
así, carecen de valor.
1. Todas las estipulaciones contrarias a la ley, buenas costumbres, orden público y en ningún caso
que incluyan estipulaciones en perjuicio o detrimento del otro cónyuge o descendientes comunes.
Art 1717.
2. La renuncia a los gananciales por parte de la mujer menor de edad requiere el asenso o licencia
respectivo y autorización judicial correspondiente.
3. La renuncia que haga la mujer a su derecho a pedir la separación judicial no puede pactarse. Art
153.
4. La mujer no puede renunciar a tener un patrimonio reservado, la mujer lo obtiene por toda
actividad que realiza separada del marido independientemente de él. Es importante porque
permite que los bienes que ella gana en razón de un empleo u oficio forman parte de su
patrimonio reservado y no forman parte de bienes sociales. Art 150.
5. No se podrá pactar que la sociedad conyugal tenga principio antes o después de contraerse el
matrimonio. Los cónyuges no pueden decir que se van a casar el 20 de Junio, pero quieren que
la sociedad conyugal principie ahora que están celebrando un contrato de esponsales. Art 1721
inciso 3.
6. Renunciar a la acción de separación o de divorcio. Art 28 y 58 LMC.
7. Renunciar a pedir la afectación de bienes familiares en relación o respecto del inmueble donde
habita la familia y los muebles que guarnecen ese inmueble. Art 149.

Cualquier tipo de pacto por el que se modifique el régimen contraído no puede vulnerar, afectar o
perjudicar los derechos que terceros válidamente han adquirido en contra de los cónyuges o en contra
de la sociedad conyugal en su caso. Aun cuando uno pueda pactar una modificación del régimen ese

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pacto es inoponible cuando afecta derechos de terceros, es un caso de inoponibilidad en materia
matrimonial.

Al ver que el régimen matrimonial puede mutar, hay que preguntarse por qué el principio que rigió
durante largo plazo fue el de la inmutabilidad (desde el Código hasta el año 1943).
Este principio ha regido en muchos sistemas matrimoniales con el fin de proteger a los terceros y evitar
que los cónyuges puedan distraer bienes o realizar actos que vayan a perjudicar a terceros, porque en
muchos casos se ha visto que por ejemplo, si el marido va a caer en cesación de pagos, distrae bienes
pasándolo a bienes sociales o de la mujer como si fueran bienes del otro cónyuge, entonces, este principio
permitía resguardar a los terceros que contrataban con cualquiera de ellas porque si estaban casados en
un determinado régimen no podían cambiarse a otro régimen y con eso protegían a los acreedores.
A través de la evolución de la actividad económica y laboral, se vio que la inmutabilidad total era excesiva
y se estableció la posibilidad de modificar esto, primero en 1943, el régimen de sociedad conyugal por
el de separación total de bienes o participación de gananciales, y la segunda posible mutación en 1994
con la creación del régimen de participación de gananciales.

Art 1722  Las escrituras que alteren o adicionen las capitulaciones matrimoniales, otorgadas antes del
matrimonio, no valdrán si no cumplen con las solemnidades prescritas.
Este artículo permite regular expresamente cuáles modificaciones están permitidas y cuales no, también
permite establecer que no valen las alteraciones a régimen matrimonial hecha en perjuicio de terceros
que han adquirido derechos válidamente, todo esto en el Art 1723.

Mutaciones permitidas
1. Sociedad conyugal que puede cambiarse por separación total de bienes. Art 1723.
2. Sociedad conyugal que puede cambiarse por participación de gananciales. Art 1723.
3. La separación total de bienes que puede cambiarse por participación en los gananciales. Art 1723.
4. La participación en los gananciales por separación total de bienes. Art 1792 – 27 Nº6.

Respecto de los matrimonios celebrados en país extranjero, estos se miraban como separados de bienes,
podrán pactar personalmente en el acto de inscripción del matrimonio ya sea separación total de bienes
en sociedad conyugal o participación de gananciales.

Cambios del régimen matrimonial que están expresamente excluidos:


1. El pacto de sociedad conyugal o participación en los gananciales después de que se haya
decretado la separación de bienes por sentencia judicial o por disposición de la Ley. Art 1665.

La única excepción a esta regla viene dada cuando la separación de bienes es consecuencia a la
separación de los cónyuges, que con posterioridad se reconcilian, cesan efectos de la separación
judicial y la ley permite pactar participación en los gananciales. Art 1723 en relación al art 40
LMC.

La separación judicial de bienes que decreta el juez, por ejemplo a petición de la mujer por mala
administración del marido o porque no provee adecuadamente sus deberes. Una vez decretada
es irreversible.

Es distinta, la separación de bienes que es consecuencial a la separación judicial de los cónyuges,


permitía reconciliación la cual hacía cesar los efectos de la separación y permitía que los cónyuges
después de esta pudieran pactar participación en los gananciales.

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2. Después de haberse pactado separación total de bienes no se puede volver a la sociedad
conyugal.

3. Después de haber pactado participación en los gananciales no se puede volver a la sociedad


conyugal.

¿Cuándo se pacta la sociedad conyugal? En el acto del matrimonio. En las convenciones matrimoniales
posteriores no se podría pactar ésta, y antes del matrimonio si se podría pactar en la separación parcial
de bienes, y el que se pacte no significa que empiece a regir antes. La vigencia del régimen que se pacte
depende del matrimonio y una vez celebrado éste produce sus efectos.

SOCIEDAD CONYUGAL
La sociedad conyugal no está definida en el CC. El Art 135 dispone que, por el hecho del matrimonio se
contrae sociedad de bienes entre los cónyuges. Complementariamente el Art 1718 establece que “a falta
de pacto en contrario se entenderá, por el mero hecho del matrimonio, contraída la sociedad conyugal
con arreglo a las disposiciones de este título”. Por tanto, es el régimen legal supletorio en Chile, de
manera que si los cónyuges nada dicen se entiende que hay sociedad conyugal.

Desde la dictación del código fue el régimen que rigió en Chile.

Hay tres grandes patrimonios que conviven:


1. Haber social:
- Haber absoluto: entran bienes que dan origen a los “gananciales”, aquí están las ganancias
que genera la sociedad conyugal, y al momento de liquidarse se saca una cuenta determinada
viendo los activos y pasivos, y lo que quedan son gananciales, hecha una serie de deducciones
que hace la ley se reparte en partes iguales entre los cónyuges. Son bienes que entran de
manera permanente.
- Haber relativo: bienes que dan origen a “recompensas” que son restituciones reajustadas
monetariamente que se le hacen a los cónyuges por bienes que han entrado al haber relativo.
Son bienes que entran transitoriamente con derecho a recompensa al momento de la
liquidación de la sociedad conyugal. Antiguamente cuando uno pagaba la recompensa pagaba
sólo el valor monetario inicial, con Ley Nº18.802 de 1989 esto se reajustaba monetariamente
de acuerdo al IPC. Esta ley también da capacidad a la mujer casada en sociedad conyugal.
2. Haber propio del marido.
3. Haber propio de la mujer.
Los dos últimos dependen de los bienes que tengan los cónyuges, porque hay bienes que no van
a entrar a la sociedad conyugal nunca. Podría suceder que haya haber social solo durante la
vigencia de la sociedad conyugal.

Naturaleza jurídica de la sociedad conyugal


Se piensa que Andrés Bello se haya inspirado en la legislación castellana vigente en Chile al momento de
crearse el CC. Esta legislación castellana proviene del régimen dotal romano, y la sociedad conyugal sería
la evolución de éste. En el régimen dotal estaban los bienes dotales y los parafernales.
En el sistema castellano los frutos de todos los bienes entran a un fondo común que al final del
matrimonio se divide por mitades entre los cónyuges o sus herederos, estos frutos se denominan
gananciales, y los cónyuges son dueños por partes iguales.

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La sociedad conyugal puede tener elementos de esta comunidad que no es de partes o cuotas en que
cada comunero tiene el dominio sobre ésta, sino que cada comunero tiene una participación en los bienes
comunes en proporción a su aporte, pero no es dueño de su parte. Algo semejante ocurre en la sociedad
conyugal, ya que durante la vigencia de ésta los cónyuges no tienen dominio de una parte o cuota en
los bienes sociales, pero tampoco son realmente comuneros. No es una semejanza absoluta.

Tiene una naturaleza híbrida y un origen que viene de diferentes índoles, por eso la doctrina se ha
cuestionado cuál sería su naturaleza jurídica:

¿Es una sociedad porque lleva el nombre de “sociedad conyugal”?


Art 2053: “La sociedad o compañía es un contrato en que dos o más personas estipulan poner algo en
común con la mira de repartir entre sí los beneficios que de ello provengan.
La sociedad forma una persona jurídica, distinta de los socios individualmente considerados.”

Esta definición no calza con la idea de sociedad conyugal, porque los cónyuges no estipulan poner algo
común sino que es de la naturaleza del régimen que hay ciertos bienes que pasan a ser comunes.

En la sociedad si un socio no aporta no hay sociedad. La sociedad conyugal se da si hay o no aportes,


porque si no hubieran bienes que aportar igual habría sociedad conyugal.

Las miras en la sociedad conyugal serán propiamente cuando contrae matrimonio,

Podría suceder que la sociedad conyugal no genere ninguna ganancia y sólo pérdidas, y si genera sólo
perdidas, la sociedad conyugal subsiste, en cambio, si una sociedad entra en cesación de pagos es
necesario liquidarla para pagar a los acreedores con los actives.

En la sociedad, los bienes que se aportan no continúan siendo bienes del socio que los aporta. En cambio,
en la sociedad conyugal siguen siendo dueño los cónyuges salvo los bienes que pertenecen al haber
común.

El pensar que la sociedad conyugal es una sociedad no responde a lo que verdaderamente es.

¿Es una comunidad de bienes?


Durante su vigencia, la sociedad conyugal no es una comunidad porque los cónyuges no tienen parte o
cuota actual en los bienes sociales. Además los artículos 1749, 1750 y 1752 afirman que, respecto de
terceros, el marido es el dueño de los bienes sociales y la mujer no tiene parte alguna en ellos.

El marido administra como si fuera dueño, la ley le impone limitaciones donde requiere autorización de
la mujer para ciertos actos, pero realmente actúa y administra básicamente de manera individual como
si no dependiera de nadie más, entonces no hay comunidad de bienes porque en ésta todos los actos
requieren el consentimiento de los otros comuneros.

¿Es una persona jurídica?


Frente a terceros sólo hay una persona  El marido. Art 1750. Esto no significa que la sociedad conyugal
o el marido posea una personalidad jurídica para la gestión de los bienes entregados a su administración.
El marido es gestor y administra por cuenta propia y por el interés de su mujer.

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¿Es un patrimonio de afectación?
La última alternativa es que la sociedad sea un patrimonio de afectación; un conjunto de bienes
destinados al levantamiento de cargas de familias, este patrimonio como esta destinado a ese fin es
administrado por el marido, quien debe proveer básicamente a las necesidades de la familia y a cumplir
la administración como un buen padre de familia. Responde por culpa leve. Si tiene una administración
descuidada y negligente la mujer puede pedir la separación de bienes.

Pareciera ser que lo que más se asemeja a la sociedad conyugal es el patrimonio de afectación.

Haberes de la sociedad conyugal


La sociedad conyugal está formada por un haber absoluto o definitivo (que constituye lo que al final del
régimen se denomina gananciales) y un haber relativo o transitorio (que es lo que debe restituirse al
final del régimen al marido o a la mujer, a sus herederos, en forma de recompensas.

1) Haber absoluto
El haber absoluto o definitivo de la sociedad conyugal está formado por el producto del trabajo de los
cónyuges y lo que adquieren con él a lo largo de la vida, y por los frutos o rentas de los bienes de los
cónyuges, todos estos bienes que se entienden todos destinados al levantamiento de las cargas de
familia.

Para determinar cuáles bienes ingresan, la ley atiende a la fecha en que estos bienes son devengados
(fecha en que nace el derecho a exigirlos) aunque sean percibidos después. Ingresa al haber social todo
lo devengado durante el matrimonio; y no ingresa o no ingresa definitivamente lo que el marido o la
mujer devengaron antes de casarse pero percibieron después de casados. Por ejemplo: en la vigencia
del matrimonio voy a trabajar como enfermera y me pagan, ese ingreso entra al haber absoluto, pero si
el mismo servicio lo presté 24 horas antes del matrimonio no entra al haber absoluto porque si ese
derecho surge antes del matrimonio ese ingreso es propio del cónyuge.

La única excepción a estos dos principios (productos del trabajo y rentas de los cónyuges, devengados
durante el matrimonio) es el tratamiento del producto de pertenencias mineras, que no ingresa por
entero al haber absoluto.

El haber de la sociedad conyugal se compone (Art 1725):


I. SALARIOS, EMOLUMENTOS DE TODO GÉNERO DE EMPLEO U OFICIO DEVENGADOS
DURANTE EL MATRIMONIO. Art 1725 Nº1.
Ingresan al haber absoluto todas las ganancias que sean producto de la actividad de los cónyuges, y que
sean devengados durante el matrimonio. Devengado durante el matrimonio significa que el trabajo o
actividad por constituye el titulo para reclamar el salario, emolumento, honorario o indemnización se
haya hecho durante el matrimonio. Esto es la base del fondo común. Si se ha devengado o hecho con
anterioridad a él, estas ganancias ingresan al haber relativo.

a) Servicios continuos
Si se trata de servicios continuos y una parte de ellos se iniciaron antes y se terminan durante el
matrimonio es necesario distinguir:
- Servicios divisibles: la parte de los honorarios que corresponde a servicios prestados durante
el matrimonio ingresan al haber absoluto y la parte que se presto antes del matrimonio ingresa
al haber propio del cónyuge. Por ejemplo: el pintar o realizar una obra, una decoración.

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- Servicios invisibles: el servicio se termina durante el matrimonio el ingreso es completo para
el haber absoluto. Por ejemplo: hacer una defensa de un caso en un juicio, llevar una
negociación de un contrato.

b) Donaciones remuneratorias
Recordar que la regla general es que la donación sea gratuita.

Son remuneratorias las donaciones que expresamente se hacen para remunerar un servicio de los que
suelen hacerse por una contraprestación (Art 1433); y esta causa se expresa en el titulo de pago. Si no
consta por escritura publica o privada que la donación es remuneratoria, la donación se entenderá́
gratuita. El Art 1738 resuelve el destino de regalos remuneratorios distinguiendo según si la cosa es
mueble o inmueble, y según si los servicios daban o no acción contra el donante.

Si se trata de bienes raíces y dan acción para exigir su cumplimiento (lo que la persona que esta pagando
es un bien raíz) ese bien raíz ingresa al haber absoluto hasta que lo que valían los servicios, y si hubiere
un saldo en el valor del bien raíz se forma una comunidad entre la sociedad conyugal y el cónyuge
donatario en proporción a lo que valían los servicios, ya que el exceso se mira como liberalidad y entra
al haber propio. Por ejemplo: una persona presta servicios valiosos a un enfermo y este no tiene dineros
para pagar pero lo hace una donación remuneratoria y le da un inmueble que vale 200 millones y el
servicio era por 100 millones, los 100 millones son donaciones remuneratorias e ingresan al haber social
y el exceso es una liberalidad ingresando al haber propio.

Si se trata de bienes muebles y la donación remuneratoria no da acción para perseguir el bien mueble,
entra al haber relativo, ya que los muebles o dineros entra al haber relativo.

Si se trata de un bien mueble que da acción para perseguir el bien mueble, entra al haber absoluto.

Si la donación se trata de bienes raíces y dan acción la cosa ingresa al haber absoluto hasta el valor de
los servicios y como se trata de un inmueble que es una especie o cuerpo cierto, se forma una comunidad
entre el cónyuge donatario (quien prestó el servicio, el acreedor de la donación) y la sociedad conyugal.

Si es un inmueble que se da en pago de un servicio pero no hay acción para exigir el cobro, ese inmueble
ingresa al haber propio del cónyuge.

Si se trata de una cosa mueble recibida a cambio de la misma clase de servicios, entra al haber absoluto.
Si se trata de muebles respecto de servicios que no dan acción o se devengaron antes del matrimonio
entran al haber relativo.

c) Dineros ganados en juegos (lícitos)


Ingresan al haber absoluto si se obtuvieron en juegos de destreza física o corporal, o en juegos de
inteligencia y de azar porque la sociedad es obligada a pagar las pérdidas.

d) Ingresos que proceden de la propiedad intelectual


Los ingresos que emanan de la propiedad intelectual siempre que no sea derechos de autor porque es
personalísimo. Supongamos que contraigo matrimonio y creo un programa computacional, me hago
multimillonaria, me case en sociedad conyugal, todo lo que ese programa me signifique entra al haber
absoluto salvo el derecho de autor porque éste es personalísimo, es decir, yo inscribí la creación y ese
derecho de autor no le pertenece a la otra parte.

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II. FRUTOS O RENTAS DE LOS BIENES SOCIALES Y DE LOS BIENES PROPIOS. Art
1725 Nº2.
Todos los frutos de cualquier naturaleza que provengan de los bienes sociales o de los bienes propios de
cada uno de los cónyuges, siempre que se devenguen durante el matrimonio, ingresan al haber absoluto.
Esta adquisición tiene, como contrapartida, la obligación de la sociedad al pago de toda carga o
reparación de los bienes sociales y de los bienes propios de los cónyuges (Art 1740, Nº4).

Supongamos que contraigo matrimonio, tenía un departamento que compré antes de casarme, lo tenía
íntegramente pagado. Este departamento lo doy en arriendo. ¿Qué pasa con el canon de arrendamiento
que percibo mensualmente? Va al haber absoluto. ¿A dónde va el bien raíz que doy en arriendo? Va al
haber propio.
Si ese contrato de arrendamiento se celebró antes del matrimonio y hay rentas anteriores estas van al
haber propio (por ahora, hasta dónde hemos visto en la materia).
Para saber en que momento se devengan los frutos hay que distinguir:
- Frutos civiles: El código no los define específicamente, pero se refiere a las rentas, cánones,
etc. Se devengan día a día.
- Frutos naturales: Son los que una cosa produce naturalmente sin detrimento de la naturaleza,
ayudado o no por la mano del hombre. Se devengan cuando se producen.

Los frutos naturales ingresan al haber absoluto o relativo según el momento en que se devenguen. Por
tanto, si se devengan durante el matrimonio ingresan al haber absoluto y si se devengan antes ingresan
al haber relativo. Art 1772, 781 y 64.

Es necesario recordar que respecto de los frutos civiles, como se devengan día a día según el art 690
ingresaran al haber absoluto si son devengados durante la vigencia de la sociedad conyugal.

Toda vez que sea necesario inscribir una propiedad se inscribe con sus características porque este
también puede dar frutos, naturales si es un campo y además civiles si es que se arrienda por ejemplo.

El marido como administrador de la sociedad conyugal tiene derecho a percibir las rentas y frutos, no
sólo de los que produzcan bienes sociales, sino que los bienes propios de la mujer. Este derecho que
habitualmente se denomina “usufructo legal del marido”, se ha dicho que es un derecho que le pertenece
a la sociedad conyugal que administra el marido, debido a que los frutos benefician a la sociedad
conyugal.

Se ha dicho que no es un usufructo por las siguientes razones:


i. Termina cuando se disuelve la sociedad conyugal.
ii. A partir de la disolución de la sociedad conyugal, estos frutos pertenecen a los gananciales.
iii. Son frutos inembargables.
iv. Este supuesto derecho de usufructo termina cuando el bien sale de la propiedad de la mujer.

Quien tiene el verdadero derecho a usufructo es la sociedad conyugal, por tanto seria un error indicar
que es el marido quien tiene un usufructo legal.

III. BIENES DE CUALQUIER ESPECIE QUE CUALQUIERA DE LOS CÓNYUGES ADQUIERA


DURANTE EL MATRIMONIO A TITULO ́ ONEROSO. Art 1725 Nº5.
Todos los bienes raíces o muebles que cualquiera de los cónyuges adquiera durante el matrimonio a
título oneroso ingresan al haber absoluto (Art 1725).

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Es fundamental ver el titulo por el cual se adquiere el bien, porque si es oneroso ingresará al haber
absoluto. En cambio, si por ejemplo uno adquiere un bien raíz a titulo gratuito durante la vigencia de la
sociedad conyugal ingresa al haber propio del cónyuge que recibió la herencia o legado.

El hecho que entren todos los bienes a título oneroso es porque exige un sacrificio pecuniario, y todo lo
que entra al haber absoluto lleva implícita la idea de ganancia.

A titulo oneroso  existe un sacrificio pecuniario, el titulo de la adquisición debe estar fechado durante
la vigencia de la sociedad conyugal.

Cuando se habla de bienes adquiridos durante la sociedad conyugal hay que entender que la causa o el
título de adquisición del bien tiene que tener su fecha durante la sociedad conyugal. Si la causa de
adquisición es anterior al matrimonio estas adquisiciones pertenecen al haber propio del cónyuge que
las hace, o ingresan al haber relativo de la sociedad si son bienes muebles y genera recompensa para el
cónyuge que lo aporta, según las reglas del artículo 1736.

Por excepción, el trabajo que la mujer realiza en forma separada del marido y lo que adquiere con esos
frutos forma lo que se denomina un patrimonio reservado (Art 150). Estos bienes son sociales, pues al
final del régimen la mujer debe colacionarlos al fondo común, a menos que opte por renunciar los
gananciales. En este segundo caso, ella se queda con su patrimonio reservado y no participa de las
ganancias y adquisiciones comunes. Son bienes que administra y goza durante la vigencia de la sociedad
separadamente, pero al final de régimen, son bienes sociales por que deberá colacionarlos (agregarlos)
a los gananciales (fondo común que se debe repartir entre conyugues), para que eso no suceda la mujer
tendría que renunciar a los gananciales.

El código aplica estos criterios anteriores a dos casos específicos:


1. Art 1728: Caso del terreno contiguo al bien propio de uno de los cónyuges adquirido durante el
matrimonio.

Uno de los cónyuges es dueño de un terreno y durante la sociedad conyugal compra otro que es
contiguo al que era de él (terreno vecino), este segundo terreno ingresa al haber absoluto. Se
comprende que este terreno se adquiere con bienes sociales. Sin embargo, si con la parte que
tenía antes y lo que se adquiere se forma una propiedad “que no puede separase sin detrimento”
(es decir, de mucho mayor valor que lo que se pagó por el terreno adjunto), se forma una
copropiedad entre el cónyuge adquirente y la sociedad a prorrata de los valores que los terrenos
tenían al momento de la incorporación.

2. Art 1729: Bienes raíces que se tenían proindiviso al tiempo de casarse, de los que se adquiere
propiedad plena durante el matrimonio.

La propiedad de inmuebles que uno de los cónyuges poseía con otras personas proindiviso, y de
que durante el matrimonio se hace dueño (exclusivo) por cualquier título oneroso; es decir, el
cónyuge adquiere los derechos de los otros copropietarios y se consolida la plena propiedad en
él. El artículo 1729 dispone que esta cosa pertenecerá proindiviso a dicho cónyuge y a la sociedad
a prorrata del “valor de la cuota que pertenecía al primero”, y de “lo que haya costado la
adquisición del resto” (pagado con bienes sociales). Si la propiedad plena se adquiere a título
gratuito, por ejemplo, porque los otros copropietarios ceden su parte a título gratuito, entonces
la propiedad plena es del cónyuge y no se forma comunidad entre él y la sociedad conyugal.

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La mitad del tesoro que uno de los cónyuges descubre en bienes sociales, pertenece al que lo descubre
fortuitamente o con autorización del dueño, y la otra mitad, al dueño del terreno. Art 626. Por tanto, si
uno de los cónyuges descubre un tesoro en terrenos sociales, la mitad ingresa al haber absoluto y la otra
al haber relativo, pues se trata de un bien mueble. Art 1731.

Las pertenencias mineras denunciadas por uno cualquiera de los cónyuges ingresan al haber absoluto
de la sociedad conyugal porque se trata de un producto del trabajo de los cónyuges. Art 1730.

2) Haber relativo.
Pertenecen al haber relativo o transitorio de la sociedad conyugal los bienes que la ley chilena considera
aportes realizados al matrimonio, es decir, los dineros y bienes muebles que los cónyuges tienen al
momento de casarse; y también los que adquieran durante el matrimonio a un título gratuito o lucrativo.
Estos bienes entran a la sociedad conyugal, pero a título de aporte. Por esta razón, el cónyuge que
realizó el aporte puede retirarlo al final del régimen como recompensa. El valor de la recompensa se
determina reajustando prudencialmente al valor de aporte a su valor actual.

Cosas que incluye el haber relativo. Art 1725 Nº 3 y 4.


I. El dinero que los cónyuges aportan al matrimonio.
Ingresan al haber relativo el dinero aportado y el adquirido a título gratuito durante el matrimonio. Art
1725 Nº3. Antes de la reforma de la ley Nº 18.802 de 1989, el dinero se retiraba a su valor nominal,
ahora se puede retirar a su valor real o prudentemente traído a valor presente por el partidor. Art 1734.

II. Bienes muebles y fungibles que se aportan al matrimonio y los que se adquieren
durante el matrimonio a título gratuito.
Los bienes muebles, corporales e incorporales (derechos reales y personales), los bienes fungibles que
se aportan, y los bienes muebles o fungibles que se adquieren durante el matrimonio a título gratuito
(por donación, herencia o legado) ingresan al haber relativo o transitorio de la sociedad conyugal. Arts.
1725 Nº 4, 1726, 1732. Los aportes reciben el mismo tratamiento que los bienes adquiridos a título
gratuito pues fueron devengados y percibidos antes del matrimonio, aun cuando procedan del trabajo
del cónyuge aportante.

El CC determina estos principios a la situación de las donaciones remuneratorias. Art 1738, y al caso del
tesoro hallado en terrenos que pertenecen privativamente a uno de los cónyuges. Entran al haber relativo
las donaciones remuneratorias de bienes muebles en la parte que los servicios no daban acción contra
el donante. En esta parte se consideran donación. En la parte que sí daban acción, la donación
remuneratoria es remuneración e ingresa al haber absoluto. Art 1725 Nº1. Cuando el tesoro se encuentra
en terreno de uno de los cónyuges, la mitad del dueño ingresa al haber relativo, pues se trata de una
especie mueble adquirida por un título gratuito. Si lo encuentra uno de los cónyuges o ambos, la otra
mitad ingresa al haber absoluto. Art 1731.

Haber propio o personal de cada uno de los cónyuges


El haber propio, o bienes propios, de cada cónyuge se compone de los bienes raíces que cada uno tiene
al tiempo del matrimonio, o que adquiere con posterioridad a un título gratuito. La ley considera propios
o sociales estos bienes atendiendo a la fecha del título o causa de adquisición, sin embargo, esta fecha
no es siempre tan clara porque hay situaciones donde la doctrina discute si entran al haber propio o
social.

También pertenecen al haber propio de cada cónyuge los bienes que éstos expresamente excluyen de
la sociedad conyugal en las capitulaciones matrimoniales; y los que adquiere la mujer a título gratuito

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con la condición de que no los administre el marido.

I. Bienes raíces que se tienen al momento de casarse o se adquieren por un título


anterior aun cuando se adquieran durante la vigencia de la sociedad conyugal.
El CC no excluyó expresamente los inmuebles de la sociedad conyugal. Se concluye que esto es así
porque el artículo 1725 no menciona los inmuebles entre los bienes del haber de la sociedad conyugal.
También se llega a esta conclusión por el artículo 1736 que expresa que no ingresan a la sociedad
conyugal los inmuebles que se adquieren con posterioridad al matrimonio cuando el título o causa de
adquisición es anterior a él.

Tengo un bien raíz que adquiero por compraventa. La ley dice que son propios los bienes que, aunque
se adquieran durante la vigencia de la sociedad, el titulo por el cual se adquirieron es anterior a la
sociedad y tenemos que irnos al Art 1736.

Varios casos. Art 1736


a) Especies que uno de los cónyuges poseía desde antes del matrimonio. Se trata de especies o cuerpos
ciertos inmuebles que se poseían ad usucapionem pero que se adquieren por prescripción o
transacción durante la vigencia de la sociedad conyugal. Estos bienes quedan excluidos de la sociedad
excepto cuando la transacción recae sobre especie no disputada (Art 703), pues en este caso la
transacción es nuevo título y el bien ingresa al haber absoluto.
b) Bienes raíces que se poseía por un título vicioso purgado durante el matrimonio. El vicio se ha purgado
por la ratificación o por otro medio legal (por ejemplo, por prescripción) durante el matrimonio. La
ley estima que el título de adquisición se remonta a la época anterior y el bien no ingresa a la
sociedad.
c) Bienes raíces que vuelven a alguno de los cónyuges por nulidad, resolución o revocación. Se trata de
bienes raíces que son restituidos al cónyuge por nulidad, resolución por incumplimiento, o por
revocación de una donación. Estos bienes no ingresan a la sociedad conyugal porque la nulidad, la
resolución y la revocación retroaen las cosas al estado anterior (Art 1429 y 1432).
d) Bienes litigiosos de que durante la sociedad ha adquirido uno de los cónyuges la posesión pacifica.
Si el cónyuge tenía un bien litigioso y durante la vigencia de la sociedad ganó el juicio adquiere por
un título declarativo y la causa de adquisición se remonta a época anterior al matrimonio (artículo
703). Si se resuelve a favor del cónyuge entra a su haber propio.
e) Derecho de usufructo que se consolida con la propiedad que pertenece al mismo cónyuge. El
usufructo que se consolida con la nuda propiedad que uno de los cónyuges tenía antes de casarse,
no por esto ingresa a la sociedad conyugal. Algunos autores consideran que este bien no ingresa a
la sociedad en ningún caso porque la ley no hace ningún distingo (Alessandri). Otros piensan que si
se consolida la propiedad por un título oneroso, el cónyuge le debe recompensa a la sociedad por lo
que costó la consolidación (Gonzalo Barriga).
f) Bienes raíces que se restituyen a cualquiera de los cónyuges por capitales de créditos constituidos
antes del matrimonio, y lo mismo se aplica a los intereses devengados por uno de los cónyuges antes
del matrimonio y pagados después de él. Se trata de capitales que se restituyen al cónyuge acreedor
en bienes raíces; y no en dinero u otras especies muebles. Este bien raíz no ingresa en la sociedad
conyugal.
g) Bienes que se adquieren durante la sociedad conyugal en virtud de un acto o contrato cuya
celebración se hubiere prometido con anterioridad. El cónyuge antes de casarse celebró un contrato
de promesa por un título oponible a terceros según el artículo 1703, y por este contrato de promesa
durante la sociedad conyugal se celebra el contrato prometido. El bien raíz que así se adquiere ingresa
al patrimonio del cónyuge que celebró el contrato y no a la sociedad conyugal. El título inmediato es
el contrato que se celebró durante el matrimonio, pero la causa se remonta a la época anterior y por

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eso la doctrina estima que no ingresa al haber social. Este número fue incorporado en el año 1989
por la Ley 18.802 (antes no estaba regulado así que se prestaba a confusión acerca de qué pasaba).
En esta misma línea, la Corte Suprema ha resuelto que el inmueble comprado por uno de los cónyuges
antes del matrimonio e inscrito durante él no ingresa a la sociedad conyugal.

II. Bienes raíces adquiridos a título gratuito durante el matrimonio.


Estos bienes quedan en el haber propio de cada cónyuge según los artículo 1726 y 1732. Si esos bienes
son muebles entran al haber relativo; y generan una recompensa. Si se adquieren a título oneroso van
al haber absoluto.

III. Aumentos y acrecimientos de los bienes propios.


Los aumentos materiales que acrecen a cualquiera especie inmueble de los cónyuges, formando un
mismo cuerpo con ella, pertenece al cónyuge propietario. Art 1727 Nº3.

Si estos aumentos han exigido expensas, el cónyuge propietario le debe una recompensa a la sociedad
por las inversiones hechas en ese bien propio, si esa inversión aumentó el valor de la propiedad y subsiste
al tiempo de la disolución. Art 1771 inciso 2 y 1746.

IV. Bienes raíces subrogados a bienes propios, o a valores destinados con este objeto
en las capitulaciones matrimoniales.
Los bienes raíces adquiridos a título oneroso durante la sociedad conyugal pertenecen a ella. Art 1725
Nº 5. Pero si un bien raíz se adquiere con el producto de la venta de un inmueble que es bien propio de
uno de los cónyuges, aunque no esté destinado en las capitulaciones, pertenece al cónyuge propietario
y no ingresan al haber social. Art 1727 Nº1. Lo mismo sucede si el inmueble se adquiere con valores
destinados a esta subrogación en las capitulaciones matrimoniales. Art 1727 Nº2.

Estos son casos de subrogación real (un inmueble se sustituye por otro; o bien, el dinero o valores
destinados se inviernen en un inmueble) y operan cuando se cumplen todos los requisitos que señala la
ley (Art 1733). Si no existiera esta institución, los bienes raíces adquiridos con el precio de la venta de
bienes propios de los cónyuges pertenecen a la sociedad conyugal aunque generan un derecho a
recompensa por el valor del aporte.

Subrogación de inmueble a inmueble.


La subrogación de inmueble a inmueble puede hacerse por compra o permuta, si se cumplen los siguiente
requisitos:
1. Que alguno de los cónyuges debe ser dueño de un bien raíz.
2. Que ese bien raíz se permute o se venda durante la sociedad conyugal.
3. Que en la escritura de permuta o en la de venta y en la de compra se exprese el ánimo de
subrogar.

La institución funciona bajo el supuesto de que primero se vende y después se compra. Si primero
se compra y después se vende habría una subrogación por anticipación; y en Chile no hay
unanimidad de opiniones sobre si con este mecanismo opera realmente una subrogación. Algunos
piensan que sí porque el Derecho francés lo admite; y en esto, el Código Civil sigue al Código
francés (Somarriva, Gonzalo Barriga, Pablo Rodríguez). Otros piensan que no porque la
subrogación es excepcional (Alessandri, Ramos Pazos).

Se debe manifestar expresamente la voluntad del conyugue y ratificado por el otro cónyuge.

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4. Que haya cierta proporcionalidad entre lo permutado o entre lo vendido y lo comprado. Art 1733
inciso 3.

El Código acepta que haya diferencias de valor. Pero esto tiene un límite legal: la diferencia de
valor entre lo permutado o vendido y lo comprado no puede exceder de la mitad del valor del
bien raíz que se compra.

Si la diferencia es superior a esa mitad no hay subrogación: el bien adquirido entra al haber
absoluto y la sociedad le debe una recompensa al cónyuge aportante. El cónyuge conserva el
derecho de llevar a efecto la subrogación comprando otra finca. Por ejemplo, se vende un fundo
propio en 100 y se compra otro para subrogar en 300. La diferencia entre lo vendido y lo
comprado es de 200. La mitad del valor de lo comprado es 150. La diferencia (200) excede de la
mitad del valor de lo comprado (150). No habría proporcionalidad y, por tanto, no habría
subrogación. El inmueble adquirido con el producto de la venta del bien propio de este cónyuge
ingresa al haber absoluto; pero la sociedad le debe una recompensa por el dinero que sobró; y
el cónyuge conserva su derecho a llevar a efecto la subrogación comprando otro inmueble.

Si la diferencia es inferior a esa mitad hay subrogación. El inmueble adquirido se subroga al otro
en el haber propio del cónyuge vendedor, pero se genera una recompensa a favor o en contra
del cónyuge por la diferencia de precio entre lo vendido (o permutado) y lo comprado. Por
ejemplo, si se vende el fundo propio en 150 y se compra otro para subrogar en 100, la diferencia
es de 50, que no excede la mitad del valor del bien que se recibe en sustitución o subrogación
(50). Hay subrogación, pero la sociedad conyugal le debe una recompensa al cónyuge aportante
por 50. Otro ejemplo sirve para explicar la situación contraria. Si se vende el fundo propio en 100
y se compra otro para subrogar en 200, la diferencia es de 100, suma que no excede de la mitad
del valor del inmueble que se adquiere para subrogar (100). Hay subrogación, pero el cónyuge
le debe a la sociedad una recompensa por 100.

Si el bien que entra al haber propio es de mayor valor que el que se vendió, el cónyuge debe una
recompensa a la sociedad por este enriquecimiento. Si el bien que entra al haber propio es de
menor valor que el que sale, el cónyuge sufre un empobrecimiento por el que la sociedad le debe
una recompensa.

5. Si el bien raíz que se vende o permuta para ser subrogado es de la mujer, ella tiene que dar una
autorización expresa. Art 1733 inciso final. Antes se exigía que se diera autorización judicial con
conocimiento de causa.

Subrogación de valores a inmuebles.


Se trata del caso en que alguno de los cónyuges tiene valores destinados en las capitulaciones
matrimoniales o en una donación por causa de matrimonio a ser subrogados por un inmueble. Si los
valores no están destinados por capitulaciones matrimoniales son bienes de aporte e ingresan al haber
relativo; si con ellos se adquiere un bien raíz, este ingresa al haber absoluto de la sociedad. Pero subsiste
la obligación de restituir al cónyuge que hizo el aporte lo que éste valga.

Requisitos para que opere:


1. Que se compre un inmueble con valores destinados a ello en las capitulaciones matrimoniales o
en una donación con causa de matrimonio.
2. Que se deja constancia en la escritura de compra del empleo de estos valores y del ánimo de

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subrogar.
3. Proporcionalidad. Art 1733 inciso 6.
4. Autorización de la mujer si se trata de valores destinados por ella por donados a ella con esta
destinación.

Bienes muebles excluidos de las capitulaciones matrimoniales. Art 1727 Nº4


Los bienes muebles que los cónyuges tienen al momento de casarse pueden excluirse de la comunidad
designándolos en las capitulaciones matrimoniales. Art 1725 Nº4 inciso 2.

Las cosas fungibles, como el dinero, no pueden excluirse, pero pueden destinarse a una subrogación.
Art 1727 Nº2. Si no son destinadas, ingresan al haber relativo de la sociedad conyugal. Art 1725 Nº4.
Un auto si puede excluirse porque hay que tener presente que se trata de bienes muebles y no dinero.

Cosas donadas, heredadas o legadas con la condición expresa de que no tenga la administración el
marido. Cuando la mujer recibe estas liberalidades con la condición expresa de que no entren en la
administración del marido, se forma un patrimonio especial con ellas, y la mujer se mira como separada
de bienes para su administración. Art 166 y 167.

Frutos de cosas donadas, heredadas o legadas con la condición de que no ingresen a la sociedad
conyugal. Art 1724. Si a cualquiera de los cónyuges se hiciere una donación o se dejare una herencia o
legado con la condición de que los frutos de las cosas donadas, heredadas o legadas no pertenezcan a
la sociedad conyugal, valdrá la condición a menos que se trate de bienes donados o asignados a título
de legítima rigorosa; aquella parte de los bienes del causante que corresponde a los legitimarios,
pensaríamos en que hay un testamento de por medio.

Si me heredan o legan bienes, por ejemplo me dejan 100 millones en acciones con la condición que no
lo administre mi marido, los intereses que genere tampoco ingresan al haber social, sino que al haber
propio del cónyuge.

Estos dos últimos casos, son considerados como un cuarto y quinto patrimonio, aparte de los tres
anteriores que vimos (haber absoluto, relativo, y haber de cada cónyuge).

Pasivo de la sociedad conyugal.


Lo primero que debo hacer es pagar deudas, luego reparto los gananciales, y con el haber relativo lo
que hago es pagar las recompensas que se reajustan de acuerdo al monto del IPC.

Existe una sociedad conyugal para levantar las cargas de familia, y levantamiento significa sostener,
pagar, cumplir, etc.

Durante la sociedad conyugal existen dos pasivos, y ambos se relacionan con la contribución y obligación
a la deuda:
- El pasivo absoluto está formado por aquellas deudas a que la sociedad está obligada y por las
que no tiene ningún derecho a pedir contribución a terceros, desde el punto de vista de la
contribución a las deudas.
- El pasivo transitorio o relativo está formado por deudas que la sociedad tiene desde el punto de
vista de la obligación a las deudas; pero que no soporta en definitiva desde el punto de vista de
la contribución a las mismas porque son los cónyuges son los que soportan o contribuyen a la
deuda.

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Por ejemplo con la sociedad conyugal necesito pagar una deuda de un bien raíz del cónyuge que
pertenece al haber propio, y el bien raíz tiene una deuda de $25.000.000, ¿con qué bienes debe pagarlos?
Lo paga con el haber de la sociedad. ¿Es obligación de la sociedad? No, porque es un bien propio del
cónyuge, entonces ¿por qué lo paga la sociedad porque se quiere ayudar al cónyuge soportar las cargas
de los mismos bienes. La sociedad conyugal tiene una serie de cosas e ingresa una serie de bienes, sin
embargo, a su vez, deben soportar las cargas y créditos para mantener y soportar sus bienes, que a la
larga, el cónyuge va a tener que reembolsar a la sociedad, pero en el momento que el crédito se hace
efectivo lo paga la sociedad, ya que se hace dueña de todos los frutos de los cónyuges.

 Pasivo absoluto, real o definitivo de la sociedad conyugal.


Es una obligación que pesa sobre la sociedad y es de cargo de la sociedad.

1. Gastos de mantención de los cónyuges; gastos de mantención, educación, alimentos,


establecimiento de los descendientes comunes, y las demás cargas de familia. Art. 1740.
Se comprende en esta partida todo lo que supone el levantamiento de las cargas de familia al que
los cónyuges concurren con el producto de su trabajo.

a) Gastos de mantención de los cónyuges: Incluyen todo lo necesario para sustentar la vida de
ambos cónyuges, de un modo correspondiente a su condición social, es decir, vivienda,
alimentación y vestuario, gastos de salud, etc. Art 323.

b) Gastos de mantención de los hijos y descendientes comunes:


Estos gastos corresponden a la sociedad conyugal, pero, si el hijo tuviere bienes propios, los
gastos de su establecimiento, y en caso necesario, los de su crianza y educación. Si la sociedad
no tuviera bienes suficientes podrán sacarse ingresos o bienes del hijo, conservándose íntegros
los capitales en cuanto sea posible. La partida incluye también a los nietos, por falta o insuficiencia
de un título preferente. Art 231 y 232.

Reglas del Art 1744


i. El marido o la mujer, o ambos de consuno, pueden disponer que las expensas ordinarias y
extraordinarias de educación y establecimiento de un hijo se imputen a sus bienes propios,
siempre que conste de modo auténtico. De otro modo, aunque inmediatamente se saquen ellas
de los bienes propios de cualquiera de los cónyuges, se entenderá que se hacen a cargo de la
sociedad (tendrá que pagar una recompensa), a menos de declaración contraria. Art 1740 y 1744
inciso 1.

Si uno de los cónyuges tiene un patrimonio mayor que el otro y dice que el es el que se hace
cargo de los gastos de establecimiento, debe expresamente declarar que no espera una
recompensa, y no tengo que llevar nunca una contabilidad.

ii. Si de hecho se han hecho estas expensas con bienes propios de un cónyuge sin contradicción o
reclamación del otro, no constando de modo auténtico que el marido o la mujer quisieron hacerlas
de lo suyo, el otro cónyuge o sus herederos pueden pedir que se imputen a los gananciales, y
sólo en lo que no cupieren en ellos, una mitad a los bienes propios del otro cónyuge. Yo como
mama durante dos años enteros pago la universidad de uno de mis hijos. Mi marido no dice nada,
pero no hay ninguna formalidad que diga que me estoy haciendo cargo de los gastos. Para mi
como mama se genera un derecho de recompensa que la sociedad debe pagar. Si la sociedad no
tiene dinero, la ley establece que al menos la mitad de los gastos se me reembolsen con los
bienes del marido. Queda a prudencia del juez acceder a esta demanda en todo o en parte,

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tomando en consideración la fuerzas y obligaciones de los dos patrimonios, y la discreción y
moderación con que dichas expensas hubiere procedido el cónyuge.

Si el hijo tiene bienes propios, se puede sacar de ahí siempre que se conserve el capital.

c) Demás cargas de familia: Se miran como cargas de familia los alimentos que uno de los cónyuges
esté por ley obligado a dar a sus ascendientes o descendientes, aunque no lo sean de ambos
cónyuges. El tribunal podrá moderar estos gastos cuando le parecieren excesivos, imputando el
exceso al haber del cónyuge. Art. 1749 Nº5 inciso 2.

Tengo dos hijos de un matrimonio anterior, la sociedad conyugal estaría obligada a pagar el
mantenimiento de esos descendientes, con la limitación de que el tribunal podría moderar esos
gastos. Si el tribunal considera que es excesivo para pagar, se debe sacar el resto del haber
propio del cónyuge.

2. Deudas y obligaciones contraídas durante el matrimonio.


Art 1740 Nº2 dispone que la sociedad es obligada al pago de las deudas y obligaciones contraídas
durante el matrimonio, por el marido o la mujer con autorización del marido o de la justicia (en
subsidio), salvo que se trate de obligaciones personales del cónyuge que se obliga como las para el
establecimiento de los hijos de un matrimonio anterior (pasivo relativo).

Por tanto, se comprende en esta partida la satisfacción de obligaciones contraídas


i. Por el marido. Art 1749 y 1750.
ii. Por la mujer con autorización del marido Art 1740, Nº.
iii. Por la mujer con autorización de la justicia. Art 138. por impedimento del marido si de la
demora se siguiere perjuicio.
iv. Por la mujer con mandato general o especial del marido. Art 1751.
v. Por ambos cónyuges actuando de consuno. Art 1751.
vi. Por la mujer cuando se obliga solidaria o subsidiariamente con el marido. Art 1751. Por
ejemplo si el marido pide un crédito, y ella es la fiadora solidaria o aval, pero no van contra
los bienes de la mujer, sino que los de la sociedad.
vii. Por la mujer cuando se trata de compras al fiado de bienes muebles durante la vigencia de la
sociedad destinados naturalmente al consumo ordinario de la familia. Art 137 inciso 2.

3. Cumplimiento de obligaciones de garantía constituidas a favor de deudas sociales.


El art 1740 Nº2  La sociedad sea obligada al “lasto de toda fianza, prenda o hipoteca constituida por
el marido”. Esta partida se refiere al cumplimiento de contratos accesorios constituidos para garantizar
obligaciones sociales.

Si la obligación es personal de alguno de los cónyuges, el cumplimiento de la caución corresponde a la


sociedad conyugal, pero desde el punto de vista solo de la obligación a las deudas. Si la obligación es de
un tercero, el marido necesita la autorización de la mujer para obligar bienes sociales, de lo contrario,
de lo contrario solo obligaría sus bienes propios, en conformidad al Art 1749 en relación al Art 1740 Nº2
segunda parte.

Si uno piensa que se constituye por el marido una fianza, hipoteca o prenda, la sociedad conyugal es
obligada a pagarla y el marido como administrador lo puede hacer. Pero si fiera en cambio, la obligación
de un tercero, tiene que contar obligatoriamente con la autorización de la mujer.

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4. Pensiones e intereses a que esté obligada la sociedad o cualquiera de los cónyuges.
El Art 1740 Nº1 dispone que la sociedad sea obligada al pago de todas las pensiones e intereses que
corran sea contra la sociedad, sea contra cualquiera de los cónyuges y que se devenguen durante la
sociedad.

Se justifica porque todos los frutos, civiles y naturales, de bienes propios y sociales ingresan al haber
absoluto de la sociedad conyugal. Como contrapartida, el pago de intereses y pensiones pertenece al
pasivo real o definitivo pues se presume que se cubre con los frutos.

5. Cargas y reparaciones usufructuarias de los bienes sociales y propios de cada cónyuge.


Art 1740 Nº4.
Se refieren en general a:
a) Las expensas ordinarias de conservación y cultivo (obras de carácter ordinario). Art 795.
b) Las pensiones y cargas periódicas con que haya estado gravada la cosa de antemano y se
devenguen durante el matrimonio. Art 796.
c) Los impuestos periódicos que correspondan a la cosa fructuaria. Art 796 inciso 2.

En principio todo lo que sea obra o expensas mayores o extraordinarias, son de cargo del cónyuge
propietario si son bienes propios, pero, si eventualmente las pagara la sociedad tendría derecho a
recompensa en relación con el cónyuge por el cual las hizo. Se entiende por obras y refacciones mayores
las que ocurran por una vez o a largos intervalos de tiempo, y que concierne a la conservación y
permanente utilidad de la cosa fructuaria. Art 798.

6. Suma de dinero o pensión periódica que se le paga a la mujer.


Art. 1740 inciso final  Si la mujer se reserva en las capitulaciones matrimoniales el derecho de que se
le entregue por una vez o periódicamente una cantidad de dinero de que pueda disponer a su arbitrio,
será de cargo de la sociedad este pago, siempre que en las capitulaciones no se haya impuesto
expresamente al marido.

 Pasivo relativo, provisorio o transitorio de la sociedad conyugal


Está constituido por deudas que la sociedad conyugal tiene obligación de pagar; pero que no está en
definitiva obligada a soportar desde el punto de vista de la contribución a las deudas. Los pagos que se
hacen con cargo a esta partida se recuperan en la liquidación del régimen mediante el derecho de
recompensa.

Se trata de deudas que la sociedad conyugal tiene la obligación de pagar pero la contribución final de la
deuda corresponde al cónyuge respectivo.

Este haber estaría formado por lo que dice el Art 1740 Nº3  Deudas personales de los cónyuges. Se
entiende que son:
1) Deudas contraídas antes de casarse.
2) Deudas contraídas durante del matrimonio pero que ceden en beneficio personal de uno de los
cónyuges en particular o en beneficio particular del cónyuge no contratante o de la sociedad. Art.
137 y 138. Todas estas deudas son que a la larga van a ceder en beneficio personal de uno de
los cónyuges, que son del cónyuge contratante, y por eso la sociedad conyugal las soporta, pero
luego les exige la recompensa al cónyuge beneficiado.
3) Deudas procedentes de multas o reparaciones pecuniarios a que fuere condenado a uno de los
cónyuges por delito o cuasidelito suyo. Art. 1748
4) Cualquier otra deuda que ceda en beneficio personal de cualquiera de los cónyuges, porque por

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tratase de una deuda personal del cónyuge, corresponde pagarla a la sociedad conyugal, pero la
contribución a la deuda es de cargo del cónyuge beneficiado. Sería entonces una regla general
de los casos en que no caben en los otros números.

Administración de la sociedad conyugal


Tiene una carácter de comunidad restringida de ganancias y adquisiciones y su administración recae en
el marido para también para proteger los actos que los terceros celebren con la sociedad conyugal.

Por tratarse de una comunidad restringida hay o puede haber bienes excluidos del haber común. Estos
son bienes propios del marido o de la mujer.

Las capitulaciones matrimoniales o las donaciones hechas por terceros por causa del matrimonio pueden
causar la formación de patrimonios especiales, que la mujer administra como si estuviera separada de
bienes.

Art 150 permite que la mujer se reserve para sí y administre en forma independiente del marido el
producto del trabajo remunerado que realiza por su cuenta.

Pueden quedar excluidos:


a) Quedan excluidos bienes del haber social, entonces hablamos del haber propio de los cónyuge.
b) Pueden quedar excluidos bienes expresamente excluidos en las capitulaciones matrimoniales
celebradas con anterioridad al matrimonio.
c) Bienes que la mujer tenga en razón de su patrimonio reservado. Art 150.

Estas distinciones tienen importancia en las relaciones internas de los cónyuges entre sí, especialmente
en la fase de liquidación del régimen. Frente a terceros, es decir, en las relaciones externas de los
cónyuges con acreedores durante el matrimonio, la regla general es que hay un único patrimonio que se
atribuye al marido. Art 1778, 1749 y 1750.

Art. 138  Si por impedimento de carga o indefinida duración, como el de interdicción, el de prologada
ausencia, o desaparecimiento, se suspende la administración del marido. Si el impedimento no fuere de
largo o indefinida duración, la mujer podrá actuar respecto de los bienes del marido, de los de la sociedad
conyugal y de los suyos que administre el marido con autorización del juez, con conocimiento de causa,
cuando de la demora se siguiere perjuicio.

Los acreedores de marido pueden perseguir los bienes sociales y propios del marido, pero por regla
general no van a poder perseguir los bienes propios de la mujer, aun cuando hayan contratado con ella
misma, salvo que se trate de obligaciones que la mujer haya contraído en beneficio exclusivo, o para la
familia común. Art 138, 150 y 151

Art. 1751  Por regla general todos los actos o contratos que se celebran durante la vigencia de la
sociedad conyugal, los terceros contratan con el marido y ve un patrimonio único, que es el patrimonio
social, que el marido administra y funciona como si fuera un solo patrimonio, con las limitaciones que le
impone la ley en el Art 1749.

En relación a los bienes sociales la mujer:


- No tiene la administración, ni siquiera los bienes propios.
- Tampoco puede celebrar contratos respecto de los bienes sociales, necesitaría autorización del
marido, mandato, autorización judicial cuando el marido se encuentra ausente o se niega

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injustificadamente y de la negativa se sigue un perjuicio para la familia.

Si llega y realiza un acto sin autorización:


- Tiene nulidad relativa, en virtud del art. 1682. Es nulo relativo porque no hay autorización de un
tercero.
- Podría haber inoponibilidad de ese acto al marido? Si puede ser inoponible al marido
- Otra posibilidad para que el acto no caiga es ratificación posterior del marido.

Administración ordinaria de la sociedad conyugal. Art 1749 y 1751.


La administración ordinaria de la sociedad conyugal corresponde al marido, con las limitaciones que se
examinan a continuación. Durante la administración ordinaria del marido, numerosos actos o contratos
de la mujer también obligan los bienes sociales y del marido.

Art 1749  El marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los bienes sociales y los
bienes propios de su mujer; sujeto, empero a las obligaciones y limitaciones que por el presente Título
se le imponen y a las que haya contraído por las capitulaciones matrimoniales.

Si el marido quieren vender un bien raíz de la sociedad u de la mujer, necesita escritura pública, pero
puede comparecer en el mismo acto. Su autorización no puede ser general, debe ser una escritura pública
especifica y eso significa que es respecto del bien raíz determinado.

No va a necesitar escritura publica el marido, en caso de arriendo de un inmueble, ya que se pueden


celebrar por instrumento privado, peor tiene que ser especifico.

Si la mujer le dice al marido que tienen un campo de 300 hectáreas pero no lo quiere arrendar porque
es de la familia. El marido lo que puede hacer, es suplir dicha autorización acudiendo al juez de familia
y le dice que la negativa de la mujer es injustificada y eso le provocaría un perjuicio a la familia. Pero
tiene una excepción que es la donación de los bienes sociales, ya que si dono no recibo nada a cambio
por lo que la ley se pone mas exigente.

Limitaciones para el marido cuando administra ordinariamente la sociedad conyugal


Las limitaciones a la administración del marido pueden proceder de las capitulaciones matrimoniales y
de la ley. Se piensa que estas limitaciones no podrían llegar al punto de traspasar o entregar a la mujer
la administración de los bienes sociales, es decir, no porque el marido tiene limitaciones para administrar
significa que la ley le entrega de manera subsidiaria la administración a la mujer, de hecho habría objeto
ilícito.

Las limitaciones del Art 1749 vienen a ser restricciones que la ley impone al marido para proteger la
administración de los bienes sociales, bienes propios y la administración o necesidades de la familia
común, esto para que no dilapide los bienes o realice actos que perjudique estos patrimonios.

Limitaciones:
i. El marido no puede gravar o enajenar voluntariamente bienes raíces sociales sin la autorización
de la mujer. Art 1749 inciso 3.
ii. No puede prometer enajenar o gravar bienes raíces sociales sin autorización de la mujer. Art 1749
inciso 3.
iii. El marido no puede gravar o enajenar voluntariamente, ni prometer gravar o enajenar, derechos
hereditarios de la mujer (que por tratarse de bienes muebles pertenecen al haber relativo de la
sociedad conyugal). Art 1749 inciso 3.

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iv. El marido no puede donar ni prometer donar parte alguna de los bienes sociales, tanto raíces
como muebles, sin autorización de la mujer. Solo puede hacer donaciones o regalos (de poco
monto) que el uso o la costumbre autorizan, de acuerdo al art. 1735, y esto dependerá de la
fuerza del patrimonio social. Art 1749 inciso 4.
v. El marido no puede dar en arriendo o ceder la tenencia de bies raíces urbanos por mas de 5 años
o rurales por mas de 8 años, incluidas las prorrogas respetivas sin autorización de la mujer. Art
1749 inciso 4.
vi. El marido no puede constituirse aval, ni codeudor solidario ni pactar otras cauciones sobre bienes
sociales en garantía de obligaciones de terceros sin autorización de la mujer. Art 1749 inciso 6.

Derechos que la mujer tiene dentro de una sociedad. Art 1749


Los derechos de la mujer en una sociedad de personas merecen un tratamiento especial pues el Art 1749
les dedica un inciso. Los derechos sociales son bienes muebles que, según el Art 1725 Nº4, ingresan al
haber relativo de la sociedad conyugal. Por tanto, los que tenga la mujer al momento de casarse entrarían
en la administración del marido. Sin embargo, el mandato no se extingue por el matrimonio. Por tanto,
el marido no puede tomar la administración de una sociedad de personas “civil o comercial” en la que
tenga interés la mujer. Solo tiene derecho a los dividendos (que son frutos de bienes muebles) que pague
la sociedad por un título anterior al matrimonio, pues estos ingresan al haber relativo. Los que se
devenguen con posterioridad al matrimonio ingresan al patrimonio reservado.

Durante el matrimonio la mujer puede constituir libremente cualquier sociedad civil o comercial, sin
ninguna limitación. Si no tiene bienes para hacer un aporte, puede comprometer un aporte y pagarlo
conforme va recibiendo dividendos del negocio u obligarse con terceros para enterar el aporte.

Autorización de la mujer
La autorización de la mujer para los actos que se requiere según el artículo 1749 debe reunir los
siguientes requisitos:
i. Debe ser específica. Dada especialmente para un negocio puntual; no general, para cualquier
negocio que quiera realizar el marido. La autorización de la mujer dada específicamente para
un negocio puntual se entiende dada para todas las estipulaciones del negocio de que se
trata, incluida, por ejemplo, una cláusula de garantía general hipotecaria.
ii. Debe ser solemne, es decir, debe darse por escrito o por escritura pública, según sea la
naturaleza del acto o contrato que se autoriza.
iii. Puede ser tácita, interviniendo expresa y directamente, de cualquier modo, en el acto. Art
1749 inciso 7.
iv. Puede suplirse por la justicia, si la mujer niega la autorización sin causa justificada o está
imposibilitada de prestarla y de la demora se siguiere perjuicio. Pero no podrá suplirse dicha
autorización si la mujer se opusiere a la donación de bienes sociales. Art 1749 inciso 8.
v. Por tratarse de una autorización debe ser previa o coetánea a la celebración del acto o
contrato.

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