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Las literaturas andinas como procesos interculturales,

plurilingües y coloniales

Ricardo Virhuez Villafane


rvirhuez@gmail.com

1. Literaturas andinas. Están conformadas por las obras escritas después de la reforma agraria
(24/06/69) como un largo proceso de modernización en tres etapas sociales bien marcadas: 1) refor-
ma agraria y cooperativismo rural; 2) conflicto armado interno, y 3) neoliberalismo y destrucción
de los aparatos productivos en beneficio de la minería.
Las obras escritas en este periodo se caracterizan por:
a) Predominio de elementos urbanos en los Andes, a diferencia del indigenismo en que pre-
dominaban los ámbitos rurales y la feudalidad. Caso de los escritores Feliciano Padilla, Luis Urtea-
ga Cabrera, Jorge Flórez-Aybar, Carlos Eduardo Zavaleta, Edgardo Rivera Martínez, Juan Alberto
Osorio, Julián Pérez, Félix Huamán Cabrera, Samuel Cardich, Andrés Cloud, Karina Pacheco, San-
dro Bossio, Luis Nieto Degregori, Mario Guevara, Mario Malpartida, Walter Lingán, etc.
b) Inclusión de la tradición oral en las narraciones, como en Oscar Colchado, Flórez-Aybar,
Sócrates Zuzunaga, Zelideth Chávez, Edgar Norabuena, etc
c) Revaloración de la identidad andina con elementos modernos y anticoloniales. Presente en
las reflexiones y ensayos de los mismos escritores, que nace con Juan Alberto Osorio y continúa en
los ensayos de Flórez-Aybar, Zein Zorrilla, Feliciano Padilla y Mark R. Cox.
d) Inclusión de situaciones de mayor violencia entre los personajes, desde perspectivas fami-
liares y cotidianas, hasta conflictos políticos de rebeldía obrera o campesina, y guerra interna di-
recta por la toma del poder político. Este elemento de violencia es distinto de las violencias de tipo
feudal (de resistencia y masacre) en el indigenismo.
e) Modernización de las técnicas narrativas y uso extraordinario de las mismas, en un salto de
actualización formal solo visto en el surgimiento de la narrativa urbana en el Perú, que hasta ahora
se mantiene vivo, experimental y auténtico, a veces alejándose de formatos retóricos coloniales y
otras acercándose a formas anglosajonas de narrativa.
f) Surgimiento de literatura escrita en quechua y aimara, tanto en poesía como en narrativa,
y que se sostiene además con revistas en quechua como Atuqpa Chupan, o la revista Noqanchis,
revista en quechua y asháninka, y libros como Aqupampa, la primera novela totalmente en quechua
de Pablo Landeo, y ese hermoso texto Apu Kolkijirka de Macedonio Villafán, y las extraordinarias
reflexiones teóricas de Julio Noriega Bernuy en Caminan los Apus y, sobre todo, en Escritura que-
chua en el Perú. También en el altiplano peruano-boliviano se desarrolla una intensa actividad lite-
raria con creación de libros en aimara y quechua, y se dinamiza la revalorización de las tradiciones
orales y la escritura en jaqaru y cauqui, las dos lenguas andinas de raigambre aimara de Lima.
2. Interculturalidad literaria. Pese a que teóricamente se concibe la interculturalidad como
una relación dinámica y respetuosa entre culturas que comparten un mismo territorio, en la reali-
dad la interculturalidad —y no la simple multiculturalidad— es un proceso contradictorio, diná-
mico y complejo, con elementos coloniales y también autónomos. Es decir, la interculturalidad es
un campo de batalla donde convergen todas las formas culturales posibles en un mismo territorio,
y es a partir de la conciencia de esta diferencia que se construyen las representaciones literarias. La
narrativa criolla que se ha impuesto en el mercado ha impuesto también su mirada sobre el resto de
las culturas peruanas (sobre las andinas, amazónicas, afroperuanas, pueblos originarios, asiáticope-
ruanos, etc), independientemente de su posición en el poder.
Por ello, constatamos lo siguiente:
a) La interculturalidad en la literatura se produce en una situación de contradicciones diversas.
b) La narrativa andina se expresa no siempre en favor de sí misma, sino que a menudo asume
los intereses y valores de su opresor como propios, tanto en la formación de los personajes como en
la construcción de la historia.
c) La interculturalidad literaria es una situación inevitable, porque la realidad peruana es mul-
ticultural. La interculturalidad es la forma como esa multiculturalidad se manifiesta.
d) La interculturalidad literaria es necesaria, porque del consenso podrían superarse sus con-
tradicciones. En la práctica, es una situación vertical, opresiva y colonial, tal como es la represen-
tación de las culturas ajenas al poder en las diversas etapas narrativas de nuestro largo proceso
literario.
e) En la interculturalidad literaria conviven diversos sistemas de producción literaria, que An-
tonio Cornejo llamaba heterogeneidad: escritura, oralidad, memoria viva, cantos, etc, cada uno con
sus sistemas de creación y difusión.

3. Plurilingüismo. Toda la narrativa peruana, desde Guaman Poma de Ayala hasta Vargas
Llosa, mucho más resaltante en algunos (Ciro Alegría, Gamaliel Churata, José María Arguedas,
Oscar Colchado, Sócrates Zuzunaga) que en otros, está atravesada de plurilingüismo. Incluso las
escrituras quechuas poseen numerosas variantes aimaras y puquinas, y las letras hispanas llegaron
atravesadas de latín, griego y árabe mucho antes que se sumergieran en las lenguas andinas como el
quechua y aimara. El primer poema peruano y americano fue escrito en quechua: Elegía Apu Inka
Atawallpaman, y casi todo el teatro colonial también fue escrito en quechua. Mientras tanto, Gua-
man Poma y el Inca Garcilaso de la Vega inventaron una mixtura lexical incomparable, tanto como
lo fue El pez de oro de Gamaliel Churata. Los ejemplos son abundantes, y más aun en nuestros días.
Lo cierto es que todas las culturas antiguas del Perú eran mínimamente bilingües, hasta antes que
la invasión española impuso el monolingüismo. La literatura andina tanto como la amazónica es
prueba clara de plurilingüismo, lo cual plantea serias dudas sobre los estudios literarios de nuestro
país, que ha querido imponer el monolingüismo en un país que desde hace miles de años se expresa
en diferentes voces.
4. Colonialidad. A diferencia del colonialismo, la idea de colonialidad se expresa a partir de
un concepto inventado por los invasores de América: la raza, que provocaría que hubiese supuestas
diferencias “raciales” entre dominador y dominado, para saquear y sojuzgar con el pleno derecho de
esa diferencia racial. Luego de la independencia, los países libres de América mantuvieron todos los
elementos coloniales heredados de los invasores. No surgieron ciudadanos, sino sujetos racializa-
dos que tendrían mejores o peores cualidades humanas según su “raza”. De ese modo, el capitalismo
mantuvo y afianzó la colonialidad en los países americanos, que crecieron bajo la mirada de una
“raza” europea superior y otra “raza” americana inferior. Esta reflexión de Aníbal Quijano, mucho
más compleja, implica que la literatura andina posee profundos elementos de colonialidad en sus
discursos, en sus personajes y en la línea argumental de sus historias. Si en la sociedad la idea de
“raza” fundó la existencia de indios, negros, blancos, etc, en la literatura sirvió para inventar perso-
najes con atributos raciales diferenciados: la belleza correspondía a los blancos, y la fealdad a indios
o negros; los blancos eran inteligentes y audaces, mientras los indios eran brutos y rebeldes, y los
negros eran lujuriosos y tontos. Así, estas construcciones mentales se instalaron en buena parte de
la narrativa andina, y también de la crítica literaria. La misma idea de “indigenismo” no es otra cosa
que el sistema artístico de los “indios”, esa categoría inventada por la colonia. La colonialidad, por
tanto, nos permite reflexionar con más claridad sobre nuestros prejuicios instalados y su presencia
en las representaciones literarias andinas, describirlas, valorarlas y superarlas.

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