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Figura 18-1.

Microfotografía de un corte de piel gruesa de la planta


del pie humano en la que pueden observarse las diversas capas de la
epidermis y la dermis con las papilas dérmicas que penetran en
la epidermis. Obsérvense los vasos sanguíneos en las papilas, importantes
para la nutrición de la epidermis gruesa. Tinción de picrosirio-hematoxilina.
Aumento mediano.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-2. Microfotografía de corte de piel del abdomen (piel fina). En comparación con la figura 18-1, la epidermis es menos gruesa
y las papilas dérmicas son más cortas. Tinción de hematoxilina y eosina. Aumento mediano.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-3. Estrato espinoso de la piel gruesa (planta del pie) que muestra las prolongaciones celulares donde se localizan desmoso-
mas que fijan fuertemente las células de este estrato para resistir la abrasión. Tinción de pararrosanilina y azul de toluidina. Aumento
mediano.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-4. Células del estrato espinoso de la epidermis a gran
aumento. Este corte se procesó mediante técnica inmunocitoquímica
para poner de manifiesto la queratina, mostrando los haces de fila-
mentos de queratina en el citoplasma y sus prolongaciones.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-5. Electromicrografía del estrato espinoso de piel humana
gruesa. A) Célula del estrato espinoso que muestra su núcleo y
citoplasma con haces de filamentos intermedios y gránulos de me-
lanina. A cada lado de la célula son claramente visibles las pequeñas
expansiones citoplasmáticas que entran en contacto con las células
vecinas (flechas). 14.000 . B) Se observan las pequeñas expansiones
citoplasmáticas (señaladas con flechas) de dos células adyacentes, con
los desmosomas y los espacios intercelulares. 24.000 . C) Obsérvense
varios desmosomas en los cuales pueden verse claramente dos líneas
negras, paralelas y gruesas. Entre ellas aparecen tres líneas finas,
también paralelas (más visibles en el desmosoma señalado por la
flecha). En la parte superior, los haces de filamentos intermedios se
insertan en los desmosomas. 75.000 . (Cortesía de C. Barros.)

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Gránulos de melanina Gránulos de melanina Gránulos de melanina
separándose en formación

Figura 18-6. Esquema de un melanocito. Sus expansiones citoplas-


máticas se insinúan entre las células del estrato basal de la epidermis.
Estas expansiones están repletas de gránulos de melanina que son
transferidos al interior del citoplasma de los queratinocitos.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Queratinocito

Figura 18-7. Electromicrografía de melanocitos y queratinocitos. Obsérvese la mayor cantidad de gránulos de melanina en el mela-
nocito de la derecha que en el melanocito adyacente. El material claro en la parte inferior de la micrografía es colágeno de la dermis.
1.800 .

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Gránulo de melanina
(sin tirosinasa)

Melanosoma III
Aparato de Golgi
(tirosinasa + melanina)
Melanosoma II
(tirosinasa + melanina) Figura 18-8. Esquema de un melanocito en el que se ilustra el proceso
de la melanogénesis. La tirosinasa se sintetiza en el retículo endoplas-
mático rugoso, y de ahí pasa al aparato de Golgi, donde se acumula
en vesículas. Estas vesículas, una vez libres en el citoplasma y las
Síntesis de
de tirosinasa, constituyen los melanosomas I. En estas vesículas se
tirosinasa
inicia la síntesis de melanina gracias a la acción de la tirosinasa sobre
la tirosina. Las vesículas con tirosinasa y melanina son los melano-
somas II y III. La etapa siguiente del proceso es la desaparición de
Retículo la tirosina, constituyendo los gránulos de melanina, los cuales, por
endoplasmático rugoso medio de las prolongaciones de los melanocitos, se transfieren hacia
Tirosina los queratinocitos.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-9. Corte del estrato espinoso en el que se muestran los
depósitos localizados de melanina cubriendo los núcleos celulares.
La melanina protege al ADN de la radiación ultravioleta del sol y
se concentra principalmente en los núcleos de las células que se
dividen mucho. (El ADN de las células que proliferan de forma más
activa es particularmente sensible a los agentes agresores.)

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Figura 18-10. Estrato reticular de la dermis constituido por tejido
conjuntivo denso con haces gruesos de fibras de colágeno de tipo I.
Tinción de picrosirio. Microfotografía con luz polarizada.

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Figura 18-11. Microfotografía de la piel abdominal (piel final) teñida
para detectar las fibras del tejido elástico. Obsérvese que el grosor de
las fibras disminuye gradualmente a medida que se aproximan a la
epidermis. Las más gruesas son las fibras elásticas, las de diámetro
intermedio son las elaunínicas y las más finas, las próximas a la
epidermis, son las fibras oxitalánicas, que se fijan a la lámina basal
situada entre la dermis y la epidermis. Tinción de Weigert. Aumento
mediano.

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Figura 18-12. Corte histológico grueso de piel teñido para mostrar las fibras del sistema elástico, que se ha fotografiado a través de
un filtro amarillo para aumentar el contraste. En este corte grueso puede observarse que las fibras constituyen un sistema continuo
(el cual no es visible en el corte fino de la fig. 18-11). Tinción de Weigert. Aumento mediano.

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Terminaciones libres Corpúsculo de Pacini

Corpúsculo
de Krause

Corpúsculo
de Meissner

Figura 18-13. Diversos tipos de terminaciones sensoriales que se


encuentran en la piel. (Modificado y reproducido con autorización
de AV Ham: Histology, 6.ª ed. Lippincott, 1969.)

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Vaina Membrana Médula Corteza Vaina de
externa vítrea Cutícula tejido conjuntivo
del pelo

Membrana
vítrea

Bulbo
piloso

Melanocitos Papila Vaina Vaina


dérmica interna externa

Figura 18-14. Folículo piloso. El folículo piloso presenta una dilatación terminal, el bulbo piloso, que contiene la papila dérmica. Recubrien-
do la papila dérmica están las células que forman la raíz del pelo. Las células centrales de la raíz del pelo (A) producen células grandes,
vacuolizadas y escasamente queratinizadas, que constituyen la médula del pelo. Enseguida y lateralmente (B) aparecen células que dan
origen a la corteza del pelo. Las células epiteliales más periféricas dan lugar a las vainas interna (C) y externa. La vaina externa se continúa
con el epitelio de la epidermis y la vaina interna desaparece a la altura de la región donde desembocan las glándulas sebáceas en el folículo
(no representadas gráficamente). Entre el folículo piloso y el conjuntivo situado a su alrededor aparece la membrana vítrea.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Epidermis

Glándula Conducto
sebácea de la glándula
sudorípara
Músculo
piloerector

Vaina de tejido
conjuntivo Figura 18-15. Esquema que muestra la piel con un folículo piloso, una
glándula sebácea, un músculo piloerector y una glándula sudorípara,
cuyo conducto tiene un trayecto helicoidal al atravesar la epidermis.
El conducto corto de la glándula sebácea se abre en el folículo piloso,
en la región entre la inserción del músculo erector y la epidermis. El
músculo erector del pelo se inserta, por un lado, en la capa papilar de
la dermis y, por el otro, en la vaina de tejido conjuntivo del folículo
Glándula piloso. Es un músculo liso y, por lo tanto, involuntario. Su contracción
sudorípara eriza el pelo.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-16. Microfotografía de una glándula sebácea. Se trata de
una glándula holocrina. El material secretado se expulsa con restos
celulares. Las células madre (flechas), localizadas cerca de la célula
basal, se multiplican continuamente por mitosis para sustituir las
células perdidas a causa del exceso de secreción. Obsérvese que la
glándula está formada por varios alvéolos. Tinción de picrosirio y
hematoxilina. Aumento mediano.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-17. Microfotografía a pequeño aumento de un corte de
una glándula sudorípara (glándula simple arrollada). Tinción de
hematoxilina y eosina.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005


Figura 18-18. Corte de glándula sudorípara. Los conductos excre-
tores son de epitelio estratificado cúbico. Las células mioepiteliales,
cuya contracción contribuye a expulsar el sudor, rodean las porciones
secretoras. Tinción de hematoxilina y eosina. Aumento mediano.

Junqueira y Carneiro: Histología básica. © Masson, Barcelona, 2005

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