Resumen de la obra: “el papel del trabajo en la transformación del mono a
hombre”.
Federico Engels, propone que el trabajo es la base fundamental en el proceso de
evolución; esta actividad ha realiza al hombre en muchos aspectos, desde el desarrollo de su propios órganos hasta su organización actual en la sociedad. El ser humano empezó siendo una raza de monos con rasgos antropomorfos, los cuales fueron cambiando su forma de vida, partiendo desde la necesidad por sobrevivir; Para esto se adoptó a diversas condiciones de tipo ambiental, y de esta adaptación el individuo fue adquiriendo rasgos que hicieron posible su evolución: Entre estos encontramos la mano, la cual paso de ser usada para trepar y caminar a ser utilizada para realizar centenares de operaciones que facilitaban el trabajo. La mano no era un órgano con existencia propia, el desarrollo de un miembro beneficia ampliamente a todo el cuerpo del individuo; a esto Darwin le llamo correlación del crecimiento. El desarrollo del trabajo contribuyo a agrupar a los individuos en una sociedad de aquí surge la necesidad de la comunicación para llevar a cabo las actividades de una forma organizada, de esta manera se origina el lenguaje. La adquisición de nuevos alimentos (principalmente la carne) y la comunicación, dio paso al cambio del cerebro de mono a un cerebro humano consciente. El hombre que había aprendido a comer todo lo comestible se extendió sobre toda la superficie de la tierra, fue el único animal que aprendió a adaptarse a los distintos tipos de clima, los cuales lo llevaron a cubrir su cuerpo del frio y la humedad. Una vez ya desarrollado el cerebro y sus demás órganos se da la civilización, donde ya no actúa de forma instintiva sino con el pensamiento, el trabajo se diversifica y perfecciona con el paso de las generaciones, se extiende cada vez a nuevas actividades económicas (producción, agricultura, ganadería, etc…). El ser humano se posiciona así como animal dominante, capaz de cambiar y modificar a la naturaleza, alguien que no toma en cuenta las consecuencias de su intervención, y de cómo esta se vengaría. Pero no solo la naturaleza se ve afecta por los actos del hombre, también algunas de sus decisiones repercuten en su entorno social, estas lo obligan a volverse analítico y con mayor control de sus actos. Por eso hace falta una revolución que transforme por completo el modo de producción existente y con él, el orden social. Los modos de producción que han existido solo buscan el objeto útil del trabajo, esto por intereses de las clases dominantes se convirtieron en el elemento que empujo la producción. Lo que más interesa son solo los primeros resultados, por eso la riqueza se concentra cada vez más en manos de los que no trabajan la producción dejando sin riqueza a quienes si lo hacen.