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Los reactores nucleares "térmicos" y los reactores "reproductores rápidos" sólo nos
podrían ofrecer un suministro potencial de energía limitado . La energía electro-nuclear
tiene como base un combustible de por sí escaso . El uranio no es más abundante en la
corteza terrestre que el molibdeno , el tungsteno o el arsénico , es un recurso limitado .
Además , el uso del plutonio como combustible presenta peligros reales , no sólo
químicos , sino también de explosión nuclear . Con esta combinación de plutonio , sodio
líquido y agua a altas temperaturas , los reactores rápidos presentan problemas técnicos
específicos , y riesgos particularmente graves.
Pero , despues de treinta años de desarrollo , esta esperanza está siendo abandonada
por la industria nuclear . Tras todo un abanico de desepciones y desastres , la mayoría de
los países , que han invertido colectivamente miles de millones de dólares en el desarrollo o
investigación de los reactores reproductores , dudan de la viabilidad técnica o económica de
éstas máquinas.
RIESGOS HUMANOS
Daño Ambiental :
Los modelos utilizados por laindustria nuclear , para estimar el impacto de las
radiaciones en el cuerpo humano , parten de un cierto nivel de daño permitido . El uso del
término "nivel de seguridad" por la industria nuclear , no supone niveles de exposición
inocuos para la salud , sino niveles en los cuales inversiones de prevención exeden a los
gastos de curación . Es más : recientes estudios sobre poblaciones "sobrevivientes a la
bomba" muestran , que la exposición a ciertas radiaciones puede ser mucho más peligrosa
de lo presentado en dichos modelos oficiales.
Accidentes Nucleares :
Todos esos residuos , en diferente grado , presentan además riesgos graves para la
salud humana . Muchos de los radioisótopos contenidos en los desechos nucleares tienen
tan larga vida (cientos de miles de años) que es imposible asegurar que contenedores
artificiales , o formaciones geológicas naturales evitarán su paso al ambiente habitado ,
hasta que se haya degradado su radiactividad a niveles naturales .
Daño a la Paz :
Las armas nucleares dieron lugar a la electricidad nuclear ; pero el hecho más grave
es que la generación de electricidad nuclear desemboca inevitablemente en la producción
de plutonio , ingrediente fundamental para las armas nucleares . No existe demanda de
plutonio fuera de la industria de armamento . El otro elemento fisible imprescindible para la
fabricación de armas atómicas - el uranio altamente enriquecido- no podría ser producido
sin la existencia de las enormes plantas de enriquecimiento , las que también son necesarias
para la producción del combustible de las plantas nucleares . El aumento de centrales
nucleares y de plantas de enriquecimiento, implica el riesgo de que aumenten
progresivamente el número de países capaces de producir armas nucleares . Esta es la
amenaza de la proliferación nuclear.
Ahora vamos a intentar hacer un recorrido historico de los accidentes nucleares mas
importantes en la historia, mediante orden cronológico, intentaremos dar una explicación
del suceso y las consecuencias que ocasionó.
ACCIDENTES NUCLEARES HISTORICOS
10 de octubre de 1957. Accidente nuclear en una central que fabricaba plutonio con
fines militares en Sellafield (Reino Unido). Clasificado en el nivel 5 de la escala de
desastres nucleares, que puntúa sobre 7.
ACCIDENTE DE PALOMARES
Enero De 1966
Ochenta días después si bajó en el océano después de la colisión del midair de enero de
1966 entre un bombardero nuclear-armado de B-52g y Kc-135 un petrolero el
reaprovisionar de combustible sobre Palomares, España, esta bomba nuclear de B28RI fue
recuperada a partir de 2.850 pies (869 metros) de agua y levantó a bordo del USS Petrel
(observe las aletas que falta de la cola y la "nariz falsa gravemente abollada").
Esta fotografía estaba entre el primer publicado siempre de una bomba de hidrógeno
de ESTADOS UNIDOS. La izquierda a la derecha es sr. pone Antonio Velilla Manteca, jefe
del tablero español de la energía nuclear en Palomares; General de brigada general Arturo
Montel Touzet, coordinador español para la operación de la búsqueda y de la recuperación;
Almirante posterior Guillermo S. Guest, comandante del destacamento de fuerzas 65 de la
marina de ESTADOS UNIDOS; y general importante Delmar E. Wilson, comandante de la
décimosexta fuerza aérea. El B28 tenía una producción máxima de los megatons 1,45.
Como resultado del accidente, las 1.400 toneladas estimadas de suelo radiactivo y la
vegetación fueron excavadas, embaladas en los tambores 55-gallon, y enviadas a los
Estados Unidos para la disposición en la planta del río de la sabana en Carolina del sur.
Aquí, los barriles se están cargando y están siendo preparados para el envío.
El suceso sensibiliza a la opinión pública a comienzos de una década en donde los riesgos
de la utilización de este tipo de energía comenzará a sufrir serios cuestionamientos, por lo
cual la difusión de los alcances del suceso son motivo de un cuidadoso tratamiento
informativo. En Rusia 7 años más tarde otro accidente afectara a un reactor nuclear aunque
con consecuencias gravísimas, en ambos casos los sucesos se desencadenan durante altas
horas de la noche.
Agosto de 1979. Una fuga de uranio en un emplazamiento nuclear secreto en
Estados Unidos contaminó a 1.000 personas.
ACCIDENTE DE CHERNOBIL
(26 de abril de 1986). Chernóbil (Ucrania). Unas 200 personas reciben radiaciones
graves. Nivel 7. En abril de 1986 se registró en Ucrania el accidente nuclear mas grave de
todos los ocurridos en el mundo entero; sus consecuencias -nacimientos de niños con
malformaciones; muertes por cánceres- todavía castigan la región. Los rusos no explicaron
nada. Pero todavía hoy, trece años después, se recuerda aquel 26 de abril de 1986, cuando
se produjo el estallido en la planta nuclear de Chernobyl, Ucrania, que generaba
electricidad para una vasta zona. Si bien se dedujo que se debió a errores humanos y al mal
diseño de la planta, un manto de silencio cubrió al accidente. Los primeros en advertir. que
había una fuga importante de radiactividad fueron los técnicos de una central nuclear sueca,
a centenares de kilómetros de distancia. Inmediatamente, se comunicaron con otras usinas
europeas, pero en todas partes la situación era normal. El incendio que siguió al estallido
de Chernoby1 duró dos semanas y fue inocultable, y entonces se constató que había en la
atmósfera cien millones de curies de radiación, lo cual equivalía a que el accidente era seis
millones de veces más grave que otro anterior que había conmovido al mundo, el de Three
Mile lsland, en los Estados Unidos.
Más de treinta personas muñeron en el primer estallido. Pero las secuelas de la
contaminación radiactiva se notaron en los niños; algunos nacieron sin brazos y con otras
deformidades.
Cuarenta mil personas fueron afectadas y sufrieron distintos tipos de cánceres, y en los
cinco años posteriores se estimaba en 6.500 el número de muertos. Otras consecuencias -la
contaminación de campos de labranza y de los animales- azotaron a gran parte de Europa.
En muchas regiones, a miles de kilómetros, hubo lluvias ácidas, aunque con niveles de
radiactividad que no causaron muertes. Muchas cosechas fueron quemadas, y miles de
animales debieron ser sacrificados y enterrados.
Una vasta región quedó contaminado, y deberá pasar por lo menos un siglo para que la
zona pueda ser nuevamente habitada. Al dolor de las pérdidas inmediatas hay que sumarlo
el dolor de las mujeres embarazadas: la radiactividad afectó el desarrollo de los fetos de un
modo absolutamente irreparable. Un suspiro de alivio recorre Europa al saberse que un
grupo de ingenieros se dispone a cerrar el 15 de diciembre próximo la central nuclear de
Chernobil. Las autoridades ucranias pueden por fin felicitarse del acuerdo gracias al cual
Occidente aportará los cerca de 2.000 millones de dólares que se requieren para neutralizar
y enterrar los reactores. Sin embargo, para numerosos ciudadanos, la pesadilla continúa.
Hace pocos meses, el 26 de abril, miles de personas desfilaron solemnemente por las
ciudades de Belarrús, Ucrania y Rusia en memoria de los que perdieron la vida en la
catástrofe nuclear de Chernobil. A la 01h26 de la madrugada las campanas repicaron
marcando la hora exacta en que, 14 años antes, había estallado el reactor despidiendo
precipitaciones radiactivas letales que no tardaron en cubrir campos y ciudades.
Pero a esa manifestación de duelo se sumaba el temor. Temor de la persistencia de las
radiaciones, que podrían cobrarse aún miles de víctimas. Y temor de hablar. Esa noche del
26 de abril de 2000, Yuri Bandazhevsky, que hasta su detención el año pasado era rector del
Instituto Médico de Gomel en Belarrús, se encontraba relegado en Minsk, la capital del
país. Es uno de los numerosos investigadores que estiman que sus trabajos han sido
censurados o ignorados por las autoridades.
Las estimaciones sobre el número de víctimas de la catástrofe van desde las 32 señaladas
por algunos especialistas de las Naciones Unidas, a las 15.000 que sugieren algunos
científicos ucranios. En el mes de junio, expertos del Comité Científico de las Naciones
Unidas para el Estudio los Efectos de las Radiaciones Atómicas (UNSCEAR) declararon
que “no hay indicios de repercusiones importantes en la salud pública, fuera de la elevada
tasa de cáncer de tiroides observada en los niños, que sólo será mortal para unos pocos”.
Sin embargo, el Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, había declarado
poco antes: “La catástrofe dista mucho de haber sido superada. Sigue teniendo efectos
devastadores no sólo en la salud de la población, sino en todos los ámbitos de la vida
social.” ¿Cuál es entonces la verdad? ¿A qué se deben tan grandes discrepancias?
Muertes por omisión; Los principales isótopos radiactivos liberados en la atmósfera por el
reactor de Chernobil son el yodo y el cesio. El yodo 131 tiene una semivida o periodo
(tiempo necesario para que se desintegre la mitad de los átomos de un isótopo radiactivo)
de ocho días. En Chernobil fue sobre todo inhalado o ingerido. En cuanto al cesio 137, su
semivida es de unos 30 años. Siempre presente en los suelos y la vegetación, sigue
contaminando a la población a través de los productos alimenticios.
¿Quiénes sufrieron estas radiaciones? En primer término, los “liquidadores”, es decir
600.000 a 800.000 soldados y funcionarios enviados al lugar para neutralizar el reactor y
enterrar los desechos contaminados. De los 50.000 que trabajaron en el techo del reactor,
237 fueron hospitalizados, 32 de los cuales fallecieron.
Desde entonces, la Unión Soviética y los países que le sucedieron no han querido o no han
sabido controlar médicamente a ese grupo de riesgo. Según el ruso Leonid Ilyn, ex
integrante de la Comisión Internacional de Protección Radiológica, “ninguno de esos
individuos quedó registrado con nombre y apellido. No fueron sometidos a controles
regulares. Todos volvieron a sus casas.” Esta omisión es probablemente la causa primordial
de las divergencias en cuanto al balance de la catástrofe. En abril de 2000, Viacheslav
Grishin, presidente de la Liga de Chernobil, organización con sede en Kiev que se
considera representante de los “liquidadores”, anunció que desde 1986 15.000 de ellos han
muerto y 50.000 han quedado inválidos. Partía de una estimación controvertida de
Chernusenko, basada en la tasa probable de cánceres calculada en función de las
radiaciones a las que según el investigador ucranio habían estado expuestos los
“liquidadores”.
Los cánceres representan la primera causa de inquietud. En 1991, los médicos señalaron ya
numerosos casos de cáncer de tiroides entre los niños menores de cuatro años en el
momento del drama. En 1992, un grupo de investigadores occidentales del que formaba
parte Keith Baverstock, de la OMS, admitió que Chernobil era probablemente responsable
de esas patologías. Sin embargo, las Naciones Unidas no lo reconocieron oficialmente hasta
1995, después de que se registraran 800 casos de cáncer infantil. Ese retraso tuvo graves
consecuencias para el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, que no es fatal cuando
se ataca en su etapa inicial.
Las reticencias de Naciones Unidas se explican en parte por los datos sobre Hiroshima y
Nagasaki, que sirven de referencia y permitían prever un numero de casos muy inferior.
Pero la política también entró en juego. El semanario británico The Economist daba la
siguiente explicación: “Si efectivamente se hubiese subestimado o minimizado el peligro, el
Gobierno estadounidense habría corrido el riesgo de afrontar diversos procesos, para
responder de situaciones que van de los ensayos [nucleares] en Nevada al accidente nuclear
de Three Mile Island, en 1979.”
En todo caso, actualmente se han detectado 1.800 casos de cáncer de tiroides atribuidos a
Chernobil. En las regiones más contaminadas, como Gomel, la tasa de este tipo de
patología en los niños es 200 veces superior a la de Europa Occidental. Las estimaciones
sobre el número de futuros casos oscilan entre “algunos miles”, según el OIEA, y 66.000
tratándose solamente de los niños bielorrusos menores de cuatro años en 1986, afirma
Elisabeth Cardis, científica de la OMS, quien destaca sin embargo que es una estimación
“sumamente aleatoria.”
¿Y qué hay de ciertas formas de cáncer que se desarrollan mucho más lentamente?
Oficialmente, la OMS se atiene a la posición que adoptó en 1996 al señalar que “si bien
algunos informes aluden a un aumento de la incidencia de ciertas patologías malignas [...]
esos informes carecen de coherencia y reflejan tal vez diferencias metodológicas en el
seguimiento de las poblaciones expuestas.”
El muro del silencio; Las incertidumbres científicas no deben sin embargo hacernos
olvidar las razones políticas subyacentes, afirma Tobias Muenchmeyer: los gobiernos, que
filtran la mayor parte de las estadísticas utilizadas por los organismos de las Naciones
Unidas, tienen sus propios imperativos políticos. Así, Ucrania dispone de 14 reactores
nucleares y está construyendo otros cuatro, según el OIEA. “Por un lado, el país no quiere
perjudicar su imagen de potencia nuclear, pero por otro las autoridades desean también
obtener ayuda para sus programas de salud, de ahí que se contradigan con pocos días de
intervalo”, explica este experto de Greenpeace.
Hace dos años, Rosa Goncharova, del Instituto de Genética y Citología de Minsk, afirmó en
una conferencia que desde 1985, los bebés nacidos con labios leporinos, trisomías y otras
anomalías habían aumentado un 83% en las zonas más contaminadas, 30% en las zonas
moderadamente contaminadas y 24% en las zonas “limpias”.
Elizabeth Cardis, de la OMS, con la que tomamos contacto a los efectos del presente
artículo, afirmó que no había recibido copia de la comunicación de Rosa Goncharova.
Tampoco había recibido un ejemplar de los trabajos de Vasily Nesterenko, director del
Belrad, instituto independiente belarruso de radioprotección (ver entrevista). Cabe
mencionar también la suerte que corrió Yuri Bandazhevsky, defendido actualmente por
Amnistía Internacional, y lo que sucedió con sus investigaciones. Como rector del Instituto
Médico de Gomel, practicó autopsias en personas cuyo fallecimiento, se pensaba, no tenía
que ver con la catástrofe de Chernobil. Comparando sus órganos con los de ratas
alimentadas con cereales que contenían cesio radiactivo hizo un descubrimiento alarmante:
las alteraciones patológicas de los riñones, del corazón, del hígado y de los pulmones eran
idénticas a las observadas en esos animales.
Pero en un contexto económico difícil, miles de personas dependen de las granjas privadas,
recuerda Vasily Nesterenko. En su opinión, una cuarta parte de los cultivos procedentes de
las zonas contaminadas rebasan los máximos oficiales de radiactividad y más de 500
pueblos beben leche contaminada. Por último, recuerda Keith Baverstock, de la OMS,
muchas personas recogen setas o bayas, o practican la caza, cuya carne es la más peligrosa
desde el punto de vista de la radiactividad.
OTROS ACCIDENTES
El siniestro fue conjurado por una brigada especializada horas mas tarde, en una riesgosa
operación, logrando detener la reacción nuclear.
La gravedad del suceso movilizó a las mas altas autoridades del gobierno japonés y entre
sus repercusiones se descuenta la suspensión probablemente definitiva de las actividades de
la planta, actualmente en manos de la empresa operadora privada JCO.
La planta ya había sufrido graves accidentes en 1995 y 1997, en este ultimo caso ocurrieron
dos graves accidentes en menos de 24 horas, los que provocaron fugas radiactivas y
afectaron a mas de una veintena de operarios.
Luego de los accidentes de 1997 la planta habia sido cerrada por tiempo prolongado y
sometida a un riguroso examen de seguridad para ser habilitada nuevamente tan solo pocas
semanas antes de este nuevo accidente.
En Japón
El primero tuvo lugar en 1981 en la planta de Tsuruga, cuando más de 250 personas, entre
ellas las 45 que trabajaban en la reparación de la planta, se vieron expuestas a radiaciones.
Hasta 1995 no se produjo ningún incidente grave, pero desde entonces se han sucedido en
cadena. Un reactor de Monju, en el oeste del país, sigue cerrado y sin fecha de reapertura
desde ese año; el mismo en que se produjo una fuga de sodio en la vecina central de
Tsuruga. En este caso ni hubo heridos ni se produjo un escape radioactivo, pero los daños
incluyeron informes falsificados.
1997 fue un año negro para la industria japonesa, y llegó hasta su capital, Tokio. Un
incendio arrasó en noviembre un laboratorio de enriquecimiento de uranio en el noreste de
la ciudad sin provocar ninguna fuga. No fue el único tropiezo del sector. Un reactor de la
compañía eléctrica de Tokio sufrió un pequeño escape que, según las autoridades, no llegó
a la atmósfera. Otros dos accidentes en Fugen y Tokaimura (éste último considerado el más
grave de la historia nuclear japonesa), expusieron a 13 y 37 trabajadores, respectivamente, a
r adiaciones de baja intensidad. El incidente de Fugen provocó el reconocimiento por parte
de las autoridades de otras 11 fugas no notificadas en los tres años anteriores. En 1998 y
1999 se produjeron otros dos incidentes menores.
Ninguno de estos accidentes está entre los más graves de la historia nuclear, pero esto no
significa que los japoneses no duden cada vez más de lo nuclear. Una encuesta reciente del
Gobierno muestra que el 70% de ellos temen la posibilidad de un accidente nuclear, y un
58,1% quiere más información sobre la cuestión.
CAUSAS
La empresa JCO, propietaria de la planta de uranio de Tokaimura, achacó ayer a una
negligencia de tres empleados el origen del incidente. Según Makoto Morita, director de
asuntos generales de la firma JCO, tres de sus trabajadores violaron las reglas de la
compañía al cometer numerosas irregularidades. Por ejemplo, suprimieron un paso
intermedio del procedimiento marcado por la compañía y vertieron manualmente una
solución de uranio en un recipiente de acero inoxidable inapropiado. En él, los operarios
pusieron una solución con 16 kilos de uranio, cuando de ningún modo debieron haber
superado los 2’3 kilos.
El contenido del recipiente superó así lo que se conoce como masa crítica, la cantidad de
uranio necesaria para generar una reacción nuclear en cadena. Evitar que esto ocurra es la
precaución más elemental que sigue siempre cualquier planta de este tipo. Los tres
empleados vieron un fogonazo azul y enseguida empezaron a sentir náuseas a causa de la
enorme reacción que recibieron.
Pero si los trabajadores pudieron cometer un error tan descomunal fue porque la empresa
incumplió las más elementales normas de seguridad, como evitar la presencia de recipientes
suficientemente grandes como para acoger cantidades de uranio superiores a la masa
crítica, con lo que se habría evitado el desastre. También el tamaño del recipiente es un
factor de riesgo: es preferible en forma de columna y no esféricos, para reducir las
posibilidades de generar una reacción en cadena.
CONSECUENCIAS
Afectados
El accidente atómico más grave de la historia de Japón provocó una reacción en cadena a
las 3.35 de ayer (10.35 en Japón), e hizo que 16 empleados de la empresa JCO y cinco
vecinos recibiesen dosis de radiación excesivas.
Nada más producirse el accidente, tres operarios de la empresa JCO fueron ingresados de
urgencia en un hospital de la cercana ciudad de Mito. Según los médicos que los
atendieron, dos de los pacientes presentaban claros síntomas de contaminación radiactiva:
fiebre alta, vómitos, mareos, diarrea y dolor abdominal. Se trata de Hisashi Ouchi, de 35
años, y Masato Shinohara, de 39. Su estado era traumático y su número de glóbulos blancos
era anormalmente alto, según un directivo del hospital donde fueron ingresados. Ambos
tuvieron que ser trasladados en helicóptero al Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas.
El encargado del Departamento de Ciencias Radiológicas de dicho Instituto dijo que los
síntomas revelaban la exposición de las víctimas a sustancias altamente radiactivas. Los dos
operarios se encuentran en estado crítico.
Los otros 11 trabajadores que también resultaron expuestos a la radiación mostraron trazas
de radiactividad en las muestras analizadas de sus cabellos, y están bajo observación
médica, igual que dos trabajadores de un campo de golf cercano al lugar de los hechos. Su
estado no parecía revestir gravedad, pero la dosis de radiación que recibieron era ayer una
incógnita.
Medidas
Nada más sonar la alarma en la ciudad de Tokaimura, sobre la 12.00 horas, el Gobierno de
la provincia ordenó evacuar a 50 familias que residen cerca de la planta, y la policía
acordonó un perímetro de 350 metros. Sin embargo, hacia las 23.00 horas, las autoridades
decidieron establecer un cordón de 10 kilómetros.
Ante esta situación, el Comité Nacional de Emergencia envió ayer por la tarde a la planta
de reciclaje al vicepresidente parlamentario de la Agencia de Ciencia y Tecnología, Yamato
Inabe, para que investigase el accidente. Por lo que se conoce hasta el momento, la Agencia
ha decidido retirar la licencia a la empresa JCO para la utilización de combustible nuclear,
por violar la legislación sobre seguridad nuclear. Según ha comprobado, hay numerosas
lagunas en la organización de JCO del plan de seguridad, y una violación de la legislación
sobre el tema. Si perdiera la licencia, JCO, filial del grupo Sumitomo Metal Mining, se
convertiría en la primera empresa japonesa que afronta una sanción de este tipo.
Por otra parte, la policía japonesa realizó una redada en las oficinas administrativas de la
planta de procesamiento de uranio de Tokaimura poco antes de que el primer ministro,
Keizo Obuchi, visitase la zona, según fuentes oficiales. Hasta el momento, se sabe que los
responsables de la fábrica JCO elaboraron un manual de uso propio hace siete u ocho años,
distinto del aprobado por las autoridades japonesas, que ahorraba en las operaciones, según
informa EFE.
RESIDUOS NUCLEARES
Todos los días llega un camión procedente de alguno de los nueve reactores
nucleares españoles (producen el 33% de la electricidad de este país). Y cada semana
arriban dos camionetas cargadas con material contaminado de unos 600 hospitales y centros
de investigación. En total, suman 2.000 toneladas anuales, que, en el futuro, serán cubiertas
por dos metros de tierra tachonada de árboles. Es un tratamiento copiado de Francia.
El Cabril, construido en 1992, simboliza una estrategia de hechos consumados
practicada por los diferentes gobiernos centrales. Los ecologistas advierten que la estructura
geológica y la historia sísmica de la sierra de Hornachuelos no son tan idóneas como
afirman las autoridades. Y, en 1996, el Tribunal Superior de Madrid declaró que allí se
habían almacenado desechos de las centrales nucleares sin tener la licencia necesaria, como
denunció Aedenat. Bidón fichado Las actuales instalaciones de El Cabril reemplazaron hace
siete años a unos pabellones donde se apilaban los bidones radiactivos. Con anterioridad, se
amontonaban en la vieja mina de uranio. Ahora, Enresa los ficha minuciosamente y los
guarda luego en unos cubos de hormigón. El contenido es, básicamente, de dos tipos. Por
un lado, están los bidones de las centrales nucleares -el 90% del total-, acondicionados con
un tercio de material radiactivo y dos tercios de cemento.
Residuos andaluces
Moscú, 21 dic (EFE).- La Duma o cámara baja del Parlamento ruso aprobó hoy una
reforma legal para almacenar residuos nucleares de otros países en Rusia, que se convertirá
en el basurero atómico mundial, según denunciaron organizaciones ecologistas.
Entre los países que enviarán residuos se encuentran Alemania, Suiza, Corea del
Sur,Japón,TaiwányEspaña.
Sin las enmiendas, la ley obligaba a devolver a los países originarios la basura nuclear
producida del procesado del combustible adquirido o almacenado en Rusia.
En Rusia sólo hay una planta nuclear capaz de procesar este combustible nuclear, el del
complejo de Mayak, cerca de Cheliabinsk, en los Urales.
Esta región tiene el terrible honor de ser uno de los lugares más contaminados de todo el
planeta, con la marca de tres graves accidentes nucleares "reconocidos" en 1947, 1957 y
1967.
El de 1957 fue el más grave y obligó a la evacuación de varias aldeas, pero cientos de
personas se quedaron por falta de medios para instalarse en otro lugar.
En análisis realizados hace tres días en tres aldeas de la región de Cheliabinsk, la
organización ecologista Greenpeace detectó niveles de radiación cinco veces superiores al
máximo permitido.
En el lecho del río Techa, donde acaban parte de los vertidos contaminantes de la zona, ese
nivel superó la norma 600 veces.
Pero, según prevé la ley enmendada, los dineros obtenidos de la importación del material
altamente radiactivo servirán para la recuperación ecológica del país.
El ministro Evgueni Adámov dijo que con los cambios introducidos en la ley Rusia
puede recibir cerca de 21.000 millones de dólares y el país puede avanzar en su camino
hacia el mercado mundial de procesamiento de combustible nuclear.
Organizaciones ecologistas rusas y extranjeras calificaron esta postura como ridícula y
plantearon sus dudas de que los países que dejen en Rusia su basura nuclear la retiren
dentro de medio siglo.
Y manifestaron sus sospechas de que con este exceso de material nuclear Moscú pretende
alimentar muchas más centrales nucleares de las 29 previstas hasta el año 2030 y no
mejorar el medio ambiente como afirma el ministro.
"Minatom consigue el dinero y las generaciones futuras de rusos se quedan con la
contaminación radiactiva", señaló Bellona.
Greenpeace ha enviado a la Duma varias cartas en las que se recogen los testimonios de
algunos de los afectados por los efectos de la radiación y los escapes ocurridos cerca del
complejo de Mayak.
"Yo, Faisulin Zainullovich, nací inválido. Ahora tengo 16 años. Como todos los chicos voy
a la escuela, pero tengo mucha vergüenza de estar allí porque los niños, desde el más
pequeño, al mayor, se burlan de mí", explica la carta de un muchacho afectado.
El chico señala que en su aldea cada semana entierran a alguien que ha fallecido a causa de
los efectos de la contaminación nuclear y ruega que no se aprueben los cambios en la ley.
"No quiero tener hijos que sean como yo", escribe.
Los ecologistas rusos sufrieron el primer revés en esta batalla hoy perdida el pasado 29 de
noviembre, cuando la Comisión Electoral Central desestimó la celebración de un
referéndum para rechazar las enmiendas, que apoyaban con casi dos millones y medio de
firmas.
Se requería un mínimo de dos millones de firmas para la convocatoria del plebiscito, pero
la Comisión Electoral reconoció como legales sólo 1.873.216 signaturas.
La organización ecologista Greenpeace indicó a EFE que numerosos grupos
conservacionistas están apelando en tribunales locales la invalidación de miles de las
firmas.
El referéndum exigido por los ecologistas rusos pedía también que el Estado garantizara
organismos independientes de protección ambiental.
Una de las primeras decisiones del presidente ruso, Vladímir Putin, tras jurar su cargo en
mayo pasado fue la eliminación del Comité del Estado para el Medio Ambiente, que
cumplía funciones ministeriales en materia de protección medioambiental.
Esta decisión "nos aleja un paso más del mundo civilizado", dijeron entonces los
conservacionistas, colectivo que engrosó pronto la lista negra del Kremlin, que llegó a
acusarles de ser la quinta columna del espionaje occidental en Rusia.
Buenos Aires, (EFE).- Una organización ecologista argentina denunció hoy que
Argentina corre el riesgo de convertirse en "el basurero nuclear del mundo" debido a la
entrada de desechos radiactivos "hábilmente disfrazados de combustible agotado".
Según la Fundación para la Defensa del Ambiente (FUNAM), un estudio de la
multinacional Pangea señala a Australia y Argentina , como los países más aptos para
albergar un depósito internacional de residuos de alta radiactividad.
Este grupo con sede en Redmont (EEUU), liderado por Golder Associates de Canada y con
inversores británicos y suizos, "estuvo investigando en Argentina su potencialidad" para
alojar el basurero nuclear, debido a la oposición que el proyecto ha encontrado en Australia,
el primer país de la lista, señala un comunicado de la FUNAM.
Montenegro consideró que "si el contrato (del INVAP con Australia) prospera, el artículo
41 de la Constitución sería violado con la bendición del Estado o la Justicia y quedarían las
puertas abiertas para que también introduzcan residuos radiactivos procedentes del Brasil".
"Pero, lo que es peor aún, posibilitaría la entrada de residuos radiactivos de todo el mundo,
disfrazados por Pangea de combustible nuclear agotado", precisó .
FUNAM insistió en que "lo que quiere traerse de Australia no es materia prima sino residuo
radiactivo", lo que está expresamente prohibido por la Constitución argentina.
A comienzos de este mes, la organización ecologista Greenpeace denunció también que
Argentina se convertirá en "importador de residuos nucleares" australianos debido al
acuerdo_del_INVAP.
INVAP ganó en junio pasado una licitación internacional para la venta de un reactor nuclear
de investigación que el gobierno australiano prevé instalar en la localidad de Lucas Heigths,
en las afueras de Sydney.
Greenpeace subrayó que "según consta en los requisitos del contrato" INVAP "debe
garantizar que el combustible gastado (por el reactor) no debe permanecer en Australia de
manera indefinida ni temporal, ni tampoco puede ser reconvertido en ese país".
Los residuos que producirá esa planta nuclear "contendrán radio isótopos de altísimo
riesgo, como Estroncio 80, Cesio 137 y Plutonio 239", agregó Greenpeace.
Encontramos en internet una encuesta sobre la opinión que presentan los ciudadanos
sobre la utilización de energia generada a partir de centrales nucleares, en esta podemos ver
lo siguiente;
% más importante
Contaminación radiactiva 30
Almacenamiento de residuos
24
radiactivos
Riesgo de accidentes nucleares 24
Transporte de residuos radiactivos 5
Recalentamiento de los ríos 2
NS/NC 15
% menos importante
Recalentamiento de los ríos 23
Transporte de residuos radiactivos 21
Riesgo de accidentes nucleares 7
Almacenamiento de residuos
6
radiactivos
Contaminación radiactiva 3
NS/NC 39
w De los siguientes riesgos que puede conllevar la utilización de energía nuclear ¿podría
decirme los tres que considere que tienen mayor posibilidad de ocurrir?
%
Aumento de las enfermedades provocadas por la
68
radiactividad
Contaminación de las personas que trabajan con
61
energía nuclear
Contaminación radiactiva del entorno 59
Accidente nuclear 49
Accidentes en el transporte de residuos radiactivos 38
Recalentamiento de los ríos 15
%
Muy importante 50
Bastante
39
importante
Poco importante 4
Nada importante 0
NS/NC 7
w ¿Cree Vd. que vivir próximo a un almacén de residuos radiactivos supone riesgo de
radiación para las personas?
w ¿Cómo cree Vd. que son, en España, los riesgos que puede producir el almacenamiento
de residuos radiactivos?
%
Muy altos 20
Altos 45
Bajos 11
Muy bajos 1
NS/NC 24
%
Muy altos 20
Altos 45
Bajos 12
Muy bajos 1
NS/NC 22
w ¿Cree que las medidas de seguridad existentes en nuestro país sobre almacenamiento y
transporte de residuos radiactivos son suficientes o insuficientes?
%
Suficientes 13
Insuficientes 58
NS/NC 29
w En su opinión, ¿a qué se debe que las medidas de seguridad que existen en España sean
insuficientes?
Sólo a quienes creen que las medidas de seguridad existentes en nuestro país sobre
almacenamiento y transporte de residuos radiactivos son insuficientes : N=1439
%
A que no se aplican adecuadamente las medidas de
47
seguridad de que se dispone
A que España no dispone de las mejores medidas de
24
seguridad que existen
A que no existen actualmente mejores medidas de
21
seguridad
NS/NC 8
w ¿Cómo cree Vd. que son las medidas de seguridad existentes en nuestro país en esta
materia (almacenamiento y transporte de residuos radiactivos) en relación a las existentes
en el resto de los países miembros de la Unión Europea?
%
Mayores 3
Iguales 33
Menores 27
NS/NC 38
w ¿Cómo cree Vd. que son las medidas de seguridad existentes en nuestro país en esta
materia (almacenamiento y transporte de residuos radiactivos) en relación a las que existen
en Estados Unidos?
%
Mayores 4
Iguales 19
Menores 31
NS/NC 46
Estudio CIS 2.248, mayo 1997.