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INTRODUCCION AL DERECHO CIVIL

El Derecho Civil es la disciplina de Derecho Privado por excelencia. Sin embargo, muchas
normas propias del derecho civil se ven influidas por las normas constitucionales y
viceversa, produciéndose la constitucionalización del derecho civil, lo que significa que
diversas instituciones de carácter civil se ven elevadas al rango constitucional. Así por
ejemplo, el artículo 75 del Código Civil señala: “La ley protege la vida del que está por
nacer. . .”, y a su vez, norma similar se incorporó a la CPE de 1980.
Lo anterior hace que, en ciertas materias, la distinción entre el campo del Derecho Público
y el campo del Derecho Privado sea difusa. Sin embargo, en general, se sigue señalando
que:
Derecho Público: son aquellos principios y reglas que establecen la organización del
Estado, fijan los poderes de la autoridad pública y la garantía de los individuos frente a
ellos.
Derecho Privado: son aquellos principios y reglas que norman y regulan las relaciones
de los particulares entre sí y de ellos con el Estado, cuando éste actúa como particular.
Es frecuente confundir las normas de derecho público con las normas de orden público,
sin embargo, no son lo mismo. No todas las normas imperativas son de derecho público.
En el derecho privado también existen normas de carácter imperativo.
Norma de Orden Público: son todas aquellas que se consideran indispensables para el
mantenimiento de la organización social.
Así, por ejemplo, la mayor parte de las normas de familia son de orden público porque son
indispensables para el mantenimiento de la organización social.
Las normas de orden público pueden encontrarse tanto en el derecho público como en el
derecho privado.
El problema es cómo diferenciar las normas de orden público de las normas de orden
privado. Uno de los criterios para ello dice relación con la posibilidad o imposibilidad de
los sujetos de la relación jurídica de prescindir de la norma legal y regular por sí mismos la
relación.
Por ejemplo, el contrato de compraventa se encuentra reglamentado en el Código Civil,
sin embargo, dichas normas no son imperativas, de manera que los contratantes pueden
darse su propia reglamentación.
En cambio, en el caso del matrimonio, los sujetos son libres para contraerlo o no, pero
una vez que deciden contraerlo (prestado el consentimiento), los cónyuges no pueden
alterar las normas legales que lo regulan, es decir, los derechos y obligaciones a que da
lugar el matrimonio están señaladas por la ley y los contrayentes no pueden alterarlos ni
modificarlos.
Lo anterior obedece a que la norma de orden público protege un interés de carácter social
que exige que a todas las personas se les aplique la misma regulación.

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En el caso de las normas de orden privado sólo se protegen los intereses particulares de
los sujetos de la relación, de manera que no existe impedimento para que las partes se
den su propia reglamentación.
El Derecho Civil es una rama del derecho privado, pero no sinónimo de él. El Derecho
Privado comprende dos grandes áreas, el Derecho Civil y el Derecho Comercial o
Mercantil. Ambas formaban un todo, pero por la evolución de las relaciones jurídicas y por
la especialidad de ciertas actividades, se produjo su separación.
Ambas ramas regulan las relaciones de los particulares entre sí, pero el Derecho
Comercial se preocupa de ciertas relaciones de estos particulares entre sí, que son las
relaciones comerciales. El Derecho Civil, en cambio, regula todas las demás relaciones
entre los particulares entre sí.
Considerando todo lo anterior, resulta difícil la formulación de una definición que contenga
todos los aspectos que abarca el Derecho Civil.
Derecho Civil: Desde un punto de vista descriptivo, el derecho civil es un conjunto de
normas jurídicas reguladoras de las relaciones ordinarias y más generales de la vida, en
que el hombre se manifiesta como tal, es decir, como sujeto de derecho y patrimonio, y
miembro de una familia, para el cumplimiento de los fines individuales de su existencia
dentro del contexto social.
Si lo definimos desde un punto de vista sintético, podemos definir al derecho civil como el
derecho privado común y general (Alessandri).
Esta noción o concepto de derecho civil es propia de los sistemas de inspiración
romanista. En el sistema del common law, no aparece esta conceptualización del derecho
civil.
Características del Derecho Civil
1. Es un derecho común, en primer lugar, porque todas las relaciones jurídicas privadas
de los hombres que no están disciplinadas por otra rama especial o autónoma del
Derecho, son regidas por el Derecho Civil; y es común, en segundo lugar, porque sus
principios o normas generales suplen las lagunas o vacíos de las demás ramas del
derecho privado cuando ellas no aparecen inspiradas por principios singulares que
contradigan a los del común.
2. Es un derecho supletorio, en el sentido que las partes, en virtud del principio de la
autonomía de la voluntad pueden fijar las diferentes cláusulas de una relación jurídica. En
el caso que las partes no estipulen alguna disposición, el Código Civil se va a aplicar en
forma supletoria.
3. Es un derecho que se aplica a las personas en cuanto tales, es decir, en su calidad
de tales, y en lo que respecta a su vida privada y relaciones particulares.
4. En general, las normas del derecho civil pueden ser modificadas por la voluntad
de las partes. El derecho civil descansa sobre un gran principio que es el de la
“Autonomía de la Voluntad”, el cual permite a los particulares regular las situaciones
jurídicas en que se vean envueltos, de la forma que ellos estimen más conveniente.

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5. Es un derecho general. Rige las relaciones jurídicas ordinarias y más generales del
ser humano en cuanto tal, con prescindencia de cualquiera otra circunstancia
(nacionalidad, profesión).
Contenido del Derecho Civil
1. Reglas sobre personalidad. Miran a la persona en sí misma y no en sus relaciones
(patrimoniales o familiares) con los demás; disciplinan la existencia, individualización y
capacidad de las personas físicas y morales o jurídicas.
2. Normas de Familia. Rigen la organización de ésta y dentro de ella definen el estado de
cada uno de sus miembros. Estas normas de Familia regulan principalmente dos tipos de
relaciones:
a) Las derivadas del matrimonio.
b) Las derivadas de la filiación.
3. Reglas sobre el patrimonio. Conjunto de derechos y obligaciones valuables en dinero
(cuestión preliminar), y dentro de ellos encontramos:
a) Los derechos reales.
b) Los derechos personales. Derecho de Obligaciones.
4. Reglas sobre la sucesión por causa de muerte.
Fuentes del Código Civil
Hay que distinguir entre fuentes legislativas y fuentes doctrinarias.
1. Fuentes Legislativas: El derecho romano, el Código Civil francés, ciertas leyes
españolas derivadas de las 7 partidas, la Novísima Recopilación y el Fuero Real, los
Códigos de Luisiana, Sardo, de Austria, de Prusia, de las dos Sicilias, del Cantón Váud,
Holandés y Bávaro.
2. Fuentes Doctrinarias: El alemán Savigny. Los franceses Delvincourt, Rogrón,
Mourlón, Pothier. Los españoles Gregorio López, Tapia, Molina, Gómez, Matienzo, y muy
especialmente, Florencio García Goyena, debido a que su obra Concordancias y
Comentarios al Código Civil español (proyecto), publicados en 1852, fueron en muchas
materias más seguidos de lo que generalmente se cree.
Estructura del Código Civil
Los Códigos decimonónicos, en su mayoría se dividieron en Libros, Títulos, Párrafos,
Artículos e Incisos.
El Código Civil comprende un título preliminar y cuatro libros, seguidos del título final. El
Código contiene 2524 artículos y 1 artículo final, dedicado a la observancia del Código,
como se verá más adelante.
1. Título preliminar. Trata lo relativo a la ley, y a la definición de ciertas palabras.
2. Libro I. De las personas.
3. Libro II. De los bienes y de su dominio, posesión, uso y goce.

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4. Libro III. De la sucesión por causa de muerte y de las donaciones entre vivos.
5. Libro IV. De las obligaciones en general y de los contratos.
6. Título final.
Leyes complementarias y modificatorias del Derecho Civil.
Con posterioridad a la promulgación del Código Civil se han dictado una serie de leyes
destinadas a complementar sus preceptos, o a substituirlos por otros más adecuados a la
época, sin perjuicio, aún, de la introducción de instituciones nuevas.
Como principio general en esta materia podemos señalar que la gran mayoría de estas
leyes se refieren al derecho de familia, y su corolario en el derecho sucesorio. Dentro de
las principales leyes complementarias tenemos:
1. Ley sobre el efecto retroactivo de las leyes.
2. Ley de matrimonio civil de 1884.
3. Ley de registro civil de 1884, modificado por la ley 4.808 de 10 de febrero de 1930.
4. Las leyes 7.613 de 1943, ley 16.346 de 1965 y ley 19.620 de 1999, sobre adopción.
5. La ley 17.336 de 1970 sobre propiedad industrial. Etc.
6. Nueva Ley de matrimonio civil, Nº 19.947, de 17 de Mayo de 2004.
Dentro de las principales leyes modificatorias del Código Civil encontramos:
1. Ley 5.020 de 1931, sobre adquisición y conservación de bienes raíces por las
corporaciones.
2. Ley 5.521 de 1935, que iguala a la mujer chilena ante el derecho.
3. Ley 6.612 de 1938, que introduce diferentes modificaciones, principalmente reduciendo
los plazos de prescripción.
4. Ley 10.271 de 1952, muy importante, ya que contiene una serie de modificaciones en
materia de matrimonio, filiación, guardas, sucesiones, derecho de los hijos naturales.
5. Ley 18.802 de 1989 que otorga plena capacidad a la mujer casada en régimen de
sociedad conyugal.
6. Ley 19.335, que introduce el régimen de participación en los gananciales.
7. Ley 19.585, sobre filiación que establece la igualdad entre todos los hijos, modificando
también algunas normas sucesorales.
Fuentes del Derecho Civil
Para los efectos del curso distinguiremos las siguientes fuentes:
1. La ley.
2. La costumbre.
3. La jurisprudencia.

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4. La doctrina.
5. Los principios generales de derecho.
Analizaremos las 4 últimas para dedicarle un análisis más acabado a la ley como fuente
de Derecho.
1. La costumbre como fuente de derecho
La costumbre es la repetición constante y uniforme de una regla de conducta, por los
miembros de una colectividad o grupo social, unido a la convicción de que responde a una
necesidad jurídica.
En la costumbre encontramos dos elementos. El elemento objetivo, que se refiere a la
generalidad, constancia y uniformidad de una determinada conducta. El elemento
subjetivo es la convicción que tiene este grupo social, que esta actuación responde a una
necesidad jurídica. Es lo que se denomina la opinio iuris.
Clasificación de la costumbre
La principal clasificación de la costumbre es la que distingue entre costumbre según la ley,
costumbre en silencio de la ley y costumbre en contra de la ley.
a) Costumbre según la ley: Es la que adquiere el carácter de norma jurídica en razón de
llamarla la propia ley a regir una materia dada.
- La costumbre según la ley en el derecho civil.
Se encuentra regulado en el Art. 2 del Código Civil, el cual dispone que “La costumbre no
constituye derecho sino en os casos en que la ley se remite a ella”. El Código no se
refiere a la costumbre, sino en materias de escasa importancia, lo que ha hecho decir que
la costumbre no tiene prácticamente aplicación en materia civil. Así, a modo de ejemplos
tenemos el Art. 1986, sobre arrendamiento, que establece que si nada se ha estipulado
sobre el tiempo en que ha de pagarse la renta de arrendamiento de un predio rústico, se
observará la costumbre del departamento (comuna); la que se refiere a las reparaciones
locativas, que según lo dispone el art. 1940 inc. 2º, según la costumbre del país son de
cargo del arrendatario; el art. 2117, que señala que la remuneración del mandatario es
determinada por la convención de las partes, antes o después del contrato, por la ley, la
costumbre o el juez.
Pero existe una disposición que amplía en mucho el ámbito de aplicación de la costumbre
en materia civil, que es la norma contenida en el Art. 1546 del Código Civil, el cual
dispone que los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que pr la ley o la costumbre pertenecen a ella. Según
señala Carlos Ducci, por expresa disposición de la ley, la costumbre pasa a formar parte
del contenido de los contratos y a constituir un elemento de lo que se ha denominado la
ley del contrato. En efecto, el art. 1545 del Código Civil dice que todo contrato legalmente
celebrado es una ley para los contratantes. Conviene señalar que no es necesaria
ninguna declaración de los contratantes para que las costumbres en vigencia a la época
de celebrarlo pasen a formar parte de él; tampoco es necesario que tengan conciencia de

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que dichas costumbres existen: ellas se incorporan al contrato por el solo ministerio de la
ley.
- La costumbre según la ley en el derecho mercantil
El Código de Comercio no contiene normas sobre la costumbre según la ley, sin embargo,
hay que tener en consideración lo señalado en el Art. 2 de dicho Código, que dispone que
“En los casos que no estén especialmente resueltos por este Código, se aplicarán las
disposiciones del Código Civil”. Luego, por aplicación de esta norma, debemos acudir
nuevamente al Art. 2 del Código Civil que establece la costumbre según la ley.
b) La costumbre en silencio de la ley: Es la que rige un asunto sobre el cual no hay ley.
Este tipo de costumbre no se encuentra regulado el Código Civil. Ello no quiere decir que
no se encuentre reconocido por el Derecho Chileno, ya que hay norma expresa que la
reconoce en el Art. 4 del Código de Comercio, el cual dispone que “Las costumbres
mercantiles suplen el silencio de la ley, cuando los hechos que las constituyen son
uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la República o en una determinada
localidad, y reiterados por un largo espacio de tiempo, que se apreciará prudencialmente
por los juzgados de comercio”.
c) La costumbre contra de la ley: Es la que introduce una norma destructora de la ley
antigua, ya sea proclamando su inobservancia, ya sea imponiendo una conducta diferente
de la establecida por la ley. En cualquiera de estas dos formas conduce al desuso de la
norma legislativa. Este tipo de costumbre no se encuentra regulado en el Código Civil ni
en el Código de Comercio.
La prueba de la costumbre
La costumbre es una repetición de hechos, los cuales, según las reglas sustantivas de
prueba, deben ser probados. En materia civil, no hay reglas especiales relativas a la
prueba de la costumbre, por lo cual puede probarse por cualquiera de los medios
probatorios establecidos por la ley, según lo dispone el Art.1698 del Código Civil, en
relación con el Art.341 del CPC Luego, podrían probarse a través de instrumentos,
testigos, confesión de parte, presunciones, informe de peritos, inspección personal del
tribunal.
En materia comercial la situación es diferente, ya que el Art.5 del Código de Comercio
dispone que la costumbre mercantil solo podrá ser probada por:
- Por un testimonio fehaciente de dos sentencias que, aseverando la existencia de la
costumbre, hayan sido pronunciadas conforme a ella;
- Por tres escrituras públicas anteriores a los hechos que motivan el juicio en que debe
obrar la prueba.
La costumbre mercantil como regla de interpretación
El Art.6 del Código de Comercio establece que la costumbre mercantil puede servir como
elemento de interpretación. La norma dispone que “Las costumbres mercantiles servirán
de regla para determinar el sentido de las palabras o frases técnicas del comercio y para
interpretar los actos o convenciones mercantiles”. Luego, en materia interpretativa, la

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costumbre mercantil juega un doble rol. Uno, para determinar el sentido de las palabras o
frases técnicas del comercio, y dos, para interpretar los actos o convenciones mercantiles.
2. La jurisprudencia como fuente de derecho
Se entiende a la jurisprudencia como un conjunto de fallos dictados por los tribunales de
justicia en una misma clase de materias y en un mismo sentido. Nótese que un fallo
cualquiera no constituye jurisprudencia. Debe referirse a una serie de fallos que resuelven
un asunto en un mismo sentido. Así podemos citar como ejemplo a la indemnización de
perjuicios por daño moral derivado del incumplimiento de un contrato, desde 1994.
El problema que se plantea es si la jurisprudencia constituye o no derecho. Se ha
señalado tradicionalmente por la doctrina y por los propios Tribunales de Justicia que la
Jurisprudencia no constituye fuente de derecho. Se fundan en lo que señala el Art.3 inc. 2
del Código Civil, que dispone que “Las sentencias judiciales no tienen fuerza obligatoria
sino respecto de las causas en que actualmente se pronunciaren”. Es lo que se denomina
el efecto relativo de la sentencia.
Sin embargo, parte de la doctrina nacional no está de acuerdo con esto. Es así como el
Profesor Alejandro Romero Seguel señala que la jurisprudencia si constituye una fuente
de derecho. El Art. 3 no es impedimento para señalar que no es fuente, debido a que ella
no se refiere al efecto relativo de la sentencia, sino más bien al efecto de cosa juzgada, en
el sentido que dicha causa no se vuelva a discutir nuevamente. Además señala que la
jurisprudencia en muchos casos ha creado derecho, señalando como ejemplo, el caso del
precario, la indemnización por daño moral derivado de contrato, la doctrina de los actos
propios, etc.
3. La doctrina como fuente de derecho
Es la opinión, comentario y en general los trabajos de los juristas relativos a las materias
de derecho. En Chile, la doctrina no constituye fuente de derecho de manera directa. No
obstante aquello, en forma indirecta la doctrina tiene una gran fuerza debido a que
otorgan a los jueces y a los litigantes las armas para resolver un litigio o para defender los
intereses de sus clientes, respectivamente. Así por ejemplo, hay profesores de Derecho
Civil que han hecho escuela en el derecho chileno, citando entre otros a Claro Solar,
Alessandri, Domínguez, Peñailillo, etc.
Dentro de los trabajos de los juristas debemos distinguir entre otros a los tratados, libros
especializados y los artículos de revistas.
4. Los principios generales de derecho como fuente de derecho
Son las pautas o directrices que informan y orientan a todo un ordenamiento jurídico. Así,
en uno y otro ordenamiento jurídico se determinará si se le da o no valor a ellos. Algunos
de estos principios no están formulados en una norma precisa, pero si bien el principio no
está directamente expresado, partiendo del raciocinio implícito en diversas normas se
elabora en forma inductiva el principio general. Es el proceso que muchos autores han
llamado de determinación. En Chile, los principios generales de derecho están
establecidos en el Art. 24, como elemento de interpretación, según se verá más adelante.

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En el derecho civil, podemos encontrar como principales principios formadores a la
autonomía de la voluntad, la protección de la buena fé, el repudio al enriquecimiento sin
causa, la libre circulación de la riqueza y la protección de la familia legítima.
a) El principio de autonomía de la voluntad: Según López Santa María, decir que la
voluntad es autónoma significa que ella es libre para crear los derechos y obligaciones
que le plazcan. La voluntad se basta a sí misma. Este principio sirve de telón de fondo a
la mayoría de los principios fundamentales de la contratación. Dentro de estos sub-
principios encontramos el de la libertad contractual, el de la fuerza obligatoria de los
contratos, el del efecto relativo del contrato.
El principio de la libertad contractual se da en dos aspectos. Por una parte, la libertad que
tienen las partes para celebrar o no un contrato. Por otra parte se encuentra la libertad de
las partes fijar las cláusulas o contenidos del contrato como mejor les parezca.
En el caso de la fuerza obligatoria de los contratos, su fuente legal es el art. 1545 que
dispone que todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no
podrá ser invalidado sino por consentimiento mutuo o por causas legales.
El principio del efecto relativo del contrato significa que los contratos solo generan
derechos y obligaciones para las partes contratantes que concurren a su celebración.
El principio de autonomía de la voluntad tiene tres limitaciones, cuales son:
- La limitación legal. Esta limitación se presenta en dos aspectos: uno es que el acto
voluntario no puede transgredir la ley; el otro, que dicho acto no puede hacer dejación de
aquellos derechos que la ley declara irrenunciables.
Por ejemplo, el art. 1445 del Código Civil dispone que todo acto o declaración de voluntad
debe tener un objeto lícito y una causa lícita. Ahora bien, el art. 1461, en su inc. 3º dice
que si el objeto es un hecho, debe ser moralmente posible y no lo son cuando consisten
en un hecho prohibido por las leyes. Por su parte, el inc. 2º del art. 1467 señala que es
causa ilícita la prohibida por la ley.
Desde otro punto de vista, o sea la prohibición de renuncia, fuera de que no respetarla
constituiría una infracción legal dentro del contexto que hemos analizado, el art. 12
dispone expresamente que no pueden renunciarse los derechos conferidos por las leyes
si está prohibida su renuncia.
- La protección del orden público y las buenas costumbres. Con relación al orden público,
el código se refiere a él en diversas disposiciones. Ej. Art. 548, 880, 1461, 1467, 1475.
Respecto a las buenas costumbres tenemos los arts. 548, 1461, 1475, 1717.
- La protección de los derechos de terceros. La protección de los derechos de terceros
frente a la renuncia que de sus propios derechos pueda hacer una persona está
establecida en forma genérica en el art. 12, al disponer que pueden renunciarse los
derechos que sólo miren el interés del renunciante. Dentro del mismo criterio, el art. 1126
señala que si se lega una cosa con la calidad de no enajenarla, la cláusula se tendrá por
no escrita, salvo que la enajenación comprometiere algún derecho de tercero. Por su

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parte, el art. 1661 dispone que la compensación no puede tener lugar en perjuicio de los
derechos de un tercero.
b) La protección de la buena fe: El Art.706 del Código Civil define la buena fe en materia
posesoria, señalando que es “la conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa
por medios legítimos, exentos de fraude y de todo otro vicio”. Además se establece en
otro sentido, como requisito del matrimonio putativo. Pero es el Art. 1546 del Código Civil
el que consagra la norma general de buena fe como conducta, el cual dispone que los
contratos deben ejecutarse de buena fe. Así entonces resulta que nuestro derecho
protege la buena fe, y la sanción de la mala fe es evidente que no cuenta con esa
protección.
La legislación civil parte de la base que las partes actúan de buena fe en sus relaciones
jurídicas. Es así como el art. 707 establece que la buena fe se presume, excepto en los
casos en que la ley establece la presunción contraria. En todos los otros la mala fe debe
probarse.
c) El repudio al enriquecimiento sin causa: Peñailillo señala que el repudio al
enriquecimiento sin causa debe analizarse desde una doble perspectiva, sea como
principio que informa el derecho civil, y específicamente el derecho de obligaciones y
también como fuente de obligaciones. Nos referiremos a este principio sólo como principio
general de derecho.
En cuanto a principio, consiste en que el derecho repudia el enriquecimiento a expensas
de otro sin una causa que lo justifique. Su fundamento justificación radica en la equidad,
que impone la necesidad de evitar que alguien se enriquezca indebidamente a costa de
otro.
En nuestro derecho no existe una regla expresa que consagre este principio. Es la
doctrina la que se ha encargado de señalar algunas normas en donde se podría extraer
este principio. Así se señala a modo de ejemplo el pago de lo no debido y la agencia
oficiosa, las recompensas en la sociedad conyugal, etc.
d) La libre circulación de la riqueza: Es un principio fundamental del derecho de bienes
y consiste en que la ley otorga una amplia libertad para que las personas puedan adquirir
y transferir toda clase de bienes, sin más limitaciones que las establecidas por la ley. Este
principio también tiene consagración constitucional en el Art. 19 nº 23 y 24 de la
Constitución.
Tanto es la libertad que incluso no existe diferencia en la adquisición y goce de derechos
regulados por el Código entre chilenos y extranjeros.
e) La protección de la familia legítima: Debe ser este uno de los principios más
importantes del Derecho Civil. Los profesores Domínguez señalan que para el código civil,
la única familia que recibe protección legal es la que proviene del matrimonio, y esa es la
denominada Familia Legítima. Luego, toda filiación que no sea la proveniente de un
matrimonio, no crea una familia propiamente tal, sino relaciones entre el que reconoce y el
reconocido.

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Sin embargo, en la actualidad este principio inspirador del Derecho Civil ya ha pasado a
un segundo plano, o no está concebido como lo había hecho el legislador. En primer
lugar, con la dictación de la Ley 19.585 desaparece la distinción entre hijos legítimos e
ilegítimos, en lo que dice relación con sus derechos. Ahora todos los hijos tienen los
mismos derechos, provengan o no de matrimonio. Esto se manifiesta en las reglas de la
sucesión intestada, por ejemplo en el art. 983, al señalar que son llamados a la sucesión
intestada los descendientes del difunto, sin distinguir entre legítimos e ilegítimos, y
llevando ahora todos la misma parte que le corresponde en la herencia. También se
expresa en las reglas sobre asignaciones forzosas, en virtud de la cual, son legitimarios
los hijos, personalmente o representados por su descendencia, sin distinguir tampoco
entre legítimos e ilegítimos, como lo hacía el código antes de que entre en vigencia esta
ley.
Sin embargo, con esta ley también debieron hacerse concesiones, como por ejemplo,
incluir al cónyuge sobreviviente como legitimario o lo que dice relación con el derecho de
atribución preferente, de acuerdo a lo dispuesto por el Art.1.337 Nº10, todo lo cual mejora
el derecho del cónyuge. Lo mismo podemos decir en relación con la dictación de la nueva
ley de matrimonio civil. En conclusión, podemos señalar que el principio de la protección
de la familia legítima subsiste en una mínima parte.
La equidad como fuente de derecho
Podemos definir a la equidad como la justicia para el caso concreto. En el derecho chileno
la equidad podemos encontrarlo en dos funciones:
a) Como elemento de interpretación.
b) Como elemento integrador de vacíos o lagunas legales. Nos referiremos sólo a este
último caso. Su fuente legal se encuentra en el Art. 170 Nº5 del Código de Procedimiento
Civil, el cual dispone que en las sentencias definitivas de primera o única instancia, se
deberá cumplir con los siguientes requisitos. Nº5. La enunciación de las leyes, y en su
defecto de los principios de equidad, con arreglo a los cuales se pronuncia el fallo. Luego,
para el caso el caso en que la ley no pueda resolver un caso determinado, hay que acudir
a la equidad para resolverlo. En Chile existe el principio de inexcusabilidad, en virtud de la
cual, los Tribunales de Justicia no pueden excusarse de ejercer su autoridad, ni aún por
falta de ley que resuelva los asuntos sometidos a su decisión. Art.76 de la CPR y Art.10
del COT.

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TEORIA GENERAL DE LA LEY

I. NOCIONES PRELIMINARES
Fuentes del derecho objetivo o de las normas jurídicas son los hechos de los cuales estos
derivan, brotan o surgen. Pero la expresión se toma en diversos sentidos. Por una parte
se habla de fuentes de producción del derecho y por otras de fuentes de cognición.
Las fuentes de producción pueden ser materiales o formales.
Son fuentes materiales los factores que determinan la generación de las normas jurídicas:
la conciencia del pueblo, las necesidades económicas, etc.
Por fuentes de producción formales se entiende todas aquellas de donde surge la norma
obligatoria, es decir, tienen un carácter obligatorio reconocido por el ordenamiento
jurídico. La más importante es la ley.
II. CONCEPTUALIZACION
La ley en sentido riguroso y técnico, es la norma jurídica emanada del Poder legislativo.
Reúne en sí dos elementos: uno material o sustancial y otro formal.
El material no es otro que la norma jurídica, es decir, un mandato general, abstracto y
permanente. Es general, por cuanto la ley no se dicta para un caso en particular, sino que
ella es aplicable a todas las situaciones previstas por la ley. Es abstracta por su formación
misma ya que se funda en principios formulados en forma abstracta. Y es permanente
porque se aplica a todos los casos que se suceden durante su vigencia.
El elemento formal está constituido por el Poder Legislativo que le genera y por el
procedimiento específico asignado a su formación.
1) Concepto del Código Civil Chileno
Para calificar un acto de ley nuestro derecho positivo sólo se atiene a la forma; indiferente
es que el acto implique un mandato general y abstracto o uno singular y concreto. Así se
desprende la Constitución y del Código Civil.
El Código Civil define la ley como “una declaración de la voluntad soberana que,
manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite.”
Así, el Código Civil pone de relieve que lo decisivo para calificar un acto de ley es la forma
en que se gesta y no la naturaleza de la disposición que él contenga.
Esta definición ha sido criticada, reprochándosele que su redacción parece decir que si
manda, prohíbe o permite es por estar manifestada en la forma prescrita por la
Constitución, y no por ser la declaración de la voluntad soberana.
Además, se señala que sus términos dan cabida incluso a actos que si bien constituyen
declaraciones de voluntad soberana no entrañan normas jurídicas, porque se refieren a
situaciones particulares y no a generales y abstractas.

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III. REQUISITOS O ELEMENTOS DE LA LEY
De la definición del Código se desprende que los requisitos de la ley son externos e
internos.
Los requisitos externos permiten a los ciudadanos cerciorarse si la norma que se les
presenta es o no ley:
- declaración de la voluntad soberana: la soberanía reside esencialmente en la nación, la
cual delega su ejercicio, en lo que a legislar se refiere, en el Poder Legislativo, integrado
entre nosotros, por el Congreso Nacional y el Presidente de la República.
- manifestada en la forma prescrita por la Constitución: los trámites que debe seguir un
proyecto para convertirse en ley los establece la Constitución Política. Pero también el
Código Civil contempla dos aspectos formales de importancia: la promulgación y la
publicación.
La Promulgación es el acto por el cual el Jefe de Estado, Presidente de la República,
atestigua o certifica al cuerpo social la existencia de la ley y ordena su ejecución, es decir,
le otorga fuerza coercitiva. La promulgación se hace a través de un Decreto Supremo.
Pero, además, para que la ley tenga fuerza obligatoria, es necesaria su publicación. Este
es el medio por el cual se da a conocer la ley a los habitantes del territorio nacional.
De acuerdo con el artículo 7 del Código Civil “la publicación de la ley se hará mediante su
inserción en el Diario Oficial, y desde la fecha de éste se entenderá conocida de todos y
será obligatoria”
Asimismo, el mismo artículo señala como regla general, que “para todos los efectos
legales, la fecha de la ley será la de su publicación en el Diario Oficial.” “Sin embargo, en
cualquiera ley podrán establecerse reglas diferentes sobre su publicación y sobre la fecha
o fechas en que haya de entrar en vigencia.” En otras palabras, si no se señala alguna
forma especial de publicación, esta se hará mediante su inserción en el diario oficial. Si no
se señala en la ley expresamente cuando ha de entrar en vigencia, se entenderá que
entra en vigencia el día de su publicación en el Diario Oficial.
Agrega el Art.8 del Código Civil que “nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que
ésta haya entrado en vigencia.”
En cuanto a los requisitos internos de la ley, son aquellos que dicen relación con el
contenido de la norma, estos es, que la norma manda, prohibe o permite. Toda ley, por el
sólo hecho de ser tal implica un mandato, pero las leyes contienen mandatos de diversa
especie; algunos imperativos, otros prohibitivos o permisivos.
IV. CLASIFICACION DE LAS LEYES
Se admiten diversas formas y clases de clasificaciones, pero para el derecho civil la más
importante es la que fluye del Art.1 del CC que distingue entre leyes prohibitivas,
imperativas y permisivas.

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1. LEYES PROHIBITIVAS
Es la que impone observar un determinado comportamiento negativo, esto es, una
abstención u omisión que no puede sustituirse por ningún comportamiento positivo.
En general, se acostumbra señalar que una ley es prohibitiva cuando impide la
ejecución de un hecho o la celebración de un acto, en todo respecto y bajo toda
circunstancia.
Para ver si una ley es prohibitiva, lo que hay que analizar es si el acto al cual ella se
refiere puede realizarse o no, sin que sea relevante la forma gramatical en que la
prohibición está expresada. Es decir, debe atenderse al contenido de la norma y no a su
redacción.
Por ejemplo, son normas prohibitivas, los Arts.402; 412 pero sólo su inciso 2°; 1796; 1811;
2056; etc.
Sanción para el caso de infracción de una ley prohibitiva
Hay que distinguir entre hecho y acto.
a) Si lo prohibido es la ejecución de un hecho, la consecuencia será, en primer
término, lo que la propia ley disponga en conformidad al principio de especialidad,
consagrado en el Art.13 del CC.
Si dicha ley nada dispone, entonces habrá que examinar el resto del ordenamiento
jurídico para ver si tiene una norma que pueda ser aplicable al caso. Finalmente, si no
obtenemos ningún resultado favorable, entonces simplemente no hay sanción. (caso
poco probable en la práctica)
b) Si lo prohibido es la celebración de un acto, la consecuencia será, en primer
término, lo que la propia ley disponga conforme al principio de especialidad, consagrado
en el Art.13 del CC.
A falta de ley, hay que recurrir a la clásica trilogía de artículos: Art.10, 1466 y 1682 del CC.
- De acuerdo al Art.10, si se realiza un acto prohibido por la ley, la sanción es la nulidad.
- El Art.1466, Inc. final señala que hay objeto ilícito generalmente en todo acto prohibido
por las leyes.
- Y el Art.1682 sanciona el objeto ilícito con nulidad absoluta. En consecuencia, la sanción
para el caso de infracción de una ley prohibitiva es la nulidad absoluta.
Lo anterior, es todo sin perjuicio que la propia ley señale otra sanción distinta, en
conformidad a lo dispuesto por el Art.10. Ejemplo: el caso del Art.769 si se infringe la
prohibición de construir dos o mas usufructos sucesivos o alternativos.
2. LEYES IMPERATIVAS
Ley Imperativa es la que contiene la orden de observar un determinado comportamiento
positivo; impone el deber de hacer algo, como cumplir determinadas solemnidades en la
celebración de un acto jurídico o cumplir con ciertos requisitos.

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Tenemos entonces, dos categorías de leyes imperativas:
- las que mandan u ordenan hacer algo
- las que imponen la observancia de ciertas formalidades
Los Tribunales han resuelto que califica como ley imperativa aquella que no prohíbe en
forma absoluta la ejecución de un acto jurídico, sino que prohíbe su realización mientras
no se cumplan ciertos requisitos, solemnidades u otras exigencias especiales.
Para el profesor Peñailillo, ley imperativa es la que impone el cumplimiento de requisitos
para la ejecución de un hecho o la celebración de un acto. Puede ser uno o más
requisitos los que se impongan.
Ejemplo: se prohíbe la compraventa de dólares, a menos que cuente con la autorización
del banco central.
Una ley imperativa se infringe:
a) Ejecutando el hecho sin haber cumplido los requisitos establecidos.
Ejemplo: una ley impone para caminar por la vía pública usar zapatillas. Si estas no son
usadas, dicha ley se infringe.
b) Celebrando el acto sin haber cumplido los requisitos establecidos.
Ejemplo: una ley impone como requisito para contraer matrimonio la presencia de dos
testigos y de un Oficial del Registro Civil. No acuden los testigos, pero si el Oficial. Esta
ley ha sido infringida.
Basta un solo requisito (en caso que una ley tuviere más) que no se cumpla y la ley queda
infringida.
Sanción para el caso de infracción de una ley imperativa
Hay que distinguir entre hecho y acto:
a) Si los requisitos están establecidos para la ejecución de un hecho y se infringen,
la consecuencia será, en primer término, la que la propia ley disponga en conformidad al
principio de especialidad consagrado en el Art.13 del CC.
Si dicha ley nada dice, entonces habrá que examinar el resto del ordenamiento jurídico
para ver si tiene una norma que pueda ser aplicable al caso.
Finalmente, si no obtenemos ningún resultado favorable, entonces simplemente no hay
sanción.
b) Si los requisitos están establecidos para la celebración de un acto y se infringen,
la consecuencia será, en primer término, la que la propia ley disponga en conformidad al
principio de especialidad consagrado en el Art.13 del CC.
Si dicha ley nada dice, entonces, conforme al Art.1681 la consecuencia será la nulidad del
acto, pudiendo ser absoluta o relativa.
En concreto, si el requisito o formalidad se exige en consideración a la naturaleza del acto
o contrato, la sanción va a ser la nulidad absoluta, de acuerdo al Art.1682 CC.

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En cambio, si el requisito o formalidad atiende a la calidad o estado de las partes, la
sanción será la nulidad relativa.
Si la formalidad se exige para otorgar publicidad al acto o contrato, esto es, para noticia
de ellos a los terceros, la sanción va a ser la inoponibilidad. (La inoponibilidad es la
ineficacia respecto de terceros de un derecho nacido como consecuencia de un acto
jurídico)
3. LEYES PERMISIVAS
La ley permisiva es aquellas que permite, concede o autoriza hacer o no hacer algo;
realizar una acción o una abstención, debiendo el otro sujeto o los otros sujetos tolerar
que la persona beneficiada con el permiso haga o no haga lo que expresamente se le ha
permitido.
El mandato o imperatividad de la ley permisiva radica en la imposición a los sujetos
pasivos de tolerar una acción u omisión de otra persona.
En doctrina, autores niegan razón de ser a las normas permisivas puesto que en derecho
privado puede hacerse todo aquello que no esté sujeto a leyes imperativas o prohibitivas.
Al respecto se señala que las normas permisivas cumplen con la función de dejar clara
constancia de que la disposición prohibitiva o imperativa que existía ha sido derogada.
Las leyes permisivas tampoco tienen señalada una sanción específica y habrá que
analizar en cada particular cual será la sanción o si la misma ley la establece.
V. LA RENUNCIA EN EL DERECHO CIVIL
Importante aquí es el Art.12 del CC que dice relación con la renuncia de los derechos que
las leyes confieren a las personas. La renuncia se refiere a los derechos y no a la ley, lo
que equivaldría a su derogación, lo que no puede hacerse por simple voluntad de las
partes.
Para que proceda la renuncia de derechos, deben cumplirse con las condiciones que
señala el artículo 12, esto es, debe tratarse de derechos que sólo miren al interés
individual del renunciante y que no esté prohibida su renuncia.
Características de la renuncia
La renuncia presenta las siguientes características:
1. Es un acto de abdicación
2. Es un acto unilateral, pues para su generación y para que pueda producir efectos,
basta con la sola voluntad del renunciante
3. Está exenta de formalidades, salvo que la renuncia verse sobre inmuebles o derechos
relativos a ellos pues, en tal caso, se requiere escritura pública.
4. Es un acto abstracto, tiene validez por sí mismo con prescindencia de los motivos que
el titular haya tenido para efectuar la renuncia.
5. Es, por regla general, voluntario.

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6. Es irrevocable, se perfecciona con la sola manifestación de voluntad, produciendo
todos sus efectos.
7. Es específica, pues se renuncia a un derecho determinado y específico.
Efectos de la renuncia
En cuanto a los efectos de la renuncia de un derecho, estos pueden ser bastante
variados.
En ciertos casos, el derecho que se renuncia se pierde y se extingue, de manera que ya
no puede ser adquirido por otro, sin embargo, en otros casos, el derecho renunciado va a
ser adquirido por otra persona, como ocurre en el caso que un heredero renuncia a sus
derechos en que su parte incrementa la de los demás herederos.
Hay casos en que la ley faculta expresamente la renuncia de ciertos derechos como
ocurre con el usufructo, el derecho de uso y habitación, las servidumbres, la fianza y la
hipoteca.
Si bien no pueden renunciarse aquellos derechos que no miran únicamente al interés
individual del renunciante, como por ejemplo, la patria potestad, tampoco pueden
renunciarse los derechos cuando la ley prohibe expresamente su renuncia, como ocurre
con el derecho de la mujer de solicitar la separación de bienes.
La renuncia del derecho no es lo mismo que su no ejercicio; el no ejercicio del derecho
consiste en mantenerse en un estado pasivo, en cambio, la renuncia es la abdicación del
derecho de manera que ya no podrá ejercerse con posterioridad.
Sólo se admite la renuncia específica y no la concedida en términos generales, es decir,
se puede renunciar a derechos determinados, pero no a todos los derechos que se
tengan
El solo hecho de no ejercer un derecho no implica su renuncia. Sin embargo, la renuncia
de un derecho puede ser expresa o tácita, esto es, puede efectuarse en términos formales
y explícitos, o bien, puede deducirse de ciertos actos o acciones del renunciante.
Debe sí tenerse presente, que por ser la renuncia una situación de excepción, debe
siempre interpretarse restrictivamente por lo que queda restringida al caso específico y no
puede extenderse a otro por muy similar que sea.

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DE LAS PERSONAS

I. GENERALIDADES: DE LOS SUJETOS DEL DERECHO


De acuerdo a la concepción tradicional, todo derecho compete a un sujeto, llamado
persona.
Nuestro derecho está fundado en los principios tradicionales y, por lo tanto, la idea de
personalidad es necesaria para dar base a los derechos y obligaciones.
Persona, desde el punto de vista jurídico, es todo ser capaz de tener derechos y
obligaciones.
Existen dos especies de seres con personalidad: de un lado, las personas físicas o
naturales, que tienen una existencia material; de otro, las personas jurídicas, que no
poseen existencia corpórea, sino inmaterial, puramente jurídica. El art. 54 del Código civil
distingue entre personas naturales y personas jurídicas.
El Art.55 señala que son personas todos los individuos de la especie humana, cualquiera
que sea su edad, sexo, estirpe o condición. Divídense en chilenos y extranjeros.
Por su parte, el Art.545 del CC define a las personas jurídicas, señalando que se llama
persona jurídica una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y obligaciones civiles, y
de ser representados judicial y extrajudicialmente.
Por su parte, el Art.57 establece la igualdad de derechos entre chilenos y extranjeros,
señalando que la ley no reconoce diferencias entre el chileno y el extranjero en cuanto a
la adquisición y goce de los derechos civiles que regla este Código.
II. PERSONAS NATURALES
PRINCIPIO DE LA EXISTENCIA DE LAS PERSONAS NATURALES
Debemos distinguir entre existencia natural y existencia legal de las personas naturales.
La existencia natural de las personas comienza con la concepción y llega hasta al
nacimiento, que marca el inicio de la personalidad legal.
1. Existencia Legal
Conforme al Art.74 del CC: “La existencia legal de toda persona principia al nacer,
esto es, al separarse completamente de su madre.”
“La criatura que muere en el vientre materno, o que perece antes de estar
completamente separada de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación
un momento siquiera, se reputará no haber existido jamás.”
a) Nacimiento
Para que el nacimiento constituya principio de existencia, generador de personalidad, se
requieren 3 condiciones:

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- Que la criatura se encuentre separada de su madre. El desprendimiento del feto del
claustro materno puede obedecer a causas naturales o puede efectuarse artificialmente
por medios quirúrgicos. Es indiferente que se produzca de una u otra forma.
- Que la separación sea completa.
¿Qué se entiende porque la separación sea completa? En opinión de muchos, ello quiere
decir que no debe existir ningún vínculo entre la madre y el hijo, ni siquiera el cordón
umbilical. Otros piensan que la frase se refiere al hecho de que la criatura salga toda del
seno materno aunque persista el cordón umbilical como unión pues dicho lazo es un nexo
que no pertenece al cuerpo del niño ni de la madre; agregando que de exigirse tal
requisito, el nacimiento no sería un acto puramente natural, sino artificial y podría dejarse
a la voluntad del médico o de los padres el principio de la existencia de la persona.
- Que la criatura haya sobrevivido a la separación un momento siquiera. Basta que
viva la fracción más insignificante de tiempo; basta un destello de vida.
b) Prueba de la sobrevivencia
Determinar si un individuo ha vivido o no puede tener mucha importancia en la práctica,
por las consecuencias que se derivan, sobre todo en materia de herencias. Supongamos
que una persona instituyó heredero a un hijo póstumo (aquel que nace después de
fallecido el padre): si éste nace vivo y muere un minuto después, por ejemplo, ha
heredado; en tanto que si la criatura hubiese nacido muerta, nunca habría heredado.
La supervivencia a la separación puede probarse por los medios ordinarios,
principalmente, recurriendo al testimonio del médico, matrona y demás circunstantes.
Pero ello sólo será posible cuando los signos de vida hayan sido muy ostensibles, pero en
caso contrario habrá que recurrir a pericias médico-legales, dirigidas a comprobar si la
criatura respiró, signo esencial de la vida.
Existen diversos métodos al efecto; el más conocido es el de la docimasia pulmonar
hidrostática. Consiste, previas operaciones adecuadas, en sumergir los pulmones de la
criatura en una vasija de agua, y si flotan, significa que ha respirado, porque la entrada de
aire disminuye la densidad de los pulmones; si caen al fondo, debe suponerse lo
contrario.
En cuanto a quién compete probar que la criatura nació viva o muerta, en conformidad a
las reglas del onus probandi, art. 1698 del Código Civil, ella corresponderá a aquél que
pretenda derechos derivados de dicha circunstancias.
Finalmente, es importante señalar que no debe confundirse el nacimiento con el parto,
que consiste en el conjunto de fenómenos que producen la salida del feto, impulsado por
el útero, a través del canal pelviano.
Nuestro Código Civil sólo exige, para conceder la personalidad, que la criatura nazca viva,
siendo indiferente la duración de la vida extrauterina. Nuestro CC sigue la doctrina de la
VITALIDAD según la cual, para ser persona sólo es indispensable nacer vivo.
Pero otras legislaciones acogen la doctrina de la VIABILIDAD, que exige la aptitud del ser
para continuar viviendo fuera del seno materno; supone que la criatura ha nacido viva y

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que es capaz de seguir viviendo fuera del útero. Esta doctrina presenta muchas
dificultades ya que se basa en un pronóstico y no en un hecho. Para salvar la duda,
algunas legislaciones presumen viable a la criatura que viviere 24 horas, sin embargo, la
ciencia demuestra que bien puede el niño vivir dicho lapso y no ser viable. Por lo demás
fijar un plazo de esa naturaleza es completamente arbitrario e injustificado.
2. Existencia Natural
El legislador toma en cuenta la existencia natural, o sea la anterior al nacimiento, con el
fin de proteger la vida y los derechos del que está por nacer.
a) Protección de la vida del que esta por nacer
En efecto, el artículo 75 del CC señala que “la ley protege la vida del que está por nacer”
Luego agrega que, en consecuencia:
El juez tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las providencias que le
parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que
de algún modo peligra. Esta una acción de carácter popular, es decir, puede ser ejercida
por cualquier persona.
Todo castigo de la madre, por el cual pudiera peligrar la vida o la salud de la criatura que
tiene en su seno, deberá diferirse hasta después de su nacimiento. Así, conforme al
artículo 85 del Código Penal, no puede ejecutarse la pena de muerte en la mujer que se
halla encinta, ni notificársele la sentencia en que se le impone dicha pena hasta que
hayan pasado 40 días después del alumbramiento.
El Código Penal castiga al que maliciosamente causare aborto.
La legislación laboral a favor de la mujer embarazada que tienen por objeto la protección
del que está por nacer.
b) Protección de los derechos del que está por nacer
Conforme a lo dispuesto por el Art.77 del CC “los derechos que se deferirán a la criatura
que está en el vientre materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que
el nacimiento se efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará
el recién nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo en que
se defirieron. En el caso del artículo 74, inciso 2°, pasarán estos derechos a otras
personas, como si la criatura no hubiese jamás existido.”
Entonces para determinar la suerte de los derechos del que está por nacer, es preciso
atender al nacimiento:
Si el nacimiento constituye principio de existencia, entra el recién nacido en el goce de
dichos derechos como si hubiese existido al tiempo en que se defirieron.
Si la criatura muere en el vientre materno, o perece antes de estar completamente
separada de su madre, o no sobrevive a la separación ni un momento siquiera, pasan los
mencionados derechos a otras personas, como si la criatura no hubiese existido jamás.
Pero además, es necesario que la criatura esté concebida al tiempo de la delación de los
derechos, esto es, para que el derecho se adquiera por la criatura que nace viva, es

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menester que haya estado concebida en el momento de la delación del derecho. El
artículo 77 habla de derechos deferidos a la criatura que está en el vientre materno, es
decir, derechos que requieren la existencia actual del individuo al momento que son
deferidos. No se refiere a personas futuras que al tiempo de la delación no existen, pero
se espera que existan.
c) Presunción de la época de la concepción
Ahora bien, ¿cómo saber si la criatura estaba concebida al tiempo de la delación del
derecho? Para no dejar en la incertidumbre un punto tan importante, el CC establece una
presunción de derecho en cuanto a la época en que se produjo la concepción.
Art.76 del CC: “De la época del nacimiento se colige la de la concepción, según la
regla siguiente”:
Se presume de derecho que la concepción ha precedido al nacimiento no menos
que 180 días cabales, y no más que trescientos, contados hacia atrás, desde la
medianoche en que principie el día del nacimiento.”
Los días cabales significan completos (24 horas) y se cuentan hacia atrás desde las 0:00
horas del día del nacimiento de la criatura. Atendido que la ley presume que la concepción
se produje no antes ni después de 180 días contados hacia atrás de la forma indicada,
existe un lapso de 120 días dentro de los cuales se presume que se produjo la
concepción.
Tratándose de una presunción de derecho, no puede probarse que la concepción no se
produjo dentro de los 120 días señalados por la ley. Lo anterior se critica señalándose que
la presunción debería ser simplemente legal pues, especialmente hoy en día con los
avances que ha experimentado la medicina, es perfectamente factible que la concepción
se hubiere producido fuera del plazo estipulado en la ley.
La ley es clara en cuanto a que no puede probarse que la concepción se produjo fuera de
los 120 días indicados, pero se discute si se puede probar que la concepción se produjo
en un día determinado dentro de esos 120. La mayoría estima que sí.
d) Partos dobles o múltiples
El Código Civil no contiene disposición especial para determinar que criatura debe
considerarse mayor cuando nazca más de una en un mismo parto.
Después de la abolición de los mayorazgos y vinculaciones, la primogenitura no tiene la
importancia que tenía antes, pero continúa teniéndola para el goce de los censos y para la
adquisición de donaciones a favor del primer hijo que nazca.
El Art.2051 que se refiere a los censos, se ha hecho cargo de esta dificultad: “cuando
nacieren de un mismo parto dos o más hijos llamados a suceder, sin que pueda saberse
la prioridad del nacimiento, se dividirá entre ellos el censo por partes iguales, y en cada
una de ellas se sucederá al tronco en conformidad al acto constitutivo. Se dividirá de la
misma manera el gravamen a que el censo estuviere afecto.”

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Del tenor de dicha disposición, se desprende que el legislador considera mayor a la
criatura que nace primero, pues sólo cuando no puede saberse la prioridad del
nacimiento, ordena dividir entre ellas el censo por partes iguales.
Por otro lado, el Reglamento del Registro Civil señala que en caso de gemelos, debe
dejarse constancia de ello en las respectivas inscripciones de nacimiento, indicándose
cual de ellos hubiese nacido primero y si no pudiere saberse, debe dejarse constancia de
tal imposibilidad.
EXTINCION O FIN DE LA PERSONALIDAD NATURAL
Conforme al Art.78 del CC la persona termina en la muerte natural.
Actualmente nuestro derecho sólo considera la muerte natural pues se suprimió la muerte
civil. Hasta 1943 existió entre nosotros la muerte civil, que era la profesión solemne,
ejecutada conforme a las leyes, en instituto monástico, reconocido por la Iglesia Católica.
Su efecto principal era que marcaba el término de la personalidad relativamente a los
derechos de propiedad pues el individuo no podía conservar ni adquirir válidamente
bienes para sí ni para otro.
La muerte natural puede ser real o presunta.
Muerte natural es la cesación de los fenómenos que constituyen la vida o extinción de la
vida fisiológica.
Aquí se plantea el problema de la muerte cerebral que determina la muerte en atención a
la cesación de las funciones cerebrales. Decretada por los médicos, se pueden
interrumpir los procedimientos por los cuales se mantiene “viva” a la persona.
1. Muerte real
Muerte real es aquella cuya ocurrencia consta y cualquiera sea la causa que la determine.
Como la muerte es un hecho que produce importantes consecuencias jurídicas, el
legislador ha tomado medidas de diversa índole dirigidas a comprobar la efectividad de la
muerte: certificado del médico que asistió al difunto, inscripción del deceso en el Libro de
Defunciones del Registro Civil, prohibición de sepultar el cadáver sin previa licencia o
pase del Oficial del Registro Civil de la comuna en que haya ocurrido la defunción, etc.
a) Comurientes
El determinar con precisión el momento que una persona muere, puede tener gran
importancia jurídica sobre todo en materia sucesoria. En efecto, puede acontecer que dos
personas llamadas a sucederse recíprocamente o una a la otra, mueran sin que se sepa
el deceso de cual ocurrió primero.
El Art.79 se encarga de resolver dicho problema: “si por haber perecido dos o más
personas en un mismo acontecimiento, como en un naufragio, incendio, ruina o batalla, o
por otra causa cualquiera, no pudiere saberse el orden en que han ocurrido sus
fallecimientos, se procederá en todos casos como si dichas personas hubiesen perecido
en un mismo momento, y ninguna de ellas hubiese sobrevivido a las otras.”

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Dicha presunción opera sólo en caso de que pudiere saberse el orden en que han
ocurrido las muertes, y puede dicha presunción destruirse demostrando que cierta
persona falleció antes o después que la otra u otras.
La presunción de comurientes se refiere al caso de muerte real y no al de muerte
presunta.
Por lo demás, la presunción es de carácter general y se aplica, no sólo en caso de los
acontecimientos señalados en la disposición, sino en cualquier otro acontecimiento en
que se den los presupuestos de la norma, porque la enumeración que hace el artículo es
enunciativa, por vía de ejemplo y no taxativa.
Tampoco es menester que las personas hayan estado en un mismo sitio ya que la norma
se aplica a todos los casos en que por cualquiera causa no pudiere saberse el orden en
que han ocurrido los fallecimientos de dos o más personas.
2. Muerte presunta (no entra)

ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
Los atributos de la personalidad son las propiedades o características inherentes a toda
persona.
Importan al mismo tiempo una serie de ventajas o prerrogativas y un cúmulo de deberes y
obligaciones.
Estos atributos se refieren tanto a las personas naturales como a las personas jurídicas,
con la debida salvedad de ciertas variantes.
Los atributos de la personalidad son, principalmente:
1. Nacionalidad
2. Nombre
3. Estado Civil
4. Domicilio
5. Capacidad de goce
6. Patrimonio
7. Derechos de la personalidad

1. NACIONALIDAD
La nacionalidad, desde el punto de vista jurídico, es el vínculo que liga a una persona a un
Estado determinado.
Es una materia propia del Derecho Público, y que escapa al ámbito del derecho civil.
No obstante, en el CC se contemplan algunas normas relativas a la nacionalidad.

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El Art.56 señala que “son chilenos los que la Constitución del Estado declara tales. Los
demás son extranjeros.”
El Art.57 establece que “la ley no reconoce diferencias entre el chileno y el extranjero en
cuanto a la adquisición y goce de los derechos civiles que regla este Código.”
2. NOMBRE
El nombre se puede definir como la palabra o las palabras que sirven para distinguir
legalmente a una persona de las demás.
El nombre comprende dos elementos: el nombre patronímico o nombre de familia o
apellido; y el nombre propio, individual o de pila.
El nombre patronímico o apellido indica la familia a la cual pertenece la persona, y es
común a todas las personas que pertenecen a una misma familia, diferenciándose los
unos de los otros por el nombre de pila.
En cuanto a la formación del nombre, en nuestro país se sigue el sistema español (que se
aplica en la mayor parte de los países latinoamericanos y en varios países de Europa) de
acuerdo con el cual el nombre se forma por el nombre de pila, agregándole el primer
apellido del padre, seguido del primer apellido de la madre.
Este sistema se diferencia del sistema francés, en que al nombre de pila se agrega tan
sólo el apellido del padre y nada más.
En algunos sistemas (mayor parte de los países europeos y USA) la mujer casada, ya sea
por ley o por costumbre, pierde su apellido de soltera y adquiere el apellido del marido. En
Chile la mujer conserva su nombre y no adquiere el del marido.
a) Uso del nombre y derecho al nombre
En lo que dice relación con el uso del nombre, se le atribuye un doble carácter, es a la vez
un derecho y una obligación.
Es un derecho en cuanto nadie puede impedir a una persona el uso del nombre que
legalmente le corresponde para hacerse designar y designarse en todos los actos o
relaciones jurídicas que se produzcan durante su existencia.
Es una obligación en cuanto la persona debe tenerse por jurídicamente individualizada
por el nombre que le corresponde y aceptar las consecuencias jurídicas de los actos y
actuaciones que le empecen bajo tal denominación; debiendo individualizarse por ese
nombre y no otro en las relaciones jurídicas a las cuales concurra.
Existe una posición doctrinaria (Aubry y Rau) que sustenta que el nombre constituye un
derecho de propiedad, de manera que su titular está autorizado para gozar y disponer de
él. La mayoría de la doctrina rechaza esta posición.
Otros señalan que el nombre es la marca distintiva de la filiación, pero esta postura
también se rechaza por cuanto en muchos casos (en algunos países) los nombres son
atribuidos por la autoridad administrativa así como la mujer casada toma el nombre de su
marido. Por otra parte aquellos que no tienen una filiación determinada igualmente tienen
un nombre.

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El nombre es un atributo de la personalidad, el que si bien es una especie de derecho, no
es objeto de comercio y, por consiguiente, no es enajenable, salvo en los casos en que
pasa a tener la calidad de nombre comercial, correspondiendo a una marca comercial.
Bajo ese supuesto, el nombre es perfectamente susceptible de actos de comercio, siendo
posible su enajenación.
En definitiva, podemos decir que el nombre, como atributo de la personalidad:
- no es comerciable
- no es transferible
- no es transmisible
- es inembargable
- es imprescriptible
- es indivisible (las sentencias a su respecto producen efectos absolutos de manera que la
persona sea individualizada por el mismo nombre frente a todas las personas)
- por regla general es inmutable.
b) Cambio de nombre
El nombre, en principio, es inmutable, sin embargo, existen ciertos casos en que es
posible proceder al cambio de nombre de la persona.
El cambio de nombre puede producirse por vía principal o por vía consecuencial.
Por vía principal quiere decir que se produce a través del procedimiento que tiende única
y exclusivamente a obtener la mutación del nombre.
El cambio por vía consecuencial o indirecta es el que se produce como consecuencia del
cambio de una situación jurídica dada. Por ejemplo: el reconocimiento, la adopción.
Pero además, desde otra perspectiva, el cambio de nombre puede producirse por vía
judicial o por vía administrativa.
- Cambio de nombre por vía administrativa.
La vía administrativa tiene lugar en los casos contemplados por el Art.17 de la Ley sobre
Registro Civil que señala que el Director General del Registro Civil Nacional podrá
ordenar, por la vía administrativa:
La rectificación de inscripciones que contengan omisiones o errores manifiestos
La rectificación de una inscripción en que aparezca subinscrito el reconocimiento de un
hijo o la sentencia que determina su filiación, con el solo objeto de asignar al inscrito el o
los apellidos que le correspondan y los nombres y apellidos del padre, madre o ambos,
según los casos.
De acuerdo a la ley, se entenderán por omisiones o errores manifiestos todos aquellos
que se desprendan de la sola lectura de la respectiva inscripción o de los antecedentes
que le dieron origen o que la complementan.

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Sólo podrán pedir la rectificación de una inscripción las personas a que ésta se refiera,
sus representantes legales o sus herederos.
En caso de negativa del Director a practicar la rectificación, el interesado podrá solicitar al
juez civil que ordene la rectificación.
- Cambio de nombre por vía jurisdiccional.
El juez deberá proceder con conocimiento de causa y resolver en mérito de los
instrumentos públicos constitutivos del estado civil que comprueben el error. A falta de
estos instrumentos, resolverá, previa información sumaria y audiencia de los parientes.
Se trata de una gestión judicial de carácter no contencioso, pero si se dedujere oposición
por legítimo contradictor, el negocio se hará contencioso.
Haya o no habido oposición, el juez antes de resolver deberá oír a la Dirección General
del Registro Civil Nacional, para lo cual enviará los antecedentes completos.
Dicho trámite se omitirá cuando la solicitud de rectificación se funde en legitimaciones o
reconocimientos de hijos o cuando se trate de corregir errores u omisiones que revistan el
carácter de manifiestos en los términos indicados en la ley. En este caso el juez deberá
dejar testimonio de este hecho en la sentencia, expresando la causa de la omisión. La
sentencia que ordena la rectificación deberá subinscribirse al margen de la respectiva
partida.
Por su parte, la Ley N°17.344 regula el cambio de nombre por vía judicial, señalando que
sin perjuicio de los casos en que las leyes autorizan la rectificación de inscripciones del
registro civil, o el uso de nombres y apellidos distintos de los originarios a consecuencia
de una legitimación, legitimación adoptiva o adopción, cualquiera persona podrá solicitar,
por una sola vez, que se la autorice para cambiar sus nombres o apellidos, o ambos a la
vez, en los siguientes casos:
1. Cuando unos u otros sean ridículos, risibles o menoscaben a la persona moral o
materialmente
2. Cuando el solicitante haya sido conocido durante más de 5 años, por motivos
plausibles, con nombres o apellidos, o ambos, diferentes de los propios
3. En los casos de filiación no matrimonial o en que no se encuentre determinada la
filiación, para agregar un apellido cuando la persona hubiera sido inscrita con uno solo o
para cambiar uno de los que se hubieren impuesto al nacido, cuando fueren iguales.
4. En los casos en que una persona haya sido conocida durante más de 5 años con uno o
más de los nombres propios que figuran en su partida de nacimiento, el titular podrá
solicitar que se supriman en la inscripción, en la de su matrimonio y en las de nacimiento
de sus descendientes menores de edad, en su caso, el o los nombres que no hubiere
usado.
5. Cuando el nombre y los apellidos de la persona no son de origen español, podrá
solicitar se le autorice para traducirlos al castellano; y podrá solicitar autorización para
cambiarlos, si la pronunciación o escrituración de los mismos es manifiestamente difícil en
un medio de habla castellana.

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Tratándose de menores de edad que carezcan de representante legal o, si teniéndolo éste
estuviere impedido por cualquier causa o se negare a autorizar al menor para solicitar el
cambio o supresión de los nombres o apellidos a que se refiere la Ley N°17.344, el juez
podrá resolver, con audiencia del menor, a petición de cualquier consanguíneo o de éste o
del defensor de menores y aún de oficio.
El Juez competente para conocer de las gestiones de cambio de nombre será el Juez de
letras en lo Civil del domicilio del peticionario.
La solicitud correspondiente deberá publicarse en extracto en el Diario Oficial de los días
1 o 15 de cada mes, o al día siguiente hábil si dicho diario no apareciere en las fechas
indicadas. La publicación será gratuita.
El extracto, redactado por el Secretario del Tribunal, contendrá necesariamente la
individualización del solicitante y la individualización de los nombres y apellidos que éste
pretende usar en reemplazo de los propios.
Dentro del término de 30 días contados desde la fecha del aviso, cualquiera persona que
tenga interés en ello podrá oponerse a la solicitud. En tal caso el oponente allegará,
conjuntamente con su oposición, los antecedentes que la justifiquen y el juez procederá
sin forma de juicio, apreciando la prueba en conciencia y en mérito de las diligencias que
ordene practicar.
Si no hubiere oposición, el tribunal procederá con conocimiento de causa, previa
información sumaria.
No será necesaria la publicación en el Diario Oficial, ni se admitirá oposición en el caso
del Inc.3 del Art.1, esto es, en el caso que los nombres o apellidos sean ridículos, risibles
o menoscaben a la persona moral o materialmente.
En todo caso será obligatorio oír a la Dirección General del Registro Civil e Identificación.
No se autorizará el cambio de nombre o apellido o supresión de nombres propios si del
respectivo extracto de filiación que remitirá la Dirección apareciere que el solicitante:
1. se encuentra actualmente procesado. (Debiera decir formalizado).
2. ha sido condenado por crimen o simple delito que merezca pena aflictiva, a menos que
en este último caso hubieren transcurrido más de 10 años contados desde la fecha en
que quedó ejecutoriada la sentencia de condena y se encuentre cumplida la pena.
En virtud de la sentencia que autorice el cambio de nombres o apellidos, o de ambos a la
vez, o la supresión de nombres propios se procederá a la modificación de la partida de
nacimiento y sólo surtirá efectos legales una vez que se extienda la nueva inscripción en
conformidad a la ley.
De esta manera, sólo una vez modificada la partida de nacimiento, la persona que haya
cambiado sus nombres o apellidos sólo podrá usar en el futuro, en todas sus actuaciones,
su nuevo nombre en la forma ordenada por el juez. El uso malicioso de los primitivos
nombres o apellidos y la utilización fraudulenta de los nuevos para eximirse del
cumplimiento de obligaciones contraídas con anterioridad al cambio de ellos, serán
sancionados con la pena de presidio menor en su grado mínimo.

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El cambio de apellido no podrá hacerse extensivo a los padres del solicitante, y no
alterará la filiación; pero alcanzará a los descendientes legítimos sujetos a patria potestad,
y también a los demás descendientes que consientan en ello. (recuérdese que
actualmente sólo se distingue la filiación matrimonial de la no matrimonial y la ley concede
la patria potestad a ambos padres, sin distinguir)
Si el solicitante es casado o tiene descendientes menores de edad, deberá pedir también,
en el mismo acto en que solicite el cambio de su apellido, la modificación pertinente en su
partida de matrimonio y en las partidas de nacimiento de sus hijos.
3. ESTADO CIVIL
El Código Civil en el Art.304 define el estado civil como “la calidad para ejercer ciertos
derechos o contraer ciertas obligaciones civiles”
Dicha definición se critica en cuanto corresponde o más bien dice relación con la
capacidad que con el estado civil en sí mismo.
Se acostumbra definir el estado civil como la posición permanente que un individuo
ocupa en la sociedad, en orden a sus relaciones de familia, en cuanto le confiere o
impone determinados derechos y obligaciones civiles.
El estado civil produce diversos efectos:
1. Da origen a derechos y obligaciones.
2. Da origen al parentesco
El estado civil emana de distintas clases de hechos: de hechos ajenos a la voluntad
humana, como la muerte y de la voluntad humana, de la realización de hechos jurídicos,
como el matrimonio o el reconocimiento de un hijo.
El estado civil es propio de las personas naturales; las personas jurídicas no tienen estado
civil porque carecen de relaciones de familia.
Como atributo de la personalidad, el estado civil presenta las siguientes características:
- Todo individuo tiene un estado civil.
- El estado civil es uno e indivisible. Un individuo puede tener más de un estado civil
cuando el origen del estado civil emana de hechos diferentes; la unidad e indivisibilidad se
relaciona con un mismo hecho de origen y así por ejemplo un individuo no puede ser
soltero para unos y casado para otros. Por lo mismo, las sentencias que se dictan en
materia de estado civil producen efectos absolutos.
- Las leyes sobre el estado civil son de orden público y, por ende, el estado civil está fuera
del comercio y no puede renunciarse, transferirse ni transmitirse. El artículo 2.450 señala
expresamente que no se puede transigir sobre el estado civil de las personas y de
acuerdo al Art. 2498 el estado civil no puede adquirirse por prescripción en cuanto dicha
norma señala que sólo pueden adquirirse por prescripción las cosas que están en el
comercio humano.
- El estado civil es permanente. Un estado civil no se pierde mientras no se adquiera otro.

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a) El parentesco
Como dijimos, el estado civil da origen al parentesco.
El parentesco es la relación de familia que existe entre dos personas y puede ser de
consanguinidad (o natural), legal o por afinidad, y de adopción.
- Parentesco por consanguinidad es la relación de sangre que hay entre dos personas
que descienden las unas de las otras o de un tronco progenitor común.
- Parentesco por afinidad es la relación que existe entre una persona que está o ha
estado casada y los consanguíneos de su marido o mujer.
- Parentesco de adopción es el que resulta de la adopción.
En el parentesco por consanguinidad hay que distinguir la línea y el grado.
La línea es la serie de parientes que descienden los unos de los otros o de un autor
común. Puede ser recta, que es la que forman las personas que descienden unas de
otras; o colateral, que es la forman las personas que sin descender unas de otras, tienen
un progenitor común.
Se entiende por grados, el número de generaciones que separan a los parientes. Los
grados de consanguinidad entre dos personas, dice el artículo 27 del CC, se cuentan por
el número de generaciones.
Entre parientes en línea recta, hay tantos grados como generaciones. Así el nieto esta en
segundo grado con el abuelo, porque del nieto a su padre hay una generación y de éste al
abuelo, otra.
En la línea colateral, para contar los grados hay que subir de uno de los parientes al
ascendiente común, contando el número de generaciones que los separan y añadir el
número de generaciones que se cuentan descendiendo del tronco hacia el otro pariente.
Así, los hermanos son parientes en segundo grado; este es el grado más próximo en la
línea colateral; no hay parentesco por consanguinidad en la línea colateral en primer
grado.
Antes de la Ley N°19.585 el parentesco por afinidad podía ser legítimo o ilegítimo.
Afinidad legítima era la que existía entre una persona que está o ha estado casada, y los
consanguíneos de su marido o mujer.
Afinidad ilegítima era la que existía entre una de dos personas que no han contraído
matrimonio y se han conocido carnalmente, y los consanguíneos de la otra.
Hoy en día el parentesco por afinidad es únicamente el que antes se conocía como
afinidad legítima.
La afinidad sólo existe entre una de las personas que se han conocido carnalmente y los
parientes consanguíneos de la otra. Pero no hay parentesco entre los consanguíneos de
la una con los consanguíneos de la otra, como tampoco lo hay entre los cónyuges.
La línea y el grado de afinidad de una persona con un consanguíneo de la otra a quien ha
conocido carnalmente, se califican por la línea y el grado de consanguinidad de ésta

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última persona con dicho consanguíneo. Así el marido está en primer grado de afinidad,
en la línea recta, con los hijos de su mujer, habidos en anterior matrimonio; y en segundo
grado de afinidad, en la colateral, con los hermanos de su mujer.
b) El Registro Civil
El Registro Civil es el servicio público que organiza y registra de un modo auténtico los
hechos que constituyen y modifican el estado civil de las personas.
Se da también el nombre de registro civil a los libros en que se anotan los hechos
constitutivos o modificatorios del estado civil de las personas.
Los libros o simplemente registros, en los cuales se estampan las inscripciones de dichos
hechos o actos son:
-El Libro de Nacimientos
-El Libro de Matrimonios
-El Libro de Defunciones
También existe un registro especial para la anotación de las nacidos muertos.
Los libros se llevan por duplicado para asegurar su conservación.
Los certificados son documentos expedidos por los Oficiales del Registro Civil para dar fe
de las inscripciones y subinscripciones efectuadas en los registros, y que han venido a
reemplazar a las partidas de los antiguos libros parroquiales a que alude el Código Civil.
Tienen carácter de instrumento público, porque dan fe de declaraciones o hechos
ocurridos ante funcionarios públicos en asuntos de su competencia.
Las subinscripciones son anotaciones de actos relacionados con determinada inscripción
y que se hacen al margen de ésta en el sitio destinado a este efecto en los registros.
c) De la Prueba del Estado Civil
Conforme al Art.305, el estado civil se prueba por medio de la correspondiente partida o
certificado (certificados de matrimonio, de nacimiento y de muerte). Las partidas
constituyen el medio principal de prueba.
Pero además la ley establece medios de prueba supletorios para el caso en que falten
tales documentos. Así la falta de las partidas respectiva podrá suplirse:
Por otros documentos auténticos referentes a dicho estado civil o que con él tengan
relación (por ejemplo, un testamento en que el padre reconoce a un hijo)
Por las declaraciones de testigos que hayan presenciado los hechos que constituyen el
estado civil
En defecto de estas pruebas por la notoria posesión del estado civil
En general, la posesión notoria del estado civil consiste en demostrar que se ha gozado
de un estado civil a la vista de todos y sin protesta o reclamo de nadie.
4. DOMICILIO

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El domicilio precisa el lugar en que el individuo es considerado siempre presente, aunque
momentáneamente no lo esté, para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones.
La función del domicilio no es otra que la permitir ubicar a la persona, de una manera
regular, cierta y permanente, para todos los efectos jurídicos.
En el lenguaje vulgar se llama domicilio la morada de una persona. En la terminología
jurídica, el domicilio tiene un sentido diferente cual es el de asiento legal de la persona.
Existen dos concepciones diversas sobre el domicilio: una teoría clásica y otra teoría del
domicilio-noción concreta.
- La teoría clásica plantea que el domicilio no es un lugar sino una noción ficticia y
abstracta, de manera que el domicilio viene a ser la relación jurídica entre una persona y
un lugar, donde aquella se considera presente para el ejercicio de sus derechos y el
cumplimiento de sus obligaciones.
- La teoría de la noción concreta plantea que el domicilio es el asiento que la ley crea con
el objeto de conseguir una relación entre la persona y un lugar determinado, pero no es la
relación misma, no es una noción abstracta y ficticia, sino concreta, es un lugar en que la
ley supone siempre presente a una persona para los efectos jurídicos. La doctrina y
legislación moderna se inclina por la concepción concreta.
Se estima que nuestro Código Civil sigue la concepción concreta del domicilio
considerándole un lugar, conclusión que se ve confirmada por las fuentes de que se sirvió
Bello en esta materia, tales como las obras de Savigny y Merlin, autores que
consideraban el domicilio un lugar.
De acuerdo al Art.59 del CC, “el domicilio consiste en la residencia, acompañada
real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella.”
En relación con este concepto debemos precisar 4 conceptos:
- HABITACIÓN: se entiende por tal el asiento ocasional y esencialmente transitorio de una
persona.
- MORADA: es la casa donde se habita permanentemente, se vive en ella, es la vivienda
o el hogar.
- RESIDENCIA: es el lugar donde se encuentra radicada una persona en un momento
determinado, el lugar donde habitualmente permanece. Es un concepto esencialmente
jurídico.
- DOMICILIO: consiste en la residencia, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo
de permanecer en ella.
a) Importancia del Domicilio
El domicilio tiene gran importancia para los actos de la vida jurídica:
- El pago de otra cosa que un cuerpo cierto, si no se ha estipulado un lugar determinado,
debe hacerse en el domicilio del deudor (art. 1588)

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- La sucesión de una persona se abre en su último domicilio.
- En general, es competente para conocer una demanda civil o para intervenir en una acto
no contencioso, el juez del domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de las
reglas especiales en la materia.
- Es competente en materia de quiebra, cesión de bienes y convenios entre deudor y
acreedores, el juez del domicilio del fallido.
- Es competente para conocer de las diligencias relativas a la apertura de la sucesión,
formación de inventarios, tasación y partición de bienes de la sucesión, el juez del último
domicilio del causante.
- Es competente para declarar la muerte presunta el Juez del último domicilio del
desaparecido en Chile.
- Los factores de conexión en el impuesto a la renta además de la fuente de las rentas
están dados por la residencia o domicilio del contribuyente.
b) Importancia de la Residencia
En general, la residencia carece de significación jurídica; pero hay casos en que el
derecho le asigna un rol de importancia:
- La mera residencia hace las veces de domicilio civil respecto de las personas que no
tienen domicilio civil en otra parte (Art.68).
- La residencia, junto al domicilio, se utiliza como factor de conexión en la Ley de
Impuesto a la Renta.
a) Clasificación del Domicilio
- DOMICILIO CIVIL Y DOMICILIO POLITICO
El domicilio político es relativo al territorio del Estado en general (Art.60). El que lo tiene o
adquiere es o se hace miembro de la sociedad chilena, aunque conserve la calidad de
extranjero. El domicilio político se toma en cuenta para los efectos de Derecho Público,
especialmente para los efectos del ejercicio de los derechos cívicos.
El domicilio civil es relativo a una parte determinada del territorio del estado (Art.61).
El domicilio civil puede a su vez dividirse en general y especial.
Domicilio general es el que se aplica a la generalidad de los derechos y de las
obligaciones que entran en la esfera del derecho civil.
Domicilio especial es el que sólo se refiere al ejercicio de ciertos derechos o a relaciones
jurídicas determinadas.
Tanto el domicilio general como el especial pueden ser legales o voluntarios, según lo fije
la ley o la voluntad de las partes.
Domiciliados y Transeúntes
El Código Civil, entre otras clasificaciones que hace de las personas, distingue entre
domiciliados y transeúntes.

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Domiciliados son las que tienen domicilio en el territorio del Estado en general o en una
parte determinada de él.
Transeúntes son quienes no tienen domicilio en el territorio del Estado o en una parte de
él.
Esta división, por la amplitud de sus términos, dice relación tanto con el domicilio político
como civil, pero generalmente se alude a los transeúntes y a los domiciliados
políticamente.
Domicilio Civil
El domicilio civil se llama también vecindad y es el relativo a una parte determinada del
territorio del Estado.
Considerando que actualmente la unidad básica de la división territorial de la República es
la Comuna, el domicilio civil viene a ser el relativo a una comuna determinada.
Concordando las distintas disposiciones sobre la materia que contiene el CC, puede
decirse que el domicilio civil consiste en la residencia en una parte determinada del
territorio del Estado, acompañada, real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en
ella.
Elementos del domicilio civil
Los elementos constitutivos del domicilio son:
1. La residencia. Se trata de un elemento material, puesto que la residencia es
susceptible de ser reconocida por medio de los sentidos y, por lo tanto, es fácil de
determinar. Corresponde al lugar donde se encuentra radicada una persona en donde
tiene su asiento con relativa permanencia.
2. El ánimo de permanecer en esa residencia. El ánimo es un elemento moral, mental o
psicológico, y no puede ser conocido sino por manifestaciones externas que lo revelen o
supongan.
Hay dos especies de ánimo: el real y el presunto. El primero es el que tiene una existencia
cierta y efectiva; el segundo es el que se deduce de ciertos hechos o circunstancias.
La intención de permanecer en el lugar de residencia no debe interpretarse como ánimo
de quedar ahí para siempre, sino por largo tiempo, hasta que surjan razones que obliguen
al cambio de domicilio. Pero es preciso que el ánimo no sea sólo de permanecer
temporalmente en el lugar de residencia para un fin determinado y por el tiempo que éste
dure. Por eso el enfermo que ingresa al sanatorio para seguir un tratamiento, por muy
largo que éste sea, no constituye domicilio en ese lugar.
Los dos elementos, ánimo y residencia, son necesarios para constituir domicilio. La
residencia actual, por larga que sea, no basta por sí sola para constituirlo porque la
persona puede conservar el ánimo de volver a la residencia anterior. El ánimo por sí solo
tampoco es suficiente para constituir domicilio si no hay efectivamente un cambio de
residencia.

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Pero el sólo ánimo basta para CONSERVAR el domicilio si se abandona la residencia con
la intención de volver a ella, la falta de permanencia en el lugar, por prolongada que sea,
no hace perder el domicilio. Esto es lo que se conoce como ánimo presuntivo negativo
pues en el nuevo lugar de residencia no se manifiesta en forma alguna el ánimo de
permanecer, sino al contrario. De ahí que se diga que el ánimo es el principal de los
elementos constitutivos del domicilio.
Caracteres del Domicilio
De acuerdo con la teoría clásica, el domicilio es fijo, necesario y único.
1. Fijeza del domicilio: éste no cambia por el simple hecho de que la persona se traslade
a vivir a otro lugar; mientras la nueva residencia no vaya acompañada del ánimo de
permanecer en ella no constituirá domicilio sino simple residencia.
2. Necesidad u obligatoriedad del domicilio: del hecho de existir la persona se sigue
que tiene necesariamente un domicilio. Por ello, la mera residencia hace las veces de
domicilio civil respecto de las personas que no tienen domicilio civil en otra parte pues no
se admite que la persona carezca de domicilio.
3. Unidad del domicilio: ya que la persona es única, el domicilio debe también ser sólo
uno.
No todos siguen la teoría clásica, así hay quienes estiman que el domicilio es sólo un
medio de individualizar la persona, los que admiten la posibilidad de que un individuo
carezca de él o que no tenga domicilio conocido. En todo caso las personas sin domicilio
constituyen excepción; la regla general es que todo individuo tenga uno.
Por otra parte, el domicilio único no se adapta a las condiciones de la vida moderna.
Nuestro Código, adelantándose a su época, acepta la pluralidad de domicilio.
La pluralidad de domicilio puede tener importantes consecuencias, porque si la persona
tiene varios domicilios, en todos ellos podrá ejercer sus derechos y contraer obligaciones,
cuyo cumplimiento podrá exigírsele en cualquiera de ellos.
- DOMICILIO LEGAL
El domicilio legal o de derecho es el que la ley impone de oficio a ciertas personas, en
razón del estado de dependencia en que se encuentran con respecto a otras o por
consideración al cargo que desempeñan.
Dentro del domicilio legal cabe el domicilio de origen, que es el que tiene el hijo al
momento de nacer. Por lo general, este domicilio es el que tiene el padre el día del
nacimiento del hijo.
El domicilio legal es un verdadero imperativo de la ley. De ahí que siempre tenga carácter
forzoso y que en algunos casos sea ficticio.
El domicilio legal debe estar manifiestamente establecido por la ley y no puede
extenderse por analogía o por otro principio de hermenéutica legal. Su interpretación es,
pues, restrictiva.
Personas sometidas a domicilio legal

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1. el que vive bajo patria potestad
2. los interdictos
3. los criados o dependientes
4. ciertos funcionarios
Hasta la dictación de la Ley N°18.802 la mujer casada en régimen de sociedad conyugal
tenía como domicilio legal el del marido, lo que desapareció con la ley mencionada que
otorgó plena capacidad a la mujer.
Cabe mencionar que las personas sometidas a domicilio legal, con excepción de los
incapaces absolutos, pueden tener además un domicilio independiente y especial.
Efectivamente en el caso de los relativamente incapaces, ellos pueden tener otro domicilio
para los efectos de ejercer derechos o cumplir obligaciones emanadas de actos en que el
incapaz puede actuar por sí sólo, como en el caso del peculio profesional o industrial del
hijo de familia.
Ello no es posible respecto de los absolutamente incapaces ya que en atención a la
naturaleza de su incapacidad no pueden actuar en la vida jurídica sino representados.
Por cierto que los funcionarios y dependientes pueden tener domicilio especial, pues nada
se opone a ello.
1. El que vive bajo patria potestad
De acuerdo al Art.72 “el que vive bajo la patria potestad sigue el domicilio paterno o
materno, según el caso”.
Ello se aplica tanto a los hijos de filiación matrimonial como no matrimonial ya que la Ley
N°19.585 otorgó la patria potestad sin distinguir si se trataba de un hijo de filiación
matrimonial o no.
El domicilio subsistirá sólo mientras el hijo viva bajo la patria potestad, paterna o materna.
Si el menor no está sujeto a patria potestad y se le nombra un guardador, seguirá el
domicilio de dicho guardador.
De acuerdo a la actual Ley de Adopción N°19.620, la adopción confiere al adoptado el
estado civil de hijo de los adoptantes, con todos los derechos y deberes recíprocos
establecidos en la ley, y extingue la filiación de origen. De manera que el adoptante tiene
la patria potestad del menor adoptado por lo que éste tendrá como domicilio legal el del
adoptante.
2. Los interdictos
Los interdictos, esto es, las personas a quienes se priva legalmente de administrar sus
bienes, siguen el domicilio de sus curadores.
Pueden declararse en interdicción los dementes, los sordomudos que no pueden darse a
entender por escrito y los disipadores.
3. Los criados y dependientes

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Los criados y dependientes tienen el domicilio de la persona a cuyo servicio están,
siempre que residan en la misma casa que ella y no tengan un domicilio derivado de la
patria potestad o la guarda. (Art.73)
En definitiva los requisitos para que el criado o dependiente tenga el domicilio de su
empleador son 3:
a) Que el criado trabaje habitualmente en la casa de la persona de que se trate y no con
intermitencia.
b) Que el criado o dependiente resida en la misma casa del empleador, esto es, que viva
bajo el mismo techo.
c) Que el criado o dependiente no tenga un domicilio legal derivado de la patria potestad o
la guarda porque estos domicilios se aplican con preferencia.
4. Personas domiciliadas legalmente en razón de sus funciones
De acuerdo con el Art.66 CC, “los obispos, curas y otros eclesiásticos obligados a una
residencia determinada tienen su domicilio en ella.”
Dicha disposición, tras la separación de la iglesia y el Estado, ya no se justifica.
A veces se comete el error de señalar como domicilio legal el de los jueces, sin embrago,
los jueces únicamente están obligados a residir en el territorio jurisdiccional del tribunal en
que prestan funciones. En la generalidad de los casos, los jueces tendrán su domicilio en
el lugar en que ejercen sus funciones, porque seguramente concurrirá en ellos el ánimo
de permanecer allí, pero si no concurre este elemento, no será así. No se trata entonces
de un domicilio legal ya que si bien de acuerdo al Art.64 se presume a su respecto el
ánimo de permanecer en ese mismo lugar, los jueces pueden destruir esa presunción ya
que es simplemente legal.
- DOMICILIO REAL O DE HECHO
Toda persona puede establecer su domicilio donde le plazca, a menos que la ley
expresamente le imponga uno.
Este domicilio que las personas eligen a su arbitrio se llama libre o voluntario, real o de
hecho.
Todo individuo tiene un domicilio de origen desde el momento mismo que nace. Se trata
de una especie de domicilio legal, y por lo general es el que tiene el padre o la madre el
día del nacimiento del hijo.
Por ello el estudio debe concretarse, no a la formación del domicilio sino al cambio de
domicilio.
Para que haya cambio de domicilio es preciso que concurran copulativamente 2
condiciones:
1. La residencia de la persona en otro lugar distinto
2. La intención de permanecer o establecerse en el lugar de la nueva residencia

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La prueba de la residencia es fácil porque se trata de un hecho material. Como la ley no
ha fijado un tiempo mínimo de residencia, la residencia más corta basta para el cambio de
domicilio si va acompañada del ánimo de permanecer en el nuevo lugar.
Tratándose del ánimo de permanecer, no resulta fácil determinar su existencia, de ahí que
la ley establezca presunciones en ese orden.
Las presunciones que la ley establece al respecto son positivas y negativas, es decir, en
algunos casos la ley presume el ánimo de constituir un nuevo domicilio, y en otros,
deduce de ciertos hechos que no hay ánimo de cambiar domicilio.
1. presunciones positivas
Están en los Arts.62 y 64.
El Art.62 dice que “el lugar donde un individuo está de asiento o donde ejerce
habitualmente su profesión u oficio, determina su domicilio civil o vecindad.”
Por su parte, el Art.64 indica que “se presume desde luego el ánimo de permanecer y
avecindarse en un lugar, a) por el hecho de abrir en él tienda, botica, fábrica, taller,
posada, escuela u otro establecimiento durable, para administrarlo en persona; b) por el
hecho de aceptar en dicho lugar un cargo concejil, c) o un empleo fijo de los que
regularmente se confieren por largo tiempo; d) y por otras circunstancias análogas.”
2. presunciones negativas
Los Arts.63 y 65 establecen los hechos que no hacen presumir cambio de domicilio.
De acuerdo al Art.63, “no se presume el ánimo de permanecer, ni se adquiere,
consiguientemente, domicilio civil en un lugar, por el sólo hecho de habitar un individuo
por algún tiempo casa propia o ajena en él, si tiene en otra parte su hogar doméstico o por
otras circunstancias aparece que la residencia es accidental, como la del viajero, o la del
que ejerce una comisión temporal, o la del que se ocupa en algún tráfico ambulante.”
El mismo criterio informa el Art.65 que dice “el domicilio civil no se muda por el hecho de
residir el individuo largo tiempo en otra parte, voluntaria o forzadamente, conservando su
familia y el asiento principal de sus negocios en el domicilio anterior. Así, confinada por
decreto judicial a un paraje determinado, o desterrado de la misma manera fuera de la
República, retendrá el domicilio anterior, mientras conserve en él su familia y el principal
asiento de sus negocios.”
Todas estas presunciones son simplemente legales y, por lo tanto, pueden destruirse
demostrando lo contrario de lo que suponen.
Pluralidad de domicilio
Dice el Art.67: “Cuando concurran en varias secciones territoriales, con respecto a un
mismo individuo, circunstancias constitutivas de domicilio civil, se entenderá que en todas
ellas lo tiene; pero si se trata de cosas que dicen relación especial a una de dichas
secciones exclusivamente, ella sola será para tales casos el domicilio civil del individuo.”

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Existe consenso entonces, respecto a la posibilidad de pluralidad de domicilios
especiales. Se discute, en cambio, se la legislación chilena admite la pluralidad de
domicilios generales.
Algunos responden negativamente, porque sería imposible que en dos o más lugares
puedan concurrir, respecto de una persona, las circunstancias constitutivas del domicilio
civil general (residencia y asiento principal de los negocios)
Otros, que forman la opinión predominante, admiten la pluralidad de domicilios generales
ya que no existe ningún inconveniente para ellos, ni en los hechos ni en el derecho.
La pluralidad de domicilios es una excepción, de manera que corresponde probarla a la
parte que la invoque o alegue. Al efecto deberá probar que concurren todas las
circunstancias constitutivas de domicilio en las diversas secciones territoriales, ya que tal
es la condición que exige la ley para la pluralidad de domicilio.
- DOMICILIO ESPECIAL
Al lado del domicilio general u ordinario hay domicilios especiales, los cuales sólo se
refieren al ejercicio de ciertos derechos o a relaciones jurídicas determinadas.
El domicilio especial puede ser elegido por las mismas partes (domicilio convencional) o
puede la ley imponerlo u obligar a elegirlo.
Así, la ley señala que para los efectos de las notificaciones que deban practicarse por
cédula, el CPC impone la obligación a los litigantes de designar, en su primera gestión
judicial, domicilio conocido dentro de los límites urbanos del tribunal.
Otro caso de domicilio especial es el del fiador, atendido que de acuerdo al Art.2350 CC,
el obligado a prestar fianza debe dar un fiador que esté domiciliado o elija domicilio dentro
de la jurisdicción de la respectiva Corte de Apelaciones.
1. Domicilio Convencional
A fin de evitar gastos, molestias y dificultades que puedan interesar a las personas que
celebran un contrato, o a una de ellas, al tener que acudir al domicilio general y real de la
contraparte; la ley permite que un contrato, las partes puedan establecer de común
acuerdo un domicilio civil especial para los actos judiciales o extrajudiciales a que dé lugar
el mismo contrato. (Art.69)
Es esencial que ambas partes acepten el domicilio elegido. Esta mutua aceptación es lo
que da fisonomía contractual al domicilio de que se habla. De ahí también que la simple
enunciación que hacen las partes de su domicilio en un contrato, para el sólo efecto de
individualizarse, no importa el establecimiento de un domicilio convencional.
Las partes que establecen un domicilio convencional, deben ser capaces de contratar.
El domicilio convencional debe determinarse y no fijarse vagamente; por ello la
jurisprudencia ha resuelto que carece de valor la cláusula que fija como domicilio del
deudor “el lugar que el acreedor designe” o “donde se pide judicialmente el cumplimiento
del contrato.”.

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No es necesario que el domicilio convencional se fije siempre en el mismo contrato
respecto del que se establece, sino que puede perfectamente hacerse la designación en
una convención o acto posterior; el que se entenderá incorporado al contrato original.
La elección de domicilio puede cumplirse simplemente con la designación de una sección
territorial (comuna); pero puede señalarse asimismo una casa en especial.
A veces se elige el domicilio real, entendiendo por tal el que tenían las partes al celebrar
el contrato. Y este domicilio entonces, subsiste como convencional cuando deja después
de ser real para una o ambas partes. Subsiste aunque la parte que lo constituyó haya
muerto y los herederos se domicilien en otro lugar.
Efectos del domicilio convencional
Todo domicilio convencional es especial y sólo vale para el caso respecto del cual fue
establecido; para toda otra operación, subsiste el domicilio real.
Salvo estipulación en contrario, los efectos del domicilio convencional consisten, de
acuerdo con el artículo 69, en que deben realizarse en él los actos judiciales o
extrajudiciales a que diere lugar el contrato para el cual se estableció.
Entre estos efectos, resalta por su importancia la Prórroga de Competencia.
En virtud de este efecto del domicilio convencional, los jueces del domicilio elegido, y no
los jueces naturales, deben entender en todo lo relativo al contrato, a su ejecución y
cumplimiento, a las indemnizaciones a que diere lugar, etc.
Ahora bien, si el domicilio convencional se ha fijado sin señalamiento de casa
determinada, se plantea la duda de dónde debe realizarse la citación o el emplazamiento
para contestar la demanda y las notificaciones que deban hacerse al demandado.
Una opinión sostiene que las diligencias deben practicarse en el domicilio convencional,
supliéndose la falta de ubicación o certeza de los medios generales que establece el
CPC.
Otra opinión afirma que las diligencias deben efectuarse en el domicilio real,
correspondiendo al juez del domicilio especial tomar las providencias necesarias al efecto.
Aceptar otro camino equivaldría a dejar en la indefensión al demandado.
En cuanto a la competencia para declarar la nulidad del contrato que contempla domicilio
especial, surge la interrogante de si corresponde o no al juez del domicilio convencional.
La mayoría de los autores dice que en este caso las acciones deben ejercitarse ante el
juez del domicilio real, porque la nulidad pugna con el cumplimiento del contrato y porque
sería contradictorio que la misma parte que alega la nulidad se funde en las cláusulas del
contrato cuya nulidad pretende.
Una minoría piensa que la acción de nulidad puede ser interpuesta en el domicilio
convencional, porque todo acto se presume válido mientras el juez no declare su nulidad y
siendo así debe recurrirse al juez del domicilio convencional. Además, nuestra ley no
limita el establecimiento del domicilio convencional para los efectos del cumplimiento del
contrato, como ocurre en otras legislaciones, sino que el domicilio convencional se

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establece para “los actos judiciales o extrajudiciales a que diere lugar”, y la acción de
nulidad se traduce en un acto judicial a que da lugar el contrato, que debe presumirse
válido mientras no se declare judicialmente lo contrario. Por lo demás, el juez podría en
definitiva rechazar la acción de nulidad y estimar que el contrato es válido.
Esta última opinión reconoce eso sí que si el domicilio convencional está fijado en el sólo
interés del demandante, puede éste emplazar al demandado en el domicilio real si a sí lo
prefiere pues nada se opone a que renuncie a su derecho de acudir ante el juez del
domicilio convencional.
Cabe señalar que los efectos del domicilio convencional se suspenden con respecto a los
juicios universales, que son los que se refieren a todo el patrimonio de las persona: juicio
sucesorio, juicio de quiebra.
Duración del domicilio convencional
La elección de domicilio convencional es una cláusula accesoria del contrato o
convención y que dura lo que dure aquel.
Así el domicilio, a la muerte de la parte que lo pactó, pasa a sus herederos quienes deben
respetarlo como a la convención misma a la cual se refiere.
Asimismo, el domicilio convencional no puede cambiarse por la sola voluntad de la parte
que lo ha escogido, a menos que la elección haya sido hecha sólo en su interés exclusivo.
El autor de la elección de domicilio está obligado para la convención y, para modificarla,
precisa el consentimiento de la otra parte.
Renuncia del domicilio convencional
Si el domicilio convencional se ha elegido en interés de ambas partes, ninguna de ellas
puede modificarle unilateralmente; pero si la elección se ha realizado sólo a favor de una
de ellas, ésta puede renunciarlo, pues la renuncia mira sólo a su interés individual y no se
encuentra prohibida por la ley.
Y así, el acreedor en cuyo beneficio se estipuló el domicilio especial, puede demandar al
deudor en el domicilio ordinario de éste y no en el que fija el contrato.
5. CAPACIDAD DE GOCE
La capacidad de goce es la aptitud de una persona para adquirir derechos.
El concepto de personalidad se confunde con el concepto de capacidad de goce ya que
toda persona, todo sujeto de derecho tiene capacidad de goce, esto es, tiene la aptitud
para adquirir derechos.
Por eso, dentro de nuestra legislación, no hay incapacidades de goce generales, solo hay
incapacidades de goce especiales, referentes a uno o más derechos determinados.
Es así como se define la incapacidad especial de goce como la falta de aptitud de una
persona para ser titular o para adquirir ciertos y determinados derechos. Ejemplo de ellos
es la incapacidad del eclesiástico confesor, art. 965.

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Puede decirse que la capacidad de goce está vinculada al patrimonio y por ello hay
quienes sostienen que el patrimonio es un atributo de la personalidad.
6. PATRIMONIO
Los autores dan diversas definiciones del patrimonio, pero todas coinciden en el fondo.
Josserand dice que “es el conjunto de valores pecuniarios, positivos o negativos,
pertenecientes a una misma persona, figurando unos en el activo y otros en el pasivo.”
Planiol manifiesta que corresponde a “el conjunto de derechos y obligaciones de una
persona, apreciables en dinero.”
Estas definiciones no son absolutamente exactas, pero sirve como punto de partida para
el estudio del patrimonio. Para el análisis del patrimonio existen dos teorías: la Teoría
Clásica y la Teoría del Patrimonio Afectación.
a) Teoría Clásica del Patrimonio
Para esta teoría, el patrimonio está íntimamente ligado indisolublemente a la
personalidad, constituyendo un atributo y emanación de la personalidad.
Las características esenciales del patrimonio siguiendo esta teoría son las siguientes:
- El patrimonio es de carácter esencialmente pecuniario.
De manera que el patrimonio comprende todos los derechos con valor pecuniario o
económico pertenecientes a una persona y todas las obligaciones que representan una
valor pecuniario y que ha contraído con otra persona.
En consecuencia, quedan fuera del patrimonio, los derechos que no tienen carácter
pecuniario, como los derechos de familia, los derechos políticos; en una palabra los
derechos extrapatrimoniales.
Pero la violación de los derechos extrapatrimoniales puede dar lugar a una acción civil de
reparación contra el causante del perjuicio, acción que teniendo por objeto la
indemnización de daños y perjuicios, presenta un carácter pecuniario y entra por esto al
patrimonio.
- El patrimonio constituye un todo de naturaleza jurídica: constituye una
universalidad jurídica
El patrimonio conforma un todo, independientemente de los distintos elementos que lo
componen. Por eso las modificaciones que se producen en el número de sus elementos,
las fluctuaciones que reducen el activo o el pasivo, no alteran el carácter de esta
universalidad, ni le impiden subsistir como una unidad distinta.
Los derechos que componen el patrimonio pueden extinguirse y ser reemplazados por
otros; las deudas pueden igualmente desaparecer y dejar sitio a otras nuevas; hasta
puede suceder que el pasivo sea superior al activo; todas estas transformaciones no
modifican la unidad ni la existencia del patrimonio.
Aún más, el patrimonio existe aunque no haya derechos ni obligaciones; toda persona
tiene necesariamente un patrimonio.

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Este carácter se patentiza en el derecho de prenda general, en a subrogación real y en la
fijación del patrimonio para los efectos de la sucesión por causa de muerte.
La universalidad del patrimonio, en cuanto masa distinta de sus componentes, expresa
una idea fundamental cual es que los acreedores tienen derecho de prenda general sobre
el patrimonio de su deudor, es decir, un derecho que grava todos sus bienes, presentes y
futuros. Este derecho de prenda no sujeta a los bienes en particular sino al patrimonio, por
eso los deudores pueden enajenar válidamente todos sus bienes, sin traba alguna,
debiendo ser respetadas por lo acreedores, salvo que se verifiquen en fraude de sus
derechos.
Asimismo, siendo el patrimonio una universalidad jurídica, los elementos que le componen
son intercambiables entre sí; el bien que del patrimonio es reemplazado, jurídicamente,
por el bien que le sucede, en virtud del fenómeno de la subrogación real. Por ejemplo, la
casa que yo compro toma la posición jurídica de la cosa de la cual me desprendo en
cambio, el dinero.
Por otra parte, a la muerte de una persona, su patrimonio se transmite a sus herederos,
en su totalidad, en cuanto universalidad jurídica. De esta manera los sucesores toman el
lugar del difunto; es un todo el que reciben y que acaba por fundirse con sus propios
patrimonios; la personalidad del “de cujus” (persona de cuya sucesión se trata) es
absorbida por la de sus continuadores.
- El patrimonio es un atributo o una emanación de la personalidad
De aquí se desprenden las siguientes consecuencias:
1. Sólo las personas pueden tener un patrimonio, porque sólo ellas pueden ser sujetos de
derechos y obligaciones.
2. Toda persona tiene necesariamente un patrimonio. La persona puede carecer de
bienes o incluso, tener únicamente deudas, pero no por ello carece de patrimonio.
3. Cada persona no tiene sino un patrimonio. El patrimonio es uno, como la persona;
todos los bienes y todas las cargas constituyen una masa única. Este principio puede
sufrir algunas excepciones, como en el caso del beneficio de inventario acordado al
heredero, y el beneficio de separación de patrimonios acordado a los acreedores del
difunto; beneficios que tienen por resultado separar ficticiamente entre las manos del
heredero dos masas de bienes: sus bienes personales y los que proceden del difunto, de
manera que parece tener dos patrimonios. Pero esto no es sino una ficción.
4. El patrimonio es inseparable de la persona. Mientras la persona vive no puede
desprenderse de su patrimonio; puede enajenar todos los bienes de que se compone,
pero no el patrimonio como universalidad jurídica.
La doctrina clásica ha sido objeto de varias críticas:
- la vinculación que se atribuye al patrimonio y la personalidad es tan estrecha y de tal
naturaleza que no permite distinguir el uno de la otra.
- El principio de la unidad no se conforma con la realidad jurídica, existiendo casos en que
una misma persona puede ser titular de patrimonios distintos, como en el caso de la

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aceptación de la herencia con beneficio de inventario. Sin embargo, se indica que ello
consiste en una ficción.
- Hay casos en que el patrimonio se encuentra dividido en distintas porciones, cada una
con un régimen de administración distinto, como es el caso del patrimonio de una mujer
casada en sociedad conyugal que desempeña una laboral remunerada en forma
separada de su marido.
b) Teoría del Patrimonio Fin o Patrimonio de Afectación
Para la concepción del patrimonio fin del patrimonio es un conjunto de bienes que
presentan un valor económico y que están afectados a una común destinación.
De manera que siempre que haya un conjunto de bienes, de derechos y obligaciones
afectados a la realización de un fin determinado, de naturaliza jurídica o económica, habrá
un patrimonio, por cuanto se constituye una masa autónoma de bienes, derechos y
obligaciones, organizados jurídicamente en forma especial.
De este principio de la teoría del patrimonio de afectación derivan consecuencias
opuestas a la de la teoría clásica.
Así, un patrimonio puede existir desde que los bienes que lo componen estén afectados a
un fin lícito, sin que sea necesario que una persona exista como su titular.
La personalidad debe distinguirse del patrimonio, pues aquella es la aptitud para adquirir y
ejercitar derechos, mientras que el patrimonio es un conjunto de bienes y obligaciones.
Una persona puede tener varios patrimonios, tantos como sean los fines que requieran
masas distintas para realizarse; y asimismo una persona puede carecer de patrimonio.
c) El Patrimonio en el Ordenamiento Jurídico Nacional
El derecho positivo chileno no contempla una reglamentación sistemática del patrimonio y
en diferentes oportunidades se refiere a él en distintos sentidos, de manera que resulta
bastante difícil determinar cuál es la concepción del patrimonio que se sigue en nuestro
ordenamiento.
En general se estima que entre nosotros se sigue la teoría clásica por razones históricas
ya que era la imperante en la época de la dictación del Código Civil.
Sin embargo, según algunos autores, ciertas normas no permiten concluir que nuestra
legislación siga la teoría clásica como ocurre con el Art.1247 que establece el beneficio de
inventario; o el Art.1378 que consagra el beneficio de separación.

7. DERECHOS DE LA PERSONALIDAD
Se dice que son un conjunto de derechos, aún no totalmente determinados, pero que son
inherentes a la persona humana. Como su violación es sancionada generalmente por la
responsabilidad civil, los tribunales, sobre todo en los países de una jurisprudencia más
avanzada que la nuestra, van agregando periódicamente nuevas situaciones que estiman

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merecedoras de la protección jurídica y que sólo pueden englobarse dentro del concepto
general de derechos de la personalidad.
Ducci hace una clasificación de estos derechos de la personalidad, distinguiendo aquellos
que se refieren a la individualidad de la persona y que comprenden dos órdenes de
conceptos: la integridad física y la libertad personal. En seguida, los que se refieren a la
protección de la personalidad civil de las personas; por último, los que dicen relación con
la protección de su personalidad moral.
a) Derechos a la individualidad
La individualidad comprende, en primer término, el derecho a la integridad física que
implica la protección de la vida y de la integridad corporal. Así, entonces, estos derechos
tienen protección constitucional en el Art.19 Nº1 de la CPR, que garantiza a todas las
personas el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona.
La violación a estos derechos, aunque no lleguen a ser constitutivos de un delito penal,
pueden constituir un delito o cuasi delito civil, las que en conformidad a lo dispuesto por
los Arts.2314 y SS del CC, dan origen a indemnización de perjuicios.
La protección de la individualidad, no ya como persona física, sino como persona libre,
comprende una serie de derechos que en general, pero no necesariamente, tiene el
individuo con relación al Estado; son definidos y reglamentados por el derecho público y
se encuentran establecidas en la Constitución.
b) Derechos a la personalidad civil
Los derechos que se refieren a la protección de la personalidad civil de las personas
consisten especialmente en el derecho al nombre, al estado civil y a la propia imagen.
Por ejemplo, el estado civil es protegido con diversas acciones civiles, entre las cuales
encontramos la acciones de reclamación de estado, que son aquellas que se ejercen para
determinar un estado que se tiene, pero que parece no tenerse; Ejemplo: La acción de
reclamación de paternidad.
En esta categoría se ha incluido el derecho a la propia imagen. Ejemplo: La libertad de
información, que justifica reproducir la imagen de personas que tienen una actuación
pública; igualmente en relación al sitio u ocasión en que una fotografía ha sido tomada; si
se trata de lugares o sucesos públicos, su publicación no puede ser subordinada al
consentimiento de cada una de las personas presentes. R.D.J. t.79, s. 5, P.111.
c) Derechos a la personalidad moral.
La protección de la personalidad moral implica la protección de su honor, de su reputación
e incluso de sus sentimientos de afección. Así, la Constitución asegura a todas las
personas el respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y
de su familia.
Antiguamente se señalaba que en nuestro país no se aceptaba la indemnización de
perjuicios provenientes del daño moral. Incluso aún queda en nuestro Código, la
anacrónica norma del Art.2331 que señala que las imputaciones injuriosas contra el honor
o el crédito de una persona no dan derecho para demandar una indemnización

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pecuniaria, a menos de probarse daño emergente o lucro cesante, que pueda apreciarse
en dinero, de modo que la reparación del daño moral, entendía la antigua doctrina y
jurisprudencia, no podía aceptarse en nuestro derecho.
Sin embargo, comienza a aceptarse la reparación por daño moral extracontractual, en
virtud de lo dispuesto por el Art.2314 que señala que todo daño debe ser reparado, por lo
que se incluye el daño moral. En materia contractual, por el contrario, la situación es
diferente, ya que sólo en el año 1994 comienza a indemnizarse algunos casos de daño
moral derivado del contrato.

LAS PERSONAS JURIDICAS

I. ORIGEN

El sistema jurídico ha debido reconocer, junto a la existencia de las personas


naturales, la existencia de otros entes denominados PERSONAS JURIDICAS, de modo
de hacer más fluidas las relaciones jurídicas.

Las personas naturales deben unirse a otras para progresar, aspirar al bien
común. Puede ocurrir que un conjunto de personas formen un todo orgánico, que
comienza a demostrar su propia individualidad, diferente de la de cada uno de sus
integrantes. Se formará así un nuevo ente, capaz de contraer derechos y obligaciones,
denominado persona jurídica.

Como personas, poseen los atributos de la personalidad, salvo, como es obvio, el


Estado Civil.

II. EVOLUCION HISTORICA

Aparecen ya mencionadas en la Ley de las XII Tablas. El derecho romano contenía


ciertas normas mínimas acerca de las corporaciones.

En el Derecho Feudal tendrían mayor recepción con el desarrollo de los gremios y


corporaciones, al punto que no era posible ejercer un oficio sino en el marco de una
corporación, rígidamente jerarquizada, en el sistema tripartito de aprendices, oficiales y
maestros.

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El individualismo propiciado por la Revolución francesa, rompe el corporativismo
medieval, llegando incluso por la ley de Chapelier a la abolición de los gremios y
corporaciones, proclamándose la libertad del trabajo, sin obligación de pertenecer a estos
organismos. Paradojalmente, la derogación de las regulaciones conducirá a la
desprotección de los artesanos y trabajadores en general.

Progresivamente, se fueron rehabilitando en la consideración política y jurídica, los


gremios y corporaciones, aceptándose la existencia de las fundaciones y corporaciones
como manifestación del derecho de asociación, aunque requiriendo la autorización del
Estado para su constitución, previa acreditación de su utilidad pública.

El Código Civil Chileno, fue uno de los primeros en tratar con mayor extensión lo
relativo a lo de las personas jurídicas sin fines de lucro. No obstante, el fuerte
individualismo en boga, seguía siendo poco favorable al corporativismo. Sin embargo, se
reguló en detalle lo concerniente a las sociedades, es decir las personas jurídicas con
fines de lucro, cuyo auge había sido paralelo a la Revolución Industrial de fines de los
siglos XVIII y comienzos del XIX.
III. CONCEPTO

SAVIGNY, define a las personas jurídicas como seres creados artificialmente,


capaces de
poseer bienes, de tener patrimonio. El jurista alemán, los concibe como una ficción
teórica que nuestro Código recepciona en su Art.545, cuyo tenor es el siguiente:

“Se llama persona jurídica una persona ficticia, capaz de ejercer derechos y
contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
Las personas jurídicas son de dos especies: corporaciones y fundaciones de
beneficencia pública. Las corporaciones de derecho privado se llaman también
asociaciones.
Una asociación se forma por una reunión de personas en torno a objetivos
de interés común a los asociados. Una fundación, mediante la afectación de bienes
a un fin determinado de interés general.
Hay personas jurídicas que participan de uno y otro carácter”.

RUGGIERO, las define como una colectividad disciplinada de personas y bienes


que tienen finalidad estable, permanente y a quien la autoridad le ha reconocido
capacidad en materias de derechos patrimoniales.

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Tomando en cuenta sus elementos, los podemos definir como entes colectivos
integrados por personas y bienes adscritos a una personalidad común y a los que se les
reconoce una personalidad jurídica distinta de las personas naturales que las integran.

IV. ELEMENTOS ESENCIALES

Son dos:

1. Elemento material, esto es, un conjunto de personas o bienes con una finalidad
común.

2. Elemento ideal, reconocimiento explícito por parte de la autoridad de su


individualidad, de su capacidad de actuar en el mundo jurídico

V. NATURALEZA JURIDICA

Discutida en la Doctrina, hay teorías que aceptan y otras que niegan las personas
jurídicas.

1. TEORIAS QUE LA ACEPTAN

1.1. TEORIA DE LA FICCION, postula que solo existen las personas naturales,
siendo las personas jurídicas entes ficticios. Esta teoría parte del supuesto que el derecho
subjetivo es un poder atribuido a una voluntad y que en tal sentido solo un hombre puede
ser naturalmente sujeto de derechos. Sin embargo, agrega Savigny, el derecho positivo
puede modificar esta regla natural y considerar la capacidad jurídica en relación con otros
seres ficticios a los cuales se les llama personas jurídicas. Esta teoría es la que acepta
nuestro Código Civil, según se desprende del Art.545 y de la historia fidedigna del
establecimiento de la ley, pues existe una nota al proyecto de 1853, que alude a Savigny
en este punto, gran sostenedor de esta teoría.

En todo caso, cabe hacer presente que nuestro Derecho, se aparta de la teoría de
la ficción en muchas de sus consecuencias: por de pronto, considera que las personas
jurídicas poseen voluntad propia, circunstancia rechazada por Savigny. En cuanto a la
responsabilidad civil de las personas jurídicas por los delitos o cuasidelitos civiles o
criminales cometidos por sus representantes, el Art.58 del CPP, se aparta también de la
solución dada por Savigny, pues el citado precepto hace responsable civilmente a las

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personas jurídicas por los daños que provoquen los delitos y cuasidelitos cometidos por
sus representantes o dependientes, bajo el entendido que hayan actuado dentro de la
esfera de sus atribuciones. Aún más, según Las Personas Jurídicas, la Ley Nº 20.393,
contempla responsabilidad penal para las personas jurídicas, por la comisión de ciertos
delitos.

1.2. TEORIA DE LA REALIDAD, postula que las personas jurídicas no son entes
ficticios, sino poderosas individualidades sociales, se trata de organismos sociales, es una
realidad objetiva. Se vincula esta teoría con la concepción orgánica de la sociedad, que
reconoce la existencia de múltiples órganos intermedios, entre el Estado y el individuo.
Uno de tales, es la persona jurídica.

2. TEORIAS QUE NIEGAN LA PERSONALIDAD JURIDICA

2.1. TEORIA DEL PATRIMONIO COLECTIVO:Sustentada por Planiol, quien


afirmaba que “la idea de la personalidad ficticia es una concepción simple, pero superficial
y falsa”. Agrega que en verdad, estamos ante una “propiedad colectiva”, que existe junto a
la propiedad individual. Señala que “Bajo el nombre de personas jurídicas o civiles, hay
que entender la existencia de bienes colectivos, en el estado de formas o masas distintas,
poseídas por grupos de hombres más o menos numerosos y substraídas al régimen de la
propiedad individual. Por consiguiente, estas pretendidas personas no existen ni aun de
manera ficticia”. Concluye Planiol afirmando que no puede haber sobre la tierra, otros
titulares de derechos que los hombres.

2.2. TEORIA DEL PATRIMONIO DE AFECTACION: Propuesta por los alemanes


Brinz y Bekker, a quienes ya citamos a propósito de la teoría objetiva del patrimonio,
postula esta teoría que los derechos y las obligaciones no tienen necesariamente por
base a las personas. Existirían patrimonios sin dueño, basados en la afectación a un fin
único de todos los bienes que forman parte de ellos. Como podemos observar, esta teoría
es radicalmente opuesta a la de Planiol.

VI. CLASIFICACION

Se dividen en:

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1. Personas Jurídicas de Derecho Publico

1.1. Estado
1.2. Nación
1.3. Fisco
1.4. Municipalidades
1.5. Iglesias
1.6. Comunidades Religiosas
1.7. Establecimientos que se costean con fondos del erario

2. Personas Jurídicas de Derecho Privado

2.1. Personas Jurídicas de Derecho Privado que persiguen fines de lucro

a) Sociedades. Estas pueden ser:

- Según sea la naturaleza del objeto social: civiles o comerciales


- Según sea la importancia que se le asigna a la persona de los socios o al capital
aportado por estos: de personas o de capital.
- Según la organización interna y las modalidades de su relación con terceros:
colectivas, en comanditas (simples o por acciones), anónimas y de responsabilidad
limitada

2.2. Personas Jurídicas de Derecho Privado que no persiguen fines de lucro

a) Corporaciones
b) Fundaciones

El criterio de distinción entre personas jurídicas de derecho privado y derecho


público, adolece de interés en la doctrina. Nuestra jurisprudencia ha adoptado diversos
criterios:

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1. Iniciativa para la creación del ente: las personas jurídicas de derecho público
obtienen su existencia en virtud de resoluciones de la autoridad, mientras que las de
derecho privado emanan directamente de la iniciativa de los particulares.

2. Potestad Pública: las personas jurídicas de derecho público están dotadas de


potestades públicas, vale decir, gozan de imperio, en virtud del cual pueden dictar normas
de carácter obligatorio.

3. Naturaleza del fin: las personas jurídicas de derecho público tienen por objeto
servir fines públicos, mientras que las de derecho privado cumplen con los objetivos
señalados por los asociados o fundadores o persiguen la obtención del lucro.

4. Fuente de Recursos: en el caso de las personas jurídicas de derecho público


provienen por lo general de todos los habitantes de la nación; en cambio, en las de
derecho privado, provienen de aportes, donaciones, cuotas sociales, etc.

VII. LAS PERSONAS JURIDICAS DE DERECHO PUBLICO

Las disposiciones de los Arts.545 y SS del CC no se aplican, como se indica en el


Art.547, a las personas jurídicas de derecho público, en cuanto a la organización y
administración de las mismas. En tales aspectos, se rigen por la Constitución, leyes
administrativas y reglamentos de los servicios públicos. Lo anterior, no supone sin
embargo, que tales personas jurídicas queden por completo excluidas del Código Civil:
por ejemplo, rige el Arts.2497, respecto de la prescripción. Por lo demás, debemos tener
presente que el Fisco, en sus relaciones contractuales con los particulares, queda sujeto a
las normas del Derecho Civil como cualquier otro contratante.

Cabe señalar que la enumeración del Art.547 no es taxativa o limitativa, sino


meramente ejemplar, y por lo demás no podía ser de otra forma, pues las personas
jurídicas de derecho público no son tales por mencionarlas el Código Civil, sino por
disponerlo así normas de derecho público. El Código Civil menciona las siguientes:

1. LA NACION y EL FISCO: debemos entender que al aludir a la Nación se refiere


la ley al Estado, como lo prueba una nota de Andrés Bello. El Estado representa la
organización política, jurídica y económica de la sociedad y de la sociedad nacional y
constituye la fuente de todo el derecho (salvo la costumbre); por ello es la persona jurídica
por excelencia y se fija a sí misma las condiciones para el desarrollo de su actividad y
aquellas para el desarrollo de toda actividad pública o privada.

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Cuando el Estado interviene como titular de potestades públicas, mantiene su
denominación, y cuando interviene como titular de derechos subjetivos privados, se le
denomina Fisco.

2. LAS MUNICIPALIDADES: son corporaciones autónomas de derecho público


con personalidad jurídica y patrimonio propio y cuya finalidad es satisfacer las
necesidades de la comunidad local y asegurar su participación en el progreso económico,
social y cultural de las respectivas comunas.

3. IGLESIAS y COMUNIDADES RELIGIOSAS: a pesar de que el Código Civil


habla en forma general y sin distinguir el tipo de culto de que se trata, debe concluirse que
se refiere exclusivamente a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, por una razón muy
simple: era la única que podía existir, conforme a la Constitución de 1833, vigente a la
promulgación del Código Civil en 1857.

Por “IGLESIAS” se entienden las distintas subdivisiones de la Iglesia Católica a las


que el Derecho Canónico reconoce personalidad, entre ellas: Iglesia Catedral, Iglesia
Parroquial, etc.

Por “COMUNIDAD RELIGIOSA”, se alude a las órdenes y congregaciones.

La parte final del Inc.2 del Art.547, establece expresamente que las personas
jurídicas de derecho público se rigen por leyes y reglamentos especiales. Aplicando esta
norma a la Iglesia Católica y a las comunidades religiosas, se concluye que las leyes y
reglamentos especiales que las rigen son sus constituciones y leyes canónicas (así ha
fallado la jurisprudencia).

4. ESTABLECIMIENTOS QUE SE COSTEAN CON FONDOS DEL ERARIO: sin


embargo, del Art.547 no debe desprenderse que todo establecimiento que se costea con
fondos del erario es una persona jurídica de derecho público. Las hay que carecen de
personalidad jurídica; por otra parte, hay instituciones privadas que reciben auxilio fiscales
o municipales y no por ello tienen personalidad jurídica de derecho público. En realidad,
son personas jurídicas de derecho público los “establecimientos públicos”. Estos son
ramas de los servicios generales del Estado o municipios, que se han desprendido del
conjunto para erigirse en órganos dotados de vida propia.

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VIII.REGULACIONES JURIDICAS DE LAS PERSONAS JURIDICAS DE
DERECHO PRIVADO

Las Personas Jurídicas de Derecho Privado se encuentran reguladas en diversas


leyes:

1. Código Civil:

a) En los Arts.545 al 564, en lo que respecta a las Corporaciones o Asociaciones y


Fundaciones
b) En los Arts.2053 al 2115, respecto de las sociedades.

2. Código de Comercio:

a) Arts.348 y SS acerca de la sociedad.


b) En el apéndice del mismo, Ley Nº 3.918 sobre Sociedades de Responsabilidad
Limitada y también la Ley Nº 18.046 sobre las Sociedades Anónimas y su Reglamento
aprobado por el Decreto Supremo N° 587 del Ministerio de Hacienda.

3. Código del Trabajo, específicamente cuando se alude a las organizaciones


sindicales.

4. Leyes Especiales:

a) Los Decretos Leyes 2757 y 3163, relativos a las Asociaciones Gremiales;


b) La Ley Nº 19.499 sobre saneamiento de vicios formales que afecten a las
sociedades;
c) La Ley Nº 19.857, sobre empresas individuales de responsabilidad limitada.
d) La Ley Nº 20.393, sobre responsabilidad penal de las personas jurídicas, por la
comisión de ciertos delitos.

IX. PERSONAS JURIDICAS DE DERECHO PRIVADO

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1. PERSONAS JURIDICAS DE DERECHO PRIVADO QUE NO PERSIGUEN
FINES DE LUCRO

a) Aspectos generales

Tradicionalmente, se dividen en Corporaciones y Fundaciones de beneficencia


pública, clasificación del autor alemán Heise que la propuso en 1807 y posteriormente la
adoptó Savigny. La ley chilena, denomina también a las corporaciones de derecho privado
como “asociaciones” (Art.545, Inc. 2 del CC).

- LA CORPORACION o ASOCIACIÓN es la unión estable de un conjunto de


personas que pretenden fines ideales y no lucrativos.

- LA FUNDACION se compone de una masa o conjunto de bienes destinados por


la voluntad del fundador o fundadores a un fin determinado de interés general.

El Art.545 del CC en su Inc.3 las define de la siguiente manera:

Corporaciones o asociaciones: “Una asociación se forma por una reunión de


personas en torno a objetivos de interés común a los asociados.”

Fundaciones: “Una fundación (se forma) mediante la afectación de bienes a un fin


determinado de interés general.”

La diferencia fundamental entre corporaciones o asociaciones y fundaciones no


está entonces en sus fines, que pueden ser similares, sino que reside en que las primeras
tienen como elemento básico un conjunto de personas, mientras que en las fundaciones
el elemento básico es la existencia de un patrimonio o conjunto de bienes destinados a la
obtención de un fin.

Lo anterior implica que tratándose de las Corporaciones o Asociaciones es


fundamental la existencia de las personas y no de bienes, mientras que en las
fundaciones, lo importante es que se disponga de bienes requiriéndose un número
mínimo de personas necesario para su administración.

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Aunque señalábamos que no es el fin el aspecto que distingue a una corporación o
asociación de una fundación, si cabe precisar que los sujetos a quienes en definitiva
beneficiarán suelen ser distintos. Las corporaciones o asociaciones tienen asociados y el
fin común perseguido puede incluso beneficiarlos, como acontece con una corporación
deportiva y de recreación, que beneficia a sus asociados exclusivamente. Por ello, el
Art.545 indica que las personas se reúnen en torno a objetivos “de interés común a los
asociados”. En cambio, las fundaciones tienen destinatarios, es decir, aquellos
beneficiarios señalados por el fundador, y que son ajenos, usualmente, a los integrantes
de la fundación. Pero el fin de la fundación ha de ser, según expresa el Art.545, “de
interés general”, es decir, que sea socialmente significativo para la comunidad. Por lo
demás, reiteradamente el CC alude a las fundaciones agregándoles la expresión “de
beneficencia pública” (Art.545) o simplemente “de beneficencia” (Art.562 y 563). Ello
denota que el “interés general” de que habla la ley dice relación con el interés de un
sector relevante de la sociedad.

b) Constitución de las corporaciones o asociaciones y fundaciones

En lo que sin duda constituye un cambio sustancial en la obtención de


personalidad jurídica por corporaciones y fundaciones, la Ley Nº 20.500, publicada en el
DO con fecha 16 de febrero de 2011 y vigente a partir del 17 de febrero de 2012, introdujo
numerosas modificaciones al Título XXXIII del Libro I del CC. Ahora, en lugar del antiguo
régimen en que se solicitaba al Presidente de la República la concesión de la
personalidad jurídica, se pasa a un régimen de registro, en el que la petición para
constituir la asociación o la fundación se tramita ante el municipio y ésta se constituye
como tal, por el solo ministerio de la ley, mediante su inscripción en el Registro Nacional
de Personas Jurídicas sin Fines de Lucro a cargo del Servicio de Registro Civil e
Identificación. De esta manera, en la constitución de estas entidades deja de intervenir el
Presidente de la República (en la práctica, el trámite se realizaba a través del Ministerio
de Justicia), optándose por centralizar en los municipios su tramitación. Lo anterior
obedece a la constatación de que la formación de una corporación o fundación es una
manifestación del derecho de asociación, reconocido en nuestra CPR (Art.19, Nº 15), y no
un acto de concesión de la autoridad central. En todo caso, el Ministerio de Justicia
conserva un rol importante, cual es fiscalizar las corporaciones y fundaciones, para que
no se aparten de sus fines propios.

- Formalidades del acto constitutivo

El acto constitutivo es solemne, debiendo constar en escritura pública o en


escritura privada, y en este último caso siempre que sea suscrita ante notario, oficial del
Registro Civil o funcionario municipal autorizado por el alcalde (Art.548, Inc.1 del CC).

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En el acto constitutivo, será necesario (Art.548-1 del CC):
1. Individualizar a quienes comparezcan otorgándolo
2. Expresar la voluntad de constituir una persona jurídica.
3. Reproducir y Aprobar los estatutos.
4. Designar las autoridades inicialmente encargadas de dirigir la persona jurídica.

- Contenido de los estatutos

La materia se encuentra regulada en el Art.548-2 del CC. Nos referiremos primero


a las menciones generales o comunes para ambas clases de personas jurídicas, y
después aludiremos a ciertas menciones especiales que deben contener los estatutos de
las corporaciones o asociaciones, y aquellas que sólo deben contener los estatutos de las
fundaciones.

1. Los estatutos tanto de las corporaciones o asociaciones como de las


fundaciones, deberán referirse a las siguientes materias:

a) El nombre y domicilio de la persona jurídica.

Dispone el Art. 548-3, que el nombre deberá hacer referencia a la naturaleza,


objeto o finalidad de la persona jurídica. No podrá coincidir o tener similitud susceptible de
provocar confusión con ninguna otra persona jurídica u organización vigente, sea pública
o privada, ni con personas naturales, salvo con el consentimiento expreso del interesado
o sus sucesores, o salvo si hubieren transcurrido veinte años desde su muerte.

El domicilio es relevante, pues determina el municipio ante el cual debe practicarse


el depósito de los estatutos.

b) La duración, a menos que la persona jurídica que constituya por tiempo


indefinido, lo que habrá que declarar.

c) La indicación de los fines a que estará destinada la persona jurídica.

54
d) Los bienes que forman al patrimonio inicial, si los hubiere (en realidad, esto sólo
podría ocurrir tratándose de una corporación o asociación, pues una fundación no puede
constituirse sin bienes), y la forma en que se aporten.

e) Las disposiciones que establezcan los órganos de administración, cómo serán


integrados y las atribuciones que les correspondan.

f) Las disposiciones relativas a la reforma de estatutos y a la extinción de la


persona jurídica, indicándose la institución sin fines de lucro a la cual pasarán sus bienes
en este último evento.

2. Los estatutos de las corporaciones o asociaciones deberán contener


también:

a) La determinación de los derechos y obligaciones de los asociados.


b) Las condiciones de incorporación de los asociados.
c) La forma y motivos de la exclusión de los asociados.
d) Los aportes ordinarios o extraordinarios que deban efectuar los asociados,
materia que deberá fijar la asamblea (se trata del pago de las cuotas respectivas).

3. A su vez, los estatutos de las fundaciones deben precisar:

a) Los bienes o derechos que aporte el fundador a su patrimonio.


b) Las reglas básicas para la aplicación de los recursos al cumplimiento de los
fines fundacionales.
c) Las reglas básicas para la determinación de los beneficiarios.

El Art. 548-4, dispone por su parte que todos aquellos a quienes los estatutos de la
corporación irrogaren perjuicio podrán recurrir a la justicia, en procedimiento breve
y sumario,con dos eventuales fines:
- para que los estatutos se corrijan; y
- para que se repare toda lesión o perjuicio que de la aplicación de dichos
estatutos les hayaresultado o pueda resultarles.

55
El precepto es similar al antiguo Inc.2 del Art.548, pero con la diferencia quedecía
éste que el afectado podía recurrir al Presidente de la República (entiéndase Ministerio de
Justicia) para obtener la corrección de los estatutos, sin perjuicio de recurrir
después a la justiciapara el resarcimiento de los perjuicios.

- Depósito del acto constitutivo. Objeción o aprobación por el secretario del


municipio.

El Inc.2 del Art.548 establece que una copia del acto constitutivo, autorizada porel
ministro de fe o funcionario ante el cual fue otorgado, deberá depositarse en la
secretaríamunicipal del domicilio de la persona jurídica en formación.

El plazo para efectuar el depósito será de 30 días, contado desde el otorgamiento


del acto
constitutivo. Con todo, este plazo no regirá para las fundaciones que se
constituyan conforme adisposiciones testamentarias. Es razonable la salvedad, pues lo
usual será que en este caso, el actoconstitutivo de la fundación se realice después de
transcurridos 30 días desde el fallecimiento deltestador.

Nada dice la ley para el caso que no se pida el depósito del acto constitutivo
dentro delplazo mencionado. Entendemos que habría que volver a realizar el acto
constitutivo, y que elprimero ya no podría generar efectos jurídicos.

Del estudio de los antecedentes por el secretario municipal, y en particular si


secumplieron o no los requisitos que la ley o el reglamento señalen, puede resultar que
éste formuleuna objeción o que apruebe el acto constitutivo:

1. Objeción al acto constitutivo: deberá ser fundada y realizarse dentro de los 30


días siguientes ala fecha del depósito. Advierte la ley que no se podrán objetar las
cláusulas de los estatutos quereproduzcan los modelos aprobados por el Ministerio de
Justicia. La objeción será notificada alsolicitante por carta certificada (Inc.3 del Art.548).
Sin perjuicio de las reclamacionesadministrativas y judiciales procedentes, la persona
jurídica en formación deberá subsanar lasobservaciones formuladas, dentro del plazo de
30 días, contado desde su notificación. Los nuevos antecedentes se depositarán en la
secretaría municipal, procediéndose conforme al Inc.2 del Art.548. El órgano directivo de
la persona jurídica en formación, se entenderá facultado para introducir en los estatutos
las modificaciones que se requieran para estos efectos (Inc.4 del Art.548).

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2. Aprobación del acto constitutivo: si transcurriere el plazo de 30 días contado
desde el depósito del acto constitutivo sin que el secretario municipal hubiere notificado
observación alguna, se entenderá por el solo ministerio de la ley que no objeta la
constitución de la organización. Lo mismo ocurrirá cuando se hubieren presentado
nuevamente y en forma oportuna los antecedentes subsanando las objeciones planteadas
por el secretario municipal. En ambos casos, el secretario municipal, de oficio y dentro de
quinto día, archivará copia de los antecedentes de la persona jurídica y los remitirá al
Servicio de Registro Civil e Identificación, a menos que el interesado solicitare
formalmente hacer la inscripción (en realidad, debió decir la ley “pedir que se haga la
inscripción”), en forma directa (Inc.3 y 5 del Art.548).

- Inscripción del acto constitutivo y obtención de personalidad jurídica.

Recibidos los antecedentes por el Servicio de Registro Civil e Identificación, éste


procederá a realizar la pertinente inscripción en el Registro Nacional de Personas
Jurídicas sin Fines de Lucro. Cabe señalar que el mencionado Servicio carece de la
facultad para objetar el acto constitutivo, debiendo limitarse a llevar a cabo la citada
inscripción. La asociación o fundación gozará de personalidad jurídica a partir de esta
inscripción.

c) Modificación de los estatutos de una corporación o fundación.

Conforme al Art. 558, hay distinguir según se trata de corporaciones o


asociaciones y de fundaciones:

- Respecto de las corporaciones o asociaciones

La modificación de los estatutos de una asociación o corporación deberá hacerse


poracuerdo de la Asamblea, citada especialmente con ese propósito. Se trata por ende de
una reuniónextraordinaria (así por lo demás lo señala el Art.559, letra b). El quórum será
el que seindique en los estatutos, pero en dos casos, la modificación deberá ser aprobada
a lo menos por 2/3 de los asociados que asistan a la respectiva asamblea:
1. Cuando se acuerde la disolución de la asociación.
2.Cuando se acuerde la fusión con otra asociación o corporación (inciso 1º).

- Respecto de las fundaciones

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Deben cumplirse los siguientes requisitos para modificar los estatutos de una
fundación(Inc.2 y 3):

1. Acuerdo del directorio de la fundación en tal sentido

2. Informe previo favorable del Ministerio de Justicia. Para tal efecto, el Ministerio
emitirá uninforme respecto del objeto de la fundación; del órgano de administración y de
dirección;respecto a la generación de dicho órgano; y también en cuanto a su integración
y atribuciones

3. Siempre que la modificación resulte conveniente al interés fundacional

4.Y en la medida que el fundador no hubiere prohibido la modificación de los


estatutos

- Requisitos comunes para la modificación de los estatutos de corporaciones


o asociaciones yfundaciones

Agrega el Inc.4 del Art.558 que “en todo caso deberá cumplirse con
lasformalidades establecidas en el artículo 548”. Nos remitimos a lo que expresamos
acerca de laconstitución de las corporaciones y fundaciones. Por ende, las modificaciones
deberán cumplir los mismos trámites del acto constitutivo.

d) Voluntad, dirección y administración de una corporación o asociación y de


una fundación: laasamblea y el directorio.

d.1. Voluntad de la corporación o asociación

La voluntad de la corporación se manifiesta en la asamblea respectiva.

De conformidadcon el Art.550, la mayoría de los miembros de una corporación,


que tengan según sus estatutos voto deliberativo, será considerada como una asamblea o
reunión legal de la corporación entera (Inc.1). La asamblea se reunirá ordinariamente una
vez al año, yextraordinariamente cuando lo exijan las necesidades de la asociación
(Inc.2). La voluntad dela mayoría de la asamblea es la voluntad de la corporación (Inc.3).
Todo lo cual se entiendesin perjuicio de las modificaciones que los estatutos de la

58
corporación prescribieren a esterespecto (Inc.4). Generalmente, para ciertas materias de
mayor trascendencia (como porejemplo, modificaciones de los estatutos o enajenación de
bienes inmuebles), los estatutos suelenexigir mayorías especiales (por ejemplo, la
aprobación de a lo menos 2/3 de los asociados).

Le corresponde a la asamblea, entre otras funciones:

-Fijar el monto de los aportes ordinarios y extraordinarios de los asociados.


- Elegir el directorio de la asociación.
- Conocer y aprobar la rendición de cuenta del directorio.
- Conocer y aprobar el pago a directores o personas relacionadas con éstos.
- Aprobar el balance anual de la corporación.
- Designar a los auditores externos independientes, en el caso del artículo 557-1.
- Aprobar la modificación de los estatutos de la corporación.
- Aprobar la fusión de la corporación con otra asociación.
- Acordar la disolución de la corporación.

d.2. Dirección y administración de la corporación o asociación o de una


fundación.

La ley sólo reguló lo concerniente a las corporaciones o asociaciones, salvo una


referencia a las fundaciones, según veremos seguidamente. Con todo, se mantuvo la
vigencia del Art. 563 del CC, que hace aplicables a las fundaciones y a los individuos que
lasadministran, todo lo que se dispone en los Arts.549 hasta el 561, acerca de las
corporacionesy de los miembros que las componen. Por ende, lo que sigue se ha de
entender que también rigepara las dirección y administración de las fundaciones.

Conforme al Art.551, la dirección y administración de una asociación o


corporación,recaerá en un directorio, de al menos tres miembros, cuyo mandato podrá
extenderse hasta por 5 años. Se entiende por ende que los estatutos podrían
establecerun número mayor de directores (pero siempre número impar, para poder tomar
decisiones), pero nunca uno menor a tres. A su vez, también podrían fijar un plazo menor
de duración deldirectorio, pero en ningún caso mayor a 5 años.

No señala la ley cómo se elige al directorio de una corporación, cuestión que


deberáestablecerse en los estatutos. De cualquier manera, se entiende que será la

59
asamblea quien lo elija. En el caso de una fundación, el directorio será elegido por el
fundador.

No podrán integrar el directorio personas que hayan sido condenadas a pena


aflictiva (Inc.2 del Art.551).

Si uno de los directores fuere condenado por crimen o simple delito, o incurriere
encualquier otro impedimento o causa de inhabilidad o incompatibilidad establecida por la
ley o losestatutos, cesará en sus funciones, debiendo ser reemplazado por quien el
directorio nombre, para completar el período. (Inc.3 del Art.551).

El presidente del directorio lo será también de la corporación o asociación, la


representarájudicial y extrajudicialmente y tendrá las demás atribuciones que los estatutos
señalen (Inc.4 del Art.551).

El directorio sesionará con la mayoría absoluta de sus miembros y sus acuerdos


seadoptarán por la mayoría absoluta de los asistentes, decidiendo en caso de empate el
voto del que presida (Inc.5 del Art.551).

El directorio rendirá cuenta ante la asamblea de la inversión de los fondos y de la


marcha de la asociación o corporación durante el período en que ejerza sus funciones.
Cualquiera de losasociados podrá pedir información acerca de las cuentas de la
asociación o corporación, así comode sus actividades y programas (Inc.6 del Art.551).

Los directores ejercerán su cargo gratuitamente, pero tendrán derecho a ser


reembolsados de los gastos, autorizados por el directorio, que justificaren haber efectuado
en el ejercicio de sufunción (Inc.1 del Art.551-1).

Con todo, el directorio podrá fijar una retribución adecuada a aquellos directores
quepresten a la corporación o a la fundación servicios distintos de sus funciones como
directores. Ental caso, de toda remuneración o retribución que reciban los directores (o las
personas naturalesrelacionadas por parentesco o convivencia o las personas jurídicas
relacionadas por interés opropiedad), deberá darse cuenta detallada a la asamblea, en el
caso de las corporaciones, o aldirectorio, en el caso de las fundaciones. Sin embargo,
ninguna retribución o remuneración podráser pagada a directores, aún por trabajos
distintos al que corresponda por su rol de directores, silos estatutos lo prohibieren (Inc.2
del Art.551-1). Lo expuesto, se aplicará tambiénrespecto de todo asociado de una
corporación a quien la asociación encomiende alguna funciónremunerada (Inc.3 del
Art.551-1).

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En el ejercicio de sus funciones los directores responderán solidariamente hasta
de laculpa leve por los perjuicios que causaren a la asociación (Inc.1 del Art.551-2).

El director que quiera salvar su responsabilidad por algún acto o acuerdo del
directorio,deberá hacer constar su oposición, debiendo darse cuenta de ello en la próxima
asamblea (Inc.2 del Art.551-2).

Los actos del representante de la corporación obligarán a ésta, siempre y cuando


se hayanrealizado en el marco de las facultades que los estatutos confieran al primero.
Los demás, le seráninoponibles a la corporación, obligando exclusivamente al
representante. Al efecto, dispone el Art.552: “Los actos del representante de la
corporación, en cuanto no excedan de los límitesdel ministerio que se le ha confiado, son
actos de la corporación; en cuanto excedan de estoslímites, sólo obligan personalmente al
representante”.

e) Sanciones a los integrantes de una corporación o asociación

El Inc.1 del Art.553 señala que los estatutos de una corporación tienen
fuerzaobligatoria sobre toda ella, y sus miembros están obligados a obedecerlos bajo las
sanciones que los mismos estatutos impongan.

El Inc.2 del mismo artículo regula lo concerniente al órgano llamado a imponer


lassanciones, disponiendo que la potestad disciplinaria que le corresponde a una
asociación sobresus asociados se ejercerá a través de una comisión de ética, tribunal de
honor u otro organismo desimilar naturaleza, que tendrá facultades disciplinarias respecto
de los integrantes de la respectivaasociación, las que ejercerá mediante un procedimiento
racional y justo, con respeto de losderechos que la Constitución, las leyes y los estatutos
confieran a sus asociados. En todo caso,advierte el precepto que el cargo en el órgano de
administración es incompatible con el cargo enel órgano disciplinario. Por ende, un
integrante del directorio de la corporación, no puede almismo tiempo formar parte del
órgano disciplinario.

Por su parte, el Art.555 establece que los delitos de fraude, dilapidación


ymalversación de los fondos de la corporación, se castigarán con arreglo a sus estatutos,
sinperjuicio de lo que dispongan sobre los mismos delitos las leyes comunes. Se puede
entender quela primera parte del artículo alude a la sanción disciplinaria que podría

61
imponerse, una vez que seacreditare ante la justicia penal, la comisión de un delito en
perjuicio de la corporación.

f) Del patrimonio de las corporaciones o asociaciones y de las fundaciones

Se refiere a esta materia el Art.556, siendo necesario distinguir según se trata


decorporaciones y fundaciones. Así:

- El activo de lascorporaciones o asociaciones se integra por:

1. Los bienes muebles e inmuebles, adquiridos a título gratuito u oneroso, por


actos entre vivos opor causa de muerte.
2. Los aportes ordinarios o extraordinarios que la asamblea imponga a sus
asociados, con arregloa los estatutos.
3. Los frutos naturales y civiles que produzcan los bienes y aportes antes
mencionados.

Sobre elparticular, advierte la ley que las rentas, utilidades, beneficios o


excedentes de la asociación nopodrán distribuirse entre los asociados ni aún en caso de
disolución.

- El activo de las fundaciones se integra por:

1. Los bienes destinados a la fundación por el fundador.Estos bienes podrán


destinarse:

a) Por una asignación testamentaria, dejando un legado para tal efecto


(Art.963,Inc.2 del CC).
b) Por una asignación modal, contenida también en un testamento (Art.1089 del
CC)
c) Por una donación modal, lo que supone un contrato de donación en el cual se
impone aldonatario una carga o modo.
d) Por una declaración unilateral de voluntad del fundador, distinta del testamento.

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3. Los bienes muebles e inmuebles, adquiridos a título gratuito u oneroso, por
actos entre vivos opor causa de muerte.

2. Los frutos naturales y civiles que produzcan los bienes antes mencionados.

- En cuanto al pasivo de las corporaciones y fundaciones, estará conformado


por lasobligaciones que contraigan sus representantes, siempre y cuando hayan actuado
dentro de la esfera de sus atribuciones.

En una disposición que bien podría estimarse innecesaria, pero que pone de
manifiestoque no debe confundirse la persona jurídica con las personas naturales o
jurídicas que laconforman, el Art.549, Inc.1, señala que lo perteneciente a una
corporación, no pertenece ni en todo ni en parte a ninguno de los individuos que la
componen; y recíprocamente, las deudasde una corporación, no dan a nadie derecho
para demandarlas, en todo o parte, a ninguno de losindividuos que componen la
corporación, ni dan acción sobre los bienes propios de ellos, sinosobre los bienes de la
corporación.

El Inc.2 aplicando también reglas generales en materia de obligaciones, agrega


que los miembros de la corporación pueden, expresándolo, obligarse en particular, al
mismo tiempo que la corporación se obliga colectivamente; y la responsabilidad de los
miembros será entoncessolidaria, si se estipula expresamente la solidaridad.

El Inc.3 subraya que la responsabilidad (de los miembros de la corporación) no


seextiende a los herederos, sino cuando los miembros de la corporación los hayan
obligado
expresamente. ¿Cuál es el alcance de esta disposición? De acuerdo a las reglas
generales, cada vez que una persona contrae una obligación, lo hace para ella y también
para sus herederos,continuadores de la persona del causante (Art.1097). Ahora bien, esta
regla generalen el Inc.3 del Art.549 cambia, por cuanto para que los herederosresulten
obligados, es necesario que el miembro de la corporación los obligue expresamente.
Encaso contrario, a la muerte de dicho asociado, se extinguirá a su respecto la obligación.

La obligación de los miembros de la corporación es unaobligación personalísima


que no se incorpora a su patrimonio personal en la misma forma quesus demás
obligaciones propias: se obligan como miembros de la corporación, no en su
propionombre personal; y su obligación no pasa a sus herederos. La responsabilidad no
se extiende a los herederos, sino cuandolos miembros de la corporación los hayan
obligado expresamente, es decir, para que la obligación que contraen se incorpore a su

63
patrimonioen la misma forma que cualquier otra obligación suya, es necesario que ello
aparezcaexpresamente del contrato mismo a que acceden.

De conformidad al Art.557-2, las asociaciones y fundaciones podrán


realizaractividades económicas que se relacionen con sus fines. Asimismo, podrán invertir
sus recursosde la manera que decidan sus órganos de administración (Inc.1)

Las rentas que se perciban de esas actividades sólo deberán destinarse a los fines
de laasociación o fundación o a incrementar su patrimonio (Inc.2).

Cabe tener presente también la restricción contemplada en el Art.770 del CC, en


cuanto a que el usufructo a favor de una corporación o fundación cualquiera, no
podráexceder de treinta años.

f) De la fiscalización de las corporaciones y fundaciones

De acuerdo al Art.557-1, corresponderá al Ministerio de Justicia la fiscalización


delas asociaciones y fundaciones.

En ejercicio de esta potestad, el Ministerio podrá requerir a los representantes de


lasasociaciones y fundaciones que presenten para su examen:

- Las actas de las asambleas (en el caso de las corporaciones) y de las sesiones
de directorio (enel caso de las corporaciones y de las fundaciones)
- Las cuentas y memorias aprobadas
- Los libros de contabilidad, de inventarios y de remuneraciones
- Cualquier otra información respecto del desarrollo de sus actividades

En el ejercicio de esta fiscalización, el Ministerio podrá ordenar a las corporaciones


yfundaciones que subsanen las irregularidades que comprobare o se persigan las
responsabilidadespertinentes, sin perjuicio de requerir del juez las medidas que fueren
necesarias para proteger demanera urgente y provisional los intereses de la persona
jurídica o de terceros.

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El incumplimiento de las instrucciones impartidas por el Ministerio de Justicia se
mirarácomo infracción grave a los estatutos, lo que puede originar la disolución de la
persona jurídica, por sentencia judicial.

g) Ciertas obligaciones que la ley impone a las corporaciones y fundaciones

Siguiendo los Art.557-1 y 557-3, las corporaciones y fundaciones


estaránobligadas a:

- Llevar contabilidad de conformidad con los principios de contabilidad de


aceptación general

- Confeccionar anualmente una memoria explicativa de sus actividades

- Confeccionar un balance aprobado por la asamblea, en el caso de las


corporaciones oasociaciones, o por el directorio, en el caso de las fundaciones.

- Someter su contabilidad, balance general y estados financieros al examen de


auditores externosindependientes designados por la asamblea de asociados en el caso
de la corporación o por eldirectorio en el caso de una fundación, de entre aquellos
inscritos en el Registro de AuditoresExternos de la Superintendencia de Valores y
Seguros. Lo anterior, siempre y cuando elpatrimonio o los ingresos anuales de la
corporación o fundación superen los límites definidos porresolución del Ministerio de
Justicia.

-Dejar constancia en un libro o registro, que asegure la fidelidad de las actas, de


lasdeliberaciones y acuerdos del directorio y de la asamblea.

- Mantener permanentemente actualizados registros de los asociados de la


corporación, de losdirectores y demás autoridades que prevean sus estatutos, como por
ejemplo los integrantes de lacomisión de ética o tribunal de honor.

h) De la disolución de las corporaciones y fundaciones y del destino de sus


bienes

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- Disolución de las corporaciones o asociaciones: de acuerdo al Art.559,las
asociaciones o corporaciones se disolverán:

1. Por el vencimiento del plazo de su duración, si lo hubiera.

2.Por acuerdo de la asamblea general extraordinaria, cumpliendo los requisitos


formales
establecidos en el Art. 558. En este caso, la disolución constará en un decreto
alcaldicio.

3. Por sentencia judicial ejecutoriada, en caso de:

a) Estar prohibida por la Constitución o la ley.


b) Por infringir gravemente sus estatutos.
c) Por haberse realizado íntegramente su fin.
d) Por hacerse imposible la realización del fin de la asociación.

La sentencia, por regla general, sólo podrá dictarse en juicio incoado a


requerimiento delConsejo de Defensa del Estado (el que ejercerá la acción previa petición
fundada del Ministerio de Justicia), en procedimiento breve y sumario. Con todo, en el
caso de haberse realizadoíntegramente el fin de la asociación y también si se hiciera
imposible su realización, la sentenciapodrá asimismo dictarse en juicio promovido por la
institución llamada a recibir los bienes de laasociación (también alude la ley a las
fundaciones), en caso de extinguirse. Por ende, sólo dospersonas tienen legitimación
activa: el Consejo de Defensa del Estado y la institución en la que seradicarán los bienes
de la corporación o fundación, a su disolución. Recuérdese que tal institucióndebe quedar
señalada en los estatutos.

Copia autorizada de la sentencia será remitida al Servicio de Registro Civil


eIdentificación, para los efectos de inscribir la disolución en el Registro Nacional de
PersonasJurídicas sin Fines de Lucro.

4. Por las demás causas previstas en los estatutos y en las leyes.

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Un caso lo encontramos en el Art.8 de Ley Nº 20.393 que dispone que se podrá
aplicar a una persona jurídica la pena de disolución ocancelación de la personalidad
jurídica.

- Disolución de las fundaciones: las fundaciones pueden disolverse por las


siguientes causales:

1. Por aquellas causales aplicables a las corporaciones, según lo recién señalado,


salvo la letra b del acápite precedente, que no se aplica por aludir a un órgano propio de
las corporaciones oasociaciones.

Las causales de disolución de las asociaciones establecidas en el Art.559


seaplican también a las fundaciones (con la salvedad mencionada), atendido lo dispuesto
en elArt.563: “Lo que en los artículos 549 hasta 561 se dispone acerca de las
corporaciones y delos miembros que las componen, se aplicará a las fundaciones de
beneficencia y a los individuosque las administran.”

2. Por la destrucción de los bienes destinados a su manutención (Art. 564). En


realidad, eneste caso sería necesario que una sentencia judicial lo declare,
correspondiendo al caso en que sehace imposible la consecución de los fines previstos
por el fundador.

¿Puede disolverse una fundación por acuerdo de su directorio, cumpliendo con los
requisitos previstos en el Art.558 en relación con el Art.548? Creemos que sería
posible,siempre y cuando en los estatutos así estuviere previsto.

- Destino de los bienes de la corporación o fundación, una vez disuelta

El Art. 561 (que alude a las corporaciones pero que también se aplica a
lasfundaciones por disposición del Art.563) señala que disuelta la corporación (o
fundación), se dispondrá de sus “propiedades” (es decir, de sus bienes):

1. En la forma que para este caso hubieren prescrito sus estatutos; o


2. Si en ellos no se hubiere previsto este caso, pertenecerán dichas propiedades al
Estado, con laobligación de emplearlas en objetos análogos a los de la institución. Tocará
al Presidente de laRepública señalarlos. En realidad, es muy improbable, por no decir
imposible, que opere estahipótesis, considerando que el Art.548-2, al referirse a las

67
menciones que imperativamentedeben contener los estatutos de la corporación o
fundación, señala en su letra f): “Lasdisposiciones relativas a (…) la extinción de la
persona jurídica, indicándose la institución sinfines de lucro a la cual pasarán sus bienes
en este último evento”.

De esta manera, los bienes, necesariamente, deben pasar a una persona jurídica
(jamás a una persona natural, que además no tenga fines de lucro.

i) Registro Nacional de Personas Jurídicas sin Fines de Lucro. (Arts. 8 a 14)

X. RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS

1. Responsabilidad penal

Por regla general esta materiadebe circunscribirse a laResponsabilidad Civil,


puesto que la Responsabilidad Penal solo puede hacerse efectiva en laspersonas
naturales, únicas capaces de cometer delitos. No obstante, una persona jurídica sí
podráresponder civilmente por aquellos hechos punibles cometidos por aquellos que
hubiesen actuadoa nombre de la primera. Dispone al efecto el Art. 58 del CPP: “La acción
penal, fuere pública o privada, no puede entablarse sino contra las personas responsables
del delito. La responsabilidad penal sólo puede hacerseefectiva en las personas naturales.
Por las personas jurídicas responden los que hubierenintervenido en el acto punible, sin
perjuicio de la responsabilidad civil que las afectare.”

Excepcionalmente, las personas jurídicas pueden tener responsabilidad penal,


conforme a
lo dispuesto por la Ley Nº 20.393. Esta responsabilidad sólo puede originarse por
la comisión de los delitos de lavado deactivos, financiamiento del terrorismo y cohecho a
funcionario público nacional e internacional.

Afecta a las personas jurídicas de derecho privado, con y sin fines de lucro, y a
empresas delEstado.

Esta responsabilidad se configurará cuando una de las personas naturales con


facultad dedirección al interior de la empresa, algún subordinado de ella o algún
funcionario que tengafacultades de administración y supervisión, cometa alguno de los
delitos mencionados en interéso provecho directo de la empresa, y ésta no haya adoptado

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o implementado modelos deorganización, administración y supervisión para prevenir
estos delitos, o habiéndolosimplementado, estos hayan sido insuficientes.

Las penas aplicables a la persona jurídica puedenser, principalmente, las


siguientes:

1. Disolución de la persona jurídica o cancelación de la personalidad jurídica.


2. Prohibición temporal o perpetua de celebrar actos y contratos con los
organismos del Estado.
3. Pérdida parcial o total de beneficios fiscales o prohibición absoluta de recepción
de los mismospor un período determinado.
4. Multa a beneficio fiscal de 200 UTM a 20.000 UTM.

2. Responsabilidad civil

Hay que distinguir entre Responsabilidad Contractual o Extracontractual.

a) Tratándose de la Responsabilidad Contractual, deben concurrir dos


requisitosfundamentales para que la persona jurídica sea responsable:

- Que se contraiga una obligación a nombre de la persona jurídica.


- Que la o las personas que contraigan la obligación actúen con personería
suficiente, es decir, noexcedan los límites de su mandato, Arts.545 y 552.

Concurriendo estos requisitos, las personas jurídicas deberán responder


civilmentepagando la indemnización de perjuicios que en derecho proceda.A su vez para
que se disponga por el juez el pago de indemnización de perjuicios serequiere acreditar:

- Incumplimiento de una obligación;


- Incumplimiento irrefutable, vale decir culpa o dolo del deudor (el incumplimiento
no obedecea casos fortuitos o fuerza mayor);
- Que el deudor se encuentre en mora;
- Que el incumplimiento ocasione perjuicios al acreedor, esto es daño material o
moral.

69
b) En cuanto a la Responsabilidad Extracontractual de las personas jurídicas,
distinguimossegún se trate de daños ocasionados por delitos o cuasidelitos que son al
mismo tiempo penales yciviles o por delitos o cuasidelitos exclusivamente civiles.

En cuanto a la responsabilidad civil que pueda derivar de la comisión de delitos


ocuasidelitos penales y civiles, debemos atenernos a la regla contemplada en el Inc.2 del
Art.58 del CPP, ya citada, en relación con los Arts.2314 y SS del CC.

Respecto de delitos o cuasidelitos exclusivamente civiles, la responsabilidad de


laspersonas jurídicas se funda en las normas contempladas en los Arts.2314 y SS del CC.

Para Carlos Ducci, se incurre en esta responsabilidad por los daños que produzca
laactividad de una persona jurídica realizada por intermedio de cualquiera de las personas
que laintegran, tengan o no representación. Como fuente de la obligación se cita el
Art.2320 del CC, uno de cuyos ejemplos alude a los empresarios y dependientes bajo el
cuidado delos primeros.

Alessandri, sin embargo, siguiendo a los autores franceses, señala que el delito o
cuasidelito civil que origina la responsabilidad extracontractual, debe haberse cometido
por elórgano a través del cual se manifiesta la voluntad de la persona jurídica, o sea la
mayoría deldirectorio o la asamblea según el caso y además actuando en el ejercicio de
sus funciones.

Se refuta lo anterior, señalándose que para contraer responsabilidad civil


extracontractualno se requiere poseer capacidad para ejecutar o celebrar actos jurídicos
considerando que dicha responsabilidad se origina por hechos jurídicos y no por actos
jurídicos.

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