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INVESTIGACION Y EXPERIENCIAS DIDACTICAS

LA METODOLOGIA CIENTIFICA
Y LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS.
UNAS RELACIONES CONTROVERTIDAS
GIL PEREZ, Daniel
Universitat Autdnoma de Barcelona

(1) Comunicación presentada en el congreso PEDAGOGIA'86. La Habana, Cuba.

SUMMARY
In this paper we make a review of the relationship between science learning and scientific methodology. We try
to show that coherent results of severa1 lines of educative research are contributing to the rising of a science lear-
ning model as a conceptual and methodological change, in which students work has the characteristics of research.

1. INTRODUCCION: UNA IMAGEN DEFOR-


MADA DE LA CIENCIA
En un reciente y muy documentado artículo, Derek precedentes (Robinson 1969; Ausubel 1978; Gil 1983;
Hodson (1985) ha procedido a una revisión de la ima- Yager y Penick 1983). Resumiremos brevemente algu-
gen de la ciencia proporcionada a través del curricu- nas de estas conclusiones que nos parecen particular-
lum, así como de las experiencias de aprendizaje mente relevantes y que están apoyadas por una abun-
asociadas. dante literatura, en gran parte citada por Hodson, aun-
Como Hodson recuerda, a fines de los años cincuenta que, extrañamente, falten referencias a trabajos muy
termina un largo período de estabilidad en los curricu- conocidos en los que se han realizado revisiones seme-
la de las materias científicas en la enseñanza media. Se jantes con parecidas conclusiones (Ausubel 1978):
inicia así un proceso de innovación marcado por el in- - Existe aún hoy, muy extendida entre el profesora-
tento de superar una tradición centrada en los conte- do y alumnado (e incluso entre algunos científicos), una
nidos -con una ausencia casi total de trabajos concepción sobre la naturaleza de la metodología cien-
experimentales- concediendo un papel fundamental tífica marcada por el inductivismo, que ignora las apor-
a la familiarización con los métodos de la ciencia. taciones de la moderna epistemología (Bileh y Malik
En realidad, la propuesta de aproximar el aprendizaje 1977; Ogunnigi y Pelia 1980; Rowell y Cawthron 1982;
de las ciencias a las características del trabajo cientifi- Gil 1983).
co, como forma de superar las deficiencias de la ense- - Esta visión del método científico infravalora la crea-
ñanza tradicional por transmisión de conocimientos ela- tividad del trabajo científico, llevando a los alumnos
borados, es bastante anterior y puede ya encontrarse a pensar que la ciencia consiste en verdades incontro-
explicitamente formulada en autores como Dewey vertibles (Rubba, Horner y Smith 1981) e introducien-
(1916, 1945), conectando con los planteamientos de la do rigidez e intolerancia contra las opiniones
llamada Pedagogía Moderna. Pero es ciertamente du- desviacionistas».
rante los años sesenta/setenta cuando, como afirma
Hodson, se produce la eclosión de los proyectos basa- - El llamado ((aprendizaje por descubrimiento)), que
dos en el ((aprendizaje por descubrimiento)) (PSSC, pone el acento en el valor motivacional de la experien-
BSCS, CBA, CHEM, Nuffield, ...). cia directa -en el ((descubrir por sí mismo»- y en el
uso de términos tales como observación, experimento
El trabajo de Hodson constituye ante todo una critica e investigación, constituye un modelo de aprendizaje
cuidadosamente fundamentada y documentada de los basado en concepciones empírico/inductivistas de la
resultados obtenidos con los nuevos curricula, tanto en ciencia. Tales métodos de aprendizaje presentan, pues,
lo que respecta al aprendizaje logrado por los alum- una visión distorsionada e inadecuada de la metodo-
nos como a la imagen de la ciencia transmitida. Las logía científica (Ausubel1978; Branden 1981: Welling-
conclusiones de su análisis refuerzan las de revisiones ton 1981; Summer 1982; Gil 1983). Una visión en la
ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1986, 4 (2), 111-121
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que faltan absolutamente aspectos clave de la metodo- Una fase experimen?al, utilizando procedimientos
logía científica como la emisión de hipótesis o el dise- aceptados y validados por la comunidad.
Íío de experimentos (Enyeart, Baker y Vanharlingen Para un buen diseiio curricular es esencial que el tra-
1980; Gené y Gil 1983; Gil y Payá 1984), aspectos que bajo experimental en clase tenga una función claramen-
ni siquiera aparecen entre los objetivos de los trabajos te definida. En particular ha de mostrarse la compleji-
prácticos (Swain 1974; Gunning y Johnstone 1976; dad de las relaciones entre teoría y experimentos, lo que
Bound et Al 1980). raramente suele hacerse en la práctica docente habitual,
- Como Gould (1982) sehala ((Enseñar que el traba- que tiende a atribuir a los exverimentos o bien un pa-
jo de los científicos tiene dichas características es ya pel inductivo o bien un papei de mera ilustración ( ~ i l
suficientemente grave, pero lo que resulta más recha- 1983).
zable es que los profesores de ciencias intenten ahor- Una fase de análisis y comunicación de resultados
mar el comportamiento de sus alumnos a esta misma adoptando el vocabulario y las formas de exposición
incorrecta imagen)). De hecho, los efectos de esta orien- aprobadas por la comunidad.
tación curricular sobre las actitudes e intereses de los
alumnos no son nada prometedoras (Meyer 1970; Wal- Los científicos piensan y trabajan utilizando un (den-
ters y Boldt 1970; Kempa y Duve 1974; Simmons y Es- guaje privado)) libre y creativo, pero están obligados
ler 1972). a presentar sus trabajos en el ((lenguaje público)), for-
malizado, de la ciencia. Los textos escolares suelen ig-
- En conclusión, parece necesario proceder a una re- norar la existencia de una ((ciencia privada)) y creati-
visión radical de lo que -a la luz del pensamiento ac- va, presentándola sólo en su forma ((pública» y den-
Qual en filosofía y sociología de la ciencia- cabe in- tro de los esquemas del paradigma dominante, con lo
terpretar como actitud científica, si se quiere modifi- que se encubre la naturaleza revolucionaria de los más
car la visión distorsionada y perjudicial de la ciencia importantes avances científicos (Siegel 1979).
que actualmente proporcionan los curricula de ense-
ñanza media (Robinson 1969). Se debería hacer comprender a los alumnos la diferen-
cia entre los lenguajes «privado» y «público» de la cien-
2. HACIA UN CURRICULUM EPISTEMOLO- cia, con objeto de mostrar el papel del pensamiento '

GICAMENTE FUNDAMENTADO: LAS PRO- creativo. Puede utilizarse para ellos, tanto la lectura
PUESTAS DE D. HODSON de algunos documentos (artículos e informes persona-
les de algunos cientificos) como los propios escritos de
Partiendo del análisis crítico que hemos resumido en los alumnos (borradores de trabajos de laboratorios es-
el apartado anterior -que, repetimos, coincide con las critos en lenguaje «privado» y memorias presentadas
aportaciones de muchos otros autores, profundizándo- en lenguaje ((público))).
las en algunos aspectos-, así como de una cuidadosa
consideración de la naturaleza del conocimiento cien- 2. Se ha de poner en cuestión la posibilidad, e incluso
tífico, Hodson avanza algunas propuestas para la ela- el interés, del aprendizaje como descubrimiento. Y ello
boración de curricula epistemológicamente más váli- no sólo porque, como ya se ha indicado, los intentos
dos. Se trata, sin duda, de un trabajo importante pero realizados no hayan dado resultados positivos, sino
en el que, como trataremos de mostrar, Hodson no ha porque, en palabras de Hodson, ((Es absurdo sugerir
tenido en cuenta recientes y fundamentales aportacio- que objetivos bastante distintos como son la compren-
nes de la investigación didáctica. Resumiremos a con- sión de los procedimientos de la ciencia y la adquisi-
tinuación las propuestas de Hodson y en el apartado ción de conocimientos científicos requieran que el es-
siguiente procederemos a su análisis a la luz de dichas tudiante sea puesto en situación de aprender el conte-
aportaciones de la investigación didáctica: nido a través del método)).
l. Puede resultar conveniente, con objeto de favore- 3. Hodson se detiene extensamente en intentar mostrar
cer una mejor comprensión del trabajo científico, mos- los inconvenientes del aprendizaje por descubrimiento
trar a los alumnos que la práctica científica comporta y su inadecuación para proporcionar una correcta ima-
tres elementos principales: gen del trabajo científico. Y no se trata sólo de recha-
zar los métodos de descubrimiento marcados por el in-
Unafase creativa individual que parte de los conoci- ductivismo, sino incluso aquellos que adoptan una me-
mientos aceptados corrientemente por la comunidad. todología hipotético/deductiva y en la que los traba-
Una completa comprensión de la práctica científica re- jos prácticos son concebidos como contrastación de hi-
quiere que se de a los niiios la ocasión de pensar crea- pótesis, como el Nuffield Working with Science (Wild
tivamente. Desgraciadamente, la preocupación de los y Gilbert 1977). En efecto, la visión del método cienti-
profesores por enseiiar los conocimientos científicos y fico que propagan tales cursos sigue siendo demasia-
eliminar errores, provoca a menudo un rechazo del pen- do simplista y conduce a pensar que las teorías son sim-
samiento especulativo de loqnihos (Donnely 1979) fo- ples conjeturas del tipo que los alumnos pueden ela-
mentando una visión de la ciencia caracterizada por la borar después de breves períodos de trabajo de labo-
rigidez e intolerancia. ratorio y que pueden ser fácilmente contrastadas por
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medio de observaciones directas, aceptándose o recha- transmisión/asimilación de conocimientos ya elabora-


zándose en base a experimentos aislados. De esta for- dos: se trata de aprender ciencia, no de (re) hacer cien-
ma, la supuesta relación entre el trabajo escolar y la cia. Se trata de una propuesta que, en nuestra opinión,
actividad de los cientificos resulta profundamente e r r b -y pese a las indudables mejoras introducidas por
nea. Los alumnos han de ser conscientes de que no se Ausubel en el modelo (Ausubel 1978; Novak 1982) -
abandonan buenas hipótesis como consecuencia de no da solución a los principales problemas del apren-
unos pocos resultados negativos y de que, aunque el dizaje de las ciencias.
papel del experimento es crucial en la ciencia, las teo-
nas sólo se abandonan cuando existe muy clara eviden- En un trabajo anterior (Gil 1983), intentamos funda-
cia en contra de la misma y/o una concepción mentar un modelo de enseñanza/aprendizaje de las
alternativa. ciencias acorde con el proceso de producción científi-
ca, alejado a la vez del de ((descubrimiento inductivo
Sena, pues, más útil para los alumnos, establecer la dis- y autónomo)) y del de «transmisión/asimilación de co-
tinción entre los experimentos escolares (diseñados con nocimientos ya elaborados)). Desde entonces, nuevas
propósitos pedagógicos) y la investigación científica y relevantes aportaciones de la investigación didáctica
real, que permitir que se establezcan incorrectos para- han mostrado, creemos, la necesidad de dicho mode-
lelismos impiícitos. lo, contribuyendo a precisarlo. Estas aportaciones han
4. Por otra parte, siempre según Hodson, el principal tenido lugar en un dominio desconectado, al menos
objetivo de la enseñanza de las ciencias es que los alum- aparentemente, de la preocupación por la introducción
nos aprendan las teorías vigentes y sepan aplicarlas a de la metodología científica en la enseñanza, ligada -
los fenómenos adecuados en las situaciones apropia- como ocurre con el mismo trabajo de Hodson- a in-
das. La mayor parte del trabajo de laboratorio en la vestigaciones sobre el papel de los trabajos prácticos.
escuela debena concentrarse en la ilustración de la teo- En efecto, el origen del nuevo modelo se encuentra en
ría (a la manera, según la terminología científica de los estudios sobre ((esquemas conceptuales alternati-
Kuhn, de la ciencia normal). El rechazo de una teona vos» de los alumnos y las dificultades para modificar-
(revolución científica) es un suceso relativamente raro los y hacer adquirir los conocimientos científicos. Qui-
que puede ser abordado más correctamente por otros zás por ello, Hodson -que apenas hace unas breves
métodos; por ejemplo a través del estudio de casos que referencias a la cuestión de los preconceptos de los
se concentran en las circunstancias históricas del des- alumnos- no los tiene en cuenta. En lo que sigue in-
cubrimiento y utilicen documentos originales (adecua- tentaremos mostrar cómo dichas investigaciones fun-
damente adaptados para facilitar su comprensión). damentan la emergencia del nuevo modelo.
5. Por último podemos referirnos a la crítica parcial
realizada por Hodson a las propuestas de ciencia inte- 3.1. Los errores conceptuales comonsintoma
grada, uno de cuyos fundamentos es la supuesta exis- Una de las líneas de investigación más fecundas que
tencia de una metodología común, independiente del se han desarrollado a lo largo de la última década en
contenido, y la aceptación de que la familiarización con el campo de la didáctica de las ciencias, es, sin duda
dicha metodología general -transferible de un domi- -como muestra la abundante bibliografía (Osborne y
nio a otro- es un objetivo fundamental. Hodson Wittrock 1983; Carrascosa 1985)- la iniciada en tor-
muestra cómo estas posturas suponen una implícita no al estudio de los graves errores conceptuales come-
aceptación de la orientación inductivista e insiste en que tidos por estudiantes de cualquier nivel.
las diferentes ciencias, debido a que tienen diferentes
objetivos y diferentes dominios de aplicación, requie- Esta investigación, en primer lugar, ha puesto en evi-
ren diferentes suertes de evidencia y emplean, por tan- dencia la escasa efectividad de una enseñanza de las
to, diferentes procedimientos de investigación. No exis- ciencias incapaz de lograr la comprensión de concep-
te, pues, una actividad científica independiente del tos fundamentales y reiteradamente enseñados. Ello ha
contenido. producido una mayor atención al proceso de enseñan-
za/aprendizaje y la investigación ha derivado así des-
3. LA EMERGENCIA DE UN NUEVO MODE- de el estudio de los errores conceptuales a sus causas,
con la constatación de que los alumnos poseen ideas
LO DE ENSEÑANZA/APRENDIZAJE intuitivas espontáneas -preconceptos o, más precisa-
mente, verdaderos esquemas conceptuales- difícilrnen-
La crítica rigurosa que Hodson realiza del modelo de te desplazables por los conocimientos científicos ense-
aprendizaje por descubrimiento y sus fundamentos in- ñados en la escuela.
ductivistas es rigurosa y deja poco lugar a dudas. Se
trata de una critica coincidente, en muchos aspectos Driver (1986) se ha referido a distintos abordes de es-
con la realizada por Ausubel (1978) del ((aprendizaje tas ideas intuitivas, designadas como schemata por
por descubrimiento incidental y autónomo)). Ambas, Champage et A1 (1983), teorías ingenuas por Caramaz-
sin embargo, desembocan en una reivindicación -más za et A1 (1981), ciencia de los niños por Osborne, Be11
bien implícita en el caso de Hodson- del modelo de y Gilbert (1983), o esquemas conceptuales alternativos
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por Watts (1982) o la propia Driver (Driver y Easley aquí podemos referirnos a trabajos inicialmente inde-
1978). pendientes pero convergentes en sus conclusiones e in-
sertos en una misma orientación que podemos desig-
Es preciso referirse aquí también a algunos preceden-
tes que, con notable antelación, llamaron la atención nar como constnrctivismo. Resulta fácil, en efecto, es-
tablecer las semejanzas entre la visión constructivista,
sobre la prehistoria del aprendizaje (Vigotsky 1973) o tal como es expuesta por Driver (1986) y el modelo de
se refirieron a la existencia de barreras epistemológi- aprendizaje generativo (Generative Learning Model) de
cas, es decir, al hecho de que, a menudo, «se conoce Osborne y Wittrock (1985). Así, para Driver, las prin-
contra un conocimiento anterior)) (Bachelard 1938). Y
cipales características de la visión constructivista serían:
es necesario no olvidar tampoco los trabajos de Piaget
(1971), que plantean el rastreo del origen psicológico - Lo que hay en el cerebro del que va a aprender tie-
de las nociones hasta sus estadios precientíficos, o de ne importancia.
Ausube1(1978), que llega hasta afirmar: «si yo tuviera
que reducir toda la psicología educativa a un sólo prin- - Encontrar sentido supone establecer relaciones: los
cipio, enunciaría este: averigüese lo que el alumno ya conocimientos que pueden conservarse permanente-
sabe y enséfiese consecuentemente)). Sin embargo, co- mente en la memoria no son hechos aislados, sino aque-
mo señalar Driver (1986) u Osborne y Wittrock (1985) llos muy estructurados y que se interrelacionan de múl-
y evidencia la literatura publicada, es a mediados de tiples formas.
los afios setenta cuando esta línea de investigación co- - Quien aprende construye activamente significados.
mienza a desarrollarse plenamente, gracias al impacto
de algunos trabajos como la tesis doctoral de Vienn- - Los estudiantes son responsables de su propio
not (1976). aprendizaje.
La mayona de los estudios realizados en campos muy Por su parte, Osbome y Wittrock (1985) sitúan su mo-
diversos, aunque muy particularmente en mecánica delo de aprendizaje generativo dentro de la tradición
(McDermott 1984), coinciden básicamente en la carac- constructivista, con una mención expresa a la influen-
terización de los conocimientos previos de los cia de Piaget y una referencia particular a las ideas cons-
estudiantes: tructivistas de Kelly (Pope y Gilbert 1983) (Claxton
1984), basadas en la similitud del pensamiento ordina-
- parecen dotados de cierta coherencia interna. rio de una persona con el proceso de elaboración de
- son comunes a estudiantes de diferentes medios y las teorías científicas.
edades.
- presentan cierta semejanza con concepciones que Para Osborne y Wittrock, esta similitud está también
estuvieron vigentes a lo largo de la historia del pensa- apoyada en la mayor comprensión de la naturaleza de
miento (Clement 1983) y la investigación científica alcanzada gracias a los tra-
bajos de Kuhn, Popper, Fayerabend,. .. que han mos-
- son persistentes, es decir, no se modifican fácilmen- trado, en particular, la importancia de las ideas exis-
te mediante la ensefianza habitual, incluso reiterada. tentes en un momento dado sobre las investigaciones
Y aunque se deba salir al paso de la suposición de que que se realizan.
todas las dificultades que los alumnos tienen para com-
prender, por ejemplo, la mecánica newtoniana, -pro- Particular influencia en el replanteamiento de la ense-
cedan de la existencia de estos esquemas conceptuales fianza de las ciencias está ejerciendo la propuesta de
alternativos (White 1983, Driver 1986), resulta indu- considerar el aprendizaje como un cambio conceptual
dable que los estudios realizados en este campo han su- (Posner, Strike, Hewson y Gertzog 1982), fundamen-
puesto, como ya hemos apuntado, una seria llamada tada también en un cierto paralelismo entre el desarro-
de atención sobre la ineficacia de la ensefianza habi- llo conceptual de un individuo y la evolución histórica
tual de las ciencias y la necesidad de un replanteamiento de los conocimientos científicos. Segun esto, el apren-
fundamentado de la misma. dizaje significativo de las ciencias constituye una acti-
vidad racional semejante a la investigación científica;
3.2. El cambio conceptual: una nueva concepción del y sus resultados -el cambio conceptual- pueden con-
aprendizaje de las ciencias. templarse como el equivalente de -siguiendo la ter-
minología de Kuhn (1979)- un cambio de paradigma.
El principal interés de las investigaciones sobre esque-
mas conceptuales alternativos de los alumnos no resi- A partir de las ideas de Toulmin (1972) sobre filosofía
de, por supuesto, en el conocimiento detallado de cuales de la ciencia, Posner et Al identifican cuatro condi-
son,sus preconceptos en cada campo, aun cuando di- ciones para que tenga lugar el cambio conceptual:
cho conocimiento aparezca hoy imprescindible para un l . Es preciso que se produzca insatisfacción con los con-
correcto planteamiento de las situaciones concretas de ceptos existentes.
aprendizaje. La fecundidad de esta línea de investiga-
ción está asociada, sobre todo, a la elaboración de un 2. Ha de existir una concepción mínimamente inteligi-
nuevo modelo de aprendizaje de las ciencias. También ble que
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3. debe llegar a ser plausible, aunque inicialmente con- problemas, que hemos denominado ((metodología de
tradiga las ideas previas del alumno y la superficialidad)) (Carrascosa y Gil 1985), está tam-
bién presente en la física pregalileana, conocida justa-
4. Ha de ser potencialmente fructífera, dando explica- mente como «Física del sentido común)) (Holton y Ro-
ción a las anomalías encontradas y abriendo nuevas ller 1963). Esta es la forma de pensamiento que con-
áreas de investigación. duce, por ejemplo, a Aristóteles, a escribir: «Un peso
Aunque la referencia explícita a la idea de cambio con- dado cubre una cierta altura en un tiempo dado; un
ceptual sólo aparezca en el trabajo de Posner et Al, p u e peso mayor cubre la misma altura en menos tiempo,
de constatarse la indudable semejanza de las propues- estando los tiempos en proporción inversa a los pesos.
tas avanzadas para un replanteamiento del aprendiza- Así, si un peso es doble que otro, tardará la mitad de
je de las ciencias con características similares a la pro- tiempo en un movimiento dado» (De Caelo). Y no de-
pia investigación científica. be olvidarse que las concepciones aristotélico/escolás-
ticas sólo pudieron ser desplazadas -después de siglos
Por nuestra parte, una cuidadosa consideración de las de vigencia- gracias a un cambio metodológico nada
características básicas del trabajo científico a la luz de fácil, que vino a superar la seguridad en las evidencias
las orientaciones epistemológicas actuales, nos ha per- de sentido común, introduciendo una forma de pensa-
mitido alcanzar conclusiones semejantes: «Se dibuja así miento a la vez más creativa y más rigurosa; una me-
con toda claridad el paralelismo entre los paradigmas todología que obligaba a imaginar nuevas posibilida-
teóricos- y los esquemas conceptuales de los alumnos des a título de hipótesis (poniendo en cuestión lo ob-
y su desarrollo, incluidas las reestructuraciones profun- vio) y a someter dichas hipótesis a contrastación en con-
das, los cambios conceptuales, lo que supone un pri- diciones controladas. Cabe esperar, pues, que igual
mer e importante apoyo al paradigma didáctico que ocurra con los alumnos: sólo si son puestos reiterada-
proponemos en este trabajo ...» (Gil 1983). mente en situación de a~licarla nueva metodolonía -es
La conveniencia de orientar el aprendizaje de las cien- decir, en situación de Plantear problemas de
cias como investigación aparece así apoyada por estu- emitir hipótesis a la luz de sus conocimientos previos,
dios inicialmente muy alejados del interés por la me- de diseñar experimentos, de analizar cuidadosamente
todología científica, lo que entra en contradicción con los resultados viendo como afectan al esquema concep-
las conclusiones de Hodson (1985) a que ya hemos he- tual de partida,. .. podrán llegar a superar la ((metodo-
cho referencia, sobre la necesidad de plantear el apren- logía de la superficialidad)) haciendo posible los pro-
dizaje de conocimientos científicos como objetivo in- fundos cambios conceptuales que la adquisición de los
dependiente, desligado de los métodos de la ciencia. conocimientos científicos exige. Dicho de otra mane-
ra: la principal dificultad para una correcta adquisi-
Sin embargo, la orientación de aprendizaje como in- ción de conocimientos científicos no residina en la exis-
vestigación que estos trabajos parecen sugerir está muy tencia de los esquemas conceptuales alternativos o con-
lejos del aprendizaje por descubrimiento, justamente cepciones intuitivas, sino en la metodología de la su-
criticado por Hodson. Abordaremos esto, con mayor perficialidad que está en su origen.
detenimiento, en el apartado siguiente.
El nuevo modelo didáctico debería, pues, enfocar el
3.3. La investigación en la escuela: una actividad no aprendizaje, no sólo como cambio conceptual, sino co-
natural mo cambio conceptual y metodológico (Gil y Carras-
cosa 1985). Es preciso, a este respecto, insistir en las
Como varios autores han apuntado, los cambios con- dificultades que entraña la superación de la ((metodo-
ceptuales que parece exigir el aprendizaje de las cien- logía de la superficialidad)), típica del pensamiento pre-
cias no resultan fáciles de lograr, incluso cuando se to- científico (Carrascosa y Gil 1985) y las implicaciones
man en consideración los preconceptos (Fredette y didácticas que se derivan.
Lochhead 1981) (Driver 1986). En primer lugar, insistimos, lo que hoy denominamos
En nuestra opinión (Gil y Carrascosa 1985) ello puede metodología científica supuso históricamente un cam-
entenderse como una consecuencia más del paralelis- bio drástico en la forma de abordar los problemas, una
mo existente entre la evolución histórica de la ciencia verdadera revolución. No puede, pues, concebirse que
y la formación de las concepciones intuitivas de los el manejo de esta metodología por los alumnos pueda
alumnos. En efecto, si los alumnos tienen una visión darse sin un profundo cambio metodológico que afec-
de, por ejemplo, el comportamiento mecánico de la ma- te a hábitos muy enraizados, fruto de la forma de abor-
teria, similar al paradigma aristotélico/escolástico, no dar las situaciones en la vida cotidiana. La investiga-
puede ser simple casualidad, sino el resultado de idén- ción científica no es y no puede considerarse una acti-
ticas causas: concretamente, la tendencia a generalizar vidad «natural», sino, por el contrario, la ruptura
acnticamente en base a observaciones cualitativas no -necesaria pero difícil- con formas connaturales de
controladas -Duesta de relieve Dor Pianet (1969) en pensamiento.
v .

el comportamiento de los niiiosi que conduce a «'evi- Por otra parte, conviene llamar la atención sobre la ne-
dencias de sentido común)). Esta forma de abordar los cesidad de plantear-la familiarización con la meto-
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logía cientifica como un objetivo explícito pero no autó- 3.4. Búsqueda e investigación: una distinción necesaria
nomo, sino íntimamente ligado a la adquisición signi-
La preocupación creciente por el fracaso de la escuela
ficativa de conocimientos. En efecto, como hemos in-
en lograr que los alumnos adquieran habilidades cien-
tentado justificar, sin cambio metodológico no puede
tíficas, ha conducido a muchos educadores a iniciar más
haber cambio conceptual; pero por otra parte, los pro- y más pronto el entrenamiento en el trabajo científi-
cesos científicos sólo tienen sentido en el marco de es- co, llegándose, como señalan Colub y Kolen (1976),
quemas conceptuales (o paradigmas teóricos) como a plantearse el aprendizaje por descubrimiento inclu-
punto de partida y términos: sin atención a los conte- so en preescolar. A menudo ello se asocia a los inten-
nidos -o con tratamientos puntuales, desligados, de tos, sin duda necesarios, de superar una enseñanza por
los mismos- la metodología cientifica queda desvir- transmisión de conocimientos que dificulta, en este ni-
tuada, no es tal. Al afirmar esto descalificamos como vel más quizás que en cualquier otro, la actividad crea-
investigvión a actividades a menudo planteadas en la tiva y la progresiva autonomía del niño. Pero este in-
enseñanza como tales pero que en absoluto responden tento de introducir la metodología científica en los pri-
a las características del trabajo científico. Nos referi- meros niveles, supone implícitamente considerar, o bien
mos concretamente a la tradición representada por el que las formas ordinarias de pensamiento son negati-
llamado aprendizaje por descubrimiento inductivo y vas -por lo que convendna evitarlas o erradicarlas
autónomo (Gil 1983), cuyos resultados, muy negativos, cuanto antes- o bien que no hay diferencias substan-
han sido repetidamente denunciados (Ausubel 1978) ciales entre pensamiento ordinario y pensamiento
(Hodson 1985). científico.
Así, pues, la prioridad casi exclusiva que la enseñanza Digamos en primer lugar que de ningún modo puede
por transmisión de conocimientos pone en los conte- aceptarse que el pensamiento ordinario sea algo nega-
nidos o que el aprendizaje por descubrimiento induc- tivo. Ni los esquemas conceptuales «alternativos» de
tivo pone en los procesos científicos (unos procesos de los alumnos ni la «física del sentido común)) merecen
los que suelen estar ausentes los aspectos de pensamien- dicha consideración. Por el contrario, se trata de cons-
to divergente, lo que empobrece y desvirtúa totalmen- trucciones dotadas de una indudable coherencia, ca-
te la naturaleza del trabajo científico), no permite ni paces de explicar buen número de situaciones, etc (Dri-
siquiera alcanzar los objetivos parciales que se marcan. ver 1986). No debe olvidarse a este respecto, tanto la
Según esto, solo un planteamiento del aprendizaje de larga vigencia del paradigma aristotélico (¡durante ca-
las ciencias orientado, a la vez, como cambio concep- si veinte siglos!) como la persistencia de la ideas intui-
tual y metodológico, permitiría una adquisición signi- tivas de los alumnos. Por supuesto, la ((metodología
ficativa de conocimientos. de la superficialidad)) que está en el origen de estas
construc&ones carece de la potencia de la metodolo-
Conviene detenerse en la consideración de las dificul- gía científica; pero supone una indudable conquista del
tades que plantea este cambio metodológico. Como pensamiento humano, que se muestra así capaz de rea-
Hodson (1985) ha mostrado en su cuidadosa evalua- lizar predicciones, generalizar observaciones, elaborar
ción de las relaciones entre las características del tra- conjeturas explicativas, etc. El progreso que ello sig-
bajo científico y la imagen 'que proporciona la ense- nifica puede comprenderse si se tiene en cuenta hasta
ñanza de las ciencias, esta imagen desvirtúa profunda- qué punto este pensamiento racional, que trata de ex-
mente lo que puede entenderse por investigación. Y ello plicar y encontrar sentido en lo que ocurre, contrasta
no sólo cuando los planteamientos vienen marcados, con las concepciones mágicas típicas de sociedades más
como ocurre muy frecuentemente, por un inductivis- primitivas o del mismo pensamiento infantil.
mo que
- poco
- o nada tiene que ver con la forma como
trabajan los científicos, sino también incluso cuando En el extremo opuesto encontraremos a quienes no es-
se intenta seguir un planteamiento hipotético/deduc- tablecen diferencias entre las formas cotidianas de abor-
tivo, pero se deja creer a los alumnos que la cuestión dar los problemas y la actividad científica. Ya hemos
de la aceptación/rechazo de una teoría depende de ex- hecho referencia a las ideas de Kelly (Pope y Keen 1981)
perimentos aislados o de escasos resultados como los para quien el planteamiento de problemas, la experi-
que pueden obtenerse en un laboratorio escolar. Es pre- mentación, la revisión y modificación de las ideas co-
ciso superar estas visiones simplistas: el papel de los mo consecuencia de la falsación de hipótesis, etc., que
experimentos es crucial, pero una teoría científica no constituyen aspectos básicos de la teorización científi-
se abandona hasta que hay muy clara evidencia en con- ca, caracterizan también el comportamiento ordinario
tra y/o una concepción alternativa. Las mismas difi- de las personas, cuando se enfrentan a un problema
cultades presenta la modificación de los esquemas con- práctico. Pero, aun reconociendo, como acabamos de
ceptuales de los alumnos, que s610 puede ser el resul- hacer, el valor de la forma de pensamiento ordinario,
tado de un largo proceso que debe plantearse, además, no es posible ignorar sus diferencias con la metodolo-
en el momento oportuno. Abordaremos este aspecto gía científica, que ya hemos puesto de relieve al refe-
en el siguiente apartado. rirnos a la metodología de la superficialidad.
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Desde este punto de vista no tiene sentido plantear el Por el contrario, se trata de favorecer, en una primera
aprendizaje de niños muy jóvenes como investigación. fase, una actitud de búsqueda que, en su momento, exi-
Por el contrario, tanto los trabajos de epistemología girá la ruptura, el cambio conceptual y metodológico.
genética (Piaget 1970) como la consideración de la e v e
lución histórica del pensamiento humano, apuntan a Lo que sí resulta común a ambas fases es la necesidad
la conveniencia de favorecer, en una primera fase, la de un nuevo estilo didáctico que supere una ensefian-
forma de pensamiento típica de la vida ordinaria, fru- zdaprendizaje de transmisión/asimilación de conoci-
to de la multiplicidad de actividades, del aborde de pro- mientos. Ya nos hemos referido a esto al hablar de en-
blemas prácticos y preguntas que los mismos niños se señanza como investigación. Kamii y Devries (1983) in-
plantean. Este enfoque, que Kamiii y Devries designan sisten también en ello al referirse a la actividad de bús-
como conocimiento fiico ((subraya, pues, la iniciati- queda -que ellos designan como «de conocimento
va de los nifios, sus acciones sobre los objetos (...) De físico»- en preescolar: «el niño construye el conoci-
esta forma el aprendizaje en el enfoque de conocimiento miento al actuar sobre los objetos y las personas y no
físico siempre queda enraizado en el desarrollo natu- al tener un maestro que introduce o expone conceptos
ral del nifio)) (Kamii y Devries 1983). Cierto es que así ya hechos».
terminaran pensando (iy sintiendo!) que, por ejemplo, Este nuevo modelo didáctico no puede, sin embargo,
el movimiento está asociado a fuerzas, lo que consti- concebirse como algo uniforme, aplicable por igual des-
tuye -desde el punto de vista de la ciencia- una autén- de preescolar a la enseñanza superior, sino como un
tica barrera epistemológica que obligará a un profun- modelo dinámico con, al menos, dos fases bien defini-
do cambio conceptual; pero el inconveniente que ello das: búsqueda, a partir de problemas prácticos que con-
supondrá en el futuro es irrelevante frente a lo que sig- duzcan a acciones sobre los objetos para producir efec-
nifica el desarrollo así logrado, que se vena impedido tos deseados, realizando predicciones, estableciendo
por un intento de ahormar la actitud infantil a formas comparaciones, intentando progresivamente explicar
de comportamiento más rigurosas, menos espontáneas. los «cómo» y los «porqué», etc. (Kamii y Devries 1983).
Puede, pues, decirse que los mismos argumentos que Y una segunda fase de entronización de la metodolo-
recomiendan la introducción de la metodología cienti- gía científica como forma de actividad a la vez más
fica en cierto momento del desarrollo de los alumnos, creativa y más rigurosa, que pone en cuestión las cer-
recomiendan también, en toda una larga etapa inicial, tezas del sentido común, imaginando nuevas posibili-
un tipo de actividad más espontánea, más libre y pró- dades a título de hipótesis y sometiendo dichas hipóte-
xima a la forma de abordar los problemas en la vida sis a contrastación en condiciones controladas. La dis-
cotidiana, que podemos designar actividad de búsque- tinción entre búsqueda e investigación se convierte así
da. O que otros autores (Moreno 1985) denominan ac- en un elemento esencial del nuevo modelo didáctico.
tividad exploratoria.
3.5. El aprendizaje como investigación: más allá del
Se respeta así un desarrollo más natural y acorde con trabajo experimental y autónomo
la propia evolución cultural de nuestra sociedad, en la
que la investigación científica ha estado precedida por El modelo emergente de enseñanza/aprendizaje de las
largos siglos de un trabajo con las características de lo ciencias que hemos tratado de fundamentar a partir de
que hemos denominado actividades de búsqueda, y del recientes investigaciones didácticas, supone, como he-
que la «física del sentido común)) fue un resultado mos visto, asociar la adquisición significativa de co-
paradigmático. nocimientos al cambio metodoló~ico.es decir. a la fa-
Podría quizás pensarse que introducir el término bús- miliarización con la metodología Cientifica. N; sólo no
queda es una matización terminológica sin importan- se trata de objetivos distintos, como Hodson sostiene,
cia y que bastana con dar al concepto de investigación sino que renunciar a una correcta familiarización con
un sentido más amplio y laxo, como implícitamente ha- la metodología científica -al cambio metodológico-,
cen Kelly o quienes se refieren al aprendizaje de niños supondría renunciar a un aprendizaje significativo -al
muy jóvenes como investigación (Tonucci 1976). El pe- cambio conceptual- capaz de modificar los esque-
ligro en este caso estriba en ignorar la necesidad de que, mas conceptuales intuitivos de los alumnos. Pero un
en una etapa posterior del desarrollo, se produzca un correcto planteamiento de esta integración de la meto-
proceso de cambio metodológico, sin el cual, como he- dología científica en el aprendizaje exige superar el in-
mos mostrado, no puede realizarse un trabajo cienti- ductivismo habitual y, muy concretamente, desligar las
fico ni puede darse una adquisición significativa de propuestas de ensefianza como investigación de las re-
conocimientos. ferencias casi exclusivas a las prácticas de laboratorio,
extendiendo dichas propuestas a todo el trabajo de
No se trata, pues, de iniciar a los niños en tareas de construcción de conocimientos. También en esta ha-
investigación. Tras esta propuesta hay, o bien una pro- bitual asociación (que lleva al mismo Hodson a reali-
funda desvirtuación y trivialización de lo que consti- zar su crítica del aprendizaje por descubrimento den-
tuye el trabajo científico, o bien el olvido de los pre- tro de un apartado titulado «el papel de los trabajos
rrequisitos que dicho trabajo exige en los individuos. prácticos))) se muestra la influencia del punto de vista
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inductivista. Superar el inductivismo no estriba simple- posible, sino que no respondería en absoluto a las ca-
mente en modificar las prácticas de laboratorio, aun- racterísticas del trabajo científico como tarea colecti-
que ello sea absolutamente necesario (Gené y Gil 1983; va y dirigida, lo que se evidencia, como seííalabamos
Gil y Payá 1984), sino, sobre todo, en extender el plan- en otro lugar (Gil 1983), «no sólo en el hecho de que
teamiento de investigación a todo el trabajo de cons- el punto de partida -el paradigma teórico vigente-
trucción de conocimientos: desde la introducción (in- es la cristalización de las aportaciones de generaciones
vención) de conceptos a la resolución de problemas a de investigadores, sino también en que la investigación
la luz de los conocimientos elaborados. Precisamente responde cada vez más a estructuras institucionaliza-
esta resolución de problemas puede convertirse -corr,o das, en las que la labor de los individuos es orientada
hemos mostrado en otro lugar (Gil y Mtnez-Torregrosa por las líneas de investigación establecidas, por el tra-
1983 y 1984)- en una ocasión privilegiada de practi- bajo del equipo del que forman parte, careciendo prác-
car la «ciencia normal)) en el sentido Kuhniano, supe- ticamente de sentido la idea de una investigación com-
rando su carácter habitual de simples ejercicios repeti- pletamente autónoma)). También en este aspecto el
tivos y conduciendo al aborde de situaciones que en- aprendizaje de las ciencias ha de ser coherente con la
cuentran solución en el cuerpo de conocimientos dis- metodología científica, y así lo reflejan investigadores
ponibles, actuando como «contrastaciÓn» la coheren- de muy diverso origen. Podemos referirnos, por ejem-
cia de los resultados obtenidos con dicho cuerpo de plo, a los trabajos de Piaget (1969) en torno al papel
conocimientos. de la actividad y de la interacción social en el desarro-
Por otra parte, la introducción y manejo de ciertos co- llo intelectual, o al amplio panorama de las investiga-
ciones didácticas sobre el trabajo en grupos presenta-
nocimentos, concretamente la Mecánica, es también do por Ausubel (1978), quien, aunque no se pronun-
una ocasión privilegiada (y necesaria) para asomar a cia de forma general sobre las ventajas del trabajo en
los alumnos (a través de su propio comportamiento) grupos, reconoce que ((la discusión es el método más
a lo que representa un cambio de paradigma y sus di- eficaz y realmente el único factible de promover el de-
ficultades. No se trata, pues, de que los alumnos «co- sarrollo intelectual con respecto a los aspectos menos
nozcan» que ha habido revoluciones científicas, como bien establecidos y más controvertidos de la materia
propone también Hodson; se trata de que experimen- de estudio)). ¿Pero, acaso toda nueva tarea no tiene pa-
ten en ellos mismos un cambio semejante. En otro ca- ra los alumnos la característica de «poco establecida))
so quedarían anclados en la física del sentido común. y «controvertida»?. En definitiva, a menos que sólo
Este planteamiento del aprendizaje como cambio con- se pretenda hacer repetir a los alumnos tareas ya reali-
ceptual y metodológico, permite así proporcionar una zadas por el profesor o descritas en un texto, la estruc-
imagen más correcta de lo que es el trabajo científico turación de la clase en pequeííos grupos aparece como
-incluyendo tanto la ciencia normal como los cam- un útil indispensable, «el único factible)) en palabras
bios de paradigma-; una imagen menos lineal y más de Ausubel. Estas conclusiones, validas para el apren-
creativa, que de ningún modo puede asociarse de for- dizaje en general, son particularmente aplicables en el
ma exclusiva, insistimos, al trabajo de laboratorio. aprendizaje de las ciencias (Abraham 1976; Hohnson
1976; Mayfield 1976), en particular allí donde los alum-
Esta visión más creativa supone también una posible nos tienen ya una visión que ha de modificarse, o in-
solución al problema de la actitud negativa de los es- cluso con la que es preciso romper. Dichos cambios
tudiantes hacia el aprendizaje de las ciencias (James y conceptuales exigen confrontación, discusión detenida
Smith 1985). En efecto, este aprendizaje adquiere ahora de las distintas alternativas (Nussbaum y Novik 1980;
el carácter de una aventura: la aventura que supone en- Gilbert y Pope 1982; Gil 1983; Driver 1986).
frentarse creativamente a problemas abiertos, la cons-
tatación gratificante de que las propias ideas tienen la Por otra parte, es preciso insistir en que el trabajo en
validez (iy los errores!) de las de los científicos, etc. grupos conlleva un papel orientador sobre cada alum-
etc. No podemos detenernos aquí en este aspecto esen- no; y, por supuesto, el profesor juega también un pa-
cial del aprendizaje, que apunta a la conveniencia de pel relevage en esa labor orientadora, coherentemente
completar el modelo y concebir el aprendizaje no sólo con la naturaleza social, colectiva y orientada del tra-
como cambio conceptual y metodológico sino también bajo científico. De acuerdo con ello, la guía del profe-
-y quizás ante todo- como cambio actitudinal (Gil sor ha de estar presente en la programación misma de
1985). las actividades a proponer a los grupos de alumnos:
unas actividades que permitan la (re)construcción de
Para terminar queremos referirnos a la idea, a menu- los conocimientos y se estructuren con un claro hilo
do expuesta, de que la realización de un aprendizaje conductor que permita a los alumnos entender lo que
coherente con la metodología científica exigiría que los va a hacerse y su conexión con lo ya ralizado.
alumnos, «por sí solos)), construyan ((todos los cono-
cimientos)). Por supuesto que ello no es posible, ni tie- CONCLUSION
ne tampoco sentido suponer que los alumnos pueden
((derribar una teoría)) tras una breve reflexión y unos Podemos terminar insistiendo en que, de acuerdo con
escasos resultados experimentales. Eiio no sólo no es recientes investigaciones a las que hemos hecho refe-
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rencia, el planteamiento del aprendizaje de las ciencias más de dos décadas, se ha desarrollado como respues-
como investigación -en una perspectiva de cambio ta a las carencias de la ensefianza tradicional por trans-
conceptual y metodológico- aparece como una nece- misión de conocimientos ya elaborados. La situación
sidad, no sólo para cubrir el objetivo de familiarizar actual está, pues, caracterizada por la emergencia de
a los alumnos con la metodología científica, sino tam- un nuevo paradigma de enseÍíanza/aprendizaje de las
bién para hacer posible una adquisición verdaderamen- ciencias, deudor, como hemos mostrado, de muy di-
te significativa de conocimientos y favorecer una acti- versas aportaciones -algunas de ellas inicialmente muy
tud positiva hacia el aprendizaje. Dicho planteamien- alejadas del interés por introducir la metodología cien-
to exige, sin embargo, la superación de graves y exten- tífica en la ensefianza- que están convergiendo en mos-
didos errores sobre qué entender por metodología cien- trar la necesidad de que el aprendizaje de las ciencias
tífica, subyacentes en toda la corriente de aprendizaje se aproxime a las caractensticas del trabajo científico.
por descubrimiento inductivo y autónomo que, durante

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