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Barquisimeto, 04 de mayo 2018

Nombre: Efrain Linarez


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EL ESPACIO PÚBLICO Y LA CIUDAD

La ciudad es el asiento de complejas dinámicas donde los Civitas interactúan y propician la


vida de la misma, siendo expresión de distintos momentos históricos, que engloban condicionantes
sociales, económicas, políticas que se traducen en múltiples respuestas en cuanto a su realidad
física, en la manera en que se modela y percibe, siendo el ser humano el responsable de formular
dicha imagen. Para comprender el fenómeno que implica la ciudad, mas allá de las generalidades
que pueda arrojar un concepto que describe características comunes en la diversidad existente y es
precisamente en la multiplicidad de las mismas, que cada una podría arrojar una definición propia,
basada en las particularidades de sus habitantes, dinámicas, problemáticas, etc.

El espacio que denominamos ciudad, se estructura como un tejido que articula momentos,
una red de nodos que interactúan constantemente entre sí, y son un lenguaje que comunica la
imaginación y la memoria colectiva de sus ciudadanos, quienes materializan la forma, el uso y
significado del espacio ocupado, sujeto a las condicionantes de sus prácticas sociales, tradiciones e
historia. Cabe destacar que, para identificar las cualidades de cada ciudad y el comportamiento de
sus masas, es un tema sumamente complejo y no debe ser avistado desde un caso concreto, sino
más bien desde la totalidad, discerniendo cuales son aquellos tejidos que estructuran una serie de
eventos a lo largo de toda la extensión del territorio.

El tejido al cual se hace referencia y es considerado el principal sistema en el que se puede


valorar la calidad y intensidad con la que se efectúa el intercambio social, es el Espacio Público,
dicho esto, el mismo se comporta como una arteria vital de la vida de las urbes, pues este se
constituye en el principal articulador de momentos y eventos, pues es el lugar común, que facilita
la integración cultural, la mezcla de la totalidad de los grupos que representa la ciudadanía y es una
clara expresión de la convivencia y del cumplimiento de los derechos civiles.

Las practicas actuales en cuanto a la generación de la actividad pública y espacios que


respondan a dichas necesidades ha volcado la actividad de arquitectos, urbanistas y otros
profesionales involucrados en la materia, en revertir los males a los que este fue sometido, sobre
todo en tiempos de la modernidad, donde regidos por la “Carta de Atenas” se planteaba la
zonificación de sectores de ciudad, conectados por grandes vías que facilitaran la movilidad por
medio de la “maquina”, de manera que se segmento y se promovío la segregación de actividades,
por lo que hoy día se observan grandes barreras que están siendo intervenidos para darle prioridad
al peatón, promover el aprovechamiento y ocupación de grandes y pequeños espacios resultantes
de la decisiones tomadas en la modernidad principalmente y mejorar la calidad de estas áreas
desaprovechadas, mostrando grandes ventajas tras la intervención de los mismos, sobre la vida
pública.
La ciudad de Barquisimeto con una gran extensión e importantes dinámicas dentro de la
región, siendo considerada una ciudad de primer orden y perteneciente a una de las seis áreas
metropolitanas del país, se caracteriza por su organización con múltiples centralidades urbanas y
sub centros de apoyo que dinamizan una serie de actividades dentro de la ciudad, sin embargo el
tema del espacio publico es uno de los tópicos que están en deuda con sus habitantes puesto que
carece de ellos, sobre todo el caso de los macro sectores Oeste, Norte y Sur de la entidad, ya sea
por efecto de las regulaciones urbanas comprendidas entre 1952- 1975 (sujetas a la carta de Atenas)
que rigen hasta el 2003 (momento en que entra en vigencia el PDUL) la configuración de la ciudad
se tornó en sectores que hoy día no tienen ninguna relación con la calle y el peatón, dejando grandes
zonas amurallas y espacios vacíos sub utilizados que presentan un estado deteriorado e inconexo
con las comunidades a sus alrededores.

Aun con todo lo antes mencionado, no todo es malo, pues la organizada estructura que
posee la ciudad ha permitido el surgimiento de actividades y apropiación de espacios de manera
espontánea, donde las comunidades le has imprimido un carácter propio y protección a las zonas
identificadas por pequeñas iniciativas donde la ciudadanía le otorga un significado para sí y le da un
uso, ya sea para actividades de esparcimiento, conexión, entre otras. Entre los casos que se pueden
palpar están aquellos que a lo largo del borde la meseta del rio turbio, donde en conjunto con
instituciones publicas las comunidades se han ido apropiando de sectores que antes estaban en
desuso y que precisamente estas zonas deprimidas son las menos equipadas en la ciudad, aunque
si bien no son los mas apropiados, son una muestra de un interés por parte de la ciudadanía y el
estado en modificar las condiciones existentes. No solo sucede en el sur de la ciudad, sino también
en el centro y en el este (destacando el último sector por ser uno de los mejores equipados con
espacio público) donde fundaciones, ONG, grupos civiles variados e instituciones públicas están
estimulando a la apropiación y recuperación de los espacios, abandonados ya sea por el descuido o
por la álgida situación del país. El caso del Norte de la ciudad esta un poco alejado de modificar su
realidad y debe ser un tema de interés por sus importantes situaciones geográficas que le da un
variado paisaje que puede ser muy bien aprovechado, al igual que el Valle del Turbio con las
actuaciones correctas.

La amplia diversidad de sistemas (ya sean naturales o construidos) que contiene la ciudad
de Barquisimeto y la facilidad de conexión entre una y otra contando con grandes espacios públicos
por excelencia como lo es la calle, entre las que se puede mencionar las Avenidas Los Leones, Vargas,
Rómulo Gallegos, Bulevar de la 20, carrera 21, las Avenidas Venezuela y Libertador que concentran
un importante volumen de equipamientos con espacios aprovechables para el espacio público y que
en sus inmediaciones cuentan con grandes sectores residenciales, entre otras, que albergan una
importante movilidad en la ciudad, junto con el sistema de plazas, parques y espacios
aprovechables, dan múltiples posibilidades para revertir la situación actual y estimular, a través de
la educación ciudadana y de las instituciones, para transformar la ciudad y convertirla en un espacio
para el encuentro no solo de quienes residen en ella, sino para la región, el país y por qué no un
modelo internacional.

Las Intervenciones asumidas en el taller de diseño representan una muestra de las múltiples
respuestas que pueden tornarse en sectores de ciudad como es el caso de la zona industrial,
vinculada a las áreas residenciales de la “Caldera”, “Andrés Eloy”, “Los Crepúsculos” y los
asentamientos informales” donde en concordancia con las opiniones de las comunidades que son
sumamente importante en la toma de decisiones en relación a los programas que debe contener
espacios como estos y definir las estrategias de abordaje, para futuras intervenciones de ser
ejecutadas en un futuro.

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