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Acto Primero
Acto Primero
O si
Acto primero vuelve es para ponerle una palma encima o
un plato de sal gorda para que no se
CUADRO PRIMERO hinche. No sé cómo te atreves a llevar una
navaja en tu cuerpo, ni cómo yo dejo a la
Habitación pintada de amarillo. serpiente dentro del arcón.
Madre: (Entre dientes y buscándola)La Novio:¿Es que quiere usted que los mate?
navaja, la navaja... Malditas sean todas y el
bribón que las inventó. Madre: No... Si hablo, es porque... ¿Cómo
no voy a hablar viéndote salir por esa
Novio:Vamos a otro asunto. puerta? Es que no me gusta que lleves
navaja. Es que.... que no quisiera que
Madre: Y las escopetas, y las pistolas, y el salieras al campo.
cuchillo más pequeño, y hasta las azadas y
los bieldos de la era. Novio:(Riendo)¡Vamos!
Novio:¿Necesito decírselo otra vez? Novio: Usted sabe que mi novia es buena.
Madre: No. Yo no puedo dejar aquí solos a Novio: Me voy. Mañana iré a verla.
tu padre y a tu hermano. Tengo que ir
todas las mañanas, y si me voy es fácil que Madre: Sí, sí; y a ver si me alegras con seis
muera uno de los Felix, uno de la familia de nietos, o lo que te dé la gana, ya que tu
los matadores, y lo entierren al lado. ¡Y eso padre no tuvo lugar de hacérmelos a mí.
sí que no! ¡Ca! ¡Eso sí que no! Porque con
las uñas los desentierro y yo sola los Novio: El primero para usted.
machaco contra la tapia.
Madre: Sí, pero que haya niñas. Que yo
Novio: (Fuerte)Vuelta otra vez. quiero bordar y hacer encaje y estar
tranquila.
Madre: Perdóname.(Pausa) ¿Cuánto
tiempo llevas en relaciones?
Novio: Estoy seguro que usted querrá a mi Vecina: ¡Ay!
novia.
Madre: ¡Ay!Pausa)
Madre: La querré. (Se dirige a besarlo y
reacciona)Anda, ya estás muy grande para Vecina: (Triste)¿Y tu hijo?
besos. Se los das a tu mujer.(Pausa.
Aparte)Cuando lo sea. Madre: Salió.
Vecina: Tienes razón. Tu hijo vale mucho. Madre: ¿Has visto qué día de calor?
Madre: Vale. Por eso lo cuido. A mí me Vecina: Iban negros los chiquillos que
habían dicho que la muchacha tuvo novio llevan el agua a los segadores. Adiós,
hace tiempo. mujer.
Mujer: Sí. ¿Quieres un refresco de limón? Leonardo: Y quizá tenga razón. Ella es de
cuidado.
Leonardo: Con el agua bien fría.
Mujer: No me gusta que penséis mal de
Mujer: ¡Cómo no viniste a comer!... una buena muchacha.
Leonardo: Estuve con los medidores del Suegra: Pero cuando dice eso es porque la
trigo. Siempre entretienen. conoce. ¿No ves que fue tres años novia
suya?(Con intención.)
Mujer: (Haciendo el refresco y muy
tierna) ¿Y lo pagan a buen precio? Leonardo: Pero la dejé. (A su mujer.) ¿Vas a
llorar ahora? ¡Quita! (La aparta
Leonardo: El justo. bruscamente las manos de la cara.) Vamos
a ver al niño. (Entran abrazados.)
Mujer: Me hace falta un vestido y al niño
una gorra con lazos. (Aparece la muchacha, alegre. Entra
corriendo)
Leonardo: (Levantándose)Voy a verlo.
Muchacha: Señora.
Mujer: Ten cuidado, que está dormido.
Suegra: ¿Qué pasa?
Suegra: (Saliendo)Pero ¿quién da esas
carreras al caballo? Está abajo, tendido, Muchacha: Llegó el novio a la tienda y ha
con los ojos desorbitados, como si llegara comprado todo lo mejor que había.
del fin del mundo.
Suegra: ¿Vino solo?
Leonardo: (Agrio) Yo.
Muchacha: No, con su madre. Seria,
Suegra: Perdona; tuyo es. alta. (La imita) Pero ¡qué lujo!
Mujer: (Tímida) Estuvo con los medidores Suegra: Ellos tienen dinero.
del trigo.
Muchacha: ¡Y compraron unas medias
Suegra: Por mí, que reviente.(Se sienta.) caladas!... ¡Ay, qué medias! ¡El sueño de las
(Pausa) mujeres en medias! Mire usted: una
golondrina aquí (Señala el tobillo.), un
Mujer: El refresco. ¿Está frío? barco aquí (Señala la pantorrilla.) y aquí
una rosa. (Señala el muslo.)
Leonardo: Sí.
Suegra: ¡Niña!
dentro de los ojos
Muchacha: ¡Una rosa con las semillas y el un puñal de plata.
tallo! ¡Ay! ¡Todo en seda! Bajaban al río.
La sangre corría
Suegra: Se van a juntar dos buenos más fuerte que el agua.
capitales. Mujer: (Volviéndose lentamente y como
soñando)
(Aparecen Leonardo y su mujer) Duérmete, clavel,
que el caballo se pone a beber.
Muchacha: Vengo a deciros lo que están
comprando. Suegra:
Duérmete, rosal,
Leonardo: (Fuerte)No nos importa. que el caballo se pone a llorar.
Mujer:
Mujer: Déjala. Nana, niño, nana.
Suegra:
Suegra: Leonardo, no es para tanto.
Ay, caballo grande,
Muchacha: Usted dispense. (Se va que no quiso el agua!
llorando.)
Mujer: (Dramática)
Suegra: ¿Qué necesidad tienes de ponerte ¡No vengas, no entres!
a mal con las gentes? ¡Vete a la montaña!
¡Ay dolor de nieve,
Leonardo: No le he preguntado su caballo del alba!
opinión. (Se sienta) Suegra: (Llorando)
Mi niño se duerme...
Suegra: Está bien.
Mujer: (Llorando y acercándose
lentamente)
(Pausa)
Mi niño descansa...
Mujer: (A Leonardo)¿Qué te pasa? ¿Qué Suegra:
idea te bulle por dentro de cabeza? No me Duérmete, clavel,
dejes así, sin saber nada... que el caballo no quiere beber.
Mujer: (Llorando y apoyándose sobre la
Leonardo: Quita. mesa.)
Duérmete, rosal,
Mujer: No. Quiero que me mires y me lo que el caballo se pone a llorar.
digas.
Telón
Leonardo: Déjame. (Se levanta.)
Criada: Pasen... (Muy afable, llena de Madre: Yo estoy ya vieja para andar por las
hipocresía humilde. Entran el novio y su terreras del río.
madre. La madre viste de raso negro y lleva
mantilla de encaje. El novio, de pana negra Novio: Se marea. (Pausa)
con gran cadena de oro.) ¿Se quieren
sentar? Ahora vienen. (Sale.) (Quedan Padre: Buena cosecha de esparto.
madre e hijo sentados, inmóviles como
estatuas. Pausa larga.) Novio: Buena de verdad.
Madre: Tenemos que volver a tiempo. Madre: Pero ahora da. No te quejes. Yo no
¡Qué lejos vive esta gente! vengo a pedirte nada.
Novio: Pero estas tierras son buenas. Padre: (Sonriendo) Tú eres más rica que yo.
Las viñas valen un capital. Cada pámpano
Madre: Buenas; pero demasiado solas. una moneda de plata. Lo que siento es que
Cuatro horas de camino y ni una casa ni un las tierras.... ¿entiendes?... estén
árbol. separadas. A mí me gusta todo junto. Una
espina tengo en el corazón, y es la
Novio: Estos son los secanos. huertecilla esa metida entre mis tierras,
que no me quieren vender por todo el oro
Madre: Tu padre los hubiera cubierto de del mundo.
árboles.
Novio: Eso pasa siempre.
Novio: ¿Sin agua?
Padre: Si pudiéramos con veinte pares de
Madre: Ya la hubiera buscado. Los tres bueyes traer tus viñas aquí y ponerlas en la
años que estuvo casado conmigo, plantó ladera. ¡Qué alegría!...
diez cerezos. (Haciendo memoria.) Los tres
nogales del molino, toda una viña y una Madre: ¿Para qué?
planta que se llama Júpiter, que da flores
encarnadas, y se secó. (Pausa.) Padre: Lo mío es de ella y lo tuyo de él. Por
eso. Para verlo todo junto, ¡que junto es
Novio: (Por la novia) Debe estar una hermosura!
vistiéndose.
Novio: Y sería menos trabajo.
Madre: Cuando yo me muera, vendéis hubieran inventado las navajas.
aquello y compráis aquí al lado.
Padre: En eso no hay que pensar.
Padre: Vender, ¡vender! ¡Bah!; comprar
hija, comprarlo todo. Si yo hubiera tenido Madre: Cada minuto. Métete la mano en el
hijos hubiera comprado todo este monte pecho.
hasta la parte del arroyo. Porque no es
buena tierra; pero con brazos se la hace Padre: Entonces el jueves. ¿No es así?
buena, y como no pasa gente no te roban
los frutos y puedes dormir Novio: Así es.
tranquilo. (Pausa.)
Padre: Los novios y nosotros iremos en
Madre: Tú sabes a lo que vengo. coche hasta la iglesia, que está muy lejos, y
el acompañamiento en los carros y en las
Padre: Sí. caballerías que traigan.
(Aparece la criada con dos bandejas. Una Padre: Se parece en todo a mi mujer.
con copas y la otra con dulces.)
Madre: ¿Sí? ¡Qué hermoso mirar! ¿Tú
Madre: (Al hijo) ¿Cuándo queréis la boda? sabes lo que es casarse, criatura?
Padre: Día en que ella cumple veintidós Madre: Un hombre, unos hijos y una pared
años justos. de dos varas de ancho para todo lo demás.
Madre: ¡Veintidós años! Esa edad tendría Novio: ¿Es que hace falta otra cosa?
mi hijo mayor si viviera. Que viviría caliente
y macho como era, si los hombres no
Madre: No. Que vivan todos, ¡eso! ¡Que Madre: (En la puerta) Adiós, hija. (La novia
vivan! contesta con la mano)
Madre: Aquí tienes unos regalos. Criada: Que reviento por ver los regalos.
Novio: Tomaré. (Toma un dulce. La novia Criada: Siquiera las medias. Dicen que
toma otro.) todas son caladas. ¡Mujer!
Novio: (A la novia) Mañana vendré. Criada: Niña, hija, ¿qué te pasa? ¿Sientes
dejar tu vida de reina? No pienses en cosas
Novia: ¿A qué hora? agrias. ¿Tienes motivo? Ninguno. Vamos a
ver los regalos. (Coge la caja.)
Novio: A las cinco.
Novia: (Cogiéndola de las muñecas) Suelta.
Novia: Yo te espero.
Criada: ¡Ay, mujer!
Novio: Cuando me voy de tu lado siento un
despego grande y así como un nudo en la Novia: Suelta he dicho.
garganta.
Criada: Tienes más fuerza que un hombre.
Novia: Cuando seas mi marido ya no lo
tendrás. Novia: ¿No he hecho yo trabajos de
hombre? ¡Ojalá fuera!
Novio: Eso digo yo.
Criada: ¡No hables así!
Madre: Vamos. El sol no espera. (Al
padre.) ¿Conformes en todo? Novia: Calla he dicho. Hablemos de otro
asunto.
Padre: Conformes.
(La luz va desapareciendo de la escena.
Madre: (A la criada) Adiós, mujer. Pausa larga)
Novia: Sería un caballo suelto de la Novia: No se puede estar ahí dentro, del
manada. calor.
Novia: ¿No sería mi novio? Algunas veces Novia: Mi madre era de un sitio donde
ha pasado a esas horas. había muchos árboles. De tierra rica.
Novia: (Fuerte) ¡Mentira! ¡Mentira! ¿A qué Criada: Es para arreglarte mejor esta onda.
viene aquí? Quiero que te caiga sobre la frente. (La
novia se mira en el espejo.) ¡Qué hermosa
Criada: Vino. estás! ¡Ay! (La besa apasionadamente.)
Novia: ¡Cállate! ¡Maldita sea tu lengua! (Se Novia: (Seria) Sigue peinándome.
siente el ruido de un caballo.)
Criada: (Peinándola)¡Dichosa tú que vas a
Criada: (En la ventana) Mira, asómate. abrazar a un hombre, que lo vas a besar,
¿Era? que vas a sentir su peso!
Zaguán de casa de la novia. Portón al Criada: ¡Pero, niña! Una boda, ¿qué es?
fondo. Es de noche. La novia sale con Una boda es esto y nada más. ¿Son los
enaguas blancas encañonadas, llenas de dulces? ¿Son los ramos de flores? No. Es
encajes y puntas bordadas, y un corpiño una cama relumbrante y un hombre y una
blanco, con los brazos al aire. La criada lo mujer.
mismo
Novia: No se debe decir.
el camino hay el doble.
Criada: Eso es otra cosa. ¡Pero es bien
alegre! (La novia se levanta y la criada se
entusiasma al verla.)
Novia: O bien amargo.
Despierte la novia
Criada: El azahar te lo voy a poner desde la mañana de la boda.
aquí hasta aquí, de modo que la corona ¡Que los ríos del mundo
luzca sobre el peinado. (Le prueba un ramo lleven tu corona!
de azahar.)
Novia: (Sonriente) Vamos.
Novia: (Se mira en el espejo) Trae. (Coge el
Criada: (La besa entusiasmada y baila
azahar y lo mira y deja caer la cabeza
alrededor)
abatida.)
Que despierte
con el ramo verde
Criada: ¿Qué es esto?
del laurel florido.
¡Que despierte
Novia: Déjame. por el tronco y la rama
de los laureles!
Criada: No son horas de ponerse
triste. (Animosa.) Trae el azahar. (La novia (Se oyen unos aldabonazos.)
tira el azahar.) ¡Niña! Qué castigo pides
tirando al suelo la corona? ¡Levanta esa Novia: ¡Abre! Deben ser los primeros
frente! ¿Es que no te quieres casar? Dilo. convidados.
Todavía te puedes arrepentir.(Se levanta.)
(Entra.) (La criada abre sorprendida.)
Novia: Son nublos. Un mal aire en el
centro, ¿quién no lo tiene? Criada: ¿Tú?
Criada: Ya llevarán lo menos dos horas de Leonardo: Los pasé con el caballo.
camino.
Criada: Vas a matar al animal con tanta
Novia: ¿Cuánto hay de aquí a la iglesia? carrera.
(Pausa. Voces cantando muy lejos) Criada: Estas palabras no pueden seguir. Tú
no tienes que hablar de lo pasado. (La
Voces: criada mira a las puertas presa de
¡Despierte la novia inquietud.)
la mañana de la boda!
Leonardo: Novia: Tienes razón. Yo no debo hablarte
Despierte la novia siquiera. Pero se me calienta el alma de
la mañana de la boda. que vengas a verme y atisbar mi boda y
preguntes con intención por el azahar.
Criada: Es la gente. Vienen lejos todavía. Vete y espera a tu mujer en la puerta.
Novia: ¿Por qué te pusiste esos zapatos? Madre: ¡Que llevéis cuidado! No sea que
tengamos mala hora.
Novio: Son más alegres que los negros.
(Se abre el gran portón del fondo.
Mujer de Leonardo: (Entrando y besando a Empiezan a salir.)
la novia)¡Salud!
Criada: (Llorando)
(Hablan todas con algazara.) Al salir de tu casa,
blanca doncella,
Leonardo: (Entrando como quien cumple acuérdate que sales
un deber) como una estrella...
La mañana de casada Muchacha 1:
la corona te ponemos. Limpia de cuerpo y ropa
Mujer: al salir de tu casa para la boda.
¡Para que el campo se alegre (Van saliendo.)
con el agua de tu pelo!
Madre: (Al padre) ¿También están ésos Muchacha 2:
aquí? ¡Ya sales de tu casa
para la iglesia!
Padre: Son familia. ¡Hoy es día de Criada:
perdones! ¡El aire pone flores
por las arenas!
Madre: Me aguanto, pero no perdono. Muchacha 3:
¡Ay la blanca niña!
Novio: ¡Con la corona da alegría mirarte!
Criada:
Novia: ¡Vámonos pronto a la iglesia! Aire oscuro el encaje
de su mantilla.
Novio: ¿Tienes prisa? (Salen. Se oyen guitarras, palillos y
panderetas. Quedan solos Leonardo y su
Novia: Sí. Estoy deseando ser tu mujer y mujer.)
quedarme sola contigo, y no oír más voz
que la tuya. Mujer: Vamos.
Novia: Y no ver más que tus ojos. Y que me Mujer: A la iglesia. Pero no vas en el
abrazaras tan fuerte, que aunque me caballo. Vienes conmigo.
llamara mi madre, que está muerta, no me
pudiera despegar de ti. Leonardo: ¿En el carro?
Padre: Hoy no es día de que te acuerdes de Madre: Así espero. (Se levantan.)
esas cosas.
Padre: Prepara las bandejas de trigo.
Madre: Cuando sale la conversación, tengo
que hablar. Y hoy más. Porque hoy me Criada: Están preparadas.
quedo sola en mi casa.
Mujer de Leonardo: (Entrando) ¡Que sea
Padre: En espera de estar acompañada. para bien!
Madre: (A la novia) ¿Qué piensas? Mujer: Aquí los dos; sin salir nunca y a
levantar la casa. ¡Ojalá yo viviera también
Novia: No pienso en nada. así de lejos!
Madre: Las bendiciones pesan mucho. Novio: ¿Por qué no compráis tierras? El
monte es barato y los hijos se crían mejor.
(Se oyen guitarras.)
Mujer: No tenemos dinero. ¡Y con el
Novia: Como el plomo. camino que llevamos!
Criada: Aquello está hermoso. (Salen. Se oye gran algazara. Sale la novia.
Por el lado opuesto salen dos muchachas
Novio: ¿Y tú no bailas? corriendo a encontrarla.)
Criada: (Con malicia) Si tú no, la novia. (Se Novia: No. Perdonad vosotras.
va.)
Muchacha 2: ¿De qué? Pero los dos
Mozo 1: (Entrando) ¡Tienes que beber con alfileres sirven para casarse, ¿verdad?
nosotros!
Novia: Los dos.
Novio: Estoy esperando a la novia.
Muchacha 1: Ahora, que una se casa antes
Mozo 2: ¡Ya la tendrás en la madrugada! que otra.
Novia: ¿Tantas ganas tenéis? Mujer: No quiero interrumpir...
Novio: ¿Quién iba a ser? (Pausa.) Tu padre Novio: Yo estoy deseando que esto acabe.
o yo. La novia está un poco cansada.
Novio: Ahora que tu padre te hubiera Novia: ¡Tengo como un golpe en las
abrazado más blando. sienes!
Madre: ¿Mal día? El único bueno. Para mí Novio: ¡Voy a ver! (Entra.)
fue como una herencia. (Entra la criada y
se dirige al cuarto de la novia.) Es la (Se oye algazara y guitarras.)
roturación de las tierras, la plantación de
árboles nuevos. Muchacha 1: ¡Ya ha empezado! (Sale.)
Madre: Sola, no. Que tengo la cabeza llena Criada: (Entrando) Y la niña. ¿donde está?
de cosas y de hombres y de luchas.
Madre: (Seria) No lo sabemos.
Novio: Pero luchas que ya no son luchas.
(Sale el novio. Entran tres invitados.)
(Sale la criada rápidamente; desaparece
corriendo por el fondo.) Padre: (Dramático) Pero ¿no está en el
baile?
Madre: Mientras una vive, lucha.
Criada: En el baile no está.
Novio: ¡Siempre la obedezco!
Padre: (Con arranque) Hay mucha gente.
Madre: Con tu mujer procura estar ¡Mirad!
cariñoso, y si la notas infautada o arisca,
hazle una caricia que le produzca un poco Criada: ¡Ya he mirado!
de daño, un abrazo fuerte, un mordisco y
luego un beso suave. Que ella no pueda Padre: (Trágico) ¿Pues dónde está?
disgustarse, pero que sienta que tú eres el
macho, el amo, el que mandas. Así aprendí Novio: (Entrando) Nada. En ningún sitio.
de tu padre. Y como no lo tienes, tengo
que ser yo la que te enseñe estas
fortalezas.
Madre: (Al padre) ¿Qué es esto? ¿Dónde
está tu hija? Acto tercero
(Entra la mujer de Leonardo.) CUADRO PRIMERO
Mujer: ¡Han huido! ¡Han huido! Ella y Bosque. Es de noche. Grandes troncos
Leonardo. En el caballo. Van abrazados, húmedos. Ambiente oscuro. Se oyen dos
como una exhalación. violines. Salen tres leñadores.
Padre: ¡No es verdad! ¡Mi hija. no! Leñador 1: ¿Y los han encontrado?
Madre: ¡Tu hija, sí! Planta de mala madre, Leñador 2: No. Pero los buscan por todas
y él, él también, él. Pero ¡ya es la mujer de partes.
mi hijo!
Leñador 3: Ya darán con ellos.
Novio: (Entrando) ¡Vamos detrás! ¿Quién
tiene un caballo? Leñador 2: ¡Chisss!
Voz: Aquí hay uno. Leñador 1: Cuando salga la luna los verán.
Madre: (Al hijo) ¡Anda! ¡Detrás! (Salen con Leñador 2: Debían dejarlos.
dos mozos.) No. No vayas. Esa gente mata
pronto y bien...; pero sí, corre, y yo detrás! Leñador 1: El mundo es grande. Todos
pueden vivir de él.
Padre: No será ella. Quizá se haya tirado al
aljibe. Leñador 3: Pero los matarán.
Madre: Al agua se tiran las honradas, las Leñador 2: Hay que seguir la inclinación:
limpias; ¡esa, no! Pero ya es mujer de mi han hecho bien en huir.
hijo. Dos bandos. Aquí hay ya dos
bandos. (Entran todos.) Mi familia y la tuya. Leñador 1: Se estaban engañando uno a
Salid todos de aquí. Limpiarse el polvo de otro y al fin la sangre pudo más.
los zapatos. Vamos a ayudar a mi hijo. (La
gente se separa en dos grupos.) Porque Leñador 3: ¡La sangre!
tiene gente; que son: sus primos del mar y
todos los que llegan de tierra adentro. Leñador 1: Hay que seguir el camino de la
¡Fuera de aquí! Por todos los caminos. Ha sangre.
llegado otra vez la hora de la sangre. Dos
bandos. Tú con el tuyo y yo con el mío. Leñador 2: Pero sangre que ve la luz se la
¡Atrás! ¡Atrás! bebe la tierra.
Leñador 3: Callar.
Leñador 1: ¿Qué? ¿Oyes algo? Leñador 1:
Leñador 3: Oigo los grillos, las ranas, el ¡Ay luna que sales!
acecho de la noche. Luna de las hojas grandes.
Leñador 2:
Leñador 1: Pero el caballo no se siente.
¡Llena de jazmines de sangre!
Leñador 3: No Leñador 1:
¡Ay luna sola!
Leñador 1: Ahora la estará queriendo. ¡Luna de las verdes hojas!
Leñador 2:
Leñador 2: El cuerpo de ella era para él y el Plata en la cara de la novia.
cuerpo de él para ella.
Leñador 3:
¡Ay luna mala!
Leñador 3: Los buscan y los matarán.
Deja para el amor la oscura rama.
Leñador 1: Pero ya habrán mezclado sus Leñador 1:
sangres y serán como dos cántaros vacíos, ¡Ay triste luna!
como dos arroyos secos. ¡Deja para el amor la rama oscura!
(Salen. Por la claridad de la izquierda
Leñador 2: Hay muchas nubes y será fácil aparece la Luna. La Luna es un leñador
que la luna no salga. joven, con la cara blanca. La escena
adquiere un vivo resplandor azul.)
Leñador 3: El novio los encontrará con luna
o sin luna. Yo lo vi salir. Como una estrella Luna:
furiosa. La cara color ceniza. Expresaba el Cisne redondo en el río,
sino de su casta. ojo de las catedrales,
alba fingida en las hojas
Leñador 1: Su casta de muertos en mitad soy; ¡no podrán escaparse!
de la calle. ¿Quién se oculta? ¿Quién solloza
por la maleza del valle?
Leñador 2: ¡Eso es! La luna deja un cuchillo
abandonado en el aire,
Leñador 3: ¿Crees que ellos lograrán que siendo acecho de plomo
romper el cerco? quiere ser dolor de sangre.
¡Dejadme entrar! ¡Vengo helada
Leñador 2: Es difícil. Hay cuchillos y por paredes y cristales!
escopetas a diez leguas a la redonda. ¡Abrid tejados y pechos
donde pueda calentarme!
Leñador 3: Él lleva buen caballo. ¡Tengo frío! Mis cenizas
de soñolientos metales
Leñador 2: Pero lleva una mujer. buscan la cresta del fuego
por los montes y las calles.
Leñador 1: Ya estamos cerca. Pero me lleva la nieve
sobre su espalda de jaspe,
Leñador 2: Un árbol de cuarenta ramas. Lo y me anega, dura y fría,
cortaremos pronto. el agua de los estanques.
Pues esta noche tendrán
Leñador 3: Ahora sale la luna. Vamos a mis mejillas roja sangre,
darnos prisa. y los juncos agrupados
en los anchos pies del aire.
(Por la izquierda surge una claridad)
¡No haya sombra ni emboscada. Mendiga:
que no puedan escaparse! Nada.
¡Que quiero entrar en un pecho Luna:
para poder calentarme! El aire va llegando duro, con doble filo.
¡Un corazón para mí!
¡Caliente!, que se derrame Mendiga:
por los montes de mi pecho; Ilumina el chaleco y aparta los botones,
dejadme entrar, ¡ay, dejadme! (A las que después las navajas ya saben el
ramas.) camino.
No quiero sombras. Mis rayos Luna:
han de entrar en todas partes, Pero que tarden mucho en morir. Que la
y haya en los troncos oscuros sangre
un rumor de claridades, me ponga entre los dedos su delicado
para que esta noche tengan silbo.
mis mejillas dulce sangre, ¡Mira que ya mis valles de ceniza
y los juncos agrupados despiertan
en los anchos pies del aire. en ansia de esta fuente de chorro
¿Quién se oculta? ¡Afuera digo! estremecido!
¡No! ¡No podrán escaparse!
Mendiga: No dejemos que pasen el arroyo.
Yo haré lucir al caballo
¡Silencio!
una fiebre de diamante.
(Desaparece entre los troncos y vuelve la Luna: ¡Allí vienen!
escena a su luz oscura. Sale una anciana
totalmente cubierta por tenues paños (Se va. Queda la escena a oscuras.)
verdeoscuros. Lleva los pies descalzos.
Apenas si se le verá el rostro entre los Mendiga:
pliegues. Este personaje no figura en el ¡De prisa! Mucha luz. ¿Me has oído?
reparto.) ¡No pueden escaparse!
(Entran el novio y mozo 1. La mendiga se
Mendiga:
sienta y se tapa con el manto.)
Esa luna se va, y ellos se acercan.
De aquí no pasan. El rumor del río
Novio: Por aquí.
apagará con el rumor de troncos
el desgarrado vuelo de los gritos.
Mozo 1: No los encontrarás.
Aquí ha de ser, y pronto. Estoy cansada.
Abren los cofres, y los blancos hilos
Novio: (Enérgico) ¡Sí los encontraré!
aguardan por el suelo de la alcoba
cuerpos pesados con el cuello herido.
Mozo 1: Creo que se han ido por otra
No se despierte un pájaro y la brisa,
vereda.
recogiendo en su falda los gemidos,
huya con ellos por las negras copas
Novio: No. Yo sentí hace un momento el
o los entierre por el blanco limo.
galope.
¡Esa luna, esa luna! (Impaciente.)
¡Esa luna, esa luna!
Mozo 1: Sería otro caballo.
(Aparece la luna. Vuelve la luz intensa.)
Novio: (Dramático) Oye. No hay más que
Luna: un caballo en el mundo, y es este. ¿Te has
Ya se acercan. enterado? Si me sigues, sígueme sin
Unos por la cañada y otros por el río. hablar.
Voy a alumbrar las piedras. ¿Qué
necesitas? Mozo 1: Es que yo quisiera...
anchas! ¿Cómo no te gusta estar tendido
Novio: Calla. Estoy seguro de sobre ellas y no andar sobre las plantas de
encontrármelos aquí. ¿Ves este brazo? los pies, que son tan chicas?
Pues no es mi brazo. Es el brazo de mi
hermano y el de mi padre y el de toda mi Novio: (Zamarreándola) ¡Te digo si los
familia que está muerta. Y tiene tanto viste! ¿Han pasado por aquí?
poderío, que puede arrancar este árbol de
raíz si quiere. Y vamos pronto, que siento Mendiga: (Enérgica) No han pasado; pero
los dientes de todos los míos clavados aquí están saliendo de la colina. ¿No los oyes?
de una manera que se me hace imposible
respirar tranquilo. Novio: No.
Leonardo: Novia:
Ya dimos el paso; ¡calla! ¡Ay que sinrazón! No quiero
porque nos persiguen cerca contigo cama ni cena,
y te he de llevar conmigo. y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
Novia: porque me arrastras y voy,
¡Pero ha de ser a la fuerza! y me dices que me vuelva
Leonardo: y te sigo por el aire
¿A la fuerza? ¿Quién bajó como una brizna de hierba.
primero las escaleras? He dejado a un hombre duro
y a toda su descendencia
Novia:
en la mitad de la boda
Yo las bajé.
y con la corona puesta.
Leonardo: Para ti será el castigo
¿Quién le puso y no quiero que lo sea.
al caballo bridas nuevas? ¡Déjame sola! ¡Huye tú!
Novia: No hay nadie que te defienda.
Yo misma. Verdad. Leonardo:
Leonardo: Pájaros de la mañana
¿Y qué manos por los árboles se quiebran.
me calzaron las espuelas? La noche se está muriendo
en el filo de la piedra.
Novia: Vamos al rincón oscuro,
Estas manos que son tuyas, donde yo siempre te quiera,
pero que al verte quisieran que no me importa la gente,
quebrar las ramas azules ni el veneno que nos echa.
y el murmullo de tus venas.
¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta! (La abraza fuertemente.)
Que si matarte pudiera,
te pondría una mortaja
con los filos de violetas.
Novia: Novia: ¡Vete!
Y yo dormiré a tus pies
para guardar lo que sueñas. Leonardo:
Desnuda, mirando al campo, Silencio. Que no nos sientan.
como si fuera una perra, (Dramática.) Tú delante. ¡Vamos, digo!
¡porque eso soy! Que te miro (Vacila la novia)
y tu hermosura me quema.
Leonardo: Novia: ¡Los dos juntos!
Se abrasa lumbre con lumbre.
La misma llama pequeña Leonardo: (Abrazándola)
mata dos espigas juntas. ¡Como quieras!
¡Vamos! Si nos separan, será
(La arrastra.) porque esté muerto.
Novia:
Novia: Y yo muerta.
¿Adónde me llevas? (Salen abrazados. Aparece la luna muy
Leonardo: despacio. La escena adquiere una fuerte luz
A donde no puedan ir azul. Se oyen los dos violines. Bruscamente
estos hombres que nos cercan. se oyen dos largos gritos desgarrados y se
¡Donde yo pueda mirarte! corta la música de los violines. Al segundo
Novia: (Sarcástica) grito aparece la mendiga y queda de
Llévame de feria en feria, espaldas. Abre el manto y queda en el
dolor de mujer honrada, centro, como un gran pájaro de alas
a que las gentes me vean inmensas. La luna se detiene. El telón baja
con las sábanas de boda en medio de un silencio absoluto.)
al aire como banderas.
Telón
Leonardo:
También yo quiero dejarte
si pienso como se piensa. Acto tercero
Pero voy donde tú vas.
Tú también. Da un paso. Prueba.
CUADRO SEGUNDO
Clavos de luna nos funden
mi cintura y tus caderas.
Habitación blanca con arcos y gruesos
(Toda esta escena es violenta, llena de gran muros. A la derecha y a la izquierda,
sensualidad.) escaleras blancas. Gran arco al fondo y
pared del mismo color. El suelo será
Novia: ¿Oyes? también de un blanco reluciente. Esta
habitación simple tendrá un sentido
Leonardo: Viene gente. monumental de iglesia. No habrá ni un gris,
ni una sombra, ni siquiera lo preciso para la
Novia: perspectiva. Dos muchachas vestidas de
¡Huye! azul oscuro están devanando una madeja
Es justo que yo aquí muera roja.
con los pies dentro del agua,
espinas en la cabeza. Muchacha 1:
Y que me lloren las hojas.
mujer perdida y doncella. Madeja, madeja,
Leonardo: Cállate. Ya suben. ¿qué quieres hacer?
Muchacha 2: Muchacha 1:
Jazmín de vestido, Amante sin habla.
cristal de papel. Novio carmesí.
Nacer a las cuatro, Por la orilla muda
morir a las diez. tendidos los vi.
Ser hilo de lana, (Se detiene mirando la madeja.)
cadena a tus pies
y nudo que apriete Niña: (Asomándose a la puerta)
amargo laurel. Corre, corre, corre
Niña: (Cantando) el hilo hasta aquí.
¿Fuiste a la boda? Cubiertos de barro
Muchacha 1: los siento venir.
No. ¡Cuerpos estirados,
paños de marfil!
Niña:
¡Tampoco fui yo! (Se va. Aparece la mujer y la suegra de
¿Qué pasaría Leonardo. Llegan angustiadas.)
por los tallos de la viña?
¿Qué pasaría Muchacha 1:
por el ramo de la oliva? ¿Vienen ya?
¿Qué pasó Suegra: (Agria)
que nadie volvió? No sabemos.
¿Fuiste a la boda?
Muchacha 2: Muchacha 2:
Hemos dicho que no. Qué contáis de la boda?
Niña: (Yéndose) Muchacha 1:
¡Tampoco fui yo! Dime.
Muchacha 2: Suegra: (Seca)
Madeja, madeja Nada.
¿qué quieres cantar?
Mujer:
Muchacha 1: Quiero volver para saberlo todo.
Heridas de cera,
dolor de arrayán. Suegra: (Enérgica)
Dormir la mañana, Tú, a tu casa.
de noche velar. Valiente y sola en tu casa.
A envejecer y a llorar.
Niña: (En la puerta) Pero la puerta cerrada.
El hilo tropieza Nunca. Ni muerto ni vivo.
con el pedernal. Clavaremos las ventanas.
Los montes azules Y vengan lluvias y noches
lo dejan pasar. sobre las hierbas amargas.
Corre, corre, corre.
y al fin llegará Mujer:
a poner cuchillo ¿Qué habrá pasado?
y a quitar el pan. Suegra:
(Se va.) No importa.
Échate un velo en la cara.
Muchacha 2: Tus hijos son hijos tuyos
Madeja. madeja, nada más. Sobre la cama
¿qué quieres decir? pon una cruz de ceniza
donde estuvo su almohada.
(Salen.) (Se va. Las muchachas inclinan la cabeza y
rítmicamente van saliendo.)
Mendiga: (A la puerta)
Un pedazo de pan, muchachas. Muchacha 1:
Niña: Sucia arena.
¡Vete! Muchacha 2:
(Las muchachas se agrupan.) Sobre la flor del oro.
Niña:
Mendiga: Sobre la flor del oro
¿Por qué? traen a los novios del arroyo.
Niña: Morenito el uno,
Porque tú gimes: vete. morenito el otro.
¡Qué ruiseñor de sombra vuela y gime
Muchacha 1: sobre la flor del oro!
¡Niña!
(Se va. Queda la escena sola. Aparece la
Mendiga: madre con una vecina. La vecina viene
¡Pude pedir tus ojos! Una nube llorando.)
de pájaros me sigue: ¿quieres uno?
Niña: Madre: Calla.
¡Yo me quiero marchar!
Vecina: No puedo.