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UNA CONCEPCIÓN SOBRE LA PENA DE MUERTE.

JHONATAN ESTIVEN OROZCO BOTINA.

UNIVERSIDAD DE CALDAS.
INGENIERÍA MECATRÓNICA.
MATERIA: CONSTITUCIÓN POLÍTICA COLOMBIANA.
PAULA ANDREA VALENCIA SANTA.
SEMESTRE I.
MANIZALES, CALDAS.
18 DE ABRIL DEL 2018.
UNA CONCEPCIÓN SOBRE LA PENA DE MUERTE.
“La pena de muerte es signo peculiar de la barbarie.”

- Victor Hugo.

En el presente ensayo, se dará una breve noción sobre la idea que nos trae un acto como la
pena de muerte, igualmente hare un breve recorrido de las ideas sobre el castigo que hemos
tenido a lo largo de la creación de este sistema de sanción, con el fin de enfatizar y darle una
coherencia a mi conclusión sobre este tema que descansará al final del escrito.

A lo largo de la formación del estado, el sujeto político ha creado leyes, las cuales tienen
una figura normativa que regula las acciones de esos sujetos que han concebido y aceptado
el contrato social. Sin embargo, en el ámbito social-político los individuos infringen dichas
normas, por lo tanto, el estado como garante de derechos, interviene para buscar las sanciones
y las posibles remuneraciones para cada implicado. Por ello, el estado se ha ido
perfeccionando y ha garantizado el respeto de las libertades de los individuos, de ahí que:
“Mi libertad se termina dónde empieza la de los demás” - Jean-Paul Sartre.

Ahora bien, tras estas nociones queda abierta la discusión sobre las sanciones de aquellos que
infringe la libertad de sus iguales, de una minoría, de una intuición u otros. Antes de entrar a
dar una valoración sobre las ultimas sanciones que el estado ha creado como lo es la pena de
muerta, cabe aclarar dos puntos: en primera instancia, hemos evidenciado que lo largo del
tiempo, las primeras comunidades pre-estatales y estatales ejecutaron un sin número de actos
violentos que inducían a una represión y al cólera cuando se procedía la corrección, (ejemplo:
los castigos por delitos en la edad media, la estaca, la hoguera, la picota…) ya que, estos
castigos violentaban directamente el estado de dignidad de los individuos y los hacia purificar
y pagar su sanción.

En segunda instancia, tras la revolución francesa y el surgimiento de los derechos humanos,


tales sanciones fueron cambiando teniendo en cuenta todas estas ideas de dignidad que se
aferraba ahora al individuo. Hecha esta salvedad, paso a dar mi opinión o concepción sobre
este tipo de sanción.

Así pues, quiero que mi opinión descanse en la segunda instancia que comente anteriormente,
pues, es a partir de nuestro contexto que podremos dar una opinión practica y actual. Por lo
tanto, considero que nuestro estado, contemplándose como un estado de derechos debe
respetar los derechos de todos los seres humanos que componente este cuerpo social, entre
esos derechos está el derecho a la vida, que aun médicos y otros agentes sociales se encarga
de asegurarlo a todos los sujetos políticos.
Ante esta breve aseveración, quiero destacar dos nociones por las que no estoy a favor de
este mecanismo de sanción.

Se debe agregar también, que nuestra sociedad ha apostado por un nuevo sistema o
mecanismo para ejecutar las “sanciones”, nuestras sociedades le han pastado a la
resocialización de los presos, en el sentido, en que el sujeto se contempla como un sujeto con
segunda oportunidad, y, por lo tanto, los centros de corrección o las cárceles deben
proporcionar un proceso de reintegración y de aseveración a través de la disciplina y la
compañía constante al individuo.

El primer punto por el que no estoy de acuerdo con este tipo de sanción, es que nuestro
sistema judicial todavía no está preparado para abordar completamente los casos y las
investigaciones certeza, es decir, hay una margen de error muy amplia que no llevaría a errar
en muchas ocasiones, y la vida de cualquier individuo ante los ojos del estado debe ser de la
misma estimación. No obstante, ante el posible “perfeccionamiento” del sistema judicial,
debemos cohibirnos de este mecanismo, pues el hecho de mitigar o exterminar un sujeto, no
nos asegura necesariamente y suficientemente la extinción del delito. El segundo punto que
me hace abstenerme de esta sanción, es la posibilidad que se da a violentar los derechos
básico de los individuos y tras esta violación se argumente o justifique acciones que quizás
nos arrepintamos a futuro.

En definitiva, soy consciente de que este tema es de cuidado, pues han existido una cantidad
de crimines atrasos que se han llevado la vida de muchos inocentes, y puede surgir un contra
argumento justificándose en uno de estos, pero no debemos retroceder a pelar a un
mecanismo así, pues a pesar de dichos crimines, somos sujetos racionales que podemos
sostener o crear un nuevo tipo de sanción o pena. De modo que, necesitamos esforzarnos
porque nuestros razonamientos nos guie a buscar otra solución, que guardé la vida de los
culpables, pero que también los sancionen, pues la justicia se presta en un primer momento
para asegurarle a las victimas su restitución de derechos.

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