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palabras que les hagan bien a los que las oyen y los ayuden a madurar.
30No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual Dios los selló para el
día de la salvación. 31Arrojen de ustedes la amargura, el enojo, la ira, los
gritos, las calumnias y todo tipo de maldad. 32Al contrario, sean bondadosos
entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros,
de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Juan 15:12: 12 Este es mi mandamiento: Que os améis los unos á los otros,
como yo os he amado.
Lucas 6:31: 31 Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles
también vosotros
Mateo 7:12: 12 Así que, todas las cosas que quisierais que los hombres
hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos, porque esta es la
ley y los profetas.
1 Pedro 3:1-22: Así mismo, esposas, obedezcan a sus esposos, para que al
obedecerlos, si alguno de ellos no cree en la palabra pueda convencerlo el
comportamiento de ustedes más que sus palabras, 2al ver ellos su conducta
honesta y respetuosa.3No busquen ustedes la belleza externa que producen
adornos tales como peinados exagerados, joyas de oro y vestidos lujosos.
4Procuren más bien la belleza pura, la que viene de lo íntimo del corazón y
que consiste en un espíritu afectuoso y tranquilo. Ésta es la que tiene valor
delante de Dios. 5Ese era el adorno de las mujeres santas en el pasado, las
que confiaban en Dios y obedecían a sus esposos.6Sara, por ejemplo,
obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Si ustedes hacen el bien y no
tienen miedo de nada, es que son hijas de ella.7En cuanto a ustedes,
esposos, sean comprensivos con sus esposas. Trate cada uno a su esposa con
respeto, ya que como mujer es más delicada y comparte, junto con ustedes,
la herencia de la vida eterna. Al hacer esto nada estorbará sus oraciones.
8En fin, vivan ustedes en armonía unos con otros. Compartan sus penas y
alegrías, ámense como hermanos, tengan compasión y sean humildes. 9No le
hagan mal al que les hizo mal ni insulten al que los insultó. Al contrario,
bendíganlo, porque Dios los eligió a ustedes para que reciban bendición.
10«El que quiere amar la vida y pasar días felices, cuide su lengua de hablar
el mal y sus labios de engañar. 11Apártese del mal y haga el bien; busque la
paz y sígala, 12porque el Señor cuida a los justos y sus oídos están atentos a
sus oraciones, pero está en contra de los que hacen el mal».
16Pero háganlo con amabilidad y respeto, de tal forma que a ustedes les
quede la conciencia limpia. Así, los que hablan mal de la buena conducta de
ustedes como creyentes en Cristo, se avergonzarán de sus palabras. 17Si Dios
así lo quiere, es mejor sufrir por hacer el bien que por hacer el mal.
18Porque Cristo murió por los pecados una vez y para siempre, el justo por
los injustos, para llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo,
pero el Espíritu hizo que volviera a la vida. 19Por medio del Espíritu fue y
predicó a los espíritus que estaban presos, 20a los que desobedecieron a
Dios en los días de Noé, cuando Dios esperaba con paciencia mientras se
construía el arca. Sólo ocho personas en total, que son muy pocas, se
salvaron por medio del agua. 21Y esa agua representa el bautismo que ahora
a ustedes también los salva. El bautismo no es para limpiar nuestro cuerpo,
sino para comprometernos con Dios a tener una buena conciencia. Esta
salvación es posible por la resurrección de Jesucristo, 22que subió al cielo y
tomó su lugar a la derecha de Dios. A él, a Jesucristo, están sometidos los
ángeles y todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.
1 Pedro 2:17: 17Traten a todos con respeto. Amen a los hermanos, honren a
Dios y respeten al rey.
5Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según
el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él
prometió a quienes lo aman. 6¡Pero ustedes desprecian al pobre! ¿No son los
ricos quienes los explotan a ustedes y los arrastran ante los tribunales? 7¿No
son los ricos los que insultan el buen nombre del Señor a quien ustedes
pertenecen?
7El amor disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada,
espera de ella lo mejor y todo lo soporta.
11Cuando yo era niño, hablaba, pensaba y razonaba como niño; pero cuando
alcancé madurez en la vida, dejé a un lado las cosas de niño: 12De la misma
manera, nuestros conocimientos son ahora muy limitados, como si
estuviéramos viendo una figura en un espejo defectuoso; pero un día
veremos las cosas como son, cara a cara. Mis conocimientos son ahora
imperfectos, pero en aquel día podré conocer tal y como él me conoce a mí.
1 Juan 3:18: 18Hijitos míos, que nuestro amor no sea sólo de palabra ni de
labios para afuera, sino que amemos de veras y demostrémoslo con hechos.
1 Corintios 13:13: 13Tres virtudes hay que ahora permanecen: la fe, la
esperanza y el amor.
Juan 3:16: 16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna.
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Efesios 5: 1-20 : 1Por tanto, imiten a Dios como hijos amados. 2Y vivan
amando a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se
entregó por nosotros en sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a
Dios.
5Sepan esto: Jamás tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios el que sea
inmoral, impuro o avaro (pues ser avaro es lo mismo que ser idólatra).
6No se dejen engañar por los que tratan de excusar estos pecados, porque
por esos pecados el castigo de Dios viene sobre los que son desobedientes.
11No participen de las acciones malas de los que viven en oscuridad, las
cuales no traen ningún provecho. Más bien, háganles ver sus pecados. 12Es
vergonzoso aun hablar de muchas de las cosas que ellos hacen a
escondidas. 13-14Pero cuando la luz brilla, pone todas las cosas al
descubierto. Por eso se dice:
15Así que tengan mucho cuidado de cómo viven. Vivan como sabios, no
como necios; 16aprovechen bien cada oportunidad, porque los días son
malos; 17no sean tontos, sino traten de entender cuál es la voluntad de
Dios.
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1 Juan 4: 17-21: 17Y al vivir en Cristo, nuestro amor se perfecciona cada vez
más, de tal manera que en el día del juicio no nos sentiremos avergonzados
ni apenados, sino que podremos mirarlo con confianza y gozo, sabiendo que
él nos ama y que nosotros lo amamos también. 18No hay por qué temer a
quien tan perfectamente nos ama. Su perfecto amor elimina cualquier temor.
Si alguien siente miedo es miedo al castigo lo que siente, y con ello
demuestra que no está absolutamente convencido de su amor hacia
nosotros.
19Como ven ustedes, si amamos a Dios es porque él nos amó primero. 20Si
alguno dice: «Amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Si
no ama al hermano que tiene delante, ¿cómo puede amar a Dios, a quien
jamás ha visto? 21Dios mismo ha dicho que no sólo debemos amarlo a él,
sino también a nuestros hermanos.
Efesios 5:25-31 : 25Los esposos, por su parte, deben mostrar a sus esposas
el mismo amor que Cristo mostró a su iglesia. Cristo se entregó a sí mismo
por ella 26para hacerla santa y la purificó lavándola con agua por medio de la
Palabra. 27Lo hizo así a fin de presentársela a sí mismo como una iglesia
gloriosa, sin manchas ni arrugas ni nada semejante, sino santa e intachable.
28Así deben amar los esposos a sus esposas: como aman a su propio cuerpo.
¡El hombre que ama a su esposa se ama a sí mismo! 29-30Nadie aborrece su
propio cuerpo; antes bien, lo alimenta y lo cuida con esmero. Cristo hace lo
mismo con ese cuerpo suyo del que formamos parte: la iglesia.
Los hijos que crié y cuidé por tanto tiempo y tan tiernamente se han vuelto
contra mí. 3Hasta los animales —el burro y el buey— conocen a su amo y
agradecen sus cuidados, ¡pero no así mi pueblo Israel! Haga lo que haga por
ellos, les tiene sin cuidado. 4¡Qué nación tan pecadora! Andan encorvados
bajo la carga de su culpa. También sus padres fueron malvados. Nacidos para
el mal, le volvieron las espaldas al SEÑOR y menospreciaron al Santo de
Israel. Ellos mismos se han alejado de mi auxilio.
5-6 Oh pueblo mío, ¿no han recibido suficiente castigo? ¿Por qué obligarme a
azotarlos una y otra vez? ¿Es su intención ser rebeldes toda la vida? De la
cabeza a los pies están enfermos, débiles y desfallecidos, cubiertos de
magulladuras, verdugones y heridas infectadas, sin ungir ni vendar. 7Su
patria está en ruinas, sus ciudades incendiadas. Mientras ustedes se la pasan
mirando, los extranjeros destruyen y saquean cuanto ven. 8Y ahí se quedan
ustedes, indefensos y abandonados como si fueran una de esas chozas
inútiles que usan los vigilantes en el campo luego de terminada la cosecha,
pero cuando el producto de la cosecha ya ha sido saqueado y robado.
16¡Oh, lávense, límpiense! Que no les vea yo nunca más cometer esas
maldades; dejen sus malos caminos. 17Aprendan a hacer el bien, a ser justos
y a ayudar a los pobres, a los huérfanos y a las viudas.
18¡Vengan y aclaremos las cuentas! —dice el SEÑOR—, por profunda que sea
la mancha de sus pecados, yo puedo quitarla y dejarlos tan limpios como la
nieve recién caída. ¡Aunque sus manchas sean rojas como el carmesí, yo
puedo volverlas blancas como la lana! 19Si me dejan ayudarlos, que me
puedan obedecer, yo los enriqueceré. 20Pero si continúan volviéndome las
espaldas y negándose a escucharme, morirán a manos de sus enemigos. Yo,
el SEÑOR, se los aseguro.
21¡Oh Jerusalén, que fuiste mi fiel esposa, ahora eres una ramera! ¡Corres
tras otros dioses! Fuiste «La Ciudad de la Justicia», pero hoy eres guarida de
asesinos. 22Fuiste como plata purificada, pero ahora estás mezclada con ruin
aleación. Fuiste muy pura, pero ahora estás diluida como vino aguado. 23Tus
caudillos son rebeldes, compinches de ladrones; todos son sobornables y no
defienden a las viudas ni a los huérfanos. 24Por tanto, así dice el Señor, el
SEÑOR todopoderoso, el Poderoso de Israel, dice: ¡Derramaré mi ira sobre
ustedes, enemigos tuyos! 25Yo mismo los derretiré en la fundición y les
sacaré la escoria.
26Y después les daré buenos jueces y sabios consejeros como los que antes
tenían. Entonces nuevamente la ciudad de ustedes se llamará «La Ciudad de
la Justicia» y «La Ciudad Fiel». 27Los que regresen al SEÑOR deben ser justos
y buenos, y entonces serán redimidos. 28Pero todos los pecadores serán
totalmente aniquilados, porque rehúsan venir a mí. 29Los cubriré de
vergüenza, y enrojecerán pensando en aquellas ocasiones en que
sacrificaban ante los ídolos en sus bosques de encinas «sagradas».
30Perecerán como lo hace un árbol marchito o un huerto sin agua. 31Los
más fuertes de ustedes desaparecerán como paja en el fuego; sus maldades
son la chispa que enciende la paja, y nadie podrá apagarla.