Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Radclyffe - Contra Órdenes Médicas PDF
Radclyffe - Contra Órdenes Médicas PDF
RADCLYFFE
Traducción libre by TEAM LGM
Febrero 2015
SINOPSIS
Gracias a la Editora Jefe Sandy Lowe, que diariamente hace que mi trabajo sea
más fácil y me da más tiempo para escribir; a la editora Ruth Sternglantz por entender
mi trabajo y saber a dónde voy, a veces antes que yo misma; a Stacia Seaman por una
cuidadosa lectura y correcciones esenciales; y a mis primeras lectoras Connie, Eva, y
Paula por el estímulo constante.
Sheri encontró justo las imágenes que yo quería para este libro, y llegó con
una memorable portada -como siempre.
Y gracias a Lee, que quería colarse por la noche hasta el hospital con una
linterna para tener una idea del pasado. Amo te.
Para Lee, que siempre anda diciendo "¿por qué no?"
Capítulo Uno
Harper Rivers corrió a lo largo de la orilla del estrecho camino, bordeando el camino
rural, con la salida del sol a su espalda y el amplio Río Hudson fluyendo
perezosamente a su izquierda a una media milla de la llanura recién arada. La fresca
brisa de comienzos de verano enfrió el sudor en la parte posterior de su cuello, y el
aroma a floreciente tierra labrada con la vida jugueteó con sus sentidos. Su piel se
estremeció con el pulso de la sangre a través de sus venas, y el aire fresco que llenaba
sus pulmones ahuyentó el agotamiento persistente de una noche de insomnio. El
rítmico thump- thump- thump de sus Sauconys (zapatillas para correr) sobre el asfalto
agrietado acompañaba el ritmo palpitante de su corazón y su mente lentamente se
vació de todo, excepto la inevitable alegría que venía con el resurgimiento de la
primavera. Disminuyó el paso cuando escuchó el ruido de una camioneta detrás de
ella y saludó cuando el conductor hizo sonar su bocina antes que ella entrara a un
camino relleno de grava triturada, lo suficientemente amplio como para que dos
tractores de buen tamaño pudiesen pasar, bordeado a ambos lados por manzanos y
perales, sus hojas de un verde vibrante y la primera vista de brillantes flores en las
ramas enredadas. Media milla por delante, una casa de campo blanca señorial que
remembraba una casa de las plantaciones sureñas, con un porche de dos columnas, se
asentaba en una colina sobre el río. El humo encrespado salía de una de las cuatro
chimeneas de piedra, llevando el dulce aroma a levadura de pan horneado de la
chimenea de la cocina. Rodeó alejándose del camino de losa que conducía hacia la
entrada principal, siguiendo el áspero y sinuoso camino de piedra al lado del pórtico
en la parte trasera de la casa y subió los amplios escalones de madera del porche
trasero con amplios tablones. Justo al llegar a la puerta mosquitera, una voz desde el
interior le saludó.
"No entres aquí con esos zapatos llenos de lodo, Harper Lee Rivers"
"Sí, mamá" dijo Harper, como siempre lo hacía en respuesta a la orden familiar. Se
quitó los zapatos para correr, los dejó junto a la puerta y entró en calcetines al
dominio de su madre. La cocina, el lugar de reunión informal para toda la familia y
para la mayoría de los visitantes, se extendía casi por toda la longitud de la parte
trasera de la casa, dominada por una mesa de madera de cinco metros de largo que
había sido tallada de los árboles de nogal que una vez dominaron las accidentadas
colinas de las tierras altas de Nueva York. La madera toscamente labrada estaba
desgastada por las décadas de deslizar ollas y platos a través de su superficie y la
vigorosa acción de sacer brillo de generaciones de mujeres e hijos Rivers. Los enseres
domésticos se habían modernizado, pero todo lo demás en la cocina lucía como si
hubiese permanecido igual desde que la casa fue construida 250 años atrás. Los
gabinetes eran del mismo nogal marrón rojizo oscuro como la mesa, las largas y finas
vetas eran interrumpidas aquí y allá por nudos y espirales más oscuros. Las vigas
cortadas a mano que contenían las formas cuadradas de la sierra del hachero,
sostenían el techo y unas piedras de laja gris-verdoso formaban la entrada junto al
suelo de roble. Una chimenea abierta, de un metro cuadrado de profundidad,
proporcionaba el fuego desde tempranas horas de la mañana para ahuyentar el frío.
Su madre sacó una bandeja de galletas del horno doble y la deslizó con eficiente
práctica sobre un salvamanteles de piedra sobre el mostrador de madera. Harper hizo
un movimiento rápido para agarrar una y con la misma rapidez retiró la mano, cuando
su madre le dió un manotazo con una cuchara de madera.
"Sabes que sabrán mejor cuando se hayan enfriado un poco. Siéntate y bebe tu café”
Harper sacó una silla de madera con respaldo recto y asiento de cuero, la cual ofreció
comodidad a sus ocupantes por décadas, se sentó a la mesa en su lugar habitual y
estiró sus piernas hacia la chimenea.
"Te levantaste temprano…" dijo su madre, deslizando una taza de café frente a ella.
Estudió a Harper con ésa mirada directa que garantizaba que Harper se retorcería si
estaba ocultando algún secreto, aunque no había tenido secretos en mucho tiempo. Al
menos ninguno que su madre necesitase saber. Trató de no inquietarse y buscó en su
memoria por un cumpleaños olvidado o una reunión familiar perdida. Ida Rivers era
una fanática en el cumplimiento de las obligaciones familiares.
Relajada ahora que se daba cuenta que no había cometido ningún pecado familiar,
Harper tomó un sorbo del fuerte café negro y emitió un suspiro de satisfacción. El
ruido y los olores familiares de la cocina de su madre drenaron los persistentes giros
de tensión de las últimas horas "Mary Campbell decidió dar a luz más temprano. Su
labor de parto se llevó la mayor parte de la noche”
"La primera vez suele ser así ¿Todos se portaron bien?" su madre sonaba interesada
aunque había escuchado la misma historia, de innumerables maneras, del padre de
Harper en los últimos treinta años. Tal vez el verdadero interés ayudaba a compensar
todas las veces que el padre de Harper no había estado cuando a su madre le hubiese
gustado que estuviese.
"Todo se portaron bien, incluyendo a Tim. Por un momento pensé que tendríamos que
conseguirle una cama junto a Mary"
"En eso tienes razón" Harper sonrió, se inclinó y agarró una galleta sin ser
recriminada ésta vez "Vi que la camioneta de papá no estaba. Pensaba que ya no iba a
tomar las guardias nocturnas"
Harper asintió mientras untaba mantequilla sobre la galleta de hojaldre. Tampoco era
como si no hubiese sucedido en su vida. Su padre era médico rural de hacía mucho
tiempo, justo como ella y si recibía una llamada, era contrario a decirle al paciente
que acudiera a la sala de emergencia. No cuando todo lo que necesitaba era levantarse
de la cama, colocarse un par de vaqueros y una camisa de franela, calzarse las botas y
conducir a través de la noche tranquila con la compañía de los ciervos, zarigüeyas y
mapaches, que se vislumbraban a través de los faros, luciendo por un momento como
si se cuestionaran el por qué estabas molestando en sus dominio y saltaban entre la
maleza con un chasquido desdeñoso de su cola. Esos momentos eran los más
pacíficos que había conocido ¿Por qué perderse de estas cosas negando a sus
pacientes el cuidado de un médico que les conocía y quienes a su vez le tenían
confianza?
"Le dije que tomaría sus llamadas. Conozco a todos sus pacientes"
Ida le fulminó con la mirada "¿Crees que estarías lista para dejar a tus pacientes en
manos de otra persona en 25 años?"
"Está bien, tal vez no" Harper no pensaba en la medicina como un trabajo, sino como
una responsabilidad, una que había deseado desde la primera vez que se había
montado junto a su padre en el asiento delantero de una camioneta Ford, con su
maltratado maletín negro entre ellos, haciendo visitas a domicilio.
Le agradaba ser recibida en la puerta por un amigo o vecino que le abría su casa y
ponía su vida en sus manos ya que confiaban en ella. Lo que le importaba, en lo más
íntimo de su corazón, era que no creía que alguien más podría hacerlo tan bien.
Excepto su padre "Tal vez pueda lograr que haga turnos conmigo de vez en cuando.
Al menos él logrará un par de noches libres de esa manera”
"Tú sugiérelo y yo le convenzo" Ida limpiaba el mostrador con un paño de cocina
húmedo y preguntó casualmente "¿Cómo están las cosas en el hospital?"
Harper se puso en alerta. Su madre no decía nada casualmente. No era una gran
conversadora, a diferencia de su padre, que podía mantener una conversación con
cualquiera, incluyendo extranjeros en el mercado, sobre cualquier tema por
interminables períodos de tiempo. Su madre era directa, perceptiva y el poder a tomar
en cuenta en casa.
"Bien, por lo que sé" dijo Harper "¿Hay algo que no sepa y que debería saber?"
Ida se volteó y apoyó sus esbeltas caderas contra el mostrador frente al fregadero de
hierro fundido de dos metros y medio de largo. Ella y Harper tenían la misma
constitución física, alta y desgarbada, caderas delgadas y piernas largas. Incluso su
color de cabello era el mismo, de un marrón tan oscuro que parecía negro en
condiciones de poca luz. Las manos de Harper también eran como las suyas, sus
dedos largos, fuertes y delgados. En ese momento los dedos de Harper estaban
apretados alrededor de la humeante taza de porcelana blanca. Los ojos azules de su
madre, casi añil como los de Harper, brillaron con... ¿preocupación?
Su estómago cayó en caída libre, Harper empujó la silla hacia atrás y se enderezó.
"Qué… ¿está enfermo? No me ha dicho nada"
Ida hizo un gesto con la mano "él está sano como un caballo. Pero algo lo está
preocupando. Ha estado dando vueltas en la noche, no duerme incluso cuando tiene la
oportunidad y ha tenido un par de llamadas telefónicas que claramente le han
trastornado, pero no dice nada"
"Las cosas han estado un poco ocupadas" dijo Harper "El tráfico en la sala de
emergencia ha aumentado ahora que el clima ha cambiado y estamos recibiendo más
turistas en la zona. Aparte de eso, no sé de nada en el hospital que pudiese estar
molestándolo”
"Pues entonces…" dijo su madre mientras unos neumáticos crujieron afuera sobre la
grava "… sea lo que sea, sospecho que pronto lo sabremos"
Harper escuchó el sonido familiar de los pasos de su padre al regresar a casa, sintió
una inquietud en su interior. Su madre nunca se equivocaba cuando algo andaba mal.
***
Presley agarró su maleta rodante de la cinta transportadora y se abrió paso a través del
disperso grupo de compañeros de viaje hacia la salida del aeropuerto. Tres hombres en
trajes hechos a la medida, camisas blancas y corbatas oscuras sostenían pancartas de
cartón frente a ellos. Uno de ellos, con cabello rubio rojizo, de unos 40 años, sostenía
uno con su nombre garabateado con marcador negro. Se acercó a él y él le saludó con
una amplia sonrisa.
"¿Sra Worth?”
"Sí" apenas logró no gruñir. No había habido cabina de primera clase y el avión era
pequeño, estrecho y el servicio inexistente. Había conseguido una taza de café que
sabía a instantáneo y además estaba tibio y una bolsa de nueces para el desayuno
"¿Qué tan lejos está?"
"Aproximadamente 45 minutos" él agarró el mango de su maleta y se dirigió a la
salida "No hay mucho tráfico, así que lograremos hacer buen tiempo"
"Bien" ella siguió a su lado hacia la mañana soleada. El aire era fresco y había unos
agradables veinte grados, más frío de lo que estaba acostumbrada a estas horas de la
mañana. Eso era una ventaja, o algo parecido y lo único positivo que hubiese notado
hasta ahora. El aeropuerto era ridículamente pequeño, lo que explicaba por qué había
tenido que tomar dos vuelos para llegar aquí. Realmente ¿Podía estar más lejos de la
civilización?
Mientras más pronto establecieran las bases para que un equipo de transición
asumiera el control, más rápido podría hacer lo que había que hacer y salir de aquí. La
rabia familiar contra su hermano y sus maniobras emergieron a través de ella y la
apaciguó. Algunas batallas no valían la pena lucharlas y dado que él contaba con el
apoyo de la junta, ella no había tenido municiones con las que luchar. Así que allí
estaba ella, excluida por el momento. Cuanto antes terminara la adquisición, mejor.
Sin embargo, Preston estaba equivocado si esperaba que ella permitiría que él hiciera
campaña por el puesto de Director ejecutivo, mientras ella estaba exiliada en el fin del
mundo.
Miró por la ventana hacia la ciudad, o lo que quedaba de ella y descubrió que había
desaparecido. Las colinas y los amplios campos bordeaban la carretera de dos carriles.
Granjas, blancas o amarillas que parecían ser el color habitual, se asentaban a lo largo
de la carretera o a lo lejos de los estrechos senderos de tierra, las casas generalmente
pequeñas en comparación con los graneros más grandes de color rojo sangre, los silos
y un revoltijo de otros edificios. Nadie tenía vecinos cercanos. El paisaje no podría ser
más diferente que Phoenix, donde el desierto crudamente hermoso se extendía por
millas al pie de las montañas escarpadas. Aquí, el color explotaba por todas partes: los
verdes en todos los tonos, los amarillos profundos y los ricos marrones terrosos, las
flores púrpuras y blancas… lilas, al menos pensaba que eran lilas… y otras plantas y
flores que no podía nombrar. La gama vertiginosa de colores vivos era
desagradablemente molesta, así que regresó a su iPhone.
Abrió una aplicación de noticias y después de un segundo notó que no tenía señal.
Miró su teléfono ¿Era posible? ¿En serio? ¿Sin servicio en el celular? ¿Dónde
demonios estaba?
"Bueno, hay una casa más adelante, pasando esos árboles ¿No es lo que estaba
esperando?"
"Me dijeron que habían alquilado una casa para mí, pero no me esperaba que fuese…"
apretó sus dientes "Vamos a ver que vemos ¿de acuerdo?"
El coche rebotó a lo largo de una vereda que medía como dos cuadras y apenas era tan
ancha como un callejón. La casa era una ordenada estructura cuadrada… amarilla, por
supuesto… con un amplio porche que recorría todo el frente, un granero rojo… no tan
grande como algunos que había visto… a 50 metros de distancia y un tendedero
encadenado a un gran roble, desde la esquina trasera de la casa, lleno de sábanas que
ondeaban con la brisa.
La puerta principal se abrió y una mujer de mediana edad usando pantalones azul
claro, una camisa a cuadros… azul y blanco… y un delantal de flores alrededor de su
cintura, bajó por el porche y se acercó al coche. Su cabello rubio canoso estaba
recogido en una coleta floja. Su sonrisa era amplia y acogedora.
Presley bajó la ventanilla "Lamento mucho molestarla, creo que estamos perdidos…"
Por un momento, Presley estuvo muy sorprendida como para contestar "Si ¿Quién es
usted?"
"El ama de llaves" Presley escuchó como su voz se comenzaba a elevar en ése
momento "No sabía que la casa venía con un ama de llaves”
Lila se rió "Bueno, no vivo aquí, pero la agencia de alquiler dijo que usted necesitaría
una ama de llaves y yo vivo justo por el camino. Mi prima Sue trabaja para la agencia
y me llamó y me sirve el ingreso extra para mi hijo más joven que está a punto de ir a
la universidad en otoño. La casa necesitaba ventilarse y acabo de terminar de lavar la
ropa de cama. Por supuesto, si no me necesita…”
"No de donde yo vengo" murmuró Presley. Abrió la puerta y salió "Desayuno a las
6:00 am y ceno a las 7:30 pm"
"Puedo dejarle algo caliente en el horno para la cena, porque necesito estar en casa a
las 4:00 pm, más o menos, debo preparar la comida para mi familia"
"Puedo hacerlo. Y puedo lavar, mantener el lugar ordenado y hacer las compras en el
supermercado"
"Los dos están bien" Harper no se molestó en preguntar cómo supo su padre de la
larga noche de Mary Campbell y su parto en la mañana. De alguna manera, siempre
parecía saber lo que estaba pasando con todos en la comunidad y sin duda sobre la
condición de cada paciente en el hospital, que todavía todos llamaban Hospital
Rivers, ya que había sido nombrado así cuando su tátara-tátara-tátara-abuelo y varios
locales propietarios de las fábricas lo habían construido 150 años atrás. Ella todavía
no había dominado el acceso que él tenía a ésas fuentes de información, pero estaba
mejorando cada año. Sólo llevaba tres años de práctica médica contra los treinta de él,
por lo que no se sentía tan mal “Iré a ver cómo siguen en una hora más o menos
¿Necesitas que vea a alguien?"
Él dejó la taza, se quitó la chaqueta del traje… siempre llevaba traje y corbata cuando
veía a sus pacientes, en pleno verano o en el frío invierno… y la colgó en una percha
detrás de la puerta de la cocina. Se arremangó las mangas de su camisa blanca y tomó
su asiento habitual en la cabecera de la mesa.
Unos neumáticos crujieron en el patio. El Jeep de Flannery, con la parte superior sin
instalar debido al clima tan cálido, apareció fuera de la ventana que estaba sobre el
fregadero y desapareció nuevamente cuando Flann avanzó para estacionarse bajo la
cochera. Harper miró a su madre "¿Reunión de familia?"
Edward frotó su rostro y por primera vez Harper se dió cuenta que lucía mucho más
cansado de lo que generalmente lucía cuando pasaba una noche viendo pacientes. Tal
vez su madre estaba equivocada. Tal vez estaba enfermo. Una punzada de pánico,
completamente diferente a su enfoque habitual, la calma aproximándose a una crisis,
se disparó a través de ella. Su padre había sido su héroe, la presencia principal en su
vida, desde que tuvo memoria. Ella era la hija mayor, la primera que llevó a sus
rondas con él, antes que a Flannery y Carson y ahora Margie. Kate no había vivido lo
suficiente como para unirse a él. Harper no podía imaginar a la familia sin alguno de
sus padres… la calma segura de su padre o la fuerza inflexible de su madre… o su
propia vida sin ellos. Algún día ese día llegaría. Pero no ahora.
"¿Papá?
Sus ojos marrones oscuros se encontraron con los suyos y sonrió brevemente "Espera
a que escuches los hechos, Harper. Escucha tus instintos, pero nunca ignores los
hechos"
"Sí, señor" dijo Harper, recordando una de las primeras lecciones que había aprendido
a su lado.
"Estaba allí con un trabajo de parto. No había razón para que las dos estuviésemos
despiertas" Harper había llamado a Flannery a las cinco de la mañana, después de
examinar a Bryce Daniels a las tres cuando las enfermeras de urgencias le habían
detenido en el pasillo por una consulta. El chico de 16 años, tenía los signos clásicos
de apendicitis y había confirmado el diagnóstico antes de despertar a su hermana.
La puerta giratoria se abrió desde el comedor y Margie, que llevaba una camiseta y
pantalones cortos de fútbol holgados, entró frotándose los adormecidos ojos. A sus 15
años, era alta y delgada y todavía un poco vulnerable, pero estaba destinada a ser la
más bonita de todas ellas, con el cabello rubio rizado hasta los hombros y sus vivaces
ojos azules. Avanzó hacia el refrigerador y sacó una botella de leche "¿Cómo es que
todo el mundo está aquí?"
Margie se sentó al otro lado de Harper, cuando el último vehículo, el Volvo de Carson,
llegaba y se estacionaba. La risa de su sobrino Davey se escuchó a través de la
ventana abierta y un segundo después, Carson se acercó a paso lento con el niño de
diez meses apoyado en su cadera. Se inclinó y besó a su padre, luego a su madre y
tomó el café que su madre le ofrecía antes de ocupar su lugar habitual en el lado
opuesto de la mesa frente a Flannery. De caderas estrechas y piel de marfil, parecía
más contemporánea con Margie que los 10 años mayor que era. Mantenía su cabello
castaño corto y abultado en las sienes, dándole un toque de inocencia que contrastaba
con su corazón de acero. Como esposa de un soldado, había sido probada en combate
cuando se prolongó la guerra en el Medio Oriente.
"Gracias, mamá" dijo Carson cuando Ida le dió una galleta para Davey.
La habitación estaba en silencio, salvo por la risa del bebé mientras Ida ponía unas
tiras de tocino en una sartén de hierro fundido en la estufa. Puso la flama baja, vertió
su propio café y se sentó en el extremo opuesto de la mesa frente a su marido, las
cuatro hermanas alineadas entre ellos "Entonces bien… ¿Edward?"
Por un segundo, Harper no pudo pensar por encima de las exclamaciones y de una
maldición proveniente de Flann.
"Flannery O'Connor, no usamos ese lenguaje en mi mesa" dijo Ida sin levantar la voz.
"¿Qué quieres decir…?" dijo Harper "… ¿con que vendieron el hospital? ¿Vendieron
el hospital a quién?"
"Bueno, era de esperar la disminución de las ganancias" dijo Harper "Con la caída del
reembolso de las compañías de seguro y el costo de los nuevos equipos, es la realidad
en todas partes. Nuestras camas siempre están llenas…" miró a Carson, que había
optado por los negocios antes que la medicina y ahora se encargaba de la admisión de
pacientes "¿No es así?"
Carson asintió "Operamos al ochenta por ciento de la capacidad la mayor parte del
tiempo y a veces, nos acercamos al cien por ciento"
"¿Entonces por qué no se informó al personal?" Flann agarró una galleta y miró a su
madre "¿Falta mucho por el tocino?"
"Tú siéntate" Harper se levantó "Tienes al bebé. Yo lo haré" tomó la caja de huevos de
manos de su madre "Yo haré eso. Puedo escuchar desde aquí”
"Sí, señora"
Mientras Harper vertía los huevos en la sartén y escuchaba las preguntas y las
respuestas tranquilas de su padre, un nudo se instaló en su estómago. El hospital era
tanto el centro de su vida como el de su familia. Sus amigos y sus colegas de allí eran
su comunidad. Conocía los pasillos y las escaleras, tanto como conocía los caminos y
arroyos que corrían por la tierra donde había crecido. El murmullo silencioso de voces
en los pasillos poco iluminados por la noche y el sonido constante de los monitores a
través de las puertas abiertas, le eran tan familiares como el canto de los pájaros en la
mañana y el mugido de las vacas fuera de la ventana de su dormitorio por la noche. El
hospital era una extensión de su mundo y nunca había querido estar en ningún otro
lugar. Su padre y su padre antes que él y el padre antes que ellos, habían sido los jefes
del personal y ella supo desde que tuvo 12 años que un día ella también lo sería. El
hospital era su destino y nunca había considerado otro camino.
Revolvió los huevos y se desconectó de los comentarios sobre las ganancias y las
acciones y accionistas y otras cosas que no le interesaban en absoluto. Se preocupaba
por sus pacientes, se preocupaba por la comunidad a la cual servía y el resto no le
importaba. No estaba interesada en las ganancias. Nunca había estado interesada en el
dinero ni le prestaba la mayor atención en absoluto. Vivía en la que había sido la casa
del vigilante, en cuatro acres de tierra a un cuarto de milla por el camino de la casa
grande. Tenía cuatro habitaciones que era bastante espacio hasta que conociera a la
mujer correcta para formar una familia, un jardín donde hacía crecer sus propias
verduras en el verano, manzanos y perales, un perro que dormía más a menudo con su
madre que lo que dormía en su porche trasero, tres gatos que se adueñaron del
cobertizo y gallinas que se posaban en un gallinero junto al cobertizo y le daban más
huevos de lo que podía comer. Su vida iba justo de acuerdo al plan.
Vertió los huevos y el tocino en un gran plato blanco y lo puso en el centro de la mesa.
Margie llevó los platos y los cubiertos y los apiló en el otro extremo. Todo el mundo
ayudó automáticamente.
"¿Realmente qué significa esto?" Harper volvió a sentarse con una taza de café recién
hecha. No tomó ningún alimento. Había perdido el apetito.
Edward negó con la cabeza "En realidad, nadie sabe a ciencia cierta. Tal vez nada.
Aún tenemos gente enferma que cuidar y eso es en lo que tenemos que enfocarnos"
Flann tamborileó con el tenedor en la mesa a un ritmo que sólo ella podía oír "¿Cuál
es el nombre de la corporación que dijiste que compró el hospital?"
"Sistemas de Salud SunView" dijo su padre "Están ubicados en alguna parte del
Oeste"
"Desconocidos" Flann miró a Harper. Con catorce meses de diferencia, ellas eran tan
cercanas como si fuesen gemelas. Habían ido a la misma escuela de medicina, habían
hecho sus residencias en el mismo hospital y en raras ocasiones habían competido por
la atención de las mismas chicas.
Harper pudo leer la advertencia en los ojos de Flann. El cambio se veía venir y no
podía ser bueno.
***
Una alfombra oriental desvanecida con colores verdes y marrones cubría el suelo de
madera. La otra habitación también tenía una chimenea contra la pared de fondo color
nuez, los estantes de madera que iban desde el piso hasta el techo sostenían una
variedad desordenada de libros de tapa dura y un par de sillas de lectura de aspecto
cómodo, con mesas de madera oscura al lado de cada una. Las habitaciones parecían
confortables y sorprendentemente acogedoras. Había esperado una casa alquilada a la
que amueblar, pero este lugar parecía como si el propietario pudiese regresar en
cualquier momento.
"¿De quién es esta casa?" preguntó Presley a Lila, quien ya le esperaba al pie de la
escalera.
"Ha pertenecido a la familia White desde hace cien años más o menos" dijo Lila "La
anciana señora White finalmente cedió y se fue a vivir con su hijo al Sur del Estado.
No han tenido ningún comprador, así que finalmente decidieron alquilarla"
"No puedo imaginar que haya muchos compradores por éstos lugares"
Lila se rió "Se sorprendería saber de cuántas personas de la ciudad tratan de probar
suerte viviendo en el campo"
Presley siguió a Lila al segundo piso, donde encontró tres dormitorios, uno con un
gran cuarto de baño adjunto y un segundo baño en el pasillo. Nunca había vivido con
alguien… le gustaba trabajar a horas intempestivas y no se preocupaba por el horario
de los demás, pero Carrie podría quedarse aquí por el poco tiempo que estarían en el
lugar. Ambas se llevaban bien y realmente no pasarían mucho tiempo en la casa.
Carrie había sido su asistente personal por casi tres años, desde que Carrie se había
graduado en la universidad y había terminado una pasantía en SunView. Era
organizada y eficiente, respetaba su espacio personal y apreciaba que Presley no fuese
muy habladora. Exactamente el tipo de persona que Presley podía tolerar tener su
alrededor.
Ocupó el dormitorio principal con baño, arrojó su bolso sobre la amplia y alta cama
con dosel y se acercó a la ventana abierta. Las cortinas de encaje ondeaban con la
brisa. La habitación tenía vista hacia el césped de la entrada y más allá de eso, una
amplia pradera verde bordeada una valla de rieles de madera. El aire estaba
sorprendentemente limpio y brillante. Casi podía oler el verde en él. La idea le pareció
ridículamente fantástica y se dio la vuelta para estudiar la habitación con su gran
armario en lugar de closet en una esquina y un aparador de madera oscura a juego con
un enorme espejo con marco de madera. Otra alfombra con dibujos orientales cubría
el piso y una pequeña silla tapizada con un diseño floral estaba ubicada junto a la
ventana, con una lámpara de pie de bronce. Hogareño. Y absolutamente nada parecido
a su condominio en Phoenix, donde ella había optado por el cristal, el acero y el arte
moderno, los pisos eran de baldosas pulidas y una cocina gourmet reluciente que rara
vez utilizaba. No que realmente notara lo que le rodeaba, cuando llegaba a casa tarde
en la noche y se ponía a trabajar unas horas antes de acostarse.
"Hablando de un pez fuera del agua" murmuró ella con un movimiento de cabeza.
Con el ceño fruncido, mientras examinaba la pared, comprobó lo que parecía ser un
termostato y salió al pasillo. Inclinada sobre la barandilla de madera, dijo en voz alta
"¿Lila?"
"¿Cómo dice?
"La mayor parte de los lugares aquí no lo tienen. No lo necesitará, excepto tal vez en
agosto, cuando puede ponerse un poco sofocante. Pero simplemente tiene que abrir las
ventanas y si quiere un poco más de aire, puede poner un ventilador en una de ellas.
Me encargaré de eso cuando llegue el momento”
"Quizás"
"Maravilloso" Presley añadió otro elemento a su lista de cosas por las que torturaría a
Preston "¿En qué dirección está la ciudad? Pensaba caminar por los alrededores y
conocerla"
"Ocho millas. Adorable" no podía esperar por Carrie para ver al resto de los arreglos
que Preston había desatendido "Muy bien, entonces necesitaré un coche. Hoy ¿Dónde
está el lugar más cercano de alquiler?"
"Sí, lo sé, a 45 minutos" consideró sus opciones "¿Dónde puedo ir a comprar uno?"
"Bueno…" Lila parecía estar buscando las palabras "… ¿uno nuevo o uno usado?"
"Vamos"
Presley estudió los vehículos, todos los cuales parecían relativamente nuevos y
sorprendentemente limpios y en buenas condiciones "Necesito algo confiable, con
aire acondicionado y GPS"
"Bien, entonces, creo que tengo lo que quiere" le mostró un relativamente nuevo
Subaru de cinco puertas con todos los requisitos básicos y le aseguró que estaba en
excelentes condiciones "Y si tiene algún problema con él, sólo tráigalo de regreso y
me haré cargo"
"Claro que sí. Y haré el registro por usted en la mañana, tan pronto como abra el
Departamento de vehículos. Necesitará un seguro"
"Le diré a mi asistente que le llame con esa información ¿Tiene alguien que me lo
lleve cuando esté listo? Mi número celular está en el cheque. Puede llamarme y le diré
dónde”
"Maravilloso"
***
"Si necesita un aventón de regreso antes que Clyde tenga el coche listo, llámeme. No
es ninguna molestia”
Se rió antes que Lila lo hiciera. Lo absurdo de toda la situación era que estaba
empezando a sentirse normal. Se despidió con un gesto de la mano cuando Lila se
alejó y estudió por primera vez el Hospital Comunitario Argyle. El edificio de ladrillo
rojo cubierto de hiedra, con su entrada principal blanca con columnas y dos alas
simétricas que se extendían en una U, estaba ubicado al pie de una colina sobre el
pueblo. El camino avanzaba a través de lo que a Lila le había dicho eran huertos de
manzana. Un césped de hierba, salpicado de arbustos y macizos de flores, bordeaba el
camino circular al frente. Con sus graciosas ventanas altas y su elegante pórtico, el
lugar podría haber sido un gran hotel o una casa privada de verano. No se parecía a
los modernos hospitales en expansión a los que Presley estaba acostumbrada. Un
lugar muy bonito. Empezó a caminar por la ancha acera de piedra, pensando en todos
los usos para un edificio como éste cuando ya no fuese un hospital.
CAPÍTULO 3
El pasillo de entrada al hospital se remontaba hacia dos alas con un techo abovedado,
pintado en formas de remolinos oscuros color rosa, morado y crema pálida. Una hilera
de candelabros de bronce con bombillos encendidos en los huecos superiores y
ventanas desde el piso hasta el techo a ambos lados de la entrada, dejaba entrar una
enorme cantidad de luz solar que atravesaban el piso del mármol reluciente. Los
tacones bajos de Presley resonaban rítmicamente mientras cruzaba hasta un escritorio
de caoba reluciente en el centro del gran vestíbulo, detrás del cual estaba sentada una
pequeña mujer de cabello blanco que llevaba una chaqueta color rojo brillante y una
sonrisa resplandeciente. Presley miró a su alrededor y no vio a nadie parecido a un
oficial de seguridad y dudaba que ésta diminuta octogenaria pudiese detener una
mosca. Esperaba que las otras entradas estuviesen atendidas de manera más
convencional.
"Buenos días" dijo la mujer con una voz sorprendentemente fuerte "¿Está aquí por un
paciente? El horario de visitas es hasta la una, a menos que esté aquí para ver a
alguien en la Unidad de Cuidados Intensivos" agarró un portapapeles "Puedo revisar
el número de habitación por usted"
"No, no estoy aquí para ver a un paciente" dijo Presley, buscando en vano sobre el
escritorio un monitor de computadora ¿Un portapapeles? ¿Por qué debería
sorprenderle? "Es un asunto de negocios"
Recordó una imagen mental del informe que Carrie le había dado sobre el Hospital
Comunitario Argyle. Su memoria era fotográfica, o casi por razones prácticas, recordó
los nombres de la Junta Administrativa y luego llegó a la entrada de la oficina que
estaba buscando. Jefe del Personal Médico: Dr. Edward William Rivers. Regresó al
escritorio de la recepción. Dora le brindó otra sonrisa.
"No, sólo curiosidad. Parece como si la familia Rivers fuese una institución por aquí”
"Oh, bueno, yo diría que sí" dijo Dora "El primer doctor Rivers… que habría sido
Alexander Rivers… fundó el hospital cuando se estableció la comunidad y siempre ha
habido un doctor Rivers en El Rivers"
"¿El Rivers?"
"Así fue como se llamó el hospital hasta después de la guerra. Entonces, ya sabe, el
nombre del hospital fue cambiado, pero siempre será El Rivers para muchos de
nosotros. En su mayoría todos nacimos aquí y nuestros hijos también" Dora sonrió
"Hemos tenido algo de sangre nueva en los últimos años, por supuesto… las personas
se mudan para probar suerte con la agricultura o la cría de cabras y alpacas y cosas
así, pero la mayoría de las familias han estado aquí desde hace mucho tiempo"
Tan pronto como avanzó más allá del vestíbulo del edificio principal, el ambiente
cambió. Los pasillos eran amplios y grandes, con paneles de madera de colores y
pinturas de escenas pastorales de buen gusto colgados a intervalos, pero los signos
familiares de actividad hospitalaria estaban por todas partes. Pequeños letreros
discretos dirigían a los pacientes hacia radiología, los laboratorios de consulta externa,
admisiones y la sala de emergencias. Otros señalaban a los visitantes los ascensores
hacia la unidad de cuidados intensivos, la sala de espera quirúrgica y los pisos de
hospitalización de los pacientes. El personal del hospital usaba monos, batas de
laboratorio y delantales mientras avanzaban apresuradamente a través de los pasillos,
algunos empujando a pacientes con batas en las sillas de ruedas. Una joven rubia
usando una camisa blanca con un logotipo encima de su pecho que decía Servicio de
Comida empujaba un carrito que emitía un traqueteo, con ollas de café y bandejas de
panecillos. Se detuvo y sonrió a Presley, su mirada inequívocamente de admiración.
Deana rió. Era bonita de una forma totalmente natural… ojos claros, sin maquillaje,
juvenil y fresca "Si. Una conferencia ¿correcto?"
"Bien. Si necesita ayuda, hágamelo saber. Siempre garantizo que está fresco. El café,
claro"
Las puertas de la sala de emergencia estaban abiertas y Presley alcanzó a ver una gran
pizarra con nombres garabateados, rotulados junto a unos números de habitación. Las
gráficas estaban ubicadas en unos estantes de ranuras apoyados en la pared al lado del
tablero. Más de la mitad de las diez ranuras o menos estaban llenas. Ocupado para una
mañana de semana.
Presley recordó las estadísticas del año pasado. Las 120 camas del hospital, habían
sido ocupadas por más de 8 mil pacientes que habían pasado por la sala de
emergencias, con una tasa de admisión del 15 por ciento. El hospital funcionaba al 85
por ciento de capacidad y la sala de cirugía en un 90 por ciento, empleando a un
centenar de enfermeras, casi el mismo número de técnicos auxiliares, otros veinte en
trabajos de oficina y media docena de administradores. No había empleados a tiempo
completo… todos los médicos eran practicantes privados con privilegios de admisión.
El modelo era viejo y no muy eficiente… muchas especialidades superpuestas sin la
suficiente centralización. El número de pacientes hospitalizados, podría ser fácilmente
atendido en cualquier momento por menos médicos del propio hospital. Sin embargo,
eso no era un problema del que tuviese que preocuparse. La ubicación, a 60
kilómetros de un Centro Médico, hacía toda la instalación redundante.
La morena sostuvo la puerta antes que pudiese cerrarse y sonrió "¿Va a ver a algún
paciente?"
La pregunta, o tal vez la rápida y cálida sonrisa y la dulce voz, atraparon a Presley con
la guardia baja. Una mañana de sorpresas "No. Gracias. En realidad, estoy buscando
el ala administrativa"
La que vestía en monos rió, sus oscuros ojos marrones brillaban. Su sonrisa era
arrogante y confiada "Bueno, nosotros no la llamaríamos exactamente un ala, pero tal
vez una punta del ala"
Otra Rivers. Presley tomó su mano. Era grande, cálida y fuerte "Presley Worth"
"Encantada de conocerla"
Los ojos de Harper Rivers eran de un espectacular tono azul profundo y a Presley se
le hizo difícil alejar la mirada. Soltó la mano de Harper "Igualmente"
"Yo soy Flannery" dijo la del cabello rubio rojizo, situándose en el campo visual de
Presley "Soy la hermana de mejor apariencia"
Presley miró de una a la otra y lo vio entonces… el ángulo audaz de la mandíbula, la
nariz recta y firme, los labios llenos y expresivos. Los ojos eran de un color diferente,
pero las miradas eran similarmente confiadas e inteligentes. La oferta de médicos
Rivers aparentemente era interminable.
"Aha" dijo Presley. La mujer era tan segura de sí misma que ni siquiera pretendió
avergonzarse por usar un cliché tan viejo y eso le volvió interesante "Por supuesto"
Harper Rivers negó con su cabeza, con expresión divertida "¿No tienes casos
pendientes, Flann?"
"Ya voy" Flannery retrocedió un paso, su enfoque seguía en Presley "¿Te quedarás
mucho tiempo?"
"Un rato"
"Excelente. Si necesitas una guía turística o... cualquier cosa, estaré libre hoy en la
tarde. Sólo tienes que llamar a la operadora. Ella me avisará al buscapersonas"
"Claro" Cuando Flannery desapareció por una esquina, Harper se volteó hacia Presley
Worth, que miraba a Flann con una expresión divertida, en sus ojos azules. Harper
estaba acostumbrada a ver interés en los ojos de una mujer cuando miraban a Flann,
pero la expresión de Presley era mucho más contemplativa, como si estuviese tratando
de decidir si Flann valía la pena para ella. Un extraño revés cuando se trataba de
Flann. Harper buscó algo que decir que no sonara como una continuación a la
invitación de Flann "¿Llevas poco en la ciudad?"
Harper se rió "Sólo para alguien que preste atención… entre Flann y yo conocemos a
las familias de todos los pacientes en el hospital. Además..."
"¿Qué?"
"No importa" Harper no solía entablar conversaciones de la nada con mujeres y
definitivamente no en el hospital. Esa era la habilidad especial de Flann. Flann estaba
a gusto con las mujeres en cualquier lugar y siempre tenía más citas y más mujeres
interesadas de las que podía manejar. No como Harper. Ella prefería presentaciones
lentas y exploraciones cautelosas. No tenía muchas citas… le gustaba su vida privada,
y salir con alguien del hospital significaba automáticamente que todos en la
comunidad lo sabrían antes que terminara la noche. Y había crecido con muchas de las
mujeres que veía fuera de su ámbito profesional y pensaba en ellas como amigas, no
con posibilidades románticas.
"Oh, no" dijo Presley "Ya empezaste, ahora tienes que terminar"
Harper sacudió su cabeza "Lo siento. Flann es la que tiene labia. Yo soy una simple
médico rural”
Presley vaciló. Este no era ni el momento ni el lugar para discutir su propósito con
nadie y muy especialmente no con alguien de la dinastía familiar del hospital "En
realidad, estoy aquí... por un trabajo"
No era del todo cierto, pero tampoco era exactamente una mentira. Se preguntó qué
tanto sabía Harper de la toma de posesión y tuvo el extraño deseo de no terminar con
su fácil intercambio tan rápidamente. Debía estar más cansada de lo que pensaba.
"Medicina Familiar"
"Soy parte del personal de rotación junto con otros seis médicos, pero la mayor parte
de mi práctica la realizo en la comunidad"
"Y tu hermana es cirujano"
"Flann es cirujano general… hizo una beca en trauma, así que se encarga de casi
cualquier cosa fuera de lo común"
Harper le dirigió una mirada interrogante "En el nivel tres. Flann transfiere a los
complicados después que son estabilizados”
Giraron por otro pasillo rodeado de oficinas, con puertas abiertas y personas visibles
en el interior, trabajando en los escritorios.
"¿Familia en la zona?"
"No" dijo Presley, dándose cuenta que su tono era más agudo de lo que pretendía.
"Esa sería la oficina al final" Harper miró su reloj "Cualquier persona aquí debería ser
capaz de ayudarte"
"Cuando quieras" Harper sonrió con cierta ironía, como si se tratara de alguna broma
privada "Y por supuesto, siempre estará Flann para continuar el recorrido"
"Que tengas un buen día" respondió Presley mientras Harper Rivers se alejaba.
Harper le miró de frente caminando de espalda, su expresión era tan intensa que
Presley contuvo el aliento "Igualmente"
Presley esperaba realmente que lo fuera, pero sospechaba que antes que terminara el
día, los Rivers y otros más, estarían menos felices de verla.
CAPÍTULO 4
Harper deslizó la bandeja de la cafetería sobre una mesa junto a la ventana y se sentó
frente a Flannery. Un arbusto de lilas que había florecido en algún momento en los
últimos dos días, con sus ramas cargadas de profundas flores púrpuras, rozaba
suavemente contra la esquina del cristal como invitándolas al exterior. Alguien había
abierto la ventana y el aroma de vainilla dulce de las flores y la hierba recién cortada
le tentaba. Abajo de la colina, la torre de la iglesia al otro extremo de la ciudad se
vislumbraba por encima de los tejados de lámina, brillando bajo la luz del sol. Una
punzada de fiebre primaveral y una inquietud desconocida jugueteó con su
concentración. Rara vez pensaba en escapar de su horario o sus responsabilidades y la
repentina intención de dejar todo atrás por sólo un día le molestaba y le inquietaba. Se
concentró en Flann y en el paciente que compartían, con lo que su mundo regresó
nuevamente al orden "¿Todo va bien?"
Flannery equilibró un perro caliente (hot-dog) en una mano y tomó un sorbo de la taza
humeante de café que sostenía con la otra "Sin problema. Sin embargo el apéndice
estaba a punto de estallar. Unas horas más y las cosas podrían haber terminado en un
desastre" tomó un mordisco y sorbió más café "Es bueno que apareciste a tiempo"
"No puedo recordar que me enseñaras mucho de nada, por la forma en que siempre
tratas de alcanzarme"
Flannery sonrió "Diría que una vez que tuve la oportunidad de caminar, estuvimos a
mano"
"Sí, sí" dijo Harper, el antiguo juego de la rivalidad familiar. Por lo general, la
competencia sin tregua de Flannery nunca le molestaba y en las ocasiones en que
chocaban en torno a una mujer, Harper era feliz de cederle la persecución a Flannery.
Esa idea no le apetecía en este momento. De hecho, una resistencia instintiva se erigió
dentro de ella cuando pensaba en Flannery persiguiendo a Presley Worth, aunque si
tuviese que decir por qué, no estaba segura de poder hacerlo. Sólo había pasado unos
minutos en compañía de Presley, pero esos pocos minutos habían dejado en ella una
impresión mayor que las que había tenido con cualquier mujer que hubiese conocido
en mucho tiempo. Cierto, Presley era diferente a muchas de las mujeres que había
conocido desde su adolescencia, pero esa falta de familiaridad no era lo que más le
apetecía. Presley parecía totalmente autónoma y simplemente un poco al margen de
todo y ése distanciamiento despertó la curiosidad de Harper. Para alguien cuya vida
estaba basada en la vida de otros, como la suya había estado desde su nacimiento,
Harper encontraba eso inusualmente intrigante. Presley era un misterio que desearía
desentrañar, un deseo tan inusual como desconcertante. No hacía daño, ni un poco,
que Presley hubiese lucido imperturbable ante los intentos de coqueteo de Flannery…
a diferencia de la mayoría de las mujeres que habían encarado la súper atención de
Flann, Presley no se había derretido, simplemente había jugueteado en respuesta de
una manera que le había puesto en control. Harper había pasado tanto tiempo dejando
que otros se apoyaran en ella, que la idea de tener a otra persona a cargo era atractiva.
"¿Qué? Lo siento”
"Estaba preguntando por los detalles… ¿dónde se hospeda, que está haciendo aquí, es
casada?... ese tipo de cosas"
"¿Cómo voy a saber eso?" Harper se irritó ante la suposición de Flannery de que
Presley era suya como para interrogarla.
Flannery sonrió "Sí, pero a veces no estoy realmente segura que veas a alguien, a
menos que esté sentado en una de tus mesas de examen"
"¿Qué se supone que significa eso?" Harper se sintió gruñona por un segundo… tanto
como solía hacerlo cuando Flann le molestaba hasta que se unía a uno de sus planes
atolondrados en la universidad. Planes que generalmente le llevaban a sacar a Flann
de un desastre a otro.
"Significa, que la mitad del tiempo no te das cuenta cuando una mujer te está
enviando señales interesadas"
"Bien" Flannery recogió el resto de las migajas del pastel de chocolate con el tenedor
y las lamió "Porque estoy bastante segura que yo recibí algunas, así que... siempre y
cuando no te importe, pensé que podría hacerme cargo de eso"
Flannery puso el tenedor al lado de su plato y arqueó una ceja "No puedo recordar
ningún momento en que realmente te molestara. Si te hubiese moles…"
"No lo sé" dijo Flannery, con tono curioso "Supongo que me gustaría pensar que sí"
Cuando su buscapersonas sonó justo cuando llegó al vestíbulo, estaba agradecida por
la interrupción de sus pensamientos melancólicos y se dirigió al escritorio de Dora
"¿Puedo usar el teléfono, preciosa?"
Dora se echó a reír como siempre hacía cuando Harper le llamaba así y volteó su
teléfono hacia Harper "Por supuesto que sí, guapa"
Harper sonrió. Dora era una de sus personas preferidas. Dora había sido su maestra en
primer grado y como casi todos los demás en la ciudad, de la misma edad que Dora,
era paciente de su padre. Cuando Harper regresó para comenzar su práctica médica en
el hospital Rivers, Dora había sido una de las primeras en decirle lo contenta que
estaba de verla regresar a casa. Harper marcó a la operadora del buscapersonas
"Harper Rivers"
"Hola, Harper" dijo Sandy Reynolds.
"Tu padre me pidió que te localizara. Quiere que te reúnas con él en la oficina del
personal médico tan pronto como sea posible"
Con el ceño fruncido, Harper miró su reloj. Tenía que conducir 40 minutos en coche
para ver a Charlie Carlyle, un agricultor de edad avanzada con diabetes quien le había
llamado a su servicio de contestación para decir que estaba teniendo problemas con su
pie. Eso podría ser cualquier cosa, desde una uña encarnada hasta una úlcera diabética
o algo peor y no quería que esperara demasiado tiempo. Por otro lado, una
convocatoria de su padre no era algo que pudiese ignorar y después de lo que les
había dicho a todos ésa mañana, una llamada de él en su papel oficial como jefe de
personal, no podía ser nada bueno.
"No estés tan preocupada, Harper. Tu padre se hará cargo del hospital Rivers. Ustedes
dos lo harán”
Harper ni siquiera se preguntó cómo Dora sabía que algo estaba pasando. Dora
siempre parecía saberlo todo, desde que Harper había sido descubierta la primera vez
que había escondido en su lonchera una rana que había recogido camino a la escuela.
Dora le había descubierto en cuestión de minutos, casi como si tuviese visión de rayos
X. Sólo esperaba que Dora también tuviese razón en esto y que ella y su padre
pudiesen manejar lo que se avecinaba.
***
"Esa debe ser la asistente en jefe" dijo Edward Rivers ante el fuerte golpe en la puerta
"Gracias por su paciencia"
"En absoluto" Presley, sentada en un sillón tapizado de azul frente al amplio escritorio
de madera del Jefe del Hospital Rivers, se volteó un poco y miró por encima de su
hombro. Harper Rivers entró y desaceleró cuando su mirada se encontró con la de
Presley.
Presley leyó el instante de confusión, luego una chispa de ira que fue sofocada
rápidamente cuando el azul oscuro de los ojos de Harper se volvieron de acero.
Harper le ignoró después de esa primera y rápida evaluación y se centró en Edward
Rivers.
Presley sonrió con ironía. Merecía ese ligero desaire. Harper Rivers podría haber
parecido la más tranquila de las dos hermanas Rivers, pero de ninguna manera era la
más pasiva "Sí, parece que lo conseguí"
"Sra. Worth…" dijo Edward "… quizás podría informarnos de sus requerimientos
para que podamos ver que obtenga todo lo que necesita”
"En una transición como ésta, procedemos por etapas, comenzamos con una
evaluación general de la institución, sus operaciones internas, proyecciones
financieras, etcétera. Esto nos proporciona una visión general de cómo podemos
posicionar la institución dentro del sistema SunView. Luego, pasamos a la segunda
etapa, que se puede pensar es una etapa de integración… donde se simplifican los
sistemas, se instituyen los protocolos de eficiencia, se reasignan los activos… todo
con el objetivo de optimizar los recursos y rendimientos. La etapa final sería la
colocación de un equipo de gestión permanente para continuar con el plan operativo
en el futuro"
Harper, con las manos en los bolsillos de sus pantalones, frunció el ceño "¿Qué
significa todo esto en términos prácticos? ¿Traerá a su propia gente para administrar
el hospital?"
Presley eligió cuidadosamente sus palabras. Harper era la heredera de una dinastía
médica, no un simple médico rural y en esta etapa, entre menos detalles reales de la
administración se proporcionaran, mejor "SunView emplea a personas que tienen
experiencia en este tipo de evaluación y análisis, por supuesto. En este punto, la
mayor parte de la comunicación se hará a distancia, pero mi administración y yo
estaremos aquí en el sitio" ella miró a Edward "Me temo que voy a tener que
imponerle que nos proporcione un poco de espacio de oficina para nosotros"
Harper contuvo el aliento. Su padre parecía saber mucho más acerca de lo que estaba
pasando de lo que él había dejado ver y nada de esto la hacía muy feliz "Espere un
minuto. Usted no estará eliminando la posición del Jefe de Personal… ese es un
puesto médico…”
"Usted entendió mal" dijo Presley "No estamos quitando al Dr. Rivers en absoluto.
Sin embargo, ciertas funciones del puesto se tendrán que modificar, en particular las
relativas a la asignación de los recursos"
Harper apretó sus dientes y descifró el doble discurso de Presley. El papel de su padre
como jefe del personal médico era representar los diversos departamentos médicos en
las negociaciones presupuestarias con la Junta, entre otras cosas. Al mismo consejo
que había vendido el hospital a SunView. La junta ya no llevaba las riendas,
financieras o de cualquier otra índole, dando efectivamente el control a SunView
sobre todo, incluyendo al personal médico. El sabor de la traición era un trago amargo
y la bilis agrió su garganta ¿Los miembros de la Junta tenían una actitud tan miope
que no habían podido ver lo que habían hecho?
"No he escuchado nada sobre los pacientes en todo esto. Esto no es Silicón Valley. No
somos una empresa de biotecnología”
"En efecto…" dijo Presley "… pero ustedes están en el negocio de cuidar a las
personas"
"La medicina es una profesión. No estamos vendiendo productos aquí" dijo Harper
rotundamente.
"Les puedo asegurar, que mi objetivo aquí es posicionar esta institución de una
manera que beneficie mejor a la comunidad y por supuesto, a los accionistas" dijo
Presley con tanta paciencia como pudo reunir después de una noche sin dormir en un
hotel, en un tedioso y hacinado vuelo y en una larga mañana de ser recibida con
educado recelo.
Tal como esperaba, una mirada de disgusto apareció en el rostro de Harper ante la
mención de los accionistas ¿Por qué era que tantos médicos encontraban el negocio de
la medicina como algo de mal gusto? No era como si no se les pagase por sus
servicios, pero de alguna manera, les molestaba recordar ese hecho. Harper Rivers
ciertamente calificaba como una de esos, pero su sensibilidad no era motivo de gran
preocupación en este momento, sino el establecimiento de su autoridad.
"Me gustaría un recorrido por la institución, si eso se pudiese arreglar" dijo Presley a
Edward.
"Por supuesto" dijo Edward "Harper se encargará de que usted se familiarice con el
hospital"
Harper miró su reloj y no hizo ningún esfuerzo por ocultar su disgusto "Tengo
pacientes esta tarde"
"Y no quiero retrasarle" dijo Presley "¿A qué hora sería conveniente para usted?"
"La veré en el vestíbulo" Harper asintió bruscamente, dio media vuelta y se fue sin
decir una palabra.
Presley recogió su maletín y su bolso. Harper Rivers podría ser un problema. Podría
llevar mejor las cosas con los demás Rivers de su lado y reconsideró la invitación de
Flannery para mostrarle los alrededores de la ciudad.
CAPÍTULO 5
A media tarde, Flannery se detuvo en la sala de recuperación para revisar a sus dos
pacientes post-operatorios. Mike McCormick, el de la cirugía de hernia laparoscópica
que había terminado justo antes del almuerzo, estaba despierto y sentado. Un fornido
pelirrojo de 35 años, que se había resistido a su recomendación de cirugía debido a la
masa que crecía progresivamente en su escroto, hasta que se había presentado en su
consultorio el día anterior con un dolor tan intenso que apenas podía caminar. Incluso
entonces, él le había intimidado para que le prometiese que podría volver a casa
después de su procedimiento, siempre que pudiese tolerar el dolor postoperatorio. Le
recordó que sentiría como si le hubiesen dado una buena patada en las gónadas y él le
recordó que ya había tenido un montón de golpes por debajo de la cintura mientras
había sido capitán del equipo de fútbol y todos los otros deportes en la secundaria en
los que había sobresalido. Ella simplemente había asentido y había dicho que verían si
se iría a casa después de despertarse.
"Estaré mejor en casa" dijo él, con tono firme a pesar de su coloración pálida y las
perlas de sudor en su frente.
"Claro, si no estás vomitando por el dolor o por las pastillas para el dolor. Marianne
puede dar órdenes tan bien como tú. Deja que se haga cargo de las cosas hasta que
estés de regreso"
"Probablemente lo sabes" suspiró, su ceño ahora más por exhibición que por otra cosa
"Supongo que podría decirle lo que hay que hacer"
"Podrías, pero te sugiero que le preguntes cómo van las cosas y apuesto a que
descubrirás que ella tiene las cosas cubiertas" volvió a cubrirlo con las sábanas,
escribió una receta para aumentar su dosis de medicamento para el dolor y le dio una
palmada en el hombro "Pasaré mañana temprano y si las cosas se ven bien, podrás irte
a casa. Duerme un poco, no te levantes de la cama y deja que tu esposa cuide de las
cosas por unas horas"
"Gracias, Doc"
"Ni lo menciones"
Su última parada fue con Bryce Daniels, el adolescente que había tenido apendicitis.
Su temperatura estaba todavía un par de grados por encima de lo normal, pero estaba
despierto y bromeando con las enfermeras cuando corrió la cortina hacia un lado y se
acercó a su cama.
El rostro del chico se ensombreció "Tenía la esperanza de que los chicos me pudiesen
traer una pizza. Estoy realmente hambriento, Doc"
Separó las manos unos diez centímetros de distancia y él abrió los ojos. Ella se echó a
reír "Casi 2 centímetros y medio. Pero todavía vas a impresionar a las chicas, no te
preocupes”
Él sonrió.
"Duerme un poco"
En el vestuario quirúrgico, se vistió con sus vaqueros, sus botas marrones favoritas
desgastadas, una camisa blanca y arrojó sus batas usadas en el cesto rumbo a la salida.
Cuando salía del hospital, se dio cuenta que Clyde Endee hablaba con Presley Worth
en el estacionamiento de visitantes. Se desvió de su ruta planificada hacia su Jeep y se
acercó a ellos "Buenas tardes, Clyde. Sra Worth"
"Por lo general no" Presley miró hacia atrás al hospital y tuvo la sensación de que una
docena de pares de ojos estaban fijos en ellas. Mientras salía del hospital, más de una
persona se había detenido para verle pasar. Los comentarios viajaban rápidamente en
un lugar como este y se preguntaba qué historia se estaba formando sobre su llegada.
Estaba acostumbrada a ser la desconocida, la extraña que aparecía en escena para
interrumpir la rutina de todos y en algunos casos, para amenazar el trabajo de más de
una persona. A menudo, las únicas personas para quienes era bienvenida, eran las que
estaban detrás de la escena financiando la empresa o que se beneficiaban de las
ganancias. Rara vez ocurría con los que se encargaban del negocio el día a día. No
eran muchos los empleados, de administración o de otro tipo, que estuviesen felices
de verla, pero no podía preocuparse por caerles bien. Lo que le importaba era
reestructurar la nueva adquisición para colocarla dentro de la superestructura de
SunView con el fin de maximizar la rentabilidad.
No era su trabajo hacer feliz a nadie y lo que hiciera o no, no tenía nada que ver con
qué tan feliz fuese con el trabajo. Su felicidad se expresaba en el balance final, al
terminar el día. Tampoco se molestaba cuando ponía a la gente descontenta con sus
recomendaciones y decisiones. No era una pirata corporativa… la mayoría de las
veces… quienes tenían el control de las instituciones que SunView adquiría, querían
ser absorbidas, con la esperanza de alguna ganancia rápida y muchos beneficios a
largo plazo. Desafortunadamente, muchos de los empleados podían perder parte o la
totalidad de sus medios de vida. Si se permitía a sí misma sentirse responsable de eso,
no sería capaz de hacer su trabajo ¿y cuál sería el punto? Era buena en lo que hacía y
mientras mejor fuese en su puesto de trabajo, ganaría aliados muy poderosos en
SunView y necesitaba un montón si planeaba ser jefe de la empresa. Este hospital,
como tantos otros, era una breve parada en su camino a la cima y cuando terminara
aquí, sería olvidado tan pronto como todos los demás.
Ignorando a Flannery, quien parecía esperar que dijera algo más, ella se volteó hacia
Clyde "Gracias por traer el vehículo. Si tengo alguna duda o problema, se lo haré
saber”
Presley tomó las llaves y un folleto con el papeleo. Deslizó los papeles en el bolso que
colgaba de su hombro "Eso es genial. Gracias”
Flannery sonrió "No tuve que adivinar que no eras una chica de campo"
"Oh, por favor. Entre tú y tu hermana, ya he tenido suficiente de la rutina del sencillo
médico rural. No, simplemente no creo que seas el tipo de mujer que usa tacones o
que reconoce a sus diseñadores"
"Bueno, tienes razón en la primera parte" dijo Flannery "Pero soy conocida por tener
amigas que usan tacones y presto atención"
"Eso lo puedo creer" Presley dio la vuelta hacia el lado del conductor del coche "Y
tienes razón, no soy una chica de campo"
Flannery se apoyó en la parte superior del coche y cruzó sus brazos "Entonces ¿por
qué estás aquí?"
"Phoenix"
"¿Así que nadie más en Phoenix querría pasar unos meses aquí, en la paz y
tranquilidad, disfrutando del aire del campo?"
"Estoy segura que había más de una persona que le hubiese encantado venir" Presley
sonrió "Pero nadie que sea tan buena como yo"
"Su versión de los hechos podría ser ligeramente diferente a la mía, pero como estoy
segura que casi nadie en el hospital será capaz de decirte en las próximas horas, estoy
aquí para encabezar la transición del hospital a los Sistemas de Salud SunView”
"Harper se preocupa por esta comunidad y especialmente por este hospital, más de lo
que se preocupa por nada, excepto la familia. Si el cambio es bueno, ella estará abierta
a explorarlo"
"Bueno, estoy encantada de escuchar eso ¿Y qué hay de tí? ¿Eres así de flexible?"
"Bueno. Entonces, tal vez, si hablaste en serio acerca de mostrarme los alrededores,
podemos quedar cuando estés libre. No conozco mucho acerca de la zona y me
gustaría conocerla”
Presley vaciló. La cena era algo más personal de lo que quería conseguir con Flannery
Rivers. Tenía más que suficiente experiencia para reconocer el interés de otra mujer y
no necesitaba esa complicación "Tengo una serie de cosas que terminar esta noche.
Tendré que dejarlo para después"
"Si"
"¿Qué tal mañana por la tarde ¿digamos a las tres?"
***
"Había indicios de algo de esto desde que salieron los estados financieros al final de
año" Edward tomó un sorbo de té y continuó meciéndose lentamente, empujándose
con un pie apoyado en el piso de madera del porche, flexionado y relajando,
impulsando la silla de adelante hacia atrás "Dado que no tuve opción en la votación,
no estaba actualizado. No esperaba que se movieran tan rápidamente"
"Imagino que una vez que la tinta está seca, el trato está hecho"
Flannery sonrió "Carne asada o costillas. Cualquiera de las dos funciona para mí"
"Tengo que pasar por el hospital más tarde" dijo Harper "¿Tus post-operados
necesitan algo?"
Flannery negó con la cabeza "Ellos deberían estar bien ¿A qué vas?"
"Tuve que ingresar a Charlie Carlyle. Se complicó con una celulitis en el pie y quiero
asegurarme que reciba su primera dosis de antibióticos esta noche"
"Uh-oh" dijo Flannery "Te lo dije, ésos dedos tendrán que irse"
"Si somos capaces de sacarlo adelante, conservará su pie por un tiempo más" dijo
Harper.
"Lo haré"
Harper apretó el agarre en los brazos de su silla. No estaba segura de que le molestaba
más, que Flann y Presley se hubiesen encontrado nuevamente o simplemente el
recuerdo de lo que significaba la presencia de Presley "¿Ah, sí?"
"Mmm-hmm. Mencionó que habló contigo momentos antes y que estaba a cargo de la
transición. O lo que sea que eso signifique"
Edward se encogió de hombros "Es difícil de decir. De lo poco que sabemos, parece
que la Sra Worth puede hacer casi todo lo que quiera y hasta que no sepamos lo que
eso significa, no podremos decir nada al respecto"
"Es que esa no es la manera correcta de hacer las cosas" dijo Harper "Ese es nuestro
hospital, nuestros pacientes serán los afectados. Si nos hubiesen informado de lo que
estaba sucediendo, podríamos habernos preparado para ello. Haberles puesto al tanto
de la necesidades de la comunidad y mostrarles lo vital que es el hospital, no sólo por
la salud en sí, sino por los empleos"
"No sabemos si tendremos una oportunidad para hacer eso" dijo su padre.
Flannery se levantó y se sirvió té helado de la jarra que estaba en una mesa cercana.
Sirvió un segundo vaso y se lo entregó a Harper "Posiblemente mañana en la tarde
voy a mostrarle los alrededores. Tal vez pueda trabajar un poco en ella"
Harper equilibró cuidadosamente el vaso en la base lisa del posa brazos de la silla
mecedora "¿Mostrarle los alrededores? ¿Así que aceptó tu oferta para un recorrido
turístico?"
Para cuando Harper ayudó a su madre y Margie a lavar y secar los platos, eran cerca
de las 9. Dobló el paño de cocina, lo puso sobre el estante y abrió el armario donde
guardaban la escoba.
"Vamos al porche y tomemos una copa con tu padre y Flannery" dijo Ida, quitándole
la escoba "Has hecho suficiente limpieza por una noche"
"Tengo que regresar al hospital en pocos minutos" dijo Harper. Cuidadosamente había
evitado hablar de Presley Worth con Flann durante la cena, pero el tema reaparecía
obligatoriamente si todos empezaban a hablar de los asuntos del hospital, lo que
seguramente harían en el porche, ya con las bebidas. Ni siquiera estaba segura del
porque le estaba molestando que Flann saliera a mostrarle la ciudad a Presley. Flann
podría tener una tendencia a precipitarse en las situaciones sin pensar mucho en las
consecuencias, pero de alguna manera, al final, las cosas por lo general terminaban
bien, sobre todo porque Flann era demasiado bondadosa como para guardar rencores
y siempre sabía cuando retirase antes que las cosas se pusieran demasiado
complicadas. El problema era, que todo lo relacionado con Presley parecía
complicado, desde el principio. Asumía el poder fácilmente y claramente estaba
acostumbrada a tener el control. Sin importar qué tan atractiva e intrigante pudiese
ser, era alguien cuyos intereses podrían no estar en la misma línea que la de ellos.
Harper se detuvo en seco ¿Atractiva e intrigante? Quizás Flann no era la única cuyo
juicio estaba sesgado.
"¿Tú y Flannery están atacando sus cabezas por algo?" dijo Ida.
"No" dijo Harper demasiado rápido, provocando que una ceja de Ida se levantara.
Harper sonrió "Estamos bien. Sólo diferentes velocidades, como de costumbre”
"Todavía no estoy segura. Llegó la nueva directora… una mujer llamada Presley
Worth”
Harper apoyó los brazos sobre el mostrador detrás de ella y negó con la cabeza "Esa
es la pregunta que me gustaría responder"
Ida palmeó su mejilla "Eres inteligente. Te las arreglarás"
"Para tomar una copa" Harper se apartó del mostrador y agarró su chaqueta del
perchero "Voy al hospital"
"¿Cómo te va?" preguntó Harper. Ella y Glenn, alta y delgada con ojos azules, ex
estrella del baloncesto en la escuela, cabello color arena, habían estado en la misma
clase de graduación, pero Glenn había optado por el Ejército al salir de la escuela.
Después que terminó su alistamiento, regresó a vivir al pueblo, después de haber sido
entrenada como médico.
"Todo tranquilo. Los dos de Flann lo están haciendo bien" Glenn le acercó una silla
con ruedas y Harper se sentó "He escuchado que vamos a tener una sacudida"
"¿Algún detalle?"
"Todavía no"
Glenn escaneó los monitores de telemetría mientras hablaba "De alguna manera, no se
siente bien ¿Quiénes son estas personas?"
Ella habló con Glenn unos minutos más. Todos estaban descansando cómodamente.
Nadie necesitaba su atención. Finalmente se rindió y se fue a casa. A las 11, todavía
estaba inquieta y despierta. Muchas cosas pasaban por su mente… el cambio estaba
en el horizonte y el cambio casi siempre significaba perder algo. Se sentó en la
mecedora del porche delantero tratando de identificar las constelaciones en la noche
clara, el cielo estaba lleno de estrellas. Nunca había sido muy buena en eso. Kate era
la que creaba formas en las nubes y las estrellas. Harper generalmente tenía que
contentarse con encontrar la Osa Mayor y la Estrella del Norte. Había tantas estrellas
allá arriba, dispersas al azar, formas interminables, empequeñeciendo el mundo a sus
pies. Esta noche, sin embargo, un rostro persistía mientras sus párpados se cerraban y
su visión vagaba. Presley Worth ¿Quién era?
La pregunta no le daría paz. Eventualmente, recuperó su laptop y se acomodó en el
porche para buscar respuestas.
***
Presley despertó con una calma poco natural, una débil y suave brisa se deslizó por
sus hombros desnudos. La luz del sol entraba oblicuamente por la ventana abierta al
otro lado de su cama. Sin ruido del tráfico, sin el zumbido de movimientos a través de
las paredes o debajo de los pisos, sin el aullido lejano de las sirenas, sin los gritos de
los recolectores de basura y de los juerguistas amanecidos. Todo en la vida en la
ciudad estaba relacionado con el ruido. Ahora estaba rodeada de silencio.
Irrefutablemente, notó que estaba recostada pensando en el día que le esperaba. El
viento emitía su propio zumbido melodioso. Los pájaros trinaban, cantaban y
arrullaban. Sin embargo, más allá de eso, el mundo aquí era atemorizantemente
silencioso. Normalmente cuando despertaba, su primera sensación era ser embestida
de energía… el desafío de un nuevo día, la oportunidad de ponerse a prueba a sí
misma… el fuego en su sangre. La tranquila calma de esta mañana se sentía tan poco
natural, como si de repente le hubiese obligado a respirar bajo el agua. Estaba fuera de
sincronía con este lugar. Fuera de balance y se sentía más sola de lo que se había
sentido en mucho tiempo.
Siempre había sido solitaria, a pesar de haber sido gemela. Ella y Preston no eran
como las historias de gemelos de las que a Hollywood les gustaba hacer películas.
Nunca habían sido cercanos. Sus padres, financieros reconocidos internacionalmente,
apenas habían tenido tiempo en su apretada agenda para un niño y mucho menos para
dos a la vez y las necesidades de sus hijos habían sido suplidas por una serie de
niñeras y tutores. Presley había aprendido rápidamente que la única manera de
ganarse un poco de atención era sobresaliendo en las cosas que sus padres
valoraban… lo académico, el atletismo y los negocios… todo mientras viajaban en los
círculos sociales adecuados. Su mayor competidor por ésa atención era Preston. Ahora
que su padre le había cedido a él la responsabilidad de dirigir diariamente la empresa,
ella estaba en la batalla más grande de su vida. A veces parecía como si hubiese
estado luchando desde siempre por algo fuera de su alcance.
Apartó las sábanas y balanceó sus piernas hacia el suelo. El autoanálisis era una
pérdida de tiempo. Estaba a cargo de su vida, de su futuro. Lo importante era lo que
ella hacía. Las acciones producían resultados y los resultados era todo lo que contaba
al final del día. Con una oleada de anticipación, recordó que al final de este día, Carrie
estaría aquí, empezarían a trabajar como equipo en este lugar y podría empezar a
trabajar en la conclusión de esta tarea. Preston estaba muy equivocado si pensaba que
podía enterrarla en algún lugar mientras él daba pasos que le acercaban a tomar el
lugar de su padre en la junta.
Se dió una ducha rápida y ya que no tenía previsto reunirse con Harper Rivers sino
hasta las 8 y apenas eran las 5:30 am, se colocó unos pantalones holgados de ejercicio
y una camiseta y arrastró los pies hasta la cocina. Lila había dejado la cafetera
enchufada y lista para encender y de acuerdo con la nota al lado de la cafetera ya
estaba preparada, todo lo que tenía que hacer era apretar el botón. Aún más
considerado, era la pequeña cesta de mimbre con tres panecillos de maíz de
arándanos, bajos en grasa, puestos sobre una servilleta de algodón bordada a mano en
el centro de la mesa. Ella eligió un panecillo dorado y lo puso en un plato de cerámica
que encontró en la vitrina sobre el fregadero. En cuestión de minutos tenía una taza de
café y el panecillo y después de agarrar su iPad, se dirigió hacia el porche trasero para
tomar el desayuno ante la asombrosamente fresca mañana. Sentada en el escalón más
alto, equilibró su iPad sobre sus rodillas, bebió un sorbo de café y distraídamente
partió en pedazos el panecillo y lo metió en su boca mientras examinaba las noticias
de la mañana.
Estaba a unos tres metros delante de ella, con un pie levantado en el aire, la cabeza
inclinada hacia la izquierda, parpadeando lentamente. Las plumas de la cola eran
desiguales pero de brillantes colores: rojo, azul y marrón dorado. Sus alas estaban tan
desaliñadas como la cola, con algunas plumas cortas brotando en ángulos extraños y
parecía como si estuviese a punto de caerse. Hizo otro sonido, un graznido de canto y
balanceó su cabeza.
El animal puso su pie en el suelo con cuidado y cojeando, dio un paso más cerca.
"No, para acá no" señaló en dirección hacia la calzada "Ve para allá. Vuelve a... donde
sea" el animal se acercó varios pasos más.
Ella levantó las piernas sobre la escalera donde estaba sentada. No creía que las
gallinas… o lo que fuera, exactamente… atacaran a las personas, pero no dejaría sus
pies desnudos expuestos como una tentación "No, no, no. Vuelve por donde viniste”
"Esa puede ser una de las crías de la señora White" dijo Lila desde el interior de la
puerta de la cocina "Apuesto a que no pudieron atraparla y simplemente la dejaron
atrás"
"Bueno, tiene que regresar nuevamente a donde quiera que se haya estado quedando.
Se está haciendo caca por todo el césped”
"Hmm. Parece que tiene una pierna lastimada. Si quiere, le diré a uno de mis hijos que
salga y lo cuide por usted”
"Bien" dijo Presley, regresando a las noticias. El canto se reanudó, los graznidos
cortos aumentaban como si estuviese haciendo una pregunta. Ella lo ignoró y él se
detuvo. Después de uno o dos minutos de silencio, ella levantó la vista. Estaba a un
metro delante de ella, estudiándola con una mirada desconcertante.
Otro graznido.
"No sirve de mucho, no sin las gallinas. Los gallos son muy útiles para proteger a los
pollos… para mantener lejos a los depredadores. Y por supuesto, si quiere pollitos…"
"Dios me libre"
Presley vaciló "¿Qué quiso decir, con que sus hijos se harían cargo de él?"
"Oh" Presley regresó a sus noticias pero se sentía incómoda. Por el rabillo del ojo vio
que el gallo picoteaba el suelo como si buscara algún bocado. Cortó una esquina de su
panecillo y lo lanzó hacia él. La cabeza del gallo se balanceó mientras lo estudiaba.
"Anda. Es mejor que la suciedad que has estado recogiendo” las plumas en el cuello
brillaban bajo la luz del sol, los destellos de púrpura y azul tornasol eran tan sutiles
como joyas. Los graznidos cambiaron, un tono ascendente mientras picoteaba con
evidente entusiasmo parte del pequeño pedazo de panecillo de maíz.
"Lila"
Regresó a sus noticias con los suaves cacareos del gallo, haciéndole compañía.
Cuando se levantó para prepararse para ir al trabajo, el gallo seguía rascando en el
patio "Lila…" llamó mientras caminaba hacia el interior "… ¿qué le gusta comer a esa
cosa?
CAPÍTULO 7
Harper se estacionó en el estacionamiento del personal detrás del hospital y entró por
la puerta de los empleados con su tarjeta de identificación. No había dormido mucho
y decidió iniciar temprano sus rondas. A las 6:30 am, media hora antes del cambio de
turno, los pasillos estaban todavía tranquilos. Siempre le había encantado el hospital
durante la noche, cuando una quietud silenciosa caía sobre los pasillos con poca luz,
una tranquila serenidad que parecía prometer esperanza para los que veían el nuevo
día y paz para aquellos que ya no lo verían.
En un impulso, pasó por alto las escaleras y regresó por el pasillo en dirección a las
oficinas administrativas, preguntándose si su padre estaría en la oficina de personal
para ponerse al día con el papeleo como hacía a menudo temprano en la mañana. Su
puerta estaba parcialmente abierta y la luz encendida así que ingresó, esperando
escuchar su voz mientras dictaba los informes o los resúmenes desestimados. Se
detuvo en seco, recordando demasiado tarde que ya no era la oficina de su padre.
"Si estás segura que puedes encontrarla, llámame cuando te instales" dijo Presley "Te
mostraré los alrededores y empezarás con las evaluaciones del personal... es lo que
podrías esperar. Un montón de dinosaurios”
Presley se rió "Por aquí, salir a pastar es más que una metáfora... hasta pronto"
Presley lucía otro discreto traje elegante, una camisa verde pálido sobre pantalones
color chocolate. La chaqueta colgaba en el respaldo de lo que había sido la silla del
padre de Harper. Su cabello rubio estaba atado en una colita con un broche dorado.
Lucía fresca, eficiente y al mando. Debería parecer fuera de lugar, pero de alguna
manera no era así. Le sentaba bien la autoridad y esa confianza era fascinante. Harper
deslizó sus manos en los bolsillos de su pantalón caqui ligeramente arrugado. Presley
también le estaba estudiando. Su mirada, aguda e implacable, recorrió el rostro de
Harper. Harper se preguntaba que estaría buscando y lo que vió.
Presley se inclinó hacia delante, sus dedos descansando sobre la superficie del
escritorio, su mirada sostuvo la de Harper "¿Hacer qué, exactamente?"
Harper apreció la negativa de Presley de pasar la pelota a alguien más ya fuese por
lealtad o por su sentido de responsabilidad. Ambas cosas contaban para ella
"Entiendo. Es como lo que ocurrió aquí”
"¿Disculpa?"
Harper sonrió con ironía "La junta de accionistas mantuvo esto callado hasta que se
hizo el trato"
"Harper"
Presley asintió "Harper. Nada de esto se llevó a cabo con la intención de hacerlo
secreto. SunView trató con los que controlaban las finanzas…"
"Así me contaron. Pero hay mucho más para nosotros que los hechos y las cifras
¿sabes?”
"¿Lo sabes?"
"Si"
"Realmente no tengo…"
"¿Cómo puedes administrar un sistema de salud sin saber lo que hacemos realmente?"
Harper se encogió de hombros "Soy conocida por aceptar una docena de huevos de
vez en cuando"
"Entre otros"
Presley puso su portátil en pausa. Las transiciones siempre se hacían con más
facilidad cuando los agentes del poder del hospital eran cooperativos. Harper
Rivers… toda la familia Rivers… estaban comprometidos con el hospital y la
comunidad. Antagonizar con alguno de ellos no era prudente. Si pasar unas horas
junto a Harper podría ayudarle, habría un espacio en su agenda.
Se puso la chaqueta y deslizó su teléfono celular en el bolsillo "Está bien, Dra. Rivers.
Edúqueme”
***
Harper no esperaba que Presley aceptara. Había visto la indecisión en sus ojos y casi
podía leer la negativa en su mente. Ocultando su sorpresa cuando Presley se unió a
ella, rehízo el camino de regreso al edificio principal del hospital, señalando las
oficinas administrativas al pasar.
"El jefe de admisiones está aquí" dijo Harper, apuntando hacia la puerta del despacho
de su hermana "Carson debe llegar cerca de las 8. Ella puede decirte todo lo que
necesites saber acerca de las visitas al hospital, estadísticas de admisión, colocaciones,
ese tipo de cosas. Ella se ocupa de los servicios sociales bastante bien y con bastante
regularidad"
"Correcto"
"Espera un minuto" Presley sonrió, la calidez suavizó los planos generalmente fríos
de su rostro "Harper, Flannery, Carson ¿Quién en la familia es fan de los Autores del
Sur?"
"Harper" Presley pronunció lentamente la palabra "Es Harper Lee ¿no es así? ¿Harper
Lee Rivers?"
Harper asintió.
"Cierto, nuevamente"
Presley se rió y su risa le transformó. Todavía lucía elegante, pero más suave, más
accesible, la luz brillaba en sus ojos azules insinuando un humor oculto "Y dime
¿También existe una Kate Chopin Rivers?"
El golpe a su corazón no fue menos fuerte por estar ya familiarizada. Harper mantuvo
la sonrisa en su lugar "Kate era la cuarta"
La risa de Presley desapareció y una gentil compasión inundó su mirada "Lo siento"
"Sí. Yo también”
"¿Hay otras?"
Harper se rió "Ella jura que renunciará a la medicina por el fútbol profesional"
"Ya veremos. Pasé por un período en el que pensaba ser agricultora orgánica”
"¿Tú, una granjera?" Presley negó con la cabeza "No puedo visualizarlo"
"Crecí en una granja, aunque no tengo mucha práctica con la agricultura. Estaba
demasiado ocupada siguiendo a mi papá. Pero tenemos algunas vacas, gallinas, unos
cerdos y un montón de pastos fértiles. Uno de nuestros vecinos los cuida por
nosotros”
"¿Ruido?"
"En la ciudad. Siempre hay algo en movimiento, siempre hay algo que cambia.
Siempre hay algo haciendo ruido”
"No veo por qué el progreso tiene que ser ruidoso" Harper abrió otra puerta "Este es el
quinto piso… la planta superior. Una población variada de pacientes de medicina y
cirugía que ya no requieren supervisión estricta de enfermería. La mayor parte de los
pacientes aquí estarán listos para el alta en pocos días”
"¿Cuántas camas?"
"8 habitaciones a cada lado, dos camas por habitación en esta planta. En este
momento estamos medio llenos”
Mientras Harper iba a la sala de suministros para conseguir lo que necesitaba para las
rondas, Presley echó un vistazo a las instalaciones físicas, tomando nota del número
de enfermeras, auxiliares, secretarias y demás personal. El personal parecía adecuado,
pero no excesivo. El hospital obviamente era viejo, pero estaba en buen estado. Las
paredes recién pintadas con color cáscara de huevo neutral, los pisos con azulejos
industriales con un color complementario. Cuando miró en una de las habitaciones de
los pacientes, vio dos grandes ventanales con vistas a un césped de hierba. Agradable.
Pacífico.
Harper le guió por el pasillo "La paciente que veremos ahora está lista para irse a
casa. Euella Andrews. Tuvo un derrame cerebral hace un año y lo ha estado
manejando en casa con la ayuda de su hija. Desafortunadamente, se cayó hace varias
semanas y sufrió una fractura en el fémur. Flann decidió no operar y le mantuvo en
recuperación. Ella empezó…”
"Así es, con una certificación en trauma. Está calificada para manejar problemas
ortopédicos sencillos y los ortopedistas de interconsulta están felices de que ella lo
haga. Les evita salir de la cama en las noches para poner yesos o hacer radiografías de
revisión"
"Pensábamos que tenía sentido tratar lo que pudiésemos… mantener a los pacientes
cerca de casa y a nuestro personal ocupado"
Desde allí, avanzaron a través de las salas médicas, revisando pacientes, indicando
pruebas, revisando los progresos. Los pacientes recibieron a Harper como si Harper
tuviese la llave de todos los misterios de la vida. Estaba relajada y familiariza con los
pacientes, respondiendo de buen humor a sus preguntas, revisando el plan de
tratamiento cuando estaban listos para ir a casa y reprendiendo a algunos de ellos para
que siguieran las instrucciones. Presentó a Presley con cada uno de los encargados del
hospital y pareció ser todo lo que necesitaba para ser aceptada. Si lo mismo hubiese
sucedido en Phoenix, el equipo de gestión de riesgos probablemente habría tenido a
las personas firmando los formularios de consentimiento antes que incluso le dejaran
entrar en una habitación. Aquí, todo lo que necesitó fue la presentación hecha por
Harper. Podía ver cómo esa clase de libertad era encantadora, especialmente para
alguien como Harper para quien el hospital era como un segundo hogar. Por
desgracia, los breves días de esta clase de atención médica estaba por terminar. Todos,
desde el estado hasta las compañías de seguros, tenían algo que decir y parte de su
trabajo era velar porque el hospital y todos en él se quedaran en el lado correcto de la
línea. Las infracciones de los reglamentos eran costosas.
Presley echó un vistazo a su reloj, sorprendida de ver cuánto tiempo había pasado. Por
lo general, cuando se veía obligada a situaciones sociales, se aburría sin sentido antes
que terminaran los entremeses. Esto había sido inesperadamente atractivo. Harper era
cálida y compasiva mientras seguía siendo completamente profesional, sin esforzarse
por estar al mando. Los pacientes, obviamente, la querían "Supongo que puedo
permitirme unos minutos más. Café sería maravilloso. Yo invito"
"Hecho"
Tomaron las escaleras hasta el primer piso, ya que Harper aparentemente no creía en
usar los ascensores. Después de servir una taza grande de café fuerte de un termo de
acero inoxidable, Presley agarró una dona de camino a la caja registradora. Harper le
presentó con Luanne, la cajera, quien le dio una larga mirada inquisitiva. Luanne
parecía tener cerca de 20 años, cuerpo fuerte, cabello rubio y ojos afilados y
evaluadores. Se giró un poco, reorientando sutilmente su atención a Harper.
"Ah, sí"
"Puedo ver cómo podría ser problemático. Los hospitales no son conocidos por la
privacidad”
"Sin embargo, imagino que después de un tiempo nadie tiene secretos" la idea le
inquietaba. Ella prefería la soledad de sus oficinas, donde sabía qué esperar y podía
decidir cuánto revelar.
CAPÍTULO 8
"Así que, dime…" dijo Harper, recostándose en su silla de la mesa de la cafetería "…
¿qué es lo que necesitas saber del personal médico?"
Una mujer que llevaba una bata con la figura de Snoopy, corrió una cortina y se
asomó al pasillo "Aquí abajo"
Presley apretó su labio inferior entre sus dientes. Alejarse era igual a rendirse y no
haría eso, no mientras la lucha continuara.
La mujer mayor apretó la bolsa, Paula Jones por su placa de identificación dijo "Estoy
recibiendo mucha resistencia. No estamos aireando muy bien”
Harper se apresuró a la cabecera de la camilla y Paula hizo espacio para ella. Después
de escuchar rápidamente ambos lados del pecho de la niña, Harper deslizó ambas
manos debajo de los hombros de la niña y tiró de ella hacia arriba hasta que su cabeza
estuvo en el borde de la camilla "¿Dónde está el laringoscopio?"
De alguna manera Harper puso esa enorme cosa en la boca de la niña y miró adentro
"Voy a necesitar un tubo. Tratemos con un número cuatro"
Todo estaba ocurriendo rápidamente, pero para Presley parecía haberse detenido.
Respira, respira, respira corría por su mente, eclipsando todo lo demás.
"Todavía no" Harper no levantó la mirada. Tendió la mano y Rose le entregó el tubo
"Gracias" murmuró Harper.
"Paula, cariño" dijo Flannery casualmente "… ¿quieres conseguir una bandeja de
corte aquí, por si acaso?"
"Muy bien" Flannery se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos, luciendo tan
relajada como si estuviese esperando un autobús. Presley captó su mirada y Flannery
le hizo un guiño.
Presley entendió entonces que Flannery tenía total confianza en Harper y estaba
contenta, a pesar de su evidente instinto por hacerse cargo, esperó hasta que Harper le
necesitara. Era una dinámica interesante y desconocida. Confiar y que confiaran en ti
tan completamente. Presley se volteó hacia Harper, con un dolor desconcertante en su
pecho.
"Claro que sí" Flannery se apartó de la pared y presionó con el pulgar y el dedo índice
en el centro de la garganta de la bebé "¿Eso ayuda?"
"Creo que estoy dentro" Harper enganchó una línea conectada a un tanque de oxígeno
hasta el tubo que había insertado en la garganta de la bebé "Alguien escuche"
Flannery tiró del estetoscopio alrededor del cuello de Harper y colocó un extremo
sobre el pecho de la bebé, el instrumento lucía demasiado grande contra la pequeña
caja torácica. Ella se movió rápidamente a ambos lados del pequeño torso "Suena
bien"
Flannery levantó la vista hacia el monitor "El oxígeno también luce bien. Buen
trabajo”
Harper miró a su hermana y le dedicó una rápida sonrisa "Gracias. Aprecio el apoyo"
Flann asintió y se acercó a Presley "Veo que estás recibiendo de primera mano una
introducción cercana con el personal del lugar"
"Sí" Presley respiró profundamente. La habitación se aclaró como si una cortina
hubiese sido abierta. Las manos de Harper se movieron con certeza y rapidez mientras
aseguraba el tubo a la mejilla de la bebé con tiras de cinta. Sus dedos eran largos y
elegantes como el trabajo de un artista "Algo más dramático de lo que hubiese
esperado"
"Tengo que revisar mi agenda" Presley no estaba segura de poder aguantar más del
clan Rivers en un día. Había algo tan salvaje acerca de ellas, como si de alguna
manera hubiesen escapado del barniz de la civilización creando un escudo invisible
alrededor que todo aquel que conocían. Su intensidad le ponía los nervios de punta y
agitaban sentimientos tanto incómodos como intrigantes.
Flannery desapareció y Presley se arrodilló junto a la joven madre "Todo estará muy
bien ¿Necesita algo?"
La joven, más bien una chica, giró sus ojos dilatados y casi en blanco hacia Presley
"Ella estaba muy bien anoche. Sólo un poco de secreción nasal. Entonces esta mañana
tuvo tos y no me gustó cómo sonaba. Toda rasposa. Mi marido me dijo que debía
traerla. Tal vez esperé demasiado tiempo”
"No esperaste demasiado" dijo Harper "Ella desarrolló una inflamación en la parte
posterior de su lengua y eso bloqueó las vías aéreas. Los niños a veces pasan por esto
y sucede muy rápido. La trajiste y eso es lo que importa”
La madre apretó la mano de Harper con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron
blancos "¿Ella va a estar bien?"
"La pondremos en la unidad de cuidados intensivos y la vigilaremos de cerca. Va a
recibir antibióticos. Deberías ir a la cafetería y comer algo. Una de las enfermeras te
buscará cuando sea el momento de verla”
"¿Estás segura?"
"¿Y si no hubieses podido? ¿No podría haber sido trasladada a un centro médico con
intensivistas pediátricos?"
"No es seguro. Flann hubiese tenido que hacer una traqueotomía de emergencia ¿En la
sala de emergencia, en un bebé? No mucha gente podría hacerlo”
"Sólo es una hipótesis, Dra. Rivers" dijo Presley cuidadosamente "En primer lugar
consideramos este tipo de cosas cuando se determina la gestión de riesgos"
La mirada de Harper capturó la de ella "¿Te tomarás el tiempo para saber quiénes
somos? ¿Qué hacemos?"
"¿De verdad?"
Presley se rió "No puedo hacer eso… tengo un horario que cumplir. Yo..." Tengo que
terminar con esto antes que Preston me deje fuera.
Harper pasó una mano por su cabello, con su mandíbula apretada "Tienes razón.
Entonces, edúcame"
"Bien. Lo haré”
***
Cuando finalmente levantó la mirada y vio el coche de alquiler estacionado cerca del
granero, casi aplaudió. Al fin, un poco de normalidad. Carrie estaba aquí, la sólida,
firme y confiable Carrie, que entendía su forma de pensar y no tenía problemas con
ella, simplemente por ser realista. Avanzó por el camino hacia la casa “¿Carrie?"
Carrie se volteó, con sus profundos ojos verdes brillantes. Mechones de su rojizo
cabello largo que caían sobre sus hombros rozaban sus redondas mejillas "Este lugar
es increíble"
"Esa es ciertamente la palabra para esto" Presley estudió el patio. Estaba vacío a
excepción de los parches de profundos narcisos amarillos que parecían haber surgido
en las últimas horas. La temperatura había subido pero todavía estaba absurdamente
fresco para ser junio.
"¡En serio! Todo es tan verde. Y hay árboles por todas partes. Huele maravilloso”
Presley estudió a Carrie sospechosamente ¿Qué podía decir a eso? Todo era
increíblemente verde, dorado y azul brillante y ridículamente idílico. Y claramente,
Carrie ya había respirado demasiado el aire embriagador. Con la esperanza de traerla
de regreso a tierra, preguntó "¿Has estado en la planta superior? Cualquiera de las
habitaciones abiertas es tuya"
"Ya la tengo. Tomé la que tiene vista hacia la parte delantera. Es una vista
impresionante ¿Has estado explorando?"
"Ah, de hecho no he caminado por el lugar todavía, pero parece que todo lo necesario
está aquí"
"Casi lo que podrías esperar… mejor mantenimiento que la mayoría de lugares que no
tienen ni la mitad del tiempo construido, con un censo bastante estable"
Carrie frunció sus labios "Tengo la sensación de que Preston vio esto como una rápida
renovación, tal vez una transición de atención a largo plazo o una especie de centro de
imágenes para pacientes ambulatorios. Dependiendo de los perfiles de reembolso”
Esos eran procedimientos de operaciones estándar para pequeños lugares distantes
como este, pero solamente escuchar que había sido parte del plan de Preston hizo que
Presley se resistiera. Dudaba que él hubiese hecho más que mirar los datos financieros
de los últimos años. Él no habría tenido la paciencia para hacer un análisis geográfico
o demográfico de la zona "Sí, bueno, sabremos más cuando tengamos un desglose de
los recursos y su uso"
"Sí, tenemos que estar seguros de que vamos en la dirección correcta" Carrie se
levantó "¿Qué hay del personal? ¿Algún problema?"
Después que Carrie desapareció en el interior, Presley se sentó en las escaleras para
esperar. Mientras leía su correo, casi esperaba que el gallo apareciera para molestarla.
Después de unos minutos él no apareció. Tal vez dormía en el granero durante el día.
Supuso que podría ir a ver mientras esperaba a Carrie.
La gran puerta del granero abrió sorprendentemente fácil cuando la empujó a un lado.
El interior era enorme, con una hilera de compartimentos vacíos a lo largo de uno de
sus lados, bajo un espacio con fardos de heno apilados. La luz se filtraba por las
ventanas cubiertas de malla metálica en los compartimentos y se inclinaba por las
grietas de las paredes de tablas. El aire caliente y humeante olía a dulce.
"¿Gallo?" Presley caminó por el ancho pasillo y captó un destello de movimiento por
el rabillo del ojo. Su pulso se aceleró. Los graneros vacíos no tenían ratas ¿verdad?
"¿Gallo?"
El grito en respuesta claramente no era el de un gallo. Dando un paso adelante con
cautela, miró hacia el rincón oscuro y unos ojos brillantes le devolvieron la mirada.
"¡Oh!" se echó hacia atrás mientras su cerebro descifraba las formas. Cabezas
pequeñas, pequeños rostros. Gatitos. Cuatro… no, cinco.
"¿Gatitos?"
"No demasiado cerca, espero" Presley agitó una mano hacia el gallo "Shoo. Vete.
Gatos. Pájaros. Todos. Váyanse"
"Bien ¡Por qué no!" Presley dio un paso atrás hacia la puerta y el gallo
obedientemente le siguió "Por qué no dejamos los negocio por completo y nos
convertimos en agricultoras"
"Ah…" dijo Carrie, incapaz de ocultar una sonrisa "… probablemente podríamos
manejar ambas. La multitarea es nuestra especialidad”
Caminó por la UCI hasta la última habitación donde estaban los pacientes pediátricos.
Peggy era la única bebé en la unidad. Estaba en el centro de la cama, con sus brazos y
piernas extendidas y conectados con las vías intravenosas, un conductor de ECG, una
intravenosa de presión sanguínea y un urinómetro. El tubo de respiración estaba
conectado al ventilador al lado de su cama. Parecía una pálida muñeca rubia entre
todas ésas conexiones. La enfermera que estaba trazando los signos vitales sonrió
cuando ella entró.
Flann, aún estaba en bata quirúrgica, venía por el pasillo en dirección a Harper "Iba a
ver cómo estaba"
"Está estable"
"Bien" Flannery se puso al lado de Harper mientras ella se dirigía hacia las escaleras
"Y… ¿cómo fue que nuestra Sra Worth llegó al servicio de urgencias en todo esto?"
"¿Cuándo se convirtió en nuestra Sra Worth?" Harper escuchó el mal humor en su
voz. Cada vez que el tema de Presley surgía, hasta los vellos de su cuello se erizaban
sin una buena razón. Por supuesto, la mujer en sí era bastante irritante para ser la
explicación. La obstinada negativa de Flann a no reconocer nada que no fuese el
hecho de que era atractiva e inteligente, sumaba a su molestia.
Harper se detuvo y puso las manos en sus caderas "Parece que tú eres la que sabe algo
que no has dicho. Presley no es miembro de tu club de fans. Está aquí para hacerse
cargo del hospital y ni siquiera sabemos cuáles son sus planes"
"Ni siquiera sabía que tenía un club de fans ¿Existe un sitio web?"
Harper dejó escapar un suspiro "¿Sabes?... a veces eres un verdadero dolor en el culo"
"¿En serio?" Flannery alzó sus cejas "No sabía que pensabas eso"
Harper se rió. Flann siempre podía hacerle reír, incluso cuando había roto uno de los
juguetes de Harper, o las había metido a ambas en uno de tantos problemas con sus
planes atolondrados, o llamaba la atención de una de las chicas en las que Harper
pensaba. No podía permanecer enojada con ella "¿Podrías pensar en algo más que tus
hormonas? ¿Sólo por esta vez?"
"Lo hago" protestó Flann, el destello despreocupado en sus ojos estaba en desacuerdo
con su tono inocente "Estaba pensando en ir encubierta y cuando Presley fuese
víctima de mis encantos, me lo diría todo y yo podría informarles a ustedes"
"A pesar de tus encantos…" dijo Harper "… no creo que ella vaya a ser víctima de
nada en absoluto. Si no tenemos cuidado, seremos nosotros quienes caeremos sobre
nuestro culo"
“Estás realmente preocupada ¿no es así?" dijo Flann.
"¿Tú no lo estás?"
"En cierto modo pensaba esperar para ver lo que se proponía en realidad, antes de
llenarme de todo ese pesimismo"
"Espero que estés en lo cierto" dijo Harper, pero tenía un mal presentimiento de que la
legendaria intuición de Flannery estaba equivocada ésta vez. Presley podría no ser la
fría y mecánica procesadora de números que parecía ser. Eso era evidente por la
forma en que había reaccionado en la sala de emergencia hacía un rato. Había
consolado a Jenny Giles instintivamente y ese era el tipo de amabilidad que provenía
de un interés genuino. Sin embargo, esos destellos de calidez desaparecían muy
rápidamente cuando empezaba a hablar acerca de la razón por la que estaba aquí.
Entonces para ella todo eran hechos y cifras frías y por las preguntas que hacía
parecía estar llegando a la conclusión de que el hospital era superfluo. Nada podría
estar más lejos de la verdad. El hospital era el latido del corazón de la comunidad. O,
Harper tenía que admitir, al menos el centro de su vida. No podía evitar pensar que
Presley quería destruir eso.
***
Flannery miró el gran reloj en la pared del quirófano 03:05. Una hora y nueve
minutos. Excelente tiempo. Verificó las incisiones nuevamente y cauterizó los últimos
sangrados leves.
"Tan tranquilo como puede estar" dijo Ray "¿Cuánto calculas, 15 minutos?"
"Eso suena bastante cerca" Flannery miró al otro lado de la mesa hacia Glenn, quien
le había ayudado con la colecistectomía laparoscópica. Glenn tenía buenas manos y
habría sido una excelente cirujana, pero dijo que le gustaba ser una Asistente
Personal, con el cuidado directo del paciente, sin el lío de tramitar una práctica. Flann
se sentía afortunada de tener a Glenn como respaldo en la noche y un primer asistente
en el quirófano "¿Quieres terminar de cerrarlo por mí?"
"Vale"
"Ella está bien" dijo Flann. Eso era probablemente lo único que él quería escuchar,
pero lo repetiría todo más tarde si fuese necesario "Ella estará en la sala de
recuperación en unos 15 minutos"
"¿Puedo verla?"
"Allí no. De todos modos estará dormida. La vesícula biliar salió sin ningún
problema. Tenía unas cuantas piedras y sospecho que eso es lo que estaba causando
todo el dolor cada vez que comía”
"Creo que va a estar mucho mejor. Va a tener que tomarlo con calma en casa, durante
una semana más o menos, pero hicimos todo a través de las pequeñas incisiones de las
que te hablé, con el laparoscopio, por lo que no tendrá demasiado dolor y la
recuperación será mucho más rápida”
"Mejor que bueno. Eso es excelente" le dio una palmada en el hombro "El personal de
enfermería te hará saber cuando la suban a piso y el número de su habitación"
"Bueno. Gracias, Doc”
Había conocido a Alice Cunningham toda su vida y disfrutaba coquetear con la alegre
mujer de 60 años de edad. Sin embargo, la mujer detrás del escritorio, no era Alice.
No en lo más mínimo. Lucía como de 25 años y debería estar haciendo publicidad de
los productos naturales saludables, lucía tan completamente sin defectos. Tez
cremosa, las cejas rojo-doradas sobre unos ojos verde primavera y el cabello brillante
color cobre. Ondas sueltas caían sobre sus hombros y enmarcaban su rostro ovalado.
A excepción de la blusa color ciruela con listones que cubría la parte superior de su
figura, podría haber bajado de un carruaje tirado por caballos de hacía un siglo atrás.
Mientras Flann le observaba, gratamente fascinada, esos ojos verdes se abrieron y los
labios con un tinte rosa se separaron.
"Perdóname" Flann llevó una mano a su pecho "No pude evitarlo. Usted es realmente
hermosa"
"¿Hay algo en lo que pueda ayudarle?" hablaba despacio, como si ella fuese un animal
peligroso ante el cual no estuviese a salvo, o una loca.
"En realidad…" dijo Presley desde la puerta de su oficina "… ella de vez en cuando es
mis dos manos y mi cerebro. Y está ocupada"
Flann se dio la vuelta "Hola ¿Estás lista para tu recorrido por la fauna local?"
"Me temo que mi agenda…"
Carrie tosió con delicadeza y Presley le lanzó una mirada. Flann observó el
intercambio silencioso y notó que la bella Carrie Longmire tenía una considerable
influencia sobre la nueva y formidable ejecutiva del hospital. Interesante.
Presley suspiró "Trabajamos durante el almuerzo y supongo que sería una buena idea
si a las dos nos presentan la zona"
"El valle del río Hudson siempre ha sido agricultor, pero en los primeros
asentamientos el río también proporcionaba energía para las fábricas de textura,
principalmente las de lino y servía como rutas de transporte para la producción de
textiles y papel. Una vez que esos bienes comenzaron a ser enviados por ferrocarril y
la fabricación eventualmente se mudó fuera del país, las fábricas murieron. Ahora el
turismo y la agricultura son las principales fuentes de ingresos en esta área”
Carrie dijo "Recientemente leí en alguna parte que una enorme fábrica electrónica
estaba localizada cerca de aquí. Eso traerá dinero nuevo ¿no es así?"
Presley estaba impresionada. Carrie siempre había sido una persona con iniciativa,
una de las muchas razones por las que lo hacía bien. Su amable manera de hacer sentir
a gusto a los clientes y tener una interesante mentalidad sobre los negocios junto con
una determinación agresiva le hacía exitosa. Ese pequeño chisme sobre esa enorme
fábrica en la zona era noticia y era algo que tenían que tomar en cuenta en sus
proyecciones.
"Eso es verdad, al menos la fábrica se está construyendo no muy lejos de aquí" dijo
Flannery "Pero, en general, a las personas no les gusta viajar, así que no estoy segura
de cuánto efecto positivo podríamos obtener. Aun así, el hospital atrae una gran área
de influencia a través de los condados rurales y da trabajo a gran parte de la
comunidad local”
"¿Estamos muy lejos de la carretera principal? Northway ¿no es así?" dijo Presley.
"No muy lejos… al menos no para los estándares rurales. Probablemente 20 minutos,
pero después son otros 15 o 20 minutos hacia el siguiente hospital regional y otros 45
hacia algo más grande que eso"
Presley hizo una nota mental para incluir esos datos en su evaluación. Señaló una
tienda de alimentos en la calle "Ese lugar… ¿tendrán comida para gallos?"
Flannery se detuvo, una sonrisa se extendía por su rostro. Se había puesto unos
vaqueros y una camisa polo antes de salir del hospital y parecía más una turista
deambulando por las calles que una cirujana local con las que Presley estaba
acostumbrada a tratar "No, me temo que no"
"No lo creo"
"Ya veo. Gracias por ser tan útil" Presley trató de ocultar su sonrisa con una mirada.
Flannery era lo suficientemente encantadora para dejar pasar la broma, una chanza
amistosa que Presley nunca había compartido con nadie. Su familia no era bromista y
la gente con la que trabajaba no asumiría la familiaridad. Cuando Flannery rió, sus
ojos marrones se encendieron, Presley cedió y se unió a la risa.
"¿Y qué hay de comida para las personas?" preguntó Carrie "¿Algún buen lugar en la
ciudad para comer o para llevar?"
"A la inversa… de la mañana hasta la tarde. No hay cena. Casi todo el mundo está en
sus casas y en la cama poco después de que el sol se pone. No hay ningún negocio
nocturno”
"En realidad, no estoy exagerando mucho. Los agricultores se levantan y salen antes
de la salida del sol y una vez que se pone el sol no hay mucho que hacer por aquí. Así
que la cena es una aventura temprana y entonces todo el mundo se cobija"
Presley elevó una oración a los dioses del Internet, de que alguna manera al menos
fuese capaz de ponerse en contacto con el mundo exterior por las noches, mientras
que el resto de la comunidad dormía.
"Vamos" dijo Flannery “Les compraré un helado mientras se recuperan del choque
cultural"
Cuando terminaron, Flannery les llevó por el resto de la ciudad y señaló la oficina de
correos, la pequeña y familiar farmacia, la pizzería, el restaurante y el bar que servía
comida hasta las diez de la noche. En total, les llevó 40 minutos de caminata pausada.
Presley no podía discutir que el pueblo tenía sus encantos, con su tranquila
sensibilidad, casi gentil, pero sospechaba que pronto se irritaría por la falta de las
conveniencias de fácil acceso. Echó un vistazo a su reloj "Creo que Carrie y yo
probablemente deberíamos hacer un rápido paseo a ese supermercado que has
mencionado. Nuestra ama de llaves nos ayudará con la compra de alimentos, pero no
tenemos muchas cosas en la casa”
"Dijiste que no habían tenido tiempo para almorzar y es casi la hora de cenar" dijo
Flannery "Vengan a mi casa para la cena"
"No" dijo Presley rápidamente. Probablemente demasiado rápido para ser educada,
pero la idea de socializar más con Flannery estaba fuera de cuestionamiento. Flannery
era para todos los efectos, su empleada "Gracias, pero ya has sido demasiado amable"
"Oh, lo lamento" dijo Flannery "Te di una idea equivocada. Yo no cocinaré. Lo haría
mi madre. Todos cenamos en la casa grande los viernes en la noche”
Flannery rió "No, a menos que desees perder alguno de tus dedos. Mi madre podría
ponerte a trabajar, pero tendrías que esperar hasta que lo considere digno. Vamos, que
no estamos tan lejos”
"Creo que conocer a la familia Rivers sería una idea maravillosa" dijo Carrie.
Superada nuevamente. Inclinándose con gracia a lo inevitable, Presley dijo "Solo por
un rato. Muchas gracias"
***
La casa al final del largo camino era diferente a todo lo que Presley había visto en la
ciudad o en las tierras de cultivo circundantes que habían pasado en los últimos diez
minutos. La mansión señorial, construida a lo largo de la orilla del agua, estaba
rodeada de bosquecillos de árboles y campos de maíz que emergían a través de la
tierra y que se extendían como suaves alas verdes a lo largo de la orilla del río. Desde
el camino, la parte delantera de la casa tenía un aspecto formal con altas ventanas
simétricas colocadas entre el ladrillo y blancas columnas pesadas que enmarcaban la
entrada. Un Volvo estaba estacionado al lado izquierdo de la puerta de la cochera y
Flannery se detuvo detrás.
"Todavía no" Presley hubiese querido tener un poco más de información antes de
hablar con la tercer hermana Rivers sobre el censo del hospital, formas de ingreso,
registros médicos y otros datos demográficos, pero ahora sus planes habían sido
sustituidos. Un suceso tardío totalmente familiar y no uno que ella recibiera de buena
gana.
Carrie se inclinó hacia delante desde el asiento trasero "Esto es increíble ¿Cuánta en
la extensión de la tierra?"
Flannery apagó el motor y abrió la puerta para dejar entrar la brisa con olor a tierra y
agua y cosas verdes "La parcela original era de 600 hectáreas. A través de los siglos,
algunas se repartieron entre la descendencia de los propietarios originales para que los
hijos pudieran asentarse cerca de sus padres y abuelos. Actualmente, tenemos poco
más de 200 hectáreas”
"¿Entonces, vives aquí?" preguntó Presley, secretamente horrorizada ante la idea de
vivir en cualquier lugar cercano… y mucho menos… con sus padres. Cenas
obligatorias y eventos sociales se convertían siempre en críticas hacia ella y en
noticias de los logros de Preston, o la falta de ellos.
"Yo no, no" la expresión de Flannery se cerró por un instante antes de que su habitual
sonrisa regresara "Harper tiene la casa del viejo capataz justo detrás del camino a 400
metros y Carson y su esposo Bill tienen cuatro hectáreas pasando la siguiente curva"
Por supuesto que Harper sería la más cercana a su casa, pensó Presley. Ella era la
heredera no sólo en el hospital, sino aquí también.
"200 hectáreas" Carrie salió del auto y miró a su alrededor "Es magnífico. Y creo que
huelo la cena”
Presley caminó entre Flannery y Carrie por el camino hacia la casa, preparándose para
una bienvenida no tan cálida. Dudaba que alguien de la familia Rivers estuviese
contento con la transición. Pero Carrie estaba en lo correcto, conocer a la familia era
una buena manera de juzgar lo que podría estar en contra en las próximas semanas. Se
negó a considerar que pudiesen ser los próximos meses.
Otro porche se extendía a lo largo de la parte posterior de la casa, frente a una ladera
cubierta de hierba hacia el río. Al otro lado del río, que parecían ser 400 metros de
ancho, por lo menos había otros cuatro campos extensos y una granja blanca más allá
de ellos. Por lo contrario, no había vecinos a la vista.
"Ya llegamos" Flannery mantuvo abierta la puerta mosquitera y les hizo un gesto
hacia el interior.
Armándose de valor, Presley entró en una enorme cocina que olía a algo maravilloso.
Una mujer más joven que tenía que ser Carson, ya que parecía una copia de Harper
pero pelirroja, estaba sentada a la mesa con un niño en su regazo. Una alianza de oro
brillaba en su mano izquierda. Una mujer mayor con el cabello oscuro veteado de gris
en las sienes y unos sorprendentes ojos azules iguales que los de Harper, que llevaba
un delantal rojo y blanco colgando alrededor de su cuello y un vestido de algodón
azul claro, picaba zanahorias en una tabla de cortar al lado del fregadero. Ella miró
por encima de su hombro y dió a Presley y a Carrie una rápida mirada.
"Presley Worth" dijo Presley "Por favor, discúlpenos por la intromisión, pero
Flannery…"
Flannery se acercó a zancadas y besó a su madre en la mejilla "Les dije que había un
montón de espacio en la mesa y la mejor comida del condado justo aquí"
"Hola" dijo Presley, estrechando la mano ofrecida de Ida y volviéndose hacia la mujer
en la mesa "Tú debes ser Carson"
"Culpable" Carson se inclinó alrededor del bebé, que agitaba una galleta en el aire con
vigoroso deleite y tomó la mano de Presley "Encantada de conocerte"
"Yo soy Carrie" dijo Carrie, estrechando las manos a su alrededor "Soy la
administradora de Presley"
Flannery rodeó a su madre y tomó unos vasos por debajo de un gabinete de madera
con fachada de cristal colgando sobre el mostrador. Los puso sobre la mesa y los llenó
de té. Presley tomó un vaso y se sentó en la mesa, mientras un vehículo retumbaba
afuera, seguido de unos pasos un momento después. La puerta mosquitera se abrió y
Harper entró.
Harper se detuvo abruptamente, notando al grupo. Por un instante, Presley creyó ver
un atisbo de placer en el rostro de Harper antes que Harper mirara a Flann y algo
brillara en sus ojos. Una pregunta. O desagrado. Probablemente había estado
esperando una agradable cena familiar sólo para descubrir, a cambio, al enemigo en su
campamento. Su mirada se posó en Presley.
"Hola, Presley"
"Encantada de conocerte"
"Instructiva" dijo Presley, su garganta seca a pesar del té helado. Harper también se
había cambiado y llevaba vaqueros negros desteñidos, una camisa blanca manga corta
con cuello abierto y botas negras. Justo debía haberse dado una ducha. Tenía el
cabello todavía húmedo y algunos mechones gruesos se aferraban a su cuello. Lucía
delgada, tensa y oscuramente prohibida. Al igual que con el chocolate más fino, un
bocado nunca sería suficiente. Presley se dio a sí misma una sacudida mental. A ella
realmente nunca le había preocupado el chocolate "Flannery es una excelente guía"
"Sin duda"
El brillo en los ojos de Harper trajo calor al rostro de Presley. Retiró su mirada cuando
las puertas de vaivén, al otro extremo de la habitación, se abrieron y una adolescente
entró como una tromba. La última de las hermanas Rivers. Alta y risueña, destinada a
ser una belleza de ojos azules.
"Genial" con la confianza notable de una adolescente, cruzó la cocina para salir al
porche trasero, con un libro bajo el brazo. Al pasar, Presley alcanzó a ver el título.
Dinero en el siglo XXI.
"Sí, pueden relajarse y disfrutar. Flannery, Harper, muéstrenles a sus invitadas los
alrededores”
Carrie se levantó de un salto "Si está bien, me encantaría ver la casa. Adoro las casas
históricas"
"Estás en el lugar correcto" dijo Flannery "Te daré una gira ¿Presley?"
"Si no te importa, creo que voy a disfrutar de la vista" Presley escapó al porche
trasero y se alejó del alcance de la mirada melancólica de Harper. La adolescente
estaba sentada en el escalón superior, con la espalda contra el poste blanco tallado
"¿No te molesta la compañía?"
"No está mal, pero creo que ya es un poco anticuado. Ya están recomendando bonos,
por un lado”
Presley asintió "Eso es un problema con los libros… para cuando se publican, algunos
de los datos ya han quedado obsoletos, especialmente en áreas en rápido movimiento
como la economía"
"¿Estás aquí por el hospital?"
"Sí"
"A veces"
Margie dejó el libro a un lado y envolvió sus brazos alrededor de sus rodillas,
estudiando a Presley con inquebrantable escrutinio "¿Puedes darle un cambio o la vas
a liquidar?"
Presley se preguntaba si la chica era una espía. Tal vez no era más que una chica de
aspecto veinteañero. Trató de recordar lo que Harper le había hablado del orden de los
hermanos. Ella podría haber jurado que sólo había cuatro. Echó mano de las evasivas
"Acabo de llegar aquí. No hay decisiones sin información ¿no?"
"Es cierto, sin embargo alguien debió haberlas hecho antes de la adquisición ¿no es
así?"
Detrás de ellas, Harper dijo "Margie, someter a una visita a una inquisición se
considera de mala educación, incluso para los estándares de los del Norte"
"No, en absoluto" dijo Presley "Si quieres, te puedo dar un par de títulos que podrías
disfrutar más que eso"
"Grandioso, gracias"
Harper dijo "Papá acaba de llamar y llegará sólo unos minutos más tarde de lo que
pensaba"
Harper se acercó más, todo lo que Presley podía ver era su mirada intensa "¿Te
gustaría dar un paseo hasta el río?"
Las palabras salieron antes que ella pudiera detenerlas "Me gustaría. Sí"
CAPÍTULO 11.
Harper guió a Presley por un sinuoso camino de peldaños por el césped que llevaba
hacia el río, donde grupos de arces y hojas de árboles se asomaban por encima del
agua, sus ramas meciéndose suavemente con la brisa. Mientras caminaban, deslizó su
mano bajo el codo de Presley "Está un poco irregular con estas piedras. Lo siento”
"Está bien. Creo que voy a tener que abandonar el uso de cualquier tipo de tacones”
Harper se rió "Probablemente vas a estar bien dentro del hospital. Además, te ves bien
en ellos”
"Ah... gracias"
Se detuvieron a la orilla del río, donde unas rocas escarpadas estaban al filo del agua.
De vez en cuando un bote de velocidad pasaba por allí, el rugir poco común del motor
se escuchaba a través del aire. Los mechones del cabello de Presley flotaban alrededor
de su rostro y Harper tuvo deseos de atrapar uno con su mano y ponerlo en su lugar…
o soltar el resto.
Presley se volteó y captó su mirada fija. Durante un largo rato ninguna habló.
Finalmente Presley rompió el silencio "No había notado que el río era tan grande tan
al norte. Lo he visto en la ciudad de Nueva York, por supuesto”
"Realmente no es tan estrecho sino hasta un poco más allá, río arriba desde aquí,
aunque hay caídas intermitentes a lo largo del camino"
"¿Tienes un bote?"
"Ya no. Lo teníamos cuando éramos pequeñas, pero ninguna de nosotras tiene mucho
tiempo y la verdad, ahora hay demasiado tráfico en el río. Prefiero salir en canoa o
kayak en algunos de los lagos más pequeños de por aquí”
"La mayor parte del tiempo" Harper deslizó las manos en sus bolsillos para evitar
avergonzar a las dos nuevamente y observó las ondas ondulantes del río "Aunque
siempre me han gustado los lugares tranquilos"
"¿Ah, sí? ¿Y dónde encontrarás eso en una casa con cuatro hermanas?"
Harper consideró cómo responder. La pregunta era personal y no era de las que
hablaba de cosas personales fácilmente. Descubrió que tenía ganas de responder, lo
que le hizo detenerse. Partes de Presley se mostraban cuando estaba fuera del trabajo,
lo que Harper disfrutaba mucho. La pregunta de Presley le indicaba que había
recordado que Harper había tenido una vez cuatro hermanas, a pesar de que sólo había
mencionado a Kate una vez. Presley escuchaba y tomaba notas de las cosas. Había
poder en escuchar y Harper ya estaba en desventaja. Presley tenía la máxima
autoridad en el hospital y ahora estaba aquí en la granja, el único lugar en el que
Harper siempre creyó era inatacable. Aquí era donde venía cuando estaba
decepcionada o incierta o desilusionada. Cuando entró en la cocina y vió a Presley en
la mesa, su primera reacción había sido de placer, seguida rápidamente por inquietud.
Presley parecía estar en el lugar correcto sentada allí y no había ninguna razón por la
que debería. Harper había tenido la intención de limitar su vida social con Presley a la
simple cortesía extendida a los huéspedes en su casa, hasta que su madre se acercó a
su lado mientras ella se inclinaba sobre el mostrador junto a la ventana abierta,
escuchando a Presley y a Margie hablar en el porche trasero.
"Te tomó por sorpresa, no es así" había dicho Ida "Que ellas estén aquí"
"Síp"
"Crees que debería estarlo después de todos estos años con Flann"
"Cierto" Ida rió "A veces, Harper, tienes que mirar más allá de lo que conoces para
encontrar lo que quieres"
"Creo que lo acabo de hacer" Ida le dio un pequeño empujón "Ve a entretener a
nuestros huéspedes. Te crie con mejores modales que esto”
Harper había hecho lo que su madre le pidió y cuando Presley había accedido a la
caminata, se había vuelto a sorprender ante el placer de la perspectiva que el paseo le
dió. Ahora estaba disfrutando de una conversación sencilla mientras la brisa a través
de la hierba, cambiaba de dirección con ociosidad y disfrutaba mirándola. Se asombró
por la inexplicable necesidad de compartir algo aún más personal que el tiempo que
habían pasado juntas en el hospital. La práctica de la medicina era personal, pero esto,
este lugar era una pasión privada y su placer secreto. Presley le observaba, esperando,
como si supiera que estaba tratando de tomar una decisión. Eso fue suficiente para
hacer que se decidiera.
"Está bien"
Harper agarró el codo de Presley nuevamente y la llevó lejos del río por un camino
fresco, entre las sombras de los árboles. A unos 20 metros se detuvo y Presley miró a
su alrededor antes de darle una mirada inquisitiva.
Harper sonrió "Algo así. Más como en una escalera. Pero si piensas que nos puedes
manejarlo..."
Presley inmediatamente se quitó los zapatos y se puso de pie descalza sobre el suelo
cubierto del suave musgo, sus manos apoyadas en sus caderas "Ja. Muéstrame esa
escalera tuya, Dra. Rivers"
Riéndose, Harper le guió alrededor del enorme tronco de un árbol de roble que debía
tener cientos de años de antigüedad, tomando en cuenta el ancho del tronco. En el otro
extremo, amplios y gruesos escalones habían sido clavados en el tronco, formando
una escalera con las ramas gruesas de arriba. Presley inclinó la cabeza hacia atrás.
"Muy bien" dijo lentamente "Creo que debería subir primero. Si me caigo, espero que
me atrapes"
"Lo prometo"
Presley subió al último escalón y subió hasta uno por encima de su cabeza. Cuando se
balanceó, Harper le agarró por la cintura. Presley miró sobre su hombro y arqueó una
de sus cejas.
"Lo sabrás cuando llegues allí. Agarra el siguiente y continúa" Harper trató de no
mirar el trasero muy bien formado que estaba directamente en su línea de visión.
"No suelo emprender un viaje sin saber exactamente cuál será mi destino"
"Creo que mi madre acaba de decir lo mismo de mí. Tal vez deberíamos tener una
aventura”
Se volteó hacia el árbol y empezó a subir. Harper esperó hasta que ella subió varios
peldaños y luego comenzó a subir detrás "¿Todo está bien?"
"No es tan difícil como pensé sería"
"Supongo que al menos tendré a alguien calificada para quitarme las astillas"
Harper trepó cuando Presley desapareció. Llegó a la escotilla en el piso de la casa del
árbol y se empujó a sí misma hacia el interior. Presley ya estaba mirando por la
ventana hacia el río "¿Valieron la pena las astillas?"
"¡Esto es increíble!" Presley dio la vuelta, sorprendida por este tesoro escondido entre
los árboles. Harper le sonrió, su placer era tan obvio que era contagioso. El estómago
de Presley revoloteó de manera extraña. Ahora entendía por qué Harper había dudado
en revelarlo. Este lugar era muy especial "¿Tú lo construiste?"
"Flann y yo lo empezamos como una pajarera cuando éramos niñas" dijo Harper en
voz baja "Pero he estado trabajando en esto durante toda mi vida"
Presley rodeó lentamente el cuarto. Más que un cuarto. La casa del árbol era
realmente una cabaña situada en las ramas del enorme roble que se alzaba por el
centro de la habitación y salía por el techo. El suelo de madera rodeaba el tronco a tres
metros hacia todos los lados, con ventanas en cada una de las cuatro paredes. Un
suave sofá con cojines color ciruela era parte de una de las paredes, había estanterías
en las otras y una estufa de leña en la esquina de las otras dos. Las propias paredes
eran de madera sin acabado liso, obviamente muy viejas. Las ventanas con
mosquiteros y una trampilla sobre la escotilla encerraban el espacio por completo.
Estudió los libros en las estanterías hechas a mano, esperando ver tomos médicos o
ficción histórica de la comunidad local. En cambio, vio una hilera de libros
numerados de Tom Swift, los Hardy Boys y Nancy Drew… al parecer los originales.
"Déjame adivinar… ¿Tom Swift por Flannery, los Hardy Boys y Nancy Drew por tí?"
Harper se balanceó sobre sus talones, estudiándola con esa intensa mirada
meditabunda "¿Cómo llegaste a esa conclusión, Sherlock?"
Presley le miró. Su piel dorada brillaba bajo la luz del atardecer. Podrían haber estado
en cualquier parte, en cualquier tiempo y el momento atemporal llamaba a Presley de
alguna manera primitiva "De cualquier manera, es un lugar para descansar, tal vez
para ocultarse y tal vez para que surjan los cambios"
"Siempre pensé en esto como un lugar para evitar que las cosas cambiaran" la sonrisa
de Harper era traviesa.
"Una de ellas"
"No necesitamos estar en lados opuestos sobre esto ¿lo sabes, Harper?"
"Si"
Presley no tenía una respuesta que Harper entendiera "No hay nada de lo que quiera
escapar"
"En realidad no" suspiró Presley "Acabo de dejar de lado algunas de las cosas que
quería desde hace mucho tiempo"
"¿Qué tipo de cosas?" Harper dio un paso atrás y se apoyó contra el árbol. En su
pantalón desteñido, camisa lisa y botas raspadas, se veía como en casa en la áspera
sala, construida a mano. Podría haber sido un hombre de frontera 200 años atrás. Tal
vez habría sido más feliz entonces… vivir simplemente donde el trabajo honesto
recibía recompensas honestas y un pollo era suficiente pago como si fuese una
moneda de plata.
También estaba esperando que Presley dijera más, pero ya había dicho demasiado
"Apuesto a que eres buena en conseguir que tus pacientes revelen sus secretos. Tienes
una manera de ver a las personas que haces parecer como si estuvieses realmente
interesada"
"Yo no"
"Lo sé"
"Además, no hay mucho que contar. Disfruto de mi trabajo" Presley sabía que sonaba
a la defensiva "Así que no hay otro lugar en el que preferiría estar"
"También disfruto de mi trabajo. Pero a veces hay que alejarse de el para regresar más
fuerte”
Presley sintió el calor subir por su rostro y agitó su mano "Es una expresión
figurativa"
Harper parecía no haberle creído, pero esta vez no insistió "Está bien"
"¿Qué haces cuando no quieres estar sola?" Presley quería saber, tanto como quería
que la conversación fuese sobre un terreno más seguro.
"Juego softbol"
"Por supuesto que sí" Presley se rió y negó con la cabeza "El pasatiempo de todos los
estadounidenses"
Harper sonrió "Hay un equipo del hospital. Somos parte de la liga local. Nos vendría
bien otro jugador o dos ¿Qué tal tú y Carrie?"
"¿Yo? No" dijo Presley enfáticamente "No tengo ni idea si Carrie sabe algo de softbol.
Y probablemente no estaremos aquí el tiempo suficiente para realmente contribuir”
"Espero que las fases iniciales estén listas mucho antes de que termine el verano"
"Nada que pudiera interesarte, estoy segura" Presley no sabía cómo Harper había
desviado repentinamente la conversación hacia ella nuevamente, pero quería ponerle
fin a eso ahora mismo.
"Trata"
"¿Disculpa?"
El tono de Harper contenía tanto un reto como una invitación ¿Cómo se las arreglaba
para hacer eso? Presley dijo "Sólo algunos retos empresariales que necesitan mi
atención"
"No me sorprende en absoluto" Presley se rió "Estoy segura que eras la tranquila, la
reflexiva y ella la aventurera, siempre la primera en probar algo nuevo. Tú habrías
sido mucho más cautelosa”
"Si alguna vez me decido, tendrás que diseñar una para mí"
"Será un placer"
El mío también, casi dijo Presley y se contuvo justo a tiempo. El aire estaba quieto y
caliente dentro de la casa del árbol, el aroma de las hojas y la corteza eran un dulce
telón de fondo. El sol a su espalda pintaba el suelo de sombras doradas. Harper estaba
en medio de la sombra y de la luz del sol, el contraste reflejaba sus profundidades
ocultas. Ella era mucho más compleja que el sencillo médico rural que le gustaba
proyectar… tenía una vida secreta, placeres secretos que obviamente no compartía
fácilmente. Presley descubrió que quería abrir esas puertas ocultas que guardaban los
secretos de Harper. Ese deseo no estaba exento de riesgos. La mirada de Harper era la
más directa que Presley había conocido, inquebrantable, exploradora, haciéndole
sentir como si todos sus secretos estuviesen en exhibición, haciéndole sentir
vulnerable de una manera y a la vez aterradora y estimulante. A pesar de sentirse
expuesta, no miró hacia otro lado, no cedió al débil temblor creciente en sus
profundidades. El corazón le martilleaba en la garganta.
"Muy bien, ya vamos" Harper sonrió con tristeza "Lo siento. La familia llama"
"Sí" dijo Presley, aunque el concepto era ajeno para ella. Su familia mandaba.
Harper se agachó para abrir la escotilla y le tendió la mano "Baja primero. Te ayudaré
a bajar”
Presley deslizó su mano en la de Harper. Sus dedos eran cálidos, fuertes y seguros. Al
igual que ella. El temblor se extendió hacia el centro de Presley, pero no la soltó.
CAPÍTULO 12
Presley juzgó que tendría 5 minutos a lo sumo en su caminata hasta la casa para
prepararse para encontrarse con Edward Rivers nuevamente. No tenía ninguna duda
de que él sería cortés, pero lamentaba la desconfianza que vería en sus ojos. No que
pudiese hacer algo para cambiar eso. No había creado las circunstancias, incluso si
hubiese estado a cargo de la adquisición y no Preston, muy probablemente habría
hecho exactamente lo mismo. Negocios eran negocios. No era responsable de que la
Administración del Hospital Comunitario trabajase en rojo. Esa situación tenía años
gestándose. La dirección del hospital no podía ser criticada por otra cosa que no fuese
por hacerse ilusiones y por no haber podido seguir el ritmo de los tiempos, los
médicos como Edward Rivers eran notoriamente malos empresarios y probablemente
no se habría dado cuenta de la evolución del panorama. La generación como Harper
tendía a ser más conocedora de las realidades financieras, aunque si Harper fuese un
ejemplo esas lecciones no habían penetrado en esta área. La economía de la medicina
había estado cambiando rápidamente en la última década y las instituciones y médicos
que no podían adaptarse, con el tiempo serían desplazados. Nada de eso era obra suya,
y ahora no estaba en condiciones de revertirlo. No estaba aquí para salvar al Hospital.
Estaba aquí para dar el mayor rendimiento posible a SunView y a sus inversores. Aun
así, desearía no ser el instrumento destinado a llevar a cabo eventos que seguramente
ofenderían a la familia Rivers.
Harper desaceleró cuando iban a mitad de camino por la colina hacia la casa "Quería
mencionarte… puedes cambiar de opinión acerca de venir conmigo en los turnos.
Entiendo que tienes trabajo que hacer y que estás ocupada"
El alivio de Presley fue instantáneo. Era la abertura que había querido y se había
estado preguntando cómo llevarla a cabo, ya que había dejado que sus emociones
hablaran por ella en lugar de su cerebro. Ahora podía dar un paso atrás, alejarse del
círculo de influencia de la familia Rivers y volver al anonimato. Siempre sería
responsable y siempre estaría dispuesta a asumir la responsabilidad de sus decisiones,
pero era más eficaz si trabajaba detrás de la escena, no a la vista donde tendría que ver
la confusión, la ira y el dolor en los ojos de Harper o la triste resignación en su padre.
No tendría que ver a Harper en absoluto y tomando en cuenta cómo Harper le distraía
tan fácilmente de su objetivo, era lo mejor. Lógicamente debería saltar ante la oferta.
"Flann exagera" dijo Harper "En realidad, cierra un poco antes que eso"
La sonrisa de Harper provocó un calor brillante en el rostro de Presley "Me temo que
es un secreto bien guardado"
"Desearías ser lo suficientemente fuerte" dijo Margie en voz alta, con una sonrisa
burlona en su rostro.
"No olvides la última vez" dijo Harper "Me parece recordar los gritos pidiendo
misericordia"
Presley sintió un momento de envidia. Margaret Mitchell Rivers era una brillante e
inteligente jovencita segura de sí misma cuya familia le decía que podía hacer y ser
cualquier cosa, porque era especial. Todo lo que Presley podía recordar era que nunca
podría ser lo bastante buena "Tienes una familia maravillosa"
"No siempre somos tan maravillosos" dijo Harper "Flannery es una listilla, Margie es
una entrometida. Carson…" Harper hizo una pausa "… en realidad, Carson casi
siempre es perfecta. Animadora, reina del baile, se casó con el capitán del equipo de
fútbol, se graduó con honores de la universidad”
"En Afganistán"
"Ah. Eso es realmente difícil”
"Sí"
Todos estaban sentados cuando ellas entraron. Dos sillas vacías estaban a ambos lados
del centro de la mesa. Presley se sentó entre Margie y Carson y Harper tomó el lado
opuesto frente a ella entre Flannery y Carrie. Edward Rivers estaba sentado en un
extremo y en el otro estaba Ida. La mesa estaba repleta de platos de pollo, patatas,
verduras y panecillos calientes, así como maíz dulce y ensalada. Hizo todo lo posible
para no gemir en voz alta. No había tenido una comida decente en… no podía
recordar cuándo.
"Bien, adelante" dijo Ida desde la cabecera de la mesa y al instante una bandada de
manos alcanzaron el centro de la mesa. Durante los siguientes minutos nadie habló
mientras se cruzaban platos y los cubiertos sonaban.
Por último, Carrie dijo "Creo que en mi vida jamás he visto comida como ésta en un
solo lugar"
Ida se rió.
"Lanzamiento rápido"
"Eso es correcto"
"Debes ir, Carrie" dijo Presley. Era difícil pasar por alto la emoción en la voz de
Carrie y si ella no lograba tener ninguna salida social, acabaría por trabajar todo el
tiempo, lo que podría llevar varios meses. Aunque eso estaba bien para Presley, no era
justo esperar que Carrie mantuviera su ritmo.
"Sí. Segura”
Edward le dijo a Presley "¿Le apetece un poco de whisky, Sra Worth? Por lo general
tomamos un poco en la terraza después de la cena"
Harper y Flannery buscaron los vasos.
Presley rara vez bebía y cuando lo hacía era siempre con vino, pero entendió que
estaba siendo invitada a un ritual Rivers que tenía menos que ver con el alcohol y más
con el tiempo que pasaban juntos. Su familia tendía a operar a la inversa… las
interacciones sociales a menudo eran la excusa para consumir.
Carrie, siempre sensible a la educación y a los signos sutiles de poder, negó con la
cabeza "No soy muy bebedora de whisky, así que creo que me quedaré aquí y echaré
una mano" sonrió a Margie "Tal vez consiga un poco de historia local"
***
Harper sonrió. Había visto a Presley con la guardia baja y su consternación era
atractiva. Parecía más joven y simplemente algo insegura "No tienes por qué. No
estabas roncando"
"Bueno, esa es una pequeña bendición. Pido disculpas. Me temo que estaba tan…" se
encogió de hombros "…relajada"
El sonido de su voz sonaba sorprendido, como si relajarse fuese algo a lo que no
estuviese acostumbrada. Harper estaba vagamente complacida de que Presley hubiese
sido capaz de hacerlo allí, en el porche, en la quietud de la noche. Desde que podía
recordar, estos momentos con su padre habían sido sus favoritos. A veces, esa era la
única vez que lo veía, ya que él a menudo estaba fuera de casa o en guardias. Se
sorprendió cuando él invitó a Presley y se preguntaba qué esperaba él que ella supiese
sobre ellos. Su padre nunca hacía nada sin una razón. Estuvo secretamente contenta
cuando él no trajo a colación el asunto de los planes de Presley para el hospital. Este
era un terreno neutral. Esto era la familia. Se dio cuenta que su mano aún descansaba
sobre la rodilla de Presley y se echó hacia atrás.
"En realidad sólo han pasado unos cuantos minutos. Flann acaba de recibir una
llamada, así que acaba de irse. Cuando estén listas para ir a casa yo las llevaré a tí y a
Carrie"
Presley se levantó al mismo tiempo que Harper. Presley estaba a pocos centímetros de
distancia en la penumbra, con sólo la luz plateada de la luna sobre los rasgos de su
rostro. Su aroma se mezclaba con el de las flores que la madre de Harper había
plantado junto al porche, un toque de especias en medio de la dulzura. Sus ojos
estaban casi al mismo nivel y los ojos de Presley buscaron los de ella. El corazón de
Harper latió más rápido y sus dedos temblaron.
"Ha sido una noche maravillosa" dijo Presley, con voz ronca.
"Sí" dijo Harper, diciéndolo en serio. Desde el momento en que entró en la cocina y
vió a Presley en la mesa, no había pensado en nada excepto ella. Ella era un enigma
cautivante, una cosa en la superficie… fría, refinada, al mando… y otra cosa en sus
rincones ocultos… cálida, dedicada y atenta, mientras había estado hablando con
Margie. Mientras había estado en la casa del árbol… acogiendo las cosas que le
importaban a Harper con verdadero deleite. En la mesa familiar, Presley le había
estudiado a cada uno de ellos, sus ojos habían sondeado y analizado. Presley parecía
ver y escuchar lo que le importaba, incluso mientras mantenía sus propios secretos
ocultos. Secretos que Harper quería descubrir. Al verla aquí, mientras la noche se
aproximaba, con sus escudos y barreras derribándose y cayendo en la vulnerabilidad
del sueño, Harper sólo veía a una mujer hermosa y se hubiese sentido feliz
simplemente por permanecer sentada a su lado en la intensa noche. Pero Flann
también había estado en silencio observando y Harper no sabía lo que podría ver.
"Gracias por la casa del árbol, también" dijo Presley
"Sí" Harper casi tomó su mano. Incluso un toque podría decir mucho y se contuvo
"Cada vez que sientas la necesidad de ocultarte, la puerta estará abierta"
"Bueno" dijo Presley con una nota de reticencia en su voz "Voy por Carrie"
Harper se apresuró a salir del porche, como si la distancia pudiese mantenerla a salvo
de los sentimientos que no quería enfrentar. Arrancó el coche y un minuto más tarde
salieron Presley y Carrie. Salió de auto, lo rodeó y abrió las puertas. Presley se sentó
adelante con ella. Carrie se inclinó desde el asiento trasero entre ellas. La carretera
estaba vacía y la conducción sólo tomó unos minutos.
"Está tan oscuro aquí afuera" dijo Carrie cuando Harper rodeó el camino hacia la casa
de los White.
"Esto es lo que hay" dijo Presley "Nunca noté que las estrellas y la luna podían ser tan
brillantes"
"Deberías dejar la luz del porche encendida cuando salgas por la noche" dijo Harper.
Cuando Harper se detuvo delante de la casa, sus faros iluminaron el patio lateral.
"Gallo"
Presley señaló a través del parabrisas "Allí está. En el árbol ¿Qué está haciendo?"
Harper siguió el objetivo hacia donde ella señalaba y se rió "Está descansando"
El gallo estaba encorvado sobre una rama baja de madera de roble, con la cabeza
metida hacia abajo y su cuerpo cerca de las hojas.
"Hay depredadores que lo pueden molestar, pero probablemente está seguro cerca de
la casa y el árbol"
"Supongo que está acostumbrado a ello" dijo Presley en voz baja, regresando su
mirada hacia el árbol "Ser el único"
Presley negó con la cabeza "Estoy segura que estará bien y tú estás demasiado
ocupada para perder el tiempo en eso"
Carrie nuevamente se inclinó hacia delante desde el asiento trasero "Sí, como jugar
softbol ¿Estarás en la práctica, Harper?"
"Eso planeo"
"Grandioso" ella miró a Presley "¿Segura que no podemos convencerte para que
entres?"
"Ah, no" Presley sonrió, su rostro relajado ante el resplandor de las luces del tablero.
Curiosamente decepcionada, Harper siguió el camino así que sus faros iluminaron la
caminera hasta el porche "Entonces nos vemos allí, Carrie. Si Flann no puede, pasaré
por aquí y te daré un aventón"
"Gracias. Hasta pronto" Carrie salió y cerró la puerta, esperando al lado del coche por
Presley.
Harper esperó hasta que Presley y Carrie entraron en la casa, dio la vuelta y avanzó
por el camino. Esperaba que el fin de semana estuviese ocupado… siempre lo estaba
y el tiempo, por lo general, pasaba rápidamente. Esta noche, sin embargo, el lunes
nunca había parecido tan lejano.
CAPÍTULO 13
El sol salió sin el golpe de calor que rápidamente inundaba su casa. En su lugar, la
brisa en la piel de Presley era fresca y vigorizante. Había estado leyendo en cama
desde las 4 am cuando finalmente renunció a tratar de dormir. Tampoco se había
quedado dormida con facilidad. Todavía estaba repasando los acontecimientos de los
últimos días, sobre todo la tarde y la noche con Harper. Desde el momento en que se
conocieron, Harper había ocupado su atención mucho más que cualquier otra mujer
que hubiese conocido anteriormente. No era una monja y disfrutaba de la compañía
femenina, social o sexualmente, pero rara vez pensaba en las mujeres después de
haber pasado la noche. No había encontrado ninguna de esas interacciones lo
suficientemente memorables para interrumpir su concentración o distraerla de su
apretada agenda. Harper había cambiado todo eso de alguna manera.
Cansada de pensar en cosas que no podía controlar, se puso una camiseta y fue a ver
qué milagros culinarios había dejado Lila en la cocina. No sólo podría acostumbrarse
al clima, definitivamente podría acostumbrarse a la comida. Así de simple y rica, en
sabor y sustancia, parecida a la gente. Se sirvió café, se lo llevó afuera y se recordó a
sí misma mantenerse enfocada y no dejarse seducir por los encantos rurales… o las
encantadoras rurales.
Unos minutos más tarde, Carrie dijo desde la puerta detrás de ella "Desperté con el
olor más increíble"
Carrie salió con una humeante taza de café y un bollo en una servilleta de papel. Se
sentó en el escalón superior opuesto al de Presley y estiró sus piernas sobre las
escaleras. Presley cortó una pieza del suave pan aún caliente y lo tiró al suelo, donde
el Gallo lo picoteó con prontitud en pequeños trozos. Cuando lo devoró, cloqueó y
agradeció a Presley con sus brillantes ojos negros.
"Creo que le gusta casi todo, pero dudo que una dieta permanente de bollos y rollos de
canela para el desayuno sea muy buena para él"
"Lo sé" dijo Presley pensativamente "No creo que a le guste ser un gallo solitario"
"Al menos está consiguiendo comida" dijo Carrie entre bocado y bocado "Hablando
de eso… ¿dónde está el mago que hizo estas cosas? Si me dices que eres tú, voy a
llorar por no saber nada de esto anteriormente"
"Eh" dijo Carrie "Estoy acostumbrada a levantarme temprano, pero aquí todo parece
un horario diferente. El tiempo pasa de manera diferente. Al menos así lo sentí ayer
por la noche”
"Creo que eso ocurre porque todos aquí todavía funcionan como si estuviesen en
1920" murmuró Presley.
"¿Así de mal?" Carrie arrojó al Gallo otro bollo "Los médicos Rivers parecían
bastante listos"
Presley suspiró y tomó un sorbo de café "Su medicina, técnicamente, no puede ser
criticada. Son sus modelos de práctica los que no han cambiado en Dios sabe cuánto
tiempo. No, espera…" levantó una mano "… mira esto. Creo que sí sé cuánto tiempo.
Desde que por lo menos el padre, Edward Rivers comenzó su práctica y apuesto a que
su padre antes que él. Aún hacen visitas a domicilio”
Carrie asintió "Me di cuenta cuando Flannery nos dejó para ir a ver a un muchacho
que al parecer se había caído desde el techo de un granero y se fracturó el brazo. Ese
es el tipo de cosas que llevarían a la emergencia”
"Aunque Flannery dijo que el tiempo que le tomaría llegar a casa del muchacho para
encargarse de su brazo, le tomaría menos tiempo que si la familia lo hubiese llevado a
la sala de emergencia, alguien más lo vería primero, luego le llamarían y luego todo el
mundo esperaría por ella"
"Eso es verdad, estoy segura" dijo Presley "Conveniente para la familia, pero
dificultoso para los médicos. Están ahorrándole a los pacientes unas pocas horas, a
expensas de su propio tiempo”
"En este caso, a los médicos no parece importarles realmente. Extraño ¿no?" dijo
Carrie pensativa "Todo el mundo parece tomarlo como algo normal"
"Supongo que para ellos lo es. Pero como mínimo, deberían estar cobrando más por la
comodidad que ofrecen a los pacientes”
Carrie frunció sus labios "Hay una manera inventiva para codificarlo ¿no te parece?
Así el reembolso podría encajar mejor en el nivel del cuidado"
Presley sonrió. Carrie no sería su administradora por mucho tiempo "Eso es lo que vas
a estudiar. Averiguar quiénes son las principales aseguradoras que están en esta área.
Revisar sus escalas y niveles de pago y ver si puedes encontrar algún agujero”
"Pensaba que íbamos a cambiar esto rápidamente" dijo Carrie con cautela.
"Los médicos Rivers no van a dejarlo ir tan fácilmente"
"Eso sería el eufemismo del siglo, ellos sólo son una pequeña parte del hospital"
Carrie sacudió la cabeza "Edward Rivers parece tranquilo y relajado, pero tuve la
sensación que nos estaba midiendo durante la cena"
Presley sonrió "¿Te refieres así como nosotras les estábamos midiendo?"
"Exactamente"
"No creo que quiera ir allí" incluso mientras lo decía, Presley se dio cuenta que era
muy cierto. Lo último que quería hacer era pensar en el atractivo de las hermanas
Rivers o el hecho de que Carrie pudiese sentir lo mismo.
"Iba a decir que Harper parece muy tranquila, en comparación con Flannery, pero creo
que la actitud alocada de Flannery es sólo una cortina de humo. No está tan poco
involucrada como pretende hacernos creer”
"Así que…" dijo Carrie, expulsando las migas con la punta del dedo "… imaginemos
que vas a probar el menú local ¿cuál sería tu favorito? El chocolate oscuro como la
tranquila e intensa doctora de familia o algo con un poco más de menta… con chispas
de chocolate como la cirujana, tal vez”
Carrie se rió "Probablemente es más seguro. Puedo ver que puede convertirse en un
antojo”
"Puedo ir contigo"
"No. De verdad. Ponte cómoda. Tendrás mucho que hacer el próximo Lunes”
"Lo digo en serio. Ve a desempacar, tal vez pasear por el vecindario, si quieres"
Presley hizo un gesto con la mano hacia la casa "Mira este lugar. Es enorme. Puedes
quedarte aquí" ella vaciló "Además, la compañía será agradable"
"Entonces está decidido" Presley entró para servirse otra taza de café. Deseó que todo
se arreglara con la misma facilidad. Planeaba pasar el resto del fin de semana mirando
números, pero no esperaba que ellos le dijeran nada diferente a lo que ya sabía. El
hospital estaba muriendo.
***
"Larga noche" dijo Harper "Pensaba se suponía era una llamada rápida"
Flann frotó su rostro "El brazo no fue el problema. Lo entablillé y lo programé para
radiografías en un par de días cuando baje la hinchazón. Pero entonces un camión y
un Mini Cooper jugaron carreras en la carretera 46. Todavía están recogiendo los
pedazos”
"Jesús" dijo Harper "¿Por qué no me llamaste? Pude haber ido y darte una mano”
"Un par de minutos mientras lo llevaban a quirófano y luego un poco más mientras
esperaba para ver cómo reaccionaba en el post-operatorio"
"¿Lo logrará?"
"Sí, sólo que mira dónde estamos ¿Cuánto tiempo crees que habría llevado conseguir
organizar todo, aunque sólo significara un viaje de 45 minutos en autobús? Dime que
no habría colapsado en el camino"
"No puedo discutir. Tengo el factor Dios a mi favor" Flann bebió más café y le miró,
un poco de vida regresó nuevamente a sus ojos "¿A dónde quieres llegar, Harp?"
Harper se sonrojó "No quiero llegar a ningún lado. Sólo estoy diciendo…”
"Suenas como si estuvieses tratando de armar un caso. Crees que tenemos una lucha
que se avecina, verdad"
Harper se apoyó en el poste opuesto, empujando las manos en sus bolsillos traseros.
Los músculos de su mandíbula se contraían y conscientemente aflojó sus dientes.
Pasó la noche medio despierta pensando en lo que podría venir y… si pasaba… que
podría hacer al respecto. Presley no había revelado nada que realmente pudiera
analizar, pero los administradores no habrían querido deshacerse del hospital si no
hubiesen pensado que era un caso perdido. Presley era una mujer de negocios, de cabo
a rabo y todo lo que se decía de ella es que era buena en eso "No creo que SunView
esté en el negocio de la caridad"
"Estoy segura que tienes razón" dijo Flann "Pero están en el negocio de los
negocios… y lo que quieren es hacer dinero. Si el hospital puede hacer dinero
nuevamente, entonces ¿cuál sería el punto de no hacer que sucediera?"
"No lo sé… ¿un margen de beneficio más grande? No sé qué impulsa a la gente
como...” casi dijo Presley, pero no podía agrupar a Presley en la masa de gente sin
rostro que no conocía y que no podía entender. Presley no era un nombre sin rostro.
Ya se había convertido en algo más que eso. Era un destello de humor, una brillante
sonrisa repentina, un grito ahogado de asombro inesperado. Era una sorpresa y un
enigma. Fascinante y frustrante.
"Ella es interesante ¿no es así?" dijo Flann, como si hubiese leído los pensamientos de
Harper.
Harper se centró en una cierva y dos cervatillos pastando al borde del campo de maíz
"Margie es una bocaza"
Flann no sonreía y eso era una señal segura de que estaba hablando muy en serio
"Podría ser. Podrías estar metiéndote en problemas allí, Harp”
"Le gustó ¿Por qué no le gustaría?" recordó el deleite de Presley y una rápida
agitación de placer recorrió el vientre de Harper "Ella te catalogó como Tom Swift"
"Sí" por supuesto que Flann podía ver lo que ella había visto en Presley. Ambas, con
todas sus diferencias externas, siempre habían pensado igual. Competían porque
amaban las mismas cosas y ¿que era mejor que vencer a alguien que respetabas y
admirabas? Nunca le había molestado la competencia anteriormente.
"Acabo de conocerla"
"No tengo problemas con que te entretengas con una mujer hermosa mientras está en
la ciudad" dijo Flannery a la ligera "Pero no estará aquí por mucho tiempo y si las
cosas salen como ellos piensan resultaran en el hospital, ambas terminaran en equipos
opuestos"
"No me pongas a prueba…" dijo Harper en voz baja "… porque todavía puedo
patearte el trasero"
"Sí, eso es lo que pensaba" dijo Flann "Y no has sido capaz de vencerme desde que
estábamos en la secundaria"
"No iré allí con ella, Harper" dijo Flannery, nuevamente seria "Tampoco creo que tú
debieras"
"Ya que estamos de acuerdo, no tenemos nada de qué preocuparnos" Harper tiró el
resto de su café en el suelo "Vamos adentro. Te haré el desayuno"
CAPÍTULO 14
Todas las puertas de las oficinas en el ala administrativa estaban cerradas y los
pasillos estaban desiertos a las 8 de la mañana del sábado. Saboreando la privacidad,
Presley abrió la puerta de su nueva oficina y dejó su portátil sobre el escritorio.
Después de revisar su correo y eliminar los mensajes que no requerían seguimiento,
tecleó la información de seguridad necesaria para dar acceso a Carrie a las cuentas de
negocios, contratos de seguros y estadísticas de admisión. Luego sacó el resumen que
el equipo de Preston le había proporcionado y confirmó lo que sospechaba… la
adquisición había sido rápida debido al pánico de los fideicomisarios del Hospital
sobre la deuda cada vez más creciente, con sólo una contabilidad superficial del
beneficio neto. Preston también se había apresurado, probablemente para poder
sacarla del camino mientras él cortejaba a los partidarios. Si pudiese encontrar
evidencia de que la compra, financieramente, había sido arriesgada e imprudente,
podría poner en tela de juicio el accionar de Preston. Revisó los estados financieros de
los últimos cinco años y comenzó a desglosar los datos. Cuando sonó su teléfono
celular, miró la hora. Había estado trabajando durante tres horas.
"Buenos días, Jeff" dijo ella echándose hacia atrás en su silla y estirando los músculos
acalambrados de su espalda. Se giró hacia la ventana y se sorprendió una vez más por
la vista. Casi esperaba el resplandor de los brillantes edificios y la ola de calor a la que
estaba acostumbrada a través de las amplias ventanas de vidrio, desde su oficina a
gran altura en el centro de Phoenix. A cambio, encontró colinas con docenas de tonos
de verde, un cielo azul cristalino y nubes blancas tan esponjosas como el algodón de
azúcar. Ella se dio la vuelta.
"Las montañas Adirondack, no los Apalaches" dijo Presley, sonriendo. Jeff era su
homólogo en la mercadotecnia, un vicepresidente que había trabajado a su manera
para levantar las ventas con una velocidad increíble y lo había hecho sin conexiones.
Había conseguido el trabajo porque era el hijo de uno de los hermanos de la
fraternidad en la universidad de su padre, pero a diferencia de muchos de los
nombramientos nepotistas que cubrían el paisaje en SunView, Jeff realmente merecía
el trabajo y lo había demostrado. También era uno de sus pocos amigos dentro o fuera
de la oficina y confiaba en él como podría haber confiado en un hermano, si su
hermano hubiese sido cualquier otro, menos Preston. Lo conocía de casi toda su vida,
a pesar de que él era varios años más joven. Sus familias socializaban y mientras
estuvieron en la universidad, ella incluso había salido con él por un corto período de
tiempo. Cuando se dió cuenta que nunca iba a tener más que sentimientos de amistad
hacia él, lo terminó. Él no parecía tener el corazón roto y cinco años después él salió
del closet con ella, aunque no con su familia. Actualmente, estaba saliendo con la hija
de otra familia acomodada y probablemente se casaría, procrearía herederos y
encontraría sus placeres privados en otros lugares.
"Pensaba que se suponía era una reapropiación directa de activos" dijo Jeff "El lugar
parece ideal para un Centro de atención a largo plazo"
"Posiblemente" Presley habría estado de acuerdo con él unos días antes, pero ahora no
estaba muy cómoda con una decisión apresurada "Hay mucho más en juego de lo que
nos dimos cuenta"
"También hay mucho más en juego aquí…" dijo Jeff "… y creo que necesitas estar
aquí"
Jeff era el tipo de persona que de alguna manera se las arreglaba para ser amigo de
todos y nunca parecía estar eligiendo lados. En consecuencia, todo el mundo hablaba
con él y siempre había sido una fuente de información oportuna y precisa. Si decía
que algo estaba pasando, entonces tenía que tomarlo en serio "¿Qué ocurre
exactamente?"
"La palabra es: Preston gestionando el cortar-cabezas sin parar. Desde que te fuiste, su
agenda está llena de almuerzos, cenas y reuniones con los jugadores en el poder”
"El voto puede ser un largo camino, pero tú puedes comenzar desde atrás si esto
continúa por mucho tiempo ¿Regresarás?"
Su primer impulso fue decir absolutamente. Podía manejar la disolución del Hospital
Comunitario desde Phoenix, una vez que Carrie le diera velocidad, pero aún tenía que
decidir qué hacer con los planes de las instalaciones y proyectos físicos para la
construcción y la reestructuración del equipo de gestión. Había ocupado a Carrie para
que comenzara una investigación de los contratistas locales esta semana "No creo que
me vaya a tomar mucho tiempo conseguir una idea de lo que hay que hacer aquí.
Volveré tan pronto como pueda”
"Te haré saber si se desarrolla algo más. Ten cuidado con los lugareños, escuché que
podían morder”
Presley se rió "Todo el mundo aquí es perfectamente encantador" había estado a punto
de añadir perfectamente seguro, pero cuando pensó en Harper y la forma en que su
pulso se aceleraba cuando pensaba en ella, seguro era la última palabra que usaría
para describirla.
***
Harper movió su estetoscopio sobre la espalda ancha de John Prince, escuchando las
sibilancias y estertores que llenaban ambos campos pulmonares. Dando un paso atrás
de la camilla, colgó su estetoscopio alrededor de su cuello "¿Cuánto tiempo has
estado con falta de aliento?"
El curtido rostro de John se movió en un gesto. Tenía 43, pero podía haber tenido diez
años más. Su pecho y brazos eran fibrosos con poco músculo, su abdomen empezaba
a mostrar los efectos por demasiadas cervezas y muchas hamburguesas "No mucho.
Unos días, tal vez. La maldita tos está haciendo que sea más difícil dormir”
Él asintió con la cabeza "Mi esposa me ha estado molestando al respecto. Dice que no
puede dormir por el ruido”
"Si se tratara de un resfriado, podría hacerlo" dijo Harper "Pero vamos a averiguarlo
primero"
"¿Cuánto va a costar?"
"Nos encargaremos de eso cuando llegue el momento. Necesitas los exámenes, John"
Unos minutos más tarde, la enfermera le trajo la tira del electrocardiograma. Como
había sospechado por el historial y las señales físicas, las anormalidades sugerían
daño cardíaco, posiblemente crónico. Los infartos al Miocardio no eran raros, incluso
los síntomas que producían a menudo eran ignorados por los pacientes o pasados por
alto como distensiones musculares o indigestión. John había tenido la suerte de que no
ser uno de los altos porcentajes de hombres cuyo primer ataque al corazón era fatal.
Cuando fue a hablar con él, su mirada estaba temerosa. En su experiencia, la gente
siempre sabía cuando su estado era más grave de lo que querían creer hasta el
momento en que se veían obligadas a aceptar que tenían un problema.
"El hecho de que estés aquí significa que no es tan malo como podría serlo, pero no lo
sabremos con seguridad hasta que podamos estudiar el flujo de sangre hacia tu
corazón. Quiero que permanezcas en el hospital mientras hacemos eso así podremos
monitorearte”
"No puedo quedarme ahora" exclamó él "Tengo nuevos cultivos en el campo y más
trabajo de lo que puedo manejar con el rebaño. No tengo tiempo para estar lejos de la
granja… ¿quién va a cuidar de las cosas?"
"No puedo dejar que te vayas a casa. En este momento hay fluidos en tus pulmones y
eso me dice que tu corazón no está funcionando tan bien como debería. Podemos
controlar algo con la medicación, pero tenemos que averiguar cuál es la causa
subyacente" había escuchado una variedad de este argumento desde el momento en
que empezó a seguir a su padre en las rondas y lo había escuchado por sí misma al
menos algunas cien veces. Había aprendido desde hacía mucho tiempo, que los
hombres como John Prince no podían ser persuadidos por temor a sí mismos "¿Tienes
cuántos? … ¿tres hijos? ¿Todos aún en la escuela? Tienes que cuidarte para que
puedas cuidar de ellos y de Sally Lynn”
"Sí, eso estaría bien" se quedó mirando el suelo "No quiero preocuparla"
Él levantó sus ojos y buscó los de ella. Ella le sostuvo la mirada. Él necesitaba ver que
ella era confiable. Tenía que creer en ella.
"Bueno. Voy a buscar a Sally Lynn y vamos a repasar las cosas juntos”
Para cuando terminó de admitirlo, eran casi las 11:30. No había comido nada desde
que había hecho panqueques y huevos para Flann a las 6 de la mañana. Flann se fue a
su casa a dormir y sus grandes planes para el día habían sido plantar media docena de
plántulas de tomate en el jardín trasero. Eso había quedado suspendido cuando recibió
la llamada del Asistente en la sala de emergencias, quien pensó que John Prince estaba
al borde de una insuficiencia cardiaca. Después de ver a John en el ascensor rumbo a
la Unidad de Cuidados Intensivos, se detuvo en la cafetería para almorzar. Mientras
llevaba su bandeja a una mesa junto a la ventana, vio a Presley sentada sola con una
taza de café, un bocadillo a medio comer y su iPad. Ella vaciló, luego se dirigió hacia
ella.
Presley le miró y sonrió "De ningún modo. Por favor" puso su iPad a un lado
"¿Terminando tus rondas?"
"Acabo de terminar"
"Me temo que esta vez no" dijo Presley. El encanto era un eufemismo cuando se
trataba de las hermanas Rivers, pero ahora estaba prevenida… y armada "Necesito
saber dónde puedo conseguir comida para gallo… o gallina, supongo"
"Sí. Bueno, no está en el árbol en este momento. Está cavando alrededor del patio”
"Es verano" dijo Harper "Con toda la hierba y el heno alrededor, probablemente le
está yendo bastante bien"
"Estaba leyendo que él también debería comer sémola, un poco de maíz y alimentos
de alta calidad. Ya tengo una lista de lo que necesito”
"Y número dos…" dijo Harper, con enloquecedora seguridad en sí misma "… estás
acostumbrada a hacer las cosas por tí misma"
"Claro… a menos que alguien sepa más que yo y pueda ahorrarme mucho tiempo y
dolor de cabeza preguntando"
Presley se sonrojó. Maldita sea, Harper lo estaba haciendo de nuevo "En cuanto a los
pollos se refiere"
"Si estás segura, te lo agradecería" Presley hizo una pausa "De hecho, también me
gustaría. Por el bien del gallo, por supuesto”
CAPÍTULO 15
Presley vagaba por la tienda, creativamente llamada Suplementos Tractor,
consultando la lista en su iPhone de las cosas que necesitaba para el gallo. Mientras
ella compraba, Harper conversaba con uno de los empleados en la caja. Se detuvo en
una sección que contenía bastidores con camisas, pantalones y botas ¿Quién sabía que
se podía comprar ropa en una tienda de tractores? Ella agarró de una percha una
camisa a cuadros blanco con verde y la sostuvo. El estilo sencillo y los colores
brillantes tenían un cierto encanto. Se rió para sus adentros, pensando en lo que podría
pasar en la sala de juntas si se presentaba con un par de vaqueros y botas. El recuerdo
de Harper, que lucía totalmente a gusto en camisa blanca y vaqueros desteñidos le
recordó que las acciones y no la apariencia externa de éxito, eran la verdadera medida
de la capacidad.
"Ésta marinera se vería bien en tí" Harper levantó una camisa de algodón con escote.
Estaba en lo cierto. El azul complementaría con sus ojos. De alguna manera, ver ropa
con Harper le parecía demasiado familiar, demasiado personal… como si Harper
estuviese mentalmente vistiéndola o desvistiéndola. La intimidad era desconcertante.
Al crecer, Presley había salido de compras con su madre y había aprendido
rápidamente a aceptar las opciones de su madre sobre sus propios deseos. De vez en
cuando compraba con sus amigas en la secundaria, hasta que una de las chicas fue
capturada robando y los padres de Presley le amenazaron con congelar sus tarjetas de
crédito si continuaba con las compras no autorizadas. Ya de adulta, era compradora
habitual en uno de los grandes almacenes de lujo, donde elegían un surtido de piezas
para ella cuando llamaba y la tenían listas para cuando ella llegaba.
Levantó la camisa y no tuvo problemas para imaginar a Harper en una gran habitación
soleada, con un brillante cielo azul de telón de fondo fuera de la ventana, deslizando
lentamente la sencilla camisa de algodón sobre su cabeza. Sus pechos libres y las
manos de Harper…
"Supongo que tiene sentido comprar aquí mientras consigues el resto de tus
suministros" Presley puso nuevamente la camisa en la percha y rápidamente caminó
sin rumbo fijo.
"La ropa hecha tiende a ser mejor para el trabajo duro" dijo Harper cuando la alcanzó
"Y en muchos casos menos costosas que cosas similares en los grandes almacenes
regulares"
Harper se rió "Si tuvieses gallinas, es posible que desearías usarlas mientras estás
limpiando el gallinero"
"Estoy impaciente"
Harper extendió la mano y por un segundo Presley pensó que iba a tomar su mano.
Una oleada de placer le recorrió cuando levantó la suya automáticamente lista para
tomar la de Harper. Harper se quedó inmóvil, esa insondable oscuridad nuevamente
en sus ojos. El aliento se contuvo inexplicablemente en el pecho de Presley.
"Por aquí" dijo Harper en voz baja, bajando lentamente la mano hacia su costado.
Presley asintió, sabiendo que debía sentirse tonta, pero no lo hizo. Por unos minutos,
quiso dejar de lado todo lo que había sido entrenada para hacer y querer y
simplemente seguir sus instintos. Y su instinto era seguir a Harper.
Empujó el enorme carrito de compra por las filas apiladas con grandes bolsas de
alimentos para animales y aves, a través de pasillos llenos de postes de cercas y
estacas y todo tipo de herramientas, grandes y pequeñas, abrevaderos y otros equipos.
Hacia la parte trasera del almacén, unas barras altas formaban cuatro secciones de
unos dos metros cuadrados. Harper se detuvo y señaló una de ellas. Presley bajó la
vista y se quedó sin aliento.
Una docena de bolas amarillas mullidas, de cerca de cuatro pulgadas de alto con todo
y pies, correteaban alrededor, picoteando en la paja y picando los alimentos en una
pequeña bandeja de estaño, con sus pequeños picos tan frágiles que ni siquiera
parecían reales. Las pequeñas plumas, gruesas y oscuras, aleteaban algunos restos de
pelusa que cubrían sus alas.
"Polluelos" Presley pronunció lo obvio y esperaba que sonara menos infantil de cómo
se sentía.
"Sip. Son lo último del grupo. Es un poco tarde en la temporada y estos son más
grandes de lo que son por lo general cuando se van a casa, pero eso es bueno porque
no tendrías que ser tan cuidadosa con la temperatura como lo harías si se trataran de
crías"
"Casi nunca. Chad dice que si te llevas media docena, son tuyos por cinco dólares”
Presley se le quedó mirando "¿Y qué haría yo con media docena de gallinas?"
Presley levantó una ceja "Imagino que lo haría. Pero aparte de lo obvio, no creo que
podamos confiar en que él se encargaría de los otros problemas”
“Los pollos se cuidan muy bien entre ellos mismos, una vez que están un poco más
grandes. Le echaré un vistazo al gallinero y lo pondré nuevamente en forma para tí.
La naturaleza hará el resto”
De mala gana, Presley puso el pollo en el corral nuevamente "No puedo. No tengo ni
idea de cómo cuidarlos y… ¿qué pasará cuando me vaya?"
"Gallo es más que suficiente responsabilidad" dijo Presley y retrocedió para no ver el
revoloteo de los polluelos y anular el impulso de llevarlos a casa "Además, tenemos
gatos en el granero. Ellos podrían comérselos”
Por un loco momento, Presley lo consideró. Eran lindos y por lo que había leído, no
daban mucho problema en absoluto. Y podrían tener huevos... pero
misericordiosamente la razón prevaleció. Ella se iría mucho antes que estos
pequeñitos estuviesen listos para poner sus huevos "No"
"Está bien" dijo Harper, su tono sugería que no estaba convencida de que Presley
estuviese convencida.
Para demostrar su certeza, Presley empujó su carrito a toda prisa hacia la caja.
Una vez afuera, Harper apiló los suministros en la parte trasera de su camioneta "Te
llevaré de regreso al hospital para que puedas recoger tu coche"
Harper asintió.
"¿Dónde?"
“Un poco más allá de mi casa" Harper le abrió la puerta a Presley.
"Gracias" Presley estaba acostumbrada a que la gente abriera las puertas para ella,
pero cuando Harper lo hacía, se sentía especial. Harper le trataba como si ella fuese
todo lo que importaba… como si el tiempo no tuviese sentido cuando estaban juntas.
Se subió a la camioneta y Harper puso en marcha el motor "Eso llevó más tiempo de
lo que esperaba. Si me llevas de nuevo al hospital, llegarás tarde"
Yo también. Tan divertido, que había perdido la noción del tiempo, algo que nunca
hacía "Flannery se opondrá, supongo. Sólo llévame a casa… estoy en tu camino. Le
diré a Lila que me lleve a recoger mi coche cuando salga hoy”
Presley frunció el ceño "Espera… ¿De qué estás hablando? ¿Por qué iría yo a la
práctica?"
Harper sonrió y señaló hacia el cielo "Sábado por la tarde. Cielo azul, sol caliente. Es
un hermoso día. Carrie también estará allí ¿Qué vas a hacer en casa?"
"Bueno, yo…" Presley se cruzó de brazos irritada por haber sido puesta en su lugar y
pensó en sus actividades habituales de fin de semana. Una hora en el gimnasio todas
las mañanas, un café expreso en el camino de regreso a su condominio y luego
ponerse al día con las noticias de la semana en su iPad. Por la tarde, se aburría y
terminaba trabajando hasta la reunión de negocio o la reunión familiar obligatoria del
sábado por la noche. No había considerado qué haría aquí el fin de semana. El
gimnasio estaba descartado, ya que no había visto nada parecido a uno en ésta ciudad.
No tenía planes para la noche y ya había trabajado medio día. Tenía varios libros en su
iPad que pensaba leer… pero eso sonaba como una excusa, que no lo era. No
exactamente "Tengo unas cuantas cosas ya planeadas"
"Tres horas…" dijo Harper "… contando el viaje de tu casa y la mía. Si no te
diviertes, te llevaré a casa”
La idea de relajarse bajo el sol era extrañamente atractiva. No había nada esperándola
en la residencia White, excepto el gallo y él estaría allí más tarde. Y pasar unas horas
viendo a Harper no sería ningún problema "Está bien, pero quiero tu palabra de que
no me vas a fastidiar para jugar"
"Lo juro" Harper giró a la izquierda para salir de la ciudad "¿Entonces, cuál es tu
deporte?"
"Golf" sus padres los habían inscrito a ella y a Preston en clases de golf cuando tenían
8 años, explicando que el golf era el deporte del mundo de los negocios y que muchos
acuerdos eran negociados en el césped verde. No le gustaba nada el juego, pero era
competitiva y eso era suficiente para hacerle una buena jugadora de golf y sus padres
tenían razón. A menudo se pasaba una mañana de fin de semana en los prados de su
club, hablando de negocios con los financieros, los promotores inmobiliarios,
políticos y directores generales "¿Tú lo juegas?"
"No"
"Ya veo" Harper no sonaba como si pensara que eso era más que una razón para hacer
cualquier cosa.
"Pensaba que todos los médicos jugaban golf" dijo Presley con irritación.
"Muchos lo hacen, por las mismas razones. Pero si voy a pasar tiempo haciendo algo,
prefiero que sea por placer”
"Como ahora"
***
Harper entró por la vereda y se detuvo frente a su casa. Originalmente era la casa del
administrador de la granja, la construcción de madera de dos pisos estaba situada a un
centenar de metros detrás de la carretera con un campo de maíz y otros cien metros
más allá de su porche trasero. Afuera estaba el granero, a la derecha, el jardín a la
izquierda y el gallinero en el medio. Los pollos vagaban por él césped enfrente de la
casa. Ella apagó el motor y salió rodeando la parte delantera de la cabina para
mantenerle la puerta abierta a Presley mientras ella bajaba. Harper le tendió la mano y
Presley la tomó, apoyándose en Harper mientras se equilibraba.
Presley miró a su alrededor, sus dedos apretados sobre los de Harper "Son muy
bonitos. Y todos son diferentes”
Harper señaló las diversas especies de polluelos, uno por uno "¿Cuál es tu favorito?"
"Oh" dijo Presley riendo "No soy una aficionada a los pollitos. Sin embargo, me
gustan los de color blanco con motas"
"Mmm, buena elección. Son agradables y tiernos. Asados un domingo por la tarde…"
se agachó cuando Presley le dió un manotazo en el hombro "En serio, a veces
tenemos que comer el ganado. Los niños aprenden eso a muy temprana edad"
Presley bajó la mirada. Todavía estaba sosteniendo la mano de Harper. No había nadie
más alrededor y de repente, la intimidad era abrumadora. No tenía idea de lo que
estaba haciendo. Peor aún, cuando estaba con Harper, se olvidaba por qué había
venido a este lugar donde no tenía cabida, donde su trabajo le ponía en desacuerdo
con todo el mundo, sobre todo con esta mujer que parecía capaz de hacerle olvidar de
sí misma con una facilidad alarmante. Soltó la mano de Harper "Debe ser muy difícil
para los niños, para cualquier persona, encariñarse con un animal y luego...”
"Los niños granjeros tienen que aprender que los animales, como los cultivos, son
parte de lo que mantiene a una granja en marcha. Los padres inteligentes enseñan a
sus hijos a no poner nombre a los animales que eventualmente serán sacrificados para
la comida o por otras razones. Los clubes 4-H dan a los niños un lugar para vincularse
con sus animales y llevar a sus mascotas para mostrarlas. Ningún buen padre
sacrificaría uno de esos”
Presley siempre había querido un perro. Sus padres le habían dicho que no… ellos
viajaban mucho y después irían a la escuela preparatoria "Es tan diferente a lo que
estoy acostumbrada"
"¿Y eso es?" a Harper no le importaba si era tarde para el softbol. Había estado
jugando toda la vida y la práctica era una excursión más social que otra cosa. Flannery
se lo pondría difícil, pero eso no arriesgaría su posición en el campo corto. Ella
todavía era rápida y tenía uno de los brazos más fuertes del equipo. Flann era una
mejor bateadora, desde luego Flann siempre había siso la más vistosa de ambas.
En este momento, no podía pensar en otra cosa que preferiría estar haciendo que estar
parada frente a su casa, rodeada de un montón de pollos cacareando, hablando con
Presley Worth. Presley no le conocía, pero al parecer querer hacerlo y eso era más
importante que cualquier otra cosa en ese momento.
Toda su vida, Harper había sido conocida por todos. Cuando comenzó a ir a las rondas
con su padre, todo el mundo conocía a su padre, a su madre y a ella, a pesar de nunca
haberla visto. Su historia era conocida antes que la hubiese vivido. La mayor parte del
tiempo no le importaba, pero a veces la familiaridad le dejaba sintiéndose invisible.
Con Presley, se sentía completamente nueva y cuando Presley le miraba, se sentía
fuerte y visible. Quería contarle todo, desde las historias más tontas de su infancia
hasta lo que significaba para ella tener la fe de sus pacientes y de su comunidad.
Quería contarle lo que le importaba, lo que sentía en su interior.
"Es una larga historia" dijo Presley "Y vas a llegar tarde"
Harper le besó, bajo el sol caliente de verano, bajo un cielo azul, con los sonidos y los
olores de la vida a su alrededor. Ella acarició suavemente el antebrazo de Presley,
deleitándose en la suave textura y lo sedoso de su piel. Los labios de Presley eran aún
más suaves, suaves contra los suyos, provocando sus sentidos. La boca de Presley se
deslizó suavemente sobre la de ella hasta que sus labios se ajustaron perfectamente.
La brisa era fría y fresca contra su nuca y cada sensación era magnificada mil veces.
No necesitaba respirar. Estaba más viva de lo que jamás había estado, no sabía que
hasta ese momento había estado sonámbula, esperando a la mujer cuyo beso supiera a
eternidad. El ansia explotó, enviando una necesidad apasionada a través de ella.
Deslizó su brazo alrededor de la cintura de Presley, la atrajo hacia sí y presionó su
boca más fuertemente contra la de Presley, deseando más. La palma de Presley
presionó contra su pecho, apartándola. El beso se disolvió, dejando a Harper sólo con
el sonido de su propia respiración jadeante en sus oídos.
Harper le soltó, dio un paso atrás, buscando las palabras en su mente revuelta "Yo...
no me di cuenta"
La boca de Harper se torció en una sonrisa irónica "¿Aún sin ser invitada?"
"La invitación no era necesaria y decir que no me gustó sería una mentira" se obligó a
sonreír, aligerando su voz "Vamos a atribuírselo a…" ella miró a su alrededor, señaló
hacia el cielo como Harper lo había hecho antes "… el efecto de este increíble y
hermoso día"
"Muy bien" dijo Harper con voz ronca "Podemos intentar eso"
"De nada" Presley no permitiría que Harper aceptara la culpa donde no había ninguna.
Ni siquiera estaba segura que no hubiese invitado de alguna manera a ése beso,
aunque no estaba segura de no volver a hacerlo "Y estoy dispuesta a apostar que hay
té helado en la nevera"
CAPÍTULO 16
Presley se sentó en el porche trasero de la casa de Harper, con un vaso de té helado
mientras que los pollos que le habían seguido daban vueltas a través del patio. Se
había sentado en más porches en los últimos días que lo que se había sentado en su
vida y estaba comenzando a ver el valor de dejar que su mente vagara bajo la luz del
sol o del crepúsculo. Hoy, sin embargo, nada iba a asentar su mente o su cuerpo sea
cual fuese el caso. Harper estaba adentro cambiándose y Presley agradeció los pocos
minutos a solas para tratar de serenarse. El beso le había tomado fuera de guardia. La
habían besado anteriormente, pero nunca cuando no se lo esperaba. Los besos no era
algo que sucedía a menos que ella decidiera que así fuese. Tal vez había sido sólo el
elemento sorpresa que había hecho éste beso tan incendiario y tan abrumador. Tal vez
sólo fue sacudida porque no estaba preparada de la manera en que solía estarlo, no
había sopesado y considerado lo que vendría después de manera tan natural, no había
decidido que más, al menos por una noche, sería agradable. No había elegido ser
besada.
No había nada agradable sobre el beso de Harper. Agradable era una palabra
demasiado inadecuada para lo que había pasado cuando sus labios se tocaron. El
calor, la fuerza del beso, le había atravesado, derribando las barreras como
inundaciones que caían sobre la tierra reseca, inundando todo a su paso. Había sido
incapaz de detenerlo y estaba desesperada por más, abriéndose como las grietas en
una tierra sedienta, ansiando llenarse hasta que se desbordara. Había conocido el
deseo que no había imaginado posible. No era una virgen sonrojada, pero pensar en la
manera en la que había respondido a un simple beso, trajo calor a sus mejillas y a
otras partes. Apretó el vaso frío contra su frente sudorosa y cerró los ojos.
Qué paso en falso tan monumental. De todas las personas en esta ciudad, Harper
Rivers era probablemente la persona menos indicada con la que podría involucrarse.
Prácticamente se había comprometido a sí misma profesionalmente, algo que nunca
había sucedido, ni una sola vez en su vida. No es que hubiese algo entre ellas, la
amistad o algo más, no solo haría una diferencia en su toma de decisiones, sino que
simplemente era una mala manera. Y peor que eso, había dejado que las cosas se
salieran de control con alguien que realmente le gustaba. Harper era divertida, cálida,
atenta y fascinante en su intensidad. Era honesta y fuerte. Y condenadamente sexy.
Cuando pudiera pensar con más claridad, necesitaba encontrar una manera de librarse
a sí misma, con gracia, de una relación que se estaba moviendo demasiado rápido, sin
perder a Harper. Si solamente se fuera la sensación de mareo en su cabeza y el deseo
hambriento en su estómago.
La puerta se abrió detrás de ella y Harper surgió. Presley miró fijamente las piernas
desnudas, los ajustados y negros pantalones cortos deportivos y la camiseta sin
mangas que se amoldaba al cuerpo delgado de Harper. Sus pechos lucían sutilmente
curvos debajo del algodón, una invitación que Presley se negaba a reconocer a pesar
de la resequedad en su garganta y la opresión en sus entrañas. Los ojos de Harper
nuevamente estaban oscuros y melancólicos. Su cabello estaba despeinado y Presley
tuvo un impulso inexplicable de pasar sus dedos a través de él, despeinándolo aún
más. Se levantó y le tendió el vaso de té vacío "Tan bueno como el de tu madre"
Presley asintió como si entendiera, aunque no fuese así "Veo a mi familia con
regularidad. Las fechas están en mi agenda”
La mirada de Harper se ablandó y su boca se suavizó "Nadie tuvo que decirme que la
familia era primero. Simplemente siempre ha sido así”
"No estoy segura si sería buena con alguien tan cerca, tan adentro"
"Sí" las sombras huyeron de los ojos de Harper "Una mujer, una casa grande, al
menos cuatro niños, unos perros, un par de gatos, gallinas…"
Presley se rió y extendió ambas manos "Sí, ya veo. Eres la hija de tu padre"
"Y de mi madre"
"Sí" Presley se sintió un poco mejor. Un poco más en tierra firme. Eran tan diferentes
una de la otra. Estuvo en lo correcto al detener las cosas con lo del beso "Tenemos que
irnos, así no llegarás tan tarde"
El viaje hasta el campo de béisbol tomó menos de diez minutos y no conversaron por
el camino. Presley pasó el tiempo dividido entre mirar por la ventana la interminable
extensión de prados verdes, un color al que todavía no podía acostumbrarse con tantas
variedades y abundancia y observando las manos de Harper mientras conducía. Sus
manos eran seguras y fuertes, sus dedos largos y delgados. Mientras la mano de
Harper cubría la palanca de cambios, Presley recordaba la presión de la palma de
Harper contra el centro de su espalda, sosteniéndola posesiva e incuestionablemente.
Rara vez se dejaba poseer, incluso durante el sexo. No le molestaban las amantes
agresivas, siempre y cuando nadie pensara en dominarla. Sin embargo, había acogido
el control sutil de la mano de Harper atrayéndola, habría ido de buena gana al infierno
del abrazo de Harper. Se había excitado ante el poder de Harper.
"Por supuesto" Presley sonrió. Irse ahora sería admitir que el beso le había inquietado,
y confesar ésa debilidad no estaba entre sus características.
Harper dio la vuelta para abrirle la puerta y ella bajó. Harper le guió con una mano en
su brazo, pero la retiró tan pronto como entraron en el campo. Harper llevaba su
guante y se había puesto una gorra de béisbol azul desgastada que protegía sus ojos.
Todo lo que Presley podía ver era su boca y era el último lugar que quería mirar. En
vez de eso, estudió el campo de juego. Un gran respaldo de malla estaba detrás del
plató. Dos columnas de gradas enfrentaban el campo en las esquinas opuestas y
sorprendentemente, estaban medio llenas de gente, algunos con cavas, bebés en sus
cochecitos, o sombrillas para la sombra. Obviamente, ver la práctica era una forma de
entretenimiento para muchos más de lo que estaban jugando en realidad. El equipo
estaba compuesto de hombres y mujeres, 50-50 por lo que podía ver.
Harper se detuvo ante una columna de gradas "Si quieres irte, sólo hazme una señal.
Te llevaré a casa”
"Te veré dentro de un rato" Harper corrió hacia donde Flann y Carrie arrojaban una
pelota de béisbol entre ellas. Flann dijo algo y Harper le hizo un gesto con la mano y
siguió caminando. Carrie miró hacia las gradas y le saludó con la mano, tenía una
gran sonrisa en su rostro. Ella, al menos, estaba teniendo un buen día.
Presley le devolvió el saludo y subió a la fila superior de las gradas y buscó a Harper.
Le vió en el puesto de shortstop. Un hombre afroamericano alto y delgado, estaba
golpeando pelotas hacia ella desde el plató. Harper se movía con gracia y agilidad,
agarrando las pelotas por el suelo y lanzando a primera base. Era rápida, ágil y fuerte.
Después de unos minutos, Flann seleccionó un bate de una pila acomodada contra la
valla y se dirigió hacia el plató. Carrie subió al montículo y lanzó hacia una pequeña
rubia agachada detrás de Flann. La primera bola pasó zumbando a Flann.
Carrie se limitó a sonreír. Flann tiró al segundo lanzamiento, pero lo falló. Unos gritos
de risas y silbidos se oyeron de los jugadores en el campo. Ella golpeó la tercera bola,
una bola baja que se arrastró pasando a Carrie. Harper la recogió detrás de ella,
lanzándola a primera base. El resto de los jugadores rotaron al bate y Carrie siguió
lanzando, alternando con otros lanzadores que, por lo que Presley podía notar, no eran
tan rápidos o precisos como Carrie.
"Ella acabará con los otros equipos" anunció Margie, sentándose en el banco junto a
Presley. Llevaba una gorra similar a la de Harper, una camiseta sin mangas azul
marino con estampados de los Thunderbolts, una nube dividida por un rayo dentado y
pantalones cortos. Bebiendo refresco de un enorme vaso desechable, estiró las piernas
frente a ella y apoyó los codos en sus rodillas.
"¿Tú juegas?"
"¿Juegas?"
"Sí" Presley respondió de forma automática, incluso cuando una pequeña parte de ella
vaciló.
"¿Qué parte?"
De alguna manera no tenía qué preguntar a qué se refería Margie. La chica era
increíblemente intuitiva. Eso, combinado con su mente inquisitiva, le iba a llevar muy
lejos un día. Sería una adversaria peligrosa. Como estaba, era un reto "Si dijera que
me encanta poder mover las piezas en un tablero de ajedrez ¿tendría sentido?"
"Demasiado limitado. La reina tiene mayor alcance, más fácil de maniobrar" Margie
sonrió "Más poder"
Harper clavó los pies en la tierra oscura de la caja de bateo y se enfrentó a Carrie
nuevamente. El lanzamiento de Carrie pasó silbando junto a ella.
Margie la abucheó "Los negocios son un buen campo para las personas que les gusta
estar a cargo y en control y que les gusta el poder"
"No lo había pensado de esa manera, exactamente, pero tienes razón ¿Y qué hay de
tí?" dijo Presley descubriendo que otra de las hermanas Rivers, de alguna manera, se
las arreglaba para dirigir la conversación en direcciones que ella preferiría evitar
"¿Qué te gusta?"
"La gente" respondió Margie al instante "Me gusta observarlas, descubrir que les hace
seguir adelante"
"Ah…" dijo Presley, decidiendo que había llegado a los límites de la revelación
personal "… si lo hiciera, no creo que te lo diría. Esa sería una pregunta para
Flannery. Sin embargo, te puedo decir fácilmente que no"
¿Cómo es que esta chica podía estar tan segura de algo tan confuso para tantos?
Presley encontró que el pensamiento de querer que alguien viera en su interior no sólo
era extraño, sino peligroso. Su interior era donde escondía sus debilidades… las
cosas que quería y por las que estaba dispuesta a sacrificarse. Al menos, una vez que
pudiera. No por más tiempo "Tu familia es increíble"
"Sí. Lo sé" Margie le estudió con esa fuerte mirada inquisitiva "Podrías encajar
¿sabes?"
"Oh" dijo Presley "No sé nada sobre eso. Soy más una solitaria, creo"
"Todas lo somos a veces. Es por eso que Harper tiene una casa en el árbol, Flann
monta su motocicleta y Carson corre”
Sí, pero todas llegan a casa. Yo nunca lo hago. Presley dijo "Gracias por decirlo"
A medida que el sol se ponía lentamente, Margie señaló a los diferentes jugadores,
todos empleados del hospital y conversó acerca de cosas casuales hasta que
finalmente los jugadores comenzaron a recoger sus equipos y se dirigieron hacia sus
vehículos. Harper, Flannery y Carrie se acercaron juntas.
"Esa fama va a extenderse rápidamente" Flannery sonrió a Carrie "Van a estar detrás
de tí"
Flannery rió.
Harper miró a Presley "¿Todo bien?" los extremos húmedos de su cabello se pegaban
a su garganta y cuello y una mancha lineal de suciedad corría por su mejilla izquierda.
Se veía sudorosa y escandalosamente sexy.
"Grandioso, gracias"
Flannery se quitó la gorra de béisbol roja y pasó la mano por su cabello. Las ondas
color arena estaban mojadas y oscuras, más de lo normal. Sus ojos brillaban por el
entusiasmo y la energía "¿Alguien quiere una pizza?"
Harper permaneció en silencio, sin dejar de mirar a Presley. Esperando. Tenía que
decir una excusa, irse a casa. Alejarse de Harper hasta que su cuerpo se asentara y
fuese ella misma nuevamente.
CAPÍTULO 17
El lugar de la pizza resultó ser el bar que Flannery les había mostrado en el pueblo. El
Hilltop estaba lleno incluso a las cinco de la tarde, con hombres y mujeres que bebían
en el bar, hablando y riendo a carcajadas, mientras que los televisores en cada
extremo mostraban juegos de eventos deportivos. Unas cuantas mesas en una
habitación contigua completaban el restaurante. Los olores procedentes de la parte de
atrás donde estaba la cocina, le recordaron de inmediato a Presley que no había
comido mucho y su desayuno había sido un muffin, muchas horas antes de eso. Se
sentaron alrededor de una enorme mesa redonda, cubierta con un mantel color
amarillo brillante salpicado de rosas azules. Terminó sentada entre Harper y Carrie.
Después que todas mencionaron sus preferencias y rechazaron algunos otros
ingredientes, eligieron tres pizzas y ordenaron a una simpática camarera en vaqueros
y camiseta que saludó a las hermanas Rivers por su nombre.
Una vez ordenada la comida, Flannery dijo "Tammy está ocupada. Buscaré nuestras
bebidas ¿Qué quieren de la barra?"
"Yo, ah, supongo que el vino estaría fuera de lugar" dijo Presley.
"Se puede conseguir…" dijo Harper "… pero posiblemente sea letal" hizo una pausa,
el susurro de una sonrisa vacilante cruzó su boca "¿Te sientes aventurera?"
"No mucho" dijo Presley, recordando al instante su conversación en la casa del árbol.
Nunca había buscado la aventura, sólo la conquista. Su placer siempre había sido más
el resultado, que el proceso de alcanzar su objetivo. Nunca había imaginado que la
aventura tomaría la forma de una comunidad tranquila en los confines de las
montañas Adirondack o de una mujer que desafiaba todo lo que ella creía saber acerca
de sí misma "También tomaré cerveza"
Harper preguntó a Presley "¿Acaso la juerga de esta tarde te convenció para darle una
oportunidad al softbol?"
"Me temo que no…" dijo Presley "… aunque disfruté verlos a todos jugar ¿Cuándo es
el primer juego?"
"Bueno, por supuesto que lo tomamos en serio" dijo Harper como si explicara algo
muy simple a alguien muy complejo "Los campeones de la liga podrían viajar en el
primer coche en el desfile del Día del Trabajador. Es muy prestigioso”
Con cuidado, Presley estudió primero a Harper, luego a Margie. Ambas tenían
idénticas expresiones inocentes "Todas ustedes son verdaderamente aterradoras"
Ambas rieron.
"¿Qué es tan gracioso?" Flannery colocó los vasos sobre la mesa y se los pasó a las
personas adecuadas.
"Oh sí. Nuestro equipo ha estado en el primer coche en los últimos tres años. Todo el
mundo nos quiere quitar el puesto”
Vamos. Presley tomó un sorbo de cerveza, preguntándose con qué facilidad Carrie
había abrazado la comunidad. Preguntándose también lo que eso significaba para el
trabajo que tenían que hacer… el trabajo era tan fácil de olvidar, sentadas aquí con las
carismáticas hermanas Rivers.
Una hora y media más tarde, después de terminar la mayor parte de las pizzas y dos
rondas de bebidas, todo el mundo dijo que estaban listos para retirarse.
Flannery parecía que estaba a punto de protestar, luego tocó el cuello de Margie y le
dijo "Vamos, chica. Yo te llevaré"
"Oh..." Presley buscó una excusa, pero la mirada en el rostro de Margie no le dejó otra
alternativa "Si. Estaré allí si puedo”
"En realidad no es necesario que hagas de chofer con nosotras" dijo Presley cuando
Harper les llevaba a casa por segunda noche consecutiva.
"No es como si estuviese fuera de mi camino. No hay problema"
"Te lo agradezco, pero estoy segura que estás ocupada y por lo que recuerdo, los fines
de semana son siempre los peor…"
"Shh" dijo Harper "No hablamos sobre eso…" su teléfono celular sonó y ella negó
con la cabeza "A lo que iba, nunca lo decimos en voz alta"
Ella presionó un botón del teclado al lado de un pequeño altavoz "Dra. Rivers"
"Doc…" dijo una voz masculina "… soy Don Reynolds. Realmente lamento
molestarte a esta hora de la noche, pero estoy preocupado por Jimmy. Se ha estado
quejando durante toda la semana de no sentirse bien y cuando dejó de comer, lo
mantuve en casa para que no fuera a la escuela. Pero hoy parece aún peor. Ahora
está por encima de todo lo demás”
"¿Tiene fiebre?"
Carrie preguntó "Si no crees que sea una emergencia ¿no puede esperar hasta mañana
para ir a la consulta?"
"¿Domingo en la mañana?"
"Lo podríamos enviar allí. Pero lo más probable es que vería a alguien que no conoce
y que no reconoce algunas de las cosas que yo podría reconocer porque lo conozco. Y
además de eso…" ella desaceleró frente al porche "… nos gusta cuidarlos nosotros
mismos"
Presley dijo "Has estado haciendo un buen trabajo cuidando de nosotras y ni siquiera
somos de los tuyos. Gracias por traernos”
"Sí, gracias" dijo Carrie "Me lo pasé muy bien hoy. No puedo esperar para el juego”
"Gracias. Aun así estoy fuera de forma. Voy a acostarme temprano y fingir que estoy
leyendo en la cama”
"Por supuesto que no ¿Quieres tomar una ducha? Tenemos un cuarto de baño
adicional que eres bienvenida a usar" dijo Presley.
Presley presionó el antebrazo de Harper. Los músculos bajo sus dedos se tensaron
"Has estado al pendiente de nosotras desde que llegamos aquí. Permíteme regresar el
favor”
"Si no te importa" Harper se inclinó hacia ella, el aire en la cabina de repente se puso
pesado.
"Por supuesto que no" Presley se llenó del aroma a hierba y a fuerza terrenal. Sus
dedos bajaron a la mano de Harper. Por un instante, sus dedos se tocaron. Ella retiró la
mano "Entremos"
Harper se inclinó detrás del asiento, su hombro rozó el de Presley. Su cuerpo estaba
caliente, su rostro a centímetros de distancia. Presley abrió la puerta y salió, respiró
profundamente. La sangre latía en su vientre, urgente y salvaje. Gracias a Dios Carrie
estaba adentro. No tenía miedo de estar a solas con Harper, tenía miedo de sí misma.
"Gracias"
Después de advertir a Carrie que Harper estaba usando la ducha, Presley se dirigió a
la cocina, abrió una botella de vino que Lila le había traído de la lista que ella le había
proporcionado y salió al porche trasero. El sol acababa de ponerse. Gallo estaba en el
árbol. Bebió un sorbo de vino y pensó en la construcción de un gallinero. No quería
pensar en Harper desnuda en la ducha, ni mucho menos.
Presley se levantó con el vaso de vino medio vacío "Eres más que bienvenida"
"¿Cansada?"
Harper tocó su mano, un toque fugaz. No era una caricia. Sólo un roce irreflexivo y
mecánico. Uno del que probablemente ni se dio cuenta.
Presley tragó saliva "¿No crees que la familia se sentirá incómoda con un extraño?"
"Conozco a ésta familia. Fui a la escuela con la esposa de Don, Emmy. Son muy
tranquilos y Jimmy es un buen chico. Tiene 11”
"Es difícil creer que alguien con quien fuiste a la escuela tenga un niño de 11 años"
La luz de la cocina se apagó. Carrie debió haberlo hecho, sin darse cuenta de que ellas
estaban afuera. La luz de la luna les rodeaba "Tú no y si no recuerdo mal, estás
pensando en... ¿cuantos eran? ¿Cuatro o cinco descendientes?"
Harper se rió en voz baja "Quiero niños, pero no tengo un fuerte impulso para hacerlo
realidad. Parte de ser la mujer adecuada para mí es que quiera tener hijos, pero si no
quiere, los adoptaremos”
"Sabes, Harper…" dijo Presley "… si participas con un grupo de médicos en prácticas
múltiples y tienes gente que te cubra, tendrías mucho más tiempo para tí y tu familia
en el futuro"
Incluso en la penumbra, fue claro cuando Harper apretó la mandíbula "Tuve un par
de ofertas como esas cuando estaba terminando mi residencia. No es para mí”
"La práctica individual será difícil para tí, difícil para tu esposa y será difícil para tus
hijos"
Harper se encogió de hombros, como si desestimara el posible problema "Tal vez por
eso aún no estoy casada" deslizó sus manos en los bolsillos y miró más allá de Presley
hasta el árbol donde la forma oscura de Gallo se destacaba contra las sombras
plateadas "Tal vez no haya mujeres así"
"Tienes razón" Harper sonrió con ironía "Y no tengo tiempo para eso ¿Vienes?"
"Sí" dijo Presley, admitiendo que quería. Quería conocer a Harper y las noches como
ésta eran una gran parte de quién era. Estos momentos, cuando iba a cuidar a la gente,
dándoles parte de sí misma, eran los momentos que nadie más veía, e incluso si
Harper pensaba hablar de ellos ¿cuánto perdería en la traducción? ¿Cuánto vería
Harper solamente como algo ordinario, en lugar de extraordinario? Esta era una
oportunidad para vislumbrar a la Harper real, la Harper verdadera "Sí, me gustaría
mucho"
"Entonces ¿cuál es tu opinión sobre los niños?" Harper bajó las ventanas mientras
avanzaba con la camioneta hacia los dos carriles. El aroma de Presley se desvió en la
brisa, llegando el aroma a vainilla y especias. Nunca había llevado a nadie con ella en
las llamadas anteriormente. Margie tenía la edad adecuada, pero eso era para que su
padre lo hiciera. Llevaría a sus propios hijos algún día, pero ahora mismo, disfrutaba
llevando a Presley.
Harper se rió "No, me refiero para tí. Viéndolo como una relación donde ya no se
requiere esa parte”
"Yo... los niños son una gran responsabilidad y no estoy segura de si alguna vez
tendría tiempo para ellos"
"A veces, tener poco tiempo hace que cada minuto sea más importante"
"Creo que lo fue. Cuando llegamos nosotras, él iba solo hasta que yo tuve la edad
suficiente”
"Mi papá o Flann. No estoy lejos mucho tiempo. Una reunión médica de vez en
cuando. De vez en cuando voy a Nueva York para ver un espectáculo o una
exposición"
"¿Tú sola?" Presley lo lamentó tan pronto como lo preguntó. Los asuntos personales
de Harper no eran asunto de ella y no quería saber todo acerca de con quién compartía
sus horas libres. Por otra parte, tal vez sería mejor si lo hiciera.
"A veces Carson va conmigo. Flann, si se trata de un juego de béisbol" Harper le miró
"A veces llevo a una cita"
"No ¿Y tú?"
"No estoy segura de creer eso" Harper dobló por un estrecho camino de tierra, las
luces iluminaron los árboles y los ocasionales ojos brillantes de los animales a los
lados de la carretera "A veces pienso que las personas que dice que prefieren estar
solos, sólo tienen miedo de estar con alguien más"
El calor se agitó en las profundidades de Presley "Y yo creo que tu Sra correcta será
muy afortunada"
CAPÍTULO 18
Una luz brillaba sobre la puerta principal, destacando la casa de los Reynolds contra
el cielo azul. La granja era más pequeña que la casa de los White, contaba con un
largo porche con un techo de metal y una barandilla blanca a lo largo de todo el
frente. Las ventanas simétricas a ambos lados de la puerta, coincidían con las de la
segunda planta. Una suave luz brillaba en una ventana del piso superior. Antes que
Presley y Harper llegaran a las desgastadas escaleras de madera, un hombre salió por
la puerta metálica, las bisagras chirriaron en la quietud del aire. No se molestó en
sostenerla y se cerró tras él. Llevaba pantalones de trabajo de color marrón y una
camiseta roja desteñida que se tensaba a través de sus amplios hombros y mostraba
una pequeña panza. Parecía tener unos 40 años, pero en la penumbra, su edad era
difícil de precisar. Al igual que muchos de los hombres que Presley había visto por la
ciudad, su amplia mandíbula mostraba algo de barba degradada que enmarcaba su
rostro. Su cabello oscuro y grueso, muy corto, todavía tenía las hendiduras circulares
de una gorra de granja. Sus antebrazos eran fibrosos y músculos y sus manos grandes.
Metió las manos en los bolsillos de su pantalón, sus movimientos eran espasmódicos e
inquietos.
"Me alegra que hayas podido venir, Doc" dijo él mientras Presley y Harper llegaban al
porche. Su profunda voz era tan áspera como la barba de un día.
Harper le tendió una mano a modo de saludo. En la otra llevaba un enorme maletín de
cuero negro, algo que Presley no había visto en casi una década en los hospitales de
visita y consultorios médicos. Harper L. Rivers, MD estaba grabado en el costado en
letras de oro de una pulgada de alto. El cuero estaba usado en las esquinas y raspado a
los lados, por los lugares en donde se imaginaba que Harper había aventado el maletín
en el compartimiento trasero del asiento de su camioneta o dejándolo en el suelo en
decenas de casas como esta. Harper parecía completamente natural, muy correcta,
llevando este maletín a esta casa desgastada y de aspecto ligeramente anticuado.
Presley era la que se sentía fuera de lugar.
¿Sería posible que hubiese regresado a los años 50 cuando había bajado del avión?
Ahora, eso parecía hacía mucho tiempo. Y si eso era cierto ¿realmente quería
regresar?
Presley dejó la fantasía a un lado cuando Harper hizo un gesto hacia ella y dijo "Don,
ella es Presley Worth. Ella es del hospital”
"Señora"
Don Reynolds se centró en Harper nuevamente y abrió la puerta metálica "Está arriba
en la cama. Emmy está con él”
"¿Y Darla? ¿Está enferma?" preguntó Harper mientras seguían a Don Reynolds al
interior de su casa.
"No que sepamos. Está comiendo bien y no tiene fiebre. Emmy le tomó la
temperatura”
"Eso es bueno ¿Y ustedes dos? ¿Han notado algo fuera de lo normal últimamente?
¿Han estado en algún lugar nuevo o comido fuera en algún lugar poco familiar?"
Se rió con fuerza "Difícilmente. No he estado fuera de la finca mucho tiempo por no
decir desde la primavera y con la escasez de dinero..."
"No preguntamos" la voz de Don Reynolds mostró una nota de esperanza, como si
compartir una enfermedad con otros niños significara que no podría ser muy grave.
El vestíbulo era más una sala, apenas lo suficientemente grande como para tener un
perchero en la pared y una pequeña mesa donde permanecía un montón de correo sin
abrir. Las habitaciones a ambos lados se veían bien, con grandes sofás y mesas donde
posaban vasos de bebidas vacías y unas revistas desperdigadas. Una escalera de
madera, no tan amplia o elaborada como la que había en la casa White, llevaba a la
segunda planta.
Ellos subieron y caminaron por el estrecho pasillo hacia una habitación donde una
puerta abierta emitía una luz de color amarillo pálido, al piso de madera desnudo.
Presley permaneció un poco atrás, dejando que Harper entrara primero con Don
Reynolds. Se detuvo junto a la puerta. La habitación era pequeña, con una sola
ventana y una cómoda conectada a un escritorio con montones de cosas con los que
los chicos jugaban: un guante de béisbol, un camión motorizado de algún tipo, una
pila de libros. La pared estaba tapizada con carteles de películas que Presley no
reconocía.
Una mujer usando una camiseta blanca, pantalones de mezclilla y chancletas de goma
color púrpura estaba sentada en una silla de respaldo recto al lado de la cama
individual. Su cabello oscuro y ondulado estaba atado en una banda amarilla para
cabello. Parecía de 18 años, pero Presley sabía que si había ido a la escuela con
Harper, al menos tendría diez años más. Una alianza de oro brillaba en su mano
izquierda, la misma mano que justo acariciaba el cabello de un niño pálido que le
miraba con ojos asustados. Harper había dicho que tenía 11 años, pero su cuerpo
delgado y su pálida expresión le hacía parecer de 8.
"Me alegra que estés aquí, Harper" dijo Emmy en un tono monótono.
"¿Puedo sentarme donde estabas? Emmy" dijo Harper "Si quieres, puedes sentarte en
la cama al otro lado con él"
Sin decir palabra, Emmy Reynolds dio la vuelta al final de la cama estrecha y
suavemente se sentó junto a su hijo, su mano regresó a su cabello. Don Reynolds se
apoyó en un lugar junto a la ventana, con las manos en los bolsillos traseros como si
no supiera qué hacer con ellas.
Harper giró la silla hasta enfrentarla a la cama y se sentó, inclinándose hacia delante
con los codos en las rodillas. Había puesto su bolso en el suelo junto a ella, pero no se
había movido para abrirlo todavía "Soy la Dra Rivers ¿Cómo estás, Jimmy?"
"Bien" la voz del muchacho era débil y susurrante. Miró a su madre con ansiedad.
"Está bien, bebé, la Dra está aquí para hacer que te sientas mejor"
La expresión tranquila de Harper nunca cambió "Tu padre me ha dicho que no has
estado comiendo mucho los últimos días ¿No tienes hambre?"
Las cejas del muchacho se bajaron formando un ceño "¿Por qué vas a escuchar mi
vientre?"
Harper sonrió y se inclinó con una mano para agarrar su bolso, en un movimiento
automático y practicado. Aun mirando a Jimmy, se acercó el estetoscopio que puso en
sus oídos "Sabes el sonido que hace cuando tienes hambre ¿no? Bueno, voy a
escuchar para ver si tal vez tienes hambre y no te has dado cuenta”
Él sonrió "Bueno"
Harper tiró de las sábanas hasta justo debajo de su ombligo y trasladó su estetoscopio
sobre el pecho y el abdomen, lado derecho, lado izquierdo, todo por encima del
pijama de Spiderman. Cuando terminó, guindó el estetoscopio alrededor de su cuello
y puso la mano sobre su abdomen "Voy a presionar y me dirás si te duele. Si lo hace,
la retiraré de inmediato ¿de acuerdo?"
Él asintió con la cabeza. Su toque parecía seguro y suave mientras examinaba la parte
superior del abdomen y luego más abajo. En un momento él dijo que sentía raro.
"Está bien" puso una luz en sus ojos y garganta y luego sintió su cuello. Cuando
terminó, puso su estetoscopio en el maletín y le sonrió "Estuviste grandioso. Voy a
hablar con tu mamá y tu papá afuera por unos minutos ¿de acuerdo?"
Presley se hizo a un lado hasta que Don y Emmy Reynolds salieron al pasillo con
Harper detrás de ellos. Ella se escabulló y Harper cerró lentamente la puerta. El
corazón de Presley golpeaba en su pecho y se dio cuenta que sus palmas estaban
húmedas. Ni siquiera podía imaginar cómo se sentían los padres del niño. Harper no
había dado ninguna indicación de que algo estaba mal, pero en ese momento, cuando
todo dependía de lo que Harper estaba a punto de decir, la sala se sintió sofocante.
Harper se había convertido en el centro del mundo de estas personas. Presley intentó
imaginar cómo debía sentirse ésta responsabilidad, la carga de llevarla y el costo
emocional que debía contener.
"¿Hospital?" Emmy agarró el brazo de su marido con una mano y agarró a Harper con
la otra "Dios, Harper ¿Es tan malo?"
Harper agarró su mano. Don Reynolds pasó el brazo alrededor de los hombros de su
esposa como si necesitara apoyarse en ella para mantenerse de pie tanto como para
consolarla.
"No puedo decirlo, Emmy" dijo Harper "Podría ser algo tan simple como un virus o
podría ser otra cosa. Sea lo que sea, quiero averiguarlo rápidamente para que podamos
empezar a hacernos cargo ¿Puedes conseguir que alguien se quede con Darla mientras
ustedes lo llevan al hospital?"
"¿Esta noche?" la voz de Don Reynolds se quebró "¿Quieres que lo lleve al hospital
esta noche?"
Don miró a Emmy, su expresión era atónita "Yo... puedo llamar a mi madre. Ella
puede venir”
"Bien" dijo Harper.
"Don, cariño…" dijo Emma con dulzura "…por qué no vas a llamar a tu madre. Yo
hablaré con Jimmy”
"Absolutamente. Una vez que lo instalemos, las enfermeras llevarán una manta a su
habitación para tí”
Las lágrimas brillaron en las pestañas de Emmy y las borró con impaciencia. Ella
miró por el pasillo como para comprobar que aún estaban solas "Harper, quiero la
verdad"
Harper rozó el hombro de Emmy "Te estoy diciendo la verdad, Emmy. No sé que está
mal”
Harper sonrió, todavía tranquila y serena "Es mi trabajo sospechar. Es por eso que lo
quiero en el hospital. Adivinar en este momento no va a ayudarlo a él o a tí”
"No tenemos seguro. Los cultivos del año pasado fueron muy malos, tuvimos que
cancelarlo”
"Está bien, voy a hablar con Jimmy a solas si no te importa. Si te necesito, te llamaré”
Emmy se detuvo y le dio a Harper una dura mirada, pero finalmente desapareció.
Cuando la puerta se cerró, Harper suspiró con cansancio y frotó su rostro. Presley
deseaba poder ayudarla… ayudarlos a todos de alguna manera… y nunca se había
sentido tan inútil en su vida.
"Estaremos listos para irnos en pocos minutos" dijo Emmy cuando salió "Tan pronto
como la madre de Don llegue"
"Está bien, te veré en el hospital" dijo Harper.
Emmy Reynolds asintió distraídamente "Dejaré lista a Darla para dejarla con Sally"
Harper y Presley salieron de la casa. Cuando llegaron a la camioneta, Harper dijo "Te
llevaré a casa"
"No" dijo Presley "Estoy en la dirección opuesta al hospital. La familia necesita que
tú estés ahí cuando lleguen y estoy segura que tú tienes cosas que necesitas hacer
antes que ellos lleguen”
Harper suspiró "Tanto el bazo como el hígado están agrandados. Un chico de su edad,
con sus síntomas, hay que descartar que tenga leucemia o linfoma. Cualquiera de las
dos es peligroso. Puede ser que sea algo más sencillo, pero..."
"Sí y con mucho más éxito que hace 10 o 20 años, dependiendo exactamente de lo
que él tenga. No importa cuál sea el tipo, sin embargo, si tiene leucemia, él estará en
un camino difícil. También lo estarán sus padres”
"Sí, lo es" Harper miró a Presley "Lo siento, esto va a tomar un par de horas. Tu
noche será de trabajo”
"No seas tonta. Haz lo que tengas que hacer. Estaré bien" Presley estrechó la muñeca
de Harper "Si estuviese en casa, probablemente estaría trabajando. Puedo hacer eso
igual de bien, mientras espero en el hospital”
"Trabajas demasiado"
"Lo dice el médico que hace visitas a domicilio una noche del sábado"
"Puedo ver por qué a mi padre le gusta la compañía. Eso ayuda" Harper giró la mano
para agarrar la de Presley. Los dedos de Presley en su antebrazo eran reconfortantes,
una conexión que era bienvenida al pensar en la noche que tenía por delante y el dolor
que probablemente iba a causar a Don y a Emmy. Dolor, no por lo que estaba
haciendo, sino dolor que tendría que llevarles. Y se preocupaba por Jimmy, un niño
que no debería lidiar con algo más serio que mejorar su swing de béisbol y lo que iba
a hacer en sus vacaciones de verano. Sostuvo la mano de Presley un momento más y
luego la soltó.
"Me alegra que ayude" dijo Presley en voz baja "Y me alegra estar aquí"
CAPÍTULO 19
"Voy a estar en mi oficina" dijo Presley a Harper cuando se detuvieron frente a la
entrada de urgencias "Estoy segura que vas a estar liada un bien rato, así que no te
preocupes por llamar"
"Lo haré cuando haya terminado" dijo Harper "Pero si quieres irte…"
"No lo haré, pero si lo hago, mi coche está aquí. Así que no te preocupes por mí.
Estaré bien”
El gran letrero rojo y blanco, que se reflejaba en el rostro de Harper parecía inhóspito.
Atrás había quedado la tranquila y cuidadosa mujer que defendía su escondite aislado
entre las ramas de un gran roble. Su mandíbula endurecida como el granito y una fiera
determinación en sus ojos. La guerrera había surgido y verla de esta manera era
suficiente para hacerle creer a Presley que era invencible. La familia también creería
eso, no tenía ninguna duda "Si puedo hacer algo…"
"Lo has hecho" Harper se quedó mirando el símbolo resplandeciente y el edificio que
se asomaba más allá "Me encanta este lugar, pero hay mucho dolor dentro de estas
paredes" miró a Presley "A veces es solitario"
La garganta de Presley se tensó ¿Alguna vez había sido así de valiente? ¿Alguna vez
había admitido, incluso para sí misma, todo lo que anhelaba? "No esta noche"
Ella se inclinó en su asiento, pensando en Jimmy Reynolds. Su madre había dicho que
no tenían un seguro. Ellos eran un buen ejemplo de los trabajadores pobres que no
podían pagar un seguro, a pesar de estar por encima de la línea de pobreza ¿Quién
pagaría por su atención? ¿Sería una carga para el hospital, significando que muchos
Jimmy Reynolds no pagarían al hospital en absoluto? ¿Podría la comunidad asumir la
carga, a través de los impuestos pagados al estado que se utilizaban para proporcionar
asistencia médica a familias como las de Jimmy? ¿O como proponía la actual
administración, era la respuesta en la atención sanitaria garantizada por el gobierno
federal? ¿Podría la atención de salud resultar, como lo había hecho en tantos otros
países, en un sistema de dos niveles, donde los que podían pagar un seguro privado
siempre lo tendrían y con ello, un mayor acceso al sistema… los mejores médicos, los
hospitales de su elección y la atención más conveniente? Presley no podía cambiar el
sistema, sólo podía encontrar la forma de trabajar dentro… o más bien alrededor… de
él. Y sin importar cómo alineara y realineara los números, el Rivers necesitaba una
nueva fuente de ingresos y una manera de detener las pérdidas actuales, o como
Preston había predicho con razón, moriría.
Hace unos días, la conclusión habría sido no sólo inevitable, sino totalmente
aceptable. Ahora parte de ella se preguntaba si podría haber una solución diferente en
alguna parte. Al menos, podrían mirar la estructura de reembolso y tal vez encontrar
una manera de reducir las pérdidas en esa área durante la transición. Carrie ya había
comenzado a trabajar en eso. Mientras tanto, seguiría adelante con el plan actual para
convertir el Hospital en una institución más lucrativa. Idealmente, el objetivo de
SunView era reutilizar la planta física con la menor cantidad de construcción. Por lo
general, con el personal ya instalado en el lugar como aquí, eso significaba un centro
de rehabilitación con cuidado potencial a largo plazo o una comunidad retirada con
centros de atención de enfermería.
Necesitaba armar un equipo de construcción local para mirar los planos del hospital y
elaborar planes para el cambio. SunView había hecho esto en todo el país y una vez
que los preliminares volvieran al departamento de diseño, ella tendría algo con que
trabajar dentro de un mes. En ese tipo de agenda acelerada, tendría un poco más de
tiempo antes de necesitar cerrar la sala de emergencia para admisiones y reorientar al
personal para despedir o trasladar a los pacientes internos. Pero en un mes tenía que
estar segura.
Una hora y media más tarde, cuando había hecho tanto como pudo, apagó el
ordenador. Harper no había llamado. No quería irse sin saber cómo iba lo de Jimmy y
no quería irse sin antes ver a Harper. Ya conocía a la familia, por lo que detenerse en
Urgencias no sería intrusivo. Empacó su portátil y caminó por los pasillos vacíos del
ala administrativa hacia el área clínica. A diferencia de su edificio de oficinas en casa,
en donde a menudo era la única que trabajaba a altas horas de la noche, el hospital
estaba somnoliento, pero no dormido. Los encargados de mantenimiento empujaban
grandes máquinas con cepillos gigantes giratorios de aquí para allá, puliendo los pisos
de baldosas desgastadas. El personal de transporte empujaba pacientes en camillas y
en silla de ruedas hacia el área de rayos X y los ascensores. Médicos y enfermeras
hablaban en voz baja mientras pasaban. Las luces en la mayoría de los pasillos habían
sido apagadas, dejando las esquinas en sombras. Sus pasos parecían una intrusión en
la tranquila quietud.
Presley revisó la pizarra. Tres nombres de pacientes estaban impresos en letras negras.
Jimmy Reynolds estaba incluido en la sala 9. No había nadie a la vista, por lo que
esperó por el largo mostrador hasta que alguien apareciera y pudiera preguntar sobre
Jimmy. Pasó un minuto y Harper dio la vuelta en la esquina llevando un portapapeles.
Ella miró su reloj cuando vio a Presley.
"Sus pruebas ya están listas. Estaba a punto de verlas en el ordenador" Harper señaló
una fila de taburetes negros de vinilo acomodados al otro lado del mostrador, donde
varios monitores y contenedores de papeles sueltos estaban alineados "Echemos un
vistazo"
Presley siguió a Harper alrededor del mostrador y se sentó junto a ella. Harper
escribió su nombre y una contraseña, luego, algunos otros datos de identificación de
Jimmy y los resultados del laboratorio aparecieron en la pantalla. Presley miró por
encima de los números y no tenía que ser médico para ver la cadena de asteriscos que
marcaban los valores anormales. Leucocitos: 65.000. Blastos: 80%. Ella contuvo el
aliento.
"¿LMA?"
"¿Pueden manejar eso aquí?" Presley pensó en el St. Josephs y en el Banner Good
Sam y otros grandes centros médicos en Phoenix. Los edificios complejos de vidrio y
acero brillante, tan diferentes de este centenario edificio de piedra y madera, eran fríos
e impersonales, pero su tamaño imponente inspiraba confianza ¿Pero lo más nuevo
siempre era mejor?
"A 30 minutos en Saratoga. Tienen una oficina satélite cerca de aquí y admiten
pacientes de vez en cuando. También realizan consultas”
"Esperaré"
"Probablemente no"
"Lo discutiremos"
"Gracias, lo encontraré"
***
Presley contempló regresar a su oficina, pero por primera vez, el atractivo de los datos
y las cifras le eludieron. Su estómago estaba inquieto por la agitación, pero aún así se
dirigió a la cafetería para tomar una taza de café. Comparada con el resto del primer
piso, la cafetería era una colmena de actividad. No muchas mesas estaban ocupadas,
pero los trabajadores de la cafetería tenían trabajo con las grandes bandejas de
aluminio con alimentos en los compartimentos de las grandes mesas de vapor. La
cafetera estaba preparándose. El personal del hospital se desplazaba, en parejas y en
grupos pequeños. Presley se detuvo al frente de la línea de alimentos, considerando si
realmente tenía hambre o no. La pizza que habían compartido había sido hace horas,
pero finalmente se decidió por café, que era todo lo que su estómago podía manejar.
Flann negó con la cabeza "Por una vez, algo mejor. Un parto"
Presley podía sentir como levantaba sus cejas "¿Estás aquí atendiendo un parto?"
"En este momento, sólo estoy cuidando niños. Valerie Simpson, la cirujana obstetra,
estaba en el lago George, con su esposo y sus gemelos cuando una de sus pacientes
decidió parir antes de lo esperado. Me llamó y me preguntó si podía cubrirla hasta que
pudiera llegar aquí”
"Estoy empezando a ver por qué a ti y a Harper les gusta este tipo de práctica. Las
cosas que hacen son casi inexistentes en otros lugares”
La mirada de Flannery fue directa e inquebrantable "Es una lástima ¿no te parece?"
"Para los médicos como ustedes, sí, probablemente lo sea. Hay quienes, sin embargo,
argumentan que posiblemente no se puede ser bueno en todas esas cosas y la
especialización es la mejor manera de proporcionar la atención más eficaz"
Flannery no pareció ofendida. Hizo una mueca como diciendo y qué "Conozco mis
límites. También Harper. Eso cuenta más que nada" ella sonrió y la malicia regresó a
sus ojos "También sé en qué más soy buena, así que eso ayuda"
Presley se rió "Está en los genes, ésa arrogancia quirúrgica ¿no es así?"
"Sí, para el personal de la noche y para quien pudiera estar aquí trabajando"
"Eso tiene que ser costoso" Presley siguió a Flannery mientras se dirigía hacia una
mesa.
"¿Eso lo es todo para ti? ¿No es así? ¿El resultado final?" Flannery se sentó, su
comentario hecho de manera no crítica, sino simplemente como una pregunta casual.
Presley no se ofendió ¿Por qué iba a hacerlo? "Sí, tiene que ser. Ese es mi trabajo ¿No
crees que ser rentable es importante?"
"Es algo importante" Flannery recogió la mitad de su enorme sándwich de tres capas
y tomó un gran bocado. Masticó por unos momentos y bebió un poco de café "Sin
embargo, no es todo. A veces sacrificar un poco del resultado final por la calidad, vale
la pena el intercambio"
"Déjame preguntarte algo ¿SunView… tiene hospitales grandes y pequeños y todo los
demás?"
"Más o menos. Menos de los más pequeños, la mayor parte del tiempo”
"Si estuvieses enferma o alguien que amaras estuviese enfermo ¿a dónde querrías que
fuera?"
"Dependería de lo que estuviese mal. Me gustaría que fuesen donde pudieran obtener
la mejor atención”
"Así que no te importaría que un robot diera el tratamiento, siempre que fuese eficaz"
Presley suspiró "Ya sé a dónde vas con esto. Sí, el factor personal importa. Por
supuesto preferiría tener un médico como tú o Harper, alguien que me conoce, que
entiende lo que es importante para mí, que se preocupa por mí y por mi vida más allá
de la enfermedad, pero…"
"¿Te has dado cuenta? Harper debe estar haciendo un buen trabajo”
"Harper… te está llevando por los alrededores para mostrarte el lado humano de las
cosas. Muy inteligente de su parte"
"¿Y supongo que eso es parte de algún gran plan?" dijo Presley, sintiendo la frialdad
en su voz "¿Para influir en mí de alguna manera?"
"No he dicho eso" dijo Flannery, con tono conciliador "No puedes tener un plan hasta
que no sabes donde encajan todas las piezas en el tablero y tú eres bastante buena
ocultándolo para tí"
"¿Disculpa?"
"No realizar caza furtiva, no cuando es serio"
La diversión en los ojos de Flannery se apagó "Harper. Ella está interesada, entiendes
eso ¿verdad?"
Poco a poco, Presley se recostó en su asiento "Esta es una conversación que no vamos
tener”
"Está bien, siempre y cuando no tengamos que tenerla, permíteme mencionar una
cosa. Ella no es como yo. No anda en busca de diversión. Cuando nota a una mujer, es
porque la mujer significa algo para ella”
"No. Harper es una niña grande, puede cuidar de sí misma" Flannery recogió la
cuchara que Presley había puesto en la mesa y cortó otro pedazo de pastel. Se lo
tendió a Presley "Pero no la conoces lo suficiente como para saber eso, así que sólo
quería darte un aviso. Pruébalo, el pastel realmente está bueno”
Presley tomó la cuchara y contempló su contenido. Cuándo Harper nota a una mujer,
es porque es algo serio. No quería que Harper sintiera algo serio con respecto ella ¿o
sí? "¿Te han lanzado muchos pasteles?"
"No me sorprende"
"Te lo dije. Por cierto ¿Qué estás haciendo aquí tan tarde?"
"Mierda" dijo Flannery "Si eso es lo que piensa Harper, entonces lo es. No se
equivoca sobre las cosas de esa manera" Flannery frotó su rostro "Eso va a ser duro
para ella"
"Si ella no logra salir de aquí esta noche, llámame. Vendré y la arrastraré a casa. Ella
hará lo imposible para tratar de curar a este chico”
"Sí. Por supuesto" el frío se instaló en el corazón de Presley. No tenía idea de lo que
hacían los hermanos, sólo lo que hacían los competidores "En realidad, tomaremos el
desayuno, así que me aseguraré que descanse un poco después"
"¿Lo harás?" Flannery le estudió antes de deslizar el pastel un poco más cerca "Bien.
Toma otro bocado”
CAPÍTULO 20
Poco después de las 4 am, Harper revisó la sala del personal junto a la estación de
enfermeras buscando a Presley. Esperaba que se hubiese ido, aunque le había dicho
que quería quedarse. Las noches eran largas y solitarias en el hospital después de la
medianoche. Una luz solitaria brillaba al lado contrario en el salón-cocina metido en
una esquina. La televisión suspendida en la pared mediante un soporte metálico
grueso estaba en silencio, un evento raro y bendecido. Por lo general, estaba
encendida día y noche, sintonizada en un programa de entrevistas de la red, o más a
menudo, en una telenovela. Presley estaba tendida en el sofá, sus zapatos alineados
cuidadosamente en el suelo junto a ella, su iPad apoyado en su pecho. Tenía los ojos
cerrados, su rostro relajado, su respiración aún más. Estaba profundamente dormida.
Harper se apoyó contra la puerta y le miró.
A pesar de que ambas habían estado con la misma ropa durante el día, Presley lucía
mucho mejor que ella, como si pudiese abrir los ojos y pasar al frente de la sala de
juntas en perfecto dominio. Su camisa verde pálido y sus pantalones negros
aparentemente estaban hechos de algún material milagroso que nunca se arrugaba o
perdía su apariencia fresca. Su cabello lucía brillante y libre de enredos. Presley era la
encarnación del estilo y el poder, una combinación en la que Harper nunca había
pensado mucho anteriormente y que ahora encontraba seductoramente atractiva. Pero
lo que hacía que deseara pasar sus dedos a través de esas ondas rubias perfectas y
despertar a Presley con un suave y posesivo beso, tenía poco que ver con el atractivo
de Presley. Quería ver esa mirada sorprendida y maravillada nuevamente… la que
Presley había mostrado la primera vez que estuvo en la casa del árbol, como si
hubiese hecho un descubrimiento maravilloso. El placer que había revelado cuando
caminó lentamente por los alrededores, cuando sus dedos se arrastraron sobre la
madera, los muebles, los viejos libros en los estantes, como si todo fuese notable y
nuevo para ella.
Harper se había preguntado entonces de qué clase de mundo había llegado Presley
para que algo tan simple como la casa del árbol pudiese ser tan apasionante. El
encanto de Presley encantó a Harper y desde ese momento, quería ser ella quien
pusiese esa mirada de simple alegría en el rostro de Presley. Quería compartir con
Presley lo que más le importaba y aprender lo que le importaba a Presley, los lugares
donde Presley se escondía lejos de los demás. No tenía dudas de que esos lugares
blandos y vulnerables estaban allí. Lo había visto en los ojos de Presley en la casa del
árbol, lo había escuchado en su voz cuando había hablado con Margie, lo había
atestiguado cuando Presley se quedó toda la noche para saber del chico que acababa
de conocer. Quedándose por Harper también. No sabía muy bien qué hacer con ese
pensamiento. Presley giró su cabeza y abrió sus ojos como si Harper hubiese hecho
algún sonido o algún movimiento que le despertara. Pero ella no había hecho nada.
“Lo hiciste"
"No. Me gusta" la mirada de Presley vagó sobre ella "No sabía que me gustaría"
"Me gusta eso" Harper sintió una opresión en su interior, imaginando la suavidad de
la boca de Presley en su cuerpo. Quería sentir la presión de la carne de Presley bajo
sus manos.
Presley palmeó el sofá junto a su cadera "Ven, siéntate. Debes estar agotada"
"¿No?"
Harper sacudió la cabeza "Ahora mismo no sería capaz de no tocarte y este es apenas
un lugar privado"
Presley se incorporó y se apartó el cabello con las dos manos. Como si por designio
divino se tratara, cada mechón parecía encajar perfectamente "¿Tienes otra
sugerencia?"
"Sí. Mi casa" Harper tragó saliva, tratando de ignorar las palpitaciones en su vientre
"Te prometí el desayuno"
"Verte tan perfecta cuando todo el resto de los mortales se verían como si acabaran de
cenar"
"Lo haré"
El amanecer estaba todavía a una hora de distancia y la noche era fresca bajo un cielo
estrellado. La media luna daba luz suficiente para ver.
Harper deslizó sus dedos en el cabello de Presley y la atrajo hacia sí "Tengo que hacer
esto"
"Y tú eres peligrosa…" dijo Presley con voz ronca "… bajo cualquier luz"
Presley presionó su mano contra el centro del pecho de Harper y le besó, un beso
firme pero fugaz "Ahí estás muy equivocada, Dra. Rivers"
"Tengo una terrible urgencia de poner mis manos sobre tí" confesó Harper.
Presley respiró temblorosa. Harper estaba temblando. Tengo una terrible urgencia de
poner mis manos sobre ti.
Presley no podía pensar por qué debería detenerla. Harper simplemente le hacía
desear tanto. Reunió lo último de su fuerza de voluntad "Y a mí me gustaría mucho
que buscaras tu camioneta y me enseñaras cómo llegar a tu casa"
"Quiero un montón de cosas, pero en este momento, creo que el lugar más seguro
para nosotras es estar en nuestros respectivos vehículos"
Presley suspiró de alivio cuando Harper se dio la vuelta, haciendo lo que ella no había
sido capaz de hacer… romper la conexión entre ellas. De alguna manera, Harper logró
hacer, lo que nadie y nada más en su vida, jamás habían logrado hacer… romper su
control. No quería desearla. No quería tocarla pero al parecer no podía detenerse.
Esperaba, que para cuando condujeran unos pocos kilómetros, hubiese logrado
recuperar el control de su razón y hubiese logrado poner sus revueltas hormonas de
regreso a donde pertenecían… detrás de puertas cerradas hasta que estuviese
nuevamente a cargo. Tal vez, para cuando se encontrara con Harper, ya no sentiría el
hormigueo del beso en sus labios. Sólo podía esperar, porque no parecía tener la
capacidad de hacer ninguna otra cosa.
***
Harper observó los faros del auto de Presley en su espejo retrovisor mientras viajaba
por las carreteras vacías rumbo a casa. El beso le había dejado agitada y nerviosa al
mismo tiempo. Debería dar marcha atrás, el momento era equivocado. Demonios,
Flann probablemente tenía razón. Todo estaba mal, pero Presley había respondido a su
beso. Y quería más.
El corto trayecto no fue suficiente para disipar el fuego lento en sus entrañas, pero el
aire fresco había despejado un poco su cabeza en el momento en que llegó a casa. Se
detuvo delante del granero, Presley se detuvo detrás de ella y salió.
"La compañía estaría bien" en un impulso, Harper le tendió la mano. Cuando la mano
de Presley se deslizó entre la de ella, un sentido de ‘estar en lo correcto’ le llenó
"Sólo tengo que alimentar a los animales, ya que no regresé ayer por la noche"
Los gatos, uno macho color amarillo y una hembra color tortuga, estaban acurrucados
en un estante de la ventana en la parte trasera del granero, el mismo lugar donde
habían dormido desde que eran cachorros. Levantaron la cabeza cuando ella abrió dos
latas de comida y bajaron de un salto en cuanto puso los platos en el suelo.
"Tengo gatitos" dijo Presley.
"Es posible" Harper acarició a la gatita "Su madre se quedó con ellos hasta cerca de
las 5 semanas de edad y entonces un día ya no regresó. Sin embargo, ellos se
quedaron"
"Será mejor que los revise más tarde. Pueden necesitar alimento"
"¿Disculpa?"
"Todo lo que tienes que hacer para mantener a los gatos de granero es darles de
comer"
"Estas cabras en particular son mayormente mascotas, pero tienen excelentes abrigos,
y justo antes del invierno, las esquilamos y donamos la fibra a un molino de fibra
local. Las hacen girar en el hilado"
"No es difícil. Es por eso que las dono" mientras hablaban, Harper llevó a Presley
afuera por la parte de atrás del establo a otro pasto. Abrió la valla "Ten cuidado con la
línea superior allí, está electrificada"
"Ahora es nuestro turno para comer" Harper cerró con llave la puerta del pasto y
Presley le tomó la mano nuevamente. Llegaron a la casa justo cuando el sol salió.
"No puedo creer que ya sea de mañana" Presley se detuvo en el último escalón y
respiró profundamente "Dios, el aire huele bien"
"Estoy acostumbrada a las horas extras y lo horarios erráticos" dijo Presley "Estoy
más hambrienta que cansada y tal vez un poco sucia"
"Yo también" Harper sonrió "¿Qué te gustaría? ¿Café o qué tal una ducha?"
Presley se quedó inmóvil. La idea de una ducha, una que no tomara sola, de repente
era en todo lo que podía pensar. Todo lo que podía ver era a Harper, con el vapor
acumulándose a su alrededor, con el cabello pegado a su cuello mientras el agua
corría por sus hombros, avanzando entre sus pechos y hacia abajo por todo lo largo de
su abdomen. El pensamiento de deslizar sus palmas donde el agua apenas había
estado, a lo largo de las curvas de los pechos de Harper y su firme y plano abdomen,
le hacía doler las manos. Estar de rodillas y presionar su boca contra el calor entre los
muslos de Harper le transportaría al clímax.
"Café"
Los ojos de Harper buscaron los de ella "Eso no era lo que pensaba que ibas a decir"
"¿Estabas leyendo mi mente?" Presley rió con tristeza "Espero que no"
"Alcancé a ver lo que estabas pensando" Harper apoyó ambas manos en las caderas de
Presley "Espero haber visto bien"
Las piernas de Presley temblaron y un gemido se aferró a su garganta "Es una locura.
Estaríamos locas incluso si una vez…”
"No estoy pensando en absoluto" Harper besó la garganta de Presley "¿Sabes qué?
Esto se siente realmente bien… simplemente sentirte" le besó nuevamente, deslizando
las palmas de sus manos a lo largo de la espalda de Presley "Se siente bien. Tu sabor
es increíble”
"No creo que debamos hablar de nada en absoluto. No en este momento" Harper
levantó la cabeza y sus ojos lucían inagotables "Dime no ahora, si hablas en serio"
Un instante después estaban arriba… al menos Presley no recordaba nada más, aparte
de estar repentinamente en un enorme baño con baldosas de piedra y una ducha doble
con paredes de vidrio y el agua caliente fluyendo de la ducha. Tal vez todavía lo
estaba imaginando... parpadeó, pero todo estaba exactamente igual. Solo que ahora
Harper estaba abriendo su camisa. En alguna parte una voz interna le advertía que
debía detenerse, pensar, pero el sonido se desvanecía con cada segundo que pasaba.
Cuando el dorso de los dedos de Harper rozó la parte superior de su pecho,
simplemente escuchó el golpeteo constante del agua sobre el vidrio y su propio
corazón latiendo en su garganta. Necesitaba sentirla. Agarrando la camisa de Harper,
tiró de los botones y la deslizó por los brazos de Harper, dándose cuenta sólo después
que lo hizo, que había atrapado los brazos de Harper contra sus costados.
"Lo siento, yo…"
"No" Presley se dejó caer de rodillas, abrió los pantalones de Harper y bajó la
cremallera. Ella besó el hueco en la base del vientre de Harper "No puedo"
"Presley" dijo Harper, su voz tan profunda y ronca que Presley no la hubiese
reconocido en cualquier otra circunstancia "Debes tener mucho cuidado allí. Estoy en
el borde”
"Yo también" Presley levantó la vista y no pudo ocultar su sonrisa. Dominar a alguien
tan fuerte como Harper era un afrodisíaco tan emocionante que un solo toque le haría
explotar. Deslizó la camisa de Harper terminando de recorrer el resto del camino "Y te
deseo"
Toda tuya. Una frase, una que le gustaba. Presley bajó los pantalones y la ropa interior
de Harper por sus caderas y Harper se quitó los zapatos y el resto. Presley besó la
parte baja de su vientre nuevamente y frotó su mejilla contra la suave piel. Los
músculos se contrajeron debajo de su boca "Aférrate a algo"
Presley depositó un beso en el triángulo entre los muslos de Harper. Harper se puso
rígida como una piedra bajo sus palmas. Le besó nuevamente, más intensamente y
Harper gimió. El sonido le atravesó como el bisturí de un cirujano, rápido y limpio y
brillante. Deslizó sus brazos alrededor de las caderas de Harper y la abrazó, la
sostuvo, mientras le acariciaba y besaba y lamía y la llevaba a la cima... alto y más
arriba y por encima. Harper se estremeció y gimió el nombre de Presley, meciéndose
contra ella.
Presley deslizó una mano hacia sus propios pantalones, los abrió y los deslizó hacia
abajo. Estaba lista para correrse, pero quería sentir la piel de Harper contra la de ella
cuando lo hiciera. Tan pronto como Harper se quedó inmóvil, ella se levantó, arrastró
a Harper bajo el agua y la besó. El agua estaba fría en comparación con el calor de la
boca de Harper y la cálida invitación de la piel de Harper.
"Ah Dios, estoy tan lista para tí" jadeando, Presley presionó su rostro contra el cuello
de Harper "Por favor"
Harper le hizo retroceder contra las baldosas frías y deslizó una mano entre sus
muslos "Estoy aquí"
Presley echó la cabeza hacia atrás cuando Harper la llenó, la presión y el placer le
catapultaron hasta el borde. Se agarró de los hombros de Harper, clavándole los dedos
mientras los espasmos irradiaban desde lo profundo de su ser, como ondas en un
estanque, extendiéndose y difundiéndose "Oh Dios. Me estoy corriendo”
Presley tenía que ver el rostro de Harper, pero el placer era tan intenso, que por un
instante se cegó. Se estremeció y cuando pudo centrarse nuevamente, Harper estaba
allí, llenándola, tomándola, como nunca nadie lo había hecho.
CAPÍTULO 21
Harper no sabía cuánto tiempo había estado en la ducha. El golpeteo del agua contra
su espalda empezaba a enfriarse, pero su sangre aún ardía. Todos sus sentidos estaban
saturados de Presley… su sabor, su olor, el sedoso deslizamiento de su piel. La suave
captura de su aliento cuando empezó a correrse. Hundió su rostro en el cuello de
Presley y deslizo las manos por su espalda hasta el trasero de Presley. Al darse cuenta
que se inclinaba sobre ella, murmuró "¿Estoy demasiado pesada?"
"No. Estás bien. Mejor que bien" Presley descansó la cabeza contra las baldosas, con
los ojos medio abiertos, con una mano apretaba el cabello de Harper, con la otra se
apoyaba contra la pared de la ducha "No me puedo mover de todos modos y me gusta
como te sientes contra mí"
A Harper también le gustaba. Más de lo que nunca pudo imaginar "Nos quedaremos
sin agua caliente en un par de minutos"
"No me importa"
"Uh-huh"
"No estoy pensando en nada" Harper no estaba segura en este momento que sus
pensamientos fuesen suyos. Su mente era una tormenta eléctrica de terminaciones
nerviosas básicas.
"Sí, lo estás. Tus ojos se oscurecieron, como lo hacen cuando estás pensando en cosas
serias"
Harper colocó sus manos en los hombros de Presley, manteniendo atrapada, no quería
que se alejara demasiado rápido "¿Cómo sabes eso?"
"¿Te importa?"
La ceja de Presley se elevó un poco "¿A quién más crees que he estado observando?"
"A Flann" Harper no había tenido celos de su hermana ni una sola vez en su vida. Ni
siquiera cuando Flann bateaba mejor que ella en la pequeña Liga de softbol, a pesar
de que ella era la mayor y la más grande y debería haber sido la más fuerte. Ni cuando
las chicas en la secundaria, incluso las de tercer año con uno o dos años por delante de
ellas, perseguían a Flann y nunca a ella. Ni siquiera en la universidad cuando tomaron
los mismos cursos y de vez en cuando Flann le ganaba en un examen. Casi siempre
eran iguales, física e intelectualmente, pero Flann siempre estaba en el límite. Siempre
la más afilada, la del ingenio más rápido. El pirata de su navegador. Sin embargo, esta
vez no era así. Esta vez no había lugar para Flann.
"No la miro a ella como te miro a tí" Presley entrelazó sus dedos con el cabello de
Harper y apretó su puño en la parte posterior de su cuello. Besó intensamente a
Harper en la boca, luego ligeramente en su mandíbula y más ligeramente en su
garganta "Ni una sola vez. Y nunca lo haré”
Presley lamió el agua que resbalaba por el cuello de Harper “¿Es así?"
"¿No lo has notado?" Harper agarró la barbilla de Presley entre sus dedos y la besó,
profunda y largamente "Tenemos que salir del agua"
El aliento de Presley siseó y pasó las uñas por la espalda de Harper "¿Estás pidiendo
o diciendo?"
****
Flann entró en la vereda de la casa White poco después de las 6:30 am. Había
manejado hasta la casa de Harper y había visto los dos coches en la calzada. Su
primer pensamiento había sido ¡Bien por tí, Harper! pero casi inmediatamente un
puño de inquietud se instaló en la boca de su estómago. Presley Worth era la primera
mujer que tendría la capacidad de destrozar el corazón de Harper. Tomando en cuenta
todas las circunstancias, esa posibilidad era probable. Flann no podía esperar y ver.
Bajó de su Jeep y rodeó la casa hacia la puerta de atrás, con la esperanza de que
Carrie no le tomara por una merodeadora y llamara al 911.
Carrie estaba sentada en los escalones con una taza en la mano y algo que olía
fabuloso en un plato equilibrado sobre sus rodillas. Ella le miró expectante y luego su
sonrisa de bienvenida se convirtió en una de preocupación "¿Le ha sucedido algo a
Presley?"
"No…" dijo Flann rápidamente "… todo el mundo está bien. Supongo que no has
escuchado de ella"
"No desde esta mañana. Dejó un mensaje anoche que estaría en el hospital, pero no he
sabido nada de ella desde entonces y no vino a casa…" se interrumpió y con las
mejillas encendidas, dándole un aspecto tan inocente como el de una adolescente "Oh.
Mierda ¿Podrías olvidar que dije eso?"
"¿Y supongo que sabes donde pasó la noche?" preguntó Carrie lentamente.
"Lo sé. Sin embargo, eso no lo sabrás hasta que Presley te lo diga"
"Cierto. Podremos fingir sorpresa, entonces" Flann señaló el plato "¿Hay más de lo
que tienes ahí?"
"Es pan. Con queso o algo tan delicioso que estoy en peligro de comérmelo todo"
Carrie sacudió la cabeza "Todas ustedes están locos ¿lo sabes verdad?"
“¿Café?" Carrie se levantó y el gallo que había estado picoteando en el patio se acercó
contoneándose hacia la escalera, con la cabeza inclinada.
"Tienes un amigo"
"Eso es un secreto"
"¿Quieres desayunar?"
"Algo de ese pan con un montón de mantequilla estará bien por ahora. Y el café.
Especialmente el café”
"Ni que decirlo" Carrie volvió a gritar "Siéntate, estará listo en un segundo"
Flann se instaló en el escalón más alto con la espalda contra el poste del porche. El sol
estaba alto, el cielo despejado y los pájaros cantaban. No podía pensar en cualquier
otro lugar en el que preferiría estar o cualquier otra cosa que preferiría estar haciendo.
Carrie salió y le dio una taza de café y un plato con una gruesa rebanada de pan que
olía como recién salido del horno. Carrie se sentó frente a ella y arrojó otro trozo de
corteza al gallo.
"Un montón de agricultores por aquí tienen algunas. Probablemente hay polluelos
incluso dejados en la tienda local de la alimentos”
"No, tan pronto han crecido lo suficiente como para escapar de los depredadores. Y ya
tienen el gallo. Instintivamente, él los protege”
Carrie suspiró "Me encantaría conseguir algunas, pero no creo que vayamos a estar
aquí el tiempo suficiente"
"Y lo que hace es tomar lugares como el Hospital Rivers y los convierten en algo
más"
"A veces. Depende de las circunstancias" el tono de Carrie se había enfriado "Y no
tengo nada más que decirte"
"Es justo. Esto es jalapeño cheddar, por cierto" Flann terminó el pan, que era el mejor
pan que había probado después del de su madre "Mi hermana no es una aventurera"
Flann levantó la mirada hacia ella, sonriendo "No hay argumento de mi parte. Y no
estoy tratando de hacerte enojar”
Carrie cruzó los brazos sobre su pecho "Vamos a dejar algo claro, Flannery. Presley es
mi jefa y también es mi amiga. Lo que hace con su vida personal es su asunto y no es
mío ni tuyo. Estoy segura que tu hermana es muy capaz de cuidar de sí misma”
Flann permaneció sentada, dejando que Carrie tomara la sartén por el mango y la
posición dominante. Le gustaba su pasión y su lealtad "Bajo cualquier otra
circunstancia estaría de acuerdo contigo en todos los aspectos. Pero si realmente
estarán aquí por un corto tiempo, eso significa que el Rivers probablemente no va a
quedarse como está ahora. Harper peleará contra ello y eso significará problemas para
tu amiga y mi hermana”
Carrie suspiró "Eso es algo que ninguna de nosotras será capaz de cambiar"
"¿Y qué hay de tí? ¿Cómo te sientes sobre lo que está pasando?"
"¿Yo? Seguiré la corriente. Aterrizaré sobre mis pies de una manera u otra"
Flannery se levantó y sacudió el polvo de la parte trasera de sus vaqueros. Ella colocó
la taza sobre el plato vacío "Ciertamente tienes mi número"
"¿Te gustaría?"
"No"
"Sí. Esperemos”
Presley estaba a horcajadas sobre las caderas de Harper, con ambas manos apoyadas
sobre sus hombros. La ventana estaba abierta. En algún lugar un gallo cantó.
Temprano en la mañana la luz del sol hacía brillar el cabello oscuro de Harper sobre la
almohada blanca como la nieve. Estaban desnudas en el centro de su enorme cama y
el aire fresco susurraba sobre la piel enrojecida de Presley como un beso. Estaba
húmeda contra el abdomen de Harper, la débil fricción manteniéndola en el filo de la
navaja. Los hilos de su control se estiraron, pero se aferró, amando la tirantez a través
de sus músculos. Cuando Harper ahuecó sus pechos y jugó con sus pezones con sus
pulgares, Presley echó la cabeza hacia atrás y gimió.
"Me encanta como te ves en este momento" dijo Harper "Me encanta que te muevas
encima de mí"
"No te muevas" susurró ella cuando Harper intentó retirarse. Envolvió sus brazos
alrededor de los hombros de Harper "Me encanta sentirte dentro de mí"
"Quiero hacer que te corras nuevamente" Harper besó la garganta de Presley "Me
encanta como te corres"
Presley rió temblorosamente "Necesito unos minutos... o tal vez un par de horas. No
estoy acostumbrada a…" se interrumpió, por alguna razón no quería que el pasado se
inmiscuyera en este momento. Este momento, la última hora, tal vez el último día, no
formaban parte de su vida normal. Había avanzado más allá de lo conocido y muy
pronto, en una hora o un poco más, tendría que regresar a la vida que conocía. Estos
momentos con Harper se mantendrían aparte, tan separados como todo en este
lugar… estas personas, esta vida, esta dolorosa belleza. Había estado en lo cierto…
era una viajera en el tiempo, tanto como lo era, tendría que mantener sus secretos.
"Ni yo... acostumbro esto" dijo Harper, al parecer sin miedo de exponer sus secretos
"Y yo…"
"Me equivoqué" Presley besó a Harper, silenciándola antes que cualquiera de ellas
pudiese revelar más "Estoy lista para ti otra vez”
CAPÍTULO 22
Presley despertó con la sensación de placer. Cada músculo relajado, su cuerpo con un
zumbido por haber sido increíblemente bien utilizado y completamente satisfecho. Se
estiró con un suspiro y sus dedos rozaron la cadera de Harper. Harper estaba
acurrucada a su lado, con un brazo rodeando su cintura. El placer dio paso al pánico.
¿Qué demonios había hecho? Sabía la respuesta. Había perdido la cabeza. Había
seguido sus instintos y se había metido en la cama con una mujer que no podía ser
más equivocada para ella en cualquier nivel que pudiese definir. Al menos,
profesionalmente, lo peor de lo que podría ser acusada es de tomar una mala decisión,
pero para ella esa era la peor acusación posible. Triunfar en el mundo de la
supremacía corporativa donde no se tomaban prisioneros, exigía que siempre
estuviese en la cima de cada situación y diez pasos por delante de su competencia.
Algunos podrían ver su implicación con Presley como un movimiento estratégico
inteligente… utilizando todas las armas para enfrentar a uno de sus enemigos más
fuertes. Pero ella lo sabía mejor. Estaba en mayor peligro de ser influida por Harper
de lo que podía influir en ella. Una debilidad que tenía que esconder para sí misma.
Veía claramente estos peligros, los había visto desde el primer momento en que
Harper había llamado su atención, sin embargo, allí estaba, desnuda, en cuerpo y alma
y la última cosa en su mente era más. Más de lo que Harper le hacía sentir.
Singularmente especial. Infinitamente deseable. Excepcionalmente esencial.
Cuando estaba con Harper, cuando las manos de Harper estaban sobre ella, dentro de
ella, sabía lo que nunca antes había sabido… que ella importaba no por lo que había
hecho o podría hacer, si no por lo que Harper veía en su interior. A ella le importaban
aquellas partes de sí misma que había contenido durante tanto tiempo, sabiendo que
no eran queridas. No debería estar aquí, pero no quería nada más, al menos por un
rato más. Se volteó de lado y besó a Harper.
"Esa es una buena manera de despertar" Harper acercó a Presley hasta que sus
cuerpos se tocaron. Jugueteó con sus dedos deslizándolos sobre el abdomen de
Presley, bajando cada vez más, una y otra vez, hasta que los muslos de Presley se
tensaron y su vientre palpitó.
"Comida antes del sexo. Hmm" Harper sonrió "Obviamente no eres una chica de
campo”
Presley mordió delicadamente el labio inferior de Harper "Las citadinas tienen otras
virtudes"
Harper rodó encima de ella, sujetando sus brazos contra la cama, con una mano
alrededor de cada muñeca. Deslizó un muslo entre los de Presley y le besó
“¿Virtudes? Espero que no”
Presley sintió que se fundía nuevamente, un deseo tan agudo que el placer fue casi
doloroso. Elevó sus caderas y cuando Harper se apretó contra ella, gimió "Tendrás
problemas para explicar un cadáver en tu cama"
"Nah. Te esconderé en el granero. Nadie sabrá nada" Harper se movió más abajo en la
cama y acomodó sus hombros entre los muslos de Presley.
"Oh" Presley suspiró "No me importa, siempre y cuando sigas haciendo eso"
"Mmm. Sí" Harper se levantó, besó el vientre de Presley y rodó sobre ella para salir
de la cama.
Los ojos de Presley se abrieron de golpe "¿Qué crees que estás haciendo?"
Desnuda, Harper cruzó la habitación hacia un gran armario que estaba debajo de la
ventana. Lo abrió, sacó un par de vaqueros desgastados y los deslizó por sus piernas
largas y delgadas "Prometí que prepararía el desayuno ¿recuerdas? Cumplo mis
promesas”
La mirada de Harper se movió por todo su cuerpo y sus ojos se oscurecieron "No irás
a ninguna parte en este momento ¿verdad?"
"¿Es eso cierto?" la voz de Harper sonó con un filo peligroso, uno que a Presley le
gustaba mucho.
Presley acarició lentamente el interior de su muslo, dejando que sus dedos rozaran lo
más cerca que se atrevió, donde quería tener la boca de Harper. Tenía miedo que si se
acercaba demasiado podría explotar "Eso es correcto. A menos que quieras que lo
haga yo mis…”
Harper se dirigió a la cama, agarró las caderas de Presley y la hizo girar hasta que sus
piernas cayeron por la orilla de la cama. Se arrodilló en el suelo, levantó los muslos de
Presley hasta sus hombros y tomó a Presley en su boca en un movimiento rápido.
"Maldición" Presley se arqueó fuera de la cama, agarrando la sábana con una mano y
la cabeza de Harper con la otra. Estaba cerca de romperse en mil fragmentos
brillantes. La boca de Harper estaba caliente y húmeda, feroz, exigente "Voy a... ¡oh!"
Presley se corrió con fuerza, más rápido de lo que quería, incapaz de detener un grito.
Temblando, sólo podía luchar por respirar.
Harper se echó hacia atrás, sin camisa, el cuello enrojecido y su mirada triunfante
"¿Estás bien por ahora?"
Presley observó el tirón de su camiseta, cautivada por la forma en que los músculos de
sus hombros y pecho brillaban bajo su piel suave. Le encantaba el arco de su pecho, la
línea de su ombligo, el hueco por encima del hueso de la cadera. Increíblemente, el
deseo le hizo estremecer "Eres peligrosamente sexy"
Harper le miró solemnemente "Si lo soy, es porque haces que sienta cosas. Me
vuelves un poco loca"
"Servirán muy bien" dijo Presley, ridículamente complacida por la idea de usar la ropa
de Harper.
****
"Estoy haciendo el desayuno" dijo su madre "¿Por qué no vienes? Flann está aquí y
dice que has estado levantada toda la noche”
"Yo..." Harper escuchó y pudo escuchar que la ducha escaleras arriba ya no estaba
corriendo. Desactivó el altavoz y bajó la voz "Gracias, pero no puedo"
Su madre se quedó en silencio por lo que pareció media vida "Eres bienvenida a traer
compañía"
Ida se rió "Harper, cariño, sé que eres una adulta ¿Crees que no sé lo que hacen los
adultos los sábados por la noche? De hecho, tu padre y yo…"
“Flannery O'Connor Rivers. Silencio, ahora" dijo Ida severamente "La invitación
sigue en pie. Harás lo que te parezca mejor, pero espero verte para la cena”
"Sí, señora. Estaré allí" Harper colgó, sonriendo y subió las escaleras. Presley se
estaba poniendo una de sus camisetas viejas cuando entró en el dormitorio "Mi madre
nos invitó a desayunar"
Presley se detuvo, el horror congeló su sangre "¿Tu madre? Dios mío ¿Cómo sabe tu
madre que estoy aquí?"
"No nos invitó exactamente, sino a mí y a mi invitada"
"Harper, piensa en la situación" Presley puso las manos en sus caderas. No quería
tener esta conversación en este momento, todavía no. Quería sentarse con Harper en
la enorme cocina inundada con la luz del sol durante unos minutos más y pretender
que nada de esto tenía que terminar. Ya debería saber que las cosas que deseaba, casi
siempre, eran las cosas que nunca podría tener "No soy la mujer para llevar a casa de
tu familia un domingo en la mañana, por el amor de Dios"
"Ninguna de las dos, maldita sea" dándose tiempo para formular algún tipo de
respuesta racional, Presley recogió su ropa interior y los pantalones y la camisa que
había esparcido en su prisa por tener las manos de Harper sobre ella la noche anterior
"Pero no es muy sabio"
Presley agarró el bulto de ropa para evitar tirar de su cabello "Sabes por qué no. Sabes
por qué estoy aquí. Tengo que tomar algunas decisiones difíciles que harán infelices a
un montón de gente. No será nada bueno para tu reputación o la mía que la gente
piense…" se interrumpió con exasperación "Maldita sea"
"No estaba contando" dijo Presley maliciosamente "No noté que tú sí"
"No trates de distraerme. No soy una lacaya en tu sala de juntas. Sólo sexo… ¿es eso
lo que crees que fue?"
"¿Qué otra cosa podría ser?" Presley hizo una mueca ante el ridículamente hermoso
escenario fuera de la ventana del dormitorio. Cielos azules, nubes mullidas, el canto
de los pájaros, por amor de Dios "Vives en este mundo de cuento de hadas, pero no
puedes creer en cuentos de hadas. Sabes por qué estoy aquí. El hospital está muerto,
Harper. Se ha estado muriendo durante años. Todo va a cambiar, algunas personas
serán muy infelices y lo último que ninguna de nosotras necesita es un rumor de
complicidad o favores especiales"
"Ya lo has decidido ¿no es así?" dijo Harper "Toda esta vaga charla sobre el análisis
de las tendencias y la remisión de pacientes, patrones y todo el doble discurso fue sólo
humo y espejos para aplacar a la gente sencilla del campo"
"¿La gente sencilla del campo que pensaba podría seducirme o encantarme, o apelar a
mi sentido de la responsabilidad personal con el fin de hacerme cambiar de opinión?"
replicó Presley. Maldita era ella por negarse a entrar en razón ¿Por qué esto tenía que
ser tan difícil?
Harper maldijo en voz baja "Estás equivocada acerca de mí y te equivocas sobre los
Rivers"
"No puedes verlo…" dijo Presley en voz baja "… porque estás preparada para luchar
contra la muerte"
"No me doy por vencida, si es eso lo que quieres decir" dijo Harper lentamente "No
todo cambia. Yo no. No quién soy, lo que me importa, lo que siento”
"¿Por qué? ¿Por no ser capaz de ver más allá de los números fríos y vacíos con los
que llenas tu vida? ¿Lamentas haberme tocado, lamentas haber permitido que te
tocara? ¿Lamentas sentir algo, cualquier cosa?" Harper sacudió su cabeza "No, no
necesito que sientas lástima por mí, por nada en absoluto"
La barbilla de Presley se elevó y mantuvo su voz firme a pesar del dolor. Tenía mucha
práctica en eso "Creo que será mejor que me vaya"
CAPÍTULO 23
Harper no levantó la mirada del libro que había estado mirando durante la última
hora, cuando sintió que la casa del árbol se sacudió y alguien entró.
"Vi tu camioneta" Flann, vestida con su habitual uniforme de fin de semana: camiseta,
vaqueros azules y zapatillas de deporte, se dejó caer en el sofá junto a Harper y puso
los pies en el cajón que servía de mesa de café "Te perdiste un buen desayuno"
"Vine a ver por qué estás melancólica ¿La noche no salió como pensabas?"
Con un suspiro, Harper cerró el libro, The Secret of the Old Clock (El Secreto del
Viejo Reloj) y lo dejó a un lado "¿Qué fue exactamente lo que le dijiste a mamá esta
mañana?"
"No gran cosa. Excepto que te había visto en el hospital y que pensaba que habías
estado despierta toda la noche ¿Fue así?"
"Casi"
"¿Cómo?"
"Me encontré a Presley en la cafetería anoche. Ella dijo que pensabas que tenía
leucemia”
"Don está inconsolable, pero Emmy es una roca. Jimmy es como ella”
"Gracias. Por ahora esperaremos para ver cómo responde después de una ronda o dos”
Flann asintió "Así que volviendo a la noche anterior… ¿Tu falta al desayuno fue una
buena señal o una mala señal?"
Harper frotó su rostro con las palmas de sus manos, echó la cabeza hacia atrás y
entrelazó los dedos detrás de su cuello. Le dolía levemente la espalda…
agradablemente adolorida de sostener su cuerpo sobre el de Presley, por los dedos de
Presley clavados en ella cuando se corrió "Maldición"
Flann rió con ironía "¿No lo son siempre? Por supuesto, conociéndote, habrás querido
hablar y eso siempre trae problemas”
"Por supuesto que no. No me escabullo hasta el amanecer. A la mayoría de las mujeres
les gusta una repetición en la mañana después de una noche de buen sexo”
"¿Alguna vez has estado con una mujer que te hace olvidar de todo excepto ella?"
"Creo que es algo que puedes evitar con un poco de planeación" Flann pasó una mano
por su grueso cabello color arena "Jesús, Harper ¿No hablamos de esto? Tenías que
saber que era una mala idea”
Una mala idea. Presley había dicho algo muy parecido. El temperamento de Harper se
derrumbó "Realmente no puedes ser tan ingenua como para pensar que puedes
mandar en algo como eso"
"¡Por supuesto que puedes! Mantén las cosas ligeras. Mantén las cosas informales. No
te entregues" Flann extendió su brazo para señalar la sala situada en las ramas más
altas "Jesús, hasta la trajiste a la casa del árbol"
Harper miró el espacio a su alrededor. Era sólo una casa del árbol, no exactamente un
confesionario. Pero entonces se preguntó que decía eso de ella y tuvo que admitir que
lo decía todo. La había hecho con sus propias manos, reconstruyendo la estructura
rudimentaria que ella y Flann habían hecho cuando eran preadolescentes. La había
llenado con cosas que le importaban y regresaba a ella cuando estaba en problemas o
se sentía sola o cansada. Trajo a Presley aquí porque no conocía una mejor manera de
mostrarle las partes de sí misma que más le importaban "Tenía que hacerlo"
Flann hizo un sonido de exasperación "Tal vez querías que fuera ella o simplemente lo
creías. Tal vez no es Presley en absoluto, sino que tú quieres que sea. Hay un montón
de mujeres que podrían darte lo que quieres"
Harper apoyó la cabeza en el respaldo del sofá y estudió a Flann "¿De verdad crees
eso? ¿Que una mujer podría hacerlo tan bien como otra?"
"¿Por qué no? Claro, es bueno tener un punto de vista similar sobre las grandes cosas,
pero podría nombrar una docena de mujeres a quienes les encantaría tener a tus
bebés”
Harper no pudo evitar reír, pero la risa le dejó un dolor en la garganta "¿Crees que eso
es todo de lo que se trata? ¿Tener a alguien en la cama por las noches, que alguien
tenga a tus hijos, o eduque a tus hijos? ¿Qué pasa con esto?" cerró su puño sobre su
corazón y como esperaba, Flann hizo una mueca.
"Eres una romántica, Harper. Leíste demasiados libros cuando eras niña. La mayoría
de las veces lo que ves es lo que obtienes. Agradece cuando encuentres a una mujer
que no pida más que eso. Y por el amor de Dios, no elijas a alguien que ya es una
apuesta segura para romper tu corazón”
Flann miró hacia otro lado, una señal segura de que evitaría toda la verdad. No
mentiría, pero mantendría sus secretos "Sería feliz con una mujer con la que tuviese
buen sexo y compañía ocasional y que no quiera que sea alguien que no soy"
"Presley me recordó que el sexo era sólo sexo, algo así como lo que has estado
diciendo. Probablemente debió haber ido a la cama contigo y no conmigo”
Flann soltó una breve carcajada sarcástica "Oh sí, claro, entonces tú y yo podríamos
tener un duelo al amanecer ¿Por qué no puedes ser feliz con el hecho de que se haya
metido en tu cama?"
"Sí, míralos" Flann se dio la vuelta "Claro, tienen una increíble relación ¿Cuántas
mujeres te parece que son como mamá? Dispuestas a criar una familia, prácticamente
por sí misma, mientras papá hace lo que quiere”
"No sólo por él" dijo Harper "¿Crees que él sacrificó todos estos años cuidando a
otras personas sólo por él?"
"¿A qué ha renunciado? Tiene una casa, una mujer que lo espera, unas hijas que están
locas por él, mientras él está cuidando a otras personas que piensan que él es Dios.
Dime… ¿qué ha sacrificado?"
Harper se puso en pie "Tienes que estar bromeando ¿Eso es lo que piensas? ¿Que todo
ha sido fácil para él?"
"No puedes verlo porque eres igual a él. Tal vez debes buscar a una mujer igual a
mamá y buena suerte con eso”
La furia de Flann pareció disminuir tan rápido como había llegado y se dejó caer
contra la tosca pared de tablón. Metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros y
miró hacia el suelo "No lo sé. Supongo que he estado enojada con él por un tiempo”
"Él no estuvo aquí entonces. No estuvo en el hospital la noche que Davey nació. No
estuvo aquí en muchas otras cosas, más de las que puedo contar"
"¿Y crees que eso no le dolió? Vamos, Flann ¿A qué es a lo que realmente le tienes
miedo?"
"A ser como él" dijo Flann rotundamente "Y no ser capaz de estar ahí cuando
realmente importe"
"Vale la pena"
“El dolor… la increíble sensación de estar llena por completo, que lo que es correcto
vale la pena. Lo que sentí con ella…”
"Oh, vamos. Dame un respiro. Saca tu cabeza de las nubes. Tuviste un gran revolcón.
Todo lo que dice es que ella es buena en la cama y lo que significa es que ella ha
tenido suficiente práctica…”
Harper la abordó por la cintura y cayeron enredadas entre brazos y piernas. El árbol se
sacudió y las hojas cayeron como lluvia, mientras rodaban y se desplomaban
luchando para estar en la cima.
Flann era rápida y fuerte y habían tenido mucha práctica de lucha libre cuando eran
niñas. Le tomó a Flann cinco minutos voltear a Harper sobre su espalda y ponerse a
horcajadas sobre su cintura, inmovilizando los brazos de Harper contra el suelo.
Harper estaba jadeando y sudando, pero también lo estaba Flann. El rostro de Flann
estaba a centímetros por encima de ella.
"No"
"Dilo" Flann rebotó sobre el abdomen de Harper hasta que Harper pensó que iba a
vomitar "Dilo"
Flannery rebotó una vez más "Vaya, te tiene por las gónadas"
Harper sonrió, pero la tristeza aún le inundaba "Sí, creo que estoy absoluta y
realmente jodida"
Flann se sentó en cuclillas, liberando el torso de Harper de su peso para que pudiese
respirar nuevamente "Lo siento"
"Siento que las cosas con Presley no funcionaran. Siento haber hablado mierdas de
papá. No lamento haber pateado tu trasero”
"Te equivocas ¿sabes?" dijo Harper "Estarás allí cuando realmente importe, Flann.
Siempre lo estás”
***
Presley sacó los artículos que había comprado el día anterior de la camioneta de
Harper, condujo a casa lo más rápido que pudo y se fue directamente a su habitación
para quitarse la ropa de Harper. La intimidad del contacto de Harper, incluso
imaginado, era demasiado fuerte cuando lo que necesitaba era distancia. La dobló
cuidadosamente y la puso sobre la cómoda. Tendría que encontrar una manera
delicada de devolvérsela, pero ese dilema podía esperar. Después de ponerse un par de
pantalones de entrenamiento, una camiseta ligera con cuello en V y zapatos para
correr, bajó a sudar un poco su auto recriminación. En realidad odiaba correr, así que
la actividad tendría un doble propósito… cada paso adolorido le recordaría el costo de
su impetuosidad y desaparecería el latido persistente del deseo que todavía latía muy
dentro de ella. Al pasar por el vestíbulo hasta la puerta principal, Carrie gritó un
buenos días desde la sala de estar.
Presley se detuvo y asomó la cabeza por el pasillo. Carrie parecía alegre y relajada
acurrucada en la esquina del sofá usando unos pantalones de pijama a cuadros rojos y
una Henley azul pálido, con su portátil abierto y equilibrado en sus rodillas. Presley le
ofreció una sonrisa "Hola ¿Qué tal tu noche?"
"Esperemos que sean vacas. No quiero pensar en que sea cualquier otra cosa" Presley
no pudo evitar sonreír "Sin embargo, sé a qué te refieres con los sonidos y no sólo a
los ruidos. Es como una versión diferente de todo lo que conocemos aquí. A veces
siento como que he caído en un universo alternativo"
"O simplemente una versión muy antigua de nosotras" Carrie estiró sus pies descalzos
sobre el gran baúl reutilizado como una mesa de café. Sus uñas de los pies, Presley
notó distraídamente, eran de color rosa brillante "Creo que me gusta. Es como una
sensación de los viejos tiempos”
"Sí, supongo que tiene su gracia" Presley podía ver fácilmente a Harper en un coche
de caballos, su larga cazadora de piel hasta los pies, una manta de cabello de caballo
sobre su regazo, cabalgando en una fría mañana camino a una llamada, los árboles
formando un crisol de colores rodeándola, el cielo cristalino gris azulado con la
promesa del invierno por llegar. También podía ver a Harper regresar después de una
larga noche de atender a las familias, repartidas a lo largo y ancho de la campiña,
pisoteando con sus botas el porche, deshaciéndose de la nieve antes de entrar al
interior para encontrar el fuego ardiendo en la chimenea. Donde Presley esperaba,
acurrucada en una silla con un libro. Presley negó con la cabeza, disipando la
caprichosa alucinación "Algo sobre este lugar te hace hacer cosas. Cosas peligrosas.
No me acostumbraría a ello”
"Tal vez debas sentarte" Carrie palmeó el sofá "Hay café recién hecho. Y Lila horneó
pan”
"Mañana por la mañana quiero establecer citas con las tres empresas más calificadas
de construcción en el condado. Quiero verlos esta semana para analizar las ofertas y
necesitaré planos de la planta física y las encuestas cuando me encuentro con ellos”
"Muy bien" dijo Carrie lentamente "Tendré algunas otras cifras para ti…"
"Bien. Tráeme lo que tengas después del almuerzo de mañana. Quiero poner las cosas
en su lugar. No quiero pasar más tiempo aquí del que necesito”
Por su tono, Presley sabía que a Carrie le estaba molestando algo, pero no tenía la
fuerza emocional o la paciencia para averiguar de qué se trataba. Lo mejor para las
dos era hacer el trabajo y regresar a casa.
"Tengo la intención" Presley salió por la puerta principal y bajó por las escaleras.
Corrió hacia la carretera, rodeado de verdes tallos que agitaban el maíz que parecía
haber crecido más durante la noche. Maldijo la belleza mientras su corazón saltaba.
Todo sobre el lugar le atraía, hasta que no pudo escapar de la dulzura o la tristeza.
Aceleró el paso, determinada a no ser afectada por nada.
CAPÍTULO 24
Presley llegó temprano al hospital todos los días durante dos semanas, mucho antes
que alguien más llegara y se iba después que todos los demás se habían ido a casa.
Veía a Carrie y a nadie más, evitando cuidadosamente las áreas clínicas del hospital.
Harper no le había contactado para que le acompañara en las rondas o en las visitas a
domicilio, no que lo hubiese esperado. Todo eso estaba muy bien y era un
recordatorio, uno que no debería haber necesitado, que mezclar los asuntos personales
con los profesionales era una muy mala idea. Además, apreciaba tener más tiempo
para trabajar y menos tiempo para ser distraída por Harper y sus pacientes, lo que
debió haber sabido mejor antes de involucrarse desde el principio.
Las largas horas dieron sus frutos y a mediados de mes, había digerido la mayor parte
de los datos importantes, todos los cuales confirmaban lo que había sospechado en un
principio. La base de pacientes en el Rivers… hizo una mueca y se contuvo… el
Hospital Comunitario, eran pobres y con seguros insuficientes. Aunque el censo del
hospital se había mantenido relativamente alto a lo largo de la última década, los
ingresos habían disminuido, los costos habían aumentado y no había nuevas fuentes
de ingresos que aparecieran para llenar el vacío. Los números nunca mentían, sin
importar lo mucho que deseaba que lo hicieran.
"Carrie…" dijo ella desde la puerta de su oficina "… comunícate con el Dr. Rivers y
pídele que se reúna conmigo antes que termine el día"
Carrie había estado llevando el mismo horario que Presley, aunque Presley no se lo
había pedido. Salía temprano unos días para los juegos de softbol, extendiendo una
invitación a Presley para que se le uniera. Después de las primeras veces que Presley
se negó, Carrie dejó de preguntar. Presley agradeció la perspicacia de Carrie.
"Oh" dijo Carrie "He planificado una segunda cita para el lunes con el contratista que
querías. Todos los esquemas necesarios están en tu equipo"
"Gracias"
La expresión de Carrie era neutral, pero sus ojos lo decían todo. No era feliz y por lo
general Presley le habría pedido su opinión, pero en este momento, la última cosa que
necesitaba era a alguien más que le distrajera de hacer lo que debía hacer.
"Y resérvame un vuelo a Phoenix el martes. Programa una reunión con las finanzas y
Preston”
"¿Qué orden?"
"Pocos días. Reserva un vuelo de regreso para el jueves, siempre podemos cambiarlo
si es necesario"
"Está bien" Carrie vaciló "Por cierto, te envié otra información que podría resultar de
interés"
Presley hizo una pausa. Carrie era demasiado buena como administradora para
ignorarlo y además de eso, eran amigas "¿Qué otro tipo de información?"
"¿Estás tratando de decirme algo?" Presley templó un poco su voz que estaba casi
demasiado cansada como para ocultarlo. Carrie no tenía la culpa de sus noches de
insomnio o del dolor en su corazón.
"Sé que en otros lugares SunView ha conectado las nuevas adquisiciones con las redes
locales. No parece haber alguna aquí, pero si lo hubiese, significaría un oleoducto de
pacientes hacia el hospital”
"Cierto. Lo sé”
Presley cerró la puerta de su oficina detrás de ella, se dejó caer en su silla y cerró sus
ojos. No había estado durmiendo bien. Demasiada tranquila la maldita noche.
Trabajaba cuando llegaba a casa hasta que sus párpados se cerraban, pero eso no
parecía ayudar. Cuando por fin se dormía, soñaba… sueños inquietos llenos de
frustración. Aviones perdidos, puertas que no se abrían, teléfonos que no podía
utilizar. Se despertaba sintiéndose frustrada, impotente y… lo más grave aún,
excitada. No el tipo de excitación que se saciaba fácilmente con unos momentos
extras de atención, rápidamente olvidada. No podía encontrar su ritmo aquí, en este
lugar donde el tiempo fluía de manera diferente y confiaba en que si regresaba a
Phoenix, encontraría el equilibrio nuevamente. Además, tenía que hacer acto de
presencia para recordarles a todos que ella no se iría, sobre todo a Preston. Un viaje
rápido para actualizar a todos en este proyecto era una buena excusa.
Trabajo. Eso era en lo que necesitaba pensar. Revisó lo que tenía la intención de decir
a Edward Rivers. En medio de su planificación mental, se preguntaba cómo estaba
Jimmy Reynolds. El pensamiento, apareció en su mente de la nada, era sólo otra señal
de lo que se había descuidado consigo misma al ser atrapada en cosas fuera de su
dominio. Harper estaba cuidando de él y eso era todo lo que necesitaba saber.
Harper ¿Cuántas veces al día pensaba en ella? Demasiadas para contarlas. Gimió en
voz baja. No tenía a nadie a quien culpar sino a sí misma, de que aún podía sentir las
manos de Harper en ella, todavía saboreándola, todavía oliendo el aroma de su piel en
una brisa errante. Aun deseándola.
Se recordaba diariamente que Harper no era la primera mujer con la que había
despertado, ni siquiera la primera a la que había deseado nuevamente, aunque fuese
brevemente ¿Entonces por qué era Harper la primera que no podía olvidar? La
primera por la que sufría.
"Basta ya" murmuró ella abriendo sus ojos y entrando a su correo electrónico,
decidida a poner a Harper fuera de su mente.
Cuando Carrie le llamó por el teléfono, eran después de la 1:30 y se había perdido el
almuerzo nuevamente. No tenía mucho apetito. Si Lila no hubiese dejado comida, por
las mañanas y por las noches, que olían demasiado deliciosa como para ignorarlas,
probablemente hubiese perdido 10 libras en lugar de 8 "¿Si?"
"¿Disculpa?"
"Los Dres. Edward, Harper y Flannery Rivers están aquí para verte”
"Sí, tengo eso listo para tí" Carrie improvisó "Ya te lo llevo"
"Edward Rivers dice que ya que Flannery es la jefe de cirugía y Harper la jefe adjunto
de personal, deben estar aquí para cualquier cosa relacionada con el hospital"
"Y si no estoy de acuerdo, pareceré ser poco cooperativa, en el mejor de los casos, o
que oculto cosas en el peor de los casos" dijo Presley con rigidez "Por qué no. Envía
al contingente Rivers, de una vez por todas”
Se levantó y se puso la chaqueta del traje, armándose de valor para hacer frente a
Harper por primera vez desde que salió de la habitación de Harper. Edward entró
primero, con Harper y Flannery a cada lado detrás de él. Flannery, como de
costumbre, estaba en bata de trabajo. Harper llevaba pantalones casuales negros, una
camisa gris y mocasines. Su cabello oscuro necesitaba un reajuste, aunque a Presley le
gustaba el contraste pícaro a su estilo convencional. Un deseo inapropiado que
recorrió las puntas de los vellos sobre su cuello invadió su mente y rápidamente lo
anuló.
"Doctores" dijo Presley, apartando la mirada de Harper con esfuerzo. Las sombras
profundizaban sus ojos casi negros y por un instante, la garganta de Presley se
contrajo por el anhelo. Levantó la barbilla, sonriendo "Gracias por hacer tiempo en
sus apretadas agendas. Trataré de no ocupar mucho de su tiempo”
"No se preocupe" dijo Edward "Esto es demasiado importante como para dejarlo"
Una diapositiva apareció en pantalla. Un gráfico circular con una variedad de colores
y números. Más tablas y gráficos le siguieron. Durante los siguientes quince minutos,
una Presley concisa y letal les explicó por qué el hospital estaba fallando y por qué la
junta les había vendido, para todos los efectos, a pesar de ellos. Cuando terminó,
apagó el proyector y la pantalla quedó en blanco detrás de ella. Se inclinó hacia
delante, las yemas de los dedos de cada mano presionando ligeramente contra la
mesa. Ella hizo contacto visual con cada uno de ellos y se centró en el padre de
Harper al final.
Harper habló "Has tenido la oportunidad de mirar todos los hechos y las cifras.
Nosotros apenas lo estamos escuchando”
"Pero seguramente sabías que esto sucedería" Presley le había dicho a Harper
semanas antes.
"Sabemos más sobre los sistemas médicos en esta área de lo que posiblemente podrías
haber aprendido desde que llegaste" dijo Harper "Permítenos hablar sobre eso.
Podríamos ser capaces de presentarte una alternativa”
"Dra. Rivers…" dijo Presley con tanta paciencia como pudo "… no me atrevería a
decirle cómo tratar a sus pacientes. Es mi trabajo investigar sobre todos estos
problemas desde todos los ángulos antes de llegar a una decisión. Créame, lo hemos
hecho. Como están las cosas…”
"Sí…" dijo Harper "… como están las cosas ahora. Pero tal vez podríamos hacer
algunos cambios que harían una diferencia”
Presley negó con la cabeza "No pueden poner más dinero en los bolsillos de sus
pacientes. No pueden obligar a las empresas de seguros a pagar más por sus servicios.
Pueden ser capaces de influir en sus compañeros de práctica hasta cierto punto, pero
el sistema sigue siendo el sistema”
Flannery dijo "Tiene que haber algún lugar donde podamos encontrar una nueva
fuente de ingresos"
"No la hay" dijo Presley "Puede que no lo creas, pero lo he investigado. Hay
básicamente tres fuentes de ingresos para una institución como ésta… la financiación
del gobierno, el reembolso del seguro y el auto-pago del paciente. Ustedes tienen muy
poco de cualquiera de esos”
"10 días" dijo Presley, sabiendo que estarían más dispuestos a hacer lo que había que
hacer cuando no pudieran encontrar una solución alternativa. Ella podía darles 10 días
"Después de eso haremos un anuncio al personal de que el hospital se está cerrando"
"Haremos todo lo posible para que eso no suceda" dijo Edward rotundamente.
Ella asintió con la cabeza y los tres médicos Rivers se levantaron. Edward y Flannery
se dirigieron hacia la puerta, pero Harper vaciló "Gracias"
Harper hizo una pausa, dejando que se cerrara la puerta, dejándolas solas.
"¿Cómo está Jimmy?" preguntó Presley ¿Cómo estás? ¿Sabes que me gustaría verte
en otro lugar? ¿En algún otro sitio?
"Está aguantando. No está respondiendo tan rápido como esperábamos, pero está
estable"
Presley esperó unos minutos hasta que estuvo segura que se habían ido antes de
empacar su portátil. Era sólo media tarde, horas antes de la hora que por lo general
salía del hospital, pero no podía soportar los confines de la oficina por más tiempo.
"Hay un partido esta noche" dijo Carrie con cautela "¿Por qué no vienes? Has pasado
18 horas al día en esto. Toma un descanso”
Ya era bastante malo no poder sacar a Harper de su cabeza. Lo último que quería era
volver a verla. Phoenix no podía llegar demasiado pronto.
CAPÍTULO 25.
Un crack como un disparo de rifle perforó el aire caliente de la tarde. Un proyectil
salió disparado directamente hacia Harper y atrajo su atención. Ella extendió su
guante y se lanzó a su derecha. El misil impactó la tierra, alteró su trayectoria y rebotó
hacia arriba, su velocidad apenas disminuyó por el rebote. La pelota voló por encima
de su guante y le golpeó de lleno en el lado izquierdo de su mandíbula. El dolor le
atravesó la cabeza y por un instante, el mundo desapareció.
Harper abrió sus ojos, parpadeó y miró hebras de algodón de azúcar por encima de su
cabeza. Una música tintineaba débilmente y se sintió una niña otra vez, nuevamente
en el recinto de una feria, aferrada a los enormes caballos de yeso mientras se
deslizaban arriba y debajo por los tubos, gritos de alegría cuando la plataforma daba
vueltas y vueltas, tan rápido que sentía como si fuese a soltarse. Su padre estaba
parado a su lado, con su brazo agarrando el poste por encima de su cabeza, su cuerpo
era un escudo para asegurarse que no se cayera.
"Estoy bien" dijo Harper. Las palabras parecían confusas. Tragó saliva, con sabor a
sangre. El cielo dejó de girar y las nubes desaceleraron su movimiento a un
deslizamiento lento a través de su campo de visión. Revisó sus dientes superiores e
inferiores con la punta de su lengua. Todos intactos, ninguno roto. Un punto doloroso
en la parte interna de su mejilla izquierda filtraba sangre. Debió haberse mordido.
Trató con las palabras nuevamente "Estoy bien"
"Que alguien me traiga un poco de hielo" gritó Flann, presionando con una mano el
hombro de Harper contra el suelo "Sólo quédate allí por un minuto, campeona"
"Ayúdame a subir a la banca" ahora sonaba un poco más entendible, pero cada
mínimo movimiento disparaba un rayo de dolor por delante de su oreja directamente
hacia su cerebro. Se tocó la mandíbula y Flann le agarró la muñeca.
Harper cerró sus ojos y se preparó para más dolor. Los dedos de Flann trazaron
suavemente a lo largo del hueso y Harper recordó nuevamente lo buen cirujano que
era. Lo rápidas y hábiles que eran sus manos cuando trabajaba "Ouch"
"Ouch porque necesito un poco de hielo, pero no creo que se haya roto"
"Debes tomarte una radiografía"
"Diablos, no"
"Supongo que podemos usar el hielo esta noche y entonces ver para una placa de
rayos X en la mañana" Flann deslizó un brazo detrás de los hombros de Harper y le
ayudó a incorporarse "¿Estás mareada?"
"Ya no"
"Cinco"
"Deja de joder"
Harper trató de sonreír, pero su boca realmente parecía no estar funcionando bien
"Tres. Te dije que estoy bien”
Carrie se puso de rodillas al lado de ellas "Oh, Dios mío, fue realmente un tiro ¿Cómo
te sientes?"
"Como un asno. Vamos, ayúdame a salir del campo. Estoy bien" todos los
compañeros de equipo de Harper y la mayoría del equipo contrario estaban de pie a su
alrededor formando un círculo "Vamos, que estamos ganando. No perdamos el
impulso”
"Cierto" Flann presionó detrás de los hombros de Harper y le ayudó a ponerse de pie.
Harper tuvo que apoyarse en ella, pero trató de hacerlo lo más sutil posible "¿Estás
segura que no es necesario llevarte al hospital esta noche?"
"¿Para qué?"
"Es cierto. Pero no nos iremos hasta que ustedes terminen de patearles el trasero”
Flann consiguió acomodarla en un banco con una bolsa de hielo "Sostén eso.
Regresaré después que haya pateado traseros”
Cuando el equipo terminó de destrozar al rival, Carrie se unió a Harper "¿Cómo
estás?"
"Es bueno saberlo, porque realmente luces terrible. Tienes un bulto del tamaño de…
bueno, de una pelota de béisbol en tu mandíbula ¿Crees que esté rota?"
"Lo dudo. Tal vez una fisura, pero nada que no se pueda curar por sí solo”
"Ese fue un loco misil el que golpeó" dijo Carrie "La puse alta y afuera, pero ella tiró
al primer golpe. Lo siento”
"No es tu culpa"
"Bésame el culo" dijo Harper y se mostró satisfecha de que las palabras salieran
claramente.
"Tienes suerte de soñar despierta con una mujer que no terminó llevándote a la sala de
emergencias" dijo Flann.
"Dime que no estabas pensando en esa rubia especial con cuerpo asesino y con una
mente como una sierra circular"
Carrie se levantó de un salto "Está bien, me voy de aquí por esta conversación"
Flann miró a Carrie "¿Vas con todos los demás al Hilltop por pizza?"
****
"No me sorprende ¿Y a tí?" Harper había estado pensando en Presley toda la tarde.
Acerca de lo que había dicho, la forma en que le había mirado y la tristeza en sus ojos.
También había estado recordando, como lucía desnuda, cabalgando sobre ella, salvaje
y triunfante.
"¿Qué?"
"No, estoy bien" dijo Harper, torturada por los recuerdos a los que no quería
renunciar.
"¿Tienes alguna brillante idea sobre lo que podríamos hacer para cambiar las cosas?
Porque Presley está bastante segura en lo que hay que hacer”
"Tal vez" dijo Harper "Hablaré contigo y con papá al respecto cuando tenga las cosas
más procesadas en mi cabeza"
"No tomes demasiado tiempo. Es probable que Presley no nos haga una extensión”
"Ella no es el enemigo" Harper quería defender a Presley incluso mientras luchaba por
encontrar una manera para que dejara de hacer lo que había planeado.
"Nop" dijo Flann a la ligera, girando por el camino para entrar en la casa grande "No
es más que el sicario del enemigo”
Flann se detuvo frente a la casa, salió antes que Harper pudiera argumentar y dio la
vuelta para ayudar a Harper a salir del coche.
"Estoy bien" se quejó Harper, sacudiendo el brazo de Flann que estaba envuelto
alrededor de su cintura "No necesito una maldita silla de ruedas"
La madre de Harper salió al porche trasero "¿Por qué están peleando ahora?" se cruzó
de brazos y entrecerró sus ojos mientras Harper se acercaba "¿Bate o pelota?"
"Pelota"
Sus cejas se elevaron "Se supone que para eso es el guante que te pones en el extremo
de tu brazo, Harper"
"Conoces las reglas. Si una de ustedes ha estado despierta toda la noche y está
demasiado cansada para jugar, la otra debe sacarla”
"No fue su culpa" dijo Harper, desplomándose en una silla en la mesa "Sólo quité mi
ojo de la bola por un segundo"
"Ya veo"
Harper se estiró en la silla, con las piernas extendidas debajo de la mesa y la bolsa de
hielo contra su mandíbula "Hoy, Presley llamó a Papá, a Flann y a mí a su oficina.
SunView planea el cierre del Rivers”
"Cerrarlo" dijo Ida lentamente "Eso será duro para todos por estos lugares"
"Sí, lo será"
"Como todos" Ida negó con la cabeza y tiró un plato de plástico en el fregadero. Abrió
del grifo y el agua caliente se derramó en el fregadero. Enjuagó los vasos y los puso
en remojo "¿El consejo no lo vió venir?"
Su madre estaba detrás de ella y suavemente masajeó sus hombros "Tal vez una idea
descabellada es lo que se necesita"
"Tal vez" Harper cerró sus ojos. Las manos de su madre se sentían fuertes y tiernas
sobre sus músculos tensos y tan suaves como lo habían sido cuando era una niña y su
madre curaba sus moretones y raspones.
"¿Qué pasó realmente esta noche?" preguntó Ida.
Harper sintió que su rostro se ponía rojo brillante "Si. Bueno, no sólo eso"
"Harper, cariño…" dijo su madre suavemente "… no tienes que avergonzarte de tener
sentimientos o lo que sientes por ella"
"De eso se trata" dijo Harper "Tengo sentimientos. Sentimientos que no van a
desaparecer”
"¿Tú le crees?"
"Sabes tan bien como yo que a veces lo que decimos no es lo que sentimos. A veces lo
que sentimos nos asusta. Pregúntate a ti misma ¿qué le asusta?"
Harper abrió los ojos y miró el rostro de su madre "Una de las primeras cosas que
noté de ella era lo confiada que parecía, cómo estaba en control. Quisiera decir que
nada le asusta, pero no creo que eso sea cierto. Imagino que no estar en control le
asusta mucho”
Ida asintió "Eso tiene sentido. Aunque no te veo como alguien que le quite el control a
nadie, al menos no en circunstancias ordinarias”
Ida sonrió y continuó masajeando sus hombros "Noté que ella no habla mucho acerca
de su familia"
"Sus padres son magnates de los negocios, como ella. Tiene un hermano, un gemelo,
pero no lo menciona mucho”
"Eso es raro ¿no crees?"
"Sí, pero nunca se me ocurrió que algo de eso tuviese algo que ver con lo que estaba
pasando entre nosotras"
Ida negó con la cabeza "Para ser mi hija mayor, todavía tienes mucho que aprender.
La familia es lo que nos hace quienes somos, Harper. Lo que tenemos y lo que no
tenemos de ellos. La familia nos enseña lo que podemos esperar, o qué no esperar en
la vida. Y lo que tememos”
"Tal vez no pienso en eso porque la familia siempre ha sido todo para mí"
Su madre le besó la frente "Bueno, piénsalo un poco. Eres más inteligente de lo que
pareces justo en este momento”
"¿Estás resentida porque papá no estuvo aquí mucho tiempo cuando éramos niñas?"
"¿Tener resentimiento?" su madre sacó un vaso del fregadero y lo puso bajo el agua
del grifo "No, no estoy resentida con él ¿Qué fue difícil? A veces, terriblemente" secó
el vaso y con cuidado lo dejó "Pero siempre he amado a tu padre y al médico que es"
ella tomó otro vaso "Tienes que amar a las personas por lo que son, incluso cuando
eso duela"
***
"¿Lanzaste?"
"Oh, no. No fue un paciente. La pelota le golpeó y tuvo que salir del juego"
"¿Qué? ¿El hospital? No. Flann le llevó a casa de sus padres. No sé si todavía está allí
o no"
"Oh ¿y ahora ella tiene rayos X en los ojos? ¿Qué le pasa a esta gente? ¿No han
escuchado hablar de las medidas modernas de diagnóstico?"
Presley se forzó para calmar su respiración ¿Qué le pasaba? Harper tenía un montón
de gente que cuidara de ella. Pero no podía dejar de desear haber estado allí "Por
supuesto que lo está. Lo sé. Sólo tenía curiosidad”
"Uh-huh"
"Bueno, entonces está arreglado" dijo Presley. Debió haber ido al juego. Se había
quedado dormida sentada aquí pensando en el juego, imaginando a Harper al bate, sus
hombros y antebrazos musculosos mientras se balanceaba. Imaginaba a Harper en el
campo, su mandíbula apretada en concentración mientras le daba a la pelota. Harper
era muy buena. Harper era escandalosamente sexy. Harper hizo hormiguear su piel.
Maldita sea "No puedo creer que dejara que una bola le pegara"
"Tengo la sensación…" dijo Carrie, pisando con cuidado "… que no estaba
mentalmente en el juego. Creo que la reunión de esta tarde le trastornó"
"Lo siento por eso" Presley suspiró. Harper no era la única afectada por la reunión
"Pero tenía que hacerlo"
"No se trata sólo de Preston. No puedo tomar riesgos con el dinero de los accionistas.
Y..."
"¿Y?"
Presley suspiró "Tengo que entregar este proyecto a tiempo y sin grandes obstáculos
si voy a tener alguna esperanza de hacerme cargo después de mi padre. Necesito
asegurar el apoyo de personas claves y puedo hacerlo al demostrar que puedo hacer el
trabajo de forma rápida y eficiente. Este trabajo, cualquier trabajo. Y demostrar que
puedo ser despiadada cuando necesito serlo, cuando las ganancias están en juego”
"¿Qué crees que pasaría con la posición de Preston si transformas este lugar y
obtienes un beneficio nuevamente?"
Una sensación de pesadez tiraba de ella con cada respiración. El verano florecía con
su belleza inexorable, como burlándose de su infelicidad creciente. Por lo general,
cuando se perdía en los números, no pensaba en otra cosa… pero hoy no. Hoy los
pensamientos de Harper le atraían y se vió atrapada preguntándose si la mandíbula de
Harper le estaba dando problemas, o simplemente la extrañaba y deseaba que
pudieran escapar por unas horas a la casa del árbol, donde el mundo se reducía a un
río lento que fluía ante el aleteo de hojas verdes y un cielo increíblemente azul. Se
imaginó tumbada en el desgastado sofá flanqueado por las estanterías hechas a mano,
con su cabeza en el hombro de Harper, escuchando los pájaros, un mundo aparte. Un
mundo propio para ellas.
Negó con la cabeza ¿Cuando había llegado a ser tan tonta? Ese era el mundo de
Harper, no el de ella. Sin embargo, compartían algo… compartían el Rivers y ella
estaba a punto de destruir eso ¿Cómo podría Harper… ninguna de las dos… haber
imaginado que podrían no ser otra cosa que enemigas? Sin embargo, hoy había
intentado encontrar nuevamente algún otro camino. Carrie podría haber encontrado
algo con la red de atención de urgencia, o como estaban las cosas en la actualidad, la
falta de centralización de las instalaciones dispersas, pero sin una infusión inmediata
de fondos, no podía justificar el tiempo y el dinero que se necesitaría para construir
una sólida base de referencia. Tampoco podía justificar el riesgo para los accionistas.
Si ella volvía a SunView y proponía que pusieran más dinero en el Rivers, cuando
había venido aquí para una respuesta rápida y un buen beneficio que mostrar en el
informe de los accionistas trimestrales, perdería el apoyo de la mitad de la
administración. Y no sólo en este tema, sino en el asunto de la sucesión.
Tal vez todo lo que necesitaba era un poco de distancia, un poco de perspectiva y una
nueva mirada al caso. Cerró su oficina y se dirigió a la cafetería para tomar un café y
un almuerzo tardío. De alguna manera el día se le había ido, por lo cual estaba
agradecida. Si trabajaba algunas horas más aquí, podría evitar venir el día siguiente.
Evitar encontrarse con Harper.
Mientras llevaba su café a su mesa favorita junto a la ventana, vió a Emmy Reynolds
venir a través de la línea, pareciendo reflexionar sobre la comida como si no
reconociera nada de eso. Cuando se puso de pie por lo menos durante un minuto
frente a una de las selecciones de comida caliente, al parecer no escuchó la pregunta
hecha por el empleado de servicio de comida, Presley dejó la bandeja y se acercó a
ella.
"¿Sra. Reynolds?”
Emmy Reynolds miró a Presley a través de sus agotados ojos en blanco. Su cabello
parecía limpio pero enredado. No llevaba maquillaje. Círculos rodeaban sus
hinchados párpados inferiores.
Presley tocó su brazo "Estoy segura que no me recuerda. Soy Presley Worth. Estaba
con Harper la noche que su hijo Jimmy fue admitido en el hospital”
Emmy reaccionó y la vida volvió a sus ojos "Oh, sí. Lo siento. La recuerdo ahora”
"Él lo está haciendo muy bien, todo el mundo lo dice" espetó Emmy "Solo que esta
mañana tuvo fiebre. Puede ser que no sea nada…" se apresuró a recoger un hilo suelto
en su suéter, tirando y girando alrededor de su dedo índice "… pero están teniendo
problemas para conseguir bajarla y Harper dijo que Jimmy podría necesitar... si él no
mejora..." su voz se ahogó y las lágrimas llenaron sus ojos.
"¿Por qué no se sienta y deja que le traiga algo de comer? ¿Su marido está aquí con
usted?"
“¿Don? Oh, no. Está en casa con Darla, nuestra hija menor" miró hacia otro lado
"Uno de nosotros trata de estar aquí todo el tiempo, pero es difícil con la granja y no
podemos dejar a Darla durante demasiado tiempo. Tiene miedo" su mirada regresó a
Presley "Si no estuviésemos tan cerca del hospital, no sé lo que haríamos"
Presley pensó en la hora en coche al centro médico más cercano y recordó la granja
desgastada rodeada de campos y de maquinaria y de animales, de la vida que
necesitaban atender y de un chico que necesitaba a sus padres a su lado "Vaya a
sentarse ahora… yo le llevaré algo de comer"
Emmy hizo lo que sugirió Presley y Presley le trajo un plato de comida, un vaso de
leche y un poco de jugo "Apuesto a que el café ha sido su principal alimento básico
las últimas semanas. Así que le traje algo más”
Emmy sonrió débilmente y un poco de color regresó a sus mejillas. Tomó la leche
"Tiene razón y gracias"
"No, gracias. Carson ha estado ayudando con los trámites para la asistencia financiera
que necesitamos para las facturas médicas y Harper se ocupa de todo lo demás. Hay
un montón de médicos que cuidan de Jimmy, pero Harper es con la que contamos.
Ella no ha dejado a Jimmy en todo el día. Se va a asegurar de que todo lo que se
necesite, se haga”
"Sí, estoy segura que lo hará" dijo Presley, tan segura como Emmy.
Emmy comió unos bocados del pastel de carne y dejó el tenedor "Están diciendo que
el hospital podría cerrar"
A Presley no le sorprendió que los rumores corrieran "Eso no es algo de lo que usted
necesite preocuparse ahora"
"Sí, lo estoy" Presley nunca había tenido que enfrentarse a las personas afectadas por
las políticas de SunView de manera personal. Tenían gente de relaciones públicas que
manejaban eso en las reuniones de la comunidad y similares. Una ola de inquietud le
atravesó.
"Espero que pueda encontrar una manera para que eso no suceda. Necesitamos este
lugar"
"Sí, lo entiendo" Presley empujó hacia atrás su silla "Voy a dejar que termine su
comida en paz. Espero que Jimmy se sienta mejor pronto”
****
La mujer sonrió fugazmente "Sí, la Sra Worth. Ya sé quién es. Soy la enfermera a
cargo ¿Estaba buscando a alguien?"
La enfermera negó con la cabeza, con una expresión levemente irónica en su rostro
"Lo crea o no, finalmente se fue. Le dije que estaba demasiado cansada para conducir,
así que espero que esté tomando una siesta en una de las salas de guardia”
"Girando en la esquina y al final del pasillo. Una está identificada como cirugía y la
otra como medicina. Normalmente nadie está ahí dentro”
La enfermera suspiró "La fiebre bajó, pero su recuento de glóbulos blancos está casi
en cero. Cualquier tipo de infección en este momento..." ella miró hacia la habitación
de Jimmy, su expresión era compasiva "Él no tiene nada con qué luchar"
El miedo se apretó alrededor del corazón de Presley. No podía imaginar cómo se
debían sentir Don y Emmy. La ira siguió de cerca el terror ¿Cómo podía suceder esto?
¿Qué clase de justicia había en el mundo cuando un niño inocente...? Ella cortó el
infructuoso pensamiento. No había respuestas a preguntas como ésa. Todo lo que se
podía hacer era luchar.
Un minuto más tarde, estaba parada frente a la puerta marcada como sala de guardia
médica, reflexionando sobre si tocar. Si Harper estaba durmiendo, no debía
molestarla. Si estaba despierta, tampoco tenía motivos para molestarla. No tenía
ninguna razón para estar allí en absoluto más allá de su necesidad de ver a Harper, de
ayudarla de alguna manera. Al otro lado de la puerta, un teléfono sonó y luego una
voz murmuró durante unos pocos segundos.
Cuando se hizo el silencio una vez más, Presley dio unos golpecitos en la puerta.
Presley rió temblorosamente "Hola. Lo siento. Estás tratando de dormir ¿no es así?"
Harper sacudió la cabeza "Tengo que estar aquí en caso de que Jimmy…"
"No puedes hacerte cargo de él si estás cayéndote a pedazos. La enfermera dice que
está estable en este momento”
El rostro de Presley se sonrojó "Vi a su madre ayer y me dijo que estaba teniendo un
mal momento. Y entonces vi tu camioneta y pensé… en fin..." tomó la mano de
Harper "Por favor, deja que te lleve a casa. Permíteme cuidarte, para variar”
Presley enlazó su brazo con el de Harper camino hacia su coche, casi con miedo de
que si la soltaba, Harper podría alejarse. Mientras Presley conducía, Harper dejó caer
la cabeza hacia atrás en el asiento y cerró sus ojos. El cansancio le cubrió en oleadas.
Presley se acercó y le tomó la mano, necesitando el contacto. Los dedos de Harper se
entrelazaron con los de ella.
Presley salió del coche, dio la vuelta para abrir la puerta del pasajero y suavemente
sacudió el hombro de Harper "¿Harper? Venga. Vamos adentro”
Harper le siguió sin resistencia. Presley le rodeó la cintura y juntas caminaron por la
puerta trasera, a través de la casa y al piso de arriba. La habitación lucía como estaba
antes, limpia y ordenada y muy a lo Harper. Había arreglado su cama. Por supuesto
que la había arreglado. Cuando Harper no hizo ningún movimiento para meterse en la
cama, Presley apartó las sábanas. Cuando se volteó, Harper estaba mirándola con una
expresión que Presley recordaba muy bien. Harper le había mirado de esa manera en
la cama, cuando había estado dentro de ella. Como si Presley fuese todo y lo único
que importaba.
"Te he imaginado aquí en mi cama nuevamente" dijo Harper en voz baja "Una y mil
veces"
Harper apoyó una mano en el hombro de Presley, empujó sus pantalones hacia abajo y
los apartó junto con sus zapatos. Permaneció de pie desnuda, semi-consciente. Harper
era hermosa, la garganta y los brazos bronceados por todos lados, el pecho, los senos
y el vientre beige cremoso.
Harper se dejó caer en la cama. Presley tiró de la sábana sobre ella y acarició su
cabello. Los ojos de Harper ya se estaban cerrando.
El corazón de Presley se apretó dolorosamente. Dejarla fue la cosa más difícil que
jamás hubiese hecho.
CAPÍTULO 27
El celular de Presley sonó un poco antes de las 6 pm. La lectura de la pantalla decía
número privado y casi esperando un número equivocado, respondió distraídamente
"Presley Worth"
Presley se levantó del escalón más alto, donde había estado sentada con una copa de
vino, como si al levantarse tuviese de alguna manera más en control sobre la emoción
que surgía a través de ella "Estás despierta… aunque no tengo ni idea de cómo o por
qué ¿Te sientes mejor?"
Harper rió y Presley se sonrojó. Incluso por teléfono la voz de Harper despertaba algo
de hambre dentro de ella, una deliciosa hambre que no había conocido anteriormente.
"Ah…" Presley no había estado tan cohibida desde la primera vez que una chica en la
secundaria le había pedido una cita. Ahora que lo pensaba, ni siquiera entonces "Lo
siento… ¿Qué me estabas diciendo?"
"No puedo"
"¿Esta noche? ¿Puedo pasar por allí? Sé que es poco ortodoxo y probablemente
inconveniente…"
Presley medio se rió, medio suspiró "Harper, realmente. Creo que en este punto
puedes prescindir de la formalidad. Si quieres hablar, no se diga más, puedes venir
¿Ya comiste?"
"Todavía no"
"Entonces ven ahora. Lila dejó pan de maíz y estofado que huele delicioso. Estaba a
punto de comer”
Presley colgó. 15 minutos. Miró sus vaqueros sin forma y la holgada camiseta gris
que se había puesto para arrojar alimentos a los gatitos y limpiar su esquina en el
granero. Bueno, eso no bastaría. Corrió dentro, dejó su copa de vino en la mesa de la
cocina y se apresuró hacia las escaleras. Carrie venia bajando ya vestida con su traje
de softball.
Los ojos de Carrie se estrecharon "¿Aquí? Debe ser importante ¿Me necesitas?"
Presley se detuvo en medio de la escalera y le miró "¿Harper?" dijo ella con cuidado,
luchando contra el impulso más extraño de gruñir "No me di cuenta que tú…"
"Estoy bromeando, Presley. Es una broma" Carrie rió "No tengo interés en ella y si
hubiese tenido un pensamiento… bueno, supongo que cuando la vi por primera vez, el
pensamiento cruzó por mi mente, estoy segura que cruza por la mente de cada mujer
elegible por unos pocos segundos… Desde luego, no lo estoy pensando ahora. No
cuando tiene tu esencia por todo su cuerpo"
"¿Disculpa?"
"Sólo es una forma de hablar, pero ella ya es una mujer marcada. No lo sabe todavía.
Y tú tampoco, por lo visto ¿no es así?"
Carrie continuó bajando "Sé que tiene mucho sentido y deberías entender de lo que
estoy hablando si dejaras de tratar de sacarlo de tí"
Presley levantó una mano "No tengo tiempo para conversaciones encriptadas. Que
tengas un buen juego. Ten cuidado”
"Lo haré" Carrie hizo una pausa en la parte baja de las escaleras "Hey… ¿Presley?"
"¿Si?"
"Nunca has tenido ningún problema para dejar tu marca en SunView. Tal vez deberías
tratar eso aquí”
"Hola" dijo Presley, incapaz de ocultar la impaciencia en su tono ¿Y por qué debería?
Se alegraba de verla y pretender lo contrario era similar a la mentira. No haría eso…
no después de lo que habían compartido "Adelante"
Harper vestía vaqueros oscuros y una camisa polo roja. Algo de la fatiga había
desaparecido de su rostro, e incluso con las tenues sombras debajo de sus ojos, lucía
más sexy que la mayoría de las mujeres que acababan de salir de un spa de altura. Sin
embargo, el moretón púrpura en el lado izquierdo de su mandíbula no era sexy.
Presley se estremeció por dentro e imaginó lo mucho que debió haber dolido cuando
estaba reciente. Reprimió el impulso de acariciarle "¿Dormiste bien?"
"Sí" Harper sonrió y colocó una carpeta en el mostrador "Hubiese sido mejor si te
hubieras quedado"
Los ojos de Harper asumieron un interesante tono azul-gris, un poco como las nubes
de tormenta que soplaban en una tarde caliente "¿Qué es lo que Flann ha estado
haciendo? Porque si ella ha estado encantadora contigo…”
"No lo ha estado" dijo Presley, agitada por el fuego en la mirada de Harper ¿Cuando
había habido alguna mujer que le mirase de esa manera? Como si fuese deseable…
más que deseable… esencial. Trató de modular su respiración para que su voz no
temblara "Simplemente no estoy acostumbrada a tus coqueteos, así que…"
"¿No? Tendré que poner remedio a eso" Harper dio un paso, le tomó de los brazos y
tiró de ella acercándola.
El beso salió de la nada… un relámpago que puso de punta los nervios de Presley.
Abrió su boca y se agarró de los hombros de Harper. Los ojos de Harper brillaron y
Presley separó sus labios cuando Harper exigió entrar. El beso siguió y siguió,
robándole el aliento, debilitando sus muslos. Se apoyó en Harper, sus pechos
presionados contra los de Harper. El deseo ardiendo a fuego lento profundamente
dentro de ella y gimió.
"¿Qué?" preguntó Presley aturdida. Deslizó sus dedos debajo del cuello de Harper y le
acarició el cuello "He perdido la noción de lo que…"
"Bien" murmuró Harper contra su boca "Quiero que dejes de pensar en cualquier cosa
excepto en mí cuando te beso"
Presley besó la garganta de Harper, apretó su boca contra su pulso "Si. Creo que me
gustaría”
"¿No estamos solas?" Harper retiró la parte superior de la camisa de Presley y besó su
pecho "Vi pasar a Carrie cuando venía para acá ¿Quién más está aquí?"
"Nadie" Presley cerró sus ojos. La boca de Harper era todo lo que sentía, en todas
partes, dentro de ella, volviendo fuego su carne. Estaba perdiendo la cabeza.
Presionando ambas palmas en el pecho de Harper se retiró "Dijiste que querías
hablar"
Quería hacerlo. Oh, cómo quería. Y entonces dónde estarían… otra mañana en la que
tendría que irse y todo seguiría sin resolverse entre ellas "Tengo que ir a Phoenix en la
mañana"
"Ya me lo dijiste" Harper se quedó inmóvil, con su boca contra la garganta de Presley
"¿Por qué?"
"Presentaré mi hallazgo en el Rive... el Hospital Comunitario" el corazón de Presley
se rompió un poco ante la sensación de Harper apartándose. De alguna manera había
terminado con su espalda contra el mostrador y el peso de Harper sujetándola allí. No
podía escapar. Debería querer, pero no quería.
"Antes que vayas a alguna parte…" dijo Harper "… hay algo que tengo que decir"
Presley se tensó. No, no, no. Esto no era una buena idea. Las palabras estaban
atrapadas en su garganta. Una parte de ella… una gran parte de ella… esperaba,
deseaba que Harper lo dijera nuevamente.
"No estaba pensando muy claramente…" Harper hizo una mueca irónica "… en
realidad, no estaba pensando en absoluto cuando fuimos a la cama juntas, pero sabía
que lo quería. Te deseaba, más de lo que nunca quise a ninguna mujer
anteriormente…”
"Harper…"
"Te quiero, creo que desde el primer momento que te vi en el pasillo afuera de la sala
de emergencias. Lucías tan malditamente fría y en control y por encima de todas las
cosas. Me gusta eso de tí. Nada hace que te pongas nerviosa"
"Tú me pones nerviosa" susurró Presley, pasando los dedos por el cabello de Harper
“Lo has hecho desde el principio"
"Bien" los ojos de Harper brillaban "Sé que no eres inquebrantable, pero sé que nada
hará que te rompas y huyas. Esta mañana estuviste allí cuando te necesité. Necesito
eso, saber que puedo apoyarme cuando lo necesito y todo estará bien"
Presley se estremeció y luchó contra el impulso de salir corriendo por la puerta trasera
"Oh Dios, Harper, no soy quien crees…"
Harper deslizó su pulgar sobre los labios de Presley "¿Sabes qué? Creo que
probablemente no eres quien crees que eres”
Presley frunció el ceño. Harper todavía la mantenía cerca y ella había olvidado tratar
de liberarse "Sé exactamente quién soy. Siempre he sabido exactamente quién soy y lo
que quiero. Sé que es difícil de creer, porque es muy diferente a lo que quieres…”
"¿Lo es? Siempre he querido hacer el trabajo que me diera placer y me hiciera sentir
como si estuviese haciendo algo que valiera la pena. Quería que mis padres estuviesen
orgullosos. Quería cuidar de la gente que amaba. Eso no es tan diferente de tí”
Presley negó con la cabeza "Eso está a un millón de años luz lejos de mí. Hago lo que
hago porque me da satisfacción, sí. También lo hago porque es lo que se espera de mí
y es lo único que respeta la gente que me interesa. Quiero ese respeto y el amor…" se
mordió el labio "… tal vez no es amor, pero de todos modos es lo que es catalogado
como amor. El éxito es la clave para conseguir esas cosas en mi mundo ¿En cuanto a
cuidar de la gente que quiero? No sabría por dónde empezar y dudo que ellos lo
sepan"
"Tú lo sabes. Has estado cuidando de mí. Emmy me contó cómo cuidaste de ella”
"¿Emmy? ¿Cómo...?"
"Yo no…"
"¿Por qué?"
"Porque..." Presley ordenó su cerebro para enfocarse "… porque tengo que terminar
esto. Lo siento”
"¿Qué pasará con nosotras cuando termine?" preguntó Harper, finalmente dando un
paso atrás y dejándole respirar.
Regresaré, pero todavía me querrás ¿después de lo que tengo que hacer? Presley
negó con la cabeza, su alma sangraba "No lo sé"
"Pensaba que querías hablar" dijo Presley rápidamente cuando Harper se dirigió hacia
la puerta. Estaba a segundos de pedirle que no se fuera. Apretó su mandíbula,
temerosa de que si la necesidad surgiera, se ahogaría.
"Cuando regreses… puedes discutir con mi padre lo que vaya a pasar con el Rivers"
Harper abrió la puerta, su expresión era muy intensa. Presley se estremeció "Ven a
buscarme si quieres hablar de nosotras"
CAPÍTULO 28
"Vi tu camioneta en la entrada" dijo Flann mientras asomaba la cabeza por la escotilla
en la casa del árbol "¿Te estás escondiendo o la compañía es permitida?"
Flann subió y se sentó en el cajón delante de Harper "Escuché que nuevamente tuviste
un momento difícil con Jimmy ayer por la noche"
"Has estado allí la mayor parte del fin de semana ¿no es así?"
"Las últimas noches" Harper frotó su rostro "¿Por qué las noches son siempre las más
difíciles? No es extraño que todos esos mitos siempre digan que la muerte se aparece
en medio de la noche para recoger las almas ¿Será que somos más vulnerables a esas
horas?"
Flann suspiró "Jesús, Harp… no te pongas metafísica conmigo" hizo una pausa, su
expresión era distante y oscura, una rara visión debajo de su máscara de indiferencia
casual "Tal vez sea que todos tenemos miedo a la oscuridad… demasiados fantasmas"
"Si estás avanzando con Jimmy, o por lo menos manteniéndolo a raya, tiene que haber
alguna otra razón por la que pareciera que tu perro murió"
"Nada. Olvídalo"
"Me iré y dejaré que sigas de mal humor tan pronto como me digas qué clavó esas
espinas en tu trasero"
"Presley"
"Cada vez que pienso que estoy acercándome, ella se aleja" la piel de Harper todavía
ardía por el recuerdo de Presley presionada contra ella. Cada momento que no estaba
absorbida totalmente en la toma de una decisión médica, todo su ser se consumía
deseando a Presley… y su ausencia le había dejado hambrienta. Se estremeció.
Maldita sea.
Flann resopló "Eso es apropiadamente vago y tomando en cuenta el tema,
probablemente adecuado. Trata con pequeñas frases y palabras sencillas ¿Qué pasó?"
Harper se enderezó rápidamente en el sofá "Eso es mentira. Somos parte del mismo
mundo, sólo que venimos de direcciones ligeramente diferentes. Ella entiende lo que
hago. Y aunque no siempre me guste… entiendo lo que ella hace"
"Del mismo mundo, tal vez… pero de diferentes continentes. Vamos, Harp. Están en
lados opuestos en esto. Ustedes dos no podrían estar más alejadas"
"Tal vez ella no siente de la misma manera" dijo Flann con una delicadeza que rara
vez mostraba a alguien más a excepción de sus pacientes.
Harper apoyó los codos en sus rodillas y colocó su rostro entre sus manos. Quizás
Presley realmente no sentía lo que ella sentía, la conexión, la comprensión, el deseo.
Tal vez todo era de un solo lado y se había estado engañando a sí misma todo el
tiempo "Supongo que es posible. Supongo que cuando quieres algo con tanto anhelo,
eso te impide ver la realidad"
Harper casi se echó a reír "¿Qué? ¿Ahora estamos en la secundaria? No, no le dije que
la amaba”
"Pero la amo. Ni siquiera tengo que pensar en ello. Simplemente es así" Harper frotó
el centro de su pecho que dolía cada vez que respiraba. No era un dolor físico, este
anhelo en su alma por ver y escuchar a la única persona que llenaba los vacíos en su
interior… era todo tan real... y agonizante "Ella encaja. Ella me llena”
Harper sacudió la cabeza "Puede que te pongas como una imbécil por un cuerpo
sensual, pero yo no. No funciono de esa manera. Por supuesto, es hermosa y la deseo,
pero siempre ha sido más que eso"
"No es así, al menos no lo sería si supiera que le importa. Que no estoy sola en todo
esto”
Flann se encogió de hombros "Está bien, muy bien. Entonces necesitas un plan ¿Qué
fue exactamente lo que te dijo?"
"Que no hablará de nada sobre nosotras hasta que se resuelvan las cosas en el
hospital"
"Eso tiene sentido. Las cosas se pondrán difíciles si ella cierra el lugar. Muchas
personas tendrán resentimientos. Eso haría que cualquier tipo de relación se volviera
doblemente difícil. Tal vez sólo debas esperar…”
"Tal vez" Harper recordó la conversación que había tenido en la cocina con su madre
"O tal vez ella entendió que eso era lo que él necesitaba"
"Siempre pensé que lo sabía. Quería una vida como la de mamá y papá. Quería ser tan
buen médico como papá. Quería ser importante para la gente de la comunidad, ser
parte de sus vidas. No me di cuenta que incluso teniendo todas esas cosas, nunca sería
feliz si estuviese sola"
***
El avión rodó hasta el embarque y Presley pensó en las próximas horas cuando
finalmente estuviese en casa. Tenía su propia lucha en Phoenix. Ese era su campo de
batalla y era hora de encaminar sus fuerzas y seguir la lucha con Preston. Se
preguntaba por qué la idea de ganar lo que siempre había deseado toda su vida, le
hacía sentir tan vacía.
CAPÍTULO 29
Presley se detuvo en su condominio en su paso por la ciudad hacia la sede de
SunView. El apartamento de dos dormitorios en uno de los rascacielos más buscados
estaba limpio y ordenado… tenía un servicio de limpieza que venía cada semana
estuviese ella o no en la ciudad… pero el aire olía artificialmente puro con el débil
olor de los productos químicos que no había notado anteriormente. Las altas ventanas
que iban desde el piso hacia el techo daban vista a la ciudad, permitiéndole
contemplar el estilo de vida de millones de dólares al que estaba acostumbrada a ver a
través de los cristales de vidrio de la ventana de su oficina del hospital. No había aves
que anidaran, ni ramas colgando, ni flores en crecimiento. Había jardineras a lo largo
de algunas de las avenidas y elaboradas jardineras frente a muchas tiendas de lujo,
pero el paisaje urbano era de hormigón y vidrio en lugar de plantas y seres vivos, a
menos que se contara a las personas y la ciudad estaba llena de vida… las identidades
y rostros de los transeúntes que pasaban eran anónimos y sin nombres. El portero de
su edificio era una de las pocas personas que veía fuera de su oficina y cuyo nombre
conocía. Después de unas semanas en Argyle, había aprendido los nombres de todos
en el equipo de softball de Harper, las enfermeras de la sala de emergencia y muchas
de las áreas clínicas y los empleados de la gasolinera y el mini-super.
El día que salió de Phoenix no podía esperar para regresar. Ahora estaba aquí y se
sentía como una visitante. Tal vez el avión realmente era una máquina del tiempo y
acababa de ser arrojada a un mundo diferente. Ya no estaba segura de pertenecer aquí,
donde el éxito se medía por el dinero en vez de la satisfacción interna y donde la
familia significaba posición y obligación en lugar de apoyo, lealtad y amor.
Presley suspiró. Podría estar entre dos mundos y no ajustarse a ninguno, pero ahora
estaba aquí y tenía mucho que terminar. Decididamente, puso los pensamientos sobre
Harper, del pasado… o del futuro…, a un lado. Se duchó para eliminar la fatiga y la
suciedad del viaje, consciente de la ausencia del traqueteo de las tuberías que solía
acompañar su ducha matutina, se vistió rápidamente con una falda y una chaqueta, se
puso tacones medianos y guardó sus papeles y su ordenador portátil en un maletín que
combinada con su atuendo. En el último momento, deslizó la propuesta de Harper
junto con el informe de reasignación preliminar que había impreso para revisar con
Preston y los otros gerentes.
Camino hacia el ascensor, llamó para solicitar que su coche estuviese listo en la
entrada. El costoso vestíbulo de mármol tenía una sensación estéril y de vacío. Gallo
no encontraría nada que comer aquí. Asintió con la cabeza al portero y se apresuró
hacia fuera para respirar un poco de aire. El calor fue un muro que le golpeó y se
apresuró a subir al aire acondicionado de su Mercedes. En SunView, estacionó en su
lugar reservado en el primer piso cerca de los ascensores y tecleó ella misma su tarjeta
de identificación. No conocía a la gente en el ascensor y cuando llegó al nivel
ejecutivo y caminó por el pasillo central hacia su oficina ubicada en la esquina, pasó
al lado de un puñado de personas que ni siquiera sabían que ella había estado fuera.
Este había sido su universo, su campo y ahora también era una extraña aquí ¿De
verdad había estado tan desarraigada y no se había dado cuenta?
Su escritorio estaba limpio y ordenado, tal como lo había dejado. Se sentó, hizo saber
a la recepcionista que manejaba las llamadas cuando Carrie estaba fuera, que ya
estaba allí y confirmó que tendría una reunión con Preston en una hora. Estaba a
punto de llamar a Jeff Cohen, su hombre de confianza, para ponerse al día sobre los
últimos movimientos de poder entre la alta dirección, pero se detuvo antes de levantar
su teléfono. Realmente no le importaba. La política y las agendas personales ahora le
parecían superficiales y mezquinas. Pero entonces ¿qué le hacía diferente de Preston?
Sus objetivos eran los mismos que los de él… ponerse a la cabeza de la empresa,
seguir los pasos de sus padres, para que finalmente la notaran y valoraran ¿Acaso
todos los niños no querían complacer a sus padres? Pensó en Harper, en Flann, en
Carson y en Margie… todas independientes y sin embargo cada una confiaba en la
búsqueda de sus objetivos. No dudaba ni por un segundo… y tampoco ellas… que
serían amadas sin importar sus opciones y no porque fuesen exitosas en lo que sus
padres valoraban ¿Qué valoraba ella? ¿Qué quería?
"Harper Rivers"
"Harper" dijo Presley, atrapada como siempre por el timbre de la voz ronca de Harper.
No podía pensar por un segundo por qué había llamado. Repentinamente, escuchar la
voz de Harper parecía suficiente. Todo.
"¡Presley!" la voz de Harper era cálida y estaba cargada de placer "¿Dónde estás?"
"¿Estás bien?"
"Bueno, yo…" Presley miró su entorno de nuevo "Si. Bien. Pero extraño... un montón
de cosas”
"Con toda seguridad…" dijo Presley, deleitándose con la nota lúdica en la voz de
Harper "… a ti por encima de todo"
Casa. Ya estaba en casa ¿no? ¿Por qué no lo sentía de esa manera? El condominio era
más como una habitación de hotel que una casa. La casa de sus padres no había sido
suya desde que se fue para ir a la universidad, e incluso antes de eso, había sido un
poco como vivir en un complejo donde sus padres estaban entretenidos con sus viajes.
Esta oficina era su casa, pero la vista cuando miró a través de la ventana era de una
tierra en la que ella no tenía lugar "No estoy segura"
"Regresarás ¿no?"
"Me alegra que hayas llamado. Te adelantaste. Hay algo que quería decirte”
"Te estoy entreteniendo" dijo Presley "Lo siento. Sé que estas ocupada…”
"Sí, pero escucha, sólo tengo un minuto... Quiero que sepas que no importa lo que
pase, lo que siento por ti no va a cambiar, sin importar lo que hagas"
"Está bien..." Presley se rió, sintiendo como se abría el cielo en su interior "Sí, lo
haré"
"Date prisa en regresar a casa" dijo Harper "Tengo que irme. Llámame”
Y allí estaba. Podía acabar con todo, tener una muerte rápida y regresar a los negocios
para ganarse el puesto de su padre. Entonces tendría todo lo que siempre quiso. Un
mes atrás no habría dudado y no lo hizo ahora. Ya sabía lo que quería.
Se sentó en la silla frente al escritorio de su hermano y cruzó las piernas "Creo que es
hora de que tú y yo lleguemos a un acuerdo"
"¿Estás segura que quieres hacer esto ahora?" Preston juntó sus manos debajo de su
barbilla en un gesto dilatorio que le recordaba mucho a su padre. Sin embargo, él no
era su padre. Él no era tan rápido, tan despiadado, o tan capaz de generar la misma
lealtad. Ella no tenía ese problema. Ella era rápida y despiadada y entendía el poder.
Presley sonrió con anticipación ante la batalla que se avecinaba "Muy segura. Y desde
hace mucho tiempo”
****
"Te ves hermosa" Harper pasó un brazo alrededor de su cintura "¿Ya llegaste a casa?"
Harper entrelazó sus dedos y besó la parte superior de la mano de Presley "Me alegra
que vinieras aquí. Es una buena manera de despertar”
"¿En serio?"
Harper se inclinó hacia adelante y apoyó su brazo en la barandilla, rodeando la
espalada de Presley contra el poste. Le besó el tiempo suficiente para que los brazos
de Presley cubrieran su cuello y un suave gemido saliera de su garganta. Cuando se
apartó susurró "En serio"
Harper tiró de la mano de Presley y la atrajo hacia sí. El ansia arañaba sus entrañas y
volvió a besarla. El sabor de Presley alimentaba su anhelo "Podría vivir contigo para
siempre"
Gimiendo, Harper tuvo que afirmar sus rodillas para mantenerse en pie "Haré todo lo
que quieras. En cualquier lugar, en cualquier momento"
"Bien" Presley acarició con dos dedos el borde de la mandíbula de Harper, el centro
de su garganta y entre sus pechos "Eso suena perfecto"
Harper se estremeció. La voz de Presley era fría, calmada, con el tipo de control que
Harper había visto el primer día. Le encantaba el poder de Presley, amaba su pasión,
amaba el poder en su voz tanto como la suavidad de su boca y la bienvenida de su
cuerpo.
"Te necesito ahora" Harper se deslizó lentamente sobre sus rodillas y apretó su mejilla
contra el centro de Presley. Cerró sus ojos "Por favor. No me hagas esperar”
Presley tiró de ella tomándola del cabello y le besó. Sonrió "Estoy lista"
Harper cerró la ducha, tomó una toalla y envolvió en ella a Presley. Rápidamente le
secó y desnuda le llevó al dormitorio. Terminó de retirar las mantas, tomó la toalla de
Presley y la arrojó hacia el baño y murmuró "Las sábanas están limpias"
Presley se rió "No me podría importar menos, siempre y cuando estés ahí conmigo"
"Nunca me saldría"
Presley agarró la mano de Harper y cayeron en la cama. Aterrizaron en una maraña de
brazos y piernas, Harper en la parte superior. Presley gimió y envolvió sus brazos
alrededor de los hombros de Harper. Tenía la boca cerca del oído de Harper "Dentro
de mí. Ahora mismo. He estado pensando en ti toda la noche, dentro de mí"
Harper se elevó en un brazo y deslizó el otro entre las piernas de Presley, deslizándose
dentro de ella en un movimiento largo y suave. Presley gritó. La respiración de Harper
se detuvo. Empujó, lento y profundo. Presley se apretó contra ella, caliente y
resbaladiza. El corazón de Harper retumbó en sus oídos, el flujo de sangre atravesaba
cada célula como el mar rompiendo en la orilla. El mundo se condensó en las
profundidades de los ojos de Presley mientras la poseía, una y otra vez.
"Dios" Presley se quedó sin aliento. Su cuello se arqueó y los tendones brotaron en su
cuello "No puedo... ¡Harper!"
"Pensaba que iba a explotar antes de llegar aquí" murmuró Presley perezosamente
unos minutos más tarde. Acarició el cabello de Harper, rozó sus dedos sobre la piel
empapada de sudor entre los omóplatos "Me encanta como haces que me corra"
Harper temía no ser capaz de emitir palabras. Estaba frita, demolida "No…he
terminado"
"¿Hmm?" Harper levantó la cabeza con un esfuerzo increíble. Presley era tan hermosa
que casi se perdía en ella nuevamente. El aspecto vulnerable en los ojos de Presley le
atrajo "¿Qué pasa, bebé?"
"Te amo"
Harper permaneció inmóvil. Había escuchado esas palabras anteriormente, pero nunca
de esta manera. Nunca de la única mujer de quien las había querido escuchar con todo
su corazón "Yo también te amo. Estoy total y locamente enamorada de tí”
Harper intentó reunir su ingenio. Esto era importante. Tenía que hacer esto bien. Se
apoyó en los codos, besó a Presley y suavemente enmarcó su rostro "No hay nada de
locura por amarnos. Es lo más correcto en el mundo"
"No encajo, lo sabes"
"Mi madre tampoco encajaba aquí cuando se casó con mi padre, pero ella es una parte
tan importante de este lugar y este lugar de ella, como cualquier persona cuya familia
ha estado aquí durante cientos de años ¿Me amas lo suficiente como para toda la
vida?"
"¿Qué?" preguntó Presley débilmente. Los ojos de Harper ardieron en los de ella. Sus
manos estaban calientes contra su rostro, su cuerpo un horno.
Harper volvió a besarla "Sí, pero ahora no, no aquí. Esto es nuestro. Los negocios
pueden esperar”
"No" Harper rozó con el pulgar su boca "No lo haré. Te lo acabo de decir. Sé lo que
haces y por qué. Lo entiendo”
"Los amo, más que a nada. Pero tú, ahora tú eres mía y yo soy tuya. Di que sí”
"Soy tuya" Presley lo sabía con cada centímetro de su ser. Las lágrimas temblaban en
sus pestañas. Nunca había imaginado la belleza de pertenecer de esta manera y sabía
que nunca querría nada, siempre y cuando tuviese a Harper "Sí, soy tuya. Te amo”
"Yo..." Presley besó a Harper, tan exigente y posesiva como Harper había estado
momentos antes "Sí, lo haré. Por supuesto que lo haré”
"Oh, no te preocupes, eso tengo planeado" Presley besó suavemente entre las piernas
de Harper, un ronroneo de satisfacción salió de su garganta cuando Harper se
estremeció "Disfrutaré tomando lo que es mío"
CAPÍTULO 30
Harper llamó a la casa grande poco después de las 6. Su madre respondió "Mamá,
necesitamos una reunión familiar"
"Tu padre está a punto de salir para el hospital. Flann probablemente también estará
de camino para allá ¿Es importante?"
"Sí"
"Gracias, mamá"
El silencio se mantuvo durante unos segundos e Ida dijo "¿Necesitaremos otra silla en
la mesa?"
"Sí"
Harper dejó su celular a un lado. Presley se apoyó en el mostrador con nada más que
una camisa de algodón azul a medio abrochar, que había sacado del armario de
Harper. Estaba bebiendo una taza de café, con el cabello suelto enmarañado que
parecía como si hubiese tratado de peinarlo con los dedos una docena de veces, con el
rostro relajado y los ojos ligeramente turbios. Harper rió entre dientes, una potente
oleada de satisfacción le superaba, sus manos temblaban.
"Oh, no presumas"
Harper se lanzó tras ella "Jesús, Presley. No puedes caminar por ahí de esa manera"
Presley sonrió por encima del hombro "¿Quién va a verme por aquí?"
"Voy a traerla por tí. En un minuto" abrazó a Presley y le besó. Se tomó su tiempo,
saboreándola, imprimiendo la forma de su boca, la suavidad de sus labios, el recorrido
travieso de su lengua. Absorbió la plenitud de sus pechos, las duras puntas de sus
pezones, la suave curva de su vientre y la firmeza de sus largos muslos. Acarició el
trasero de Presley y la cabeza de Presley cayó hacia atrás con un suave gemido. El
vientre de Harper se tensó "Te deseo de nuevo en este momento"
"Quiero que me tomes ahora" Presley se quedó sin aliento "¿Tenemos tiempo?"
"10 minutos"
****
Harper se detuvo detrás del jeep de Flannery, apagó el motor y tomó la mano de
Presley "¿Cómo estás?"
Presley negó con la cabeza lentamente "He entrado sin vacilar a salas de reuniones
donde sabía que cada persona iba a dispararme, sin el más mínimo de los reparos. La
idea de entrar en esa cocina me llena de terror"
"En serio, Harper" Presley frotó los dedos de Harper con su pulgar "Esto es más
importante para mí que cualquier fusión, cualquier adquisición, que todo lo que he
logrado. Esto no es sólo acerca del Rivers. Esto es acerca de nosotras"
"No, no lo es" dijo Harper "Somos fuertes, sin importar lo que digas allí"
"Sé lo que significa tu familia para tí" Presley miró la granja con su majestuosa casa
solariega, los exuberantes campos verdes y el ancho río más allá de los árboles. Este
lugar era la piedra angular de Harper, pero la familia reunida en el interior, esperando
por ellas, era el corazón de donde ella sacaba su fuerza "Nunca querría interponerme
entre tú y ellos"
"No lo harás. Te lo prometo" Harper apretó su mano "Nunca llegaría a esto, pero si
tuviese que hacerlo, te elegiría a tí. Aquí y en cualquier lugar al que necesitásemos ir
para estar juntas. Te elegiría a tí"
"Le he tomado mucho cariño a éste lugar y por supuesto, hay un gallo que considerar"
dijo Presley con todo el amor que ardía en su pecho. Las lágrimas amenazaban por
salir nuevamente.
"No podríamos dejarlo" dijo Harper, limpiando con su pulgar las gotas que corrían por
las pestañas de Presley.
"¿Segura que primero no quieres escuchar lo que tengo que decir acerca del Rivers?"
Harper salió y corrió rodeando la parte delantera de la camioneta para tomar del brazo
a Presley cuando ella salió. Entrelazó sus dedos con los de Presley mientras
caminaban hacia la cocina. Todos estaban allí, Edward en la cabecera de la mesa,
Flannery a su izquierda, Carson a su derecha, Margie junto a Carson, Ida en el otro
extremo de la mesa. Dos sillas permanecían vacías… una a cada lado de Ida.
"Te amo" murmuró Harper, soltó su mano y tomó la silla vacía a la derecha de su
madre junto a Flann. Presley echó un vistazo a la silla que quedaba vacía junto a Ida.
Todos los ojos estaban sobre ella.
"Gracias" Presley se sentó y cruzó las manos delante de ella en la gran mesa de nogal.
Creía que sabía lo que iba a decir… tenía todos los datos y las cifras agrupadas, había
revisado toda la lógica, analizó las conclusiones, formuló todo en términos claros para
darlo a entender. Sentada aquí en esta mesa, ninguna de esas cosas parecía importar.
Se encontró con cada mirada expectante y se centró en Harper "Crecí creyendo que el
éxito era lo mismo que la felicidad. En mi familia, el éxito significa ganar en los
negocio, mayormente, pero cuando era más joven era todo...o nada…deportes,
premios académicos, distinción social. Mi hermano y yo competimos ferozmente”
Nadie dijo nada, pero la mirada tranquila y constante en los ojos de Harper le dio toda
la fuerza que necesitaba.
"Cuando llegué por primera vez aquí, creí comprender la situación en el Rivers. El
hospital es un caso perdido y lo ha sido durante mucho tiempo. La base de pacientes
está geográficamente dispersa, es pobre y con seguro insuficiente. El cierre de la
institución tiene sentido fiscal”
Flann refunfuñó y Harper le dio un codazo. Presley continuó… este era su campo y
ella gobernó sin dudarlo.
"Cuanto antes terminara aquí, más pronto podía regresar a Phoenix y concentrarme en
mi próxima batalla con mi hermano" aclaró su garganta "Mi padre se jubila y nos
avisó con tiempo, para que pudiésemos ser capaces de luchar entre nosotros por su
lugar. Hemos estado haciendo eso durante la mayor parte del año pasado" sonrió a
Harper y esperó que Harper pudiera ver lo mucho que le amaba "Eso fue lo único que
siempre quise… sabía que si podía demostrar que era digna, capaz de tomar su lugar,
tendría el respeto y el amor que he estado tratando de conseguir toda mi vida" se
inclinó sobre la mesa y Harper tomó su mano "Estaba equivocada y tuve que
enamorarme para entender eso"
Flann maldijo.
"Sin embargo…" dijo Presley, sin dejar de mirar a Edward "… si el Rivers adquiriere
bastante infusión de capital como para financiar el plan de Harper y ponerlo en
marcha para aprovechar el semestre de otoño y la próxima ronda de residentes, creo
que podríamos arreglar un subsidio federal que ayudaría a reforzar el hospital casi de
inmediato. Eso aliviaría la carga en el futuro"
Flann dijo "Creo que ya hemos determinado que no hay modo alguno de conseguir el
dinero"
"Flann…" espetó Harper "… ¿crees que podrías callarte y dejar que termine?"
"En realidad, es bastante común. El Hospital San Vicent en Manhattan, por ejemplo,
acaba de reabrir la sala de emergencias como un centro privado, así como una serie de
centros médicos en otros lugares. Los inversores del sector privado están dispuestos a
poner su dinero en los centros de atención de cuidados intensivos si el reembolso es
alto y hay rotación rápida de pacientes. Debido a que el Rivers se asocia físicamente
con la sala de emergencia, nuestros ingresos directos serían de beneficio. Como parte
de la construcción de la red de cuidados intensivos, SunView compraría una serie de
instalaciones de atención de urgencia, esencialmente creando una amplia red a donde
derivar a los pacientes”
Flann frunció el ceño "Eso sería una gran inversión por parte de SunView ¿Cómo
exactamente venderás eso?"
Carson dijo en voz baja "Si funciona, pero existe un riesgo considerable"
Presley se encogió de hombros "Le dije a Preston que él podría tener el lugar de mi
padre con mi apoyo si él votaba a mi favor sobre esta propuesta"
"Harper" dijo Presley suavemente "Eres una médico maravillosa, pero no sabes nada
de negocios"
"Puede que no sepa nada acerca de negocios, pero sí sé lo que significa renunciar a un
sueño"
"No era un sueño, era una ilusión" Presley sonrió "Además, como parte del paquete,
Preston ha garantizado mi autonomía… por escrito. Controlaré todos los intereses de
SunView en la costa este. Tendré mucho por hacer para mantenerme ocupada"
Edward dijo "Esto nos dará la oportunidad de mantener el hospital y cuidar de los
pacientes. No tenemos opción y es una buena solución. Haremos nuestra parte”
"Estoy segura de ello" Presley se echó hacia atrás, la tirantez entre sus omóplatos
señalaba lo nerviosa que había estado "Eso es todo lo que tengo ¿Alguien tiene alguna
pregunta?"
Presley le dio a Margie un rápido empujón de hombros "Sin duda alguna lo somos"
Ida se levantó "Todo el mundo tiene trabajo que hacer. Los espero a todos aquí de
regreso para la cena para que podamos celebrar adecuadamente”
"Totalmente" murmuró Presley "Te tengo a tí. Y tendre un montón de trabajo que
hacer”
Ida cruzó los brazos sobre su cintura "¿Supongo que ustedes dos finalmente han
solucionado sus problemas?"
“Supongo que eso es lo suficientemente pronto" Ida llenó una taza de café, se la
entregó a Presley y le besó en la mejilla "Bienvenida a la familia"
"Gracias" Presley tomó la taza y apoyó la cabeza en el hombro de Harper "No hay
otro lugar en el que preferiría estar"
FIN