Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Factres Amb. Que Infl-Prod - AVÍCOLA
Factres Amb. Que Infl-Prod - AVÍCOLA
Las aves de corral se encuentran entre los animales domésticos más adaptables y, existen
pocos lugares en el mundo donde las condiciones climáticas hacen imposible la explotación de un
efectivo aviar. A diferencias de otras especies de animales, las aves tienen mecanismos específicos
en la regulación de su ambiente que lo rodea. Las aves carecen de glándulas sudoríparas, a
excepción de glándula que se encuentra en el pigostilo, la cual produce una sustancia lubricante de
las plumas, que evita que se humedezcan al ponerse en contacto con el agua, encontrándose más
desarrollado en las aves acuáticas (palmípedas). Los principales factores ambientales que influyen
en el comportamiento de las aves son:
Temperatura.
Qureshi (2002), reporta que la producción avícola en la mayoría de los países en vías de
desarrollo se sitúan entre los 25 - 30ºC de latitud norte y al sur de la línea ecuatorial, por lo tanto se
ubican en una zona considerada como clima cálido, la cual posee una temperatura y humedad alta,
particularmente en los meses invierno, lo que produce grandes pérdidas con respecto a producción y
mortalidad.
Las gallináceas (aves de postura y pollos de carne), poseen una temperatura de 41ºC,
pueden adaptarse gradualmente a temperaturas mayores a 20-22ºC bajo algunas
circunstancias. Con temperaturas mayores a 25ºC pueden conducir a problemas de estrés por calor
y pérdida de producción y, más allá de los 30ºC incluso la muerte.
Por cada 1ºC de elevación en la temperatura corporal, el metabolismo del ave aumentará de
20-30%; a una temperatura de 28ºC, el apetito del ave disminuirá 12%. En caso de que además,
haya una alta humedad relativa adicional, la ingesta de alimento puede bajar hasta un 50% del
consumo normal.
· Temperatura ambiental óptima. Es de 18 °C, las pérdidas de calor por efecto del ambiente
son mínimas, la energía metabólica sirva para producir huevos y carne, con un mayor rendimiento
productivo.
· Temperatura critica inferior. Es de menos -10 °C, el ave utiliza todo el alimento para el
mantenimiento de la temperatura corporal, no hay producción.
· Temperatura crítica superior. A partir de los 24 °C, el ave empieza a sentir estrés calórico
que influye en forma negativa en la baja productividad.
· Temperatura letal. A. partir de los 30 °C, el ave muere por efecto del calor.
Sobre una temperatura de 33ºC y 50% de humedad relativa, los requerimientos energéticos
permanecen bastante constantes y gran cantidad de Energía Metabolizable se usa para disipar e
exceso de calor.
Al margen del tipo de galpón avícola usado en zonas cálido, se necesitan algunas
precauciones y medidas adicionales para evitar el estrés por calor y las pérdidas de producción
asociadas. Además, del uso de sistemas de control del ambiente, se debe pensar en factores tales
como: edad del ave, densidad de los lotes, duración del período cálido, carga de calor radiante,
temperatura del agua de bebida y nutrición, etc. Ya que todos éstos factores juegan un papel vital
bajo las circunstancias climáticas cálidas. En los Cuadros 10 y 11 se observan algunos efectos en la
ingesta de alimento y de agua en las aves, (Qureshi, 2002).
Durante la estación cálida, el consumo de agua puede aumentar por sobre 4 veces el nivel
normal, causando fecas demasiado líquidas y otros problemas de la cama. Esto crea la condición
favorable para una infestación de coccidiosis o incluso coriza infecciosa. El suministro de agua fría o
aún helada es muy útil para disminuir los efectos negativos del estrés por calor.
El ave como todo animal de sangre caliente necesita de ciertos mecanismos para regular su
temperatura, dentro de los cuales tenemos:
· Consumo de agua.
Edad. Los pollos al no tener la capacidad de controlar su temperatura interna como un ave
adulta mediante el centro del control del calor que se encuentra ubicado en el hipotálamo, se le debe
proporcionar una temperatura de 32°C mínimo en el medio donde se explota, por medio de una
criadora, para ir posteriormente reduciendo en 3°C por semana.
Sexo. En los planteles de reproductores el macho realiza más ejercicio sexual que la hembra,
produciéndose una mayor pérdida de nutrientes (energía, proteína, etc.). Por lo tanto se debe
compensar el aporte de esos nutrientes en las dietas alimenticias.
Producción. Las aves que se encuentran en producción tienen mayor desgaste de nutrientes
(energía, proteína, calcio, fósforo, etc.) en comparación con la aves improductivas como el caso de
las gallinas cluecas, razón por la cual hay que proporcionar los nutrientes necesarios en la cantidad
recomendada en los manuales de nutrición de acuerdo a su etapa fisiológica.
Movimiento. Esta dado por el tipo de explotación. Aves criadas en piso tienen mayor
desgaste de energía en relación a las explotadas en batería.
Capítulo 5:
Este factor no es tan peligroso como es la temperatura, las aves están en la capacidad de
soportar rangos de fluctuación muchos más amplios entre un 60 a 70% de humedad relativa,
generalmente llegando hasta un 80% o más. La humedad de un galpón esta dado por:
a. Control de la humedad.
Se realiza eliminando las heces fecales con mayor frecuencia, regular bien el funcionamiento
de los bebederos y evitando alimentos muy higroscópicos.
Las deyecciones poseen el 70 al 80% de agua, dependiendo del tipo de alimento, siendo
mayor en alimentos fibrosos y los que tienen alto contenido energético como la melaza. En
explotaciones en piso la humedad es absorbida por la cama o yacija, aportando una mínima cantidad
del aire. En las explotaciones en jaula la humedad que aportan las heces es alrededor del 80%,
aumentándose cuando hay mayores temperaturas.
De ahí la necesidad de eliminar las heces periódicamente para poder controlar humedad,
cada 15 días o máximo cada mes, de acuerdo con la disponibilidad de mano de obra. Las heces
constituyen el 20 a 30 % del alimento que consumen., en los pollos de carne puede llegar al 90% en
las últimas semanas, siendo necesario camas de mayor altura y remover en forma continua.
Cuando aumenta la humedad de un galpón mediante la evaporación de los pulmones del ave
y la temperatura es baja, el ave puede sobrevivir, pero puede producirse problemas respiratorios.
Cuando la humedad es baja y la temperatura es alta hasta, el ave puede sobrevivir. Pero
cuando la humedad es alta y la temperatura es alta el ave muere por problemas respiratorios. Se
puede apreciar la presencia de jadeo a partir de los 26 °C.
Capítulo 6:
En tanto que el amoníaco (NH3), es producto de la descomposición del ácido úrico de las
heces fecales de las aves por las bacterias en las camas húmedas de los
galpones. Concentraciones de amoníaco mayores de 20 ppm (partes por millón) provocan en las
aves una gran susceptibilidad a las enfermedades respiratorias y afecta al crecimiento de las pollas y
los pollos, desequilibrando la conversión alimenticia.
a. Anhídrido carbónico
Cuando la concentración llega al 30% en el aire se dice que es letal para las gallinas, la cual
es muy difícil que se produzca, pero si encontramos concentraciones de 4 a 5%. La forma como se
controla es mediante la ventilación del interior del galpón.
b. Amoníaco
Este es uno de los factores más importante a tomar en consideración en explotación avícola,
más que el anhídrido carbónico y se mide en partes por millón (ppm). Es producido por las
deyecciones y la descomposición de la yacija.
Esta concentración puede aumentar cuando las camas son excesivamente húmedas, también
cuando se están explotando con una excesiva densidad por metro cuadrado.
Capítulo 7:
Este sistema cuenta con instalaciones principales y accesorias donde se alojan las aves para
encontrar refugio en los días calurosos, lluviosos y en la noche la protección de las corrientes de
aire. En la superficie de terreno a más del ejercicio previene en parte la aparición de enfermedades
respiratorias, que son tan comunes en las aves mantenidas permanentemente en reclusión.
El terreno debe ser de preferencia arenoso para facilitar la percolación del agua lluvia con una
ligera inclinación. Se debe considerar la protección de los vientos predominantes de la región en que
se instale el galpón y, se lo hará con la siembra de árboles de hojas caducas, que permitan la
entrada de los rayos del sol en el invierno y por otra parte proteger a las aves en los meses de la
época seca.
La extensión de la superficie de manejo dependerá del número de aves que se explote, pero
se debería considerar una densidad de 3 a 4 aves por metro cuadrado; dividiendo en tres o cuatro
lotes (López, 1994).
La dimensión de la superficie de terreno deberá ser tres veces más grande que la del
galpón. La forma cuadrada es la más económica y de fácil distribución de las instalaciones,
reduciendo los costos del alambrado del perímetro.
Figura 3. Distribución de un Sistema Semi-intensivo
La altura del alambrado puede variar de acuerdo con la raza, tipo y peso de las aves:
La construcción de galpones para sistemas intensivos se realiza con la finalidad de lograr una
mayor eficiencia en las aves para la producción de huevos, producción de carne, reproductores, etc.
· Elaboración de un proyecto
Capítulo 8:
Construcción de Galpones o Cobertizos Avícolas. Factores a considerar (1/2)
1. Ubicación
Los galpones avícolas deben ser ubicados principalmente en lugares donde existan:
Agua potable
· Teléfono, etc.
Los terrenos arenosos son los mejores para la ubicación de los galpones avícolas ya que por
ser secos permiten un mayor drenaje del agua y una mayor absorción de la humedad.
2. Orientación
La orientación de los galpones en la sierra se lo hará de Norte a Sur, en tanto que para la
costa de Este a Oeste. Es uno de los puntos más importantes a tomar en consideración, ya que de
ello dependerá la ventilación, humedad, concentración de anhídrido, concentración de amoníaco y
una buena iluminación.
Figura 5. Orientación del galpón de acuerdo a la zona geográfica
Los lugares que provean de materiales que tiene una alta resistencia al paso del calor
(madera, caña, hojas de cade, paja toquilla, hojas de bijao, etc.), son los más apropiados debido a
que permiten la construcción de galpones más frescos y ventilados. Estos materiales vegetales se
emplean sobre todo en las cubiertas, las paredes y el piso de los galpones avícolas.
El aislamiento correcto produce una temperatura más uniforme y alojamientos más frescos en
verano y más cálidos en invierno y aporta una substancial economía de combustible.
El área circundante al galpón deberá estar rodeada de árboles para que exista un microclima
que permita un adecuado cambio de aire, es decir, el reemplazo del aire vaciado por el aire fresco.
La distancia mínima para que no haya vegetación es de 8 metros, para permitir una buena
ventilación, pero sin crearse corrientes de aire que son muy perjudiciales para la salud de las aves.
La buena ventilación de los galpones se refleja en el ahorro del alimento y contribuye a obtener una
buena producción.
La ventilación: