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Protocolo de atención en salud mental

a personas afectadas por desastres


Ministerio de Salud Pública
y Asistencia Social
Programa Nacional de Salud Mental
Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social
Programa Nacional
de Salud Mental

PROTOCOLO DE ATENCIÓN EN
SALUD MENTAL A PERSONAS
AFECTADAS POR DESASTRES
Protocolo de atención en salud mental a
personas afectadas por desastres
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social
Programa Nacional de Salud Mental
2007

© Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social


© Programa Nacional de Salud Mental

Impreso en Guatemala

Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social


Lic. Alfredo Privado Medrano
Ministro de Salud Pública
Dra. Amelia Flores
Viceministra Técnica
Dr. Julio Cesar Valdez Díaz
Viceministro Administrativo
Lic. Mauricio Rodríguez Weber
Viceministro Hospitalario
Ing. Manuel Enrique Lezana Minera
Director General
Regulación-Vigilancia y Control de la Salud
Dr. Edgar Méndez Gordillo
Jefe del Departamento de Regulación de los
Programas de Atención a las Personas
Dra. Alejandra Flores
Coordinadora
Programa Nacional de Salud Mental
Asesoría Financiera:
Programa de Apoyo al Proceso de Paz y Conciliación Nacional ( PCON ).
Cooperación Técnica Alemana ( GTZ ).
Organización Panamericana de la Salud ( OPS ).
Producción editorial:
F&G Editores
31 avenida “C” 5-54, zona 7, Colonia Centro América
Guatemala, Guatemala
Telefax: (502) 2433 2361 y (502) 5406 0909
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Derechos reservados por el autor, prohibida su reproducción


parcial o total por cualquier medio, sin autorización por escrito
del editor.

Guatemala, marzo de 2007


Consultores
Dra. Elena Alejandra Ortiz Flores
Dr. José Antonio Flores

Equipo de Validación Protocolo Desastres


Validación Protocolo Desastres Externa
Lic. Jordi Arjo, PNUD
Licda. Nieves Gómez, Coordinadora Proyecto ECAP
Licda. Marina Villagrán, Coordinadora Maestría PS. So. Y V.P
Licda. Judith Erazo, Directora ECAP
Dra. Sonia Anckermann, Consultora
Dr. Víctor López, Consultor
Lic. Josué Mancilla, Psicólogo Peten Suroccidental Sayaxché
Validación Protocolo de Desastres Interno
Dra. Alejandra Flores Gularte, Coordinadora PNSM
Dra. Alejandra Ortiz Flores, PNSM
Licda. Marline Paz, PNSM
Licda. Magdalena Chocoj, PNSM
Dr. Bayron Dardón, Coordinador Comité de Desastres Hospital
Nac. Salud Mental.
Lic. Josué Mancilla, Psicólogo DAS Peten Suroccidental Sayaxché
Lic. Dennis Mayen, Psicólogo DAS Suchitepéquez
Dra. Virginia Ortiz, Hospital Nac. San Juan de Dios
Dr. Werner Figueroa, Jefe del Depto. de SIGSA
CONTENIDO

P RESENTACIÓN
11

I NTRODUCCIÓN
13

C APÍTULO I
M ARCO LEGAL

Constitución política de
la república de Guatemala / 15
Código de salud de Guatemala / 16
Políticas de salud 2004-2008 / 17
Derechos humanos en
situaciones de desastre / 18

C APÍTULO II
M ARCO CONCEPTUAL

Definición de riesgo
para la salud mental / 25

–9–
10 Programa Nacional de Salud Mental

Características del riesgo / 26


Amenaza (o peligros) / 27
Las vulnerabilidades / 29
Confusión entre pobreza y vulnerabilidad / 33
Gestión de riesgo / 33
Definición de desastre / 37
Fases del desastre / 38

C APÍTULO III
P ROTOCOLO DE ABORDAJE PSICOSOCIAL
A PERSONAS AFECTADAS POR DESASTRES

Aspectos psicosociales y emocionales en las


etapas de los desastres / 39
¿Por qué es importante la atención psicosocial y
emocional en situaciones de desastre? / 49
Técnicas grupales para brindar
primeros auxilios psicológicos / 51
Procedimiento / 52
Efectos del desastre en grupos específicos de
población (más vulnerables) / 75
Reacciones emocionales más frecuentes en
los grupos intervinientes / 84

A NEXOS
87

Trastornos permanentes / 89
Instrumento diagnóstico.
Cuestionario ilustrado de síntomas / 100

B IBLIOGRAFÍA
111
Protocolo de atención en salud mental... 11

PRESENTACIÓN

Guatemala es un país vulnerable a sufrir desastres,


por lo que estar preparados es indispensable para
poder implementar acciones que permitan minimi-
zar los desastres posteriores Si bien la coordinación
con otros sectores e instituciones es vital, el abordaje
de salud debe garantizarse desde la prevención,
a través de la identificación de los factores de
riesgo y protectores físicos y mentales, así como
atención y rehabilitación a toda la población con
énfasis en los grupos vulnerables.
La experiencia del Ministerio de Salud Pública
y Asistencia Social ha permitido identificar la
carencia de un enfoque integral hacia los desastres,
especialmente en salud mental, momentos en que
la ayuda en todos los ciclos de vida es necesaria,
ya que estos sucesos causan alteraciones intensas
en la vida de las personas, los bienes, los servicios
y el medio ambiente excediendo muchas veces la
capacidad de respuesta de la comunidad afectada.
Si bien es cierto que las intervenciones iníciales
son vitales para la seguridad física válidas para
el proceso en que se dan los desastres, es importante
no olvidar que se tienen que medir las implicaciones

– 11 –
12 Programa Nacional de Salud Mental

emocionales que llegan a crear estados emocionales


que se dan a corto, mediano y largo plazo, afectando
la salud mental, individual, familiar y comunitaria,
dejando secuelas profundas al no contar con estra-
tegias reales para su abordaje.
Se ha construido a través de procesos de valida-
ción dentro y fuera del Sector Salud, Organismos
Internacionales y de la Sociedad Civil, el siguiente
Protocolo de Atención en Salud Mental a personas
afectadas por desastres, el cual fortalecerá los
procesos resolutivos a nivel nacional así mismo
brindará acciones efectivas y eficaces para el
abordaje de la prevención, tratamiento y rehabilita-
ción de los desastres naturales y provocados.

Lic. Alfredo Antonio Privado Medrano


Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social
Protocolo de atención en salud mental... 13

INTRODUCCIÓN

El protocolo persigue proporcionar a los trabajado-


res de salud, principalmente al personal que trabaja
en salud mental, los pasos para el apoyo psicosocial
y emocional a las personas que fueron afectadas
o son vulnerables a los desastres. 1
Los desastres no sólo producen efectos físicos,
los efectos emocionales que provocan, pueden
evidenciarse a corto, mediano y largo plazo. Existe
la percepción tradicional de que los desastres son
sinónimo de eventos externos de la naturaleza,
que son inevitables, inesperados y que la única
posición que le queda al ser humano es la prepara-
ción para situaciones de “emergencia”, la “atención
del desastre” y enfrentar la posterior recuperación
y reconstrucción. 2

1. Un desastre es definido como el estado de calamidad


debido a la manifestación de una amenaza, que causa
grandes alteraciones en las personas, graves trastornos
en la población, sus obras, su organización y su ambiente,
superando la capacidad de respuesta del área afectada.
2. Gisela Gellert, Red de Estudios Sociales en Preven-
ción de Desastres en América Latina, presentación en el
PNSM , 2006.

– 13 –
14 Programa Nacional de Salud Mental

Es decir se transmite la idea de una sociedad


“impotente” frente a las “fuerzas extremas de la
naturaleza” y de esta manera se fomenta la percep-
ción fatalista frente a la problemática. En otras
palabras inculpando a la naturaleza, lo que significa
que se percibe al hombre solamente como víctima
de los desastres, y no como sujeto activo para
transformar esta realidad, como también en la
construcción de riesgos, que propician la ocurrencia
de los desastres y la magnitud de sus impactos.
Sabiendo que la población guatemalteca
históricamente es vulnerable 3 y que constantemen-
te vive en amenaza, 4 consideramos que es impor-
tante dar respuesta, a través del Programa Nacional
de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública
y Asistencia Social a las necesidades en salud
Mental, derivadas de un desastre.
Los equipos de salud mental han iniciado un
proceso de fortalecimiento de sus capacidades,
para el abordaje de estas situaciones, ya que se ha
evidenciado el poco reconocimiento a la salud
mental, como parte integral de la salud física que
es lo primero que la población reconoce, dejando
olvidada su salud mental.

3. La vulnerabilidad es la susceptibilidad de ser


lesionado o dañado, es también la debilidad, incapacidad
o dificultad para evitar resistir, sobrevivir o recuperarse
en caso de desastre.
4. Amenaza es el hecho o peligro inminente que da
como consecuencia un mal.
Protocolo de atención en salud mental... 15

CAPÍTULO I
MARCO LEGAL

C ONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LA REPÚBLICA DE G UATEMALA

Artículo 58.— Identidad cultural. Se reconoce el


derecho de las personas y de las comunidades a
su identidad cultural de acuerdo a sus valores, su
lengua y sus costumbres.
Artículo 66.— Protección a grupos étnicos.
Guatemala está formada por diversos grupos étni-
cos entre los que figuran los grupos indígenas de
ascendencia maya. El estado reconoce, respeta y
promueve sus formas de vida, costumbres, tradicio-
nes, formas de organización social, el uso del
traje indígena en hombres y mujeres, idiomas y
dialectos.
Artículo 93.— Derecho a la salud. El goce de
la salud es derecho fundamental del ser humano,
sin discriminación alguna.
Artículo 94.— Obligación del Estado, sobre la
salud y asistencia social. El Estado velará por la
salud y la asistencia social de todos los habitantes.
Desarrollará, a través de sus instituciones, acciones

– 15 –
16 Programa Nacional de Salud Mental

de prevención, promoción, recuperación rehabilita-


ción, coordinación y las complementarias pertinen-
tes a fin de procurarles el más completo bienestar
físico, mental y social.
Artículo 98.— Participación de las comunida-
des en programas de salud. Las comunidades
tienen el derecho y el deber de participar activa-
mente en la planificación, ejecución y evaluación
de los programas de salud.

C ÓDIGO DE SALUD DE G UATEMALA

“Artículo 1.— Del derecho a la salud. Todos los


habitantes de la República tienen derecho a la
prevención, promoción, recuperación y rehabilita-
ción de su salud, sin discriminación alguna.
Artículo 2.— Definición. La salud es un produc-
to social resultante de la interacción entre el nivel
de desarrollo del país, las condiciones de vida de
las poblaciones y la participación social, a nivel
individual y colectivo, a fin de procurar a los
habitantes del país el más completo bienestar
físico, mental y social.
Artículo 4.— (Reformado por el artículo 1 del
Decreto Número 53-2003, del Congreso de la
República). Obligación del Estado.
El Estado, en cumplimiento de su obligación
de velar por la salud de los habitantes y mantenien-
do los principios de equidad, solidaridad y subsi-
diariedad, desarrollará a través del Ministerio de
Salud Pública y Asistencia Social y en coordinación
con las instituciones estatales, entidades descentra-
lizadas y autónomas, comunidades organizadas
y privadas, acciones de promoción, prevención,
Protocolo de atención en salud mental... 17

recuperación y rehabilitación de la salud, así como


las complementarias pertinentes, a fin de procurar
a los guatemaltecos el más completo bienestar
físico, mental y social.
Artículo 6.— Información sobre salud y servi-
cios. Todos los habitantes tienen en relación con
su salud, el derecho al respeto a su persona,
dignidad humana e intimidad, secreto profesional
y a ser informados en términos comprensibles
sobre los riesgos relacionados con la pérdida de
la salud y la enfermedad y los servicios a los
cuales tienen derecho.”

P OLÍTICAS DE SALUD 2004-2008

1. Fortalecimiento del papel rector del Ministerio


de Salud Pública y Asistencia Social.
2. Satisfacción de las necesidades de salud de la
población guatemalteca mediante la entrega
de servicios de salud con calidad, calidez,
equidad y con enfoque intercultural y de género
en los diferentes niveles de atención.
3. Fortalecimiento del proceso de desconcentra-
ción y descentralización de las competencias,
responsabilidades, recursos y poder de decisión
a las áreas de salud y hospitales.
4. Adquisición y provisión de insumos en forma
oportuna para el desarrollo de acciones de
promoción, prevención, recuperación y rehabi-
litación de la salud.
5. Modernización del sistema de gestión adminis-
trativo-financiero y de planificación del Minis-
terio de Salud Publica y Asistencia social como
18 Programa Nacional de Salud Mental

elemento básico de apoyo a la prestación de


servicios de salud.
6. Fortalecimiento del desarrollo y administración
de los recursos humanos en salud.
7. Promoción de acciones de apoyo al saneamien-
to del medio que mejoren la calidad de vida
de la población.
8. Protección a la población de los riesgos
inherentes al consumo y exposición de alimen-
tos, medicamentos y sustancias nocivas a la
salud.

D ERECHOS HUMANOS EN
SITUACIONES DE DESASTRE

Todas y todos somos importantes, tenemos un


valor incalculable y merecemos respeto, sin impor-
tar la situación en la que nos encontremos.

Derechos humanos

“Son atributos, facultades, prerrogativas (pri-


vilegios), que se reflejan en normas, principios
y valores propios de la dignidad de todos los
seres humanos sin importar su nacionalidad,
raza, sexo, religión, ideología política, condición
social o cualquier diferencia que los distinga.
Permiten orientar el comportamiento de la perso-
na en sociedad e implican obligaciones a cargo
del Estado ya que éste es el responsable de
protegerlos, promoverlos, respetarlos y garanti-
zarlos”.
Protocolo de atención en salud mental... 19

Clasificación de los derechos humanos

● Derechos de libertad: derechos civiles y políti-


cos.
● Derechos de igualdad material: derechos eco-
nómicos, sociales y culturales.
● Derechos de solidaridad: derechos de los pue-
blos.
● Derechos de grupos específicos: mujeres, la
niñez y juventud, los pueblos indígenas, las
personas con alguna discapacidad, minorías
étnicas, religiosas o lingüísticas, consumidores,
así como trabajadores migratorios y sus fami-
liares.

Derecho a la protección del Estado

● El Estado, directamente o a través de los orga-


nismos de socorro nacionales e internacionales
y de otras instituciones con fines similares,
debe otorgar sin distingos de ninguna especie,
la protección que requiere la población afecta-
da, mientras recupera las condiciones que les
permitan satisfacer por sus propios medios
sus necesidades esenciales.
● Dicha protección se concreta en el suministro
de albergue, alimentación, vestido, atención
médica y psicológica, recreación y seguridad
para sí mismos y para sus bienes (incluyendo
los bienes colectivos que forman parte del
patrimonio cultural de la comunidad), todo
lo anterior teniendo en cuenta las particularida-
des culturales de cada comunidad afectada.
20 Programa Nacional de Salud Mental

Derecho a la información

● Conocer de manera adecuada, oportuna, clara,


precisa y veraz, la información disponible
sobre aspectos tales como:
● Los fenómenos que desencadenaron la situa-
ción de desastre, su naturaleza, sus consecuen-
cias actuales y potenciales, etc.
● Su propia situación de vulnerabilidad frente
a dichos fenómenos y los riesgos que de la
misma se puedan derivar.
● Información necesaria para que las comunida-
des y sus líderes puedan tomar, la decisión de
ser evacuados de una zona de amenaza inmi-
nente y alto riesgo, o la decisión de permanecer
bajo su responsabilidad en dicha zona en contra
de las advertencias e instrucciones de las autori-
dades. Y qué planes de prevención, de contin-
gencia, de emergencia, de recuperación y de
reconstrucción existentes, los recursos disponi-
bles o previstos se lleven a cabo.

Derecho a la participación

● Tienen derecho a una participación directa,


activa, decisoria y eficaz en todas las etapas
del proceso, desde aquellas previas a la ocu-
rrencia del evento desencadenante (cuando
haya lugar a ello, como en el caso de las
alertas previas a huracanes o erupciones volcá-
nicas), hasta las etapas de emergencia, recupe-
ración, reconstrucción y posterior desarrollo
de la región afectada y de sus habitantes.
Protocolo de atención en salud mental... 21

Derecho a la integralidad de los procesos

● Los procesos tendientes a su recuperación,


reconstrucción y posterior desarrollo, serán
concebidos con carácter integral y con sentido
humano, social, económico, ambiental, cultu-
ral, y emocional para no centrarse sólo en la
reconstrucción de la infraestructura física.

Derecho a la diversidad

● Se debe respetar las particularidades culturales


de cada actor y sector social en las distintas
etapas y expresiones de los procesos que surjan
como consecuencia del desastre, lo cual incluye
las necesidades específicas de los sectores
más vulnerables de la comunidad (niños, ancia-
nos, enfermos, discapacitados, etc.).

Derecho a la perspectiva de género

● En las distintas etapas y expresiones de los


procesos, se garantizará la participación deci-
soria de las mujeres, de manera tal que sus
puntos de vista, sus propuestas, sus necesida-
des, sus aspiraciones y su potencial, sean teni-
dos en cuenta en la dirección, planeación,
ejecución, control y evaluación de dichos
procesos.
22 Programa Nacional de Salud Mental

Derecho a la autogestión

● En las distintas etapas y expresiones de los


procesos, se debe respetar y fortalecer la capaci-
dad de decisión, gestión y autogestión de los
distintos actores locales, tanto gubernamen-
tales como no gubernamentales.

Derecho de prioridad

● Las acciones y procesos tendientes a restituir


su autonomía y su capacidad de gestión pérdida
o reducida como consecuencia del desastre,
sean atendidos con carácter prioritario frente
a los intereses y objetivos de sectores políticos,
o de sectores económicos o sociales no afecta-
dos, así pertenezcan a la misma región.

Derecho a la continuidad de los procesos

● La continuidad de los procesos tendientes a


su recuperación y reconstrucción, y a la asigna-
ción de los recursos necesarios para adelantar-
los, por encima de la duración de los periodos
de las autoridades locales, regionales o naciona-
les, lo cual significa que dichos procesos deben
tener carácter de programas de Estado y no
de programas de Gobierno.

Derechos frente a los medios de comunicación:

● Que los medios de comunicación respeten la


intimidad de la población afectada, para que
Protocolo de atención en salud mental... 23

no las conviertan en motivo y oportunidad


para el sensacionalismo, y a que los medios
cumplan el papel de facilitadores de los proce-
sos de comunicación entre las comunidades
afectadas y las autoridades o actores y sectores
sociales de distinto nivel que intervienen o
vayan a intervenir en los procesos.

Derecho a la participación de la naturaleza

● Las personas y comunidades afectadas por


desastres, al igual que los ecosistemas con los
cuales éstas interactúan, tienen derecho a que
la voz de la naturaleza sea escuchada en la
toma de las decisiones que determinarán el
rumbo de los procesos de recuperación, recons-
trucción y desarrollo, de manera tal que los
mismos avancen hacia la construcción de unas
relaciones sostenibles entre las comunidades
y su entorno.

Derecho a la prevención

● Las personas y comunidades afectadas por


desastres, al igual que los ecosistemas con los
cuales éstas interactúan, tienen derecho a que
en los procesos, planes y programas tendientes
a su recuperación, reconstrucción y desarrollo,
se incorpore el concepto de prevención de
nuevos desastres, mediante la herramienta
de la gestión del riesgo, a través de la cual se
busca el manejo adecuado de las amenazas y
la mitigación de los factores de vulnerabilidad,
24 Programa Nacional de Salud Mental

de manera que ni la dinámica de la naturaleza


se convierta en un desastre para las comuni-
dades, ni la dinámica de éstas en un desastre
para los ecosistemas.
Protocolo de atención en salud mental... 25

CAPÍTULO II
MARCO CONCEPTUAL

D EFINICIÓN DE RIESGO
PARA LA SALUD MENTAL

Ningún desastre puede suceder sin la previa exis-


tencia de una situación de riesgo.
El riesgo no solo permite la ocurrencia del
desastre, sino determina también la dimensión
de sus impactos.
En consecuencia, el riesgo se convierte en el
elemento sustancial para:
1. Entender cómo se “construyen los desastres”
y
2. Determinar los elementos (o procesos) sobre
los cuales debemos incidir para evitar la ocu-
rrencia de un desastre o reducir por lo menos
sus efectos. 5

Es una medida que refleja la probabilidad de


que se produzca un daño a la salud física y mental.

5. Gestión de riesgo, Facultad de Ciencias Médicas,


Área de Salud Pública, 2006.

– 25 –
26 Programa Nacional de Salud Mental

Probabilidad

Es la medida de algo incierto. Por ejemplo,


cuando hablamos sobre el riesgo de que algo
suceda nos estamos refiriendo a la probabilidad
de que el evento (desastre) se produzca. 6

El riesgo en situaciones de
desastre para la salud mental

El riesgo para salud mental en situaciones de


desastre, es la probabilidad de daños emocionales,
interpersonales y conductuales, que sufre un grupo
de personas que han sido expuestos a daños
sociales, ambientales y económicos (desastre)
durante un tiempo de exposición determinado. 7

C ARACTERÍSTICAS DEL RIESGO

El riesgo es dinámico y cambiante (es un proceso).


El riesgo es diferenciado (en términos territo-
riales y sociales).
El riesgo tiene carácter social (interacción conti-
nua y permanente entre seres humanos y su entor-
no).
El riesgo es subjetivo ya que es percibido de
diferente manera según variadas condiciones de
vida o de producción.

6. Taller sobre Manejo de Desastres, Médicos Sin


Fronteras, 1997.
7. Alejandra Ortiz Flores, Programa Nacional de
Salud Mental, 2006.
Protocolo de atención en salud mental... 27

El riesgo tiene su manifestación más visible a


través de los desastres “grandes”, asociados con
extremos de la naturaleza, como terremotos, hura-
canes, erupciones volcánicas, etc.
Sin embargo, el riesgo no se expresa solamente
en grandes eventos con altas pérdidas, sino en
múltiples y numerosos eventos casi diarios, que
en suma provocan más daños humanos y materiales
que los grandes que dominan la atención de la
prensa, de los gobiernos y las organizaciones
humanitarias. Lo que domina hoy día el escenario
de riesgos presentes en nuestro país, son los peque-
ños desastres, como una antesala para eventos
mayores como ejemplo la tormenta tropical Stan.

A MENAZA ( O PELIGROS )

Es el hecho, o peligro inminente que da como


consecuencia un mal, afectando la salud integral
(física-mental).
Ya que es la probabilidad de que un fenómeno,
de origen natural o humano, que provoca daños y
pérdidas, en un determinado tiempo y espacio,
mientras exista una sociedad vulnerable frente a
la amenaza, cuya acción pone en peligro a las
personas, su organización, sus obras y su ambiente.
Las amenazas pueden ser de cuatro tipos:
● Las amenazas naturales tradicionalmente se
clasifican en cuatro tipos:
▲ De origen geotérmico, como sismos, activi-
dad volcánica, desplazamientos verticales
y horizontales de porciones de la tierra, y
los tsunamis o maremotos;
28 Programa Nacional de Salud Mental

▲ De origen geomórfico (geodinámico pro-


pios de la tierra) fenómenos como los desli-
zamientos y avalanchas, hundimientos y
la erosión terrestre y costera;
▲ De origen meteorológico o climático, hura-
canes, tormentas tropicales, tornados,
trombas, granizadas, sequías, tormentas
de nieve, oleajes fuertes, incendios espontá-
neos;
▲ De origen hidrológico (agua), desborda-
mientos, anegamientos y agotamiento de
acuíferos.
● Amenazas antrópico–tecnológicas. Son aquellas
que se derivan de actividades potencialmente
peligrosas o de la existencia de instalaciones
u obras de infraestructura que encierran peligro
para la seguridad ciudadana. La mayoría de
estas amenazas tecnológicas se concretan a
través de “accidentes” que, por los impactos
que tengan, pueden convertirse en verdaderos
desastres.
● Casi todos ellos dan origen también a amenazas
“secundarias” de tipo antrópico-contaminantes. 8
● Y la nueva categoría de amenazas socio-naturales:
ya que existe la tendencia de que la mayoría
de las amenazas naturales se están volviendo
menos “naturales”. En este sentido están las
amenazas que toman la forma de amenazas
naturales y, de hecho, se constituyen sobre
elementos de la naturaleza, sin embargo su
concreción es producto de la intervención

8. Por ejemplo, un fuerte terremoto que desata explo-


siones e incendios, causando el escape de materiales
tóxicos al ambiente.
Protocolo de atención en salud mental... 29

humana, en los ecosistemas y ambientes natu-


rales. Es producto de la intersección de la
sociedad con la naturaleza. 9

L AS VULNERABILIDADES 10

Comprenden características de la sociedad que


precondicionan o hacen sectores, grupos, familias
o individuos susceptibles a sufrir pérdidas y a
encontrar dificultades para recuperarse de éstas.
Es una condición eminentemente social, pro-
ducto de los procesos y formas de cambio y transfor-
mación de la sociedad, y explicada en gran parte

9. Por ejemplo: la destrucción cuencas y la deforesta-


ción contribuyen a un aumento de inundaciones, desliza-
mientos y sequías. La urbanización sin infraestructuras
adecuadas para el trabajo pluvial genera inundaciones
urbanas. El corte de manglares en las costas contribuye a
la erosión costera y al impacto negativo de las tormentas
y huracanes.
10. Aumenta la vulnerabilidad: cuando por una u
otra razón perdemos nuestra identidad y nos alejamos de
nuestra cultura; cuando la carencia de recursos nos obliga
a ocupar terrenos a las orillas de los ríos, o en humedales
desecados, o en laderas empinadas, que nunca deberían
haber sido ocupados; cuando en el afán de obtener mayores
beneficios económicos —con miras al mercado o a la
mera subsistencia— explotamos los ecosistemas más allá
de su capacidad de carga; cuando no somos capaces de
organizarnos y de actuar en función de intereses compar-
tidos, sino que nos supera el egoísmo; cuando el Estado
no es un servicio público al servicio de la comunidad
entera, sino un botín de guerra, al servicio de unos pocos;
cuando la educación no nos permite entender la realidad
inmediata como la principal fuente de aprendizaje, sino
que nos aleja de ella.
30 Programa Nacional de Salud Mental

por el acceso diferenciado a recursos económicos,


sociales, organizacionales y de poder. 11
Las vulnerabilidades tienen expresiones:
● En los niveles económicos y de bienestar de la
población.
● En los niveles de organización y educación.
● En sus características culturales e ideológicas.
● En términos de su localización en el territorio.
● Con el manejo de su medio ambiente y recursos
naturales.
● En las características y la resiliencia de sus
estructuras habitacionales y productivas.

Componentes principales
de la vulnerabilidad

● La vulnerabilidad física o localizacional. Se refiere


a la localización de la población en zonas de
amenaza; en parte, por la pobreza y la falta de
opciones para una ubicación menos riesgosa
y, en parte, debido a la alta productividad
(particularmente agrícola) de un gran número
de estas zonas (faldas de volcanes, zonas de
inundación de ríos, etc.), lo cual tradicional-

11. Ejemplo: La vulnerabilidad física de las instalacio-


nes sanitarias (hospital, clínica médica, centro de salud,
oficinas administrativas, etc.), si están ubicadas cerca de
volcanes, cuando la construcción en sí no es adecuada o
hubo una falta de mantenimiento. Vulnerabilidad social,
cuando encontramos sitios de hacinamiento de la población,
presencia de personas de mayor vulnerabilidad como
ancianos, mujeres embarazadas, personas con enfermeda-
des crónicas, niños, personas minusválidas.
Protocolo de atención en salud mental... 31

mente ha motivado un poblamiento de las


mismas.
● La vulnerabilidad económica. Existe una relación
inversa entre ingresos percápita y el impacto
de los fenómenos físicos extremos. Es decir,
la pobreza aumenta el riesgo de desastre.
Más allá del problema de ingresos, la vulnerabi-
lidad económica se refiere, de forma a veces
correlacionada, al problema de la dependencia
económica nacional, la ausencia de adecuados
presupuestos públicos nacionales, regionales
y locales, la falta de diversificación de la base
económica, etc.
● La vulnerabilidad social. Referente al bajo grado
de organización y cohesión interna de comuni-
dades bajo riesgo, que impide su capacidad
de gestión.
● La vulnerabilidad política. Se refiere a condicio-
nes, como el alto grado de centralización en la
toma de decisiones y en la organización guber-
namental; la debilidad de autonomía de deci-
sión regional, local y comunitaria, lo cual
impide una mayor adecuación de acciones a
los problemas sentidos en estos niveles territo-
riales.
● La vulnerabilidad técnica (o estructural). Referente
a las inadecuadas técnicas de construcción de
edificios e infraestructura utilizadas en zonas
bajo amenazas.
● La vulnerabilidad ideológica. Referente a la forma
en que los hombres conciben el mundo y el
medio ambiente que habitan y con el cual
interactúan. La pasividad, el fatalismo, la exis-
tencia de mitos, etc.; todos aumentan la vul-
nerabilidad de las poblaciones, limitando su
32 Programa Nacional de Salud Mental

capacidad de actuar adecuadamente frente a


las amenazas.
● La vulnerabilidad cultural. Expresada en la forma
en que los individuos se ven a sí mismos, en la
sociedad y como un conjunto nacional. Además,
el papel que juegan los medios de comunicación
en la consolidación de imágenes estereotipadas
o en la transmisión de información distorsiona-
da sobre el medio ambiente y los desastres
(potenciales o reales).
● La vulnerabilidad educativa en salud mental. Au-
sencia en los programas de educación de ele-
mentos de salud mental que adecuadamente
instruyan sobre el medio ambiente, o el entorno
que habitan los pobladores, su equilibrio o
desequilibrio, etc. Además, se refiere al grado
de preparación que recibe la población sobre
formas adecuadas de comportamiento a nivel
individual, familiar y comunitario, en caso de
amenaza u ocurrencia de situaciones de de-
sastre.
● La vulnerabilidad institucional. Reflejada en la
rigidez de las instituciones, especialmente las
jurídicas, donde la burocracia, la permanencia
de la decisión política, el dominio de criterios
personalistas, etc. impiden respuestas adecua-
das y ágiles a la realidad existente.
● La vulnerabilidad ecológica. La forma en que los
modelos de desarrollo se fundamentan en la
dominación por destrucción de las reservas
del ambiente, que conduce a un ecosistema:
▲ Altamente vulnerable, incapaz de auto
ajustarse internamente para compensar
los efectos directos o indirectos de la acción
humana; y
Protocolo de atención en salud mental... 33

▲ Altamente riesgoso para las comunidades


que los explotan o habitan.

C ONFUSIÓN ENTRE
POBREZA Y VULNERABILIDAD

Es frecuente encontrar que los términos de vulnera-


bilidad y pobreza se aplican prácticamente como
sinónimos.
Sin embargo, aunque a veces ambas condicio-
nes están muy relacionadas, y la pobreza determina
ciertas expresiones de vulnerabilidad, hay que
diferenciar claramente entre ambas.
Mientras la pobreza se refiere principalmente
a necesidades insatisfechas, la vulnerabilidad se
refiere a una falta de capacidad de defenderse y
superar una crisis (amenaza).
“La pobreza es una medida descriptiva mucho
menos compleja de la carencia o necesidad de la
gente”.
Vulnerabilidad es un término relativo y especí-
fico, que siempre implica una vulnerabilidad a
una amenaza particular. Una persona puede ser
vulnerable a la pérdida de propiedad o de la vida
por causa de inundaciones, pero no de la sequía.
Pobreza puede ser o no un término relativo, pero
no hay diversas “pobrezas para un individuo o
familia.”

G ESTIÓN DE RIESGO

El fin máximo de la gestión de riesgo es el conoci-


miento de nuestra realidad, que es el resultado
34 Programa Nacional de Salud Mental

del conjunto de acciones de transformación, que


generan un proceso de desarrollo, donde se dan
las condiciones óptimas de seguridad posible, la
atención dada al problema y las acciones desplega-
das para enfrentarlos, sabiendo que existen conse-
cuencias que promuevan hasta el máximo su mismo
desarrollo.
El objetivo de la gestión de riesgo es garantizar
que los procesos de desarrollo impulsados en la
sociedad se den en las condiciones óptimas de segu-
ridad posible.
La visión de la atención en salud mental en
desastres no debe ser centrada solo en el impacto
traumático; debe ser amplia, y dimensionarse
más allá del evento originador del desastre.
El termino psicosocial se encarga del estudio
de las relaciones interpersonales que existen entre
el ser humano y su medio:
● Involucra todos los aspectos de la vida cotidia-
na y su relación directa con la psique del
individuo.
● El hombre no es un ser único, vive y coexiste
con otros, que al igual que él, son activos y
capaces de transformar la sociedad.

La relación de la gestión del riesgo y la atención


psicosocial se basa en:
● La planificación del desarrollo concebido como
el mejoramiento de la calidad de vida de la
población; no se puede aislar del desarrollo
humano, eso implica que para lograrlo se
requiere atender además de lo físico las necesi-
dades psicosociales que permitan el desarrollo
integral del ser humano.
Protocolo de atención en salud mental... 35

● La preparación y la organización de la respues-


ta deben incorporar elementos de la atención
psicosocial.
● Durante la respuesta, las acciones para la
atención de los damnificados, deben prever
la atención psicosocial. Para lo cual se necesitan
recursos humanos cuyas acciones se comple-
mentan, con las desarrolladas por las demás
comisiones.
● Para la rehabilitación y reconstrucción se deben
integrar acciones de atención psicosocial, que
faciliten la adaptación y elaboración de la
experiencia vivida, así cómo la integración
plena de las familias afectadas a las distintas
actividades que se desarrollan en su comu-
nidad.

El enfoque de la gestión de riesgo

Se refiere a un proceso social complejo a través


del cual se pretende lograr una reducción de los
niveles de riesgo existentes en la sociedad y preve-
nir riesgos futuros.
El aprovechamiento de los recursos naturales
y del ambiente, en general, debe darse en condi-
ciones de seguridad dentro de los límites posibles
y aceptables para la sociedad en consideración.
En consecuencia, significa un proceso de control
sobre la construcción o persistencia de amenazas
y vulnerabilidad.
Como proceso, la gestión del riesgo debe ser
considerada como un componente íntegro y funcio-
nal del proceso de gestión del desarrollo global,
sectorial, territorial, urbano, local, comunitario o
36 Programa Nacional de Salud Mental

familiar; y de la gestión ambiental, en búsqueda


de la sostenibilidad.

Consideraciones respecto a la temporalidad

La gestión del riesgo tiene dos formas de


referencia temporal con implicaciones sociales,
económicas y políticas muy distintas:
● La primera se refiere al presente, al riesgo ya
existente, y se denomina gestión compensatoria.
● La segunda se refiere al futuro, al riesgo que
puede surgir a causa de inversiones nuevas
sin tomar en cuenta posibles riesgos, un desa-
rrollo que implica mayor vulnerabilidad y
degradación ambiental, etc., y se denomina
gestión prospectiva.

La gestión compensatoria del riesgo

No pretende la eliminación del riesgo ya exis-


tente de forma total. Pero, sí es posible llegar a un
estado en que el riesgo es más manejable dentro
de los parámetros del riesgo aceptable y los recursos
disponibles a los gobiernos, comunidades, munici-
palidades, empresas, familias u otros actores socia-
les que generan o sufren el riesgo.
El aumento de la conciencia, la educación, la
capacitación, el mejoramiento de los sistemas de
información, previsión y pronóstico, de alerta
temprana y de evacuación, la recuperación de
cuencas y pendientes, la limpieza de canales,
calles y alcantarillados, entre otras múltiples acti-
vidades no tienen que tener necesariamente un
Protocolo de atención en salud mental... 37

costo inalcanzable, especialmente si se realizan


con la plena conciencia y participación de los
grupos sociales afectables.

La gestión prospectiva del riesgo

El posible riesgo futuro representa un reto


insoslayable e impostergable. El control del riesgo
futuro parece “más fácil”, pues no exige revertir
procesos negativos ya consolidados, sino más
bien normar y controlar nuevos desarrollos (en el
sentido que destacamos respecto a seguridad inte-
gral). Sin embargo, sí se requiere de una fuerte
voluntad política, y un alto grado de conciencia,
preocupación y compromiso con la reducción del
riesgo por parte de todos los actores sociales,
incluyendo Gobierno, sociedad civil y sector pri-
vado.

D EFINICIÓN DE DESASTRE

Estado de calamidad debido a la manifestación


de una amenaza que causa grandes alteraciones
en las personas, graves trastornos en la población,
sus obras, su organización y su ambiente, superan-
do la capacidad de respuesta del área afectada.
El Programa Nacional de Salud Mental es la
respuesta del Ministerio de Salud ante los proble-
mas de salud mental que enfrenta la población
guatemalteca, desbordando los límites clásicos
de la atención psiquiátrica, sustentándose en un
enfoque más amplio e integral con los factores
psicosociales de la salud humana.
38 Programa Nacional de Salud Mental

Un desastre en salud mental es un aconteci-


miento que rompe el curso de la existencia de un
sujeto. Un hecho que para ese sujeto marca un
antes y un después. Por lo que nos compete como
trabajadores de la salud mental, reducir la vulnera-
bilidad psicosocial de la población guatemalteca,
ante situaciones de desastres.

F ASES DEL DESASTRE

Hay tres momentos en el tiempo, en los que pode-


mos ubicar las actividades que se deben realizar
para enfrentar los desastres de una mejor manera.
A estos espacios de tiempo se le han llamado
fases de los desastres.
1) Antes.
2) Durante.
3) Después.

Gestión de riesgos y el “ciclo de los desastres”

Prevención y Recuperación
migración Rehabilitación - Reconstrucción
Preparación Respuesta

Reducción y Evitar:
prevención Desastre reconstrucción
de riesgos de riesgos

Intervención en Atención de Transformación de


procesos de desarrollo “Producto” procesos de desarrollo
insostenibles insostenibles
Protocolo de atención en salud mental... 39

CAPÍTULO III
PROTOCOLO DE ABORDAJE
PSICOSOCIAL A PERSONAS
AFECTADAS POR DESASTRES

A SPECTOS PSICOSOCIALES Y
EMOCIONALES EN LAS
ETAPAS DE LOS DESASTRES

Fase antes del desastre:


etapa pre-crítica (días u horas antes)

● La gente conoce, o sabe, de la catástrofe porque


se le ha hecho un anuncio.
● La gente está a la expectativa por lo inevitable,
y tiene un alto grado de tensión.
● Las personas sobrevaloran o subvaloran el
posible desastre y de eso depende su comporta-
miento ante el desastre.
● Se aumentan o potencian las características
humanas preexistentes.

Preparación
Actividades que nos permiten prepararnos
para enfrentar de manera integral los eventos
que generan los desastres.

– 39 –
40 Programa Nacional de Salud Mental

Esta fase tiene como objetivo:


● Disminuir los efectos sobre la población y el
medio ambiente.

Pasos:
● Identificar posibles amenazas.
● Identificar fortalezas y debilidades frente a la
amenaza.
● Preparar y divulgar un plan de acción en
salud mental de emergencia.
● Inventario de recurso humano y material.
● Establecer contactos y crear redes.
● Incorporar el plan de acción en salud mental
al plan general, preparado para las situaciones
de desastre.

Es necesario un plan de acción en salud


mental que:
● Articule las acciones de salud mental al resto
de acciones generales.
● Ofrezca una visión integral de la salud mental.
● Que facilite los procedimientos para reducir
el riesgo y mitigar el impacto psicosocial.
● Que capacite a los miembros de los equipos
de respuesta.
● Que organice un grupo de profesionales de
salud mental capacitados para participar y
dar respuesta inmediata.

Acciones:
● Realizar un psicodiagnóstico de salud mental
de la comunidad en la fase previa al evento.
● El psicodiagnóstico tiene que tener un enfoque
psicosocial mas que de patología psiquiátrica.
Protocolo de atención en salud mental... 41

● Y este diagnóstico tiene que identificar cuál


es la situación psicosocial de la comunidad al
igual que las redes de apoyo existentes.

Actividades de prevención en el primero y


segundo nivel (puesto, centros de salud y
hospitales locales)
● Organización y capacitación de equipos locales
para la respuesta al desastre (facilitadores,
voluntarios, maestros).
● Capacitación en la evaluación de daños y
análisis de necesidades de salud mental psico-
diagnóstico en situaciones de desastre ( EDAN
en salud mental).
● Realizar talleres de autocuidado, autoestima
y grupos de apoyo.
● Capacitación en atención psicosocial y emocio-
nal en situaciones de desastre en primeros
auxilios psicológicos y manejo de albergues.
● Realizar actividades de prevención de violencia
intrafamiliar, alcoholismo y drogadicción.
● Promover grupos de apoyo en atención psicoso-
cial y emocional.
● Actualización en terapia breve e intervención
en crisis (individual y grupal) para la atención
de sobrevivientes a desastres.

Actividades de prevención en el tercer nivel


(nivel hospitalario de especialización)
● Nombrar un comité o comisión de respuesta
para la atención de pacientes que sean referidos.
● Creación, capacitación y designación del perso-
nal existente para conformar brigadas para
apoyo a equipos locales y que personal dará
42 Programa Nacional de Salud Mental

atención interna. Capacitación en evaluación


de daños y análisis de necesidades de salud
mental ( EDAN-SM ) en situaciones de desastres.
● Capacitación para el diagnóstico, atención
psicosocial y emocional en situaciones de estrés
haciendo énfasis en primeros auxilios psicoló-
gicos y conformación de albergues.
● Actualización en el tratamiento del síndrome
de estrés post-traumático, depresión, ansiedad,
duelo no resuelto.
● Actualización en la terapia breve e intervención
en crisis (individual y grupal) para la atención
de pacientes sobrevivientes a desastres.
● Capacitación a los equipos de respuesta, para
que aprendan la desmovilización (quién ayuda
a quien ayuda).

Inventario de recursos
humano en salud mental
● Realizar un inventario de recurso humano
especializado (lugar, cantidad, disponibilidad,
competente, motivado, suficiente y proactivo).
● Realizar un inventario de recurso humano no
especializado. (promotores de salud, facilita-
dores comunitarios, líderes comunitarios etc.).
● Inventario de recursos institucionales para la
atención en salud mental (hospitales, centros,
servicios, etc.).

Equipo básico del área de salud


1. Provee o designa a un agente de salud mental
local, que desarrolla, implanta y evalúa el
plan de respuesta ante los desastres en salud
mental.
Protocolo de atención en salud mental... 43

2. Asegura que el plan de salud mental en desas-


tres se integre en el proceso de planificación
local y en el plan de preparación para los
desastres de la oficina local para la administra-
ción de emergencias.
3. Desarrollar, implantar y evaluar un plan escrito
de salud mental sobre la capacidad para
responder a los desastres que especifique las
funciones y las responsabilidades de los
empleados de salud mental que responden al
desastre.
4. Revisar y actualizar el plan según sea necesario.
5. Participar en prácticas o simulacros oficiales
de desastre para proveedores de servicio local.
6. Desarrollar un equipo de salud mental para
responder a desastres, incluyendo profesiona-
les y paraprofesionales.
7. Identificar los miembros principales que serán
responsables de tomar decisiones durante la
etapa de respuesta y recuperación en el equipo
de respuesta a desastres.
8. Coordina las necesidades de información y
adiestramiento del equipo de salud mental
para responder a desastres.
9. Mantener una lista de los recursos para casos
de desastre, incluyendo interpretes de idiomas,
personas de contacto en otras agencias y el
personal de salud mental encargado de
responder a los desastres, expertos en poblacio-
nes especiales y en desórdenes de estrés pos-
traumático.
10. Proveer a sus empleados carnets de identidad
reconocidos y aprobados por el personal de la
administración de emergencias y oficiales para
el cumplimiento de las leyes.
44 Programa Nacional de Salud Mental

11. Desarrollar memorando de entendimiento y


acuerdos intergerenciales con otras institucio-
nes a nivel local.

El psicólogo de área o responsable de la


salud mental:
1. Sirve de enlace entre el programa de salud
mental y las coordinadoras a nivel local.
2. Recibe las peticiones durante el desastre por
parte de las coordinadoras locales.
3. Coordina la acciones del Programa Nacional
de Salud Mental y las agencias locales.
4. Identificación de los expertos que respondan
a los desastres o recursos de adiestramiento y
localización de material y equipo.
5. Se articula con proveedores y facilitadores de
salud mental local, en el desarrollo de acuerdos,
manejo de la conflictividad, y apoyo a los
planes de salud mental para responder a
desastres.
6. El proveedor de salud mental local designado,
asigna a dos o más recursos de salud mental
o de salud, como Coordinadores de Servicios
de Desastres para la implementación de las
acciones de salud mental a nivel local.
7. Disponer y movilizar de manera inmediata
los recursos especializados (de los diferentes
niveles) para atender los trastornos emociona-
les como consecuencia directa o indirecta del
desastre, tanto en los servicios de salud como
a los albergues.
8. Establecer procesos de referencia y contrarrefe-
rencia a centros de salud, hospitales o servicios
de salud con personal especializado disponible.
Protocolo de atención en salud mental... 45

9. Coordinar con otras instituciones y organiza-


ciones para que su personal especializado
colabore.

Formar equipos mínimos multidisciplinarios


para la atención de desastres:
● 1-2 psiquiatras.
● 1-2 psicólogos.
● 1-3 personal de enfermería.
● 1-2 trabajadoras sociales,
● 1 terapista ocupacional.

Rol de cada profesional de salud mental


● Psiquiatra:
▲ Manejar las dolencias emocionales de la
emergencia.
▲ Atiende y diagnostica trastornos psiquiá-
tricos y emocionales.
▲ Es el que organiza a los equipos de respues-
ta y los desmoviliza.
▲ Da el tratamiento farmacológico necesario
y adecuado (medicinas).
▲ Realiza intervención comunitaria en crisis.
▲ Hacer referencias a hospitales para los
pacientes que ameriten internamiento.
▲ Coordinan con hospitales y Centros de
salud.

● Psicólogo:
▲ Atiende y diagnostica trastornos emociona-
les.
▲ Refiere al psiquiatra casos que no pueda
resolver.
▲ Realiza intervención comunitaria en crisis.
▲ Forma grupos de autoayuda.
46 Programa Nacional de Salud Mental

▲ Capacita y supervisa a facilitadores comu-


nitarios en los grupos de autoayuda.
▲ Asesora a los comunicadores sociales para
reducir el pánico.
▲ Coordina las acciones de salud mental
dentro de los albergues.

● Enfermera profesional:
▲ Identifica emergencias psicológicas, y tras-
tornos emocionales.
▲ Refiere las emergencias y trastornos emo-
cionales a los psicólogos.
▲ Realiza intervención comunitaria en Crisis
en grupos de autoayuda.

● Enfermera auxiliar:
▲ Identificar emergencias psicológicas y tras-
tornos emocionales.
▲ Refiere esas emergencias y trastornos, al
profesional indicado.
▲ Realiza intervención comunitaria a grupos
etáreos.
▲ Acompaña el asesoramiento de los psicólo-
gos.

● Trabajadora social
▲ Detecta dolencias emocionales.
▲ Refiere al puesto o centro de salud.
▲ Da acompañamiento y seguimiento social
a las familias.
▲ Asesora a comunicadores sociales para
evitar el pánico.
▲ Apoya al psicólogo en los grupos de
autoayuda.
Protocolo de atención en salud mental... 47

Formación de recurso humano


● Capacitación al personal de salud para poder
reconocer los trastornos emocionales como
consecuencia directa o indirecta del desastre;
poder hacer un diagnóstico rápido, y dar trata-
miento.
● Capacitación en materia de atención en salud
mental en desastres a personal no especializado
y especializado, a través de la elaboración y
distribución de manuales de atención de la
salud mental en situaciones de desastres, que
incluya las tres fases del desastre, y haga
énfasis en la prevención para mitigar el im-
pacto.
● Educación para la salud en la temática psicoso-
cial de la comunidad, en especial a sus líderes.
● Elaborar material informativo para la comuni-
dad sobre acciones en salud mental a desarro-
llar en las diferentes etapas de la situación de
emergencia (también durante el periodo de
normalidad y en la fase precrítica).
● Capacitar al personal especializado y no espe-
cializado para que se conviertan en agentes
reproductores en la comunidad.
● Que dé a conocer el material disponible.
● Dar atención a los grupos de respuesta (quién
ayuda a quien ayuda).
● Establecer a una persona capacitada dentro
de los equipos multidisciplinarios que promue-
va la tranquilidad y el equilibrio al recurso
humano que participa en el proceso de atención,
promoviendo la liberación de tensiones, favo-
reciendo la expresión de las emociones y la
comunicación.
48 Programa Nacional de Salud Mental

Actividades de coordinación
● Coordinación con Unidad de Gestión de Riesgo
del Ministerio de Salud, manteniendo comuni-
cación activa y representando al Programa
Nacional de Salud Mental.
● Enviar a un psicólogo designado, que maneje
acciones de intervención psicosocial desde el
centro de manejo de crisis de la Unidad de
Gestión de Riesgo.
● Participar en el análisis dentro de la sala
situacional.
● Mantener coordinación y asesoría con figuras
de gobierno local y sociedad para reducir el
pánico en las declaraciones públicas dando
información completa y veraz con respecto al
desastre, favoreciendo la organización comuni-
taria y la participación social a través del
psicólogo, trabajadora social o enfermera auxi-
liar designado, disponibles en los equipos
multidisciplinarios o a nivel central.
● En coordinación con la Unidad de Gestión de
Riesgo.

El componente de salud mental está inmerso


en:
● Brigadas sanitarias.
● Centro de manejo de crisis.
● Sala situacional. 12

12. Herramienta de trabajo para la toma de decisiones;


espacio virtual y funcional de convergencia; recolección
continua y análisis de información actualizada sobre:
epidemiología, enfermedades transmisibles, amenazas y
riesgos naturales y antropogénicos; otros riesgos de salud
pública, análisis de soluciones; monitoreo y evaluación;
anticiparse a los riesgos de salud causados por desastres.
Protocolo de atención en salud mental... 49

El plan de acción tiene que definir:


● ¿Qué se hace?
● ¿Quién lo hace?
● ¿Cuándo lo hace?
● ¿Dónde lo hace?

Criterios de referencia a
un psicólogo o psiquiatra
● Síntomas persistentes (>de 1 mes) y/o agrava-
dos que no se han aliviado con las medidas
iniciales.
● Intensidad de cuadro que genera gran sufri-
miento.
● Dificultades marcadas en el funcionamiento
de la vida familiar, laboral y social.
● Riesgo de complicaciones, especialmente ideas
de suicidio o violencia.
● Problemas coexistentes como el alcoholismo
y drogadicción.

¿P OR QUÉ ES IMPORTANTE LA
ATENCIÓN PSICOSOCIAL Y EMOCIONAL
EN SITUACIONES DE DESASTRE ?

Porque el modelo de atención, independientemente


de cual sea la corriente que se utilice debe ir
centrado en las necesidades básicas de las personas,
como la reintegración de la sociedad, rearticulación
de redes, la reconstrucción de la cotidianidad y la
calidad de vida de los afectados.
Se le puede recomendar a los afectados por
parte de los equipos locales como primera interven-
ción:
● Buscar compañía y hablar.
50 Programa Nacional de Salud Mental

● Compartir sus sentimientos y pensamientos


con otros.
● Escuchar y ayudar a sus compañeros.
● Estructurar el tiempo y mantenerse ocupado.
● No evadir el dolor con el consumo de alcohol
y drogas.
● Tratar de mantener un itinerario de vida lo
más normal posible.
● Hacer cosas que lo haga sentir bien, útil y
solidario.
● Tomar pequeñas decisiones cotidianas.
● Descansar lo suficiente.
● Intentar dentro de lo posible comer bien y
regularmente.
● Saber que los sueños y pensamientos recurren-
tes acerca del evento traumático son normales
y deben ser compartidos.

Para los familiares y amigos de los afectados:


● Escucharlos detenidamente y acompañarlos.
● Promover ayuda y solidaridad.
● Proveer información suficiente.
● Estimularlos a participar en las tareas de la
vida cotidiana.
● Comprender y aceptar el enojo (tristeza) y
otros sentimientos de los afectados.
● No decirles que tienen suerte de que no les
fue peor. Las personas traumatizadas no en-
cuentran consuelo en esas frases. En cambio,
se puede expresar que lamenta lo sucedido y
lo entiende.

Para el abordaje psicosocial y emocional de


las víctimas y familiares de un desastre es indis-
pensable llevar un seguimiento que va desde la
Protocolo de atención en salud mental... 51

experiencia misma hasta los desórdenes mentales


que aparecen después del hecho a través de:
● Grupos de personas sobrevivientes con parien-
tes o amigos entre las víctimas.
● Grupos de allegados no presentes en el momen-
to del desastre quienes hacen presencia para
verificar o asumir la situación de los parientes
y conocidos.
● Grupos no expuestos a la situación del desastre
pero que comparten similitudes con la comuni-
dades de afectados o cercanía geográfica.
● Grupos cuyo perfil de vulnerabilidad está
dado por su inestabilidad familiar y de hogar
de referencia, su edad avanzada o su alta
dependencia, condición de género en muchos
casos y padecimiento de condiciones de preca-
riedad previas a la ocurrencia del desastre.

T ÉCNICAS GRUPALES PARA BRINDAR


PRIMEROS AUXILIOS PSICOLÓGICOS

Es importante tomar en cuenta el diagnóstico y el


perfil de las víctimas ya que eso facilita los procesos
y permite formar grupos homogéneos y con mayor
facilidad de cohesión.
Condiciones de lugar: Debe ser un lugar amplio
y cómodo, de fácil acceso, que sea cerrado y
aislado en lo posible de ruidos y distractores, con
buena ventilación y luz, disponer de bancas y
sillas que permitan cierta comodidad y que cuente
con un servicio sanitario cercano.
Cuantas personas deben participar: Idealmente
entre 12 y 15 personas, dos facilitadores (uno de
52 Programa Nacional de Salud Mental

ellos asume el papel activo) y el otro el otro de co-


facilitador (observa e interviene poco) tiene la
función de apoyar y observar atentamente para
identificar quienes de los participantes están más
afectados o que necesitan ayuda posterior o los
que necesitan ser referidos a centros de atención
especializada o brigadas de atención.

Al momento de los primeros auxilios:


No deben estar personas que no son del grupo,
no se admiten personas que deseen hacer grabacio-
nes, filmaciones y comunicadores sociales, deben
tomarse medidas a fin de evitar que se interrumpa
la actividad una vez se ha iniciado

P ROCEDIMIENTO

Momento de preparación
frente al desastre, tres sesiones
(duración 60 minutos cada una)

Presentación e integración.
Objetivo: Crear un clima de confianza entre
los participantes, que permita generar el deseo
de participar en el grupo de autoayuda, aquí es
importante tomar en cuenta el componente cultural,
por ejemplo hay grupos que inician con una oración
un lema que favorece la cohesión.
● Se realizará la presentación para conocerse,
dirán su edad y a que se dedican.
● Se les explicará a los participantes los objetivos
de la reunión y de lo que persigue el proceso.
● Se socializa y se pone en común la información
que tienen ellos del posible desastre.
Protocolo de atención en salud mental... 53

● Además se realizará el encuadre de la reunión:


día de la reunión, hora, lugar, tiempo de la
reunión, responsabilidades de todos los partici-
pantes.

Promover un espacio de preparación:


Objetivo: promover un espacio de preparación,
de intercambio de información, manejo de senti-
mientos de angustia, miedo y tristeza entre otros.
Aquí es importante dirigir u orientar la sesión
hacia la expresión de sus emociones respecto a la
posibilidad de que ocurra un desastre, y su manera
de afrontarlo.
Aquí podrán utilizar dinámicas diversas que
incluyan expresión artística, charlas que favorezcan
las posibles decisiones a tomar (abandonar el
lugar, permanecer en el lugar, quiénes salen prime-
ro, cómo salen y a dónde se dirigen), tomado en
cuenta las características del grupo (culturales,
étnicas y género).
● Explicar los beneficios de hablar de la situación
que se está viviendo, los sentimientos y actitu-
des que provoca, experiencias previas de desas-
tres, y las reglas de oro (escuchar, mostrar
interés, respeto, muestra de confianza, muestra
de afecto, no interrumpir, no aconsejar, no
interpretar, juzgar ni criticar, no le haga ver
si está en lo correcto o no, no lo compadezca,
ni lo minimice).
● Se promoverá la participación de todos, se
respetara si alguien quiere permanecer en
silencio.
● Los facilitadores invitan a todos a participar
y orientan el proceso.
● Toma de decisiones consensuadas por el grupo.
54 Programa Nacional de Salud Mental

Cierre de la sesión:
● Hacer la despedida y hacer el nuevo encuadre.
● Evaluación de la reunión por los participantes,
lo que más les gusto, lo que no les gusto, y se
fija la nueva fecha y la hora de la próxima
reunión.

En cada una de las sesiones se evaluará con el


facilitador la evolución de los integrantes del
grupo. Y se sugerirá en la última sesión a los
participantes, que realicen actividades en comuni-
dad, para ayudar a los demás a que se informen,
expongan sus sentimientos y tomen decisiones
sobre cómo afrontar la posibilidad del desastre y
sus efectos.

Fase durante el desastre (fase de impacto)

Ésta tiene como objetivo:


● Poner en ejecución el plan de acción para
enfrentar el desastre.

Pasos:
● Evaluación de la situación.
● Determinar las características del evento.
● Determinar los efectos inmediatos.
● Determinar las necesidades generadas.
● Definir las necesidades de intervención.
● Asistencia a la población afectada priorizando:
a) Atención integral al sobreviviente.
b) Apoyo a las estructuras locales de salud.
c) Suministros de medicamentos.
d) Suministros de auto-higiene, higiene y sa-
neamiento ambiental.
Protocolo de atención en salud mental... 55

e) Alojamiento y manejo de albergues.


f) Seguridad.

Tareas específicas del sector salud


Cuando ocurre un desastre, el sector salud
tendrá que ocuparse de diferentes intervenciones
específicas:
1. Garantizar la asistencia médica y psicológica
(pre-hospitalaria y hospitalaria) a los afectados
directos incluyendo las intervenciones en el
área de salud.
2. El funcionamiento del centro de salud hospita-
lario, y la atención de la salud física y mental.
3. Prevenir la aparición de brotes epidémicos;
esto implica procurar una adecuada higiene,
alimentación, agua potable, evitar el hacina-
miento.
4. Implementar medidas de intervención en salud
pública; educación higiénica sanitaria y ma-
nipulación de alimentos, provisión y consumo
de agua segura, reducción de criaderos de
vectores, vigilancia de enfermedades transmi-
sibles y manejo de las crisis emocionales.
5. Restaurar la red de servicios y los programas
de salud previamente establecidos (vacuna-
ción, protección de la madre y el niño, lucha
contra la tuberculosis, paludismo, malnutrición
y además problemas de salud, según el caso).
6. Restaurar las redes de apoyo psicosocial fami-
liar, de grupo y comunitarias.
7. Manejo psicosocial de albergues para disminuir
los riesgos de violencia, abuso sexual y otros
por el hacinamiento.
56 Programa Nacional de Salud Mental

Para realizar estas actividades se requiere la


respuesta del COE local recabando la ayuda de la
comunidad, reservándose tan solo el trabajo que
necesite una competencia profesional concreta.
Ello exige un esfuerzo importante de formación y
de coordinación de los voluntarios. El personal
de salud local, tras evaluar el número de personas
por atender y el tipo de intervenciones requeridas,
transmitirá la información y pedirá la ayuda y
suministros que sean necesarios a las autoridades
locales de salud, para esto a su vez realizarán su
solicitud ante el comité de operaciones de emergen-
cia. 13
Realizar coordinación con la Coordinadora
de Reducción de Desastres ( CONRED ). 14

Fase crítica (en el momento


del evento y 72 horas después)

● Se da cuando hay un impacto inicial, de periodo


breve en el cual transcurre el desastre.
● Hay desorganización y confusión generalizada.
● Inicia el miedo y el sentimiento de abandono.

13. Las solicitudes podrían ser por ejemplo: expertos


que fortalezcan el trabajo del nivel local, medicamentos,
material médico, visitas de especialistas (psiquiatría, psico-
logía, cirugía, ortopedia, traumatología, etc.); recipientes
para almacenar agua, desinfectantes, raticidas, pesticidas
para el control del plagas, dotación de letrinas portátiles,
para disposición de excretas, suministros generales como
mantas, ropa blanca, alimentos, combustible, artículos
de limpieza, etc.).
14. Ver anexo de estructura de CONRED .
Protocolo de atención en salud mental... 57

● Hay más vulnerabilidad, por la necesidad de


supervivencia.
● Existe la pérdida de iniciativa por lo que
habrán liderazgos espontáneos positivos o
negativos.
● Hay conductas heroicas, mezquinas, violentas
o pasivas.
● Hay muestras de solidaridad o egoísmo.

Acciones a realizar:
Intervención en crisis individual, familiar y
comunitaria.

Fase post-crítica o de emergencia (30 días)

● Hay un conocimiento y evaluación más deta-


llada de la situación, en especial de las pérdidas.
● Se inicia un proceso lento y progresivo de
recuperación.
● Hay miedo a la recidiva (que vuelva a ocurrir).
● Hay conductas agresivas contra las institucio-
nes, actos de delincuencia y/o rebeldía.
● Y se mantienen algunos aspectos de la etapa
anterior.
● En esta fase se requiere mayor atención psicoso-
cial, porque busca que las personas se adapten
funcionalmente y progresivamente a los anti-
guos o a los nuevos referentes familiares y
sociales.
58 Programa Nacional de Salud Mental

Momento del desahogo, tres sesiones


(duración 60 minutos cada una)

Presentación e integración.
Objetivo: Crear un clima de confianza entre
los participantes, que permita generar el deseo
de participar en el grupo de autoayuda, aquí es
importante tomar en cuenta el componente cultural,
por ejemplo hay grupos que inician con una oración
un lema que favorece la cohesión.
● Se realizará la presentación para conocerse,
dirán su edad y a qué se dedican.
● Se les explicará a los participantes los objetivos
de la reunión y de lo que persigue el proceso.
● Se pasará a cada uno de los pacientes un
cuestionario diagnóstico de síntomas.
● Además se realizará un encuadre de la reunión:
día de la reunión, hora, lugar, tiempo de la
reunión, responsabilidades de todos los partici-
pantes.

Promover un espacio de desahogo:


Objetivo: promover un espacio de desahogo,
de la angustia, la tristeza entre otros. Aquí es
importante dirigir u orientar la sesión hacia la
expresión de sus emociones.
Aquí podrán utilizar dinámicas diversas que
incluyan expresión artística, lecturas que favorez-
can el desahogo tomado en cuenta las caracterís-
ticas del grupo (culturales, étnicas y género).
● Explicar los beneficios de hablar de la experien-
cia, dolores vividos y las reglas de oro (escu-
char, mostrar interés, respeto, muestra de con-
fianza, muestra de afecto, no interrumpir, no
aconsejar, no interpretar, juzgar ni criticar,
Protocolo de atención en salud mental... 59

no le haga ver si está en lo correcto o no, no lo


compadezca ni lo minimice).
● Se promoverá la participación de todos, ser
respetara si alguien quiere permanecer en
silencio.
● Los facilitadores invitan a todos a participar.

Cierre de la sesión:
● Hacer la despedida y hacer el nuevo encuadre.
● Evaluación de la reunión por los participantes,
lo que más les gustó, lo que no les gustó, y se
fija la nueva fecha y la hora de la próxima
reunión.

En cada una de las sesiones se evaluará con el


facilitador la evolución de los integrantes del
grupo. Y se sugerirá en la última sesión a los
participantes, que realicen actividades en comuni-
dad para ayudar a los demás a que desahoguen
su angustia y como ellos pueden involucrase en
su realización.

Manifestaciones psicosociales y emocionales

Grados de afectación psicológica y emocional:


Si bien los desastres dejan secuelas tienen un
alto potencial traumático; aunque no siempre las
respuestas emocionales frente a ellos deben ser
consideradas traumáticas o patológicas.
Lo traumático está dado por la confluencia de
varios factores:
● La intensidad del evento.
● La incapacidad del sujeto para responder
adecuadamente.
60 Programa Nacional de Salud Mental

● El tiempo de duración de los efectos patógenos


en la organización del psiquismo.

El traumatismo se caracteriza por un flujo de


estímulos excesivo en relación con la tolerancia
del sujeto y su capacidad de controlar y elaborar
psíquicamente dichas excitaciones.
El grado de afectación psicológica deberá eva-
luarse individualmente, teniendo en cuenta todas
las variables: historia personal, mecanismos de-
fensivos habituales, sistema de soporte, apoyo
familiar y social, intensidad del evento, exposición
al mismo y significado particular del hecho para
el sujeto.
Algunas personas no presentan alteraciones
psicológicas e incorporan la experiencia como un
acontecimiento histórico vivencial.
Otros presentan cuadros sintomáticos transito-
rios. Éstos son el resultado de la desorganización
de la estructura psíquica producida por el impacto,
con una adecuada reorganización posterior.
En otros casos se observan alteraciones perma-
nentes o recurrentes, resultado de un proceso
traumático como respuesta al evento (las más
frecuentes son: cuadros depresivos, trastorno por
stress post-traumático, cuadros de ansiedad, acom-
pañados o seguidos por abuso de substancias o
alcohol, síntomas somáticos).
Los síntomas más frecuentes (los cuales pueden
presentarse en forma aislada y transitoria o como
parte de alteraciones permanentes) son:
● Síntomas de re-experimentación:
a) Pensamientos, e imágenes recurrentes e
intrusivas.
b) Sueños, pesadillas.
Protocolo de atención en salud mental... 61

c) Sensación súbita de que el evento está


ocurriendo (ilusiones, flashbacks, juego re -
petitivo en niños).
d) Ansiedad y desazón ante situaciones que
simbolizan el evento.
● Síntomas de evitación:
a) Esfuerzos por evitar pensamientos o senti-
mientos asociados a lo ocurrido.
b) Evitación de actividades o situaciones rela-
cionadas.
c) Dificultades para recordar algún aspecto
de lo vivido.
d) Desinterés por participar en actividades
anteriormente significativas.
● Síntomas de hiperalerta:
a) Alteraciones del sueño.
b) Irritabilidad. Ataques de ira.
c) Dificultades de concentración.
d) Hipervigilancia y respuestas de alerta exa-
gerada.
● Síntomas de embotamiento afectivo:
a) Disminución en el interés general.
b) Sensación de desapego o enajenación frente
a los demás.
c) Restricción de la vida afectiva.
d) Disminución de la capacidad para sentir
emociones (ternura, amor, deseo sexual).
e) Sensación de futuro desolador (desespe-
ranza).
f) Ideas de muerte o suicidio.
● Síndromes esperados:
a) Duelo normal.
● Síntomas físico-emocionales:
a) Dolor de cabeza o del pecho.
b) Náuseas y vómitos.
62 Programa Nacional de Salud Mental

c) Temblores musculares.
d) Disminución en la resistencia física.
e) Fatiga.
f) Descompensación de enfermedades físicas
preexistentes.

Qué hacer en la fase de crisis


(evento y 72 horas después)

Actividades a realizar en la comunidad o muni-


cipios por los equipos locales atención primaria:
● Acompañar las acciones de socorro, salvamento
y manejo psicosocial de albergues.
● Sensibilizar sobre la importancia de la satisfac-
ción de las necesidades básicas, la seguridad
física y emocional.
● Información y orientación sobre: ¿Qué está
ocurriendo? ¿Qué se está haciendo? ¿Qué deben
hacer las personas?
● Aplicación de los primeros auxilios psico-
lógicos.
● Recuperar la iniciativa y elevar la autoestima.
● Evaluación rápida de las necesidades emocio-
nales y psicosociales.
● El tiempo de llegada de la ayuda es decisivo
por lo que deberá informar de manera pronta
la situación al área de salud.

Actividades a realizar en el primer y segundo


nivel de atención:
● Acompañar las acciones de socorro, salvamento
y manejo psicosocial de albergues.
Protocolo de atención en salud mental... 63

● Sensibilizar sobre la importancia de la satisfac-


ción de las necesidades básicas, la seguridad
física y emocional.
● Acompañar y facilitar los procesos a nivel
local de lo que se está realizando.
● Evaluación de daños y análisis de necesidades
de salud mental en desastres EDAN-SM conjunta-
mente con el equipo local determinar factores
de riesgo, factores protectores, listado de recur-
sos humanos, materiales, psicosociales e insti-
tucionales.
● Coordinar e informar de manera pronta de la
situación para la movilización de brigadas de
salud mental.

Actividades a realizar por el Hospital Nacional


de Salud Mental:
● Coordinación con el Programa de Salud Mental.
● Convocatoria y organización de las brigadas
para su desplazamiento hacia el área.

Los brigadistas
La atención individual puede darse en el mo-
mento de la acogida como un primer contacto,
debe recordarse que muchas de las reacciones
pueden ser manejas y contenidas en el momento
y otras tendrán que ser referidas (ver criterios de
referencia) sin importar el tiempo, ya que pueden
tener un mal pronóstico.
Al hacer el diagnóstico los equipos locales
deberán como parte del plan elaborado durante
la crisis, disponer de todos los recursos para una
adecuada intervención.
64 Programa Nacional de Salud Mental

Dentro de los recursos debe estar la brigada,


que deberá contar con medicamentos psicotrópicos
que le auxilien para una adecuada atención.
Según la Organización Mundial de la Salud y
la Organización Panamericana de la Salud para
que la unidad sea eficaz e eficiente debe contar
por lo menos con un medicamento de lo siguientes
grupos: un antipsicótico, un estabilizador del
ánimo, un anticonvulsivo, un antidepresivo, un
ansiolítico.
Atención en crisis.
Medicamentos.
Atención a los equipos de respuesta (quien
ayuda a quien ayuda).

Momento de manejo de estrés, dos sesiones


(60 minutos cada una)

Relajación y respiración.
Saludo de integración.
● Saludo a todos los participantes y resumen de
las sesiones anteriores.

El estrés
● Informar qué es el estrés: causas situaciones y
moduladores para propiciar la participación.

Primera sesión: En la misma aprenderá a relajar


los músculos de manos antebrazos y bíceps. Es
conveniente practicar tres veces diarias los siguien-
tes ejercicios.
Colóquese en una posición cómoda. Cierre
los ojos. Apriete el puño derecho tan fuerte como
pueda, note la tensión del puño brazo y antebrazo,
Protocolo de atención en salud mental... 65

ahora relájese, aflojándolo como si fuera un trapo.


Aprecie la relajación en su mano y el contraste
con la tensión. Repita el procedimiento una vez
con el puño derecho, y luego dos veces con el
puño izquierdo y más tarde dos veces con ambos
puños a la vez. A continuación doble el codo y
tense el bíceps, para después dejarlo y notar la
diferencia (derecha, izquierda y ambos). Note las
sensaciones normales de pesadez, calor u hormi-
gueo en los brazos. Mientras se relaja repítase
una y otra vez usted mismo “alejo la tensión” me
siento en calma y distendido” (escoja la frase que
le parezca mejor). Este refuerzo mental favorece
en gran medida la relajación física y ayuda a
centrar la atención en la tarea.
Al final de la relajación se puede introducir
un componente imaginativo como pensar en su
lugar favorito donde se tenga esa sensación de
paz.
Luego aprenderá a relajar la cabeza, el cuello,
la nuca y los hombros. Estos grupos musculares,
suelen manifestarse somáticamente en las tensiones
psíquicas.
Arrugue la frente tanto como pueda. Relájese
y distiéndala. Frunza el ceño y evalué la tensión
realizada. Aflójese y deje que sus cejas recuperen
su forma habitual. Cierre los ojos apretando fuerte-
mente los parados. Relaje luego sus párpados,
dejándolos cerrados con suavidad y distendidos.
Ahora apriete la mandíbula, sintiendo la presión
de las muelas unas con otras, relaje el maxilar
hasta que los labios queden entreabiertos o ligera-
mente separados. Note la diferencia ente tensión
y relajación. Frunza la nariz y luego aflójese.
Apriete ahora la lengua contra el paladar. Relájese.
66 Programa Nacional de Salud Mental

Arrugue los labios en forma de O y relájelos.


Disfrute de la relación de su frente. Cuero cabellu-
do, ojos mandíbula, lengua y labios.
Eche hacia atrás la cabeza, apretando la nuca
contra el respaldo del asiento, y aprecie la tensión
del cuello. Hágalo girar suavemente hacia la dere-
cha y luego a la izquierda. Aprecie el cambio de
localización de la tensión. Puede rotar muy lenta-
mente la cabeza, en el sentido de las agujas de
reloj y después de completado un circulo, en
sentido inverso. Presione más tarde el mentón
contra el pecho, sienta la tensión en la garganta.
Relájese, colocando la cabeza en una posición
confortable. Encoja los hombros hacia arriba, me-
tiendo la cabeza entre ellos y luego relájelos deján-
dolos caer. Sienta la relajación propagarse por el
cuello y hombros. Efectué movimientos de rotación
simultáneos con ambos hombros. Experimente
nuevamente toda la secuencia descrita.

Segunda sesión: Se trabajaran los grupos mus-


culares del pecho, abdominales y espalda (región
dorso-lumbar). Apreciara que la tensión acumulada
en estas áreas afecta la respiración, volviéndola
torácica y superficial, impidiéndole vaciar adecua-
damente los pulmones, con lo cual la oxigenación
resulta disminuida.

Entrenamiento respiratorio: El objetivo del entre-


namiento respiratorio es balancear los niveles de
oxígeno y dióxido de carbono, con lo que se puede
ayudar a reducir la severidad de los síntomas
durante la crisis.
Para comenzar se evalúa cuál es su ritmo
respiratorio habitual.
Protocolo de atención en salud mental... 67

Si está en condiciones puede hacer una hiper-


ventilación voluntaria que consiste en respirar
durante 90 segundos por la boca haciendo la
respiración audible y produciendo un sonido bas-
tante fuerte como para ser escuchado por toda la
habitación, mientras hace el ejercicio preste aten-
ción a todas las sensaciones que experimente, si
éstas se vuelven intolerables deténgase antes de
los 90 segundos.
Si padece de epilepsia o disritmia, tuvo convul-
siones, asma bronquial, arritmias cardiacas, una
historia de desmayos o baja presión, problemas
cardiacos o pulmonares, absténgase de hacerlo.
Luego tiene que ir reduciendo progresivamente
su ritmo, hasta hacerlo descender a 8 a 10 ciclos
respiratorios por minuto (inspiración y exhalación).
Es preciso que haga respiraciones lentas y no
muy profundas para no acentuar la alcalosis, lo
que podría agravar sus síntomas.
Puede agregar a estos ejercicios los siguientes:
aspire por la nariz y llene completamente los
pulmones de aire. Aprecie la tensión mientras
contiene la respiración. Exhale lenta y profunda-
mente por la boca, dejando que el aire silbe al
salir, como soplando suavemente, hasta vaciar
sus pulmones. Dirija ambos codos hacia atrás,
juntado los omóplatos luego aflójese lentamente
al exhalar. Continúe respirando en forma lenta y
pausada inflando el abdomen para completar bien
la respiración sintiendo cómo se va aflojando y
distendiendo con la misma. Coloque la mano
sobre el estómago y aspire profundamente. Man-
tenga el aire un momento, después exhale, sintien-
do la relajación cuando el aire silba al salir por la
boca. Arquee la espalda sin realizar un esfuerzo
68 Programa Nacional de Salud Mental

excesivo, mantenga entretensiones de la parte


baja de su espalda. Relajase tan profundamente
como pueda. Repetir la secuencia una vez más.
También en esta sesión aprenderá a relajar
los muslos, nalgas pantorrillas y pies. A todos los
ejercicios anteriores, se añadirán los siguientes.
Colocarse en una posición cómoda. Apriete las
nalgas y los muslos, presionando los talones hacia
dentro tanto como pueda. Relájese y perciba la
diferencia Estire hacia delante la punta de los
pies para tensar las pantorrillas. Observe la tensión
y luego relájelas. Dirija la punta de los pies hacia
arriba, en dirección al rostro, poniendo la tensión
en las espinillas, para luego relajarse. Sienta lo
pesadas y relajadas que están sus piernas. Repita
la secuencia una vez más.

Qué hacer en la fase post crítica (30 días)

Actividades a realizar en la comunidad y en


el segundo nivel de atención.
● Continúan y se consolidan las medidas de la
fase anterior.
● Los equipos locales con las brigadas analizan
la situación y establecen un plan de acción.
● Coordinación con el área de salud. Para la
formación de redes de trabajo.
● Organización de la propia comunidad, refor-
zando su autoresponsabilidad y se transmite
confianza en la recuperación.
● El área de salud conjuntamente con los equipos
locales y las brigadas, analizan la situación y
apoyan el plan de acción en salud mental.
Protocolo de atención en salud mental... 69

● Atención psicosocial y emocional a los alber-


gues. Atención a grupos especiales y vulne-
rables.
● Facilitar atención de casos con trastornos psí-
quicos e intervención en crisis.
● Referencia de casos que sean necesarios a las
áreas donde corresponda (hospitales naciona-
les, Hospital Nacional de Salud Mental). Ver
criterios de referencia.
● Facilitar la formación de redes por medio de
la coordinación interinstitucional e intersec-
torial.

Actividades a realizar a nivel de Hospital


Nacional de Salud Mental (tercer nivel)

● En coordinación de Programa de Salud Mental.


● Monitoreo y apoyo a los equipos y brigadas
que atienden la emergencia con los recursos
que sean necesarios en coordinación con las
áreas de salud.
● Facilitar personal especializado que conforme
brigadas para atención en desastres.

Manejo psicosocial de los albergues

Propuestas de acción que se derivan del diag-


nóstico participativo entre equipos locales, Área
de Salud y los albergados.
1. Acciones a muy corto término:
1.1 Analizar las formas para hacer una devolu-
ción del psicodiagnóstico a la población
de los albergues que ha participado.
70 Programa Nacional de Salud Mental

1.2 Sugerir a la alcaldía la conveniencia de


trabajar el desgaste de las personas que
atienden los albergues y ofrecer algún
espacio de desahogo para ellos.
2. Acciones a corto término:
2.1 Ser intermediarios entre las comunidades
y las autoridades, para saber dónde pueden
éstos tomar decisiones sobre los problemas
que los afectan.
Definir campos posibles de decisión
si hubiera organización.
2.2. Trabajar la unión entre comunidades por
ejemplo a través de actos, asambleas gene-
rales o de actividades amplias de intercam-
bio social estimulando la idea de la unión
más allá de cada comunidad.
2.3. “Acogimiento comunitario”. Que cada co-
munidad acoja dos o tres familias.
2.4. Fomentar que sean las autoridades las
que informen directamente a los damni-
ficados.
2.5. Dar información por escrito carpa por carpa
(volante de información clave).
2.6. Capacitar en relaciones humanas a personal
de la alcaldía y a personas que atienden
(especialmente cocina).
2.7. Poder dar retroalimentación a las autorida-
des tanto del agradecimiento y estímulo
como de los aspectos mejorables, especial-
mente entre los subordinados.
3. Acciones a medio término:
3.1. Trabajo psicosocial y emocional con los
desplazados a través de talleres, sociodra-
mas, teatro, representaciones artísticas,
Protocolo de atención en salud mental... 71

etc., representando su situación desde una


óptica de pasividad o de empoderamiento.
3.2. Invitar a personas que hablen y/o brinden
materiales informativos sobre formas de
afrontamiento acorde con las formas comu-
nitarias.
3.3. Fomentar la autogestión para la mejora
de las áreas comunes en el albergue (por
ejemplo despejar y acondicionar un área
para que jueguen los niños).
3.4. Establecer redes de apoyo para el cuidado
de las personas más vulnerables a violencia.
4. Acciones a largo término:
4.1. Hacer charlas educativas o talleres con
los damnificados, sobre por qué ocurren
los desastres y si la resignación es la única
respuesta.
4.2. Estimular la creación de cooperativas inter-
nas para la reconstrucción:
▼ De profesionales de construcción y
similar (albañiles, electricistas, fontane-
ros...) que puedan ser contratados y
que tal vez se mantengan al cerrar el
albergue. Priorizarles a la hora de reali-
zar algunas tareas de reconstrucción.
▼ De venta de insumos, periódicos, fruta
etc. al interior del albergue.
▼ De artistas, que asuman la coordinación
de actividades lúdicas u otras.
▼ Facilitar grupos de autoayuda.
4.3. Acompañar el reasentamiento de las comu-
nidades. Trabajar la elaboración de un
mapa de riesgos y la organización comuni-
taria para enfrentarlos.
72 Programa Nacional de Salud Mental

A todo ello se sumaría:


Seguir monitorizando y documentado las prin-
cipales problemáticas de la población atendida a
través de la asistencia a la reunión semanal de
líderes, el diálogo permanente con los damnificados
y muy ocasionalmente análisis de procesos especí-
ficos a través de grupos focales.
Prestar atención clínica individual de los casos
detectados en estos procesos de tipo comunitario
que requirieran de un apoyo con psicoterapia
individual o de grupo, o de apoyo psicofármaco-
lógico.

Momento de la búsqueda de
sentido para los damnificados
(tres sesiones de 60 minutos cada una)

Saludo integracional:
● Se le pregunta al grupo cómo se sienten.
● Explicar el objetivo de la reunión.

Búsqueda del sentido de la vida:


● Promover en la población el sentido de la
esperanza de los recursos personales y colec-
tivos.
● Aquí se puede utilizar como técnicas y procedi-
mientos todos aquellos que permitan reflexio-
nar sobre la aceptación de lo inevitable, valora-
ción de la vida, y la de sus seres queridos.
● En la segunda sesión se centrará en el significa-
do de la vida después del evento, que significa
vivir después de ello.
● En la tercera sesión irá dirigida a las redes
sociales de apoyo emocional actuales y futuras.
Protocolo de atención en salud mental... 73

Para cada una de ellas puede utilizar dinámicas,


lectura de historias como lo prefiera el facilitador.
Cierre: en cada una de las sesiones se hará
una evaluación.

Talleres proyectivos en
fase de recuperación

Saludo de integración.
Explicar el objetivo de la reunión.
Búsqueda de valores de subsistencia:
● Generar la búsqueda de la esperanza, se le
pide al grupo que se imagine cómo se ve en
cinco años, qué hicieron para conseguirlo, y
qué personas están cerca de ellos en ese mo-
mento.

Despedida:
Tener un espacio para la despedida de las
pérdidas.
● Visualización, de lo que quieran despedirse:
de un familiar, amigo, etc.

Proyección:
● Redefinir proyectos de vida.
● Evaluación del impacto.
● Pasar el instrumento que permita detectar
como están los participantes.
● Cierre.
● Hacer la despedida.
● Evaluar la atención en crisis.
74 Programa Nacional de Salud Mental

Fase de recuperación posterior al primer mes

Actividades a realizar en el primero y segundo


nivel de atención:
● Promover el desarrollo de proyectos ocupacio-
nales y productivos.
● Mantener un nivel adecuado de información
a la población.
● Educación para la salud y capacitación en
temas de autocuidado y salud mental.
● Se consolida el sistema de la red.
● Se transmite confianza en la recuperación.
● El equipo local y las brigadas realizan una
evaluación de los planes, servicios y recursos
de la salud mental existentes y su funciona-
miento en la emergencia.
● Se gestionará en función de los resultados las
medidas a tomar por parte del Área de Salud.

Actividades a realizar con el Comité de Desas-


tres del Hospital Nacional de Salud Mental (tercer
nivel de atención)
● En coordinación de Programa de Salud Mental.
● Monitoreo y apoyo a los equipos y brigadas
que atienden la emergencia con los recursos
que sean necesarios.
● Monitoreo y evaluación de los planes, servicios
y recursos Salud Mental existentes y funciona-
miento durante la crisis.

Fase de recuperación (posterior al primer mes)

● Las personas mantienen como no resueltos


muchos problemas, existen secuelas sociales
Protocolo de atención en salud mental... 75

y de salud en especias del orden mental, en


función de la estructura social y del grado de
pérdidas se planifican y ejecutan tareas para
la recuperación definitiva.
● En esta fase se asocian procesos de asunción
progresiva y autogestión de la situación, donde
existe una estructura social básica que permita
un abordaje adecuado e idóneo a procesos de
duelo.
● Se inicia la búsqueda de personas extraviadas.
● Se da la atención psicosocial individual, fami-
liar y comunitaria con el seguimiento de grupos
de apoyo.
● Inicia reconstrucción de instalaciones y de los
procesos de duelo por la fractura cultural.
● Hay reinstalación de los servicios básicos.

E FECTOS DEL DESASTRE EN


GRUPOS ESPECÍFICOS DE POBLACIÓN
( MÁS VULNERABLES )

Niños

Dos mitos son barreras potenciales para recono-


cer las respuestas de los niños al desastre y deben
ser rechazados.
1) Que los niños son innatamente resilientes y se
recuperarán rápidamente, incluso de trauma
severo; y
2) Que los niños, especialmente pequeños, no
son afectados por un desastre a menos que
sean perturbados por las respuestas de sus
padres.
76 Programa Nacional de Salud Mental

Ambas creencias son falsas. Mucha evidencia


indica que los niños experimentan los efectos del
desastre doblemente. Incluso niños muy pequeños
son directamente afectados por las experiencias
de muerte, destrucción, terror, asalto personal
físico y por experimentar la ausencia o la impoten-
cia de los padres. También son indirectamente
afectados a través de la identificación con los
efectos del desastre en sus padres y en adultos en
los que confían (tales como profesores) y por las
reacciones de sus padres al desastre.
Otra barrera para reconocer las respuestas de
los niños al desastre es la tendencia de los padres
de interpretar erróneamente las reacciones de
sus hijos. Para los padres que todavía están bajo
estrés, el retraimiento de un niño, su regresión o
mala conducta puede ser entendido como deseado.
O, puede ser que los padres no deseen ser recorda-
dos de su propio trauma o, buscando alguna
evidencia de que su vida está nuevamente bajo
control, pueden tener la necesidad de ver todo
como “bien”. En cualquier caso, pueden ignorar
o negar evidencia de angustia en el niño. El niño,
por su parte, puede sentirse ignorado, no validado
o cuidado. Esto puede tener consecuencias a largo
plazo para el desarrollo del niño. A corto plazo,
sintiéndose inseguro, el niño puede inhibir la
expresión de sus propios sentimientos, para no
angustiar ni alejar más a sus padres.
La mayoría de los niños responden de forma
sensible y apropiada a un desastre, especialmente
si experimentan la protección, apoyo y estabilidad
de sus padres y de otros adultos en quien confían.
Sin embargo, como los adultos, pueden responder
Protocolo de atención en salud mental... 77

al desastre con una amplia variedad de síntomas.


Sus respuestas son generalmente similares a aque-
llas de los adultos, pero pueden aparentar ser de
una forma más directa, menos encubierta.

Reacciones por grupos etáreos


Edad preescolar (1-5 años)
Cuando se enfrentan a una situación sobreco-
gedora, tal como un desastre, los niños de estas
edades frecuentemente se sienten desvalidos y
experimentan intenso miedo e inseguridad por
su impotencia para protegerse a sí mismos. Muchos
niños carecen de las destrezas verbales y concep-
tuales necesarias para lidiar efectivamente con el
estrés que ocurre súbitamente. Las reacciones de
los padres y de sus familias a menudo los afectan
fuertemente. El abandono es una fuente de gran
preocupación para los niños preescolares y los
niños que han perdido un juguete, una mascota o
un familiar necesitarán mayor consuelo.
Reacciones típicas:
1. Orinarse en la cama.
2. Miedo a la oscuridad o a los animales.
3. Apegamiento a los padres.
4. Terror en las noches.
5. Pérdida del control de la vejiga o de la excre-
ción, o estreñimiento.
6. Dificultad en el habla (p. ej., tartamudear).
7. Disminución o aumento en el apetito.
8. Llorar o gritar por ayuda.
9. Inmovilidad, con temblores y expresiones facia-
les de terror.
10. Correr hacia un adulto o en movimiento sin
dirección.
78 Programa Nacional de Salud Mental

11. Temor a que le dejen solo.


12. Miedo a los extraños.
13. Confusión.

Edad escolar (5-11 años)


El niño de edad escolar puede entender los
cambios o las pérdidas permanentes. Los miedos
y las ansiedades predominan en este grupo. Pueden
surgir temores o miedos imaginarios que no pare-
cen tener relación con el desastre. Sin embargo,
algunos niños se concentran en los detalles del
desastre y deseen hablar de éstos continuamente.
Estas reacciones pueden interferir con otras activi-
dades.
1. Depresión.
2. Retraimiento.
3. Miedo generalizado.
4. Incluyendo pesadillas y sueños repetitivos.
5. Fobias altamente específicas de estímulos aso-
ciados con el desastre.
6. Desafío.
7. Agresividad, “expresión sin inhibiciones”.
8. Resentimiento, sospecha, irritabilidad.
9. Quejas somáticas: dolor de cabeza, perturbacio-
nes gastrointestinales, dolores generales.
10. Éstos pueden ser revelados por un patrón de
ausencias repetidas a la escuela.
11. Dificultades de concentración.
12. Recuerdos y pensamientos y sensaciones intru-
sivos, que pueden aparecer especialmente
cuando el niño está aburrido o descansando o
durmiéndose.
13. Pérdida del sentido de control y de responsabi-
lidad.
14. Pérdida del sentido del futuro.
Protocolo de atención en salud mental... 79

15. Pérdida del sentido de individualidad e iden-


tidad.
16. Pérdida del sentido de expectativas razonables
con respecto a interacciones interpersonales.
17. Pérdida del sentido de cuando él o ella tienen
sentimientos de vergüenza.
18. Re-actuaciones rituales de los aspectos del
desastre en juego o dibujando o contando
historias. En parte, esto puede ser entendido
como un intento de superioridad. Los dibujos
pueden tener imágenes del trauma y expresio-
nes raras de imágenes inconscientes con elabo-
raciones y repeticiones.
19. Re-actuaciones cinestéticas de aspectos del
desastre, gestos repetitivos o respuestas a la
re actuación del desastre.
20. Formación de presagios: el niño llega a creer
que ciertos “signos” antes del desastre fueron
advertencias de que él o ella deberían estar
alertas por signos futuro de desastre.
21. Regresión: mojar la cama, manchar, apegarse,
ansiedad de separación incrementada.

Los niños de todas edades son fuertemente


afectados por las respuestas de sus padres o de
sus cuidadores hacia un desastre. Los niños son
especialmente vulnerables a sentimientos de aban-
dono cuando son separados de, o pierden a sus
padres. “Proteger” a los niños mandándolos lejos
de la escena del desastre, por lo tanto separándolos
de sus seres queridos, agrega el trauma de la
separación al trauma del desastre.
Para un adulto, aunque los efectos del desastre
pueden ser profundos y duraderos, se llevan a
cabo en personalidades ya formadas. Para los
80 Programa Nacional de Salud Mental

niños, los efectos son magnificados por el hecho


que la personalidad del niño todavía se está desa-
rrollando. El niño tiene que construir su identidad
dentro del marco del daño psicológico causado
por el desastre. Cuando los síntomas producidos
por el desastre no son tratados, o cuando el desastre
está en progreso, ya sea debido a la destrucción
forjada (por ejemplo, por un terremoto) o porque
la fuente del trauma en sí es crónica (por ejemplo,
guerra o relocalización de un campo de refugiados),
las consecuencias son incluso más graves. El niño
crece con el miedo y la ansiedad, con la experiencia
de destrucción o crueldad o violencia, con separa-
ciones del hogar y de la familia. La niñez en sí,
con su juego, amor, y afecto normales se pierde.
Las respuestas a largo plazo de niños que han
sido crónicamente traumatizados pueden incluir
una desensibilización defensiva. Parecen fríos,
insensibles, con falta de emoción hacia la vida
diaria. La violencia puede llegar a verse como la
norma, legítima. Un sentido del significado del
futuro se pierde.

La pre adolescencia (11-14 años)


Las reacciones de su grupo de edad son de
especial significado para este grupo. El niño debe
saber que sus miedos son apropiados y que otros
los comparten. La ayuda debe dirigirse a reducir
las tensiones y las ansiedades, y los posibles senti-
mientos de culpa.
Reacciones típicas:
1. Disturbios del sueño.
2. Disturbios del apetito.
3. Rebelión en el hogar.
Protocolo de atención en salud mental... 81

4. Rehusar hacer las tareas.


5. Problemas en la escuela (p. ej., peleas, aisla-
miento, pérdida del interés, conducta dirigida
a llamar la atención).
6. Problemas físicos (p. ej., dolores de cabeza,
dolores leves, erupciones en la piel, problemas
intestinales, quejas psicosomáticas).
7. Pérdida del interés en las actividades sociales
de su grupo

La adolescencia (14-18 años)


Un desastre puede estimular los temores rela-
cionados con la pérdida de sus familias y los
temores relativos a sus cuerpos. Amenaza a sus
procesos naturales de despegue de la familia por
la necesidad de unión familiar en ese momento.
Los desastres interrumpen las relaciones con sus
grupos y sus vidas en la escuela. Según los niños
crecen, sus respuestas a los traumas comienzan a
parecerse a las reacciones de los adultos. Pueden
tener una combinación de algunas reacciones infan-
tiles mezcladas con reacciones de adultos. Los
adolescentes pueden mostrar conducta más
arriesgada que la normal (guiar con descuido,
usar drogas, etc.). Los adolescentes podrían sentirse
agobiados por las emociones y podrían estar inca-
pacitados para discutirlas con sus familias.
Reacciones típicas:
1. Dolores de cabeza y otros malestares físicos.
2. Depresión.
3. Confusión o concentración pobre.
4. Ejecución pobre.
5. Conducta agresiva.
6. Aislamiento y distracción.
82 Programa Nacional de Salud Mental

7. Cambio de su grupo o de amigos.


8. Síntomas psicosomáticos (p. ej., erupciones
en la piel, problemas intestinales, asma).
9. Disturbios del apetito o del sueño.
10. Agitación o disminución del nivel de energía.
11. Conducta irresponsable o delictiva.
12. Reducción de la lucha contra el control de los
padres.

Los ancianos

Los informes de las respuestas de los ancianos


al desastre son inconsistentes. En algunos desastres,
parecen no más vulnerables que personas más
jóvenes. En otras, parecen más vulnerables. A
pesar de la inconsistencia en estudios formales
de investigación, hay razones para creer que los
ancianos están en un riesgo mayor de los efectos
emocionales adversos en los inicios de un desastre.
La depresión y otras formas de angustia entre los
ancianos son frecuentemente sobrevistas, en parte
porque pueden no tomar exactamente el mismo
patrón de síntomas que entre las personas más
jóvenes. Por ejemplo, desorientación, pérdida de
memoria, y distracción pueden ser signos de depre-
sión en los ancianos. Los ancianos también son
más vulnerables a ser victimizados. En el contexto
de un estrés aumentado en la familia y en la
comunidad, el cumplir con sus necesidades especia-
les puede tomar una prioridad menor. Un asunto
en particular que puede aparecer son los sentimien-
tos de que han perdido toda su vida (pérdida de
hijos, hogares, cosas memorables) y que, debido
Protocolo de atención en salud mental... 83

a su edad, no hay suficiente tiempo en sus vidas


para reconstruir y recrear. También es más probable
que los ancianos sean físicamente discapacitados.

Los discapacitados físicamente,


mentalmente o en desarrollo

A pesar de que las personas que son discapaci-


tadas físicamente, enfermas mentalmente o retrasa-
das tienen necesidades precisas, cada grupo está
en alto riesgo ante un desastre. Para aquellos en
cada grupo, los patrones normales de cuidado o
asistencia que reciben y sus propias adaptaciones
normales para producir niveles aceptables de
funcionamiento son interrumpidos por desastres.
Por ejemplo, los suministros de medicinas, aparatos
de asistencia tales como sillas de ruedas, cuidadores
familiares y programas anteriormente efectivos
de tratamiento pueden no estar disponibles. Ambos
tienen efectos directos e incrementan la ansiedad
y el estrés. El estrés, a cambio, puede exacerbar la
enfermedad mental pre-existente.
Aquellos que eran mentalmente enfermos o
retrasados en su desarrollo también pueden tener
menos recursos de enfrentamiento adaptativo dis-
ponible y menos habilidad para movilizar ayuda
para ellos mismos. Son especialmente vulnerables
a la marginalización, al aislamiento y a la “victimi-
zación secundaria”. Están en un gran riesgo de
malnutrición, enfermedades infecciosas (por
ejemplo, en una situación en un albergue) y de los
efectos de falta de cuidado adecuado de la salud
post-desastre.
84 Programa Nacional de Salud Mental

R EACCIONES EMOCIONALES
MÁS FRECUENTES EN
LOS GRUPOS INTERVINIENTES

Los profesionales, técnicos y voluntarios que parti-


cipan en los desastres tienen un alto grado de
exposición a fuertes impactos emocionales.
Las reacciones emocionales aparecen aún en
personal con gran especialización técnica y expe-
riencia en el tema.
Respuestas elaborativas: tienden a estimular el
desarrollo de recursos personales y adecuada
adaptación.
Respuestas desadaptativas: tienden a ser rígidas,
estereotipadas, generando frecuentemente altera-
ciones en la vida personal, familiar, social y pro-
fesional.

Efectos psicológicos nocivos


en equipos de salud y rescate

Traumatización secundaria
Algunas reacciones psicológicas de los miem-
bros de equipos intervinientes presentan similitu-
des con las de personas asistidas, con diferentes
grados de intensidad y afectación, que suelen
provocar alteraciones en la vida familiar, social,
y profesional.
Los síntomas de mayor prevalencia son:
1. Sentimientos de desgano.
2. Pérdida de placer en actividades anteriormente
significativas.
3. Irritabilidad.
4. Distanciamiento afectivo.
Protocolo de atención en salud mental... 85

5. Reiteración del evento.


6. Alteraciones del sueño.
7. Dificultades de concentración.
8. Tristeza.
9. Estado de alerta e hipervigilancia.
10. Sentimientos de desapego.

Vulnerabilidad en los grupos de apoyo

Factores de riesgo
Algunas condiciones propias de las personas
que se dedican a estas intervenciones y las carac-
terísticas de la tarea en sí misma, deben ser consi-
deradas factores de riesgo y aunque no pueden
eliminarse completamente, deben tomarse en cuen-
ta en estrategias de mitigación.
Algunas de ellas son:
1. Fatiga y desgaste propios de la tarea.
2. Exposición reiterada a imágenes y relatos de
damnificados.
3. Sentimientos empáticos frente al sufrimiento,
con dificultades para mantener una distancia
operativa adecuada.
4. Excesivo involucramiento personal en relación
con experiencias previas reactivadas por el
evento.
5. Ausencia de consolidación y cohesión grupal.
6. Inadecuada explicitación de funciones y
distribución de tareas.
7. Tiempo insuficiente para llevar adelante tareas
de planificación, evaluación y capacitación.
8. Sobre-exposición del líder: sometido a factores
estresantes extra como toma de decisiones,
contacto intra e interinstitucional.
G UATEMALA : NÚMERO DE REGISTROS Inundación 406
DE DESASTRES SEGÚN TIPOS Deslizamiento 395
1988-2000 Avenida 53
Vendaval 61
Tempestad 26
No. de desastres Marejada 7
Sismo 34
Sedimentación 4
Helada 27
Granizada 8
Sequia 7
Incendio 822
Forestal 186

– 87 –
Explosión 50
ANEXOS

Escape 11
Estructura 6
Pánico 1
Epidemia 131
Plaga 2
Accidente 18
Biológico 2
Erupción 28
Contaminación 23
Tormenta E. 8
88 Programa Nacional de Salud Mental

E JEMPLIFICACIÓN DEL ESCENARIO DE RIESGO

Ca
mb
Escenario de riesgo Tormenta Stan io
clim
fuertes lluvias áti
co

Deforestación

Malas prácticas
constructivas Alta
Amenaza de
Destrucción Vulnerabilidad
inundaciones
de cuencas
deslizamientos
Frente a estas
Corte de laderas amenazas

Urbanización
sin control

Desastre

R ECURSO H UMANO
Protocolo de atención en salud mental... 89

Centros de Hospital Hospitales


Área de salud salud con de salud generales
Recurso humano en especialistas de mental
salud mental salud mental
Psicó- Psiquia- Psicó- Psiquia- Psicó- Psiquia-
logo tra logo tra logo tra

1. Guatemala 16 2 13 25 18 4
2. El Progreso
3. Sacatepéquez
4. Chimaltenango 1 1
5. Escuintla 1
6. Santa Rosa 1 1
7. Huehuetenango 1
8. Quiché 1
9. Totonicapán
10. Sololá
11. Quetzaltenango 1 1
12. San Marcos 1
13. Retalhuleu
14. Suchitepéquez
15. Jalapa
16. Jutiapa 1
17. Izabal
18. Zacapa 1
19. Chiquimula 1
20. Alta Verapaz 1
21. Baja Verapaz 1
22. Petén norte 1
23. Petén sur oriente
24. Petén sur occidente 1
25. Ixcán 1
26. Ixil 1
Total 30 3 13 27 18 6

T RASTORNOS PERMANENTES

Trastorno de estrés post-traumático (f43.1)

1. Los síntomas característicos del desorden de


estrés post-traumático incluyen: los síntomas
90 Programa Nacional de Salud Mental

por lo menos deben durar un mes cuando es


agudo y crónico cuando tardan más de tres
meses. El trastorno de estrés post-traumático
puede también aparecer después de 6 meses.
2. Re-experimentación: Persistente del evento
traumático: a nivel del pensamiento hay reco-
lecciones recurrentes e intrusivas de los eventos
del desastre que se pueden manifestar en
sueños acongojantes repetitivos, en las que se
recrea el evento;
3. Angustia psicológica intensa o reactividad
fisiológica a la exposición de señales internas
o externas que simbolizan o se asemejan a un
aspecto del evento traumático; o experiencias
en las que la víctima actúa o se siente como si
el evento está ocurriendo realmente otra vez.
(En niños, el juego repetitivo en las que se
expresan los temas o aspectos del trauma
puede ocurrir; también pueden llevarse a cabo
reactuaciones de los eventos específicos de
trauma, y pueden haber sueños aterrorizantes
sin contenido reconocible).
4. Evasión persistente del estímulo asociado con
el trauma y el entumecimiento de la respuesta
general: esfuerzos para evitar pensamientos
o sentimientos o conversaciones sobre el desas-
tre; esfuerzos para evitar actividades, lugares
o personas que recuerden a la víctima del
trauma; inhabilidad para recordar partes im-
portantes de la experiencia de desastre; dismi-
nución marcada de interés o participación en
actividades significativa; sentimientos de sepa-
ración o aislamiento de otros; rango restringido
de afecto; un sentido de un futuro acortado,
Protocolo de atención en salud mental... 91

sin expectativas de una vida o tiempo de vida


normal.
5. Excitación incrementada: dificultad para dor-
mir o mantenerse dormido; irritabilidad o
arranques de enojo; dificultad para concentrar-
se; hipervigilancia; respuestas de susto exage-
radas.
6. Síntomas de evasión y entumecimiento y los
estados disociativos y como de trance, en el
que los componentes del evento son revividos
y la persona se comporta como si estuviera
experimentando los eventos en ese momento
y los borra incluso de su memoria ya que son
muy dolorosos.

Trastorno de ansiedad generalizada (F41.1)

Los síntomas característicos del desorden de


ansiedad generalizada, tiene que tener un período
por lo menos de seis meses con los síntomas
siguientes:
1. Ansiedad y preocupación persistente y excesiva
sobre una variedad de eventos o actividades
(no exclusivamente sobre el desastre y sus
consecuencias).
2. La persona encuentra difícil la preocupación
está más allá de la proporción de la realidad.
Interfiere con la atención a tareas cotidianas.
3. La ansiedad y la preocupación son asociadas
con síntomas tales como nervioso; fatigarse
fácilmente; dificultad concentrándose o que
la mente se ponga en blanco; irritabilidad;
tensión muscular; y dificultad durmiéndose
o manteniéndose dormido.
92 Programa Nacional de Salud Mental

A pesar de que los individuos con trastorno


de ansiedad generalizada no siempre pueden iden-
tificar sus preocupaciones como “excesivas”, la
angustia subjetiva debido a una constante preocu-
pación puede afectarles en las áreas sociales, ocupa-
cionales, matrimoniales u otras áreas de funciona-
miento.
También están asociados comúnmente a sínto-
mas somáticos presentes como:
a) Manos frías y húmedas.
b) Boca seca.
c) Náusea.
d) Diarrea.
e) Aumento de la frecuencia urinaria.
f) Y síntomas depresivos (tristeza, desgano, can-
sancio, alteraciones del sueño y apetito, pérdida
del placer, ideas de muerte).

Hay una variación cultural para la expresión


de la ansiedad. En algunas culturas, puede ser
expresada más a través de síntomas somáticos
(físicos), en otras a través de síntomas cognoscitivos
(pensamiento).
Los niños pueden revelar sus ansiedades a
través de preocupación sobre su competencia (por
ejemplo, en la escuela), preocupaciones excesivas
sobre la puntualidad, sobre entusiastas para buscar
aprobación y un estilo personal dócil y perfeccionista.

Duelo anormal, patológico o


complicado. El CIE-10 lo incluye
en los trastornos adaptativos (F43.2)

Normalmente, después de la muerte de un


ser querido, se esperan que en un periodo mayor
Protocolo de atención en salud mental... 93

a seis meses, se presenten las etapas de duelo,


pero si supera este tiempo, es criterio diagnóstico:
1. La primera respuesta es incredulidad y nega-
ción. Los sentimientos de entumecimiento pue-
den dar un respiro y permitir que la realidad
se absorba lentamente.
2. Luego, cuando comenzamos a darnos cuenta
de la realidad y del significado de la pérdida,
pueden aparecer sentimientos de congoja, una
añoranza por la persona perdida, enojo hacia
la pérdida, y una ansiedad, hacia las propias
habilidades para enfrentarse sin ellos.
3. Continúa un período de pesadumbre, mientras
revisamos nuestras memorias del ser querido
perdido, y luego gradualmente dejamos ir los
lazos psicológicos y nos liberamos de por
vida de la persona que ha partido.

Todas las culturas tienen rituales que, aunque


varíen mucho, parecen destinadas a facilitar este
proceso. Sin embargo. El trauma puede interferir
con la habilidad de pasar por el proceso normal.
a) Las propias lesiones de la víctima.
b) La pérdida de apoyos sociales y comunidades
familiares.
c) La culpa del sobreviviente y el propio trauma
psicológico de la víctima pueden interferir
con tanto los rituales esperados como con el
proceso interno de pesadumbre.
d) Los recuerdos de los difuntos pueden desatar
las propias memorias de la víctima del desastre.
La meditación post-traumática puede bloquear
a la víctima de confrontar los recuerdos y
pensamientos que son centrales para el pesar.
El entumecimiento post-traumático puede in-
94 Programa Nacional de Salud Mental

terferir con que la víctima se comprometa en


interacciones sociales de apoyo.
También puede haber otros obstáculos
prácticos para decir adiós.
e) Los procesos legales pueden retrasar los pre-
parativos del funeral o las preocupaciones
sobre que el apesarado vea el cuerpo del difunto
debido a lesiones sufridas en el desastre puedan
llevar a que el apesarado no tenga la oportuni-
dad de ver el cuerpo.
f) La mayoría de los estudios han indicado que
no viendo el cuerpo del difunto puede
contribuir a duelo anormal y que ver el cuerpo,
inclusive cuando está desfigurado, no es dañino
inherentemente. Pocas víctimas a las que se
les ha permitido ver los restos y han aceptado
el ofrecimiento, lamentan haberlo visto.
g) Estos obstáculos psicológicos y prácticos a
una respuesta “normal” debido a la muerte
de un ser querido pueden contribuir a la falta
de sentimientos de cierre o permiten fantasía
mágicas de que la persona difunta no ha, de
hecho, muerto.
Cualquiera de varios síndromes de duelo
anormal puede aparecer. Diferentes culturas
varían ampliamente con respecto a lo que es
“esperado” después de la muerte de un ser
querido. Entre algunas personas, no son bien
vistas las expresiones de emoción.
Entre otras, se esperan las expresiones
públicas de emoción y se sospecha de la falta
de emoción expresada abiertamente. En algu-
nas culturas, se espera que las personas se
apesaren públicamente sólo brevemente y
luego regresen a sus actividades normales.
Protocolo de atención en salud mental... 95

En otras, se espera un período de pesar


prolongado. La evaluación del significado de
los siguientes patrones depende de una Con-
cientización de cuáles son las normas culturales
en esa cultura en particular.)
h) Tristeza inhibida: El apesarado exhibe un pa-
trón caracterizado por entumecimiento psíqui-
co, sobre control y contención de emociones,
poca muestra de afecto. Pueden verse como
que lo “están enfrentando bien”, pero este
patrón en asociado después con síntomas de
depresión y ansiedad.
i) Tristeza distorsionada: El apesarado muestra
un enojo y hostilidad intensas dominando
sobre su tristeza y culpa. Este enojo puede ser
dirigido a cualquiera con que el apesarado
asocia la muerte del difunto (por ejemplo,
voluntarios).
j) Tristeza crónica: Los sentimientos de tristeza
y pérdida no se disipan. No paran los llantos
frecuentes ni la preocupación con la pérdida.
k) Depresión: El apesarado entra en una depre-
sión, con tristeza, congoja prolongadas y un
sentimiento de que no vale la pena continuar
con la vida.
l) Pueden aparecer perturbaciones en el sueño
y en el apetito. El apesarado puede tener
fantasías activas de ser reunido con el difunto
y pueden ocurrir ideas o intentos de suicidio.
m) Culpa excesiva: El apesarado puede mostrar
o preocupaciones auto-recriminación excesiva
de culpa, que eclipsan su tristeza. Pueden
ocurrir comportamientos auto-destructi-
vos, sin ser comportamientos de suicidio
96 Programa Nacional de Salud Mental

abiertamente expresados, tales como accidentes


frecuentes o beber en exceso.

Trastorno de adaptación con predominio de


alteraciones de otras emociones (F 43.23)

La depresión extensa es uno de los hallazgos


más comunes en estudios de personas traumatiza-
das aguda o crónicamente. Frecuentemente ocurre
en combinación con el trastorno de estrés post-
traumático. El trauma puede producir o exacerbar
una depresión ya existente.
Síntomas comunes de depresión:
1. Tristeza.
2. Lentitud de movimientos.
3. Insomnio (o hiperinsomnio).
4. Fatiga o pérdida de energía.
5. Disminución del apetito (o apetito excesivo).
6. Dificultades para concentrarse.
7. Apatía y sentimientos de impotencia.
8. Disminución en el placer de las actividades
de la vida (Anhedonia) pérdida del interés y
placer por las actividades sociales, retraimiento
social, reflexiones de culpa, sentimientos de
impotencia, abandono y cambio de vida, irrevo-
cable preocupaciones con la pérdida e irritabi-
lidad.
9. En algunos casos, la persona puede negar
estar triste o puede quejarse de sentirse “mal”
o de “no tener sentimientos”. Algunos indivi-
duos reportan quejas somáticas, incluyendo
dolores generalizados, en lugar de tristeza.
10. Ideas o intentos de suicidio.
Protocolo de atención en salud mental... 97

11. Con los niños, las quejas somáticas, la irritabili-


dad y el retraimiento social son particularmente
comunes.
12. En algunas culturas, la depresión puede ser
experimentada grandemente en términos so-
máticos, en lugar de en la forma de tristeza o
culpa. Pueden aparecer quejas de “nervios”,
dolores de cabeza, dolor crónico generalizado,
debilidad, cansancio, “imbalance”, problemas
del “corazón”, sensaciones de “calor” o preo-
cupaciones de tener un maleficio un embrujo,
un hechizo.
13. Y varios tipos de emoción, como ansiedad,
depresión, preocupación, tensión, ira, trastorno
mixto de ansiedad y depresión.

Trastornos específicos de determinadas


culturas, trastorno somatomorfo
indiferenciado F45.1 del CIE-10

En muchas sociedades y grupos culturales,


los patrones tradicionales de expresión de angustia
emocional toman la forma de combinaciones de
síntomas que no tienen un equivalente exacto en
categorías de estándares internacionales de enfer-
medad mental. El término intermedio de respuesta
a un desastre puede tomar la forma de una de
estos “trastornos específicos de la cultura”. Éstos
pueden incluir, por ejemplo, susto y ataques de
nervios (Latinoamérica y el Caribe).
El susto es frecuente entre los latinos, los
síntomas típicos incluyen:
1. Desórdenes alimenticios.
2. Sueño inadecuado o excesivo,
98 Programa Nacional de Salud Mental

3. Sueños perturbadores.
4. Sentimientos de tristeza.
5. Falta de motivación.
6. Sentimientos de baja autoestima.
7. Y síntomas somáticos.
8. Gritos incontrolables.
9. Ataques de llanto.
10. Temblores.
11. Calor del pecho que sube hasta la cabeza.
12. Agresión verbal y física, un sentido de estar
fuera de control.
13. Experiencias disociativas, episodios tipo con-
vulsión o desmayos, y gestos suicidas. Se
describe como un episodio disociativo carac-
terizado por un período de tristeza seguido
por arranques de comportamiento violento,
agresivo y homicida dirigido a personas y
objetos, terminando con el cansancio. frecuen-
temente con una repetición aparentemente.
14. Expresar emoción puede ser somático (por
ejemplo, fatiga crónica, dolores generalizados,
dolores de estómago a afecciones gastrointes-
tinales, sentimientos de “calor”) o miedos a
enfermedades somáticas (por ejemplo, hipo-
condriasis, miedos a infecciones).
15. En algunos grupos culturales, la angustia de
un desastre también puede tomar la forma de
un “trastorno de trance”. Un “trance” es una
alteración temporal y marcada en el estado
de conciencia o una pérdida del sentido de
identidad personal de costumbre, asociada
con comportamientos o movimientos estereoti-
pados que son experimentados como fuera
del control de uno o por una concientización
de angustia en los alrededores inmediatos.
Protocolo de atención en salud mental... 99

Síndrome del sobreviviente”

Las personas que muestran este síndrome han


sido descritas como que caminan por la vida “sin
una chispa”. Aparecen la depresión crónica y la
culpa del sobreviviente, o, alternativamente,
agresión crónica y una “adicción a odiar”. Está
presente el retraimiento social, perturbaciones
del sueño, quejas somáticas, fatiga crónica, impedi-
mento emocional, falta de iniciativa e inadaptación
general social, personal y sexual. Se va el “gozo
de la vida”, reemplazado por un “patrón penetrante
de angustia tardía”. Son perturbadas las relaciones
con los cónyuges e hijos, frecuentemente creando
perturbaciones significativas en generaciones fu-
turas.
Otras víctimas de traumas prolongados o re-
petitivos y severos han sido descritas como que
exhiben “desorden de estrés post-traumático com-
plejo”. Los síntomas de:

Desorden de estrés
post-traumático complejo

Éste incluye:
1. Alteraciones de la auto percepción (por ejem-
plo, vergüenza, culpa, sentido de violación,
un sentido de diferencia de otros o impotencia).
2. Dificultades para regular el afecto (por ejemplo,
depresión persistente, preocupación suicida,
auto lesiones, enojo explosivo).
3. Alteraciones en la conciencia (por ejemplo,
amnesia, estados disociativos transitorios, pen-
samientos intrusivos, preocupaciones).
100 Programa Nacional de Salud Mental

4. Dificultades en la relación con otros (por ejem-


plo, aislamiento, ruptura de relaciones íntimas,
desconfianza persistente).
5. Interrupciones en sistemas de significado (por
ejemplo, pérdida de fe, un sentido de impoten-
cia y angustia).
6. Alteraciones en percepciones del perpetrador
de las atrocidades (por ejemplo, una preocupa-
ción por la venganza, atribuciones irreales de
poder total al perpetrador, o, paradójicamente,
gratitud hacia el perpetrador).

I NSTRUMENTO DIAGNÓSTICO .
C UESTIONARIO ILUSTRADO DE SÍNTOMAS

1. ¿Qué es?
2. ¿Cómo aplicarlo?
3. ¿Cómo interpretarlo?

● Es un instrumento básico para obtener informa-


ción sobre el estado de salud mental.
● Con él se puede obtener respuestas interesantes
sobre síntomas específicos.

Antes de aplicarse:
● Debe quedar claro que las respuestas se refieren
a cómo se ha sentido en los últimos 30 días.
● Si usted hace las preguntas, debe leerlas exacta-
mente como están en el cuestionario.
● Debe tenerse cuidado de que la X se marque
en el espacio correspondiente a la pregunta
que se está respondiendo.
Protocolo de atención en salud mental... 101

Después de llenar el cuestionario debe ampliar-


se la información sobre las preguntas marcadas
por el entrevistador.

Algunas orientaciones sobre cómo hacerlo:


1. ¿Tiene frecuentes dolores de cabeza? Es necesa-
rio insistir en que se trata de dolores que se
presentan frecuentemente. Si el/la entrevista-
do/a dice que de vez en cuando le dan, o
cuando tiene otra respuesta parecida, no tome
esto como cierto.
2. ¿Tiene mal apetito? En los últimos 30 días no
ha tenido apetito, come muy poco, o no siente
deseos de comer. Si es el caso contrario, no
marque.
3. ¿Duerme mal? Usted deberá ampliar la pregun-
ta, indagando si el/la entrevistado/a demora
dos o más horas en quedarse dormido/a por
las noches si despierta por la mañana dos o
más horas antes de lo acostumbrado o si el
sueño es interrumpido por frecuentes sobresal-
tos.
4. ¿Se asusta con facilidad? Todo lo/a asusta o
se asusta fácilmente, es decir, presenta un
comportamiento que llama la atención de los
demás. A veces el paciente mismo puede decir:
“Ando como sobresaltado”.
5. ¿Tiene temblor de manos? Se siente tembloro-
so/a o le tiemblan las manos. Pídale al/la
paciente que le muestre cómo le tiemblan las
manos.
6. ¿Se siente nervioso, tenso o aburrido? Puede
que solamente haya tenido uno, dos o tres de
esos síntomas. Usted anotará el síntoma que
haya indicado el/la paciente.
102 Programa Nacional de Salud Mental

7. ¿Sufre de mala digestión? Todo lo que come


le cae mal al estómago. Si el/la entrevistado/
a responde que sólo siente esto en determinadas
ocasiones o con ciertos alimentos, no debe
considerarse ésta como una respuesta positiva.
8. ¿No puede pensar con claridad? Siente que
no puede pensar con claridad o bien, que le
cuesta pensar a tal punto que no puede realizar
sus labores del día.
9. ¿Se siente triste? Éste es un síntoma bastante
claro y la persona puede expresar fácilmente
que se ha sentido triste. Como en todos los
anteriores síntomas, esto debe ser algo que
ocurra en forma más o menos constante.
10. ¿Llora usted con mucha frecuencia? Llora por
cualquier cosa, es decir, con una frecuencia
que no es usual y de una manera que no se
presenta normalmente en las personas. Si el/
la paciente dice que ha llorado por una causa
razonable, por ejemplo, la muerte de un ser
querido, usted anotará la causa.
11. ¿Tiene dificultades en disfrutar de sus activida-
des diarias? Las actividades del día le causan
problemas o sufrimiento. También usted puede
preguntarle si está contento con lo que hace
diariamente, a lo que él o ella responderá sí o
no. Al hacer esta pregunta, trate de obtener
una respuesta correcta; usted repetirá la pre-
gunta junto con las aclaraciones que le siguen.
12. ¿Tiene dificultades para tomar decisiones?
Cuando el/la paciente vacila en el momento
de tomar decisiones, aun en el caso de situacio-
nes sin mayor importancia, sin ser capaz de
llegar a una determinación final.
Protocolo de atención en salud mental... 103

13. ¿Tiene dificultades en hacer su trabajo? (¿sufre


usted con su trabajo?). Usted también podrá
preguntarle: ¿Encuentra que no le gusta nada
de lo que hace, o que se le olvidan las cosas?
Esta pregunta sirve tanto para las personas
que tienen un trabajo y que ganan un sueldo,
como para las personas que realizan tareas en
la casa o en el campo. Es importante aclarar
esta pregunta porque no se trata, por ejemplo,
de la dificultad que puede tener una persona
en conseguir trabajo.
14. ¿Es incapaz de desempeñar un papel útil en
su vida? Puede también preguntarle: ¿Siente
usted que son inútiles todos sus esfuerzos por
conseguir algo en su vida?
15. ¿Ha perdido interés en las cosas? Es decir,
¿siente usted que ya nada le llama la atención,
que ha perdido el gusto de las cosas, o sea que
en estos últimos 30 días ha perdido totalmente
el interés por las cosas que antes le llamaban
la atención?
16. ¿Siente que usted es una persona inútil? Es
decir, ¿le parece que las cosas le salen mal?, o
¿siente usted que lo que hace carece de valor
o de utilidad?
17. ¿Ha tenido la idea de acabar con su vida?
Pregúntele si estas ideas o pensamientos son
frecuentes. ¿Cuándo tiene estas ideas? ¿Cómo
ha pensado hacer esto? Las respuestas a estas
preguntas pueden dar una idea de si en realidad
la persona ha tenido o tiene estas ideas.
En algunas ocasiones las personas pueden
sentirse molestas porque se les pregunta esto;
por lo tanto, es importante que usted lo haga
104 Programa Nacional de Salud Mental

en un tono natural, sin hacer énfasis en ninguna


palabra.
18. ¿Se siente cansado? ¿Se ha sentido muy cansa-
do, fatigado o sin fuerzas, sin que haya una
causa para ello? Si el/la entrevistado/a respon-
de que se cansa cuando corre, cuando sube
gradas, esto no se considera como respuesta
positiva.
19. ¿Tiene sensaciones desagradables en su estó-
mago? Pídale que diga con sus propias palabras
qué es lo que siente, por ejemplo, agruras,
ardor, dolor, pesadez en el estómago; pero
insista en que sea sólo lo que ha sentido en los
últimos 30 días.
20. ¿Se cansa con facilidad? Pregúntele si este
cansancio lo siente haciendo las mismas cosas
que antes no lo cansaban. Mire cuál fue la
respuesta a la pregunta 18. Si el/la paciente
le observa que ya hizo esta pregunta o una
parecida, dígale que no importa, que ésta es
diferente.
21. ¿Siente usted que alguien ha tratado de herirlo
en alguna forma? Es decir, ¿siente que alguien
lo/a persigue para hacerle daño, causarle algún
perjuicio esto lo mantiene a usted muy
preocupado/a? Se refiere a algo que la persona
“siente”, no a hechos ocurridos en la realidad.
Esta pregunta presenta cierta dificultad y es
necesario tener especial cuidado en hacerla,
pues existe la posibilidad de considerar la
respuesta como positiva en verdad, cuando
se trata de una situación real, por ejemplo,
cuando alguien realmente ha tratado de herir
al paciente.
Protocolo de atención en salud mental... 105

22. ¿Es usted una persona mucho más importante


que lo que piensan los/as demás? Es decir,
¿es usted un gran personaje, que tiene poderes
especiales, que tiene mucho dinero, que ha
hecho grandes inventos?
23. ¿Ha notado interferencia o algo raro en sus
pensamientos? Es decir, ¿siente usted que le
están controlando la mente, recibe órdenes
telepáticas o por televisión, u órdenes de otros
planetas o de personas?
24. ¿Oye voces sin saber de dónde vienen o que
otras personas no pueden oír? Una respuesta
positiva debe indagarse a través de preguntas
adicionales para cerciorarse de la presencia o
ausencia del síntoma. Por ejemplo: ¿Las oye
claramente? ¿Las conoce? ¿Son voces de hom-
bre o de mujer? ¿Qué le dicen? ¿Son desagrada-
bles? ¿Está dormido/a o despierto/a? Si la
persona oye voces cuando está durmiendo,
no se marca; si las voces consisten simplemente
en escuchar su nombre ocasionalmente, aun
cuando no haya nadie alrededor, tampoco se
marcará.
25. ¿Ha tenido convulsiones, ataques o caídas al
suelo con movimiento de brazos y piernas?,
¿con mordeduras de la lengua o pérdida del
conocimiento? Aquí se pide que el/la paciente
haya presentado todos estos síntomas para
considerar la respuesta como positiva. De lo
contrario, se considera como ataque histérico.
26. ¿Alguna vez le ha parecido a su familia, sus
amigos/as, su médico/a o su sacerdote que
usted estaba bebiendo demasiado licor? Pídale
al/la paciente que explique qué es lo que le
dicen estas personas a él o ella.
106 Programa Nacional de Salud Mental

27. ¿Alguna vez ha querido dejar de beber, pero


no ha podido? Explique la manera en que
trató de dejar de beber, y cómo fue que volvió
a recaer.
28. ¿Ha tenido alguna vez dificultades en el trabajo
(o estudio) a causa de la bebida, como beber
en el trabajo o en el colegio, o faltar a ellos? Se
considera la respuesta positiva cuando el/la
entrevistado/a manifiesta que ha sido amones-
tado/a varias veces, suspendido/a o retirado/
a del trabajo o sitio de estudio por razón de su
comportamiento, falta de asistencia o bajo
rendimiento ocasionados por la bebida.
29. ¿Ha estado en riñas o lo/a han detenido estando
borracho/a? Explique la situación en que se
dio y el motivo específico por que peleó o fue
detenido/a.
30. ¿Le ha parecido alguna vez que usted bebía
demasiado? ¿Se embriaga usted una o más
veces a la semana, o toma más de tres cervezas
diarias, o más de un litro de vino, o más de
tres tragos de licor fuerte al día?

Interpretación de las respuestas

Descártense los cuadros según aparecen escri-


tos acá, ya que muchos de los síntomas se repiten;
pero es la combinación de estos con otros lo que
hace que los cuadros sean simples peculiaridades
de personalidad, o señales de que las personas
necesitan ayuda porque están viviendo o han
vivido una situación difícil, o pueden ser indicati-
vos de que la persona, además de nuestro apoyo,
necesita la intervención de algún profesional.
Protocolo de atención en salud mental... 107

Características de algunas personalidades


Obsesiva: 1, 3, 6, 11, 12, 13, 21.
Histérica: 1, 2, 4, 6, 7, 10, 16, 19, 22, (25). (25)
No presenta las características necesarias para
considerarse como un ataque convulsivo epiléptico.

Cuadros en los que podemos intervenir directa-


mente en el proceso de ayuda:
Angustia: 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 19, 20.
Somatización: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 11, 13, 15, 16,
18, 19, 20.
Depresión: 1, 2, 3, 8:9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16,
17, 18, 20.
Neurosis: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13,
14, 15, 16, 17, 18, 19, 20.

Cuadros en los que podemos intervenir indirec-


tamente, sólo como apoyo a la persona (en algunos
casos) o a la familia, pero donde se hace necesaria
la intervención de un profesional
Alcoholismo: 4, 5, 23, 26, 27, 28, 29, 30.
Síndrome convulsivo epiléptico: 4, 6, 25.
Síndrome cerebral orgánico: 1, 2, 3, 4, 5, 8, 15,
20, 22, 23, 24.
Psicosis: 3, 4, 6, 8, 14, 21, 22, 23, 24.
108

Estructura de la CONRED

El accionar de CONRED abarca las 3 fases de los desastres.


La ley estipula que lo debe hacer mediante el sistema de coordinadoras a todo nivel.

CONRED Nacional

CORRED Regional

CODRED Departamental

COMRED (*) Municipal

COLRED Local

(*) Código Municipal


Programa Nacional de Salud Mental
Protocolo de atención en salud mental... 109

Estructura de la Coordinadora Municipal durante la emergencia

Grupo toma
de decisiones

Unidad de
Unidad de
información Coordinador
logística
(EDAN)

Manejo Atención Ayuda Agua y


Evacua- Búsqueda Vías de Seguri-
de primaria huma- sanea-
ción y rescate acceso dad
albergues en salud nitaria miento

Estructura organizativa de las Coordinadoras


para la Reducción de Desastres

Grupo toma de decisiones

Gestión de riesgo y
recuperación

Comisión de
Comisión de Comisión de recuperación Comisión de
SODQL¿FDFLyQ\ prevención y (Rehabilitación preparación y
enlace migración y respuesta
reconstrucción)
BIBLIOGRAFÍA

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comunidad, versión México 2003.

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Se terminó de imprimir en el mes de marzo de 2007. F&G
Editores, 31 avenida “C” 5-54 zona 7, Colonia Centroamérica,
01007. Guatemala, Guatemala, C. A. Telefax: (502) 2433
2361 Tel.: (502) 5406 0909 informacion@fygeditores.com
www.fygeditores.com

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