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El Nazismo en Alemania
El Nazismo en Alemania
EL NAZISMO EN ALEMANIA
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Fecha de la prueba………………………………………………
La Ideología Nazi
Hitler disuelve los partidos políticos, le quita al Parlamento sus poderes y con todo el poder en
sus manos, pone en funcionamiento un gran aparato policíaco y propagandístico para lograr la
grandeza de Alemania. No se respeto el Tratado de Versalles, el servicio militar se hizo obligatoria y
la fabricación de armas acupó la primera prioridad del régimen. Se implemento una intensa
propaganda a través del cine y la radio, que pretendía llegar a la juventud inculcándoles todos los
principios nazistas. En 1935, se quito la nacionalidad alemana a los judíos, a quienes se le comenzó a
perseguir exterminándolos en crematorios y cámaras de gas.
El gobierno nazista implementó un ambicioso plan de obras públicas para dar trabajo a la gran
población cesante. Se busco dar bienestar al pueblo mediante diversas medidas como la construcción
de grandes carreteras y la fabricación de los conocidos “Volkswagen” o automóvil popular, además
de grandes fábricas de armamento.
De acuerdo con la doctrina expuesta por Hitler en su obra Mi Lucha, el Ministro de Educación
Bernard Rust, comunicó a todas las escuelas alemanas esta orden:
“Se ordena a los maestros que instruyan a sus discípulos en “la naturaleza, causas y efectos de
todos los problemas raciales y hereditarios”, para ponerles de manifiesto la importancia de la raza y
destino del pueblo alemán, y para despertar en ellos un sentimiento de responsabilidad hacia la
“comunidad de la nación”.
La instrucción racial ha de empezar por los alumnos más jóvenes (seis años de edad), de acuerdo
con el deseo del Führer de “que ningún chico ni chica abandone la escuela sin un conocimiento
completo de la necesidad y significado de la pureza de sangre”.
La historia del mundo ha de presentarse como la historia de los pueblos racialmente determinados.
La idea racial conduce a que se rechace la democracia u otras tendencias “igualitarias” y robustecer
la comprensión de la idea del caudillaje”. (1)
“Pronuncio ante Dios este sagrado juramento: Obedeceré incondicionalmente al Führer, Adolfo
Hitler como valiente soldado, estaré dispuesto a entregar mi vida en cualquier momento por este
juramento”.
El nuevo “dios” en que la juventud alemana debía creer, según los propagandistas del régimen,
queda retratada en estas invocaciones que provocan el asombro, escritas para ser recitadas por los
niños en las comidas.
Antes de la comida:
Después de la comida: