Respecto de la regulación de la temperatura corporal, la afirmación FALSA es:

A) Existen receptores tanto para la temperatura de la piel como para la de la sangre.

B) La vasoconstricción cutánea es un mecanismo de conservación del calor.

C) Los “tiritones” musculares constituyen un mecanismo que genera calor.

D) La estructura del SNC a cargo de la termorregulación es la médula espinal.

E) Los cambios de la temperatura de la sangre son más importantes que los de la piel para la
termorregulación.

La termorregulación de reptiles, como de otros ectotermos, implica un proceso regulatorio que

depende de ajustes morfo-fisiológicos, conductuales, así como de las características térmicas
ambientales para mantenerse lo más cerca posible de su temperatura óptima y realizar sus
actividades biológicas cotidianas. Debido a la ausencia de radiación solar, los ectotermos nocturnos
dependen significativamente de la calidad térmica del hábitat para regular eficientemente su
temperatura corporal (Tc) y así desempeñar diferentes conductas y procesos fisiológicos entre el día
y la noche.
Los reptiles nocturnos, durante el día (fotofase) y normalmente dentro del refugio, mantienen su Tc
dentro de un intervalo de temperatura seleccionada o “preferida” (Tp) para efectuar sus procesos
fisiológicos dependientes de la temperatura como la digestión, crecimiento, reproducción, etc.

También se ha documentado que durante esta fase de “inactividad” las lagartijas termorregulan
activamente seleccionando refugios donde la temperatura puede ser diferente a la disponible en la
superficie. Por otro lado, durante la noche (escotofase), la calidad térmica del ambiente decrece y las
oportunidades de alcanzar Tcs adecuadas para el forrajeo, locomoción, socialización, escape o
defensa de depredadores son limitadas.