El narcotráfico, es el negocio que resulta de comercializar sustancias tóxicas, que abarca la

fabricación, distribución, venta, dominio de la plaza y reciclaje de narcóticos, adictivos o no,

especialmente nocivos para la salud. La mayoría de los reglamentos internacionales lo restringen
o condicionan con sanciones que incluyen su aplicación de muchas formas, dependiendo del tipo de
sustancia y de las leyes locales. La palabra proviene del término griego ναρκω (narkoun) que
significa “sedar” y de “traffico” tomado del italiano, que refiere una actividad comercial.

El narcotráfico es una tarea sumamente lucrativa, que implica varias fases por separado en la
cadena productiva y red de distribución de drogas, incluyendo la operación posterior de lavado
de dinero, para que los beneficios provenientes de dicha actividad, entren al sistema económico sin
que se devele su origen. Por cuanto una droga, es un elemento que altera una o varias de las
funciones del organismo, gran cantidad de ellas únicamente pueden ser recomendadas por
profesionales de la salud, ya que conocen sus efectos y las utilizan como tratamiento.

Para transportar la droga, muchas veces se utilizan a personas en situaciones de pobreza extrema,
que exponen su vida ingiriendo alucinógenos en forma de cápsulas, que de estallar fortuitamente
dentro del cuerpo, pueden causarles la muerte o momentos de intensa gravedad. Este ejercicio
empezó a hacerse más evidente desde la segunda mitad del siglo XIX, donde la droga procedente
de Oriente invadió muchos hábitos de los estadounidenses, lo cual determinó su restricción
por parte de esa nación.

Sin embargo, con respecto al carácter perjudicial de las drogas ilegales, en los diferentes países hay
personas de acuerdo con la despenalización de algunas; el argumento manejado en este caso, es que
la proscripción sólo incrementa el costo de los narcóticos, entonces el tráfico se convertiría en una
operación que desaparecería con su legalidad. Por su lado, los opositores de esta postura esgrimen
que las implicaciones dañinas para la salud sobre quienes consuman sustancias prohibidas, no se
tomarían en cuenta si la ley se pone al margen.
Existen distintos tipos de drogas, están las legales o admitidas socialmente como el alcohol o el
tabaco, también las que son empleadas en medicina como la morfina y las ilícitas cuya
condición de ilegal, logra que se comercialice de una manera más lucrativa y a su vez mucho
más peligrosa, es el caso de la cocaína, heroína, LSD, etc. Cabe destacar que la cocaína y la
heroína, entre otras drogas, no han sido legalizadas, porque este tipo de sustancias ocasiona daños
importantes e irreversibles al consumidor. Además de eso, su consumo genera violencia, promueve
el crimen y puede dejar a cualquier persona fuera del entorno social.
WORLD COM

La compañía telefónica WorldCom se declaró en bancarrota en 2002.

Los activos de la empresa, valorizados en unos 100.000 millones de
dólares, convirtieron esta quiebra en la mayor de la historia, por
encima de la de Enron, que sumaba unos 63.000 millones en activos.
WorldCom reconoció haber disfrazado como inversiones alrededor de
3.800 millones de dólares en gastos operativos. Aunque al principio su
fundador, Bernard Ebbers, manifestó no tener conocimiento sobre el
fraude contable, la justicia determinó su responsabilidad.

Entonces, las fuentes de financiación se secaron de inmediato y los

bancos apenas esperaron unos días para declarar en quiebra sus
últimos créditos. El escándalo registró un nuevo hito cuando un grupo
de 25 bancos denunció habían sido objeto de un fraude por parte de
WorldCom por un importe de 2.500 millones de dólares. Los
acreedores comenzaron a reclamar el pago de sus servicios por
adelantado. Este escenario, sumado al golpe a su reputación, provocó
enormes pérdidas del orden de los 1.200 millones de dólares.

¿Cómo logró Bernard Ebbers pasar por debajo del radar de los
organismos reguladores? Gracias a la labor de su firma contable,
Arthur Andersen, la misma que maquilló los libros de Enron. Ebbers
fue sentenciado a 25 años de cárcel.

1. ¡Consumo responsable!
DEL AGUA: Optimizar el agua que se usa para consumo humano,
industrial, agrícola, pecuario, minero entre otros.

DE LA ENERGIA: Reducir el consumo de energía en todos los escenarios

valiéndonos de la optimización en su uso, la educación ciudadana, el
desarrollo tecnológico que favorezca a esa disminución.

2. ¡Menos contaminantes!
Reducir la generación de sustancias contaminantes y peligrosas para
darles el uso, almacenamiento, tratamiento y disposición final adecuado.

3. ¡Evitar el uso de combustibles!

Reemplazar la actual matriz energética reduciendo drásticamente el uso
de combustibles fósiles para dar lugar a las energías alternativas,
renovables y limpias. Debe eliminarse los casi 700 mil millones de
dólares en subvenciones al sector del petróleo y al carbón para integrar
la generación de energías renovables alternativas como la solar, eólica,
y otras.

4. ¡Cuidar el agua! Implementar regímenes de gestión

hídrica que abarquen a todos los involucrados para su uso y
aprovechamiento para que se manejen las cuencas como sistemas vivos
complejos con biodiversidad significativa bajo riesgo de extinción real.
(Estiman que al día desaparecen 137 especies de plantas, animales e
insectos).

5. ¡Protejamos a los océanos!

Preservar la salud de los océanos dejando de convertirlos en vertederos
submarinos y aprovechar con sostenibilidad los recursos que nos brinda.

6. ¡Educación para todos!

Educar a la población, que sin la misma, es una utopía pretender dar
solución a los problemas que encaramos y se agravan a medida que el
tiempo pasa. La educación como base del cambio debe ser agendado
como prioridad mundial.