En la respiración aeróbica interviene el oxígeno como
aceptor de los electrones que liberan las sustancias orgánicas. La respiración anaeróbica, en cambio, no cuenta con la participación del oxígeno, sino que los electrones recaen en otros aceptores que suelen ser subproductos del metabolismo de otros organismos. Es importante distinguir entre la respiración anaeróbica y la fermentación, que es un proceso de reducción interna de la molécula procesada.