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1. CONTEXTO HISTORICO DE LOS PRESOCRATICOS.

Situamos a los presocráticos en el siglo VI a.C. en la antigua Grecia,


concretamente la mayoría se situaban en Atenas. En este período Grecia estaba
influenciada por un gran número de culturas, debido a su situación geográfica
que, mediante la navegación y el comercio, le llegaban nuevos conocimientos e
ideologías diariamente.

En torno a la cultura, se da la micénica la cual había surgido de los primeros


invasores de Grecia cerca del año 3000 a.C. Además, tras la conquista de
Atenas (recogida por Homero en “La Ilíada”), esta cultura se extiende durante
siglos. En sus libros, este escritor nos muestra la cultura y estilo de vida de los
griegos, la cual estaba principalmente movida por los dioses. Destacamos
también a los sofistas, que se verían introduciendo y destacando sus ideales
sobre el kaos, el cosmos y el destino.

En la zona de Mediterráneo la filosofía se desarrollaba en su mayoría debido al


abundante contacto que tenía con otros pueblos. Por ejemplo: en la actual
Turquía se encontraban Mileto y Éfeso y muy cerca se encontraba también Italia.
Gracias al comercio incrementaban tanto su economía como su cultura

Los filósofos de este periodo reciben el nombre de “presocráticos” no solo por


preceder cronológicamente, la mayor parte de ellos a Sócrates sino también por
preocuparse de un tipo de problemas y dar explicaciones distintas a las de sus
sucesores, los sofistas y Sócrates.

En general a los filósofos presocráticos les preocupan tres problemas


fundamentales:

- El concepto de naturaleza

- La búsqueda del principio (arjé)

- El conocimiento
2. BIOGRAFIA DE DEMOCRITO DE ABDERA

Nació en la ciudad de Abdera (Tracia)


aproximadamente en el año 460 a.C. ,
capital de una polis griega situada en la
actual costa norte de Grecia, al este de la
desembocadura del río Nestos, cerca de la
isla de Tasos. Estudió con magos y
eruditos caldeos que el rey Jerjes
I de Persia dejó en la casa de su padre,
cuando se hospedó en el hogar de este
durante su campaña militar contra los
griegos en las guerras médicas. Siendo
todavía muy joven, aprendió de ellos sobre
todo astrología y teología.

Demócrito fue discípulo y después sucesor de Leucipo de Mileto, natural también


de Abdera. Lenin estima que Demócrito es el representante más brillante del
materialismo en la antigüedad, y opone la línea filosófica de Demócrito a la
de Platón.

Demócrito fue conocido en su época por su carácter extravagante. Se le


adjudican numerosas leyendas. Una de ellas dice que se arrancó los ojos en un
jardín para que no estorbara en sus meditaciones la contemplación del mundo
externo. Se dice de él que presentía el futuro, y entre sus obras más importantes
se cita su Gran Diacosmos, por la cual obtuvo, por plebiscito popular, un premio
de quinientos talentos.
También realizó numerosos viajes, en los cuales habría aprendido de magos
persas, sacerdotes egipcios y caldeos. Se dice que viajó por Egipto, donde vivió
cinco años y adquirió especialmente conocimientos de geometría, así como que
visitó Etiopía, Mesopotamia, Babilonia, Caldea y Persia y que incluso llegó a
la India en busca de conocimientos. Había adquirido dinero para viajar de la
herencia que le dejó su padre a él y a sus dos hermanos; le correspondieron cien
talentos. Posteriormente escribió precisamente el Gran Diacosmos para
defenderse de las posibles acusaciones que se hacían a aquellos que
malgastaban la herencia de sus padres.
Siendo ampliamente ignorado en Atenas durante su vida, la obra de Demócrito
fue bastante conocida sin embargo por Aristóteles, que la comentó
extensamente. La razón de que no adquiriera fama fue que él mismo «no se
cuidó de ser conocido; y aunque él conoció a Sócrates, Sócrates no lo conoció
a él». Asimismo asistió a escuchar a los pitagóricos. Es famosa la anécdota
que Platón detestaba tanto a Demócrito que quería que todos sus libros fuesen
quemados. Se dice que estuvo a punto de quemarlos pero que se lo impidieron
los pitagóricos Amiclas y Clitias aludiendo que era inútil pues ya sus escritos
circulaban en muchas partes.
Hiparco de Nicea asegura, según Diógenes Laercio, que Demócrito murió a los
noventa años de edad; y todos los autores de la antigüedad que hayan hecho
referencia a su edad, coinciden en que vivió más de cien años. Según Aulo
Gelio, Tertuliano y Cicerón, Demócrito, que llegó a vivir casi un centenar de
años, se privó voluntariamente de la vida. Existen dos fechas sobre su
fallecimiento: En 420 a. C., o, la que actualmente se toma como verdadera,
en 370 a. C.
Hay anécdotas según las cuales Demócrito reía muy a menudo irónicamente ante la
marcha del mundo, y decía que «la risa torna sabio»,lo que lo llevó a ser conocido,
durante el Renacimiento, como «el filósofo que ríe» o «el abderita risueño»,
oponiéndolo a Heráclito, «el filósofo que llora».

Demócrito fue un representante de la democracia antigua, adversario de la


aristocracia esclavista.

3. IDEAS PRINCIPALES DE DEMOCRITO

El arjé para Demócrito fueron los átomos, los cuales eran su esencia, ya que
para él cada cosa tenía su propia construcción a partir de ellos. Para él, eran las
piezas fundamentales de todo lo que nos rodeaba, fuera vivo o muerto.

Para Demócrito, la percepción, la razón por la cual piensa, por ejemplo, que
tiene una pluma en la mano, es un proceso puramente físico y mecanicista; que
el pensamiento y la sensación son atributos de la materia reunida en un modo
suficientemente fino y complejo, y no de ningún espíritu infundido por los dioses
a la materia.
Detestó los placeres que a la larga producen dolor. Al negar a Dios y presentar
a la materia como autocreada, e integrada por átomos, se convirtió en el primer
pensador ateo y en el primer materialista (atomista).
Junto con su maestro, Leucipo, Demócrito es considerado fundador de
la escuela atomista. La teoría atomista, al igual que todas las teorías filosóficas
griegas, no apoya sus postulados mediante experimentos, sino que se explica
mediante razonamientos lógicos. La teoría atomista de Demócrito y Leucipo se
puede esquematizar así:

 Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos, incompresibles e


invisibles.

 Los átomos se diferencian solo en forma y tamaño, pero no por cualidades


internas.

 Las propiedades de la materia varían según el agrupamiento de los átomos.

Defiende que toda la materia no es más que una mezcla de elementos originarios
que poseen las características de inmutabilidad y eternidad, concebidos como
entidades infinitamente pequeñas y, por tanto, imperceptibles para los sentidos,
a las que Demócrito llamó átomos (ἄτομοι), término griego que significa tanto
«que no puede cortarse» como «indivisible».
Para Demócrito, la realidad está compuesta por dos causas (o elementos): το
ον (lo que es), representado por los átomos homogéneos e indivisibles, y το
μηον (lo que no es), representado por el vacío. Este último es un no-ser no-
absoluto, aquello que no es átomo, el elemento que permite la pluralidad de
partículas diferenciadas y el espacio en el cual se mueven.
Demócrito pensaba y postulaba que los átomos son indivisibles, y se distinguen
por forma, tamaño, orden y posición. Se cree que la distinción por peso, fue
introducida por Epicuro años más tarde o que Demócrito mencionó esta
cualidad sin desarrollarla demasiado. La forma que posee cada átomo hace
posible que se ensamble —aunque nunca se fusionan (siempre subsiste una
cantidad mínima de vacío entre ellos que permite su diferenciación)— y formar
cuerpos, que volverán a separarse, quedando libres los átomos de nuevo hasta
que se junten con otros. Los átomos de un cuerpo se separan cuando
colisionan con otro conjunto de átomos; los átomos que quedan libres chocan
con otros y se ensamblan o siguen desplazándose hasta volver a encontrar
otro cuerpo.
Los átomos estuvieron y estarán siempre en movimiento y son eternos. El
movimiento de los átomos en el vacío es un rasgo inherente a ellos, un hecho
irreductible a su existencia, infinito, eterno e indestructible.
Al formar los átomos, por necesidad, un vórtice o remolino, (dine), sus
colisiones, uniones y separaciones forman los diferentes objetos y seres y la
realidad con toda su diversidad. Cada objeto que surge en el universo y cada
suceso que se produce, sería el resultado de colisiones o reacciones entre
átomos. Aunque la cita «todo cuanto existe es fruto del azar y la necesidad» se
atribuye a Demócrito, sus escritos enfatizan en la necesidad, al contrario de
Epicuro que enfatizó en el azar. El modelo atomista constituye un claro
ejemplo de modelo materialista, dado que el azar y las reacciones en cadena
son las únicas formas de interpretarlo.
En conclusión para Demócrito, todo lo que existía en la naturaleza era el
resultado de una combinación de átomos y vacío: afirmaba que los átomos se
movían de una forma natural y, que, durante su movimiento, se producían
choques entre sí y se combinan cuando sus formas y demás características lo
permitían. Pensaba que, dentro del universo, las colisiones entre átomos eran
los encargados de la formación de una especie de torbellinos y que partir de
estos enormes torbellinos se generaban los diferentes mundos que existían en
el universo. Aseguraba que todos los seres vivos se desarrollan a partir
del cieno primitivo que resultaba por los efectos del calor, que el fuego se
encontraba estrechamente relacionado con la vida y que los átomos del fuego y
los del alma son de naturaleza muy parecida, con la única diferencia de ser más
pequeños y redondeados que los demás. Su ética se basó en el equilibrio interior
que se conseguía a través del control de las pasiones por medio del
conocimiento y la prudencia.

Es más conocido por su teoría atómica pero también fue un excelente geómetra,
ciencia que enseñaba a sus discípulos. Se cree que también escribió
sobre teoría de los números, y que encontró la fórmula B*h/3 que expresa el
volumen de una pirámide. Asimismo demostró que se puede aplicar esta fórmula
para calcular el volumen de un cono.
Se le atribuyen dos teoremas:

 «El volumen de un cono es igual a un tercio del volumen de un cilindro de


igual base y altura».

 «El volumen de una pirámide es un tercio del volumen del prisma de igual
base y altura».
Además escribió sobre ética, proponiendo la felicidad como el mayor bien,
lográndose a través de la moderación, la tranquilidad y la liberación de los
miedos.

4. OBRAS PRINCIPALES DE DEMOCRITO.

Diógenes Laercio listó una serie de escritos de Demócrito que superan las
setenta obras sobre ética, física, matemática, técnica e incluso música, por lo
que Demócrito es considerado un autor enciclopédico. No se conservaron tales
escritos, y de toda esta producción solo han sobrevivido unos trescientos
fragmentos menores, la mayor parte de los cuales son reflexiones morales de
las cuales solo se conocen fragmentos, sobre todo gracias a las alusiones
de Aristóteles y de Teofrasto. Existen diversas colecciones de esos fragmentos,
como las de Diels-Kranz, Luria y Leszl.

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