El suelo es probablemente el factor que causa el mayor número de problemas en las obras de

Ingeniería Civil. Los análisis y diseños geotécnicos deben, por tanto, realizarse con gran cuidado,
haciendo uso de los conocimientos de mecánica de suelos más actualizados.

El presente trabajo presenta los estudios necesarios para entender y dar solución a los
problemas planteados por suelos inestables característicos, tales como: suelos colapsables,
expansivos, inestabilidad de suelos en taludes y suelos susceptibles a la licuación. Es necesario
un previo análisis de suelos para determinar si es factible realizar la construcción de vías
terrestres y tener en cuenta los posibles riesgos que provocarían estos por su inestabilidad.

Muchos de los fenómenos que determinan el comportamiento de los suelos son complejos y no
pueden siempre reducirse a causas puramente mecánicas, sino que muchas veces intervienen
factores de otra índole (químicos, ambientales, etc.), provocando un comportamiento singular
del terreno. En algunos suelos, estos factores "no mecánicos" tienen una importancia capital y
son objeto de un estudio particular. Dicho grupo de suelos es conocido genéricamente como
"suelos estructuralmente inestables".

SUELOS SUSCEPTIBLES DE LICUACIÓN

En una solicitación dinámica rápida (puede presentarse durante un sismo) las arenas saturadas
relativamente sueltas originan en el agua elevadas presiones que crecen a un ritmo mayor de lo
que alcanzan a disiparse por la salida del agua de los poros del estructura del material. Al
incrementarse las presiones del agua interior, se debilita el contacto entre los granos de la arena
lo que hace que disminuya su resistencia al esfuerzo contante, hasta valores nulos o
aproximados a cero; en estas condiciones la masa de arena se comporta como un líquido,
fluyendo bajo la acción de las cargas que provocan el fenómeno (sismo). Es por esto que se ha
producido en algunos casos desplazamientos de superestructuras viales que miden en decenas
y aún más, en centenares de metros.

Los suelos susceptibles a la licuación son:

-Arenas sueltas donde deformación tiende a compactar la estructura, transmitiéndose al agua

las presiones que generan el fenómeno. Con diámetro menor a 0.1 mm y coeficiente de
deformidad menor a 5.

-Arenas finas donde se reduce su permeabilidad, impidiendo la disipación de presiones en el

agua.

-Arenas uniformes

-Arenas saturadas

-Depósitos de limos no plásticos sueltos: índice de plasticidad menor a 6.

CAUSAS

 Incremento de los esfuerzos cortantes actuantes y desarrollo correspondiente de

presión de poro.
 Desarrollo rápido de elevadas presiones en el agua intersticial, quizá como consecuencia
de un sismo, una explosión, etcétera. Esto se asocia a un colapso estructural rápido del
suelo, cuyos vacíos, saturados de agua, tienen a reducirse desarrollándose presiones en
aquella.
  La licuación por flujo puede ocurrir si el depósito de suelo es licuable y si el esfuerzo
cortante estático en ello es mayor que la resistencia en el estado estable del suelo. La
licuación por flujo ocurre no solamente bajo cargas sísmicas, sino también bajo cargas
dinámicas de otro tipo o inclusive con cargas monotónicas. Esto puede provocar fallas
devastadoras de deslizamiento por flujo durante o después de una excitación sísmica, y
puede ocurrir solamente en suelos sueltos. Todo esto se reduce fundamentalmente un
problema de estabilidad.

EFECTOS

 Contaminación del agua y vías terrestres.

 Las tuberías salen a flote sobre la superficie.
 Pérdida de vidas humanas.

SOLUCIÓN

El único medio que parece seguro para impedir la licuación, según la experiencia lograda hasta
ahora, consiste en compactar los terrenos susceptibles, utilizando para ello cualquiera de los
procedimientos usuales en la actualidad. En el caso de la construcción de carreteras, la
compactación de grandes extensiones de terreno de cimentación es problemática y sobre todo
costosa, pero en zonas sísmicas y caminos de importancia pudiera llegar a ser aconsejable y
económica, en especial si se atraviesan áreas peligrosas relativamente restringidas.

EJEMPLO

El terremoto del 31 de Mayo de 1970 en Chimbote produjo el fenómeno de licuación de suelos

en el área del epicentro. La ciudad se ubica sobre depósitos aluviales del río Lacramarca,
constituidos por arenas limpias y arenas limosas saturadas, con compacidades medias y sueltas
en algunas zonas.

Áreas de licuación de suelos en el Perú

Se presenta en un mapa las áreas en donde el fenómeno de licuación de suelos ocurrió en
Chimbote durante el sismo de 1970.
Cluff (1971) reportó fallas del terreno en Chimbote debido a la existencia de depósitos de playa
saturados y sueltos. En muchas áreas se produjeron volcanes de arena y eyección de aguas
subterráneas por existir nivel freático alto. Berg y Husid (1973) indicaron evidencia de licuación
de suelos en la cimentación del Colegio Mundo Mejor, en Chimbote.

Se puede afirmar que la ciudad de Chimbote se desplanta sobre un depósito potente de arena
con niveles superficiales de agua, que es susceptible de sufrir licuación y densificación.

La zona más afectada fue la central, comprendida entre la Urb. 21 de Abril y Pueblo Libre, hasta
Villa María Baja, incluyendo Miraflores, Miramar Alto y Bajo, Florida Alta y Baja, La Libertad y
Trapecio. En Miramar Bajo existe material orgánico en la superficie; por debajo arena fina a
media hasta los 10 metros, luego arena limosa hasta los 20 metros y después grava.
Se realizó una microzonificación para clasificar el tipo de material geológico por zonas.

Zona I: No hay mayores riesgos de licuación.

Zona II: Esta zona está cubierta por arena suelta. En la mayor parte el nivel freático se encuentra
a 5 metros de profundidad.

Zona III: El nivel freático se encuentra a poca profundidad. La arena fina suelta que se encuentra
a distintas profundidades se licuará durante un sismo.

Zona IV: Esta zona tiene un nivel freático muy alto, la mayor parte está cubierta por agua o
pantanos. El subsuelo consiste de arenas saturadas cubiertas por capas delgadas de limo
orgánico. En algunos lugares la arena se licuará hasta la superficie ante la ocurrencia de un sismo
severo.

Por lo tanto en las zonas II, III, IV se registró mayor licuación.

ANEXOS