Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Parte 1
“La vida es celebrar lo que llevamos sin perder el foco de lo que falta por hacer”. Maickel Melamed.
Estos tiempos en Venezuela son descritos por muchas personas como tiempos convulsos en
diversos ámbitos (social, político, económico), mientras que otras personas se preguntan
cómo afrontarlos, y como empoderar a niños, niñas y adolescentes para hacerles frente.
Aunque sus médicos llegaron a considerar que tendría poco tiempo de vida, su familia se
negó a considerarlo alguien especial, rodeándolo de un ambiente de optimismo y alegría.
Gracias a este apoyo y su propio empeño comenzó a moverse. Posteriormente fue a la escuela
y a la Universidad. Su condición motora no ha sido obstáculo para estudiar economía, ser
maratonista, escalar montañas, ser conferencista, psicoterapeuta y coach. El mismo expone
que a lo largo de su vida se ha enfrentado a muchos No: no sobrevivirás, no caminaras, entre
otras. Sin embargo, ha encontrado en sí mismo y en su familia el motor para sus logros, a
pesar de todas esas visiones que de él tenían.
Ser resiliente es un camino que todos y todas podemos transitar, ya que todos vivimos
pequeñas o grandes situaciones que pueden ser consideradas conflictivas. Implica que
consideremos los recursos psicológicos que poseemos y reestructurarlos según nuestras
necesidades y las distintas circunstancias que se nos presenten. En este orden de ideas,
podremos llegar a ver que una circunstancia adversa en nuestras vidas es un momento, más
que toda nuestra vida es adversa.
Algunas personas tienden a considerar que si las personas que viven estas circunstancias son
niños o adolescentes, las implicaciones son mucho más desfavorables a largo plazo, y aunque
esto puede ser cierto, no lo es para todos. Una investigación que contribuyo a la
conceptualización acerca de la resiliencia en niños, realizada en 1955 en Hawaii por Emmy
Werner y Ruth Smith sobre 698 niños en riesgo de Hawai, desde su etapa prenatal hasta los
32 años, nos aclara este panorama: encontraron que en muchos casos los riesgos presentes en
la vida de los niños se relacionaban con efectos graves posteriores. No obstante estudiaron los
casos de niños que estando en situaciones similares evolucionaron de manera diferente,
llegando a ser adultos equilibrados y competentes en las diversas áreas de su vida.
Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y
como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una
inquebrantable capacidad para mejorar.
Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir
que vuelvan a repetirse en el futuro.
Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden
permanecer centrados en situaciones de crisis.
Son empáticos. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los
demás y conectar con ellas.
Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito
y satisfacción en su
El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que
te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si
estás solo.
Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo
ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu
mente en alguna distracción.
No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los
problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.
Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y
cuándo debes parar.
s vidas.
2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar
pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El
resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa
en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.
4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida
enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas
resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas
personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para
aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro
dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se
preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?
5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica
milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de
vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas
personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra
mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones.
Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el
mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad
para asombrarse ante la vida.
6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las
personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los
recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean
optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se
esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas
personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están
convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede
ser mejor.
7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la
resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de
personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se
comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de
apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una
autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la
suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es
necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar
diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única
solución.
10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles
no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su
perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra
molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella.
Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y
luchar por lo que se proponen.
11. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las
personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y
sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a
mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos
de las situaciones.
12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan
por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello,
son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda
profesional cuando lo necesitan.
Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata
de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver
el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho,
estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es
posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en
los labios.
Estos trabajos permiten revisitar el antiguo debate sobre lo innato y lo adquirido, en términos
nuevos. Se ve que lo esencial no se juega a nivel genético o biológico (lo innato), ni a nivel del
entorno (lo adquirido)… sino en las interacciones entre el niño y su entorno (2).
La resiliencia nos lleva a interesarnos, no tanto por los factores de riesgo, sino más bien por los
mecanismos de riesgo. De hecho, la noción misma de factor de riesgo o de protección es
ambigua, porque la misma característica puede ser un riesgo en una situación y un factor de
protección en otra. Como se dijo arriba, la resiliencia no es un estado definido y estable, es
más bien un camino de crecimiento. Se trata de estudiar procesos, lo que plantea nuevos
desafíos metodológicos.
Se ve también que el niño toma parte activa en estas interacciones. La resiliencia esta por
construirse, para inventarse por cada uno, en función de su persona y de su contexto. Es un
proceso complejo que hace probablemente intervenir la voluntad. Así la resiliencia nos hace
dejar los determinismos de la genética o del medio, para abrir el campo de la creatividad y la
libertad (Bouvier, en 2).
3. La construcción de la resiliencia
El subsuelo esta constituido por los vínculos, las redes de contactos, formales e informales. Se
trata a menudo de un vínculo fuerte y constructivo con al menos una persona, que pueda ser
un pariente, un conocido, uno de los abuelos, un vecino, un profesional. Es, en todos casos,
una persona que cree verdaderamente en el potencial real del niño y que lo acepte
fundamentalmente como persona.
En la planta baja se encuentra la capacidad de descubrirle un sentido a la vida. Esto puede
estar vinculado, por ejemplo, con una fe religiosa, con un compromiso político o humanitario.
En el desván, una gran habitación es dejada abierta para las nuevas experiencias a descubrir.
Esto es, una capacidad de creer que la vida no se detiene en el sufrimiento o en el traumatismo
y que ella puede aún dar sorpresas…
De todo esto, hay que subrayar la importancia vital de dos elementos : el vínculo y la palabra.
La resiliencia no se construye sola, sino gracias a los fuertes vínculos de afecto que se han
tejido a lo largo de toda la vida. Para Boris Cyrulnik se trata de «tricotar » la resiliencia.
subir
4. Del riesgo a la resiliencia: un cambio de enfoque
Los elementos que favorecen la resiliencia no pueden deducirse del conocimiento de los
factores de riesgo. La resiliencia nos conduce a tener en cuenta dimensiones de la vida
humana que no entraban en nuestro campo de intervención como profesionales.
Este cambio de mirada abre nuevos horizontes. Puede llevarnos a una profunda y radical
transformación de nuestras prácticas, incluido el campo de la prevención. En realidad, la
medicina clínica y la medicina preventiva se basan ampliamente en la idea, que descubriendo y
conociendo la causa del problema, se llega a la respuesta. La medicina y la salud pública
proceden según la lógica siguiente : 1. Definir el problema y medir su riesgo. 2. Identificar los
factores de riesgo, es decir, las características o los comportamientos asociados a un riesgo
más elevado del problema. 3. Intervenir sobre los factores de riesgo modificables, ya sea
suprimiendo un factor de riesgo o reforzando un factor protector.
Además, la prevención basada sobre los riesgos no es siempre eficaz; puede tener
consecuencias negativas significativas. Insistiendo sobre la la gravedad del riesgo y sus
consecuencias potencialmente desastrosas, la prevención basada sobre los riesgos puede
llevar, insidiosamente, a exagerar la gravedad del riesgo, a devolver el problema hacia aquellos
que son víctimas (acusación de las víctimas), y a encerrar las victimas en una fatalidad sin
salida.
Uno ejemplo característico es el de la prevención del maltrato y el abuso sexual en los niños.
Estos fenómenos han permanecido ignorados o subestimados largo tiempo. Se comienza a
tomar conciencia de la realidad de los abusos sexuales en los niños y de sus efectos
destructores. Con el fin de hacer la prevención, se lanzan campañas dirigidas a sensibilizar la
gente y movilizar a los profesionales. Si las intenciones son buenas, no siempre lo son los
efectos. Una reciente emisión de televisión titulábase : « Marcados de por vida: los niños
violados ». Esto tiene el mérito de recordar la gravedad de los abusos y sus consecuencias.
Pero, ¿qué esperanza dejara esta etiqueta a los niños víctimas ? Qué puede uno esperar, si ha
sido un niño abusado ?
Escuchemos a este respecto, a Tim Guénard, víctima en su infancia de maltrato y violencias
muy graves: « lo que más me ha hecho sufrir en la vida, no fueron ni los golpes de mi padre, ni
los años en el hospital, sino lo que la gente decía: "Desgraciadamente, 75 a 80% de los niños
golpeados van a reproducir la misma cosa"; o: "él proviene de una familia en riesgo" ; o peor
aún: "qué podrá ser de él con los padres que tiene". Todas esas palabras, son mucho más
violentas que los golpes » (Guénard, en 1).
La resiliencia, tal como la hemos definido, aparece como una excepción, una paradoja. Ellos
son algunos quiénes, como Guénard, han logrado salir adelante. Pero el estudio de la
resiliencia nos lleva a otra paradoja : este fenómeno admirable, no es necesariamente raro. De
hecho, es sorprendente ver cuantos niños llegan a desarrollar una resiliencia en las situaciones
difíciles. Por ejemplo, el divorcio es una situación frecuente de riesgo y de dolor, en la que el
niño tiene numerosos desafíos a superar. Ahora bien, la mayor parte de los niños que viven
estas situaciones evolucionan favorablemente.
De hecho, todo se pasa como si el estudio del riesgo y los efectos negativos nos hubiera
tapado los ojos sobre la realidad de la resiliencia. Si la resiliencia existe, ella puede transformar
profundamente nuestras prácticas.
subir
5. Un cambio de prácticas
http://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/
http://www.infosalus.com/actualidad/noticia-resiliencia-12-consejos-sencillos-dia-dia-
20140316100133.html
Cuando Pedro Almodóvar rescató la canción 'Resistiré' del Dúo Dinámico en su película 'Átame'
(1990), estaba apelando en forma y fondo a este concepto que tiene su raíz en la palabra latina
'resilio' y que significa rebotar. En la actualidad, esta capacidad natural del ser humano podría
ser la clave para salir airosos de la actual crisis económica y de otras inevitables crisis vitales.
Según explica a Infosalus la psiquiatra Rafaela Santos, presidenta del Instituto Español de Resil
...
¿Cómo enfrenta la gente los eventos difíciles que cambian su vida? ¿Cómo reacciona a eventos
traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil,
un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas?
Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian
dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué les permite adaptarse? Es
importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad.
Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las
personas a tomar una serie de pasos.
http://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino.aspx
El camino a la resiliencia
Este ensayo tiene el propósito de ayudar a los lectores a tomar su propio camino hacia la
resiliencia. Provee información sobre la resiliencia y algunos factores que afectan a la gente a
enfrentar sus problemas. Gran parte de la información ofrecida se enfoca en el desarrollo y el
uso de una estrategia personal para mejorar la resiliencia.
Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor
emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o
traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de
obstáculos que afectan nuestro estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas,
pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.
La capacidad para hacer planes realistas y seguir los pasos necesarios para llevarlos a
cabo.
Todos estos son factores que las personas pueden desarrollar por si mismas.
Evite ver las crisis como obstáculos insuperables—Usted no puede evitar que ocurran eventos
que producen mucha tensión, pero si puede cambiar la manera como los interpreta y
reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas
mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se sienta mejor, mientras se enfrenta a las
situaciones difíciles.
Acepte que el cambio es parte de la vida—Es posible que como resultado de una situación
adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede
cambiar le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puede alterar.
Muévase hacia sus metas—Desarrolle algunas metas realistas. Haga algo regularmente que le
permita moverse hacia sus metas, aunque le parezca que es un logro pequeño. En vez de
enfocarse en tareas que parecen que no puede lograr, pregúntese acerca de las cosas que
puede lograr hoy y que le ayudan a caminar en la dirección hacia la cual quiere ir.
Lleve a cabo acciones decisivas—En situaciones adversas, actúe de la mejor manera que
pueda. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y
desear que desaparezcan.
Mantenga las cosas en perspectiva—Aun cuando se enfrente a eventos muy dolorosos, trate
de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una
perspectiva a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera de su proporción.
Nunca pierda la esperanza—Una visión optimista le permite esperar que ocurran cosas buenas
en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que teme.
Formas adicionales de fortalecer la resiliencia le podrían ser de ayuda. Por ejemplo, algunas
personas escriben sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con la
experiencia traumática u otros eventos estresantes en sus vidas. La meditación y las prácticas
espirituales ayudan a algunas personas a establecer relaciones y restaurar la esperanza.
La clave es identificar actividades que podrían ayudarle a construir una estrategia personal
para desarrollar la resiliencia.
Enfocarse en las experiencias y en sus fuentes de fortaleza personal del pasado, le puede
ayudar a identificar las estrategias para desarrollar resiliencia que funcionan para usted.
Explore las respuestas a las siguientes preguntas sobre sí mismo y sus reacciones a los retos en
su vida. Este ejercicio le puede ayudar a descubrir cómo responder efectivamente a eventos
difíciles.
Considere lo siguiente:
¿Qué tipos de eventos le han resultado más difíciles?
¿Cuándo se enfrenta a una experiencia difícil, a quién ha acudido para que le ayude?
¿Qué ha aprendido sobre sí mismo y sus interacciones con los demás durante
momentos difíciles?
¿Le ha ayudado ofrecer apoyo a otras personas que están pasando por una
experiencia similar?
La resiliencia conlleva mantener flexibilidad y balance en su vida en la medida que usted confronta
circunstancias difíciles y eventos traumáticos. Usted lo puede lograr de diferentes maneras al:
Permitirse experimentar emociones fuertes y también reconocer cuando tiene que evitarlas para poder
seguir funcionando.
Salir adelante y tomar acciones para atender sus problemas y enfrentar las demandas del diario vivir.
También, dar un paso atrás para descansar y llenarse de energía nuevamente.
Pasar tiempo con sus seres queridos para recibir su apoyo y estímulo, y también su cuidado.
Confiar en los demás y también confiar en sí mismo.
ara resumir varios de los puntos principales en este ensayo, piense en la resiliencia como algo parecido a
tomar un viaje río abajo en una balsa.
En un río, puede encontrar rápidos, virajes, aguas lentas y áreas poco profundas. Como en la vida, los
cambios que experimenta en el camino le afectan de forma diferente.
Viajar por el río, le ayuda el conocerlo y recordar las experiencias pasadas que ha tenido con él. Su viaje
debe ser guiado por un plan, una estrategia que considere funciona para usted.
La perseverancia y la confianza en su capacidad para evitar los peñones y otros obstáculos son
importantes. Puede ganar valor y perspicacia al navegar con éxito en las aguas embravecidas. Las
personas en quienes confía y le acompañan en el viaje, pueden especialmente ayudarle a enfrentarte a
los rápidos, las corrientes y otras dificultades del río.
Puede bajarse de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar su viaje debe
remontar la balsa y continuar.
La información ofrecida en este ensayo no debe usarse como substituto del cuidado profesional de salud
general y de salud mental, o de la consulta a estos profesionales. Las personas que consideran que
necesitan o que se beneficiarían de ese cuidado deben consultar un psicólogo u otros profesionales
licenciados de la salud general y salud mental.
El Directorado de Práctica de la Asociación Americana de Psicología reconoce la contribución de las
siguientes personas a esta contribución:
Lillian Comas-Díaz, Ph.D., Directora, Transcultural Mental Health Institute (Instituto Transcultural de Salud
Mental), Washington, D.C.
Suniya S. Luther, Ph.D., Teachers College, Columbia University, New York City, NY
Salvatore R. Maddi, Ph.D., The Hardiness Institute, Inc., Universidad de California Irvine, Newport Beach,
CA
http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-
59172008000100016&lng=es&nrm=i
INTRODUCCIÓN
FENÓMENO A INVESTIGAR
Intencionalidad de la Investigación
Directrices
Diagnosticar características en niños que puedan generar una
personalidad resiliente.
Justificación de la Investigación
CAPÍTULO II
MARCO REFERENCIAL
Antecedentes de la Investigación
Uno de los primeros trabajos que permitió abordar este tema de la resiliencia,
fue sin duda el de Werner (1989), “Superando la posibilidad: Alto riesgo de los
niños desde el nacimiento hasta la adultez”, mediante el cual propuso estudiar la
influencia de los factores de riesgo y durante muchos años continuó dicha
investigación, obteniendo como resultado que a pesar de todos los desastres que
vivió la población estudiada (500 niños pobres nacidos en Kauai) la mayoría logró
desarrollarse sanamente. Su propósito principal no estaba dirigido a la resiliencia,
pero a raíz de las conclusiones a las que llegó, se adjudico el término de resiliente a
los niños que habían sido capaces de surgir ante el medio en el que se
encontraban. Al principio se pensó que la capacidad de superar los obstáculos era
algo genético, pero algunos estudios demostraron que era el medio, generalmente
representado por un adulto significante, era lo que les influenciaba de manera
efectiva, a través de relaciones afectuosas, desarrollando este tipo de conductas.
Perspectiva Teórica
Existen muchas corrientes teóricas desde las cuales se puede desarrollar el
tema de la resiliencia, sin embargo, para ésta investigación se ha considerado
pertinente las siguientes: la corriente Constructivista, partiendo de los escritos y
registros de Lev Vygotsky y la corriente del Psicoanálisis desde la óptica de John
Bowlby. De ésta manera se explicarán y sustentarán los aportes significativos y
necesarios relacionados directamente con este trabajo.
En este mismo orden de ideas, se percibe que el hombre, como ser humano, no
sólo debe crecer biológicamente, sino también, adquirir superación y distinción en
el ambiente familiar y más aún en el ámbito social, porque ambos contextos se
encuentran afiliados en una interacción constante con él, desarrollando de este
modo su desenvolvimiento eco-bio-psico-social y cultural. Por esta razón, se puede
asociar la resiliencia con la antes planteado, pues es una herramienta, que permite
al individuo, por sus características internas de progreso, surgir dentro de un medio
adverso que no lo desanime, al contrario, le da fuerzas para diferenciarse y cumplir
con los requisitos que le faciliten transitar el camino a la culminación de sus
propósitos.
Por otra parte, también se toma en cuenta la corriente psicoanalista, la cual por
muchos años ha sido de gran ayuda y desde sus inicios los teóricos se han
enfocado en buscar la solución a los problemas mentales de los seres humanos,
teniendo como principal exponente a Sigmun Freud, por esto, muchos han sido los
que a través de sus escritos han formulados muevas concepciones y distintos
puntos de vistas, algunos partiendo se esas nociones y otros aportando nuevas
ideas, diferentes enfoques y distintos estilos de pensamiento. Durante mucho
tiempo se ha expuesto un aspecto importante entre el psicoanálisis y la teoría del
apego, el cual sostiene que la sensibilidad de la madre desempeña un papel
trascendental y decisivo en el desarrollo de la mente del niño, por ello, Bowlby
(1973), subraya la actuación del ambiente en el origen de las enfermedades
mentales, señalando como pieza fundamental el rol que ejercen los progenitores o
cuidadores de los niños, y la diferencia que puede manifestarse cuando ese entorno
de familia es extraño para el niño que esta en ese crecimiento y desarrollo.
Mussen (1976), refiriendo el experimento de Bowlby, expresa que “el niño cuya
necesidad de amor es frustrada, suele mostrar muy poca tolerancia a cualquier
frustración, y reaccionan con mayor agresividad y cólera si las cosas no salen como
desea.” (p. 304). A través de sus investigaciones, Bowlby llegó a la conclusión de
que el desarrollo integral del niño será plenamente afectado o no por la ausencia de
un afecto materno entre los meses primarios, estos efectos serán prolongados y
sufrirá las consecuencias del mismo a lo largo de su vida, aún cuando se le
proporcione cariño y atención más adelante, en consecuencia no existe la manera
de retribuir la carencia primaria.
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Tipo de Investigación
Diseño de la Investigación
Población y Muestra
Población
Muestra
Validez y Confiabilidad
Validez
El grado de validez de una investigación está regido por lo que observa, mide y
aprecia el investigador, según tiene previsto en su planificación, definiéndola, los
resultados y la forma en que se presenta la realidad observada de manera clara y
precisa, como lo señala Martínez, (2002). Esta es la razón principal, por la cual, se
considera la validez, una fuente primordial en este tipo de investigación. Para
efectos de este trabajo investigativo, se obtuvo la validación del instrumento
mediante la evaluación de varios expertos, quienes aprobaron a través de una
escala cada ítem presentado. Es importante señalar que se consideró necesaria la
aplicación de una prueba piloto, siguiendo las normativas requeridas, que nos
permitiera verificar la claridad en cada una de las preguntas.
Confiabilidad
CAPÍTULO IV
La fase diagnóstico se llevó a cabo según el diálogo participativo efectuado con los
niños, de modo que mediante éste se pudo obtener la información requerida para
comprender la situación y necesidad en la que se encontraban, luego se procedió a
la planificación del programa en base a las necesidades, para desarrollar y
fortalecer la resiliencia, partiendo de las virtudes y mitigar las carencias. En la fase
de ejecución se pudo efectuar cada uno de los encuentros planificados y mediante
éstos, alcanzar logros previsto para la promoción de la resiliencia, finalmente en la
evaluación, se constató cada uno de los cambios que se manifestaron en los niños,
tanto internos como externos, en relación a los primeros, se puede decir que su
forma de análisis y procesamiento de la información fue más directa y en lo
segundo, se notó a través del cambio para con sus semejantes.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
Recomendaciones
CAPÍTULO V
Título:
Programa dirigido a la Promoción de la Resiliencia en niños para su desarrollo
en la sociedad.
Objetivos:
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
Introducción
Justificación
Metodología
esquema 1
Reflexión
Encuentros
esquema 2
RECOMENDACIONES DEL PROGRAMA
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
12. Vigotsky L, (1978). L.S.Vygotsky. Mind in Society. Edited by Michael Cole, Vera
John-Steiner, Sylvia Scribner, and Ellen Souberman. By the president and
Fellows of Harvard College. [ Links ]