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Sembrando semillas de resiliencia en niños y jóvenes...

Parte 1

“La vida es celebrar lo que llevamos sin perder el foco de lo que falta por hacer”. Maickel Melamed.

Estos tiempos en Venezuela son descritos por muchas personas como tiempos convulsos en
diversos ámbitos (social, político, económico), mientras que otras personas se preguntan
cómo afrontarlos, y como empoderar a niños, niñas y adolescentes para hacerles frente.

Una respuesta a esta interrogante se encuentra en la resiliencia… y antes de explicar en qué


consiste, me gustaría comentarles el ejemplo de Maickel Melamed, de 40 años, quien nació
en Caracas – Venezuela. Cuando su madre se encontraba en trabajo de parto, su cordón
umbilical venia rodeándole el cuello, asfixiándolo y dejándolo casi sin movimiento. Su
condición médica fue denominada parálisis cerebral, la cual se refiere a un grupo de
trastornos que pueden comprometer las funciones del cerebro y del sistema nervioso como el
movimiento, el aprendizaje, la audición, la visión y el pensamiento.

Aunque sus médicos llegaron a considerar que tendría poco tiempo de vida, su familia se
negó a considerarlo alguien especial, rodeándolo de un ambiente de optimismo y alegría.
Gracias a este apoyo y su propio empeño comenzó a moverse. Posteriormente fue a la escuela
y a la Universidad. Su condición motora no ha sido obstáculo para estudiar economía, ser
maratonista, escalar montañas, ser conferencista, psicoterapeuta y coach. El mismo expone
que a lo largo de su vida se ha enfrentado a muchos No: no sobrevivirás, no caminaras, entre
otras. Sin embargo, ha encontrado en sí mismo y en su familia el motor para sus logros, a
pesar de todas esas visiones que de él tenían.

Ahondando entonces en la resiliencia, encontramos en primer lugar, que este término


proviene de la física, se refiere a las cualidades de un resorte: resistir a la presión, doblarse
con flexibilidad y recobrar su forma original. Luego, revisando la definición que aporta la Real
Academia Española de la Lengua, encontramos que puede ser definido como la capacidad
humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ella, y también de salir
fortalecidos de ellas. Y en tercer lugar tenemos que ser resiliente, al contrario de lo que podría
pensarse, no implica no sentir dolor, tristeza, inseguridad ante una situación impactante,
como la pérdida de un ser querido, enfermedades, problemas económicos o financieros, sino
que se relaciona con una serie de conductas y formas de pensar que cualquier ser humano
puede aprender y desarrollar, y que también pueden encontrarse o desarrollarse en niños y
adolescentes.

Ser resiliente es un camino que todos y todas podemos transitar, ya que todos vivimos
pequeñas o grandes situaciones que pueden ser consideradas conflictivas. Implica que
consideremos los recursos psicológicos que poseemos y reestructurarlos según nuestras
necesidades y las distintas circunstancias que se nos presenten. En este orden de ideas,
podremos llegar a ver que una circunstancia adversa en nuestras vidas es un momento, más
que toda nuestra vida es adversa.

Algunas personas tienden a considerar que si las personas que viven estas circunstancias son
niños o adolescentes, las implicaciones son mucho más desfavorables a largo plazo, y aunque
esto puede ser cierto, no lo es para todos. Una investigación que contribuyo a la
conceptualización acerca de la resiliencia en niños, realizada en 1955 en Hawaii por Emmy
Werner y Ruth Smith sobre 698 niños en riesgo de Hawai, desde su etapa prenatal hasta los
32 años, nos aclara este panorama: encontraron que en muchos casos los riesgos presentes en
la vida de los niños se relacionaban con efectos graves posteriores. No obstante estudiaron los
casos de niños que estando en situaciones similares evolucionaron de manera diferente,
llegando a ser adultos equilibrados y competentes en las diversas áreas de su vida.

Estos niños resilientes presentaban características peculiares en cuanto a comportamiento y


carácter: Presentaban a menudo ciertos rasgos de comportamiento y de carácter: eran bebés
afectuosos, calmados, plácidos, que evolucionaban en niños sosegados, activos y competentes,
con una orientación social positiva. En general eran agradables, alegres, amigables,
reaccionando bien y teniendo confianza en sí mismos. Una vez adultos, llegaron a ser muy
sociables. En contraste, los niños que evolucionaron desfavorablemente eran más a menudo
ansiosos, tímidos, desagradables, temerosos, desconfiados y alejados. Presentaban además
aspectos particulares relacionados con su medio social y físico: un vínculo fuerte con una
persona que se ocupara de los cuidados del niño se relaciono con un aspecto que favorece la
resiliencia (aunque no fuese necesariamente la madre). Por lo contrario, en los niños en
situaciones más críticas estos vínculos sociales fuertes estuvieron ausentes. También
encontraron que si se presentaba esta falta de vínculos en niños poco activos e inhibidos, los
efectos podían ser más desfavorables para ellos. En esta investigación también se encontró
que uno de cada tres niños nacía en condiciones de desventaja (pobreza, padres divorciados,
madres solteras, enfermedad mental, problemas de aprendizaje, alcoholismo, etc.), así como
que dos de cada tres de éstos niños vulnerables, experimentaba significativos problemas de
conducta en su adultez (arrestos, embarazos, enfermedades mentales, adicción a las drogas,
etc.), entretanto, uno de cada tres lograba ser exitoso en la vida, constituía una familia estable
y contribuía de manera positiva con la sociedad.

En el próximo artículo ahondaremos en como estimular la resiliencia en niños y adultos, ya que


como vimos, no se relaciona con un único factor, más bien implica una combinación de
factores lo que contribuye a desarrollarla. Encontraremos, entre otros aspectos, la importancia
que desarrollar una relación con Dios, ya que si son capaces de ver la acción y el
acompañamiento de Dios en cada una de sus vidas, podrán tener una perspectiva distinta de
las situaciones; de igual manera, otro aspecto que tomaremos en cuenta y sobre el que
ahondaremos consiste en la capacidad de establecer relaciones de cariño y apoyo dentro y
fuera de las familias, el apoyo en relaciones que emanen amor y confianza, que les provean
de modelos a seguir, y que les ofrezcan estímulos y seguridad, contribuyen a afirmarla; la
capacidad que tengan o desarrollen para hacer planes realistas y seguir los pasos necesarios
para llevarlos a cabo; la visión positiva de ellos mismos, y la confianza en sus fortalezas y
habilidades; el desarrollo de sus destrezas en la comunicación y en la solución de problemas y
también, el de su capacidad para manejar sentimientos e impulsos fuertes.
Características de las personas resilientes

Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y
como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una
inquebrantable capacidad para mejorar.

Además, presentan las siguientes habilidades:

 Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir
que vuelvan a repetirse en el futuro.

 Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden
permanecer centrados en situaciones de crisis.

 Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión.


 Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen
una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas,
pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.

 Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades.

 Son empáticos. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los
demás y conectar con ellas.

 Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito
y satisfacción en su

 El modo de pensar de las personas resilientes

 Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como la gente afronta el


estrés y la adversidad.

 El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por ser realista,


exacto y flexible. Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o
sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren) e interpretan
la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes.

 Los beneficios de la resiliencia

 Las personas más resilientes:

 Tienen una mejor autoimagen

 Se critican menos a sí mismas

 Son más optimistas

 Afrontan los retos

 Son más sanas físicamente

 Tienen más éxito en el trabajo o estudios

 Están más satisfechas con sus relaciones

 Están menos predispuestas a la depresión

 Qué contribuye a que una persona sea más resiliente

 El apoyo emocional es uno de los factores principales. Tener en tu vida personas que
te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si
estás solo.

 Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo
ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu
mente en alguna distracción.
 No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los
problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas.

 Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y
cuándo debes parar.

 Confiar tanto en ti mismo como en los demás.

 s vidas.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

Las personas que practican la resiliencia:

1. Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un


arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas
resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales
fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden
trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños,
sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.

2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar
pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El
resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa
en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.

3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones,


las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza
es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr.
No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se
encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.

4. Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida
enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas
resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas
personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para
aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro
dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se
preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?

5. Practican el mindfulness o conciencia plena. Aún sin ser conscientes de esta práctica
milenaria, las personas resilientes tienen el hábito de estar plenamente presentes, de
vivir en el aquí y ahora y de tienen una gran capacidad de aceptación. Para estas
personas el pasado forma parte del ayer y no es una fuente de culpabilidad y zozobra
mientras que el futuro no les aturde con su cuota de incertidumbre y preocupaciones.
Son capaces de aceptar las experiencias tal y como se presentan e intentan sacarles el
mayor provecho. Disfrutan de los pequeños detalles y no han perdido su capacidad
para asombrarse ante la vida.

6. Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las
personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los
recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean
optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se
esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas
personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están
convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede
ser mejor.

7. Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la
resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de
personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se
comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de
apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.

8. No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y


estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso,
cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin
embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las
situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque
no tengan el control.

9. Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una
autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la
suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es
necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar
diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única
solución.

10. Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles
no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su
perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra
molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella.
Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y
luchar por lo que se proponen.

11. Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las
personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y
sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a
mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos
de las situaciones.

12. Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan
por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello,
son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda
profesional cuando lo necesitan.

La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas


circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son
capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más
allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata
de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver
el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho,
estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es
posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en
los labios.

Estos trabajos permiten revisitar el antiguo debate sobre lo innato y lo adquirido, en términos
nuevos. Se ve que lo esencial no se juega a nivel genético o biológico (lo innato), ni a nivel del
entorno (lo adquirido)… sino en las interacciones entre el niño y su entorno (2).

La resiliencia nos lleva a interesarnos, no tanto por los factores de riesgo, sino más bien por los
mecanismos de riesgo. De hecho, la noción misma de factor de riesgo o de protección es
ambigua, porque la misma característica puede ser un riesgo en una situación y un factor de
protección en otra. Como se dijo arriba, la resiliencia no es un estado definido y estable, es
más bien un camino de crecimiento. Se trata de estudiar procesos, lo que plantea nuevos
desafíos metodológicos.

Se ve también que el niño toma parte activa en estas interacciones. La resiliencia esta por
construirse, para inventarse por cada uno, en función de su persona y de su contexto. Es un
proceso complejo que hace probablemente intervenir la voluntad. Así la resiliencia nos hace
dejar los determinismos de la genética o del medio, para abrir el campo de la creatividad y la
libertad (Bouvier, en 2).

3. La construcción de la resiliencia

Para mostrar la complementariedad de los elementos de construcción de la resiliencia, y la idea


de esta como un proceso de construcción, Stefan Vanistendael ha desarrollado la imagen de la
« casita » de la resiliencia, una pequeña casa compuesta de varios pisos y con varias
habitaciones (4). Los cimientos son las necesidades materiales de base, como la comida, los
cuidados de salud.

El subsuelo esta constituido por los vínculos, las redes de contactos, formales e informales. Se
trata a menudo de un vínculo fuerte y constructivo con al menos una persona, que pueda ser
un pariente, un conocido, uno de los abuelos, un vecino, un profesional. Es, en todos casos,
una persona que cree verdaderamente en el potencial real del niño y que lo acepte
fundamentalmente como persona.
En la planta baja se encuentra la capacidad de descubrirle un sentido a la vida. Esto puede
estar vinculado, por ejemplo, con una fe religiosa, con un compromiso político o humanitario.

En el primer piso, se encuentran varias habitaciones : la autoestima ; las aptitudes personales y


sociales ; y el sentido del humor.

En el desván, una gran habitación es dejada abierta para las nuevas experiencias a descubrir.
Esto es, una capacidad de creer que la vida no se detiene en el sufrimiento o en el traumatismo
y que ella puede aún dar sorpresas…

De todo esto, hay que subrayar la importancia vital de dos elementos : el vínculo y la palabra.
La resiliencia no se construye sola, sino gracias a los fuertes vínculos de afecto que se han
tejido a lo largo de toda la vida. Para Boris Cyrulnik se trata de «tricotar » la resiliencia.

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4. Del riesgo a la resiliencia: un cambio de enfoque

Los elementos que favorecen la resiliencia no pueden deducirse del conocimiento de los
factores de riesgo. La resiliencia nos conduce a tener en cuenta dimensiones de la vida
humana que no entraban en nuestro campo de intervención como profesionales.

Este cambio de mirada abre nuevos horizontes. Puede llevarnos a una profunda y radical
transformación de nuestras prácticas, incluido el campo de la prevención. En realidad, la
medicina clínica y la medicina preventiva se basan ampliamente en la idea, que descubriendo y
conociendo la causa del problema, se llega a la respuesta. La medicina y la salud pública
proceden según la lógica siguiente : 1. Definir el problema y medir su riesgo. 2. Identificar los
factores de riesgo, es decir, las características o los comportamientos asociados a un riesgo
más elevado del problema. 3. Intervenir sobre los factores de riesgo modificables, ya sea
suprimiendo un factor de riesgo o reforzando un factor protector.

Este enfoque basado en los riesgos ha permitido importantes progresos en la atención y


cuidado de los pacientes, como en la prevención de algunas enfermedades. Sin embargo
conocer por que una persona vaya mal, no ayuda necesariamente a saber qué hacer para
mejorar esta situación. Lo mismo a nivel colectivo: conocer la causa de un problema no abre
automáticamente pistas para desarrollar intervenciones preventivas pertinentes.

Además, la prevención basada sobre los riesgos no es siempre eficaz; puede tener
consecuencias negativas significativas. Insistiendo sobre la la gravedad del riesgo y sus
consecuencias potencialmente desastrosas, la prevención basada sobre los riesgos puede
llevar, insidiosamente, a exagerar la gravedad del riesgo, a devolver el problema hacia aquellos
que son víctimas (acusación de las víctimas), y a encerrar las victimas en una fatalidad sin
salida.

Uno ejemplo característico es el de la prevención del maltrato y el abuso sexual en los niños.
Estos fenómenos han permanecido ignorados o subestimados largo tiempo. Se comienza a
tomar conciencia de la realidad de los abusos sexuales en los niños y de sus efectos
destructores. Con el fin de hacer la prevención, se lanzan campañas dirigidas a sensibilizar la
gente y movilizar a los profesionales. Si las intenciones son buenas, no siempre lo son los
efectos. Una reciente emisión de televisión titulábase : « Marcados de por vida: los niños
violados ». Esto tiene el mérito de recordar la gravedad de los abusos y sus consecuencias.
Pero, ¿qué esperanza dejara esta etiqueta a los niños víctimas ? Qué puede uno esperar, si ha
sido un niño abusado ?
Escuchemos a este respecto, a Tim Guénard, víctima en su infancia de maltrato y violencias
muy graves: « lo que más me ha hecho sufrir en la vida, no fueron ni los golpes de mi padre, ni
los años en el hospital, sino lo que la gente decía: "Desgraciadamente, 75 a 80% de los niños
golpeados van a reproducir la misma cosa"; o: "él proviene de una familia en riesgo" ; o peor
aún: "qué podrá ser de él con los padres que tiene". Todas esas palabras, son mucho más
violentas que los golpes » (Guénard, en 1).

Estos fenómenos de acusación de las víctimas, de etiquetas, de estigmatización y de fatalismo


constituyen frecuentes derivas de la prevención basada en el riesgo. Y por tanto, Tim Guénard
salió de ese destino aparentemente ineludible, de esta fatalidad. El es un ejemplo de
resiliencia.

La resiliencia, tal como la hemos definido, aparece como una excepción, una paradoja. Ellos
son algunos quiénes, como Guénard, han logrado salir adelante. Pero el estudio de la
resiliencia nos lleva a otra paradoja : este fenómeno admirable, no es necesariamente raro. De
hecho, es sorprendente ver cuantos niños llegan a desarrollar una resiliencia en las situaciones
difíciles. Por ejemplo, el divorcio es una situación frecuente de riesgo y de dolor, en la que el
niño tiene numerosos desafíos a superar. Ahora bien, la mayor parte de los niños que viven
estas situaciones evolucionan favorablemente.

De hecho, todo se pasa como si el estudio del riesgo y los efectos negativos nos hubiera
tapado los ojos sobre la realidad de la resiliencia. Si la resiliencia existe, ella puede transformar
profundamente nuestras prácticas.

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5. Un cambio de prácticas

Ciertas condiciones permiten a los niños encontrar un espacio de libertad y de creatividad


favoreciendo la construcción de su resiliencia frente a situaciones adversas :

 Generar una actitud de escucha, apoyo e interés en el niño


 Establecer reglas claras, con expectativas altas – pero sin sobrecargar al niño
 Favorecer la participación activa del niño en la vida de la familia, de la escuela o de la
comunidad (Vanistendael S, en 2)

Estos elementos que favorecen la resiliencia tienen implicaciones fundamentales para la


educación y las políticas de la infancia. Ellos confirman, en particular, la importancia y la
pertinencia de la Convención relativa a los Derechos del Niño, en la cual se encuentran los
elementos de base de la resiliencia :

 El respeto del niño, en su persona y su integridad


 La protección del niño contra diversos riesgos y peligros
 La prevención de amenazas contra la salud y la integridad
 La participación del niño, el respeto a su palabra y la valoración de su opinión.

La resiliencia no está impresa en nuestros genes, aunque podemos encontrar una


tendencia genética la favorezca, como es el tener un buen carácter.

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia en los nños


Si queremos que nuestros hijos afronten las dificultades de la vida con fortaleza es
importante educarles en la capacidad de ser resilientes, para ello es fundamental nuestro
ejemplo, no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No se trata de evitar que se caigan,
sino de enseñarles a levantarse, y para ello tenemos que confiar en que ellos pueden. Por
supuesto, tampoco se trata de exponerles a peligros o ambientes agresivos “para que se hagan
más fuertes”, afortunadamente no estamos en Esparta. Aportar seguridad y protección es
necesario. Algo importante que podemos preguntarles a los niños cuando tienen un
contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la resiliencia es ¿qué puedes aprender
de esto? o ¿qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido?

http://www.elpradopsicologos.es/blog/resiliencia-resilientes/

http://www.infosalus.com/actualidad/noticia-resiliencia-12-consejos-sencillos-dia-dia-
20140316100133.html

¿Qué es la resiliencia? 12 consejos sencillos para el día a día

Cuando Pedro Almodóvar rescató la canción 'Resistiré' del Dúo Dinámico en su película 'Átame'
(1990), estaba apelando en forma y fondo a este concepto que tiene su raíz en la palabra latina
'resilio' y que significa rebotar. En la actualidad, esta capacidad natural del ser humano podría
ser la clave para salir airosos de la actual crisis económica y de otras inevitables crisis vitales.
Según explica a Infosalus la psiquiatra Rafaela Santos, presidenta del Instituto Español de Resil
...

¿Cómo enfrenta la gente los eventos difíciles que cambian su vida? ¿Cómo reacciona a eventos
traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil,
un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas?

Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian
dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué les permite adaptarse? Es
importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad.
Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo y que compromete a las
personas a tomar una serie de pasos.

http://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino.aspx

El camino a la resiliencia

Este ensayo tiene el propósito de ayudar a los lectores a tomar su propio camino hacia la
resiliencia. Provee información sobre la resiliencia y algunos factores que afectan a la gente a
enfrentar sus problemas. Gran parte de la información ofrecida se enfoca en el desarrollo y el
uso de una estrategia personal para mejorar la resiliencia.

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza,


o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales,
problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa
"rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte.
La investigación ha demostrado que la resiliencia es ordinaria, no extraordinaria. La gente
comúnmente demuestra resiliencia. Un ejemplo es la respuesta de las personas en los Estados
Unidos a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y sus esfuerzos individuales para
reconstruir sus vidas.

Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor
emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o
traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de
obstáculos que afectan nuestro estado emocional.
La resiliencia no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye conductas,
pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona.

Una combinación de factores contribuye a desarrollar la resiliencia. Muchos estudios


demuestran que uno de los factores más importantes en la resiliencia es tener relaciones de
cariño y apoyo dentro y fuera de la familia. Relaciones que emanan amor y confianza, que
proveen modelos a seguir, y que ofrecen estímulos y seguridad, contribuyen a afirmar la
resiliencia de la persona.

Otros factores asociados a la resiliencia son:

 La capacidad para hacer planes realistas y seguir los pasos necesarios para llevarlos a
cabo.

 Una visión positiva de sí mismos, y confianza en sus fortalezas y habilidades.

 Destrezas en la comunicación y en la solución de problemas.

 La capacidad para manejar sentimientos e impulsos fuertes.

Todos estos son factores que las personas pueden desarrollar por si mismas.

Establezca relaciones—Es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos,


amistades y otras personas importantes en su vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que lo
quieren y escuchan, fortalece la resiliencia. Algunas personas encuentran que estar activo en
grupos de la comunidad, organizaciones basadas en la fe, y otros grupos locales les proveen
sostén social y les ayudan a tener esperanza. Ayudar a otros que le necesitan también puede
ser de beneficio para usted.

Evite ver las crisis como obstáculos insuperables—Usted no puede evitar que ocurran eventos
que producen mucha tensión, pero si puede cambiar la manera como los interpreta y
reacciona ante ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que en el futuro las cosas
mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se sienta mejor, mientras se enfrenta a las
situaciones difíciles.

Acepte que el cambio es parte de la vida—Es posible que como resultado de una situación
adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede
cambiar le puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puede alterar.
Muévase hacia sus metas—Desarrolle algunas metas realistas. Haga algo regularmente que le
permita moverse hacia sus metas, aunque le parezca que es un logro pequeño. En vez de
enfocarse en tareas que parecen que no puede lograr, pregúntese acerca de las cosas que
puede lograr hoy y que le ayudan a caminar en la dirección hacia la cual quiere ir.

Lleve a cabo acciones decisivas—En situaciones adversas, actúe de la mejor manera que
pueda. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y
desear que desaparezcan.

Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo—Muchas veces como resultado de su lucha


contra la adversidad, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas y sentir que han
crecido de alguna forma a nivel personal. Muchas personas que han experimentado tragedias
y situaciones difíciles, han expresado tener mejoría en el manejo de sus relaciones personales,
un incremento en la fuerza personal aun cuando se sienten vulnerables, la sensación de que su
autoestima ha mejorado, una espiritualidad más desarrollada y una mayor apreciación de la
vida.

Cultive una visión positiva de sí mismo—Desarrollar la confianza en su capacidad para resolver


problemas y confiar en sus instintos, ayuda a construir la resiliencia.

Mantenga las cosas en perspectiva—Aun cuando se enfrente a eventos muy dolorosos, trate
de considerar la situación que le causa tensión en un contexto más amplio, y mantenga una
perspectiva a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera de su proporción.

Nunca pierda la esperanza—Una visión optimista le permite esperar que ocurran cosas buenas
en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que teme.

Cuide de sí mismo—Preste atención a sus necesidades y deseos. Interésese en actividades que


disfrute y encuentre relajantes. Ejercítese regularmente. Cuidar de si mismo le ayuda a
mantener su mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.

Formas adicionales de fortalecer la resiliencia le podrían ser de ayuda. Por ejemplo, algunas
personas escriben sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos relacionados con la
experiencia traumática u otros eventos estresantes en sus vidas. La meditación y las prácticas
espirituales ayudan a algunas personas a establecer relaciones y restaurar la esperanza.

La clave es identificar actividades que podrían ayudarle a construir una estrategia personal
para desarrollar la resiliencia.

Algunas preguntas que debe hacerse

Enfocarse en las experiencias y en sus fuentes de fortaleza personal del pasado, le puede
ayudar a identificar las estrategias para desarrollar resiliencia que funcionan para usted.
Explore las respuestas a las siguientes preguntas sobre sí mismo y sus reacciones a los retos en
su vida. Este ejercicio le puede ayudar a descubrir cómo responder efectivamente a eventos
difíciles.

Considere lo siguiente:
 ¿Qué tipos de eventos le han resultado más difíciles?

 ¿Cómo le han afectado dichos eventos?

 ¿Cuándo se encuentra estresado, le ha sido de ayuda pensar en las personas


importantes en su vida?

 ¿Cuándo se enfrenta a una experiencia difícil, a quién ha acudido para que le ayude?

 ¿Qué ha aprendido sobre sí mismo y sus interacciones con los demás durante
momentos difíciles?

 ¿Le ha ayudado ofrecer apoyo a otras personas que están pasando por una
experiencia similar?

 ¿Ha podido superar los obstáculos, y si es así, cómo?

 ¿Qué le ha ayudado a sentirse más esperanzado sobre el futuro?

La resiliencia conlleva mantener flexibilidad y balance en su vida en la medida que usted confronta
circunstancias difíciles y eventos traumáticos. Usted lo puede lograr de diferentes maneras al:
 Permitirse experimentar emociones fuertes y también reconocer cuando tiene que evitarlas para poder
seguir funcionando.
 Salir adelante y tomar acciones para atender sus problemas y enfrentar las demandas del diario vivir.
También, dar un paso atrás para descansar y llenarse de energía nuevamente.
 Pasar tiempo con sus seres queridos para recibir su apoyo y estímulo, y también su cuidado.
 Confiar en los demás y también confiar en sí mismo.
ara resumir varios de los puntos principales en este ensayo, piense en la resiliencia como algo parecido a
tomar un viaje río abajo en una balsa.
En un río, puede encontrar rápidos, virajes, aguas lentas y áreas poco profundas. Como en la vida, los
cambios que experimenta en el camino le afectan de forma diferente.
Viajar por el río, le ayuda el conocerlo y recordar las experiencias pasadas que ha tenido con él. Su viaje
debe ser guiado por un plan, una estrategia que considere funciona para usted.
La perseverancia y la confianza en su capacidad para evitar los peñones y otros obstáculos son
importantes. Puede ganar valor y perspicacia al navegar con éxito en las aguas embravecidas. Las
personas en quienes confía y le acompañan en el viaje, pueden especialmente ayudarle a enfrentarte a
los rápidos, las corrientes y otras dificultades del río.
Puede bajarse de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar su viaje debe
remontar la balsa y continuar.
La información ofrecida en este ensayo no debe usarse como substituto del cuidado profesional de salud
general y de salud mental, o de la consulta a estos profesionales. Las personas que consideran que
necesitan o que se beneficiarían de ese cuidado deben consultar un psicólogo u otros profesionales
licenciados de la salud general y salud mental.
El Directorado de Práctica de la Asociación Americana de Psicología reconoce la contribución de las
siguientes personas a esta contribución:
 Lillian Comas-Díaz, Ph.D., Directora, Transcultural Mental Health Institute (Instituto Transcultural de Salud
Mental), Washington, D.C.
 Suniya S. Luther, Ph.D., Teachers College, Columbia University, New York City, NY
 Salvatore R. Maddi, Ph.D., The Hardiness Institute, Inc., Universidad de California Irvine, Newport Beach,
CA

Revista Ciencias de la Educación v.18 n.31 Valencia ene. 2008


LA RESILIENCIA EN NIÑOS PARA SU DESARROLLO EN LA SOCIEDAD

Barroso Rebeca ¹ Mendes María C ²

Tutora: Bernardete De Agrela ³

http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-
59172008000100016&lng=es&nrm=i

INTRODUCCIÓN

La necesidad de los seres humanos por adaptarse al medio y enfrentarse a las


diversas situaciones que se le presentan, lo llevan a la lucha por mejorar su calidad
de vida y así alcanzar las metas propuestas; esto ha sido un factor determinante en
la historia, debido a los grandes cambios que suceden a nivel global donde siempre
se exige cada vez más del hombre, pero sin proveerle estrategias para surgir ante
la adversidad.

El hombre, siempre busca crear vínculos afectivos con quienes están a su


alrededor, por lo cual, continuamente necesita de sus semejantes para que le
hagan sentir querido y le permitan entender que cuenta con ellos para satisfacer
esas carencias básicas y primordiales que garanticen su pleno desarrollo. Si bien,
en el hogar no existe ese ambiente óptimo que toda familia debe ofrecer, entonces,
es la escuela quien debe brindar ese respaldo incondicional, mediante la figura de
adultos significativos, como maestros, profesores, asesores, orientadores y
compañeros idóneos.

La problemática surge cuando el entorno no es el más apropiado o adecuado


para el individuo, por tanto, no le proporciona los recursos necesarios para
conseguir el éxito ante las dificultades, ocasionando el desvío de sus objetivos
principales en la vida y forjándole a sucumbir ante esas circunstancias
desfavorables. No obstante, existen personas capaces de afrontar y no desistir
frente a condiciones de tal índole, sino que de su interior emana una fuerza que les
permite sobreponerse y salir airosos.

Las características que poseen algunas personas para surgir y prevalecer a


como dé lugar, pueden manifestarse en otros individuos, por ello la presente
investigación tiene como propósito fundamental, la elaboración y ejecución de un
programa que desarrolle tales competencias, específicamente en niños, permitiendo
un crecimiento propicio. Cabe destacar que uno de los medios que cumple con
mayor disponibilidad para desplegar este tipo de proyectos, y por ello se considera
el más importante, es el ámbito educativo, en el cual, es imprescindible que la
presencia del profesional de la orientación debe funcionar de manera eficaz como
facilitador, previsor y promotor de los recursos necesarios, para que los niños y
jóvenes puedan construir su propio estilo de vida no sólo en beneficio de él sino de
su entorno.

No se pretende aislar a los niños de una sociedad para mantenerlos al margen


de los innumerables problemas que se suscitan en la actualidad, sin embargo, se
hace necesario desarrollar y emprender la aplicación de programas y proyectos que
les brinden herramientas para salir adelante y no sucumbir ante la sociedad
moderna, la cual les presenta obstáculos y barreras que hacen cada vez más
complicado su desenvolvimiento físico, mental y social.

La estructura de esta investigación consta de tres capítulos, los cuales se


desglosarán del siguiente modo:

En el primer capítulo se presenta la descripción y explicación del fenómeno a


estudiar, el cual plantea el motivo que dio origen a la investigación y evidencia una
diversidad de inquietudes e interrogantes que pretenden responderse desde la
intencionalidad y las directrices, de igual forma se justifica y explica la importancia
e impacto socio-educativo que se esquematiza a lo largo de la misma.

El marco referencial que comprende el segundo capítulo, se basa en una


relación intrínseca entre el tema de estudio y las corrientes teóricas del
constructivismo y el psicoanálisis, puntualizado por Lev Vygotsky y John Bowlby
respectivamente. Asimismo, se relaciona el marco legal que sustenta y da soporte a
la investigación, señalando específicamente lo propuesto en algunos artículos de: la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del niño,
niña y adolescente (LOPNA), la Ley Orgánica de Educación y la Convención
Internacional de los derechos del niño (CDN). Todo esto en conjunto con los
antecedentes y la perspectiva teórico conceptual.

La metodología fundamentada en la corriente cualitativa y desde la modalidad


de la Investigación-acción participante, se presenta en el tercer capítulo; allí se
hace referencia a los sujetos participantes y a los criterios que se utilizarán para su
selección. También se incluye las técnicas e instrumentos que se utilizarán para
recabar la información necesaria y la confiabilidad y validez de los mismos.

Finalmente se presentan las referencias bibliográficas consultadas para dar


mayor sustento y credibilidad a la investigación, así como los anexos, que son fieles
testigos de los hechos suscitados durante el proceso y aplicación del programa.
CAPÍTULO I

FENÓMENO A INVESTIGAR

Descripción y Explicación del Fenómeno

A través de la historia, el hombre ha sentido el impulso de satisfacer sus


necesidades, de manera que pueda desenvolverse a plenitud dentro de la comunidad
donde habita, no obstante, este mundo se torna cada vez más competitivo y
variante, lo que le impide afrontar con optimismo las adversidades que surgen,
además en muchas ocasiones el entorno no aporta las herramientas indispensables y
vitales para hacerles realizables sus objetivos y/o metas. Algunos han logrado
mejorar su calidad de vida después de haber vivido experiencias abruptas en un
medio igualmente complejo, con carencias no sólo afectivas, sino también
materiales, educativas y familiares, es decir, con necesidades básicas precarias como
lo es: un lugar adecuado para vivir, alimentación deficitaria, poco o ningún tipo de
apoyo familiar, en consecuencia un entorno hostil para el buen desenvolvimiento de
un ser humano sano, tanto en el aspecto emocional como físico. En tal sentido son
hechos que llaman la atención de sociólogos y psicólogos, pues no es muy frecuente
encontrarse con situaciones como la descrita anteriormente, por lo tanto, deben
analizarse con el fin de promover los factores característicos de estas personas.

En muchos países, por años, se ha venido difundiendo un término relacionado


intrínsecamente a la virtud que poseen algunos individuos para alcanzar sus
aspiraciones, sin perjudicar en la medida de lo posible, a sus semejantes y
obteniendo de los obstáculos una visión positiva hacia la vida; este proceso se ha
conceptualizado como Resiliencia, que es un factor de autoprotección que se debe
difundir desde la infancia para disminuir el impacto de los traumas, mediante el
desarrollo de vínculos afectivos y la comunicación adecuada de las emociones. De
manera que la resiliencia se considera una herramienta que asocia varios
elementos para facilitar al niño el enfrentamiento de sus problemas y construir
sobre ellos.

Intencionalidad de la Investigación

 Promover la resiliencia en los niños para su desarrollo en la


sociedad.

Directrices
 Diagnosticar características en niños que puedan generar una
personalidad resiliente.

 Determinar factores internos y externos que puedan favorecer una


personalidad resiliente en los niños y niñas en edades comprendidas entre 8
y 13 años.

 Identificar los beneficios personales y sociales que genera el


desarrollo de la resiliencia.

 Proponer un plan desde la orientación que permita el desarrollo de la


resiliencia en niños y niñas.

Justificación de la Investigación

Debido a los grandes y constantes cambios que se suscitan en la sociedad,


pueden observarse personas agobiadas, afanadas, aturdidas, confundidas y
sobrecargadas de inquietudes e interrogantes, razón por la cual se ven como
sumergidas en un mar de infortunios, entendiendo para sí mismos que no tienen la
oportunidad de avanzar, sin percatarse de las alternativas existentes para enfrentar
las adversidades y poder salir adelante de manera eficiente. La capacidad de poder
enfrentar los conflictos presentados, no es una cualidad desarrollada por todo tipo
de persona, sin embargo, existen recursos que permiten desde la infancia afianzar
esta forma conductual; de allí surge la importancia de un proceso de orientación
que dirija la promoción de la resiliencia a partir de esta etapa, pues ésta es una
habilidad que permite afrontar de manera idónea las diversas situaciones
negativas. Este proceso de orientación se debe ejecutar desde el ámbito educativo,
ya que es el medio propicio para implementar el crecimiento del niño, iniciando en
la infancia.

CAPÍTULO II

MARCO REFERENCIAL

Antecedentes de la Investigación

En toda investigación se debe establecer el fenómeno de estudio como premisa


fundamental que orientará el análisis en función de la intencionalidad y las
directrices planteadas; una vez que esto se ha definido, es preciso considerar los
estudios y trabajos realizados que servirán como complemento a la misma.

Uno de los primeros trabajos que permitió abordar este tema de la resiliencia,
fue sin duda el de Werner (1989), “Superando la posibilidad: Alto riesgo de los
niños desde el nacimiento hasta la adultez”, mediante el cual propuso estudiar la
influencia de los factores de riesgo y durante muchos años continuó dicha
investigación, obteniendo como resultado que a pesar de todos los desastres que
vivió la población estudiada (500 niños pobres nacidos en Kauai) la mayoría logró
desarrollarse sanamente. Su propósito principal no estaba dirigido a la resiliencia,
pero a raíz de las conclusiones a las que llegó, se adjudico el término de resiliente a
los niños que habían sido capaces de surgir ante el medio en el que se
encontraban. Al principio se pensó que la capacidad de superar los obstáculos era
algo genético, pero algunos estudios demostraron que era el medio, generalmente
representado por un adulto significante, era lo que les influenciaba de manera
efectiva, a través de relaciones afectuosas, desarrollando este tipo de conductas.

En tal sentido, en la presente investigación se pretende abordar la resiliencia


desde la promoción y el desarrollo, iniciando en la temprana edad para convertirla
en una estrategia útil que apunte hacia la formación del individuo para el alcance
del éxito. Diversos estudios han reflejado que la resiliencia es algo interno que
posee el ser humano y que puede desarrollarse, ya sea por iniciativa propia ante la
necesidad que siente de superación y progreso, o bien, que puede ser trabajada en
el mismo, por medio de facultades dirigidas a este fin. De modo que, se convierte
en una capacidad que puede ser llevarse a cabo en los que no la poseen.

Asimismo Matthiensen (2005), realizó una investigación sobre “El desarrollo de


la resiliencia en jóvenes en edades comprendidas entre 12 y 18 años bajo
circunstancias especialmente difíciles” resaltó la necesidad de trabajar con jóvenes
que viven en las calles, que son maltratados y no poseen una alimentación
adecuada ni un hogar que le permita su crecimiento. El objetivo de su investigación
fue desarrollar la resiliencia en jóvenes de circunstancias especialmente difíciles.
Algunas de las conclusiones a las que llegó esta investigadora fue la necesidad de
desarrollar programas que permitan incorporar a los jóvenes en las diversas
actividades que surgen del nivel educativo, al igual que los factores de protección
están basados en la asistencia a la escuela, pero con un bajo nivel de los nexos
familiares y escolares.

Para concluir, la resiliencia puede ser promovida en muchos campos, en el


contexto educativo a través de educadores u orientadores, dando relevancia a
proyectos enfocados a la disposición de disminuir los factores de riesgo y haciendo
énfasis en la promoción de los factores protectores; también por medio de la
familia, al lograr su inserción en el medio escolar y creando nexos directos entre
educadores y padres o representantes. Mediante investigadores, que al realizar
estudios, brinden herramientas y estrategias para favorecer los distintos entornos y
comunidades; de igual forma por psicoanalistas y psicólogos, para que faciliten los
procesos mentales en los que perennemente viven las personas. Por ultimo, el
aspecto político, en el ámbito social y comunitario, entre otros.

Perspectiva Teórica
Existen muchas corrientes teóricas desde las cuales se puede desarrollar el
tema de la resiliencia, sin embargo, para ésta investigación se ha considerado
pertinente las siguientes: la corriente Constructivista, partiendo de los escritos y
registros de Lev Vygotsky y la corriente del Psicoanálisis desde la óptica de John
Bowlby. De ésta manera se explicarán y sustentarán los aportes significativos y
necesarios relacionados directamente con este trabajo.

Para Vygotsky (1978), “el aprendizaje no es sólo individual, sino también


social, planteó que los alumnos aprenden más rápido y eficazmente cuando éste se
hace deforma cooperativa, y si se individualiza es sólo para reconocer las
necesidades y habilidades de cada uno.” (p. 85). En base a ello, se encuentra una
relación con lo establecido por Vygotsky en su Teoría Constructivista referente a la
Zona de Desarrollo Próximo (ZDF), y el tema de la resiliencia, pues si ambos
aspectos se trabajan desde una misma óptica, se forma y crea un espacio adecuado
para que el aprendizaje en el niño se de en sus propios términos precisos, pues el
proceso de desarrollo proximal puede definirse en cuanto a su contenido, como el
desarrollo de la personalidad del niño y de la concepción del mundo y la resiliencia
como la gama de factores que le permitirán surgir si se presenta un evento adverso
que impida su desarrollo.

En este mismo orden de ideas, se percibe que el hombre, como ser humano, no
sólo debe crecer biológicamente, sino también, adquirir superación y distinción en
el ambiente familiar y más aún en el ámbito social, porque ambos contextos se
encuentran afiliados en una interacción constante con él, desarrollando de este
modo su desenvolvimiento eco-bio-psico-social y cultural. Por esta razón, se puede
asociar la resiliencia con la antes planteado, pues es una herramienta, que permite
al individuo, por sus características internas de progreso, surgir dentro de un medio
adverso que no lo desanime, al contrario, le da fuerzas para diferenciarse y cumplir
con los requisitos que le faciliten transitar el camino a la culminación de sus
propósitos.

Por otra parte, también se toma en cuenta la corriente psicoanalista, la cual por
muchos años ha sido de gran ayuda y desde sus inicios los teóricos se han
enfocado en buscar la solución a los problemas mentales de los seres humanos,
teniendo como principal exponente a Sigmun Freud, por esto, muchos han sido los
que a través de sus escritos han formulados muevas concepciones y distintos
puntos de vistas, algunos partiendo se esas nociones y otros aportando nuevas
ideas, diferentes enfoques y distintos estilos de pensamiento. Durante mucho
tiempo se ha expuesto un aspecto importante entre el psicoanálisis y la teoría del
apego, el cual sostiene que la sensibilidad de la madre desempeña un papel
trascendental y decisivo en el desarrollo de la mente del niño, por ello, Bowlby
(1973), subraya la actuación del ambiente en el origen de las enfermedades
mentales, señalando como pieza fundamental el rol que ejercen los progenitores o
cuidadores de los niños, y la diferencia que puede manifestarse cuando ese entorno
de familia es extraño para el niño que esta en ese crecimiento y desarrollo.

Mussen (1976), refiriendo el experimento de Bowlby, expresa que “el niño cuya
necesidad de amor es frustrada, suele mostrar muy poca tolerancia a cualquier
frustración, y reaccionan con mayor agresividad y cólera si las cosas no salen como
desea.” (p. 304). A través de sus investigaciones, Bowlby llegó a la conclusión de
que el desarrollo integral del niño será plenamente afectado o no por la ausencia de
un afecto materno entre los meses primarios, estos efectos serán prolongados y
sufrirá las consecuencias del mismo a lo largo de su vida, aún cuando se le
proporcione cariño y atención más adelante, en consecuencia no existe la manera
de retribuir la carencia primaria.

CAPÍTULO III

MARCO METODOLÓGICO

Tipo de Investigación

Esta investigación se enmarca dentro del paradigma post-positivista, el cual


surge en pleno siglo XX, y en virtud de una nueva concepción en lo que a tiempo y
movimiento se refiere. El ser humano es complejo en su totalidad, por ello no se
puede pretender estudiar lo concerniente a él, con métodos limitados que no den
respuestas a múltiples interrogantes como siempre se ha hecho; por esto se
considera que la corriente cualitativa se adapta al enfoque de la investigación,
ofreciendo un aspecto amplio y significativo que accede llegar al trasfondo de la
realidad del fenómeno. La investigación cualitativa tiene sus orígenes en la
antropología social, la cual a través del enlace de un grupo de teorías propias del
siglo XX, conllevan por medio de la revalorización, la capacidad auto reflexiva de los
agentes humanos a ser protagonistas de su propia práctica, Hurtado y Toro (1999).
Significa entonces que los métodos cualitativos, favorecen la acción práctica, la
investigación, la interpretación y la comprensión, no imponiendo reglas, ni
procedimientos rígidos al proceso investigativo de modo que el diseño de cada
trabajo surge y se va elaborando a medida que ella avanza.

Diseño de la Investigación

El procedimiento seleccionado para llevar a cabo este trabajo investigativo, es el


de Investigación-Acción, debido a que a través de él método que se desarrolla en
forma conjunta con la actuación de un grupo de personas que tienen como objetivo
primordial mejorar: la calidad de vida y el cambio social dentro de el entorno en el
que se desenvuelve; para tal fin se busca la formación de grupos críticos, reflexivos
aptos para nuevos procesos desarrollándose en comunidades que propicien no sólo
la investigación de los fenómenos que en ella ocurren, sino también la búsqueda de
solución a los mismos.

De acuerdo con este punto de vista, los criterios metodológicos se insertan en lo


activo y lo participativo; su finalidad no es propagar una serie de resultados donde
se ha realizado la investigación, sino aplicarlos al grupo de manera que pueda
desarrollarse la retroalimentación, el cambio y los nuevos procesos. Se relaciona
intrínsecamente con el entorno del fenómeno; por ello, las técnicas e instrumentos
se vinculan plenamente con la realidad o problemática presentada, dado que se
conceptualiza desde el análisis e interpretación, plan de acción y evaluación del
proceso y los participantes.

Población y Muestra

Población

La investigación se desarrollará en el Instituto Psicopedagógico Doctor “Rodolfo


Rodríguez”, ubicado en el Municipio Naguanagua del Estado Carabobo, del cual se
seleccionarán un grupo de estudiantes de la tercera etapa del turno de la mañana;
haciendo énfasis en aquellos que poseen las cualidades y aptitudes para desarrollar
una personalidad resiliente, con la finalidad de no ceder ante los flagelos que
atentan contra la moral y las buenas costumbres, indicadas por las normativas
sociales. Cabe destacar que el grupo seleccionado, se encuentra en un ambiente
social y familiar poco propicio para el desarrollo positivo y bienestar pleno de los
niños.

Muestra

La muestra, dentro de la investigación cualitativa no representa un conjunto de


individuos de una población, por lo tanto, no se selecciona al azar, sino por el
conocimiento que se tenga de los grupos sociales y sus necesidades. En este
sentido, no es la cantidad de participantes, lo que determinará su efectividad, sino
sus aspectos y características a medida que representen las cualidades de
población a estudiar.

El tipo de muestra seleccionada para esta investigación, es la que Miles y


Huberman (1994) describen como homogénea, pues, ésta se enfoca en el tema de
investigación, haciendo énfasis en aquellas situaciones, procesos o episodios que
vivencia un determinado grupo social, además su finalidad es orientarse hacia el
desarrollo de sus cualidades internas. Es por ello que, de la población antes
mencionada se seleccionarán diez alumnos con el fin de desarrollar en ellos las
característica de una persona resiliente y sean capaces de enfrentar las
adversidades que día a día la vida les presenta, como experiencias que pueden ser
superadas.

Técnicas e Instrumentos de Recolección de la Información


La extensión de este método, no admite un solo tipo de instrumento que se
pueda aplicar como recurso o herramienta para la adquisición y registro de la
información necesaria del fenómeno a estudiar, más bien, ofrece la utilización de
técnicas que dirijan la investigación según las variables e hipótesis determinadas
por los investigadores. Para Hernández y Fernández (2003), dentro de la óptica
cualitativa existen dos momentos para recabar la información, el primero “durante
la inmersión inicial en el campo o contexto de estudio (aunque sea de manera
incipiente)” y el segundo “en la recolección definitiva de los datos.” (p. 344). Estos
dos momentos son decisivos para el investigador en cuanto a la obtención de la
información se refiere, por ello, siempre debe estar dispuesto para registrarla.

Existe una gran variedad de instrumentos que sirven de herramienta para la


obtención de la información necesaria, sin embargo, se cree que las más propicias
para esta investigación por ser un estudio ubicado en el entorno educativo, son las
siguientes: encuesta, diálogo participativo, sesiones en profundidad y la
observación, por considerarse aptos para la interacción con los niños y la obtención
de los datos requeridos a ese nivel; en cualquiera de los casos se tiene presente el
registro mediante documentos escritos por parte de los sujetos participantes.

Al definir el conjunto de personas con las que se ha de interactuar en una


encuesta de esta índole, y elegir la temática que se abordará en la misma, los
investigadores intentarán conocer, mediante la discusión, los procesos psicológicos
y las características culturales, conscientes e inconscientes, las necesidades y
características resilientes de los sujetos participantes, debido a que la investigación
cualitativa implica la utilización y recogida de una gran variedad de materiales que
describen la rutina y las situaciones problemáticas y los significados en la vida de
las personas.

Es en este aspecto que la observación se considera un instrumento privilegiado


para la investigación cualitativa, así como lo señalan Iñiguez y Vitores (2004)
“Consiste, en esencia, en la observación del contexto desde la participación del
propio investigador…suele alargarse en el tiempo y no se efectúa desde la
realización de matices o códigos estructurados previamente, sino más bien desde la
inmersión en el contexto” (p. 32). A través de este modelo de observaciones se
puede obtener descripciones de los acontecimientos, de las personas y su
interacción con el medio y de las vivencias, experiencias y sensaciones de los
sujetos participantes.

Validez y Confiabilidad

Validez

El grado de validez de una investigación está regido por lo que observa, mide y
aprecia el investigador, según tiene previsto en su planificación, definiéndola, los
resultados y la forma en que se presenta la realidad observada de manera clara y
precisa, como lo señala Martínez, (2002). Esta es la razón principal, por la cual, se
considera la validez, una fuente primordial en este tipo de investigación. Para
efectos de este trabajo investigativo, se obtuvo la validación del instrumento
mediante la evaluación de varios expertos, quienes aprobaron a través de una
escala cada ítem presentado. Es importante señalar que se consideró necesaria la
aplicación de una prueba piloto, siguiendo las normativas requeridas, que nos
permitiera verificar la claridad en cada una de las preguntas.

Confiabilidad

La confiabilidad del estudio se caracteriza por el nivel de repetición con el que


se puede aplicar la investigación, sin obtener variaciones en los resultados iniciales
Hernández y Fernández (2003). A efectos del estudio, la confiabilidad no es uno de
los rasgos que se pretenden concretar, debido al método seleccionado, pues como
premisa fundamental, lo interesante es la búsqueda y respuesta al fenómeno
planteado específicamente en el grupo escogido, si luego se pudiese proyectar y
llevar a cabo con otros grupos, sería maravilloso, sin embargo, los resultados serán
distintos y en algún caso similar, de acuerdo al grupo y sus vivencias; pero cabe
destacar que esta no es la intención que guía a la misma.

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS DE LA RECOLECCIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

En este capítulo se presenta en análisis de la información obtenida a lo largo del


desarrollo de la investigación, la cual se llevó a cabo en el Instituto Psicopedagógico
Dr. Rafael Rodolfo Rodríguez, donde estudian niños con notable desventaja
socioeconómica, cuyo proceso de aprendizaje y nivel cognitivo es bastante escaso
para la edad que presentan (11-13 años).

Para el análisis de la información se consideró necesaria la utilización de una


técnica relativamente nueva, conocida como infograma, por considerarse una
estrategia gráfica y precisa que convierte los datos recabados en información, de
manera que se pueda comprender con facilidad a través de un esquema; en él se
plasman las ideas y se representa toda la información recolectada para asociarla
libremente, según indica Narváez y Linares (2007), la infografía “permite otorgar
mayor variedad y agilidad a la diagramación, combinándola con textos y fotografías
para maximizar la comprensión de los que se está informando”.

Es necesario resaltar que, en este tipo de representación “…la información


numérica, estadística y muchas otras serán más efectivas siendo ilustradas que
mediante el puro uso de textos”, así lo expresan los autores antes mencionados;
por eso debe reflejarse de manera sencilla, clara y precisa, que indique las ideas
más relevantes de lo que se pretende explicar de todo el cúmulo de información
recabada, así se describir con detalle el contexto físico, familiar y educativo que
rodea al niño.

La investigación cualitativa desde la perspectiva de la modalidad investigación


acción participante, permitió que a través de todo el proceso investigativo se
cumplieran cada una de las fases planteadas por De Miguel (1989), las cuales son:
el diagnóstico, la planificación, ejecución y evaluación, concediendo centrar y
clarificar el objeto de estudio para proponer posible soluciones. El desarrollo de
cada una de estas fases se efectuó de la siguiente manera:

La fase diagnóstico se llevó a cabo según el diálogo participativo efectuado con los
niños, de modo que mediante éste se pudo obtener la información requerida para
comprender la situación y necesidad en la que se encontraban, luego se procedió a
la planificación del programa en base a las necesidades, para desarrollar y
fortalecer la resiliencia, partiendo de las virtudes y mitigar las carencias. En la fase
de ejecución se pudo efectuar cada uno de los encuentros planificados y mediante
éstos, alcanzar logros previsto para la promoción de la resiliencia, finalmente en la
evaluación, se constató cada uno de los cambios que se manifestaron en los niños,
tanto internos como externos, en relación a los primeros, se puede decir que su
forma de análisis y procesamiento de la información fue más directa y en lo
segundo, se notó a través del cambio para con sus semejantes.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones

De acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación se lograron las


siguientes conclusiones:

 Se constató que una de las causas que dificultan el desarrollo de la


resiliencia en los niños, es la carencia de un hogar bien establecido y de un
ambiente educativo apropiado para su bienestar.

 La resiliencia puede ser promovida como un proceso de desarrollo


que permite mejorar la calidad de vida desde la niñez y así conformar una
sociedad con seres humanos aptos.

 Los factores de protección son pieza fundamental para promover


desde el ámbito educativo la resiliencia y así mitigar los riesgos que se
desenvuelven por parte de la sociedad.

 Se demostró que luego de la aplicación del programa, la mayoría de


los niños concibieron un cambio en su visualización de las dificultades,
dando por entendido que las estrategias empleadas promovieron y
desarrollaron en ellos, las característica resilientes que se perseguía como
intencionalidad de la investigación.

 La desvinculación entre la escuela, los niños y el docente se concibe


como un obstáculo que no permite el desarrollo pleno del niño, entendiendo
que los padres y los maestros son sus adultos significativos y por ello
modelos vitales.

Recomendaciones

 Se sugiere la implementación y creación de programas dirigidos a


desarrollar la resiliencia en niños, con el propósito de fomentar el
crecimiento personal, vínculos afectivos en la familia, comunidad y medio
educativo.

 Dar a conocer a nivel educativo y comunitario los beneficios que


aporta el desarrollo y la promoción de la resiliencia, tanto en niños como en
jóvenes.

 Se recomienda que se aplique este programa en todo el Instituto


Psicopedagógico Dr. Rodolfo Rodríguez, debido a que es un plantel donde se
percibe la carencia afectiva por parte de los padres y con poco ingreso
monetario.

 Se propone la planificación de talleres a lo docentes de los diferentes


planteles de educación primaria, secundaria y superior, para que estos
también sean promotores de la resiliencia.

 Promover redes de apoyo para el beneficio de la escuela, familia y


comunidad, propiciando trabajos en equipo con la finalidad de formar
ciudadanos capaces, aptos y útiles al país.

 Se recomienda que luego de la aplicación del programa, se efectúe el


debido seguimiento, continuidad de la evaluación que se generó en los
encuentros y demás actividades.

 Se sugiere que el rol del orientador y su planificación vaya en


conjunto con un equipo multidisciplinario, con el propósito de fortalecer y
trasmitir conocimientos que puedan ser utilizados en el futuro.

CAPÍTULO V

PROGRAMA DIRIGIDO A LA PROMOCIÓN DE LA RESILIENCIA

Título:
Programa dirigido a la Promoción de la Resiliencia en niños para su desarrollo
en la sociedad.

Objetivos:

Objetivo General:

Fomentar la resiliencia en niños como habilidad de vida en niños en situación


de riesgo del Instituto Psicopedagógico Dr. Rodolfo Rodríguez ubicado en el
Municipio Naguanagua.

Objetivos Específicos:

 Fortalecer la resiliencia como habilidad de vida.

 Describir las características propias de los niños resilientes para


generar en ellos una identificación con esas características.

 Afianzar las expresiones verbales relacionadas con la resiliencia (yo


tengo, yo soy, yo estoy, yo puedo).

 Reafirmar la personalidad resiliente en los niños para su desarrollo


en la sociedad.

Introducción

El plan de acción que a continuación se presenta va dirigido al desarrollo de la


Resiliencia como una habilidad de vida primordial que todo ser humano puede
desempeñar desde su infancia y a lo largo de su existencia; para que un ser
humano se pueda desenvolver a plenitud en la etapa de la adolescencia y la
adultez, es necesario, que en esa etapa inicial de su niñez se le forme y capacite
para tales fines.

Por ello, surge el compromiso de estructurar programas que brinden las


herramientas a los niños de modo que puedan ser formarlos e instruidos en un
ambiente próspero o no. Es preciso destacar que, el entorno no debe ser restrictivo
en el aprendizaje y desarrollo de los niños, por lo tanto, se les debe enseñar e
instruir en base a esto; mediante este planteamiento se aspira establecer una guía
que sirva como modelo a los docentes y/o educadores, de manera que se pueda
promover dentro del aula tales habilidades en el niño.
El esquema del programa se representa de la siguiente manera: una guía para
los docentes, facilitadores o Licenciados en Educación que atiendan al llamado de
instruir con perseverancia e interés la formación de los niños. Asimismo, se
presenta la metodología, la evaluación y la estructuración de cada encuentro; los
cuales cuentan con un soporte teórico, estrategias didácticas, recursos y medios
audiovisuales a ser utilizado por el facilitador, para el alcance de los objetivos
planteados con anterioridad

Justificación

Actualmente, se hace imprescindible establecer programas que favorezcan el


desarrollo de las capacidades de los niños desde una edad temprana, de modo que
cada uno de ellos pueda adquirir las bases sólidas que los prepare para enfrentar
las adversidades que a diario le presenta la sociedad. Existen muchos cambios que
ocurren consecutivamente a nuestro alrededor, y no se puede pretender huir de
ellos, por el contrario debemos aprender a afrontar y sobrellevar con actitud
perseverante cada uno de estos sucesos imprevistos que puedan surgir, para
proceder y actuar positivamente ante éstos, de forma que no lo tomemos como
limitantes o barreras que obstaculizan nuestras metas, sino más bien aceptarlos
como parte del proceso de vida.

La sociedad no puede escapar de las realidades que se experimentan hoy en


día, siendo los niños los más propensos a ser afectados por estas novedades a nivel
familiar, social, cultural, económico y hasta político. No obstante, lo importante es
saber mantener una posición firme y continua que no permita que los niños
sucumban ante las vicisitudes presentadas y aprendan a visualizarlas como
experiencias de vida que le otorgan la oportunidad de surgir y salir adelante
emprendiendo nuevas metas.

En tal sentido, la resiliencia se convierte en un importante factor de protección a


desarrollar frente a la gama de inconvenientes que puedan manifestarse en el
entorno del niño, a nivel biológico y psico-emocional; de allí la estrecha relación con
este trabajo, el cual persigue desarrollar la personalidad resiliente en los niños, ya
que es a esta edad que se deben fomentar tales aspectos para preparar hombres y
mujeres capaces de asumir la responsabilidad de sus actos. Este programa está
constituido por los elementos considerados vitales para desarrollar la resiliencia en
aquellos niños que, aún cuando poseen ciertas características innatas que se
vinculan con este término, no cuentan con los medios necesarios para desplegarlas
como estrategia útil en su vida, ya sea por la carencia de un adulto significante o
de un facilitador.

Estructura del programa


El esquema del programa fue diseñado para efectuarse de la siguiente manera:
en primer lugar una se estableció un manual que brinde orientaciones y
recomendaciones apropiadas para los educadores y profesionales de la docencia
que dispongan la ejecución del mismo, también la metodología, la reflexión como
medio evaluativo y finalmente se dispone de un esquema de contenido de la
temática para cada encuentro que se llevará a cabo para efectuar el programa.

Manual de Recomendaciones y Orientaciones para los Educadores y


Profesionales de la Docencia.

El presente manual tiene como finalidad, establecer principios básicos y pautas


claras, que son esenciales para permitir y facilitar la labor a aquellos que se
atrevan a poner en marcha la ejecución de este programa dirigido al desarrollo de
la resiliencia en niños. El objetivo primario es desarrollar desde la infancia esas
capacidades, habilidades y aptitudes que poseen los seres humanos, siendo este el
medio propicio y la edad adecuada para desplegar tales características. Por esta
razón, es necesaria la presencia de un facilitador que cuente con un perfil
pertinente, con facultades y/o competencias aptas para llevar a cabo las
actividades, que tenga relación y conocimiento pleno del tema, que sea creativo,
dedicado, convencido del cambio, sobre todo con un nivel de responsabilidad
apreciable ante las metas que se presentan.

En tal sentido, Henderson y Milstein (2005), consideran que para realizar un


programa dirigido a estos fines, es importante contar con la figura de un docente
y/o educador que crea en los alcances que tiene la resiliencia y más aún que sea
resiliente. Considerando lo anterior, se indican algunas características que debe
observarse en un docente resiliente:

 Conceder tiempo para la participación dentro del aula.

 Estimular la formación e interacción de los trabajos en equipos.

 Crear oportunidades para las actividades didácticas e interactivas.

 Establecer reglas y fijar normas a seguir, que favorezcan el


intercambio de pensamientos.

No obstante, existen factores que pueden dificultar este proceso de promoción


resiliente, por lo que el docente ha de estar atento para evitar esas divergencias y
convertirlas así en una fortaleza, en vez de una amenaza, algunos de estos
obstáculos que lo imposibilitan son:
 Percibir a los niños únicamente como un receptor de los
conocimientos impartidos.

 Hacer uso de la humillación, el ridículo, la desvalorización y la


indiferencia, afectarán negativamente la imagen y la confianza que la
persona tiene de si misma.

 El clima dentro de la institución es desmotivador para el niño.

 Los intereses del docente son específicamente monetarios y no van a


favor de las necesidades de los niños.

Metodología

En cada intervención se aspira que el proceso de aprendizaje se desarrolle de


manera vivencial, tomando en cuenta lo que dice Quiñones y Cadavid (2001), que
este aprendizaje se produce cuando existe una íntegra combinación entre el niño y
las actividades educativas, así como también el análisis y la aplicación de los
nuevos conocimientos en su cotidianidad, ya que si el niño se da cuenta de que el
aprendizaje es significativo y provechoso entonces lo pondrá en practica. El
esquema sugerido por éstos autores es el siguiente:

esquema 1

 Experimentando: Descubrimiento de nuevos aprendizajes.

 Compartiendo: Intercambio de ideas y conocimientos.

 Interpretando: Análisis de las experiencias vividas.


 Ampliando: Vinculación entre lo previo y la realidad existente.

 Aplicando: Ejecución de lo aprendido para su desarrollo futuro.

Cada uno de estos elementos en su secuencia se unifican para dar sentido al


proceso de aprendizaje en el niño dentro del contexto educativo, permitiendo así su
óptimo desenvolvimiento en la sociedad. En relación con el programa de resiliencia,
el enfoque va dirigido a desarrollar cada uno de estos aspectos, de manera que se
garantice a través de ellos, una verdadera capacitación de forma vivencial para
que sea significativa.

Reflexión

En cada uno de los encuentros se presentan diversos instrumentos que servirán


como estrategia de evaluación, la cual permitirá a los facilitadores tener un registro
de las experiencias y así constatar la eficiencia y eficacia del programa. Es
recomendable el tipo de evaluación cualitativa, la cual permita que se lleve a cabo
un proceso educativo en armonía y conformidad con lo deseado.

Encuentros

Cada encuentro tiene la finalidad de desarrollar la resiliencia en el niño, por lo


que se debe trabajar de manera consecutiva y secuencial, por ello, es necesaria la
presencia permanente en cada actividad, motivo por el cual se han estructurado
como se señala en el esquema de contenido que a continuación se muestra:

esquema 2
RECOMENDACIONES DEL PROGRAMA

 Se requiere de un grupo reducido, para desarrollar con mayor grado


de individualidad las características resilientes en cada niño, un grupo no
mayor de 15 niños.

 Se debe llevar un seguimiento de cada una de las actividades


realizadas y el facilitador debe registrar cada una de las actitudes y
aptitudes de los niños manifestadas en cada dinámica y en cada encuentro.

 El facilitador debe ser una persona conciente, tener un concepto


amplio de la resiliencia, ser promotor, creer que se puede desarrollar y más
aún ser él mismo, resiliente.

 La asistencia debe considerarse como obligatoria, para que el proceso


se pueda efectuar con amplitud, ya que son actividades secuenciales.

 El factor tiempo es importante, se debe respetar el espacio cada


actividad al momento de realizarse (en un estimado de tiempo prudente), ya
que cada niño tiene su propio tiempo de aprendizaje, y cada uno piensa de
distinta manera.

 Como se indica en cada encuentro se debe llevar las actividades


pautadas para cada día, con previa preparación, asimismo llevar todos los
materiales necesarios para la elaboración de cada una de las actividades
diarias.

 Es vital entablar un nivel de amistad y relación con los niños, de


manera tal que puedan desenvolverse en clases con comodidad, y se sientan
a gusto con el facilitador, esto permitirá la obtención de información

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