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A.·.L.·.G.·.D.·.A.·.

S.·.F.·.U.·.

CUERPO, MENTE Y ESPÍRITU


H.·.M.·. Ramiro Zalles Pinell

V.·.M.·. Ante todo deseo agradeceros el encomendarme este trabajo que fue altamente
motivante e interesante para mí en su desarrollo. Sobre el mismo debo decir que he buscado
un enfoque diferente al tradicional (estrictamente cristiano) para buscar otro más afín a mis
inquietudes, especialmente el estudio de la Kabbalah que sigo de manera aficionada desde
hace un par de años. Por esto el Trazado se apoya fundamentalmente en el V.·.L.·.S.·. y en
textos Cabalistas. Ante todo, no es voluntad mía contradecir a nadie ni descubrir verdades
absolutas, todo lo contrario, la intención es aportar un punto de vista complementario para el
análisis y consideración de cada H.·. en particular. Estableciendo que la Kabbalah no se
define como religión, sino como Ciencia, “Ciencia Espiritual”, podríamos decir. Por lo tanto el
presente Trazado se distancia, intencionalmente, de las concepciones filosóficas, tanto como
de algunos de los preceptos religiosos, de oriente y de occidente.

1. INTRODUCCIÓN

En general una concepción filosófica asume al Hombre como una trinidad de Cuerpo, Mente y
Alma (Psique, Neuma y Soma), y una un tanto más religiosa como Cuerpo, Mente y Espíritu,
por lo tanto mi primera inquietud nació precisamente en establecer la diferencia entre ambas
(Alma y Espíritu), asumiendo por supuesto que NO son lo mismo. Aun cuando en muchas
corrientes filosóficas y religiosas se toman como sinónimo.

Consideremos que el abordar el tema del Cuerpo como tal es relativamente sencillo
comparado con lo anterior, por lo tanto podemos decir que: “El cuerpo es el vehículo en el
cual se inviste el Alma para encarnar en este mundo material” (Rabi Yoel Migdal, 2009). Es
nuestra parte física, material, mundana podíamos decir, también lo tienen los animales y en
cierta medida las plantas, parte fundamental de la Vida y de la Naturaleza, en resumidas
cuentas, parte del “Reino” (Malkuth). La Kabbalah nos enseña que todo en el universo tiene
Cuerpo y Alma, comprendiendo el Alma como Luz (Omh) y el Cuerpo como una Vasija (Kli)

Un poco más complejo será abordar el tema de la Mente, preguntándonos ¿De dónde
provienen nuestros pensamientos?, ¿Qué es la Razón?, ¿Cómo se tejen en el cerebro
nuestras ideas? Por ahora solamente digamos que en Kabbalah el Pensamiento es una
manifestación del Alma.

Y finalmente el tema más intrincado e interesante que comprende al Alma y al Espíritu, como
un “algo” inmaterial, que “encarna” en el mundo material pero cuya naturaleza es
esencialmente Divina. Por ahora digamos que el Alma es Sustancia y el Espíritu es Esencia.

Por lo tanto diremos antes de comenzar a desarrollar el Trazado, que explicar esta relación
“Cuerpo, Mente y Espíritu” aborda además algunas de las preguntas existenciales que el
Hombre ha intentado responder desde que abandonó el Jardín del Edén. ¿Quién Soy?, ¿De
dónde vengo?, ¿Hacia dónde voy?, ¿Qué hay después de esta vida? Preguntas inherentes a
su Ser y su propia naturaleza. A su objetivo en esta vida y su destino al final de esta. Por eso
deberemos orientarnos a la forma en la que el Macrocosmos y el Microcosmos fueron creados
para poder comprender mejor la naturaleza del Hombre y del Universo.

2. EN EL PRINCIPIO CREO DIOS

Bereshit bará Elohim et hashamáyim ve'et ha'árets,

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gen 1:1)

Dios tiene una preexistencia, es anterior a todo, ya existía antes de la Creación y es por lo
tanto el “Creador”. Bajo este sencillo argumento establezcamos que ni “Los cielos” son cielos,
ni “La tierra” es tierra, al menos no como la conocemos, tampoco los seis días que tardó la
creación son días terrestres pues aún no existía el sol en el primer día de la creación.
¿Entonces qué fue lo primero que creó Dios?
La Kabbalah nos enseña que lo primero creado por Dios fue el Mundo Material (o Inferior) y
los Mundos Superiores (Celestes, Astrales, Inmateriales, etc.) Por eso la Tierra estaba “sin
orden y vacía” y tomó millones de años para que se formase en “La Tierra” tal como la
conocemos y habitamos con toda su flora y su fauna, este fue el primigenio “Jardín del Edén”.
En este jardín maravilloso, absolutamente puro e inocente, porque la naturaleza no reconoce
condición moral (el bien y el mal), fue donde apareció el Hombre, pieza culminante de la
Creación.

Ain (Nada), Ain Soph (Infinito), Ain Soph Aur (Luz Infinita)

Este hombre perfecto, “Adam Kadamón” (Adam Ha-Rishon) estuvo dotado de Conciencia,
cuenta la historia bíblica, por comer del “Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal”, es decir tomó
“Conciencia de Sí” y de su condición Trina, se asumió diferente al resto de la creación y
comenzó a cuestionarse a sí mismo ¿Quién Soy?, ¿De dónde vengo?, ¿Hacia dónde voy?,
¿Qué hay después de esta vida? Sin embargo este Hombre primordial además de su
componente Dual (Cuerpo-Alma) fue concebido por Dios con una naturaleza diferente al resto
de la creación. Fue dotado de Espíritu.

3. EL ESPÍRITU, IMAGEN Y SEMEJANZA

“Hagamos al hombre a Nuestra imagen, Conforme a nuestra semejanza” (Gen 1:26)

Esto ante todo representa que la Imagen de Dios fue implantada en el Hombre, a través de su
componente Espiritual, por eso “Lo que es arriba es abajo”, es decir el Universo es el
Macrocosmos y el Hombre el Microcosmos, pero no solamente en la parte física, sobre todo
en la parte Espiritual.
4. EL CUERPO Y EL ALMA, VASIJA Y SOPLO DE VIDA

“Entonces el Señor Dios formó al hombre de polvo y tierra y sopló en su nariz el aliento de
vida, y fue el Hombre un ser viviente” (Gen 2:7)

Dios le da “Forma” al Hombre y luego le


insufla el “Soplo de Vida”, este soplo es el
Alma, el que infunde vida al cuerpo inerte
y entrelaza al Espíritu con el Cuerpo, le
permite vivir, le permite existir, y le
permite al hombre “Pensar”, una
condición de la Mente pero
estrechamente ligada al Alma, le da al
hombre una existencia en ambos
Mundos, en “Los Cielos” y en “La Tierra”,
en el Mundo Material, a través de su
Cuerpo físico, y en los Mundos
Superiores, a través de su Alma.

Por lo tanto cuando hablamos de Mundos,


en realidad no nos referimos a planetas
como tales, sino a diferentes Planos
Existenciales, estos son los “Cuatro
Mundos de la Kabbalah” como veremos
más adelante (Atziluth-emanación, Briah-
creación, Yetzirah-formación y Assiah-
acción).

Entonces es el Alma (Anima), el “Soplo de


Vida” es la que le permite al Hombre vivir
en el Mundo Físico, y también le otorga
existencia en los Mundos Superiores. Y el
cuerpo es una Vasija que contiene el
Alma.

Por lo tanto, un porcentaje de nuestra


Alma está encarnada en este plano, sin embargo la mayor parte de nuestra Alma, dicen los
Cabalistas, reside en los Mundos Superiores.

Por esto la necesidad que tenemos de dormir, cuando dormimos nuestra Alma se conecta con
los mundos superiores y recarga el “Soplo de Vida”. Por eso en Kabbalah se dice que dormir
es 1/60 de la muerte, y que morir es como irse a dormir pero multiplicado por 60.
5. LAS 5 FUNCIONES DEL ALMA, NEFESH, RUAJ, NESHAMÁ, JAIÁ, IEJIDÁ

Entonces esta Alma, que reside principalmente en los mundos superiores, es la encargada de
dotar de vida al Hombre en sus diferentes Planos Existenciales, actúa, interviene de diferente
manera en cada uno de ellos y también cumple funciones distintas, a manera de resumen
explicativo condensamos las mismas en la siguiente tabla.

MUNDO NOMBRE FUNCIÓN UBICACIÓN ATRIBUTO SEPHIRA


AIN SOPH Por encima
IEJIDÁ Espíritu Divinidad KETER
Infinito de la Cabeza
En la Frente,
ATZILUTH Alma
JAIÁ Glándula Conciencia DAATH
Emanación Espiritual
Pineal
BRIAH Alma CHOKMAH
NESHAMÁ El Cerebro Pensamiento
Creación Racional BINAH
YETZIRAH Alma
RUAJ El Corazón Emoción TIPHARETH
Formación Emocional
La Sangre, El
ASSIAH
NEFESH Alma Vital Hígado, La Instinto YESOD
Acción
Pelvis

Una alegoría nos representa mejor esta composición del Alma humana y su relación con el
espíritu, es el relato de la carroza. En este relato la carroza es Nefesh, el Cuerpo, el cuerpo
tiene un instinto primordial de supervivencia, es decir se mueve adecuadamente por el
instinto, por la voluntad, pero no puede moverse por sí sola, necesita de caballos que jalen la
carroza, los caballos son Ruaj, la emoción, el sentimiento, entonces quien dirige a los
caballos, el cochero es Neshamá el pensamiento, que indica si debemos avanzar, detenernos
o desviar. Pero ¿cómo toma esas decisiones el cochero?, debe escuchar a alguien, este
pasajero oculto en la carroza es la Conciencia, nos indica lo que debemos hacer y cómo
realizar nuestro aprendizaje, esto puede ser de acuerdo a la Tora, con conciencia, o en contra
de la Tora, con sufrimiento. Por lo tanto el concepto del Libre Albedrío y la verdadera Libertad
radica ahí, un Hombre es Esclavo cuando lo dominan sus instintos, sus emociones, sus
pasiones, cuando confía solo en su razonamiento y se olvida del Creador.

6. UNA VISIÓN PERSONAL DESDE LA MAS.·.

V.·.M.·. y QQ.·.HH.·. A tiempo de concluir el trazado quisiera compartir con ustedes parte de
esta visión construida desde la MAS.·.

Está científicamente comprobado que el Alma pesa exactamente 21 gramos, los cuales pierde
el ser humano en el momento en que la vida lo abandona. Por ende el Espíritu (Inmaterial)
carece de peso, pero abandona el Cuerpo junto con el Alma, al mismo tiempo.
El Alma es el hilo conductor entre el Mundo Físico y los Mundos Superiores, otorga vida al
cuerpo, conduce las emociones y el pensamiento, alberga nuestra Chispa Divina, pero sobre
todo en el plano de Atziluth, como Alma Espiritual, se convierte en la Conciencia (pantalla)
que permite recibir la Luz del Creador. Finalmente nuestra Chispa Divina, el Espíritu
propiamente dicho, es nuestra parte Aural, inmaterial, perfecta, inmortal. La Mente es una
proyección del Alma, interactúa con ella de forma indivisible, y el Cuerpo es la vasija donde
todas estas Formas, compuestas de Luz, encarnan. De afuera hacia adentro como en las
ondas producidas por una piedra que cae sobre un estanque. Esto es lo que nos hace únicos
en la creación, a imagen y semejanza del Creador.

Así como la Logia representa al Universo, al macrocosmos, también representa al Hombre, el


microcosmos. Entonces el Cuerpo de la Logia es el Templo, sus paredes, columnas, ingresos,
etc. El Alma de la Logia, aquello que le da vida en sus diferentes planos o dimensiones, son
cada uno de los HH.·. Representan la sangre, el aliento, la vida del Taller. Indudablemente la
Mente es el V.·.M.·. Quien dirige conduce, reflexiona. Finalmente el Espíritu de la Logia será
el V.·.L.·.S.·. La Conciencia, inspiración directa del Altísimo. La Chispa Divina en el centro
matemático entre la Materia y el Espíritu y que se conecta con los Mundos Superiores en el
momento en que se abren los trabajos y surge la Escalera de Jacob. Nexo entre la Tierra y el
Cielo.

Finalmente V.·.M.·. y QQ.·.HH.·. Una frase enriquecedora que he podido encontrar en


Kabbalah sostiene que si bien “tenemos” un cuerpo, “tenemos” una mente, pero NO
“tenemos” un Alma. Somos Alma. Somos Espíritu.

“No estamos en el Universo, Somos el Universo, somos un milagro, un punto focal donde el
Universo toma conciencia de sí, y se mira a sí mismo”

He cumplido V.·.M.·.

v.·. de La Paz, 08 de abril del 2016 e.·.v.·.

7. WEBGRAFIA

http://www.kabbalah.info/es/biblioteca/baal-hasulam/cuerpo-y-alma
http://www.judaismovirtual.com/preguntas/248_diferencia_alma_espiritu.htm
http://www.ekiria.org/content/alma-vs-espiritu
http://www.kabbalah.info/es/biblioteca/baal-hasulam-art%C3%ADculos-de-shamati/3-acerca-
del-logro-espiritual
http://www.tora.org.ar/contenido.asp?idcontenido=313
http://www.tora.org.ar/contenido.asp?idcontenido=314

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