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El trabajo que desarrolló Collick para el río Nilo fue el de hacer un modelo
sencillo de utilizar como herramienta para la planificación de las cuencas
hidrográficas activas y de conservación. Según el modelo semi-distribuido
desarrollado la cuenca se divide en diferentes regiones que se convierten
hidrológicamente activas con cantidades de lluvia acumulada efectiva
distintas después de comenzada la temporada de lluvia. La cantidad de agua
requerida antes de que la región sea hidrológicamente activa, la escorrentía,
flujo superficial y características de los acuíferos y la validación del modelo
indica que los valores de descarga diaria fueron predichos
satisfactoriamente.
los modelos hidrológicos que han sido utilizados en esta región son modelos
de tiempo Mensual El modelo Lui et al. (2008) analizó la precipitación
escorrentía en ecuaciones para tres cuencas del etíope de tierras altas. Este
análisis mostró que, la cantidad de escorrentía de una tormenta dada
depende de la cantidad total de lluvia efectiva después del término de la
temporada seca. Tras el inicio de la época de lluvias la mayor parte de la
precipitación se infiltra y se produce muy poca escorrentía; misma que va
creciendo a medida que se producen más lluvias. Aproximadamente después
de 500 mm de lluvia acumulada la escorrentía de una tormenta permanece
constante; teniéndose lo contrario en los climas templados donde suponen
que la cantidad de escorrentía es similar a la precipitación.
Este modelo fue elaborado para Etiopía con un clima cálido y húmedo, por lo
que podría ser utilizado para otras regiones que tengan el mismo clima,
siempre tomando en cuenta todas las consideraciones, estimaciones y
validaciones que fueron consideradas en el desarrollo del modelo.
El modelo fue calibrado para tres cuencas ubicadas en las tierras altas con un
historial de descargas diarias que alcanzan los 1.000 mm/ año y una cuenca
semiárida con datos semanales por periodos cortos de tiempo; llegando a
calibrar con datos de descarga de 1 año. El modelo de validación reveló que
los valores de descarga eran razonablemente predecibles para las tres zonas
húmedascon los valores de Nash-Sutcliffe para aprobación que van desde 0-
D56 a 0-D78, a pesar de que dichas cuencas se encontraban alejadas unas de
otras; por lo que se indica que el modelo podría ser utilizado en otras zonas
con condiciones similares donde no se cuenta con datos. En la zona semi-
árida el modelo no se comportó de la misma manera, no pudiendo llegar a
valores muy confiables.