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Tenemos la mala costumbre de suponer qué piensa y cómo se siente la persona con la
que nos estamos relacionando. ¿De verdad crees que va a ser tan sencillo como
suponerlo? Por muchos años de relación que os unan, nadie tiene el poder de leer las
mentes de los demás…
Pregunta y pregunta cuándo no entiendas aquello que tu pareja te quiere decir, tengas
dudas o el mensaje que recibas lo notes un poco extraño. Suponiendo puedes perder
mucho, preguntando nada.
2. No interpretar
3. No escuchar
Solemos conversar sin escuchar, aun pensando que realmente lo hacemos, o ¿no te has
dado cuenta de que mientras la otra persona te habla tu estás pensando en qué vas a
decirle luego?
Además, no solo es que no te enteres del mensaje cuando no estás escuchando, sino que
cuando la otra persona se dé cuenta no se va a sentir comprendida y validada por ti,
pensando quizás que ha estado perdiendo el tiempo. Por ello, practicar una escucha
activa mejorará nuestra relación de pareja.
4. No recurrir al pasado
Lo que ocurrió en el pasado tiene que quedar allí donde sucedió. Recurrir a los daños y
errores anteriores que realizó nuestra pareja tan solo hará que la discusión vaya a más.
Hay que saber discriminar entre lo que ha pasado ahora y lo que ya pasó y si hay temas
pendientes, pueden tratarse en otro momento.
Si sientes rabia o estrés detente. Cuestiónate, ¿qué evidencia tengo de que es cierto lo
que pienso? Comunicarnos mientras nos encontramos en un estado de ánimo irritable
tan solo será un obstáculo en nuestra relación.
Más vale hacer una pausa, relajarnos o calmarnos y comenzar a hablar cuando estemos
más tranquilos. De esta manera, evitaremos malentendidos y conflictos cada vez
mayores que puedan repercutir en nuestra relación.
7. Ser empático
Ser empático se refiere a ponerse en el lugar del otro, tenerlo en cuenta y
comprenderlo. En una relación de pareja es un aspecto fundamental para comunicarnos
porque nos permite tener en cuenta cuáles son las necesidades y perspectivas del otro
sobre cualquier tema y no solo las nuestras.
8. No personalizar
Puede que algún momento no esté contando algo y creamos que puede estar haciendo
referencias a nosotros de manera indirecta. Lo importante en estos casos es no suponer.
Pero ¿y si el otro nos dice algo que no nos gusta o expresa lo que le gusta y no
concuerda con lo que pensamos?
Personalizar que lo que dice nuestra pareja es porque no le gustamos o porque va a por
nosotros no es lo más recomendable. Al igual que tampoco lo es cuando tengamos que
decirle algo hacer referencia a su forma de ser, sino que es mejor referirnos al
comportamiento o aspecto concreto que nos ha molestado.
No todos los lugares ni todos los momentos son ideales para hablar de ciertos temas.
Por ello, en la comunicación con tu pareja es importante analizar qué quieres decir y
cuándo será el mejor momento para hacerlo, al igual que tener en cuenta cómo se
encuentra la pareja.
De nada vale ir a hacer daño porque no ganas nada con eso. Olvídate del rencor y las
malas intenciones en la comunicación con tu pareja, si estás enfadado tómate un respiro
y deja la conversación para otro momento. No empañes tus intenciones de
rencores,orgullo o sinrazones, contágialas de bienestar, crecimiento y serenidad.