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REVELACIÓN DE DIOS AL PUEBLO DE ISRAEL: ALIANZA CON ABRAHAM

1. Preparación del Pueblo de Dios


Dios desde el principio ha querido la salvación de todos los hombres.
Desgraciadamente el hombre desde sus orígenes, rechazó esa amistad divina separándose así de Dios,
enemistándose con sus semejantes y trastornando su relación con la misma naturaleza. A pesar de esto Dios
nunca abandonó a la humanidad caída en el pecado.
2. Dios comienza por escoger un Pueblo:
Deseando la reagrupación de los hombres divididos por el pecado, Dios quiso formar un Pueblo y para eso
eligió a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob.
3. Alianza con Abraham
Para reunir a la humanidad dispersa, Dios elige a Abraham
llamándolo "fuera de su tierra, de su patria y de su casa", para
hacer de él "Abraham", es decir, "el padre de una multitud de
naciones": "En ti serán benditas todas las naciones de la tierra".
Abraham es el “Padre de los Creyentes” porque confió en el
llamado de Dios con fidelidad y amor; cumpliendo fielmente su
voluntad a pesar de los momentos difíciles que le toco vivir. De
esta manera cumple con ser el “Padre del Pueblo de Dios”
(Israel), fundamentándose en la siguiente Alianza:
v Descendencia numerosa, como las estrellas del cielo y las
arenas del mar.
v Posesión del territorio de Canaán.
v Ser fuente de bendición para todas las naciones de la tierra,
porque de su posteridad nacerá el Mesías.
El pueblo nacido de Abraham será el depositario de la promesa hecha a los patriarcas, el pueblo de la
elección, llamado a preparar la reunión un día de todos los hijos de Dios en la unidad de la Iglesia; ese
pueblo será la raíz en la que serán injertados los paganos hechos creyentes.
4. La respuesta de Abraham a Dios

Al Dios que llama, Abraham responde obedeciendo, al Dios que promete responde con un acto de fe.

Llama profundamente la atención cómo reacciona ante la llamada de Dios; en Gén. 12,4 dice
simplemente: «Marchó, pues, Abraham, como se lo había dicho Yahveh»; no media ningún diálogo, no
solicita ninguna aclaración, no pone ninguna objeción; simplemente obedece. Y este acto de obediencia
es a la vez un acto de fe, pues Dios no le había dado ninguna prueba; incluso el futuro queda en buena
parte en la oscuridad de lo imprevisible: «vete… a la tierra que yo te mostraré» (Gén. 12,1). Abraham
simplemente se fía de la palabra de Yahveh y se pone en camino. La carta a los Hebreos comentará,
refiriéndose a este hecho: «Por la fe, Abraham, al ser llamado por Dios, obedeció y salió para el lugar
que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba» (Heb. 11,8).

5. Formación del pueblo de Israel


Dios formó a partir de Abraham una nación distinta a las demás. Los patriarcas darán origen, a través de sus
descendientes, al nacimiento mítico de doce tribus que componen el pueblo de Israel.
ACTIVIDAD
1. Según Gn.12,1 ¿Qué pedido le hace Dios a Abraham?
2. Según Gn.12, 2-3 y 7 ¿Cuál es la triple promesa que Dios le hace a Abram?
3. ¿Estoy consciente de que el amor de Dios, exige de mi dejar algo?
4. ¿En la Historia de Abraham saco algunas reflexiones para mi vida diaria?
5. ¿Es mi fe semejante a la de Abraham, o necesito desarrollarla más?
6. ¿Cómo se formó el pueblo de Israel? Según: Gn.15,1-6 ; Gn 21,2-3 ; Gn 25,21 y 24-26 ; Gn25,34 ; Gn.35,23-
26

Según Gn.12,1 ¿Qué pedido le hace Dios a Abraham?

Según Gn.12, 2-3 y 7 ¿Cuál es la triple promesa que Dios le hace a Abram?
Panorama bíblico

El estudio de hoy comienza con los descendientes de Taré y uno de ellos es Abram y el otro es el padre de Lot. Más adelante vemos el llamado
que hizo Dios a Abram, a dejar Ur de los caldeos, dejar todas sus cosas e ir a la tierra a la cual Dios le iba a llevar.

1. Dios llama a Abram

Abram descendiente de Taré, tomó por mujer a Sarai. Habían adquirido muchos bienes, animales, personas que trabajaban para ellos viviendo
en Ur de los Caldeos, era una ciudad politeísta y sus principales dioses eran el agua, la tierra, el aire y el cielo. Ante todo esto se aparece Dios y
le hace un llamado a Abram para que se despoje de todas sus costumbres y separarse de su familia. Así también Dios nos llama a despojarnos
de las costumbres y cosas que nos impiden acercarnos a Él pero muchas veces no nos damos cuenta. Nuestro Señor quiere que le sirvamos con
todo lo que a Él le agrada, si hay algo con no viene de Dios eso debemos dejar y seguirle así como lo hizo Abram y su mujer.

2. Dios llama a una promesa

Más adelante continua diciendo la palabra de Dios que lo iba a bendecir e iba hacer una nación grande porque Abram y Sarai no podían tener
hijos pero Dios los puso sobre muchedumbre de gente, los multiplicó. Al obedecer su palabra Abram fue bendecido muy grande siendo que
ellos ya no tenían posibilidades de tener hijos. La promesa que Dios hace llega en el momento justo porque nuestro tiempo no es el tiempo de
Dios así como Abram obedeció y confio en Dios también nosotros debemos imitar eso para ser bendecido por Nuestro Señor.

3. Dios llama a que le adoremos

Después de mucho caminar llegaron a Siquem y ahí Abram edificó un altar para adorar a Dios. No sabemos en que condiciones estaba Abram y
su familia en ese momento pero él edificó un altar. Cuando más cansado estamos nos olvidamos de Dios siendo que en todo el día nos brindó
su ayuda y protección, Dios nos llama también a dedicarle un tiempo a Él, luego de un largo día poder acordarnos de que su amor y
misericordia estuvo, está y seguirá estando con nosotros, solo basta obedecer su palabra y confiar en Él.
Conclusión

No siempre vamos a mirar con los ojos de Dios, Él tiene una visión diferente para nuestra vida y de eso no nos damos cuenta, para poder
agradar a Dios es bueno obedecer, por más que sea algo imposible para nosotros pero para Él no lo es. Confiar cada día en su palabra y su
promesa llegará, así también poder dedicarle un tiempo, poder edificar un altar y adorarle y agradecerle por todo lo que nos dio hasta este
momento.

Estudio bíblico

Abram era descendiente de Taré y fue llamado por Dios a dejar sus costumbres y parentela. Él vivía en la ciudad de Ur de los Caldeos una ciudad
politeísta. Abram obedece a Dios y sale de su tierra con su esposa Sarai y su sobrino Lot, Tambien lleva todo lo que habían ganado y van hacia
Canaan. Abram y Sarai por la edad no podían tener hijos pero Dios le hace una promesa de que lo haría una nación grande y multiplicaría y así
pasó por su obediencia. Al llegar a Siquem Abram edifica un altar y le adora a Dios por las cosas que estaba haciendo en su vida. Debemos
tomas un momento cada día de nuestra vida para poder adorarle a Dios por las cosas que hace en nosotros.

En conclusión No siempre vamos a mirar con los ojos de Dios, Él tiene una visión diferente para nuestra vida y de eso no nos damos cuenta,
para poder agradar a Dios es bueno obedecer, por más que sea algo imposible para nosotros pero para Él no lo es. Confiar cada día en su
palabra y su promesa llegará, así también poder dedicarle un tiempo, poder edificar un altar y adorarle y agradecerle por todo lo que nos dio
hasta este momento.

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