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Huntenlocher (1996) realizó el siguiente estudio con niños entre los 6 y los 12 años.

El niño se halla
ante dos conmutadores de luz, cada uno de los cuales puede estar en dos posiciones. También
puede verse una bombilla. Al niño se le pide que con accionar un solo conmutador nos indique
cuál de ellos es el que sirve para encenderla bombilla. La situación se presenta de cuatro maneras:

1. La luz está inicialmente apagada y cuando el niño acciona el conmutador se enciende.

2. La luz está encendida y cuando el niño acciona el conmutador se apaga.

3. La luz está encendida y cuando el niño acciona el conmutador permanece encendida.

4. La luz está apagada y cuando el niño acciona el conmutador permanece apagada.

Los resultados mostraron que los niños de 6 años eran tan capaces como los de más edad de
efectuar la operación implicada en la condición más sencilla es, “apagado –encendido. Sus
puntuaciones, al igual que la de los niños de 9 y 12años, fueron casi perfectas. Sin embargo, en
términos generales, cuantos más pasos inferenciales hubieran de realizar los niños de 6 años tanto
peor era su rendimiento. En cambio, a la edad de 12 años la diferencia entre las tareas que exigían
una, dos tres o cuatro inferencias relacionadas resultaban insignificante. Bruner (1998). Tabla 1:
Principios Operadores de un Sistema Cognitivo UDES Modelos Cognitivistas del Aprendizaje
capítulo 3De acuerdo con Piaget la manera de pensar difiere tanto si se trata de un niño como de
un adulto, es decir, lo que es sencillo para un adulto, no lo es tan fácil para un niño. Por lo tanto,
nuestros procesos de pensamiento cambian de manera lenta, pero radical, desde el nacimiento a
la madurez. Así mismo, existe una tendencia en las personas de organizar sus procesos de
pensamiento en estructuras psicológicas. Estas estructuras psicológicas son estructuras para
comprender e interactuar con el mundo. Las estructuras simples en forma continua se combinan y
coordinan para ser más complejas y, como consecuencia, más afectivas. Por ejemplo, los niños
muy pequeños pueden ya sea ver o asir un objeto cuando entra en contacto con sus manos. No
pueden coordinar las acciones de ver y asir al mismo tiempo. No obstante, conforme se
desarrollan, los niños organizan estas estructuras conductuales separadas en una estructura
coordinada de nivel superior consistente en ver, alcanzar y asir el objeto. Woolfolk (1996).

Vygotsky resumía bajo el concepto de “neoformación” el nuevo tipo de actividad del niño que
caracteriza la edad dada, el nuevo tipo de personalidad y las transformaciones psicológicas que
surgen por primera vez en esta edad. En este sentido la base del desarrollo psíquico está en la
sustitución de un tipo de actividad por otro, lo cual determina con carácter necesario, el proceso
de formación de nuevas estructuras psicológicas. Por eso el tipo de actividad que está en la base
del desarrollo psíquico integral del niño en una u otra edad, fue llamado por Vygotsky como
actividad central. Davidov (1988). La evolución del niño y del adolescente sobre la base del
concepto de equilibrio. Desde este punto de vista, el desarrollo mental es una construcción
continua, comparable al levantamiento de un gran edificio que, a cada elemento que se le añade,
se hace más sólido, o mejor aún, al montaje de un mecanismo delicado cuyas sucesivas fases de
ajustamiento contribuyen a una flexibilidad y una movilidad de las piezas tanto mayores
cuanto más estable va siendo el equilibrio. Dentro de este ciclo, se menciona por
ejemplo: El estadio de la inteligencia intuitiva, que trata de los sentimientos interindividuales
espontáneos y de las relaciones sociales de sumisión al adulto (de los dos años a los siete, o sea,
durante la segunda parte de la "primera infancia"). Jean Piaget (seis estudios de psicología). En la
base de la periodización se encuentra la idea de que, a cada edad, como período peculiar y
cualitativamente específico de la vida del hombre, corresponde un determinado tipo de actividad
rectora; su cambio caracteriza la sucesión de los períodos evolutivos. En cada actividad rectora
surgen y se constituyen las correspondientes neoformaciones psicológicas, cuya sucesión
configura la unidad de desarrollo psíquico del niño. Davidov (1988).

Tabla 2: Periodización Estados Psicológicos propuesta por DavidovUDES Modelos Cognitivistas del
Aprendizaje capítulo 3Según Vygotsky (1982) “En cada edad los procesos de enseñanza y
educación consiste en que en una determinada etapa del desarrollo, el niño puede resolver
cierto grupo de tareas “bajo la dirección de los adultos y en colaboración con sus compañeros más
inteligentes”, pero no por su propia cuenta. Las tareas y las acciones que el niño cumple
originariamente bajo una dirección y en colaboración, forman, precisamente la “Zona” de
desarrollo próximo. Pero ocurre con el pensamiento lo que con toda la conducta en general: en
lugar de adaptarse inmediatamente a las realidades nuevas que descubre y que construye poco a
poco, el sujeto tiene que comenzar con una incorporación laboriosa de los datos a su yo y a su
actividad, y esta asimilación egocéntrica caracteriza los juicios del pensamiento del niño, así como
los de su socialización. Para ser más exactos, es preciso decir que, de los dos a los siete años, se
dan todas las transiciones entre dos formas extremas de pensamiento, representadas en cada
una de las etapas recorridas en ese período, la segunda de las cuales va poco a poco
imponiéndose a la primera. La primera de dichas formas es la del pensamiento por mera
incorporación o asimilación, cuyo egocentrismo excluye por consiguiente toda objetividad.
La segunda es la del pensamiento que se adapta a los demás y a la realidad, preparando así el
pensamiento lógico. Entre ambas se hallan comprendidos casi todos los actos del
pensamiento infantil, que oscila entre estas direcciones contrarias. El pensamiento egocéntrico
puro se presenta en esa especie de juego que cabe llamar juego simbólico. Sabido es que el
juego constituye la forma de actividad inicial de casi toda tendencia, o por lo menos un ejercicio
funcional de esa tendencia que lo activa al margen de su aprendizaje propiamente dicho y
reacciona sobre éste reforzándolo. Puede observarse, pues, ya mucho antes del lenguaje, un
juego de las funciones sensorio motrices que es un juego de puro ejercicio, sin intervención del
pensamiento ni de la vida social, ya que no pone en acción más que movimientos y percepciones.
Al nivel de la vida colectiva (de los siete a los doce años), en cambio, empiezan a aparecer
entre los niños juegos con reglamento, caracterizados por ciertas obligaciones comunes que son
las reglas del juego. Jean Piaget (seis estudios de psicología)

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