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Curso: Análisis instrumental

Profesor: Santisteban Rojas, Oscar


Alumna: Llatas Ortiz, Geraldine Mercedes
Código: 15070062

Semana 6 – Articulo
Seguimiento de la dieta mediterránea e hidratación de la población española y
marroquí
Introducciòn
Cuando hablamos de dieta mediterránea (DM) se refieren a la ingerida en la ribera
europea del mediterráneo; sin embargo, la ribera asiática y africana dispone de
alimentos y clima similares. Por tanto cabe considerar igualmente cómo esta población
sigue la DM ya sea por los alimentos utilizados o por los nutrientes ingeridos. Aunque la
DM está evolucionando hacia patrones occidentales, aun es una dieta rica en grasas
monoinsaturadas, alto consumo de cereales, legumbres, patatas, verduras, hortalizas,
fruta y pescado y moderado bajo de carnes rojas y lácteos, así como consumo
controlado de vino. Cambios sociales recientes en los países de la cuenca mediterránea
están influyendo en la occidentalización de la dieta. Esto supone modelos alimentarios
menos saludables. El desarrollo económico de la población implica cambios en la
estructura demográfica, en la salud y en el tipo de alimentación. La nueva dieta se
caracteriza por aumento de la ingesta calórica, la proporción de grasa y el sedentarismo,
disminuyendo el consumo de hidratos de carbono.
Este artículo nos demuestra el creciente interés por la dieta llevada en un país, esto
resulta importante para poder idear nuevos alimentos que resulten atractivos para la
población (siguiendo sus nuevos intereses) y que a su vez resulte nutritivo. Por otro lado
se pueden lanzar programas de alimentación avaladas por el Estado para preservar la
salud de la población.
Resumen
La población objeto de estudio procede del noroeste de Marruecos y del sur de España.
El estudio incluye 400 sujetos seleccionados al azar, a través del lugar de trabajo
(Marruecos) y del lugar de trabajo y asociaciones de mujeres inscritas en el
Ayuntamiento de Granada y Centros Andaluces de Medicina del Deporte (CAMD). La
edad de los sujetos participantes está comprendida entre 18 y 70 años.
Todos los participantes del estudio completaron un cuestionario semi-cuantitativo de
frecuencia de consumo de alimentos (FFQ) que incluye alimentos de consumo habitual
en el área mediterránea. Se registra la frecuencia de consumo de los alimentos durante
los 12 meses anteriores a la toma de datos. Se clasificaron los alimentos en doce grupos
principales (productos lácteos, huevos, carne, pescado, cereales, legumbres, verduras,
frutas, dulces, grasas y aceites, bebidas alcohólicas y estimulantes, el agua del grifo y
agua envasada).
Análisis de Ca, Mg, Na y K en aguas minerales
Equipos: Cromatógrafo de intercambio iónico con detector de conductividad Metrohm,
850 Professional IC; DSP Digital Signal Processing. Columnas Metrosep C3 (250/4.0
mm) para cationes. Carrusel auto-muestreador.

Cromatografía iónica
La cromatografía de intercambio iónico (o cromatografía iónica) es un proceso que
permite la separación de iones y moléculas polares basadas en las propiedades de
carga de las moléculas. Puede ser usada en casi cualquier tipo de molécula cargada,
incluyendo proteínas grandes y nucleótidos y aminoácidos pequeños. La solución que
debe inyectarse normalmente se denomina "muestra", y los componentes separados
individualmente se llaman analitos. Se emplea a menudo en purificación de proteínas,
análisis del agua o control de calidad.
Se basa en el uso de resinas de intercambio iónico. Cuando una muestra iónica
atraviesa estas columnas, los iones presentes se separan debido a las diferentes
retenciones que sufren al interactuar con la fase fija de las columnas analíticas. Una vez
separada, la muestra pasa a través de un detector (conductimétrico, amperométrico,
UV...) donde se registra la señal obtenida respecto al tiempo de retención. El resultado
son unos cromatográmas donde la posición de los máximos nos indica el ion presente
(carácter cualitativo) y su área nos indica que cantidad existente de dicho ion (carácter
cuantitativo).
Curso: Análisis instrumental
Profesor: Santisteban Rojas, Oscar
Alumna: Llatas Ortiz, Geraldine Mercedes
Código: 15070062

Semana 6 – Articulo
Cafeína y quinina en bebidas refrescantes, contribución a la ingesta dietética

Introducción
Las bebidas refrescantes son todas aquellas “bebidas analcohólicas, carbonatadas o
no, preparadas con agua de consumo humano, aguas preparadas, agua mineral natural
o de manantial (en lo sucesivo agua), que contengan uno o más de los siguientes
ingredientes: anhídrido carbónico, azúcares, zumos, purés, disgregados de frutas y/o
vegetales, extractos vegetales, vitaminas y minerales, aromas, aditivos autorizados u
otros ingredientes alimenticios”. La mayor parte de su composición es agua, teniendo
un bajo valor nutricional que se corresponde con el aportado por los hidratos de carbono
(20-40 kcal/100 ml), y que es, en las bebidas light, mucho menor. Dado que los refrescos
y las tónicas son productos habituales en nuestra dieta es importante conocer sus
niveles de cafeína y quinina para comprobar que no superan los límites establecidos,
así como para estudiar la exposición de la población a estas sustancias mediante la
ingesta dietética.
La ingesta de bebidas refrescantes es muy alta en países como el Perú, ahora si bien
se ha detectado disminución en los niveles de consumo debido a nuevas formas de
alimentación saludable aún representa un mercado muy grande que influencia en la
salud de la población, entonces conocer los niveles de cafeína y quinina también resulta
relevante.
Resumen
Determinar la concentración de la cafeína y quinina mediante Cromatografía Líquida de
Alta Resolución, fijando las condiciones instrumentales de medida. Para la
determinación del contenido en cafeína y quinina, se analizaron muestras de bebidas
refrescantes de marcas conocidas en el mercado. Las marcas estudiadas para la
determinación de cafeína fueron: Coca cola, Pepsi cola, Coca cola light y Pepsi cola
light. Para la quinina se escogieron: Agua Tónica, Nordic Mist y Tónica Schweppes.
Tras su preparación, la fase móvil, fue filtrada a través de filtros de 0,45 μm de tamaño
de poro y desgasificada con ultrasonidos. Las muestras se prepararon desgasificando
en ultrasonidos una cantidad aproximada de 5-10 mL de cada bebida, previamente
homogenizada por agitación, que posteriormente se filtró a través de un filtro de tamaño
de poro de 0,20 μm. El volumen de muestra inyectado fue de 20 μl para la determinación
de cafeína y de 10 μl para la determinación de quinina. Paralelamente, se construyó una
curva de calibrado de concentraciones conocidas de cafeína y quinina.
Los resultados obtenidos en la cromatografía muestran que los niveles de cafeína, en
ningún caso, superan el límite legal de 150 mg/L. La mayor concentración media para
las bebidas analizadas se ha encontrado en la Coca-Cola Light (138 mg/L) y la menor
en la Coca-Cola normal (90,6 mg/L), siendo el valor medio global, de 114 mg/L. Por otra
parte, y teniendo en cuenta la misma concentración media, se puede estimar que una
persona al consumir una lata de 330 ml de refresco de cola, ingiere 37,6 mg de cafeína.
Como se puede apreciar, esta cantidad es muy inferior a la dosis diaria de cafeína que
puede provocar efectos adversos (500-600 mg al día).
Los niveles de quinina encontrados en las bebidas son, al igual que en la cafeína,
inferiores a lo estipulado legalmente (100 mg/L). El mayor valor se encontró en el agua
tónica (78,9 mg/L), siendo el valor medio global 64,7 mg/L.
Para el análisis se hizo uso de un Cromatógrafo Líquido de Alta Resolución Shimadzu
con detector de vis-uv de longitud de onda variable. Columnas para fase reversa
μBondapak C18 de 10 μm, 125 Å y 3,9 x 300 mm.
Es incuestionable que la cromatografía de líquidos de alta resolución es la técnica de
separación más ampliamente utilizada. Las razones de la popularidad de esta técnica
son su sensibilidad, su fácil adaptación a las determinaciones cuantitativas exactas, su
idoneidad para la separación de especies no volátiles o termolábiles y, sobre todo, su
gran aplicabilidad a sustancias que son de primordial interés en la industria, en muchos
campos de la ciencia y para la sociedad en general. Algunos ejemplos de estos
materiales incluyen los aminoácidos, proteínas, ácidos nucleicos, hidrocarburos,
carbohidratos, drogas, terpenoides, plaguicidas, antibióticos esteroides, especies
organometálicas y una cierta variedad de sustancias inorgánicas. En la HPLC isocrática
el compuesto pasa por la columna cromatográfica a través de la fase estacionaria
(normalmente, un cilindro con pequeñas partículas redondeadas con ciertas
características químicas en su superficie) mediante el bombeo de líquido (fase móvil) a
alta presión a través de la columna. La muestra a analizar es introducida en pequeñas
cantidades y sus componentes se retrasan diferencialmente dependiendo de las
interacciones químicas o físicas con la fase estacionaria a medida que adelantan por la
columna. El grado de retención de los componentes de la muestra depende de la
naturaleza del compuesto, de la composición de la fase estacionaria y de la fase móvil.
El tiempo que tarda un compuesto a ser eluido de la columna se denomina tiempo de
retención y se considera una propiedad identificativa característica de un compuesto en
una determinada fase móvil y estacionaria. La utilización de presión en este tipo de
cromatografías incrementa la velocidad lineal de los compuestos dentro de la columna
y reduce así su difusión dentro de la columna mejorando la resolución de la
cromatografía. Los disolventes más utilizados son el agua, el metanol y el acetonitrilo.
El agua puede contener tampones, sales, o compuestos como el ácido trifluoroacético,
que ayudan a la separación de los compuestos.

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