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1. CAUSAS DE SEPARACION.

A. Cuestiones Preliminares. Un tema importante a las causas de


separación de cuerpos y/o divorcio es el que está vinculado con su
clasificación, que son:

 Directas e indirectas. Las causas son directas cuando la acción de un


cónyuge va dirigida específicamente contra otro, por ejemplo, el atentado
contra la vida del otro cónyuge, violencia física o psicológica, injuria
grave, etc. Indirectas, cuando la conducta de un cónyuge repercute en el
otro, verbigracia, adulterio, homosexualidad sobreviniente, abandono
injustificado, conducta deshonrosa, enfermedad grave de transmisión
sexual, condena judicial.

 Específicamente e innominadas. Las primeras son aquellas causas


que están expresamente determinadas en la ley, que conceden el
juzgador un margen amplio de apreciación sobre la existencia de motivos
y la procedencia o improcedencia del divorcio, que son a su vez de dos
tipos: las especificas por culpa de uno de los cónyuges o de ambos a la
vez y las causas sin culpa del otro o de ambos. Las innominadas, en
cambio, son todas aquellas causas que se encuentran ocultas dentro de
la formula de separación convencional, lo cual significa que los esposo
no desean ventilar las causas de la disolución del vinculo matrimonial.

 Subjetiva y objetiva. Las causas subjetivas, denominadas también


inculpatorias, se basan en el incumplimiento de uno o más deberes
conyugales, por lo que le corresponde demandar al perjudicado, así
como acreditar las mismas. Contrariamente, las causas objetivas
llamadas también no inculpatorias, se sustentan en la frustración de la
finalidad del matrimonio, por lo que la discusión es sin expresión de
causa, pudiendo intentar la demanda el que tiene legítimo interés para
demandar.

 Perentorias y facultativas. Las primeras son aquellas que una vez


acreditadas en el proceso, el juez no tiene otro camino que declarar el
divorcio; las facultativas, en cambio, aquellas que otorgan al juez un
amplio poder discrecional para decidir el asunto por eso, aun cuando está
debidamente acreditado la causal, podrá decidir por la separación de
cuerpos y no el divorcio si ve que los hachos no revisten gravedad y que
los cónyuges pueden reconciliarse. Esta clasificación se aplica
principalmente al divorcio.

B. Causas Subjetivas. Denominadas causas inculpatorias o especificas por


culpa de uno de los cónyuges o de ambos a la vez, se encuentran previstas
en el articulo 333, incisos 1 al 11 y son las siguientes:

1. Adulterio. Significa la infidelidad sexual de uno de los cónyuges, el


mismo que atenta contra el principio de la monogamia y lesiona
gravemente la esencia del vínculo matrimonial. Se trata de una unión
sexual de carácter extramatrimonial de uno de los consortes con quien
no lo es y que vulnera el deber de fidelidad, situación en la cual no es
posible la comunidad de vida.
2. Violencia física psicológica. El Decreto Legislativo Nº 768 introdujo la
modificación terminológica de servicia por la de violencia física o psicológica que si bien
la misma tiene mejor connotación comprensiva, a nuestro juicio innecesaria, porque la
sevicia dentro de la concepción mas actualizada comprende tanto a la violencia física
como la psicológica, entendida como los maltratos consortes al otro, con el ánimo de
hacer sufrir material o moralmente sí otro cónyuge, lesionando la integridad física y la
personalidad del ofendido.

3. Alentando contra la vida del cónyuge. Esta causa traspasa los límites del
respeto mutuo ya que pone en peligro la vida del otro cónyuge con el propósito
deliberado de acabar con el vínculo nupcial. Se trata del un intento de homicidio de uno
de los cónyuges contra el otro y que desde el punto de vista penal, es una tentativa que
se peculiariza por el comienzo de la ejecución del evento delictivo, sin embargo nada
obsta que el acto preparatorio no constitutivo de tentativa desde el punto de vista penal,
configure causal de divorcio. No interesa también que el consorte del autor principal,
cómplice instigador.

4. Injuria grave. Significa una ofensa grave e inexcusable contra el honor, la


reputación o la personalidad del ofendido con el propósito de hacer insoportable la vida
en común. El artículo 2 de la ley 27495 modifica la causal estableciendo que son causas
de separación de cuerpos la injuria grave que haga insoportable la vida en común, lo
cual supone la gravedad de la ofensa y los actos reiterados del ofensor que implican
ultraje o menosprecio profundo que hace insoportable la comunidad de vida.

5. Abandono injustificado de la casa conyugal. Es el alejamiento físico que hace


uno de los cónyuges del domicilio conyugal en forma tal que no admita justificación.
Dicho alejamiento o abandono debe ser por más de dos años continuos o cuando la
duración sumada de los periodos exceda de ese plazo, lo que implica la desatención del
domicilio o la casa conyugal, de sus deberes y obligaciones, por ende la sustracción
inmotivada e inexcusable de la realidad matrimonial.

6. Conducta deshonrosa. Se trata del comportamiento deshonesto,


indecente e inmoral de uno de los cónyuges de modo habitual, que afecta
la inmoral de uno de los cónyuges de modo habitual que afecta la buena
imagen de la familia, condición en la cual se hace insoportable la vida en
común. Esta causa debe hacer intolerable la vida en común ya que
entraña un comportamiento indecente o inmoral reiterado y notorio que
desluce no solo buena imagen del hogar conyugar sino también la
dignidad del cónyuge afectado.

7. Toxicomanía. Es el uso habitual e injustificado de drogas alucinógenas o de


sustancias que pueden general toxicomanía (salvo lo dispuesto en el artículo 347,
modificado innecesaria dispuesta por ley 27495) lo cual importa una grave alteración
ene l comportamiento conyugal por la adicción o dependencia a las drogas y la actividad
de la drogadicción, poniendo en peligro la salud de la prole. Sin duda, se trata de la
dependencia crónica a sustancias psicoactivas como el opio y sus derivados la coca y
sus derivados, barbitúricos, sedativos, ansiolíticos, la mariguana, LSD e inhalantes
volátiles, entre otras. El artículo 347 establece que en caso de enfermedad mental o
contagiosa de uno de los cónyuges el otro puede pedir la suspensión de la obligación
de hacer vida en común, quedando subsistente las demás obligaciones conyugales.

8. Enfermedad grave de transmisión sexual. Igualmente, la ley


27495 determina otro cambio al considerar ya no solo a las
enfermedades venéreas como causa que ocasiona la separación de
cuerpos sino también a otras de transmisión sexual la que debe ser grave
contraída después de la celebración del matrimonio. Luego se trata de
una enfermedad de origen y localización sexual, que pone en peligro de
contagio al otro cónyuge y también a la descendencia. Entre otras
enfermedades además del chancro la gonorrea, la sífilis y la blenorragia
se tiene al Síndrome de Inmune Deficiencia Adquirida SIDA-AIDS, la
tricomoniasis el herpes genital, la tiña inguinal. La pediculosis púbica, etc.

9. Homosexualidad sobreviniente al matrimonio. Consiste en una grave


alteración de la conducta sexual de uno de los consortes, lo que significa no solo el
manos precio por el sexo opuesto sino además la infracción del deber de fidelidad
aunque este hecho ha generando más de una polémica. La anormalidad endocrina debe
ser sobreviniente al casamiento, esto es presentarse después de la celebración del
matrimonio. Las variantes del homosexualismo son la bisexualidad, el travestismo y el
transexualismo que resulta siendo desviaciones sexuales. El fundamento de esta causal
se encuentra en el quebrantamiento de un principio ético moral que deben observar los
consortes después de la celebración de la nupcias civiles.

10. Condena judicial. Se refiere a la condena por delito doloso a pena privativa de
la libertad mayor de dos años, impuesta después de la celebración del matrimonio
Puesto que se funda en el quebrantamiento de una norma positiva penal, razón por la
que es necesario que el juez expida una sentencia condenatoria por delito doloso a pena
privativa de libertad superior a dos años.

11. Imposibilidad de hacer vida común. Esta nueva causal ha sido introducida por
ley 27495, que en la doctrina se la conoce como incompatibilidad de caracteres,
imposibilidad de cohabitación o desquicio matrimonial”. Se trata de otra causa
inculpatoria que genera la separación de cuerpos consistente en una grave desarmonía
familiar (grave estado de quiebra en las relación de pareja) condición en la cual no es
posible la comunidad de vida. Se funda en la violación del deber de cohabitación y
asistencia reciproca que por mandado de la ley los cónyuges están obligado a cumplir.
Esta imposibilidad de hacer vida en común deberá probarse debidamente en un proceso
judicial.

C. Causas Objetivas. Llamadas también causas no inculpatorias o especificas


sin culpa de otro cónyuge o ambos a la vez, son las que están reguladas en
los incisos 12 y 13 del artículo 333, que a continuación se indican.

1. Separación de hecho. Es otra causa de separación de cuerpos


introducida por Ley 27495, que consiste en la interrupción de la
cohabitación conyugal sin que haya propósito de renormalizar la vida en
común o también una situación fáctica en que se encuentran los
cónyuges, que sin previa decisión judicial, infringen el deber de hacer
vida común sin previa decisión judicial, infringen el deber de hacer vida
común sin que exista una causa que lo justifique, de modo que se
expresa en forma permanente y por voluntad de uno o ambos consortes.
Esta causal señala que la separación tenga una duración de un periodo
ininterrumpido de dos años, pero que dicho plazo será de cuatro años
silos conyugues tuviesen hijos menores de edad. Se advierte que en
esta situación no será de aplicación del artículo 335, es decir, que
ninguno de los consortes podrá fundar la demanda de hecho propia.

2. Separación convencional. El Decreto Legislativo Nº 758 contemplo una


modificación terminológica, al sustituir el “mutuo disenso” por la de “separación
convencional”. Este, es el acuerdo libre y voluntario de los cónyuges para poner fin al
vinculo matrimonial de una manera pacífica y rápida, después de transcurrido dos años
de la celebración del casamiento, lo cual dignifica que los cónyuges no desean ventilar
ante los tribunales las causales especificas del decaimiento matrimonial, ni otras que
están contempladas en la ley, sino tan solo el mutuo desacuerdo producido en la vida
conyugal. De esa manera se evitara la inculpación reciproca de los cónyuges en forma
real o fingida para obtener una sentencia.

Algunos autores como Isabel Hernando Collazo, citada por Arias


Schreiber, refiere que se puede hablar de un divorcio convención, porque
en esta figura no se alegan motivos menos la existencia de una “justa
causa” sino de un arrepentimiento matrimonial, cuyos motivos pueden
consistir en una de las causales enumeradas anteriormente o bien
obedecer a razones distintas que impidan una normal convivencia
marital. En ambos casos es claro que los cónyuges prefieren no hacer
públicas la razones de sus diferencias y recurren a esta forma de
separación convención para llegar al divorcio ulterior.
La presentación de la demanda de separación convencional deberá contener los
requisitos siguientes:
a. Transcurso de dos años desde la celebración del matrimonio, en efecto, la
separación convencional exige que el casamiento haya durado por lo menos dos años
después de su celebración y tiene por objeto evitar que los cónyuges se precipiten en
un acto tan delicado como es la disolución del matrimonio.

b. Consentimiento de ambos cónyuges, ya que en la separación convencional s


necesario el concurso de un acuerdo libre y voluntario para poner fin a la vida
matrimonial, en ese sentido, la voluntad de los cónyuges deberá estar libre de
vicios de consentimiento como es el dolo, la violencia, el error, etc.

c. Propuesta de convenio, el artículo 575 del Coligo Procesal Civil, dispone que a
la demanda deberá anexarse dicha propuesta, firmada por ambos cónyuges,
que regule los regímenes de ejercicio de la patria potestad, alimentos y
liquidación de la sociedad de gananciales conforme a inventario valorizado de
los bienes cuya propiedad sea acreditada. El inventario valorizado solo requerirá
de firma legalizada de los cónyuges.

Cuando se solicite la separación convención y divorcio ulterior, por mandato de


la ley, cualquiera de las partes puede revocar su consentimiento dentro de los
treinta días naturales siguientes a la audiencia. Igualmente, en caso de
separación convencional, el juez fija el régimen conveniente al ejercicio de la
patria potestad, los alimentos de los hijos y los de la mujer o el marido,
observando en cuanto sea conveniente, lo que ambos cónyuges hayan
acordado. No obstante, el artículo 76 del Código de los Niños y adolecentes, Ley
Nº 27337, establece que: “en los casos de separación convención y divorcio
ulterior ninguno de los padres queda suspendido en el ejercicio de la patria
potestad”.

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