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Desde la Ciudad de México, Castro y sus compatriotas volvieron a

conspirar y trazaron un plan, en el que se involucraron nuevos


revolucionarios, como Camilo Cienfuegos y el médico argentino
Ernesto Che-Guevara. Huyendo de la policía mexicana y decidida a llegar
a Cuba a tiempo para el levantamiento que Frank País había planeado
para finales de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba, Castro y 81
camaradas zarparon rumbo a la isla el 25 de noviembre en un viejo y
abarrotado yate de recreo llamado Granma. Tras siete días nefastos en el
mar, llegaron a Las Coloradas, una playa cercana a Niquero, en Oriente,
el 2 de diciembre (dos días tarde), y tras un desembarco catastrófico. Tres
días después, los soldados de Batista los descubrieron y persiguieron por
un campo de caña de azúcar en Alegría de Pío.
De los 82 soldados rebeldes que habían salido de México, poco más
de una docena logró escapar. Los supervivientes vagaron desesperados
durante días, medio muertos de hambre, heridos y pensando que el resto
de sus compatriotas habían sido asesinados en la escaramuza inicial. No
obstante, con la ayuda de los campesinos del lugar, los desventurados
soldados lograron finalmente reagruparse dos semanas más tarde en
Cinco Palmas, un claro en las sombras de la sierra Maestra.
El resurgimiento se produjo el 17 de enero de 1957, cuando las
guerrillas consiguieron una importante victoria al saquear un pequeño
puesto militar en la costa sur, en la provincia de Granma, llamado La
Plata. A esto siguió un impactante golpe propagandístico en febrero,
cuando Fidel persuadió al periodista del New York TimesHerbert Matthews
de que subiera a la sierra Maestra para entrevistarlo. La publicación de la
entrevista dio fama internacional a Castro, que se ganó la simpatía de los
estadounidenses liberales. Claro que, para entonces, no era el único
agitador antibatista. El 13 de marzo de 1957, estudiantes universitarios
dirigidos por José Antonio Echeverría atacaron el Palacio Presidencial de
La Habana en un intento fallido de asesinar a Batista. Dispararon y
mataron a dos tercios de los 35 atacantes mientras huían, y la represión
en las calles de La Habana fue contundente.
En otros lugares, las pasiones estaban también exaltadas y, en
septiembre de 1957, un grupo de oficiales navales de la ciudad de
Cienfuegos organizaron una revuelta armada y empezaron a distribuir
armas entre la población desafecta. Tras algunas luchas encarnizadas
puerta a puerta, la insurrección fue aplastada brutalmente y rodearon y
mataron a los cabecillas, pero los revolucionarios habían demostrado lo
que querían: los días de Batista estaban contados.
Mientras, en la sierra Maestra, los rebeldes de Fidel aplastaron a 53
soldados gubernamentales en un puesto del ejército de El Uvero en el mes
de mayo y consiguieron más suministros. El movimiento parecía ir
ganando fuerza y, pese a perder a Frank País, asesinado por un pelotón
del Gobierno en Santiago de Cuba en julio, el apoyo y las simpatías
crecían rápidamente por todo el país. A comienzos de 1958, Castro había
establecido un cuartel general fijo en un bosque de la sierra Maestra al
que llamó La Plata, y emitía mensajes propagandísticos desde Radio
Rebelde (710 AM y 96.7 FM) por toda Cuba. Las cosas empezaban a
cambiar.
Batista comenzó a percatarse de su decreciente popularidad y envió
un ejército de 10 000 hombres a la sierra Maestra en mayo de 1958 con el
fin de eliminar a Castro, en una misión conocida como Plan FF (Fin de
Fidel). Los rebeldes lucharon con ardor por sus vidas hasta que la
ofensiva dio un vuelco gracias a la ayuda de los campesinos de la zona. Al
Gobierno de EE UU le incomodaba cada vez más la táctica de terror
ilimitado de su antiguo aliado cubano; Castro vio entonces la oportunidad
de convertir la defensa en ofensiva y firmó el innovador Pacto de Caracas
con ocho grupos principales de la oposición, donde pedía a EE UU que
cesara toda ayuda a Batista. El Che Guevara y Camilo Cienfuegos fueron
enviados a la sierra del Escambray a abrir nuevos frentes en el oeste y,
para cuando llegó diciembre, Cienfuegos retenía a las tropas en Yaguajay
(la guarnición acabó rindiéndose tras un asedio de 11 días) y el Che tenía
cercada Santa Clara, por lo que el fin parecía cercano. Se encargó al Che
Guevara que sellara la victoria final, utilizando tácticas clásicas de
guerrilla para hacer descarrilar un tren blindado en Santa Clara y partir en
dos el maltrecho sistema de comunicaciones del país. En la Nochevieja de
1958, el juego había terminado: el entusiasmo se apoderó del país, y el
Che y Camilo se dirigieron a La Habana sin hallar resistencia.
Al amanecer del 1 de enero de 1959, Batista huyó en un avión
privado a la República Dominicana. Entretanto, Fidel se presentó en
Santiago de Cuba y pronunció un enardecedor discurso de victoria desde
el ayuntamiento del parque Céspedes, antes de subirse a un jeep y
recorrer el campo hasta La Habana en una cabalgata. Al parecer, el triunfo
de la Revolución era total.

En julio del 2006, ocurrió lo inimaginable. Fidel Castro, en lugar de morir


en el cargo y dar paso a una reapertura capitalista dirigida por EE UU
(como se predecía desde hacía tiempo), se retiró de las labores diarias del
Gobierno, debido a su mala salud, y le transfirió el poder discretamente a
su hermano pequeño, Raúl. Este, habiendo heredado el puesto de mayor
responsabilidad del país en plena recesión económica mundial, inició un
lento paquete de reformas que arrancó modestamente en el 2008, cuando
se permitió a los cubanos entrar en los hoteles para turistas y comprar
móviles y otros aparatos electrónicos; derechos que se dan por sentado en
casi todos los países democráticos, pero que estaban fuera del alcance
del cubano medio.
A estos movimientos les siguió, en enero del 2011, la mayor reforma
económica e ideológica desde que el país dijera adiós a Batista. Mediante
nuevas y radicales leyes, se despidió a medio millón de funcionarios y se
intentó estimular el sector privado concediendo licencias de negocios,
reconocidas por el Estado, a 178 profesiones, desde peluqueros hasta
recargadores de mecheros desechables.
En octubre del 2011 se legalizó la venta de automóviles y se permitió a los
cubanos comprar y vender sus casas por primera vez en medio siglo. Aún
más audaz fue el decreto anunciado a finales del 2012 que permitía a los
cubanos viajar libremente al extranjero, un derecho básico que desde
1961 solo tenían unos pocos privilegiados.
Al llegar el 2013, Cuba había vivido la transformación económica más
drástica en varias décadas y tenía casi a 400 000 personas empleadas en
el sector privado, 250 000 más que en el 2010, aunque aún se hallaba
lejos de parecerse al capitalismo occidental.

SANTIAGO DE CUBA
Santiago de Cuba está ubicada en el Caribe y posee una situación
geográfica privilegiada, gracias a la cual fue la primera capital de Cuba
desde su fundación en 1515 hasta 1556. Constituye una ciudad
excepcional, combina valores y atractivos que muestran la idiosincrasia de
su gente, la cultura e historia del lugar, además del disfrute de la
naturaleza exótica. Es conocida como la Ciudad Héroe de Cuba, título que
fue concedido por el apoyo de su pueblo a las gestas libertarias de los
cubanos.

Cristóbal Colón ya había avistado su magnífica y abrigada bahía


desde sus primeros viajes a América. Los primeros conquistadores y
colonizadores de Cuba fijaron en ella su capital desde 1522, fecha en que
se le declaró oficialmente “ciudad”. La Iglesia católica tuvo igualmente la
sede primada del arzobispado en la isla, título que aún ostenta.

Santiago de Cuba fue atacada por corsarios, piratas y filibusteros,


que andaban en búsqueda de riquezas que formaban parte de lo que
había heredado este territorio. En 1554 el pirata francés François Le Clerc
también conocido como Jambe de Bois (Pata de Palo) saqueó la ciudad de
Santiago de Cuba, huyendo de ella con un botín de 80000 pesos.

La Guerra de los Diez Años encontró un positivo apoyo en las


jurisdicciones de Santiago, a pesar de ser una comarca fuertemente
defendida por su condición de centro político-económico. Las gestas
independentistas arrastraron a una gran cantidad de santiagueras y
santiagueros.
FIDEL CASTRO
(1926/08/13 - 2016/11/25)

Fidel Castro

Político cubano

Nació el 13 de agosto de 1926 en una granja del Municipio de Mayarí, en


una provincia del oriente de Cuba llamada Birán.

Fue el tercero de los siete hijos (cuatro varones y tres mujeres) tenidos por
Ángel Castro y Argiz, propietario azucarero español que emigró desde
Galicia a Cuba. Su padre hizo fortuna a partir de 1905 cortando madera
para después plantar caña de azúcar. Su habilidad jugando a las cartas
también ayudó a amasar una pequeña fortuna. En 1911 su progenitor se
casó con María Luisa Argota, con la que tuvo cinco hijos (solo tres
llegaron a edad adulta). Fueron propietarios de una importante extensión
agrícola en Birán. Siendo ya un terrateniente, contrató a muchos
españoles o cubanos con origen español, como la joven Lina Ruz
González, hija de sirviente que sería madre de los Castro. Lina era
prácticamente analfabeta y Ángel la enseñó a leer y a escribir.
Relacionados en secreto, al enterarse María Luisa Argota amenazó con
divorciarse y reclamar la mitad de sus tierras. El terrateniente y su
empleada tuvieron siete hijos, entre los que se encontraban tanto Fidel
como su hermano Raúl.

Fidel ingresó como interno al Colegio de La Salle, donde sus compañeros


lo humillaron por su origen bastardo, por tener como madre a una criada
analfabeta y por no estar bautizado. Hasta 1940 Ángel y Lina no pudieron
legalizar su unión y, tres años después, el 11 de Diciembre de 1943, Fidel
fue reconocido como hijo legítimo.

Asistió a buenas escuelas católicas en Santiago y La Habana. Afiliado al


Partido del Pueblo Cubano en 1947, y doctorado en leyes por la
Universidad de La Habana en 1950.

Se casó con Mirta Díaz Balart en 1948 aunque se divorciaron en 1954. (Su
hijo Fidel Castro Díaz Balart, nacido en 1949, sirvió como cabeza de la
comisión de energía atómica de CubaCastro).

Se convirtió en el líder del grupo Movimiento (sus ideas políticas eran


consideradas nacionalistas, antiimperialistas, y reformistas), facción
antigubernamental clandestina cuyas acciones culminaron con el asalto al
cuartel Moncada (en Santiago) el día 26 de julio de 1953 junto a otros 134
guerrilleros, hecho por el cual fue encarcelado después de que Fulgencio
Batista se hiciera con el control del gobierno cubano en 1952 y
estableciera una dictadura en su país. Se defendió así mismo en el juicio,
cuyo alegato se convirtió en un discurso (La historia me absolverá), que
más tarde se convertiría en una importante consigna política para los
revolucionarios. Condenado a 15 años de prisión, fue amnistiado en 1955,
y se exilió sucesivamente en Estados Unidos y México, allí fundó el
Movimiento 26 de Julio.

En 1956 regresó a Cuba con una fuerza de 82 hombres, de los cuales 70


murieron en combate nada más desembarcar. Castro, su hermano Raúl y
Ernesto Che Guevara, se encontraban entre los 12 supervivientes. El
Movimiento 26 de Julio fue ganando apoyo popular, principalmente en los
ámbitos estudiantiles (Directorio 13 de Marzo), y en diciembre de 1958,
con respaldo del Partido Popular Socialista, avanzó hacia La Habana, acto
que pondría colofón a la Revolución Cubana. Batista huyó el 1 de enero de
1959 triunfando así la revolución popular.

Castro demostró un amplio poder político, convencido que tenía un deber


histórico para cambiar el carácter de la sociedad cubana. Viendo el
colapso de su ejército, e incapaz de contar con el apoyo de los Estados
Unidos, Castro se declaró a sí mismo primer ministro en febrero de 1959,
cargo que ostentó hasta 1976, en que asumió la presidencia del Consejo
de Estado, que según la reforma constitucional de ese año englobaba la
jefatura del Estado y del gobierno. Fracasado su intento de establecer
relaciones diplomáticas o comerciales con Estados Unidos, negoció
acuerdos sobre armamento, créditos y alimentos con la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y llevó a cabo la depuración de
sus rivales políticos. Nacionalizó los recursos cubanos, afrontó una
profunda reforma agraria basada en la colectivización de propiedades y
estableció un Estado socialista de partido único (el Partido Unido de la
Revolución Socialista, que en 1965 pasaría a denominarse Partido
Comunista Cubano y cuya secretaría general asumiría Castro), que llevó a
un gran número de cubanos al exilio. Estados Unidos vio con disgusto
cómo el nuevo régimen embargaba las empresas de titularidad
estadounidense y en 1960, anuló los acuerdos comerciales que mantenía,
a lo que Castro respondió con la primera Declaración de La Habana,
reafirmando la soberanía cubana frente al imperialismo estadounidense.

En 1961, Estados Unidos respaldó a un grupo de exiliados cubanos en un


infructuoso intento por derrocarlo en el conocido como desembarco de
Bahía de Cochinos. Desde ese momento, se alineó abiertamente con la
URSS, dependiendo cada vez más de su ayuda económica y militar.

En 1962, estuvo a punto de producirse una guerra nuclear, cuando la


URSS situó en Cuba cabezas nucleares de alcance medio, ante la
oposición estadounidense. La llamada crisis de los misiles de Cuba
concluyó tras la celebración de negociaciones entre el presidente
estadounidense, John Fitzgerald Kennedy, y el máximo dirigente soviético,
Nikita Jruschov.

El mandatario cuenta en su historia con supuestamente 637 atentados


frustrados de quitarle la vida, tanto dentro como fuera de Cuba. Durante
las siguientes décadas, Castro alcanzó reconocimiento en el Tercer
Mundo, gracias a su liderazgo del Movimiento de Países No Alineados
(que presidió entre 1979 y 1981).

A finales de la década de 1980, cuando la URSS inició sus procesos de


glasnost (apertura) y perestroika (reestructuración), Castro mantuvo su
régimen. Sin embargo, con el inicio del proceso de desintegración de la
URSS y del COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica) en 1990,
los problemas económicos de Cuba empeoraron. En 1993, en un intento
por alcanzar una economía mixta, Castro aprobó reformas económicas
limitadas que legalizaron algunas empresas privadas. En octubre de 1995
participa en las celebraciones por el 50 aniversario de la ONU en Nueva
York y pronuncia un discurso ante la Asamblea General. En enero de 1998
recibió al Papa Juan Pablo II en La Habana.

Entre sus obras escritas figuran: La Historia me absolverá (1954), Hay que
pensar en el futuro (1975), Pensamiento Político, Económico y Social, La
Crisis Económica y social del mundo: Sus repercusiones en los Países
Subdesarrollados (1983), José Martí autor intelectual (1983), La Deuda
Externa (1985), Fidel Castro y la Religión (1986), Ideología, conciencia y
Trabajo Político (1991).

Recibió los siguientes premios: Lenin de la Paz (1961), Dimitrov (1980),


Orden de Lenin (1972 y 1986), Orden de la Revolución de Octubre (1976),
Premio Muammar al-Gaddafi de Derechos Humanos (1998) y un centenar
más de condecoraciones nacionales e internacionales.

Padre de Alina Fernández Revuelta, la hija que tuvo con Nati Revuelta.
Firme opositora a su padre, acusa al dirigente de haberle fallado como
padre a ella, y de haberle fallado al pueblo cubano como líder en su libro:
Las Memorias de la Hija Rebelde de Fidel Castro. El contenido presenta
un recuento personal de la vida de la autora, de sus relaciones con su
padre y observaciones criticas del desarrollo de la revolución encabezada
por Castro desde enero de 1959.

Después de 47 años ininterrumpidos al frente de la dictadura que


construyó en torno a su liderazgo, Castro delegó en agosto de 2006 y con
carácter provisional, los cargos de primer secretario del Partido
Comunista, presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe de las
Fuerzas Armadas en su hermano Raúl, segundo hombre del régimen. La
razón, una crisis intestinal que le obligó a pasar por quirófano, según un
comunicado oficial firmado de su puño y letra. El 19 de febrero de 2008,
en una carta que publicó el diario 'Granma', declaró que no se presentaría
ni aceptaría el puesto de presidente y comandante en la reunión de la
Asamblea Nacional del Poder Popular del 24 de febrero de ese año.

La última vez que se le vio en un acto público fue el 13 de agosto de 2016,


con motivo de su 90 cumpleaños en un acto en el teatro Karl Marx de La
Habana. Fidel Castro murió en su casa en La Habana a las 22:29, hora
local, del viernes 25 de noviembre de 2016.

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