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FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS

PROGRAMA DE ORATORIA

RAMIREZ DIAZ LUCERO


NUESTRO QUERIDO PUERTO PESQUERO

Chimbote, nuestro querido puesto pesquero, cuenta con una variedad de riquezas, entre
ellas la comida, su gente y los lugares turísticos que son de mucho orgullo para cada uno de
los chimbotanos, uno de ellos es la bahía “El Ferrol”, localizada en Ancash (Perú),
denominada “La Perla del Pacifico” en los 50’ por sus excelentes cualidades paisajísticas (y
su elevada diversidad y abundancia biológica, fue la que posibilito el asentamiento de los
primeros colonos huanchaqueros y con ello el desarrollo de Chimbote. Esta bahía significo
para sus habitantes fuente de abundantes alimentos marinos, excelente fuente recreacional,
y por encima de todo esto, fuente de inspiración creativa y fuerte identidad ciudadana.

No obstante las cualidades incomparables de la bahía “El Ferrol” frente a otros escenarios
de la costa peruana y las pretensiones con visión de futuro, a mediados de los 50’, se
inició en su litoral el desarrollo de las industrias más grandes del país: pesquera y
siderúrgica, que propiciaron a su vez un crecimiento exponencial de la población humana,
con seguridad una de las más notables en la historia del Perú. Como se conoce, dada la
magnitud con la que contribuía la producción de harina y aceite de pescado y en la
producción de acero, Chimbote llego a ser calificado como el Primer Puerto Pesquero del
Mundo y Capital del Acero, sin embargo, no se había tomado en cuenta que esta
destellante situación solo era coyuntural, ya que este “desarrollo” se realizó embargando el
futuro de las generaciones de ahora, ya que originaron un proceso de contaminación,
también con seguridad el más notable de la historia del Perú. De pronto frente al litoral de
la bahía funcionaban 48 fábricas de producción de harina y aceite de pescado y conservas
de pescado, todas ellas disponiendo sus efluentes cargados con trozos de pescado, escamas,
sanguaza, agua de cola y aceite, directamente a la bahía. La empresa siderúrgica por otro
lado, también disponía su efluente con grandes volúmenes de fierro y metales pesados
directamente a la bahía. Aun cuando las actividades industriales generaron una gran
cantidad de dinero circulante, las aguas domesticas también se comenzaron a disponer,
como hasta ahora, directamente a la bahía. Paralelamente al proceso de contaminación
indiscriminada, surgió.
Y ahí es cuando no podemos evitar ser testigos presenciales de la falta de gratitud de todos
nosotros, ya que es el valor que mucho de los chimbotanos hemos olvidado, gratitud a lo
que somos, gratitud a nuestro puerto pesquero, gratitud a que gracias al salimos adelante y
no se la devolvemos, cada año que dejamos pasar sin hacer nada al respecto, la
contaminación se ve mucho más elevada dentro de nuestra ciudad, y debido a que solo nos
centramos en el provecho que podemos sacarle, pero que hay de todo lo que el lugar donde
nosotros mismos nacimos vale, no somos gratos con lo que la naturaleza nos dio, eso que
nos hace ricos en historia y a la vez nos benefició tanto económicamente, que hacemos con
todo lo que obtenemos gracias a él, no invertimos en su mantenimiento, lo estamos
matando, y esa falta de gratitud muy pronto también se nos hará presente y en carne propia
podremos sentir las consecuencias de lo que nosotros mismos estamos causando, estamos
acabando con nuestro puerto, y aun así nuestro querido puerto pesquero sigue dándonos
tanto como si nos estuviera diciendo que aún no es tarde para ser gratos con él.

No solo hacemos presentes que al colaborar con la contaminación dentro de nuestra ciudad
contribuimos con la contaminación global de nuestro planeta, y quizá si bien es cierto las
consecuencias aún no son tan visibles ante nuestros ojos, pero lo que se nos aproxima si no
mejoramos esta situaciones s una gran crisis económica, mucho más grave de la que ya
actualmente enfrentamos, pues la pesca es nuestra ciudad, la producción de harinas, y
diversos materiales que obtenemos gracias a nuestro puerto, se harán imposibles de realizar,
aun no es tarde para hacer algo, aun no es tarde para salir adelante como muchas veces lo
hemos hecho, una sola persona puede hacer la diferencia, una sola persona puede generar el
impacto que necesitamos para poder crear conciencia, ya que no solo seremos pobres en
dinero si no también en historia, si nuestro puerto pesquero muere, una parte de nosotros
morirá con él.

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