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El plan de Chicago

Por Ana Carolina von Esch

1. Introducción
El plan consistió en un sistema de parques y anchas avenidas, en el cual la integración física de
sistemas de transporte y sistemas de recreación fue el principio organizador para edificios, calles
y parques.
Patrocinado por el Commercial Club, una asociación de los empresarios más prominentes de
Chicago, aunque hubo varios precedentes importantes.
Burnham había escrito previamente los planes regionales completos para Cleveland, para San
Francisco, y Manila. Había jugado también un papel importante en la planificación y la
construcción de la World’s Columbian Exposition de 1893.
El plan de Burnham fue el primero en reconocer una región metropolitana de Chicago, que
abarca Wisconsin meridional e Indiana del noroeste. Además de parques, Burnham brindó
detallada atención al “Loop” y alrededores inmediatos y al futuro sistema de autopistas de la
región. Como otros de su tiempo, sin embargo, él falló en prever el impacto que los automóviles
tendrían en las ciudades norteamericanas y sus suburbios.
El plan de Chicago propuso la reconstrucción de la moral y el embellecimiento físico de Chicago,
que incluyó mejores condiciones de vida para todas las personas, recuperando el frente del lago
para el público, aumentando las áreas parquizadas y campos de recreación públicos, y el
desarrollo de las arterias entre diferentes secciones de la ciudad.
El plan de Chicago de 1909, es uno de los documentos más notables en la historia de la
planificación urbana. Ha influido no sólo en cómo los habitantes de Chicago han dado forma a
su cuidad, sino también en cómo ellos han visualizado la vida urbana.

2. Los creadores
Daniel Hudson Burnham, el mundialmente conocido arquitecto y uno de los residentes más
renombrados de Chicago, se hizo cargo de los detalles del plan ayudado por Edward H.
Bennett. Con Walter D. Moody como director gerente, la Comisión del Plan emprendió un
vasto programa informativo. Como resultado, el público aceptó las propuestas de Burnham para
la recuperación del frente del lago y las tierras de parque, la creación de la zona verde de
reservas de bosque, y enderezamiento del Río de Chicago.
Edward Bennett, enterado en el École Nationale Supérieure des Beaux-Arts, introdujo en el
trabajo su formación profesional en el diseño a gran escala. Dirigió la planificación y la
preparación de los dibujos.
Daniel Burnham trajo de proyectos de planificación previos, su experiencia y el arte de vender,
los aspectos del análisis y la resolución de problemas, tanto funcionales como populares.
Perteneció a la segunda generación de la elite política, cultural y económica de Chicago. El joven
Daniel Burnham estaba muy inseguro sobre su futuro, pero pareció descubrir “su llamado” en el
otoño de 1867 como dibujante en la firma del arquitecto William Le Baron Jenney.
En la firma Carter, Drake y Wight, conoció a otro joven y talentoso arquitecto, John Wellborn
Root, con el cual formó una sociedad en 1873. Para 1880, los proyectos de estos jóvenes
arquitectos incluían escuelas, tiendas y fábricas. En ese tiempo comenzaron a diseñar edificios
públicos y comerciales que les propiciaron un puesto importante entre los fundadores de la
arquitectura moderna por la cual Chicago se hizo tan famosa. Este trabajo comenzó con el
edificio de 10 pisos Montauk Building en 1882, el Rookery (1888) donde Burnham y Root
montaron su oficina, y el Monadnock Building. Hicieron trabajos en otras ciudades, como el
famoso Flatiron Building también llamado Fuller Building en New York, pero los clientes de

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Chicago fueron mayoritarios. Burnham y Root diseñaron escuelas, edificios en parques,
terminales de ferrocarriles, bancos, hoteles, el emplazamiento original del Art Institute of
Chicago. Su edificio Rand-McNally de 1890 en Adams Street entre La Salle y Quincy, fue el
primer rascacielos con armazón completo de acero.
Mientras Root era el principal diseñador en la sociedad, Burnham determinaba muchos de los
mayores detalles en los planos que la firma producía. También desarrolló habilidades en
organización, administración y promoción, cruciales para encontrar y satisfacer clientes, la
coordinación de tareas y la ejecución de las obras para edificios de gran calidad y distinción. La
sociedad llegó a su fin con la muerte prematura de Root a los 40 años en 1891, durante la
planificación preliminar para la World’s Columbian Exposition. Burnham reorganizó la firma,
llamándola D.H. Burnham & Company, la cual recibió más de doscientos encargos, la mayoría
para grandes estructuras, hasta la muerte del propio Burnham en 1912.
Entre los edificios de D.H. Burnham & Company todavía existentes se encuentran el Reliance
Building (1895, diseño original de Root en 1891, ahora llamado Hotel Burnham), porciones de
The Marshall Field & Co Store (1892), el Orchestra Hall, 1905. La firma diseñó y participó del
Railway Exchange Building (1904, ahora es el Santa Fe Building).
Para la supervisión de la World’s Columbian Exposition, Burnham se mudó a una cabaña en el
predio en Jackson Park, desde donde dirigió las actividades de las docenas de artesanos y
cientos de trabajadores. Su dedicación y determinación fueron tan fenomenales que casi parecía
como si él hubiese erigido los inmensos edificios desde el fango y barro mediante un acto de
voluntad propia.

Los proyectistas del Commercial Club


En la primera década del siglo XX, dos de los elementos esenciales para la reconstrucción de
Chicago estaban firmemente establecidos. Había un amplio consenso que eran necesarios
grandes cambios, y había una abundancia de sugerencias en cuanto cuales debían ser esos
cambios. En cada aspecto de las cualidades definitorias del Plan se perciben las fuerzas detrás
del mismo, las de Daniel Burnham y el Commercial Club de Chicago. Para Burnham, el Plan era
el último y más grande logro en una extraordinaria carrera profesional. Para el Commercial
Club, la reconstrucción de Chicago era el tipo de proyecto que resonaba profundamente en la
imaginación de sus miembros y le otorgaba una excelente posición en la vida comercial de la
ciudad.

Ilustradores
Burnham y Bennett aportaron ilustraciones y borradores, incluso hasta algunas fotografías se le
adjudican a Burnham.
Fernand Janins aportó tres ilustraciones, todas impresas en el capítulo VII del Plan.
Jules Guérin nació en St. Louis, Missouri en 1866, se mudó a Chicago para estudiar Artes en
1880. Luego, como muchos de los artistas americanos de la época, viaja a París para estudiar
con Benjamin-Constant y Jean Paul Laurens.

3. Antecedentes
Si el acto culminante de la carrera de Burnham como planificador urbano fue el Plan de
Chicago, su acto inaugural fue World’s Columbian Exposition de 1893.
Entre los logros de tan exitosa exposición universal se encuentra la cuidadosa coordinación de
elementos diferentes considerando eficiencia y estética. Los constructores de la Feria pusieron
tanta atención a la plomería y a la recolección de residuos como a la gran exhibición. Aún
habiendo establecido el estilo neoclásico como el vocabulario arquitectónico a utilizar, la

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Exposición utilizó las tecnologías más modernas, por ejemplo la iluminación eléctrica que
deslumbró a los visitantes nocturnos de la Corte de Honor.
Algunos observadores, incluido el famoso arquitecto Louis Sullivan, consideraron el diseño de la
Feria como una traición a los logros de la ciudad en arquitectura moderna y la capitulación a los
intereses comerciales. Pero nadie pudo negar la importancia de la exposición para los varios
proyectos de planificación urbana en los cuales Burnham participó en los 16 años siguientes. El
Plan cita estos proyectos como influencias.
El pedido de Burnham de un parque extenso a orillas del lago y un sistema regional de reservas
de bosques naturales fue precedido por la campaña de Aaron Montgomery para preservar el
Grant Park para el uso público y por la publicación en 1904 de un informe, editado por el
arquitecto Dwight Perkins, primera propuesta para una red regional de parques, el extenso
sistema actual de parques en la costa del Lago Michigan y el Cook Country Forest eran de
28.000 hectáreas, ambos fueron inspirados principalmente por el Plan de Burnham.
También precedieron al Plan de Burnham los esfuerzos de la Sanitary and Ship Commission de
intervenir el Río de Chicago por medio de un sistema de canales y bloqueos para proteger al
Lago Michigan de la contaminación de descargas de alcantarilla. Después de 1899, el agua
residual, tratada o no, fue llevada por el Río de Chicago y los nuevos canales al Río Illinois y el
Mississippi. El Plan reconoce una larga lista de hacedores y reconstructores de ciudades desde la
antigüedad hasta su presente. Lo hace mayoritariamente para otorgar más autoridad a sus
ideas, colocándolas junto a una tradición de antecedentes impresionantes. Por ejemplo, el Plan
aplaude la belleza y elegancia de la Atenas de Pericles. También elogia el poder y la gloria de la
arquitectura romana como también la atención brindada a la plomería, saneamiento y salud
pública.

Modelos modernos
“La Arquitectura Moderna surge cuando la actividad constructiva se siente atraída por la
evolución de la búsqueda y la esperanza de mejorar el mundo que la revolución industrial está
transformando.” – Leonardo Benévolo, en Historia de la Arquitectura Moderna.
En los primeros decenios del siglo XIX, particularmente entre 1830 y 1850, nace la urbanística
moderna. La convivencia de los hombres en la ciudad industrial plantea nuevos problemas de
organización. De año a año, las ciudades crecen y algunas alcanzan tamaños excepcionales.
Madura la exigencia de una coordinación de las iniciativas de edificación en la ciudad industrial.
Los métodos de la urbanística moderna surgen a partir de estos dos hechos: de las servidumbres
impuestas por las nuevas realizaciones técnicas -el ferrocarril primordialmente- y de los
servicios invocados por los higienistas para remediar las deficiencias sanitarias de las
instalaciones industriales.
La ciudad que el Plan toma como modelo de diseño urbano es París. Allí, la planeación comenzó
seriamente en el siglo XVII con Luis XIV, cuyos arquitectos concibieron los “grandes alcances
del uso de avenidas y boulevares, los cuales son la principal característica de las ciudades más
hermosas”. París, tenía una serie de circunstancias favorables que convierten la transformación
de París en un hecho importante y ejemplar, por ejemplo: el alto nivel técnico de los ingenieros
de la Ecole Polytechnique, la resonancia cultural de todo lo que ocurría en la capital francesa, y
sobre todo, las dotes personales del Barón Haussmann, responsable de todo el proceso. Por
primera vez se dicta y aplica, coherentemente y en un período de tiempo bastante corto, un
conjunto de disposiciones técnicas y administrativas que atañen a una ciudad de más de
1.000.000 de habitantes. Especialmente digno de mención, es la manera en que estos
arquitectos tan sabia y ambiciosamente distribuyeron plazas, parques y avenidas en áreas
apenas pobladas. “El punto interesante para nosotros”, escribieron los proyectistas de Chicago,
“es que a medida que París aumentó la población, la ciudad creció según un plan bien
desarrollado, simétrico y bien ideado, una oportunidad similar se le presenta a Chicago”.

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El Plan elogia a Napoleón por continuar y ampliar la tradición planificadora en París, pero el
verdadero héroe es Georges Eugéne Haussmann, prefecto del departamento del Sena desde
1853 hasta 1869. Comenzando en 1850, Haussmann emprendió el gran trabajo de ensanchar la
vieja ciudad, abrirla hacia la luz y el aire. El Plan caracteriza a Haussmann de la misma forma en
que a Burnham le gustaría verse a sí mismo.
El Plan también señala a Londres como un ejemplo negativo digno de mención por haber
perdido numerosas oportunidades de mejorar su ambiente, empezando con el fracaso del plan
de Sir Christopher Wren para la reedificación de Londres después del Gran Incendio de 1666.
Enfocándose nuevamente en los EEUU, el Plan elogia el nombramiento de parte de George
Washington de Peter Charles L’Enfant para diseñar la nueva capital nacional y también elogia el
plan de L’Enfant en sí mismo. Explica como las múltiples avenidas diagonales de L’Enfant se
abren paso en la cuadrícula rectangular majestuosamente, creando focos óptimos para edificios
públicos.

4. Chicago antes del plan


En 1830, el Fuerte Dearbon (Chicago) toma forma de ciudad, de acuerdo con la tradición
americana, parcelando en cuadrados regulares un área de cerca de 1.3 km cuadrados junto a la
desembocadura del río y procediendo a la venta de parcelas. En las primeras décadas, la mayor
parte de la ciudad, se construye en madera siguiendo la técnica de balloon frame. “Frame”
quiere decir conformar un esqueleto estructural compuesto por elementos livianos diseñados
para dar forma y soportar a un edificio. “Framing” es el proceso por el cual se unen y vinculan
estos elementos. Para definir los antecedentes históricos del Framing tenemos que remontarnos
alrededor del año 1810, cuando en los E.E.U.U comenzó la conquista del territorio, y hacia 1860,
cuando la migración llegó hasta la costa del Océano Pacífico. En aquellos años la población se
multiplicó por diez, y para solucionar la demanda de viviendas se recurrió a la utilización de los
materiales disponibles en el lugar (madera), y a conceptos de practicidad, velocidad y
productividad originados en la Revolución Industrial. La combinación de estos conceptos y
materiales gestaron lo que hoy conocemos como Balloon Framing (1830). Balloon Frame utiliza
una estructura basada en multitud de listones delgados de dimensiones normalizadas, colocados
a distancia modulada y fijados con clavos. Los vanos, puertas y ventanas son, necesariamente,
múltiplos del módulo fundamental; un entramado de tablas en diagonal asegura la resistencia
de la estructura y un segundo entramado de tablas machihembradas defiende el edificio de la
intemperie.
El primer capítulo del Plan de Chicago abre con la premisa que el desarrollo espectacular de la
ciudad dejó el “caos por el rápido crecimiento, especialmente debido a la llegada de personas de
muchas nacionalidades sin tradiciones o hábitos comunes de la vida”. Chicago emergió tan de
repente, que los acontecimientos superaron la habilidad de sus ciudadanos de comprenderlos y
dirigirlos.
Durante los setenta y cinco años en que este “puesto avanzado de frontera”, con unas pocas
docenas de colonizadores estalla en una gran metrópoli, abarcando más de 500 km2 y alojando
a más de dos millones de personas, el crecimiento de la ciudad “ha sido tan rápido que ha sido
imposible planear la disposición económica de la gran entrada de personas”. Una estrategia
coherente para crear una “ciudad bien ordenada y conveniente” era ahora nada menos que
“indispensable”. Estas palabras, como muchos otros pasajes en el Plan de Chicago, han
inspirado a lectores desde que fueron publicadas el 4 de julio de 1909. La fecha es digna de
mención, ya que el Plan es una declaración de independencia de lo que sus creadores vieron
como una tiranía autoimpuesta del desarrollo irregulado que amenazó las fortunas, y quizás,
hasta las vidas y el honor de los residentes de la ciudad.
Chicago moderna debe sus orígenes a su situación geográfica, en la orilla sudoeste de los
Grandes Lagos. Además de su ubicación, la característica importante más distintiva de su
locación fue, paradójicamente, su aparente falta de distinción. La pradera plana que este
extiende en todas direcciones desde el lago y el lago mismo, demuestran la escala de

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posibilidades en Chicago. “Lo que sea que el hombre emprenda aquí, debería realmente ser o
aparentar ser ilimitado”.
Su potencial llegó en las décadas prebélicas con el comienzo del valor industrial, del transporte,
de comunicación, y de las revoluciones tecnológicas en los Estados Unidos.
Estos desarrollos animaron una creciente red de contactos en economía de libre mercado
nacional e internacional y un salto en ambas: inmigraciones desde el exterior y movilidad de
población interna. Después de que el Gran Incendio de 1871 incinerara la tercera parte de la
ciudad, inclusive el centro comercial, Chicago fue reedificado rápidamente, gracias al espíritu
incontrolable de residentes de la zona y una infusión de la capital de inversionistas orientales
que necesitaron este gran mercado central.
La primera generación que trabaja inmediatamente después del incendio, se compone de
ingenieros de gran valía: W. Boyington, J.M. Osdel y William Le Baron Jenney, quien destaca y
de cuyo estudio surgen los proyectistas más importantes de la segunda generación: Daniel
Burnham que trabaja con Root, Holabird, Martin Roche y Louis Sullivan, quien se asocia con
Dankmar Adler. La obra de estos proyectistas tiene un marcado carácter unitario, sobre todo
entre 1879 y 1893.
En 1995, Harold Mayer, profesor de geografía de la Universidad de Chicago, en su clase
“Chicago: ciudad de decisiones”, comenzó citando cinco acciones deliberadas que “llevaron a
Chicago hacia su destino como la Metrópolis del Medio Oeste”. Incluidos:
-La provisión de la Ordenanza de los Terrenos Federales de 1785, que determinaba la
cuadrícula rectangular de calles.
-La construcción del fuerte Dearborn cerca de la desembocadura del Río Chicago en 1803.
-La creación del Plan de Chicago o la decisión de hacer de la planificación, una operación
continua en la ciudad de Chicago.
Mayer dijo que había elegido estas cinco decisiones arbitrariamente, aclaró que podría haber
elegido cualquier otra entre un gran número de ejemplos. Como el Plan admitía sobre sus
propios propósitos, el objetivo de todo esto era “anticipar las necesidades del futuro tanto como
responder a las necesidades del presente”.
En formas que trascienden cualquier ejemplo individual, la idea de la planificación está
profundamente arraigada en la naturaleza del carácter de Chicago. Una de las cosas que
distinguen a Chicago de otras ciudades importantes es la brevedad relativa de su pasado.
Cualquiera fuera la historia de Chicago, sus residentes comúnmente la ignoraron, porque no se
sentían conectados a ella. A través del siglo XIX, la población de Chicago consistía
mayoritariamente en aquellos que si no eran provenientes de otros lugares, eran hijos de otros
nacidos y criados en otros lugares. Comúnmente estos otros lugares eran países diferentes y
lejanos.
El plan es un elemento en un complejo contexto de desarrollos que datan de principios de 1890.
Chicago y otras ciudades enfrentaban los cuestionamientos sobre la posibilidad de convertir la
insalubre, desagradable, congestionada y corrupta metrópolis comercial e industrial en una
mejor ciudad por medio de acciones convenidas. El mayor programa de esta planeación
progresiva de la ciudad era el llamado Movimiento de la Ciudad Bella, en el cual, Daniel
Burnham era la figura central. Sus propuestas incluían el convertir el ambiente urbano en uno
más bello, armonioso y eficiente, con bellos boulevares y calles. Adornando este noble paisaje
urbano, habrían grandes obras de arquitectura para edificios públicos, preferentemente en estilo
neoclásico. Semejante escenario inspiraría un sentido de comunidad entre la población
heterogénea de la ciudad, resultando en una reducción de los conflictos y a su vez, aumentaría la
productividad.
El triunfo de Burnham con la feria, lo estimuló para proponer un diseño continuo conectando el
predio de la feria en Jackson Park con el Grant Park puesto en reconsideración. Los dibujos y

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mapas del siglo XIX revelan que gran parte del área entre las vías de la Illinois Central y la
Avenida Michigan estaban originalmente bajo agua.
Esto fue llenado para 1890, un poco después del Gran Incendio de Chicago de 1871, con
escombros de la ciudad quemada. La orilla era un desorden horrible, con basura y escombros,
junto con edificios de vías férreas y servicio.
La disputa legal por el frente del Lago se dio en el contexto de un movimiento nacional pro
parques y plazas urbanos, el cual veía al espacio recreacional, en términos más activos que sus
predecesores, como un lugar para el ejercicio físico y la apreciación de la naturaleza. Los
reformadores resaltaban que el acceso a semejantes lugares era especialmente importante para
trabajadores y sus hijos, quienes llevaban restringidas vidas en la oscura e interminable red
urbana.
Las ideas de Burnham para el frente del lago reflejaron su fe, en el valor de “pensar en grande”,
combinó un nuevo diseño para el Lake Park con un plan para unirlo al Jackson Park. En los diez
kilómetros de espacio, la ciudad debía construir una continua serie de lagunas, dotadas de una
cantidad de pequeñas islas, navegables por pequeñas embarcaciones. En la orilla del lago habría
un gran paseo con carriles separados para carruajes, ciclistas, jinetes y peatones. El paseo entero
estaría convenientemente ligado a tierra firme con numerosos puentes. Todo estaría organizado
para ofrecer las mejores vistas del parque, el lago y la ciudad. En cuanto a los costos, los
comisionados del parque podrían recuperar su inversión alquilando o dando en concesión tierra
junto al South Shore Drive para clubes, hoteles y residencias.
El Plan, siempre celebrando los logros de la ciudad y su potencial, se concentra sin embargo, en
los desafíos que le esperan. En Chicago, como en la mayoría de las ciudades con altos índices de
crecimiento, hay mucha suciedad y descontrol. Culpan al desarrollo incontrolado y la
especulación por intereses creados. Mantienen que el problema que deberá enfrentar la ciudad
no es más la expansión sino la conservación, calidad por encima de la cantidad. Declara que el
bienestar social, cultural y financiero de la ciudad son inseparables. La vivienda es también un
problema significativo. Demasiadas personas son forzadas a habitar en terribles circunstancias,
“debido al fracaso de la ciudad a protegerse a sí misma de males conocidos, que deberían ser
corregidos por la imposición de principios básicos de sanidad que han sido reconocidos como
justos, equitativos y necesarios”. Refiriéndose a la violencia social de su tiempo, el Plan
promueve el argumento ambientalista que explica que los frecuentes estallidos contra la ley y el
orden se originan en estrechas y desagradables formas de vida. La ciudad se está -literalmente-
ahogando en su propio éxito. Las calles están tan superpobladas con carros, vagones, carruajes y
peatones, que el tráfico apenas se mueve.
En 1889-90, se aprobó el anexo de numerosas comunidades adyacentes, esto incrementó el
tamaño de Chicago de 96 km2 a 463 km2, la infraestructura urbana al momento de la
preparación del Plan incluía casi 4583 Km. de calles y 2257 Km. de pasajes. Apenas la mitad de
las calles y menos de un décimo de los callejones estaban adoquinados; algunas calles
principales estaban siendo ensanchadas. En 1909, el año en que se publicó el Plan, cerca de
38.000 luminarias, 8.500 de las cuales funcionaban con electricidad (el resto eran encendidas
con gas), iluminaban Chicago. Había alrededor de 208.000 teléfonos, ocho veces la cantidad de
1900. En enero de 1900 se abrió el Canal Sanitario, completando el plan a largo plazo de revertir
el curso del Río Chicago, alejándolo del Lago y así reduciendo la polución y contaminación del
abastecimiento de agua. En las vías principales de la cuadrícula de Chicago transitaban tranvías,
que estaban distanciados por 1 Km. aproximadamente. En los puntos de convergencia de las
líneas de tranvías, se desarrollaban grandes centros comerciales. La electrificación de las vías de
las calles comenzó alrededor de 1890, y estaba cerca de la finalización en 1909. También habían
taxis y carruajes, de uno o dos caballos. En 1910 había poco menos de 13.000 automóviles
registrados en Chicago y alrededor de 50 muertes por accidentes con automóviles involucrados.
La construcción de líneas rápidas de tránsito comenzó en 1890.
Los tratados de bienes raíces, más que la eficiencia, determinaban la ubicación de las vías del
ferrocarril, las estaciones y otras instalaciones. Con tantas vías de ferrocarril lacerando tanto de

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la ciudad, los retrasos en el tránsito y accidentes mortales eran parte del tejido de la vida de
Chicago.
Para 1900 la población de Chicago era de 1.698.575 habitantes. Ya había los 2 millones al
momento de publicación del Plan y en 1910 había alcanzado los 2.185.183. La ciudad de Chicago
era más grande que cualquier otra ciudad del mundo exceptuando Nueva York, Londres y París.
Más del 35,7% de sus habitantes era extranjeros, otro 41,8%, aunque norteamericanos, tenían
por lo menos uno de los padres nacido en otro país.

5. El plan
Incluso en la etapa preliminar, cuando el trabajo sobre el mismo diseño no había comenzado,
Burnham se adelantó hacia una “presentación a lo grande y en detalle, con planos, secciones,
etc. Recomendó que, finalmente, todo sea impreso con ilustraciones completas. También
especificó que estaría indiscutiblemente a cargo y sólo respondería ante el club, pero que
igualmente consultaría a otros.
El Plan de Chicago es comúnmente llamado el Plan de Burnham, lo cual es ciertamente
justificable, pero sólo hasta cierto punto. Una vez que fue contratado por el Merchants Club, que
pronto se uniría al Commercial Club bajo el nombre de éste último, Burnham dirigió el trabajo y
dio forma a los contenidos y forma del Plan de Chicago. Pero el Plan era un enorme y complejo
emprendimiento que incorporaría el trabajo de mucha gente. Los proyectistas se reunieron
varios cientos de veces por más de treinta meses, previo a la publicación del Plan el 4 de julio de
1909. Ellos podían honestamente establecer al momento de cierre que fue el resultado de un
sistemático y abarcador estudio, con el solo propósito de planear un ideal para el desarrollo
físico de la ciudad. Estaban lo suficientemente seguros del valor de lo que habían hecho como
para declarar que habían colocado sus propuestas ante el público “con la seguridad y creencia
que señala el camino hacia la realización de las condiciones cívicas, con economía inusual,
conveniencia y belleza”.
Los proyectistas dedicaron la primera y subsiguientes reuniones a resolver como recaudar el
dinero requerido para producir el plan. Burnham, mientras tanto, tomó las riendas en otras dos
áreas: definiendo y priorizando los elementos claves de Chicago que los proyectistas encararían,
y la recolección de la información relevante necesaria para comprender las condiciones propias
de ese momento y a la realización de futuras proyecciones.
Los gastos totales de la producción al momento de la publicación fueron de aproximadamente
U$S 80.000. El club recaudó fondos incorporando cientos de suscriptores. A cambio de sus
contribuciones, los recaudadores ofrecieron a los suscriptores el prestigio de ser socios de este
esfuerzo y la satisfacción de haber demostrado su fe cívica y su lealtad.
El texto del Plan de Chicago expresa sus recomendaciones con claridad y confianza. La
evolución de tres grupos de propuestas es de particular importancia en la comprensión del
trabajo de los proyectistas:
1.La propuesta para la Avenida Michigan involucró un plan de múltiples partes para
ensancharla y elevarla por varias cuadras, por encima y por debajo, de la rama principal del Río
Chicago, y conectar los segmentos del sur y del norte mediante un puente de dos niveles. Esto
transformaría la Av. Michigan en un boulevar continuo, uniendo el North y South Sides.
2.La discusión del frente del Río de Chicago y la del frente del Lago, consideraba el utilizar el
frente del lago como puerto para el comercio marítimo en el Lago, y en caso afirmativo, cuánto
se utilizaría.
3.Con respecto a las terminales del ferrocarril, los proyectistas esperaban reducir la
ineficiencia y la congestión manteniendo el manejo de cargas fuera del centro de Chicago y
reorganizando la ubicación de estaciones de pasajeros en el corazón de la ciudad.

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Daniel Burnham presentó un borrador del Plan el 30 de abril de 1908. Bajo la recomendación
del propio Burnham, los proyectistas contrataron a Charles Moore para asumir la
responsabilidad de completar los escritos y editarlos. Finalmente, el 4 de julio de 1909, el Plan
de Chicago estaba listo para la admiración de todo el mundo.
El plan de Chicago es un documento notable, el producto no sólo del pensamiento sobre Chicago
de los varios creadores, sino también de su capacidad en mostrar sus ideas lo más
convincentemente posible. En su octavo y último capítulo, el Plan ofrece un muy útil resumen de
seis puntos de sus recomendaciones clave:
1.El mejoramiento del frente del lago: la construcción de un parque costero y el desarrollo del
Grant Park, como Burnham había defendido desde mediados de los 1890.
2.La creación de un sistema de autopistas fuera de la ciudad: en la forma de rutas
semicirculares concéntricas, la exterior siendo un circuito desde el sudeste de Wisconsin hasta el
noroeste de Indiana.
3.El mejoramiento de las terminales del ferrocarril: mayormente agrupándolas entre las calles
Canal y Twelfth St. y el desarrollo de un completo sistema de traslado tanto para cargas como
para pasajeros, consistente en trenes, túneles, líneas ferroviarias urbanas elevadas y
subterráneos, sumado a que el sistema de manejo de cargas evita el centro de la ciudad, harían
el movimiento de pasajeros más eficiente y conveniente.
4.La adquisición de un sistema de parques exteriores y de un circuito de boulevares:
continuando el trabajo de la Comisión de Parques Exteriores que comenzó a funcionar en 1903.
5.El arreglo sistemático de las calles y avenidas dentro de la ciudad: incluyendo el trazado de
nuevas calles diagonales y el ensanchamiento de importantes carreteras, con el objetivo de
facilitar el movimiento desde y hacia el distrito financiero.
6.El desarrollo de centros para la vida intelectual y de administración cívica, tan relacionados
como para dar coherencia y unidad a la ciudad: construcción del nuevo Field Museum y la
Crerar Library cerca del Art Institute en Grant Park, y por la construcción de un gigantesco
centro cívico de edificios de gobierno en la intersección ensanchada de Congress y Halsted
Streets.
Inmediatamente después del último capítulo hay un apéndice sobre los aspectos legales del Plan
de Chicago, el cual detalla cuales de las recomendaciones del Plan pueden llevarse a cabo ante la
legislación existente al momento de su publicación y cuales requieren cambios legales,
especialmente en cuanto al poder de la ciudad para apropiarse de propiedad privada.
Lujosamente producido y espléndidamente ilustrado, el Plan de Chicago es en sí mismo su
mejor publicidad. Pero los hombres que crearon el plan, todos altos ejecutivos de muy exitosas
empresas, no tenían ninguna intención de limitar su trabajo al propio plan o de concluir sus
esfuerzos una vez que fuese publicado. Comprendieron que sólo con reuniones informativas y
con el escaso tiraje de la publicación (1650 copias) no llegarían a un extenso público receptor.
Mientras el propio Plan reclamaba ser progresista, las técnicas de publicidad que los
proyectistas utilizaron para generar apoyo, especialmente después de su lanzamiento, fueron
incluso más innovativas y modernas, como la exposición con diapositivas y gran variedad de
booklets o folletos explicativos con títulos llamativos.
El Commercial Club cuidadosamente organizó el lanzamiento del Plan de Chicago el 4 de julio
de 1909 como un gran evento. En cuanto el Plan de Chicago apareció, la salud de Burnham ya
había declinado, muriendo el 1° de junio de 1912 en Alemania.
Tratar de determinar el punto hasta el cual la ciudad de Chicago implementó el Plan es una
tarea complicada. Algunas de las ideas del plan sufrieron muchas modificaciones al momento de
su realización.
La implementación del plan no puede desligarse de los continuos esfuerzos por promoverlo.
Durante los nueve años en que Walter Moody fue el director de la Comisión del Plan de Chicago,

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Moody aprovechó cada posibilidad que encontró para publicitar la idea de la planificación y
específicamente las ideas dentro del Plan. Luego de la partida de Moody en 1920, Eugene Taylor
lo sucede por los siguientes 22 años. La Comisión continuó publicando folletos con títulos
llamativos durante toda la gestión.
Hoy la Comisión del Plan de Chicago es parte del Departamento de Planeación y Desarrollo de la
Ciudad de Chicago. Sus principales deberes son los de aprobar o desaprobar propuestas de
cualquier cuerpo público o agencia para la adquisición, disposición o cambio de cualquier
propiedad en la ciudad y de revisar ciertas propuestas para el uso de los terrenos, incluyendo los
relativos a la utilización de los terrenos del frente del lago.

Twelfth Street
Una de las primeras iniciativas en cuanto a ensanchamiento de calles y avenidas involucró la
reconstrucción de la Twelfth Street (Roosevelt Road). El 19 de enero de 1910, la Comisión del
Plan de Chicago recomendó el mejoramiento de la Twelfth Street tal como el plan lo proponía y
el 5 de abril de 1911, el ayuntamiento votó a su favor la ordenanza para ampliarla de 18 a 36
metros.
La Av. Michigan no quedó tal cual lo había mostrado Guerin en su ilustración, pero si se siguió
el Plan de Chicago con respecto a transformarla en un boulevard de dos niveles que cruzara el
río.

Charles Wacker Drive


La ampliación requirió que la ciudad comprara un total de 51 propiedades en el lado este de la
Av. Michigan. El puente fue habilitado el 14 de mayo de 1920, con otra gran celebración.
La comisión recomendó en 1917 que la ciudad convirtiera el área de ventas al por mayor de
South Market Street en una carretera pública doble-vía. Agregando ésto a la meta del Plan de
dirigir el tráfico -especialmente transporte de carga- alrededor del Loop, convirtiendo
también la ribera en un lugar más atractivo. El proyecto resultante fue una proeza heroica de la
ingeniería civil. El trabajo empezó en 1924 y avanzó, una sección a la vez, con los equipos
cavando, las veinticuatro horas del día, hasta la roca 30 mts. abajo, para entonces verter miles
de metros de cemento estructural en un tiempo récord. El 20 de octubre de 1926, el Alcalde
Dever ofició en la apertura de la nueva calzada. Charles Wacker, quien daría su nombre a la
nueva carretera, estuvo demasiado enfermo para asistir. De otros proyectos sobre caminos o
rutas sugeridos o inspirados por el Plan, la extensión noroeste de la Avenida de Ogden desde la
calle Randolph a la calle Clark fue la única nueva diagonal principal construida entre varias que
el Plan había recomendado. Muchas otras calles existentes fueron ensanchadas.

El Frente del Lago y los Parques


El Plan de Chicago convocó a la transformación de la orilla de la ciudad por medio del
emplazamiento de un terraplén y parquizado de un parque público continuo y espectacular a
más personas a gozar el rasgo natural más maravilloso de la ciudad. El relleno de la orilla al sur
de la calle 14th empezó en 1917 y alcanzó el Parque Jackson trece años más tarde, pero la
Depresión impidió la construcción de la larga laguna que Burnham había diseñado en los 1890.
La ciudad construyó playas y otros servicios, emplazados apenas al sur del Field Museum. Aún
más al este en la 11th St. se creó la Northerly Island, que sigue el Plan bastante de cerca. La
nueva tierra cerca y sobre la Northerly Island pronto sirvió como un sitio para el Shedd
Aquarium (1929), el Planetario de Adler (1930), la Centennial Exposition de 1933-34, y, poco
después de la Segunda Guerra Mundial, el Meigs Field. El Lincoln Park, mientras tanto, se
ensanchó aún más hacia el norte y hacia afuera, alcanzando el boulevar Diversey cerca de los

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años veinte, la Avenida Montrose hacia el fin de la década, y la Avenida Foster en 1933 (no se
extendió hacia el norte como en la actualidad, en la Avenida Hollywood hasta los ‘50).

Grant Park
La intención para el Grant Park en el Plan de Chicago era que fuese el centro cultural de la
ciudad. La joya de la corona sería el Field Museum. La ciudad cambió sus esfuerzos hacia el
diseño del parque y deprimir las vías del Illinois Central construyendo y agregando terreno a su
alrededor. Ambas medidas formaban parte del espíritu del Plan. En el primer diseño de
Burnham para el Grant Park, había colocado una fuente al este del Field Museum en el lugar
aproximado donde se emplaza la Fuente de Buckingham, que inauguraron en 1927 y llegó a ser
uno de los puntos destacados de Chicago.

El paseo de la Costa del Lago (Lake Shore Drive)


El mejoramiento de la costa fue la influencia más dramática del Plan en cuanto al desarrollo de
parques, pero el ímpetu que el Plan le dio a la Reserva del Bosque (Forest Preserve) fue mucho
más amplia en alcance.

6. Después del plan


La publicación del Plan de Burnham llevó directamente a la creación de la Comisión para el Plan
de Chicago y hacia un nuevo departamento del gobierno de la ciudad, actualmente conocido
como el Departamento de Planificación y Desarrollo de Chicago. Juntos, estos dos cuerpos han
producido un gran número de documentos de planificación importantes, inclusive El Plan
Completo de Chicago (1966); El Plan del frente del Lago de Chicago (1972); entre otros.

Plan propuesto para la construcción del Burnham Park


El parque ideado por Burnham, uniendo Grant Park con Jackson Park, fue finalmente
construido en 1927 y denominado Burnham Park. Durante la Depresión, la Comisión del Plan
trabajó con otras agencias de la ciudad y el condado, para ayudar a contrarrestar el rápido
aumento de contrariedades. En 1939, la Comisión para el Desarrollo del Plan, bajo la
presidencia de George T. Horton y Aubrey H. Mellinger, cambió el énfasis anterior sobre los
trabajos públicos al de la vivienda y al desarrollo de la comunidad. En 1956, la Comisión del
Plan de Chicago fue reconstruida y el Departamento de la Planificación de la Ciudad fue
establecido. Las actividades de la planificación de la ciudad así fueron elevadas al nivel
ejecutivo, haciendo de la planeación, una parte esencial del gobierno de la ciudad. Hoy la
Comisión del Plan de Chicago, actúa en calidad de asesora para el Departamento de la
Planificación y el Desarrollo que ha producido el Plan Completo actual de Chicago (1966). El
Plan Completo tiene un enfoque tridimensional: mejorar la estructura física de la ciudad;
reforzar su base económica; y abrir sus oportunidades hacia todo.
Como Carl Abbott señala en su entrada en Planeando Chicago, el Plan de Chicago es el
documento que define una era que se extiende desde los 1880 a los años veinte, cuando “el
público y los intereses privados se unieron en el esfuerzo por integrar la metrópoli en
extensión”. Abbott agrupa el Plan con el trabajo del Consejo de Parques, del Distrito Sanitario, y
de los años tempranos de la Comisión del Plan de Chicago. Visto en este contexto, la herencia
más importante del Plan es la persistencia de la idea de que es necesario no sólo planear a lo
grande sino también sobre la totalidad. Abbott observa que desde los años treinta las metas de la
planificación “han llegado a ser más especializadas o limitadas” reflejando “la erosión y
fragmentación graduales” de la “visión cívica” de la era previa. Eso no es necesariamente un
desarrollo infortunado, sin embargo, las propuestas más especializadas o limitadas pueden

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tener una mejor oportunidad de éxito que las grandes y pueden acabar sirviendo a un mayor
número y variedad de personas, más efectivamente.
Dos propuestas se destacan como herederas del Plan de Chicago. Uno de los coautores de la
Planificación de la Región de Chicago, de 1956, de la Asociación de la Planificación regional de
Chicago fue el mismísimo arquitecto Daniel H. Burnham hijo. El libro, no tan lujosamente
presentado como el Plan de Chicago, se le parece en su tamaño, la disposición, y los temas
cubiertos, aunque, como su título implica, discute Chicago en relación con su región aún más
que como lo hace el Plan.

Metrópolis 2020
Una propuesta mucho más reciente que explícitamente retoma el Plan de Chicago es Metrópolis
2020, subtitulada El Plan de Chicago para el siglo XXI, que fue publicado en 2001. Virtualmente
con el mismo tamaño que el Plan, patrocinados igualmente por el Club Comercial, aunque, en
colaboración con la Academia Americana de Artes y Ciencias. Sus mapas, los gráficos
informativos y fotografía son abrumadores. Su autor es el abogado de Chicago Elmer Johnson.
Metrópoli de Chicago 2020 toma, como punto de partida, algunas de las premisas del Plan de
Chicago, sobre todo que Chicago es una ciudad comercial que debe planificar por adelantado y
con mucho cuidado. Como el Plan y la Planificación de la Región de Chicago, Metrópoli de
Chicago 2020 habla acerca de la necesidad del pensamiento regional, indicando que la región de
Chicago ahora incluye el Cook County y los cinco condados contiguos.
Metrópoli de Chicago 2020 discute muchos de los temas como lo hiciera el Plan de Chicago y la
Planificación de la Región de Chicago, la prosperidad económica, transporte, la recreación, y la
utilización de la tierra. Pero su enfoque es bastante diferente, pone mucho más énfasis en la
importancia de mejores escuelas, de la salud y la guardería, y de los servicios para familias de
bajos ingresos. Como el Plan, discute la legislación requerida para producir el cambio, y la
necesidad de educar al público en las virtudes de la planificación. Desde la producción de su
libro, la organización “Metrópoli de Chicago 2020” ha evolucionado en un grupo que recuerda la
Comisión del Plan de Chicago. Pero sus portavoces utilizan Powerpoint antes que diapositivas
para hacer sus presentaciones, y algunas de sus publicaciones o aparecen en la web o vienen en
un CD. La Metrópoli de Chicago 2020 es una vuelta a la idea de que intereses públicos y
privados pueden y deben aliarse para rehacer una comunidad metropolitana en beneficio de
todos. Cree, como lo hizo el Plan, que metas idealistas y prácticas no están en desacuerdo unas
con otras. Hay muchos más grupos políticos de intereses propios de los que había en 1909 que
desean que sus necesidades sean satisfechas y sus deseos cumplidos. Esto es una cosa buena
para una sociedad sinceramente democrática, pero se hace difícil encontrar o construir un
consenso a favor de un plan regional completo para un lugar tan grande y tan diverso como la
Chicago metropolitana. Lo que mantiene la idea de la planificación viva es una fe continua en
ambas, la vida de la ciudad y en la creencia de que puede, y debe, ser constantemente
reconstruida para mejor.

Bibliografía Escuela de Chicago y Plan de Chicago:


• Historia de la Arquitectura Moderna. Leonardo Benévolo.
• Chicago´s famous buildings. A photografie guide. The city´s architectural landmarks and other
notable buildings. Edited by Arthur Siegel. Second edition, revised and enlarged.

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• The Chicago Plan. Cynthia R. Field. The Electronic Encyclopedia of Chicago 2005 Chicago
Historical Society. The Encyclopedia of Chicgo 2004 The Newberry Library. All Rights
Reserved. Portions are copyrighted by other institutions and individuals. Additional information
on copyright and permissions.
• Lawrence Christmas. The Electronic Encycolpedia of Chicago 2005 Chicago historical Society.
The Encyclopedia of Chicgo 2004 The Newberry Library. All Rights Reserved.
• http://www.chipublib.org/004chicago/timeline/plan.html
• A Chronological History of Chicago: 1673- Compiled by Chicago Municipal reference Library,
City of Chicago. Updated by Municipal reference Collection, Chicago Public Library.
• Encyclopedia of Chicago, David Garrard Lowe Architecture: The first Chicago school.
• Condit, Carl W. The chicago school of Architecture: A History of Commercial and Public
Buildings in the Chicago Area, 1875-1925. 1964.
• CITY OF CHICAGO (cityofchicago.org)
• Google Earth, imágenes satelitales.

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