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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

CURSO:
 ECOLOGIA

TEMA:
 PARASITISMO Y MUTUALISMO
INTEGRANTES:
 ARTEAGA SOSA HECTOR
 JIMENEZ SILVA TANIA
 RAMIREZ LACHIRA ARNOLD
 NEIRA NEIRA YESMY
 URIA MIRANDA MAYRA
 CARRASCO TORRES ROGER

DOCENTE:
 BLG. CARMEN ALBURQUEQUE

CICLO:
 V

PIURA – PERU
2017
INTRODUCCIÓN
Simbiosis es un concepto de la Biología que se refiere al tipo de asociación que entre
sí establecen dos individuos, sean animales o vegetales, y de la cual al menos uno
de ellos se beneficia. Las simbiosis pueden ser de varios tipos: obligatoria, cuando es
imprescindible para la supervivencia de una o ambas especies, o facultativa, cuando, a
pesar de no dejar de ser beneficiosa, no es indispensable para la supervivencia.
Además, su duración puede variar y ser tanto permanente como temporal.
La simbiosis es la asociación por parte de dos o más individuos de especies diferentes
con el fin de recibir provecho mutuo para todos ellos. La simbiosis también se conoce
como mutualismo y es considerada una relación inter específica de organismos, es
decir, una relación entre distintas especies. En la simbiosis, los organismos que
participan reciben el nombre de simbiontes. En la naturaleza, la simbiosis está en casi
todos los grupos y reinos y se da de maneras muy variadas.
Dentro de la Simbiosis encontramos una clasificación:
 MUTUALISMO
 PARATISIMO
 COMENSALISMO
De las cuales en el siguiente trabajo haremos una mención de las 2 primeras, que son
Importantes dentro de las relaciones que establecen los individuos.
Concepto de parasitismo
El parasitismo es un proceso por el cual una especie amplía su capacidad de
supervivencia utilizando a otras especies para que cubran sus necesidades básicas y
vitales, que no tienen por qué referirse necesariamente a cuestiones nutricionales, y
pueden cubrir funciones como la dispersión de propágalos o ventajas para la
reproducción de la especie parásita, etc. La especie que lleva a cabo el proceso se
denomina parásito y la especie parasitada se llama hospedador, hospedante, o
huésped. Este último uso contraviene al que la palabra ha llegado a adquirir en el
lenguaje común, donde suele significar el hospedado, pero está sólidamente establecido
en el lenguaje biológico. Existen parásitos con distintos comportamientos y de diversas
clases. Pueden ser obligados, cuando no pueden sobrevivir fuera del huésped, y
facultativos, cuando sobreviven en el huésped sólo temporalmente. Un ejemplo de estos
últimos, son las larvas de varias moscas de la carne, que generalmente crecen en
especies muertas, pero en ocasiones, los huevos son depositados en las heridas de
seres vivos. Las larvas se desarrollan de la misma manera que en las carnes
descompuestas, hasta que estén listas para salir.
Los parásitos también se pueden clasificar en endoparásitos, que son los que viven en
el interior del organismo huésped, como los protozoos parásitos de la sangre. Hay varios
endoparásitos que pueden causar enfermedades graves, como los plasmodios, que
pueden causar la malaria. El otro grupo es el de los ectoparásitos, que se fijan a la piel
del huésped para perforarla y alimentarse de sangre o linfa. Ejemplos muy comunes de
ectoparásitos son las garrapatas, las pulgas y los piojos.
PARASITISMO COMO MODALIDAD DE SIMBIOSIS
1. Desarrollo histórico
La parasitología nació como ciencia médica mucho tiempo antes que una ciencia
integradora, la Ecología, la situara en su espacio natural, la Sin ecología. La ecología y
la medicina también son a su vez biología, por lo que no es incorrecto definir
parasitología como parte de la Biología dedicada al estudio integral del parasitismo.

Definición de Parásito
Se le llama parásito a aquel ser vivo que vive
y se nutre de otro sin aportarle ningún tipo de
beneficio a este último el cual pasa a ser
llamado hospedador y que en la mayoría de
los casos y como consecuencia de esta
situación de vivir a expensas de otro ser vivo,
puede ocasionarle importantes daños o
lesiones.
Cuando el parásito se aloja a vivir en “las
instalaciones” del hospedador elegido
establece con este una relación que puede
clasificarse como simbiótica en la cual comenzará a ser dependiente metabólicamente
de su hospedador y por supuesto como comentamos no será para nada beneficiosa
para este, es decir no le reportará ninguna ventaja que este viva en él.
PRINCIPALES TIPOS DE PARÁSITOS:
Obligados.- Son aquellos que viven dependiendo permanentemente del organismo
huésped parásitandolo, utilizando al huésped, para alimentarse y/o como alojamiento.
Su alimentación solo puede darse a partir del protoplasma de otro ser vivo, y no pueden
ser “cultivados” en otros medios, pudiéndose desarrollar únicamente dentro de otro
organismo del cual toman lo necesario para vivir.
Facultativos.- Estos son capaces de vivir y reproducirse tanto dentro como por fuera de
las células de los anfitriones a los que parasitan. Es el tipo de parasitismo que realizan
varias especies de hongos y protozoarios, que viven sobre materiales orgánicos en
degradación, es decir, son capaces de crecer y desarrollarse en la materia orgánica
muerta en estado de descomposición, y que en ocasiones parasitan heridas, o
ulceraciones en animales y plantas, infectando a los organismos (por ejemplo cuando
animales heridos accidentalmente entran en contacto con el parásito), viviendo
entonces a expensas de estos seres “huéspedes”.
Los parásitos captan recursos de los organismos hospederos

 El parasitismo es una relación entre dos organismos que conviven, en el que uno
obtiene nutrientes a expensas del otro. Habitualmente los parásitos no matan al
hospedero
 La categoría general de parásitos consiste en un amplio rango de organismos,
incluyendo virus, bacterias, protistas, hongos, plantas y un conjunto de
invertebrados, entre ellos los artrópodos.
 Una carga fuerte de parásitos se denomina infección y como resultado de ella,
se produce una enfermedad
Tipos de parásitos según otras clasificaciones:
 Ectoparásitos.- Se trata de seres que habitan
fuera del huésped al que parasitan (la piel de
un animal o una planta), son ejemplo de ellos
varios hongos como el responsable del “pie de
atleta”, las garrapatas, piojos, pulgas,
chinches, y los ácaros de la piel.

 Parásitos hematófagos.- Se trata de los seres que parasitan a los animales y al


hombre, alimentándose de su sangre. Es el caso de varios arácnidos (ácaros),
como las garrapatas y otras especies de ácaros, e insectos como las chinches,
los mosquitos y las pulgas, anélidos como las sanguijuelas e incluso peces como
las lampreas. Se destaca que suelen transportar a virus y bacterias (otro tipo de
parásitos muy peligrosos), que producen enfermedades mortales.
 Endoparásitos.- Son seres que habitan dentro del
huésped, ya se trate en el organismo en sí o
incluso dentro de sus células. Son endoparásitos
aquellos que afectan a plantas y a los que infestan
a los animales y al hombre, a estos se les llama
endozoos. Entre ellos podemos encontrar a varios
protozoos como las amibas, paternitos como la
tenia y varias especies de nematodos (lombrices
intestinales).

TIPOS DE PARÁSITOS SEGÚN SU ESTANCIA EN EL HUÉSPED:


Periódicos.- Se trata de organismos que habitan en un determinado huésped, durante
una fase de su crecimiento, pasando posteriormente a otro huésped, en otra fase de su
desarrollo.
Permanentes.- Son aquellos que sólo pueden continuar viviendo estando
permanentemente en contacto con el organismo huésped o de lo contrario morirían.
Temporales.- Se trata de aquellos que habitan de manera temporal en el cuerpo del
huésped para alimentarse (por ejemplo en la piel), es el caso de pulgas, moscos, y
varias especies de ácaros.

Tipos de parásitos según el reino al que pertenecen:


Hongos.- Varios hongos viven parasitando a organismos tanto animales como
vegetales, pueden ser del tipo de parásitos biotróficos (que obtienen nutrientes de
manera directa, a través de las células vivas de los organismos parasitados), y los
parásitos necro tróficos, quiénes destruyen las células del huésped y posteriormente se
alimentan de ella quitando nutrientes en ambos casos y afectando al anfitrión.
Bacterias.- Son todas aquellas bacterias que viven a costa de otro organismo
parásitandolo, para la obtención de nutrimentos, estas comúnmente provocan
enfermedades gracias a las toxinas que sueltan dentro del organismo anfitrión, producto
de los desechos de sus procesos vítales.
Virus.- Los virus son seres acelulares, es decir, que no poseen células procariotas ni
eucariotas, ni las funciones vitales que se tienen dentro de las células, por lo que estos
“seres”, necesitan para poder vivir y reproducirse, infestar a células vivas (animales o
vegetales), para que estas células se encarguen de realizar las diversas funciones
biológicas necesarias para su reproducción, ya que ellos no pueden. Para esto
introducen su ADN o ARN, en las células a las que parasitan, convirtiéndose entonces
en parásitos intracelulares obligados.
Luego de que han secuestrado a las células y las han “utilizado” para sus fines, la célula
queda destruida y muere, por lo que provocan grandes daños a los organismos, siendo
con frecuencia muy mortíferos. Se destaca que son los parásitos más pequeños que
existen.
Plantas.- Se trata de aquellas plantas que viven a expensas de otras, obteniendo
diversas sustancias nutricias, que obtienen a costa de otra planta (por ejemplo aquellas
que toman los nutrimentos directamente de la savia de árboles, implantándose en
alguna rama del árbol infestado). Así también se pueden considerar como parásitas,
aquellas plantas que cresen encima de otras para captar la luz solar “sofocando” a las
plantas al impedir que puedan captar los rallos solares.
Animales.- Se trata de los diversos organismos parasitarios que pertenecen al reino
animal, siendo de entre estos, varios nématodos, protozoos, artrópodos (insectos y
ácaros), quiénes se alimentan a expensas de otros organismos, ya se trate de plantas
u otros animales. Son ejemplo de este tipo de seres las diversas clases de pulgones
que afectan a las plantas, hongos que se alimentan de algunos árboles, los moscos,
chinches y sanguijuelas, que se alimentan de la sangre de otros animales, así como los
protozoos y varias especies de “lombrices” intestinales que se alojan en los intestinos
apropiándose de los nutrientes del ser en el cual se alojan, en muchos casos afectando
la nutrición y a los órganos del animal al que están parasitando.
Los parásitos se diferencian por su tamaño
Macro parásitos.- Se trata de organismos que si bien crecen (en tamaño y longitud),
dentro del organismo, no se multiplican dentro de él, son seres que habitan dentro del
cuerpo y poseen fases infecciosas, en las que salen del cuerpo infestando a otros seres.
Micro parásitos.- Se trata de pequeños microorganismos muy numerosos de tamaño
pequeño, que se pueden multiplicar dentro del huésped, sus efectos sobre el organismo
del huésped (puede ser incluso dentro de las mismas células), son tales, que pueden
provocar reacciones por parte del sistema inmunológico, siendo ejemplo de este tipo de
organismos, las bacterias intestinales, cutáneas, los micro hongos cutáneos, y varios
protozoos que habitan los intestinos (amebas).
Macro paracito
Planarias, acantocéfalos, nematodos, trematodos, ácaros, hongos, royas,
cuscutas y muérdagos
• Son relativamente grandes y presentan un lapso intergeneracional
comparativamente más largo
• Se expanden mediante la transmisión directa de hospedero a hospedero o a
través de la transmisión indirecta, en la que participan organismos intermediarios
y portadores Defensivos
-
HABITATS DE LOS PARASITOS – HOSPEDADORES
Los hospedadores constituyen el hábitat
de los parásitos de los cuales han
explotado cada hábitat imaginable
dentro de los hospedadores. Los
parásitos que viven sobre la piel, entre
los pelos y las plumas, se denominan
endoparásitos, viven dentro del
hospedador. Algunos penetran a través
de la piel. Pueden vivir en la corriente
sanguínea, el corazón, el cerebro, tracto
digestivo, el hígado, el brazo, la capa
mucosa, el estómago, de la espina
dorsal y el cerebro y muchas otras partes
del cuerpo. Los parásitos de los insectos
viven sobre las patas, en las superficies
inferiores y superiores de su cuerpo, e
incluso en su aparato bucal.
Los parásitos que viven en el interior del hospedador colonizan diferentes partes de
cada sistema anatómico.
Los parásitos de los vegetales dividen su
hábitat. Algunos viven sobre las raíces y los
tallos, otros penetran en las raíces y la corteza
para habitar en los tejidos leñosos más
profundos. Algunos viven en el cuello de la raíz,
en el punto en que planta emerge del suelo.
Otros viven dentro de las hojas sobre las hojas
jóvenes, sobre las hojas maduras, o en flores,
polen o frutos.

Un problema importante para los parásitos, particularmente los de animales, consiste


en acceder y en salir del cuerpo del hospedador. Los parásitos del tracto digestivo entran
al hospedador por la boca y salen por el recto, una vía que también utilizan los parásitos.
Los parásitos de los pulmones entran por la boca o la piel, y se desplazan hasta los
pulmones a través del sistema respiratorio. Suelen salir gracias a la tos, pasando al
tracto alimentario. Los parásitos del hígado, que explotan uno de los hábitats más ricos
del cuerpo animal, llegan a través del sistema circulatorio, el conductor biliar y el sistema
hepático por tal, y escapan a través de las mismas rutas. Los parásitos del sistema
urogenital entran por la boca, viajan a través del estómago hasta el punto de infección
y salen por el sistema urinario. Los parásitos de la sangre entran y salen a través de la
piel, pero siempre con la ayuda necesario de algún vector, como los mosquitos y las
garrapatas. Los parásitos que finalizan su epopeya en el tejido muscular, donde suelen
formar capsulas, llegan a un callejón sin salida. Para ellos, la única salida es que su
hospedador sea consumido por el depredador.
Para sobrevivir y multiplicarse, los parásitos tienen que escapar de un hospedador y
localizar otro, algo que no pueden hacer a voluntad. Los parásitos pueden escapar
solamente en forma de un estadio infeccioso, y en el momento en que pueden contactar
con el siguiente hospedador. Este estadio infeccioso es esencial en su ciclo de vida.
Todos los parásitos alcanzan un estadio de su ciclo de vida en que terminan su
desarrollo. El hospedador definitivo es aquel en el cual el parasito llega a adulto y
alcanza la madurez. Todos los demás son hospedadores intermediarios, los cuales
acogen alguna otra fase del desarrollo del parasito. Los parásitos pueden requerir uno
o varios hospedadores intermediarios. Cada estadio infeccioso solo puede desarrollarse
cuando ya no depende del hospedador definitivo. Y podrá continuar su desarrollo
solamente si encuentra algún otro hospedador intermediario o su hospedador definitivo,
según casos. Por esas razón, muchos parásitos utilizan hospedadores definitivos, o para
adaptarse a los hábitos del hospedador. Por consiguiente, la dinámica de la población
de un parasito está estrechamente ligada a la dinámica de la población de su
hospedador.
TRANSMISION DEL PARASITO

 PARASITISMO CONTACTO DIRECTO


La transmisión directa es la transferencia de un parasito de un hospedador a otro por
contacto directo, por medio de un portador. El parasito no tiene estados intermedios en
el hospedador secundario. Normalmente, los micros parásitos se transmiten
directamente.

La transmisión inmediata se debe a un contacto


estrecho entre ambos, por ejemplo cuando se
realiza a través de una relación sexual o un beso.
Si, en cambio, la transmisión se efectúa por medio
del aire, recibe el nombre de mediata.

La transmisión vertical, que se realiza de


la madre al hijo, ya sea a través de la
placenta, durante el embarazo, como en
el momento del parto o por intermedio de
la leche materna.

Esta forma de transmisión se debe a que algunos agentes infecciosos pueden pasar de
la madre al feto a través de la placenta, como el HIV. Otros agentes ingresan por la
conjuntiva del ojo, cuando el niño atraviesa el canal de parto, como es el caso de la
bacteria que causa la gonorrea (una enfermedad de transmisión sexual). El HIV, cuando
la madre es huésped portador, pasa a la leche materna, por lo cual esta puede ser la
vía de transmisión al niño
 PARASITISMO CONTACTO INDIRECTO

La trasmisión indirecta, típica de los macroparásitos es más compleja. Los parásitos con
trasmisión indirecta necesitan poseer una fase infecciosa altamente efectiva. A estos
parásitos les favorece las bajas densidades en la población del hospedador, y en estas
condiciones persisten durante mayor tiempo. La longevidad de cada estado parasitario
varía según el hospedador, siendo mayor en el hospedador definitivo. Y mucho menor
en el hospedador intermediario.
La transmisión indirecta no necesariamente hay cercanía entre el huésped portador y el
susceptible. El pasaje del agente causal de uno a otro se realiza por intermedio de un
utensilio compartido (fomite), de algún insecto (vector), o a través del agua o los
alimentos.
LA TRANSMISION ENTRE HOSPEDADORES ES ESENCIAL PARA LOS
PARÁSITOS.
La transmisión entre hospedadores es un elemento clave en la supervivencia de los
parásitos. Puede llevarse a cabo solamente mediante la dispersión de un estadio
infeccioso independiente del hospedador definitivo. Los parásitos que requieren más de
un hospedador solo pueden completar su ciclo de vida si se infectan la serie de
hospedadores adecuada. Por ejemplo, el nematodo del cerebro del ciervo tiene que
localizar un caracol como hospedador intermediario en el cual continuar su desarrollo
hasta la fase infecciosa, pudiendo esta transmitirse entonces de nuevo al ciervo. Por
esta razón, muchos parásitos de animales explotan los hábitats alimentarios de su
hospedador intermediario. El nematodo del cerebro explota el hábito del caracol de
subirse por los tallos herbáceos, donde aumenta el riesgo de ser comido junto con la
hierba por el ciervo. Si el ciervo no ingiere el caracol, el parasito perecerá.
La distribución de los hospedadores fragmentada o en grupos también complica la
transmisión de los parásitos. Algunos miembros de la población del hospedador
albergarán una mayor cantidad de parásitos. Estos hospedadores actuaran como
reservas de la infección. Si los hospedadores no infectados están ampliamente
dispersados, o mezclados con otras especies, disminuye la probabilidad de que un
parasito o su portador entre en contacto con individuos susceptibles de ser
hospedadores.
En otras palabras la transmisión depende de la densidad de hospedadores y de la
distancia entre el parasito y los hospedadores potenciales.

LOS HOSPEDADORES RECCIONAN ANTE LAS INVASIONES DE


PARÁSITOS.

Algunas respuestas implican intentos defensivos para contrarrestar la invasión


parasitaria, y otras son reacciones negativas ante la infección.
La primera línea de defensa se debe a las respuestas inmunes e inflamatorias. La
inflamación, provocada por la muerte o destrucción de la célula del hospedador estimula
la secreción de histaminas y un aumento de flujo sanguíneo al punto de infección. Esta
reacción conlleva un aumento de leucocitos y otras células que atacan la infección. Se
forman costras en la piel, como en el caso de la sarna por infecciones de ácaros en los
zorros rojos y otros cánidos. Las reacciones internas pueden producir quistes calcáreos
en los músculos o en la piel, que aprisionan al parasito. Algunos ejemplos son los quistes
de los estadios infecciosos de la duela, en los peces que le sirven de hospedadores
intermediarios, y los quistes de nematodo trichinella spiralis, el cual causa la triquinosis
en los humanos, que se forman en los músculos de cerdos y osos.
El hospedador también puede reaccionar con un crecimiento anormal ante una infección
de parásitos. Por ejemplo, las plantas responden a la invasión bacteriana y fúngica
formando quistes en las raíces y costra en los frutos y raíces, cortando así el paso de
los hongos al tejido sano. Las plantas reaccionas ante los ataques por parte de las
avispas, abejas y moscas galígenas a sus hojas, tallos, frutos y semillas. Formando
unas estructuras de crecimiento anormal, particulares para cada especie de insecto
galígeno.
Los animales afectados por una elevada cantidad de parásitos suelen comportarse de
forma anormal. Los conejos infectados con la enfermedad bacteriana determinada
tularemia (francisella tularensis) transmitido por la garrapata del conejo
(haemaphysalisalis leporispalustris), se hacen lentos y no se apartan de la vegetación.
Los zorros y mapaches que tienen la rabia pueden resultar agresivos o, por el contrario,
mansos y sin miedo al contacto humano. El pez del pacifico fundulus parvipinis, cuando
esta parasitado por trematodos, muestran conductas anormales tales como nadar por
la superficie y dar sacudidas bruscas. Esta conducta llama la atención del hospedador
definitivo del trematodo, principalmente de aves piscívoras, lo cual facilita la conclusión
de su ciclo de vida.
Algunos animales se defienden activamente del ataque de los parásitos. Los mamíferos
y aves eliminan sus ectoparásitos mediante el acicalamiento. En las aves, la principal
forma de acicalarse consiste en arreglarse el plumaje con el pico y rascarse con la patas.
Las dos actividades eliminan ninfas y adultos de piojos del plumaje. Los ciervos por su
parte, buscan áreas más densas y sombrías, para evitar las moscas de los ciervos, las
cuales son más frecuentes en áreas abiertas.
LOS PARÁSITOS PUEDEN REGULAR LAS
POBLACIONES DE SUS HOSPEDADORES
El impacto de los parásitos sobre la población de hospedadores depende del modo de
trasmisión y de la densidad y dispersión de la población de su hospedador. Los
macroparásitos, que dependen básicamente de la transmisión directa, requieren una
elevada densidad del hospedado para poder sobrevivir. Para ellos, El hospedador ideal
es aquel que vive en grupos o manadas. Estos parásitos necesitan poseer un estadio
infeccioso de vida larga que no origine una inmunidad a largo término en la población
del hospedador. La inmunidad reduce las poblaciones del parasito, cuando no las
eliminan. Un ejemplo de un parasito en poblaciones salvaje, que no confiere una
inmunidad a largo término, Es la rabia. Otro ejemplo que si provoca inmunidad a largo
término en los animales sobrevivientes a la enfermedad es el moquillo.
La trasmisión indirecta, típica de los macroparásitos es más compleja. Los parásitos con
trasmisión indirecta necesitan poseer una fase infecciosa altamente efectiva. A estos
parásitos les favorece las bajas densidades en la población del hospedador, y en estas
condiciones persisten durante mayor tiempo. La longevidad de cada estado parasitario
varía según el hospedador, siendo mayor en el hospedador definitivo. Y mucho menor
en el hospedador intermediario.
Para poder probar que los parásitos regulan las poblaciones de sus hospedadores.
Debemos demostrar que los parásitos provocan un aumento de la mortalidad de su
hospedador. O que reduce su capacidad reproductiva. Estos efectos son más evidentes
cuando los parásitos invaden una población que todavía no ha desarrollado las defensas
adecuadas. En tales ocasiones, las enfermedades pueden ser independientes de la
densidad, reducir las poblaciones, exterminarlas localmente a restringir la distribución
del hospedador. Por ejemplo el hongo ENDOTHIA PARASITICA se dispersa
repentinamente por las poblaciones del castaño americano. Esta especie, que fue
anteriormente una de las especies moderadas más abundantes en los bosques
occidentales, está ahora prácticamente desaparecida.
Pero tales casos tan extremos apenas son reguladores ¿Qué ocurre en las
enfermedades endémicas de transmisión directa, que son mantenidas en la población
por un reducido número de individuos portadores infectados? Las epidemias de estas
enfermedades parecen ocurrir.
Los humanos siempre se han visto afectados por los parásitos, pero todavía más en los
estadios recientes de la historia. Durante nuestros primeros dos millones de años como
cazadores-recolectores, los parásitos más molestos eran macroparásitos como las
lombrices intestinales, transmitidas por contacto directo. Solo los macroparásitos con
una elevada tasa de transmisión, que no provocaban inmunidad podían persistir en
grupos pequeños de hospedadores.
Sin embargo, cuando los humanos se convirtieron en agricultores sedentarios,
agrupados en poblaciones, las poblaciones se hicieron lo bastante grandes como para
soportar parásitos víricos y bacterianos.
Mucho de estos parásitos evolucionaron a partir de los que causaban enfermedades a
los animales domésticos. Por ejemplo, el sarampión evoluciono a partir del moquillo
canino. Las poblaciones eran demasiado pequeñas al principio como para soportar una
enfermedad de forma continua, sin reinfección proveniente de algunos asentamientos
vecinos. Cuando los asentamientos crecieron hasta construir ciudades lo
suficientemente grandes, la población era lo bastante densa como para mantener un
almacén o depósito de la infección. Al desarrollase el comercio ante las ciudades, la
gente y sus bienes comenzaron a viajar a larga distancia, introduciendo así las
enfermedades de una parte del mundo a otra donde las poblaciones carecen de
inmunidad. Las epidemias periódicas barrían ciudades enteras.
Un ejemplo clásico de la importancia, transmisión directa y rápida extensión de una
enfermedad es la peste bubónica. Esta peste está causada por un bacilo alargado, la
(PASTEURELLA PESTIS). Se transmite directamente entre hospedadores, mediante la
mordedura de un vector (pulgas de roedores infectados), y en las personas a través de
las gotitas mucosas dispersadas al toser. Los individuos infectados enferman en unas
horas o unos días, mostrando síntomas tales como fiebre alta e hinchazón de los
nódulos linfáticos. La muerte suele llegar al cabo de unos pocos días. Esta peste se
denomina peste negra, a causa del color oscuro que presenta las caras de muchas
víctimas al morir.
El almacén del bacilo se encuentra en los roedores que fabrican madrigueras. El bacilo
se asocia más estrechamente en las ratas negras (RUTTUS RATTUS) originaria de
india central, el foco original de la enfermedad. Las ratas negras, al ser agiles
escaladoras, embarcaban fácilmente en buques de carga que lo transportaban hasta la
ciudades portuarias de ASIA y la región mediterránea. Escondidas entre la carga de la
caravanas, las ratas negras se extendieron a través de las etapas asiáticas, donde sin
duda transfirieron el bacilo a otros roedores de la región. En 1331, una epidemia de
peste recorrió china. Ejércitos mongoles transportaron con ellos la enfermedad a través
de ASIA hasta el mediterráneo. En el sitio a caffa en 1346, en la península de Crimea,
el ejército mongol fue devastado por la plaga y se retiró después de catapultar los
cuerpos de las victimas al interior de la ciudad. El comercio se reanudo y los buques
transportaron ratas negras infectadas a los puertos del sur en EUROPA.
Las condiciones eran adecuadas para la dispersión de la enfermedad. Europa
experimentaba por entonces un enorme crecimiento poblacional, el clima empeoraba y
los cultivos daban `problemas. Hacia el fin de diciembre de 1347, la enfermedad que
había diezmado el ejército mongol se dispersó por Italia y el sur de Francia, en
diciembre de 1348 alcanzo Alemania e Inglaterra, y en diciembre de 1350 llego a
Escandinavia. Entre 1348 y 1350, un tercio de la población Europea, incluyendo pueblos
enteros, Sucumbió a la peste negra, perturbando la estabilidad social política y
económica de Europa. Más tarde, aun aparecieron algunos brotes de la epidemia en
Milán en 1630, en Londres en 1665 y en marcela entre 1720 y 1721. Otros brotes locales
esporádicos se produjeron en todo el mundo hasta 1944, cuando el uso de los
antibióticos lograron curar rápidamente la enfermedad si se diagnostica con prontitud.
El bacilo de la peste todavía crece en todo el mundo, incluyendo Norteamérica, al abrigo
de los roedores que se esconden en madrigueras.
Otras enfermedades introducidas en poblaciones sin inmunidad a ellas, muestran un
poder de dispersión y devastación similar al de la peste negra. La viruela, el sarampión
y el tifus, transportado al nuevo mundo por los exportadores y colonia españoles e
ingleses, se extendieron de forma fulminante por las poblaciones indígenas de américa
central, y Sudamérica y Norteamérica.
Las enfermedades devastaron la comunidad azteca en Perú y prácticamente
exterminaron las poblaciones de americanos nativos de nueva Inglaterra, permitiendo la
colonización sin resistencia, de la región por los ingleses. En tiempos más recientes,
una epidemia de gripe se expandió por todo el mundo en 1918, matando a 21millones
de personas, incluyendo 500.000 personas en estados unidos la gripe continua siendo
una amenaza, a causa de su elevada tasa de mutación. Las cepas de este virus
evoluciono como resultado, la gripe retorno continuamente en olas de distintos tipos.
Debido a que las antiguas plagas, como la del sarampión, han sido frenadas gracias a
las vacunaciones y otros medios de salud, muchos de nosotros estamos tranquilos
respecto a las enfermedades. Sin embargo nuevas enfermedades –el Ébola en el
Congo, el SIDA en todo el mundo-nos advierten de que las epidemias están entre
nosotros. Las nuevas formas mutantes se consideraban ya conquistada el masivo
aumento de la población mundial, el cambio climático y global y el rápido movimiento
internacional de personas y bienes, ponen las cosas más fáciles a las posibles plagas
futuras. Cuando la densidad de la población del hospedador es elevada, y tienden a
reducir su densidad de forma abrupta. Algunos ejemplos de ellos son el moquillo en los
mapaches y la rabia en los zorros; ambas enfermedades provocan un control
significativo de las poblaciones del hospedador.
La distribución de los macroparásitos especialmente aquellos de transmisión indirecta,
es marcadamente agregada. Algunos individuos de la población de hospedadores
albergan una mayor carga de paracitos que otros. Estos individuos son los que más
probablemente sucumbirán a la mortalidad inducida por los parásitos, sufrirán una taza
reproductiva menor, O las dos cosas. Estas muertes suelen estar causadas no por la
acción directa de los paracitos sino por una infección secundaria. Las manadas de
cimarrón (OVIS CANADENSIS) del oeste de Norteamérica puede estar infectada de
hasta por siete especies diferentes de nematodos de los pulmones. Las tasas de
infección más elevada aparecen en la primavera, en la época de cría de los cimarrones.
Las infecciones intensas de nematodos en los jóvenes conducen a una infección
secundaria, La neumonía. Que acaba con la vida de los animales. Estas infecciones
tienden a estabilizar o reducir bruscamente las poblaciones de cimarrón en las
montañas, al reducir su éxito reproductivo. Los biólogos han conseguido reducir con
éxito la carga de paracitos, y aumentar así la tasa de supervivencia, mediante el
tratamiento de las hembras preñadas con una droga contra los nematodos, mesclada
con un puré de manzana fermentado, muy apetecible para los cimarrones.
Síntomas que advierten de la presencia de parásitos en el cuerpo
Para evitar la proliferación de los parásitos es muy
importante que vigilemos nuestra alimentación.
Debemos evitar el consumo de azúcares y alimentos
procesados y primar el de fibra, para facilitar su
eliminación
Muchas personas piensan que los parásitos en el
cuerpo no son tan comunes y, de hecho, consideran que
solo se dan en los países más pobres del mundo; lo
cierto es que estos organismos habitan en más de 3 000
millones de personas en el mundo, de acuerdo con las
estimaciones reveladas por la Organización Mundial de
la Salud (OMS).
En función de su variedad, estos se pueden alimentar de glóbulos rojos, y causar
anemia; de los alimentos ingeridos, y provocar desnutrición y ansiedad; o también evitar
que el organismo elimine las toxinas acumuladas.
La mayoría de personas los contraen por ingerir agua o alimentos contaminados,
aunque también puede haber otros medios de transmisión.
Una vez llegan al organismo, se proliferan en el intestino y desarrollan una serie de
síntomas que desmejoran la salud conforme van invadiendo el cuerpo.
Como hemos dicho los parásitos se instalan en nuestros intestinos (Intestino Delgado e
Intestino Grueso), ya que sus huevos (proteicos) muchas veces no son disueltos por
nuestro estómago. Estos en nuestro estómago se alimentan fundamentalmente de las
proteínas que no digerimos. Pero veamos antes qué ocurre con los tóxicos que
absorbemosya que están muy relacionados con ellos:
 Por intestino delgado los liposolubles y los eliminamos por pulmón e hígado
 Por intestino grueso los hidrosolubles y los eliminamos por riñón.

Si el hígado está muy cargado las toxinas, muchas de ellas producidas por parásitos se
eliminan por:

 Por la piel: salen dermatitis, eczemas, grasa en la piel, psoriasis..


 Por el riñón: Salen pelos, si hay un componente hormonal por ejemplo en
mujeres un exceso de testosterona es frecuente el hirsutismo.

Todos tenemos parásitos y como hemos dicho al principio lo fundamental es controlarlos


de una forma endógena, es decir con una alta inmunidad.
1. Trastornos de sueño

Como muchos ya saben, los trastornos de sueño pueden


estar asociados a muchas condiciones físicas o
emocionales que influyen de forma directa en la
disminución de la melatonina (hormona que regula el
sueño y además fortalece el sistema inmunológico, y es
segregada por la glándula pineal, que está situada en la
parte central del cerebro).
Pero pese a que muchas razones los podrían explicar,
no está de más considerar a los parásitos, ya que estos
pueden ser los desencadenantes de:

Enuresis (micción involuntaria).


Perturbación del sueño.
Rechinamiento de dientes durante el sueño.
Insomnio.

2. Problemas cutáneos
Muchos de las afecciones que aquejan al organismo tienden a afectar la
apariencia de la piel y a causar diversas alteraciones.
Cuando los parásitos están haciendo de las suyas y crecen sin medida, es
común que se presenten síntomas como:

Úlceras.
Piel seca.
Erupciones y granos.
Eczema.
Urticaria.
3. Fatiga
Estos organismos le roban las energías al cuerpo y desencadenan episodios
fuertes de fatiga, depresión y una fuerte sensación de agotamiento que impide
llevar una vida normal.

4. Síndrome del colon irritable


El síndrome del intestino irritable es una
condición que abarca síntomas como el
dolor abdominal, la distensión y el
estreñimiento.
Aunque hasta el momento no existe una
causa exacta que lo explique, en muchos
de los casos se cree que podría tener
una fuerte relación con la presencia de
parásitos.

5. Problemas digestivos
Estos organismos causan ciertos daños en la mucosa intestinal, cuya
responsabilidad es la de absorber los nutrientes de los alimentos para un
adecuado proceso digestivo.
Tras generarse una alteración en las células que la componen, se pueden
empezar a sufrir trastornos digestivos como:
Alergias e intolerancias alimentarias.
Inflamación abdominal.
Dolor de estómago recurrente.
Dificultades para digerir
6. Inflamación
La presencia de parásitos en el organismo puede
conllevar al desarrollo excesivo del proceso
inflamatorio de los tejidos del cuerpo, y derivar en
patologías y dolencias conocidas como:

Artritis.
Dolor en el pecho.
Calambres musculares.
Entumecimiento de las manos y los pies.
Dolor en el corazón.
Dolor en el ombligo.

7. Descontrol del peso corporal


Perder peso sin razón aparente puede ser considerado por muchos como un
beneficio; no obstante, tras esto puede existir un grave problema en el cuerpo
ocasionado por los parásitos.
A menudo estos impiden la correcta absorción de los nutrientes y se alimentan
con las comidas que llegan al tracto digestivo.
Como consecuencia, crecen con más rapidez y van generando estragos en la
salud que pueden resultar perjudiciales.
Así mismo, generan una sensación de hambre incontrolable y pueden provocar
lo que se conoce como obesidad de larga data.

8. Desequilibrio mental
Cuando estos patógenos invaden el cuerpo pueden afectar los procesos
mentales, así como el funcionamiento del sistema nervioso.
Entre las señales que se pueden experimentar cabe destacar:

Ansiedad y estrés.
Depresión.
Nerviosismo.
Cambios de humor.
Pérdida de la memoria.
9. Problemas reproductivos
En muchos casos estos son los responsables
de varios problemas reproductivos y urinarios
que afectan con frecuencia a las personas.
Entre los más frecuentes cabe destacar:
Síndrome premenstrual.
Irregularidades con el periodo menstrual.
Problemas de próstata.
Quistes.
Miomas.
Retención de líquidos.
Infecciones recurrentes en el tracto urinario

¿Cómo eliminar los parásitos?


Cuando se presentan los síntomas del ataque de estos organismos, lo mejor es
consultar al médico para estudiar el caso y recibir un tratamiento adecuado.
Como complemento, es esencial evitar el consumo de azúcares y alimentos
procesados. En su lugar, se debe incrementar la ingesta de fibra, nutriente que
apoya su eliminación.
Por otra parte, se puede incluir en la dieta diaria algunos alimentos buenos para
combatirlos como, por ejemplo:

 Moras.

 Aceite de coco.

 Semillas de calabaza.

 Aloe vera.

 Papaya.

 Jengibre.

 Piña.

 Col rizada.

 Semillas de granada.
EL MUTUALISMO
El mutualismo es un tipo de interacción que llevan a cabo seres de distintas especies,
obteniendo beneficios todos los involucrados. Las especies que mantienen un vínculo
de esta clase cooperan entre sí. Un ejemplo de mutualismo biológico ocurre entre las
abejas y las flores a las que polinizan. Mutualismo Entre los seres vivos, las relaciones
de mutualismo también son comparables con un trueque, ya que cada especie ofrece
ciertos recursos o servicios a cambio de otros.

¿Qué es una interacción mutualista?

 El mutualismo es una relación entre miembros de dos especies que beneficia a


ambos
 Gracias a esta relación, los individuos de ambas especies mejoran la
sobrevivencia, el desarrollo o la reproducción
 Algunos autores piensan que esta interacción suele ser una explotación
recíproca en lugar de un esfuerzo de cooperación
Tipos de mutualismo

 El mutualismo puede ser simbiótico o simbiótico


 También pueden clasificarse como obligado o facultativo :
-Temporales o facultativo (no imprescindible): ambas especies obtienen
beneficios una de la otra, sin embargo pueden sobrevivir de manera separada.
-Permanentes u obligados (de dependencia): en este caso una de las partes (o
ambas) es estrictamente dependiente de la otra. En este tipo de interacción, el
organismo u organismos no pueden sobrevivir sin la presencia de su compañero
simbionte.
Mutualismo simbiótico

 SIMBIOSIS
El término simbiosis (del griego: σύν, syn, 'juntos'; y βίωσις, biosis, ‘vivir’) se aplica a
la interacción biológica, a la relación estrecha y persistente entre organismos de
diferentes especies. Los organismos involucrados en la simbiosis son
denominados simbiontes.

 SIMBIOTICO
Los individuos coexisten en asociación íntima y en ocasiones la distinción entre ellos
se vuelve difusa.
Los individuos coexisten en asociación íntima y en ocasiones la distinción entre ellos
se vuelve difusa.
Ejemplos de mutualismo simbiótico:
Corales formadores de arrecifes: asociación entre pólipos y zoo antelas (colonias de
Cnidarios y algas)
Líquenes: asociación entre hongo y alga
 CORALES:
Los corales
marinos son animales coloniales,
salvo excepciones, pertenecientes
al filo Cnidaria, la mayoría a
la clase Anthozoa aunque algunos
son de la
clase Hydrozoa (como Millepora).
Las colonias están formadas por
cientos o miles de individuos
llamados zooides y pueden alcanzar
grandes dimensiones. En aguas
tropicales y subtropicales forman
grandes arrecifes. El término "coral"
no tiene significado taxonómico y
bajo él se incluyen diferentes tipos
de organismos.
Individuos del coral (pólipos) son
carnívoros y se alimentan de zooplancton pero solo obtienen 10% de la
demanda diaria de energía. Los corales viven asociados con células vegetales
simbióticas (algas), denominadas zooxantelas, las cuales aportan el 90% del
carbono mediante la fotosíntesis

Zooxantelas simbiontes
Muchos corales, así como otros grupos de cnidarios tales como Aiptasia (un género
de anémonas de mar), forman una relación simbiótica con una clase
de algas, zooxantelas, del género Symbiodinium, un dinoflagelado. Aiptasia, una plaga
conocida entre los aficionados de acuarios de coral debido a su sobre crecimiento en
la roca viva, sirven como un valioso organismo modelo en el estudio de la simbiosis
cnidarios-algas. Típicamente, cada pólipo alberga una especie de alga. A través de la
fotosíntesis, estos proporcionan energía al coral, y ayudan en la calcificación. Hasta un
30% del tejido de un pólipo puede ser material vegetal
 LIQUENES:
Los líquenes son organismos que
surgen de la simbiosis entre
un hongo llamado micobionte,
perteneciente a las divisiones
Ascomycota o Basidiomycota, y
un alga o cianobacteria llamada
ficobionte, perteneciente a las

divisiones Chlorophyta o Heterokontophyta. Un tercer componente, una levadura de la


división Basidiomycota, ha sido detectado en el córtex de varias especies de líquenes
estratificados sin que se conozca aún su función en la simbiosis aunque se supone
relacionada con la producción de metabolitos secundarios.
Consisten en un hongo y un alga combinados en un cuerpo denominado talo. El alga
suministra alimento a ambos organismos y el hongo protege al alga de la radiación
dañina y absorbe y retiene agua y nutrientes para ambos organismos.
La base de la simbiosis es
la toma de nutrientes por
parte del hongo desde el
alga; para ello en casi
todos los líquenes
estudiados se ha
encontrado alguna forma
de penetración del hongo
dentro de las células
algales, la que se logra por
medio de haustorios. Se
diferencian dos tipos de
haustorios u órganos de
penetración del hongo:
intracelulares e
intramembranosos. En los
líquenes crustáceos o crustosos (que forman costras) y en algunas formas más
altamente estructuradas las penetraciones son generalmente intracelulares donde los
haustorios penetran en el protoplasto de la capa gonidial (donde se encuentra el alga);
la pared de estos haustorios es más delgada que la del resto de las hifas de forma que
les resulta más sencillo penetrar en la célula vegetal. En los líquenes morfológicamente
más evolucionados los haustorios son intramembranosos; en estos casos penetran la
pared de la capa gonidial pero no el citoplasma, quedando una invaginación en la pared
del alga. El liquen obtiene su alimento a partir de las sustancias sintetizadas por el alga
a través de la fotosíntesis; en este proceso se sintetiza el hidrato de
carbono denominado ribitol que es transferido al hongo mediante difusión, en el interior
de la hifa este ribitol es modificado a manitol que no es transferible desde el hongo al
alga. De este modo el micobionte se asegura su alimento y el alga sigue sintetizando.
Cuando el fotobionte es una cianobacteria, el hidrato de carbono sintetizado es
la glucosa que el hongo modifica también a manitol. El alga por su parte consigue del
hongo la protección necesaria frente a la desecación, un incremento de su capacidad
de absorción de agua gracias a las características de las hifas del hongo. En definitiva
la simbiosis permite al alga o cianobacteria colonizar ecosistemas donde debido a un
clima extremo no podría desarrollarse por sí sola.

Mutualismo asimbiótico
Muchas relaciones mutualistas son asimbióticas.
En este tipo de interrelación mutualista, las dos especies viven cada una de forma
independiente, sin embargo, ninguna puede sobrevivir sin la otra.
Un ejemplo también clásico de este tipo de relación se da por el caso de mutualismo
demostrado por la planta de yuca y la palomilla de yuca. La planta yuca depende en la
palomilla para la polinización y las larvas de la palomilla son los depredadores
obligatorios de las semillas de la yuca. Se puede concluir que para poder polinizarse de
manera exitosa, la planta yuca sacrifica un porcentaje de sus semillas a las larvas de la
palomilla. Las larvas no sobrevivirán al menos que sean depositadas como huevecillos
dentro de las semillas de la planta de yuca y se emergen de los huevecillos también
dentro de las mismas semillas.
Otros ejemplos de mutualismo asimbiótico incluyen las interrelaciones entre las
hormigas y muchas plantas; de los cuales, el ejemplo más notado es la interrelación
hormiga-acacia. En este ejemplo, las hormigas centroamericanos viven en espinas
hinchadas de la planta de acacia y de esta manera reciben refugio y alimento de las
plantas.
A nivel de micro escala, los nodos nutricionales en las puntas de las hojas de acacia
están consumidos por la hormigas, las espinas grandes de los árboles de acacia
proveen hábitat físico y refugio para estas hormigas, y a parte las nactarias situadas en
la base de las hojas de acacia también proveen nutriente adicional para las hormigas.
En cambio de recibir refugio y alimento de parte de los árboles de acacia, las hormigas
beneficiadas protegen los árboles de otros organismos herbívoros y hasta en algunos
casos, remueven (destruyen) la vegetación que compiten con acacia para las nutrientes,
espacio y luz solar. Ni las hormigas ni los árboles de acacia pueden vivir uno sin otro.
En este caso, los mutualistas viven vidas físicamente separadas pero son
interdependientes entre sí para determinada función esencial
La polinización biótica de angiospermas y la dispersión biótica de
semillas representan casos de mutualismo asimbiótico
Polinización biótica de angiospermas
• Polinización biótica vs. Abiótica
Las plantas proporcionan
recompensas [néctar (rico en
azúcares), polen (rico en proteínas),
aceite (rico en lípidos)] a cambio que
los animales transporten el polen entre
los estambres de una flor al estigma de
otra flor de diferentes plantas de la
misma especie Síndromes de
polinización: características a las que
convergen las flores polinizadas por
abejas, mariposas, esfíngidos,
colibríes y murciélagos Polinizadores
especialistas vs. Generalistas.
Las diferentes formas de Mutualismo también pueden clasificarse ecológicamente en:
 Mutualismo trófico. Ambas especies colaboran para obtener alimento
Parejas de socios especializados en formas complementarias para obtener
energía o nutrientes.
 Alga + Hongo: Líquenes
 Hongos + Raíces: Microrrizas
 Bacterias Fijadoras + Raices: Nodulos radiculares

 Hongos micorrícicos
 Rhizobium (N2)
 corales
 líquenes

 Mutualismo defensivo. Comida o abrigo a cambio de defensa Relación entre


hormigas y acacias
 Parejas de socios en las que uno de ellos recibe alimento o abrigo a cambio de
defender a su socio contra los herbívoros, predadores o parásitos.
 Peces limpiadores: obtienen alimento
 Peces aseados: son liberados de parásitos

 Mutualismo dispersivo. Comida a cambio de transporte interacción entre


animales y plantas por medio de la cual los animales dispersan polen o semillas
a cambio de una recompensa alimenticia (néctar o pulpa)
Parejas de socios en las que uno transporta un elemento del socio, a cambio de
alimento (néctar o acceso a frutos)
 Polinización biótica
 Dispersión biótica de semillas
Acacia y hormiga
La acacia cornígera o cuerno de toro es un arbusto que puede llegar hasta los 10 metros
de altura. Su nombre se debe a que tiene grandes espinas ahuecadas que parecen
cuernos de toro. Las hormigas viven en los troncos, alimentándose de los azúcares que
produce la planta.
La planta se beneficia de la protección de las hormigas de animales herbívoros que
pueden comer sus brotes, limitando su crecimiento y supervivencia. Además las
hormigas comen otras plantas que se encuentran alrededor de la acacia, eliminando
posibles relaciones de competencia por recursos como el agua, el sol y los nutrientes.
Los pulgones (aphididae) son insectos que no tienen ninguna relación ni parentesco con
las pulgas. Los pulgones son parásitos de plantas angiospermas. En ellas hacen
pequeños agujeros en las hojas, de donde succionan la savia.
Las hormigas se acercan a los pulgones y los frotan con las antenas. El pulgón entonces
segrega ligamaza, una sustancia que sirve a las hormigas como alimento. Los pulgones
se benefician de la presencia de las hormigas, que los protegen contra otras especies.
ANEXOS

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