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ADMINISTRACIÓN LOGÍSTICA
PROFESOR:
CICLO: VI
GRUPO: “A”
INTEGRANTES:
HUAMAN MORÁN ,Abdón
LAPA RÍOS, Liz pilar
QUISPE ARCE , Janeth
TORRES MEDINA, Lizbeth
AYACUCHO - PERÚ
2017
Introducción
Para lograr una ventaja, una empresa puede competir mediante costo o logrando
que los clientes perciban que la oferta es diferente a la de los competidores.
Michael Porter explica que en ambos casos el cliente debe pagar un precio mayor
al que le costó a la empresa generar el valor provisto. Compitiendo por costo, la
empresa debe proveer un servicio a precio cada vez menor dado que nuevas
alternativas y nuevos competidores suelen ejercer una presión constante.
Competir por costo (a precio cada vez más bajo) en un mercado secundario, como
lo puede ser cualquier país de Latinoamérica a ojos de mercados más
importantes, es aún más desafiante. Muchas empresas utilizan los mercados
secundarios (entran y salen del mercado) para comercializar productos
excedentes a precios reducidos (usualmente buscando generar una contribución
marginal positiva). Esto hace que cuando se utilice el mercado secundario de
manera marginal, la empresa que compite ofreciendo precio bajo, puede quedar
afuera del mercado sin aviso. Competir mediante la diferenciación, también tiene
sus desafíos. Por un lado es necesario diseñar una oferta diferente a ojos de los
clientes y, por el otro, es necesario lograr que los clientes quieran pagar un precio
premium por el servicio. Claro que cuánto más costoso sea producir el servicio
diferente, mayor precio los clientes deberán pagar para que la empresa sea
rentable. Por lo tanto, a pesar que la estrategia elegida sea la diferenciación por
servicio, es necesario también competir con costos (no precios) bajos.
La buena noticia es que, en aquellos negocios en donde haya un flujo de producto,
la logística es el área funcional que está en mejor posición para contribuir a
desarrollar ambas cosas y, a la vez, una ventaja en costos y una ventaja mediante
la diferenciación por servicio. Es más, dado que los productos tienden a
“comoditizarse”, técnicamente o desde la percepción del cliente, la competencia
mediante las capacidades de una organización (entre ellas las logísticas) es más
sustentable que la competencia por precio.
Con todo lo anterior, podemos concluir que la logística es sin duda una
herramienta casi indispensable para una compañía. Hacer la logística perfecta es
lograr el producto perfecto para el cliente adecuado, al costo ideal con el precio
ideal, en el momento perfecto y con la calidad perfecta, y se es una meta que se
debe de lograr desde el proveedor hasta la mesa del consumidos. Así mismo, la
velocidad del retorno, la justificación de la inversión, y su permanencia en el
mercado, el desarrollo de la capacidad competitiva, el reconocimiento del cliente y
el sentido de pertenencia y el compromiso de aporte permanente del funcionario,
son objetivos que se logran con la aplicación inteligente y estratégica de una
logística integral o la práctica profesional de la misma.
Comprendemos que es una herramienta sumamente eficaz y produce ventajas
competitivas para optimizar la producción, en la provisión de bienes y servicios
para los clientes. Ayuda a impulsar el negocio para mantenerse en los estándares
tanto de calidad como de precios, cabe mencionar que una mala aplicación de la
logística, provocara que el costo para los clientes sea mayor, y eso afectaría el
precio de sus productos lo cual conlleva a una serie de efecto dominó, al afectar la
compra y venta de su producto y podría afectar en sus ganancias y todo ese mal
uso de la logística regresaría como un impacto negativo para el proveedor que no
la supo aplicar. Por eso la logística tiene como objetivo impulsar a la organización
a ser más competitiva en todos sus ámbitos.