Espero que te acuerdes de mí tanto como yo me acuerdo de ti.
Y espero que sí tus
ojos se cruzan con esto no pienses que estoy desesperada por encontrarte y que al contrario, estoy dejando todo al azar. Qué más da. Ya tiene tiempo que te fuiste, de la última vez que dijiste mi nombre, de la última vez que yo vi tu sonrisa. Y en aquel momento la tuya me parecía la más bonita del mundo, pero me han sonreído otras y vaya, creo que tienes competencia. Espero que sí se te ha ocurrido pensar en mí, sea al menos por cosas buenas. Y no por mis errores y mis mentiras blancas para salvarnos. Yo siempre te recuerdo por qué buscaste hacerme feliz a mí antes que a ti mismo. Quizás por que creías erróneamente que mi felicidad era la tuya. Pero algunas cosas no podemos compartirlas sin llamarlas propias antes. Quiero que sepas que he marcado días en el calendario de cosas que he recordado espontáneamente mientras viajo en transporte o mientras me tomo una malteada. Qué he visto a muchas parejas besarse donde nosotros fuimos los primeros en atrevernos a hacerlo. Qué he visto a otras tantas pelearse y romperse donde nosotros también lo hicimos. Ya no espero que te acuerdes de mí, no tendrías por qué. Yo tampoco lo hago muy bien, pero en particular hay algo que sigo reteniendo en la memoria: tu perfume. Ríete un poco, siempre que alguien pasa y huele como tú olías, suelto un piropo inocente. ¿Te costó mucho dejarme ir? A mí sí me costó hacerlo, pero llegué quizás al punto donde se hizo rutina no verte, no oírte, no saberte mío. Y es que nunca nadie nos pertenece. Ya no tengo intenciones de regresar el tiempo para impedir que te vayas, pero si las tengo para un punto curioso. La última vez que nos vimos me dijiste que te recomendara canciones, y en ese momento no tenía ninguna (desafortunadamente) pero ahora tengo una lista de 100 canciones que deberías escuchar, ninguna con motivos particulares, solo deberías hacerlo. Creo que mi sentido musical se agudizó un poco, y mientras tú escuchabas lo mismo, yo ya andaba creando mi playlist semanal #537. Eso. Eso es lo que posiblemente eche de menos. Que te enseñaba canciones nuevas y siempre intentabas robarmelas. Y que a la semana ya te sabías más de la mitad de la letra. Podíamos cantar a coro y bailar en medio de la calle. Espero que te acuerdes de mí por ese tipo de cosas, las insignificantes pero que alegren tu corazón. Te deseo excelentes días, noches inolvidables, aventuras extraordinarias. Sé también que cumpliste años, así que espero que a diferencia de mí, consigas estabilidad emocional y que sigas tus sueños con la misma energía contagiosa de siempre, que sigas encuentrando bondan en todos aunque no todos la posean, que viajes mucho y que algún día me preguntes si puedo recomendarte una canción, prometo no quedarme muda. Pero sobre todo y finalmente, espero que encuentres eso que nunca encontraste conmigo.