Está en la página 1de 2

BIOLOGÍA

I. TEORIAS DEL ORIGEN DE LA VIDA


A. Vitalismo

El término vitalismo consta por un lado de la doctrina filosófica que postularía que los
organismos vivos se caracterizan por poseer una fuerza o impulso vital que los diferencia de
forma fundamental de las cosas inanimadas.1 Tradicionalmente se describe como una fuerza
inmaterial específica, distinta de la energía estudiada por la física y otro tipo de ciencias que,
actuando sobre la materia organizada, daría como resultado la vida y sin la que sería imposible
su existencia. Este fundamento físico en su sentido más puro se encuentra actualmente
rechazado, no obstante, también encuentra base en
fundamentos antropocéntricas o racionalistas, entre otros.

Asimismo, dicho término puede referirse a lo que Scott Lash y otros autores llaman "defensa de
la vida". Así, sería usado por movimientos tales como el animalismo, el antiabortismo,
el antimilitarismo, el ecologismo, el pacifismo o el vegetarianismo pero también por estudiosos
de la obra de pensadores como Friedrich Nietzsche o José Ortega y Gasset.9 Los planteamientos
orientales de esta segunda definición vendrían de la mano del maestro jaina Mahāvīra en
el Oriente, quien combinó el ascetismo de Pārśvanātha con las enseñanzas de los naturalistas
"ājīvikas", término que, en sánscrito, significa "vivientes".

B. Creacionismo
El creacionismo es la creencia religiosa de que el Universo y la vida se originaron «de actos
concretos de creación divina». Para los creacionistas de la Tierra joven, esto incluye una
interpretación bíblica literal de la narrativa acerca de la creación presentada en el Génesis (el
primer libro de la Biblia) y el rechazo de la teoría científica de la evolución. Mientras la historia
del pensamiento evolutivo se desarrollaba a partir del siglo XVIII, varias posturas apuntaron en
reconciliar las religiones abrahámicas y el Génesis con la biología y otras ciencias desarrolladas
en la cultura occidental. Aquellos que sostenían que las especies se habían creado por separado
(como Philip Gosse en 1857) eran llamados comúnmente "partidarios de la creación" pero
también "creacionistas", como se lee en la correspondencia privada entre Charles Darwin y sus
amigos. Mientras la controversia creación-evolución se desarrollaba, el término
"antievolucionistas" se hizo común. En 1929 en los Estados Unidos, el término "creacionismo"
se asoció originalmente con el fundamentalismo cristiano, específicamente con su rechazo de
la evolución humana y la creencia en una Tierra joven (con una edad entre 5700 y 10 000 años).
No obstante, este uso estuvo disputado por otros grupos, como los creacionistas de la Tierra
antigua y los creacionistas evolutivos, quienes albergan conceptos diferentes de creación, como
la aceptación de la edad de la Tierra y la evolución biológica entendida por la comunidad
científica.
Hoy, la American Scientific Affiliation (Afiliación Científica Estadounidense), una organización
religiosa prominente en Estados Unidos, reconoce que existen diferentes opiniones entre los
creacionistas respecto al método de creación, mientras que reconocen la unidad en la creencia
abrahámica de que el Dios Yahvé "creó el universo". Desde los años 1920, el creacionismo
literalista en Estados Unidos ha disputado las teorías científicas, como la evolución, la que
proviene de observaciones naturales del Universo y la vida. Los creacionistas literalistas creen
que la evolución no puede explicar adecuadamente la historia, diversidad y complejidad de la
vida en la Tierra. Los creacionistas fundamentalistas de la fe cristiana usualmente basan su
creencia en una lectura literal de la narrativa de creación del Génesis. Otras religiones o
comparten el mito de creación del Génesis o tienen diferentes mitos de creación conducidos por
deidades, a la vez que los miembros de una misma religión varían en su aceptación de los
descubrimientos científicos.
Cuando la investigación científica produce evidencia empírica y conclusiones teóricas que
contradicen una interpretación creacionista literal de las escrituras, los creacionistas de la Tierra
joven a menudo rechazan las conclusiones de la investigación, sus teorías científicas
subyacentes o su metodología. Esta tendencia ha llevado a una controversia política y teológica.
Las ramas pseudocientíficas del creacionismo incluyen la ciencia de la creación, la geología
diluviana y el diseño inteligente, así como subconjuntos de la pseudoarqueología,
la pseudohistoria e incluso la pseudolingüística. Los creacionistas generalmente rechazan el
consenso científico sobre la evolución y el antepasado común, la historia geológica de la Tierra,
la formación del sistema Solar y el origen del Universo.
La evolución teísta, también conocida como creacionismo evolutivo, es un intento de reconciliar
la religión con los hallazgos científicos sobre la edad de la Tierra y la evolución. El término cubre
una gama de posturas, como la del creacionismo de la Tierra antigua.

C. Generación Espontánea

La teoría de la generación espontánea fue una teoría biológica que sostenía que ciertas
formas de vida (animal y vegetal) surgen de manera espontánea a partir de materia
orgánica, inorgánica o de una combinación de las mismas.
Se trata de una creencia profundamente arraigada desde la Antigüedad, ya que fue descrita
por Aristóteles, luego sustentada y admitida por pensadores como René Descartes, Francis
Bacon o Isaac Newton, comenzó a ser objetada en el siglo XVII. Hoy en día, la comunidad
científica considera que esta teoría está plenamente refutada.
Diversos experimentos se realizaron desde 1668, para encontrar respuestas, hasta
que Pasteur demostró definitivamente, a mediados del siglo XIX, que la teoría de la generación
espontánea es una falacia, postulando la ley de la biogénesis, que establece que todo ser vivo
proviene de otro ser vivo ya existente.

D. Materialismo, Mecanicismo

Muchos científicos modernos son materialistas. Esto es, creen que la materia física es la única
y fundamental realidad. Suponen que cada objeto del Cosmos, incluyendo la vida puede ser
explicado en función de materia interactuante. Los materialistas no aceptan la existencia de
fuerzas espirituales o sobrenaturales.

Los biólogos que creen en el materialismo están particularmente comprometidos con: (1)
probar un origen de la vida puramente materialista y (2) probar que la vida puede ser creada
en el laboratorio.

Muchos científicos no son materialistas estrictos. el bioquímico y creacionista Dr. A.E. Wilder-
Smith es uno de ellos y dice:

"La vida se desarrolla en la materia, y la materia tiene que estar altamente organizada para
llevar vida. Los materialistas dicen que la vida ya que está hecha de átomos, moléculas y
reacciones químicas es simple y nada más que química y que la vida fue originada por
casualidad de reacciones químicas.

También podría gustarte