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Como hacer un TORNO Y HORNO PARA CERAMICAS, CACHARROS,

COCIMIENTO Y DECORACION de cerámicas - ALFARERIA

Para la construcción del clásico torno para cerámica se utilizarán


maderas de pino de 0,06 mt. por cada lado, tratando que los
tirantes estén bien secos; a los travesaños se les formará un diente
en cada extremidad de 0,05 por 0,03, sobreponiéndolos sobre La
parte marcada en negro de las cinco' patas fijándolas con cuatro
tornillos a las mismas.

Las tablas (soporte del eje y la del banco, como también las
escuadras), deberán tener 0,03 mt. de espesor; la del banco tendrá
entonces 1,50 de largo por 0,20 de ancho y 0,03 de, espesor y la
tabla ¡soporte del eje 1,50 de largo por 0,10 mt. de ancho por 0,03
de espesor.

Las dos escuadras, una vez dada la forma, se fijarán en las partes
marcadas en negro del banco (debajo del asiento) y la otra parte a
las patas.
Armado así el esqueleto del torno se tomará, una madera terciada
de las más gruesas o si se prefiere, tablas de 0,03 mt. de espesor y
se formará la tapa de la mesa y de la cual damos el detalle en
planta practicándole en el centro un agujero de 0,03 mt. de
diámetro por donde pasará el eje del torno y que será de madera
muy dura o si se quiere mayor solidez, de hierro, teniendo un
diámetro de 0,03 mt. por 1,16 mt. de largo.

Las maderas para los dos platos tanto superior como para el que va
sobrepuesto al plato inferior, deberán ser de madera dura, pues
sobre ellas descansará todo el, peso del trabajo; su espesor será de
0,04 mt. por 0,44 mt. de diámetro y en el centro del sobrepuesto
un agujero de 0,03 mt.
Dos tablas de 1,05 mt. de largo por 0,50 de ancho y 0,02 1/2 de
espesor formarán el plato grande inferior sobre el cual se colocará
el plato chico perforado atornillándolo al grande.

Los soportes de los platos se fabricarán con dos tacos de madera de


0,10 mt. por 0,10 de alto con agujero de 0,03 mt. en el centro y de
lado a lado por donde pasará el eje (en el grabado los tacos son
cilíndricos, pero no encontrándolos, igual servirán cuadrados); en
uno de los costados se pasará un tornillo, el cual pasará a través del
centro y que servirá para sujetar el eje; en A de los platos se
atornillarán los tacos.

(En el diseño acompañamos dos esquemas del eje y los platos, uno
completo y el otro del detalle superior para eliminar confusiones,
ademáis del modelo terminado).

En la parte donde se frotaren dos maderas, se colocará entre éstas


una arandela de hierro para evitar desgastes, la punta inferior del
eje va redondeada y descansará en el centro de la tabla que le sirve
de soporte.

Engrásese todas las partes donde funciona el eje.

CONSTRUCCION DEL HORNO

El plano y detalles del horno que damos a, publicación, es de


confección bastante sencilla y en el cual se utilizarán ladrillos
comunes, por ser más baratos que el ladrillo refractario, el cual se
usa en las fábricas y cuyo costo bastante alto no estará en relación
con las pérdidas del aprendizaje.

Los ladrillos que más o menos se consumirán no alcanzarán al


millar.

Como puede verse en el diseño, el horno para cocer las piezas de


cerámica está formado por dos paredes aisladas entre sí por un
espacio de 0,10 a 0,15 mt., por donde pasarán las llamas, tomando
así al horno propiamente dicho o del interno por todos los lados, y
dando la vuelta por la curva superior con escape en la chimenea.

La parte interior del horno va, en su base provista de arcos para la


propagación del fuego, tanto debajo del piso de ladrillos que forma
la parte inferior de la cavidad como por sus dos costados, su frente
y la parte posterior, pues para que los cacharros se cuezan en
perfectas condiciones y no se rajen, el fuego debe tomarlos
plenamente.

La cavidad está formada por el piso inmediato a la reja donde se


quema la leña, y por dos estantes, suplementarios; no lleva
abertura alguna en la bóveda que forma el techo, va cerrado para
que el calor de las llamas pueda conservarse en toda su intensidad.
En el detalle del corte de castado vemos un espacio que cruza
atravesando ambas paredes y la zona de ventilación y que termina
en un cristal cuadrado; este espacio es el mirador que al estar
frente al horno en su parte externa nos permitirá ver el interior sin
abrir la puerta que cierra herméticamente a la cavidad donde se
colocan los cacharros, pues si abrimos la puerta para ver si la
cocción está en su punto, la entrada de aire frió ,y su contacto con
los cacharros hará que éstos se rajen.

Debajo de la reja hay un plano inclinado que facilitará la salida de la


ceniza, (no es imprescindible hacerlo, pues el funcionamiento es
igual).
Las paredes internas se harán de ladrillo de canto, no así la parte
del frente que une las dos paredes, la cual irá de ladrillo asentado.

Las puertas y los estantes suplementarios se harán de un bloque de


cemento portland y arena en proporción de 3 partes de agua y dos
de portland con hierro adentro en forma cruzada para darle solidez,
agregándoles antes que endurezca el material, las bisagras.

Si en algún depósito de hierro viejo se podría encontrar dos puertas


y la reja de la medida que se indica, se habrá ganado tiempo y el
trabajo quedará mejor.

Una chimenea de latón, o mejor de barro cocido con sombrero


coroné, en la parte superior del horno.

Los dos pisos suplementarios, es preferible hacerlos desmontables,


por si alguna pieza de mayor tamaño no entrara, pues no se puede
colocarla acostada, siempre deberán colocarse descansando en la
base.

Los ladrillos deberán ser bien cocidos y se revocará la parte interna


para que no haya escapes.
COMO SE TRABAJA EL CACHARRO

Para los cacharros que es lo primero que se debe practicar (pues la


cerámica fina para la cual se utiliza arcilla, es más difícil de cocer y
requiere una práctica larga en el arte) vamos a usar barro, tierra
común.

La tierra se dejará secar y luego se machacará bien, pasándola por


la cerámica fina para la cual se utiliza un tamiz muy fino; (esta
operación deberá hacerse sobre un piso muy limpio, porque este
proceso es para quitarle a la tierra, todas las impurezas: una sola
provoca rajaduras a la pieza, dejándola inutilizada. Una vez
depurada completamente, échese el polvo en una tina de madera y
cúbrase con agua, dejándola así hasta que se forme Una pasta
blanda (que pueda tomarse, en las manos sin que se derrame). Se
amasará hasta que el calor de las manos la haga plástica y dé
consistencia compacta.

Recién estará a punto para comenzar el trabajo; tómese la cantidad


que según el tamaño y forma del cacharro calculen que se necesita,
péguenla en el centro del plato superior del torno, hágase
funcionar éste empujando con el pie el disco grande inferior.

Ya en función el disco, trabájese la masa de tierra con ambas


manos, una formará la parte externa y la otra la interior, dándole a
la tierra forma y espesor parejo, cuidando siempre y sin desviar el
centró del disco; (es importante el centro, pues cualesquier desvío
dañará la forma y su espesor será variado, y predispuesta así a
romperse al cocerlo) trabajando el objeto hasta que sus paredes
puedan mantenerse sólidas.

Cuando el desmoronamiento es imposible se despegará el cacharro


del disco y se colocará a secar sobre una mesa lisa y previamente
engrasada para que la base, no se adhiera a ésta, colocándola en
lugar ventilado (pero no en corrientes de aire, para evitar
rompeduras) hasta que esté bien seco y se pueda tomar en la
mano.

Cuando esté bien seco, adhiérase con barro blando al disco, bien en
el centro y procédase a pulir la superficie exterior usando espátulas
de acero de diferentes formas (según las necesidades se fabricará
uno mismo las herramientas) hasta quedar completamente alisado.

Si el cacharro va sin adornos estará ya en condiciones para cocer;


pero si va ornamentado, se dibujará primero, y con el buril se
profundizará el diseño, se aplicarán asas o cualquier otro adorno, y
luego de estar bien seco lo agregado, se colocará en el horno.

El COCIMIENTO

Dado que consume mucha madera, no se prenderá el horno hasta


que se tenga una cantidad de piezas; una vez colocadas éstas en los
pisos, estando el horno sin encender aún, ciérrese la puerta
herméticamente y no se abrirá más hasta dos días después de la
extinción del fuego (es importante, pues así saldrá una cocción
perfecta). Se prenderá fuego (leña o sauce primero y quebracho
luego que esté bien encendido, y a fuego vivo, pues las llamas
deben lamer todas las paredes) y se mantendrá la presión hasta
que observando por el mirador de cristal, cobren las piezas el color
clásico de la tierra cocida, o sea color bermellón.

Cuando llegue a este punto la cocción, se suspenderá la leña, es


decir, no se alimentará más, pero de ninguna .manera deberán
retirar las v brasas, sino que el fuego deberá extinguirse solo,
bajando de esta manera gradualmente la temperatura.

Cuando esté frío el horno, o sea dos días después, se retirarán las
piezas y se colorearán los cacharros.

Debido a la guerra que desoía las tierras de Europa, el esmalte que


se emplea para darles el colorido ya no viene al país y el poco que
aún queda en el comercio es muy difícil de conseguir, por lo tanto
debemos contentarnos con pintura al barniz o esmalte Duco para el
contraste de tonos.

Cualquier esmalte que seque rápido, sirve para el caso.

Cerámicas de la antigua Roma, Chiriguana y otras basadas en éstas


pero de líneas más modernas, ilustran el grabado.

Otra forma de cocer los cacharros consiste en colocarlos sobre una


superficie lisa de tierra, y cubrirlos totalmente con leña, a la cual se
prenderá fuego y alimentándolo constantemente hasta que las
piezas cobren el clásico color de terracota. Se dejará apagar el
fuego y cuando se calcule ya enfriados los cacharros, se retiran.

LA CERAMICA

Es este arte uno de los más antiguos dadas las necesidades. que
tenía el hombre de tener algún recipiente donde volcar los
alimentos o para guardar en ellos objetos de uso personal; nace
entonces este arte, no del afán del adorno como nosotros lo
admiramos hoy día para recreo de nuestro espíritu, sino como algo
imprescindible y estrechamente ligado a la vida de los primitivos
habitantes de la tierra.

Sería muy larga la historia completa de la cerámica, sólo diremos


que se remonta a varios siglos antes de la Era Cristiana y tuvo por
cuna las tierras egipcias.

Pero tocaremos algo de este continente, que por ser más cercano
miraremos con más gusto.
LA CERAMICA CHIRIGUANA

Los indígenas Chiriguanos de Bolivia, desde hace largo tiempo


cultivaron intensivamente la industria de la alfarería, hoy una de las
más prósperas.
Las piezas chiriguanas que adornan el grabado son tomadas de las
auténticas, de formas típicamente modeladas y adornadas.

La materia prima que utilizan para matizar los tonos y realzarlos,


tiene por lo general origen mineral: arcilla u ocres rojos, blancas y
algunos pardos, y salvo algunos casos, usan los rojos vivos para
hermosear el decorado, aplicando los colores minerales antes del
cocimiento y los vegetales después de verificado.

Las decoraciones siempre van diseñadas en la parte externa con


excepción de algunas hechas en la parte interna, del labio superior.

Las piezas de gran tamaño sólo alcanza la decoración hasta los dos
tercios, quedando la otra parte sin ornamento alguno. No es muy
complicada la distribución de los colores, pues en algunas ocasiones
cubre un solo rojo toda la superficie externa del objeto.

Generalmente matizan el colorido el blanco y el negro, dispuestos


en finas líneas paralelas en forma de zigzag, o bien dos líneas
horizontales separadas bastante entre sí y cruzadas por líneas
paralelas perpendicularmente.

Otra de las características en el decorado, es la franja gruesa que


nace en la base del cacharro, llegando poco menos a la mitad
(campo rojo) blanco en la parte superior y sobre éste algunas líneas
en rojo y negro corriendo paralelas.

En otros casos, sólo va coloreado sobre fondo de terracota (al


natural) grandes campos rojos, así: el cuello liso y la decoración
desde el pie del mismo hasta la mitad del vientre del cacharro.

Los alfabetos chiriguanos sólo fabrican cosas útiles, aplicables, al


uso de sus necesidades de la vida diaria o para el comercio, pero
nunca para provocar emociones estéticas.
Los nombres Tatarenda, Tiguipa y Tarairí, indican la región de su
procedencia.

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