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La Soledad de la omnisciencia.

Quizás nadie crea a lo que estuve expuesto todo este tiempo, nadie más que mis
abuelos: de pequeño, vivía en una granja a las afueras del pueblo: fue una infancia
tranquila entre las ovejas y la escuela, sin presiones… hasta que mi cordura vio su
final en aquel día.

Fue durante el aniversario del pueblo, al cual cuyas festividades no quise asistir,
tenía 8 años y unos padres ausentes decidieron castigarme dejándome solo en
casa. Esa noche, después de ver a lo lejos los fuegos artificiales lanzados desde el
centro de la plaza del pueblo. Desde mi montaña, vi una de esas llamaradas rojizas
caer detrás mio, justo en la granja de los abuelos… fui a ver con curiosidad y algo
de miedo: en ese entonces no entendía que fue un meteorito el que había caído en
medio de la granja.

A medida que me acercaba, escuchaba a los perros aullar de forma inquietante, y


mi cuerpo evidentemente con mucho miedo evitaba llegar y mirar ese enorme
agujero que había aparecido en medio de la granja, rodeado de cenizas y olor a
paja recién quemada: hasta que lo ví… como ese ser inmaterial, sin forma e
indescriptible, que retorcía mi cuerpo con una sensación puntiaguda, cuyas agujas
no permitían a mis músculos responder, más que mis ojos que se dilataban con un
color que mi mente no podía entender y que aun cerrando los ojos inmediatamente
seguía observando esa presencia oscura, mis oídos tronaban un silbido hasta que
se acercó lo suficiente para luego invadirme un silencio congelante. Mi cuerpo
inmediatamente realizó un espasmo, cuya repulsión provocaba a mi cuerpo
sensaciones incoherentes; asco, miedo y aberración. Mi cuerpo reaccionaba poco
a poco a medida que ese espectro se desvanecía ya inmaterial: mi cuerpo, aterrado
y consternado al encontrar un momento de paz hizo lo que cualquier ser en peligro
puede hacer... y fue en ese momento, cuando cometí el peor error de mi vida: LE
DI LA ESPALDA.

Nadie entendió lo que me pasó esa noche, después de la increíble carga emocional
que mi pequeño cuerpo había recibido, me encontraron desmayado cerca del cráter
que había dejado ese meteorito.
Desde ese momento, cargaba con la sensación de que un espeso y denso ser,
estaba detrás de mí. Lo peor siempre era al querer dormir, sentía un profundo dolor
de cabeza y un peso insoportable que no me dejaba respirar, y lo pero era que no
podía despertar: gritaba, intentaba moverme con toda la fuerza que tenía y nunca
pasaba nada: siempre hasta que amanecía y mi cuerpo cansado despertaba...
Intenté todas las formas posibles de deshacerme de aquella presencia, todas las
formas que a un niño de 8 años se le ocurrirían, ya que mis abuelos no tenían la
fuerza para ayudarme.

Ante el llanto de mi abuela y los reclamos de mi abuelo, el Altomisayoc del pueblo


vino a verme, hizo el ritual más sagrado que tenía: profanó el cementerio, estudió el
cráter inclusive habló con el Cura del pueblo… después sólo desapareció. Entendí
que no volvería a dormir nunca más, mi único consuelo fueron los brebajes que el
brujo del pueblo había preparado para mí, para que evitara dormir.

Mi aspecto cambiaba y empezaba a envejecer más rápido: en mente y cuerpo…


asimismo, mi semblante cambiaba poco a poco y nuevos horrores acechaban mi
sueño… simplemente trate de acostumbrarme: me crecieron ojeras oscuras y mi
cabello se tornaba blanco.

Fue muy dura esa época, todos me tenían miedo… mis abuelos fallecieron poco
tiempo después y me quedé completamente solo… tenía la granja: no conocía a
nadie, no tenía amigos: Lo único que se me ocurrió fue visitar la casa de aquel brujo
y fue esa la primera vez: que pude interactuar con esa presencia.

Ingresé a aquella casa abandonada, era amplia y hecha de adobe: estaba justo al
otro lado del pueblo cerca al rio. Una vez adentro, además de diversas chucherías
me encontré con una amplia cantidad de libros, de los cuales, comprendí que podía
leer… al pasar por un espejo, vi detrás de una apariencia escuálida y sucia, a un
adolescente de 15 años… después de un rato fue cuando recién, me di cuenta: que
ese reflejo era mío.

Me puse a leer, cogí un libro de los muchos que había, se llamaba el libro de San
Cipriano. Y fue cuando vi una operación insignificante, que al leerlo en mi mente:
2+2=4, sentí como desde mi espalda "eso" se acercaba y congelaba mi
respiración... mi cuerpo reaccionó, inmóvil del susto me desmayé… esa tarde,
noche o lo que fuera pude dormir después de mucho tiempo.

Decidí, de alguna forma ir a la ciudad para entender mejor mi situación: el secreto


en sí se encerraba en las matemáticas. Cada vez que resolvía algún problema
matemático: sentía como mis manos se congelaban por la presencia aquella, la cual
se me acercaba y sentía que de alguna forma trastornada se alimentaba, aunque
cada vez que entendía algo más o estudiaba a profundidad algun ejercicio en
particular: iba sintiendo como algo dentro de mí cambiaba, de alguna forma sentía
que comprendía más a mi alrededor… fue entonces que decidí ir a la ciudad,
necesitaba respuestas y fue claro que en ese pueblo, del cual había pasado apenas
un año después de aquel incidente, no iba a encontrar respuestas.

De alguna forma ingresé a la Universidad, me acogí a resguardo de servicios


académicos, mintiendo sobre mi edad y pidiendo sólo una oportunidad de dar el
examen de ingreso. Fue así que pude ingresar a la carrera de Matemática Pura, la
presencia que me atormentaba se alimentaba de cual conocimiento podía encontrar
y a veces, me dejaba dormir.

Al finalizar el primer mes ya nada dejaba tranquilo a esa presencia, fue entonces
cuando conocí al profesor de Topología, el profesor Maslow. Quien pese a la
reputación de loco que había recibido por parte de los alumnos, me creyó, aunque
la única prueba que tenía era mi palabra… en su despacho vi que el profesor
Maslow provenía de Massachusets, exactamente de la Universidad de Arkham.

Después de una semana de haber conversado con él, entendí el porque me había
creido: en la Universidad de Arkham, habían financiado bastantes expediciones en
el pasado los cuales muchos de ellos tenían finales funestos, pese a los
descubrimientos increíbles y casi ficticios que encontraban. El profesor Maslow,
asimismo, había realizado varios estudios acerca de brujería y artes místicas, quería
encontrar una conexión sobrenatural con realidades más alla de nuestra
comprensión. Maslow me explicó que él mismo había leído bastantes libros
originales de la Universidad, y que gracias a ellos se había propuesto dar una
respuesta matemática a distintos fenómenos paranormales, había viajado por el
Mundo y sus viajes lo habían dejado en el mismo centro del Mundo, donde podía
investigar y enseñar las maravillas que había encontrado… pese a ello, sólo se
dedicó a enseñar y a visitar raras veces los distintos pueblos aledaños a la Ciudad.

Después de mucho tiempo siento que estoy llegando a algo, no me siento tan solo,
pese a que mi semblante poco a poco va ennegreciéndose, y mi aspecto parezca
de un hombre adulto, dejo estas notas para que luego y después quede evidencia
de que no estoy loco. Maslow y yo, haremos algo esta noche…

El profesor vivía cerca a unas ruinas incas, cerca de un rio por una montaña poco
poblada. Nos encontramos, el profesor no podía ocultar su emoción… yo estoy casi
una semana sin dormir…

- ¿Estás listó?, preguntó con un ademán que habíamos llegado ya a su casa.

Asentí e inmediatamente puso en mi cabeza una capucha.

- ¿Para qué la capucha, profesor?, el profesor no respondió, ya no tenía fuerzas


para preguntarme qué pasaba, fue entonces cuando entendí que no debía hacer
preguntas.

- Déjame esto a mí muchacho.

Me sentó en un pupitre, y me puso un libro delante.

- No toques el libro, no aún.

Y lo toqué, sentí y entendí inmediatamente lo que había, era un libro con alto relieve.

- Son 3 postulados matemáticos sin resolver, que nadie entiende y nadie dio
solución, al menos en la humanidad, sabemos cómo reacciona esa entidad tuya: leí
muy poco, investigué mucho. Los Sumerios, un jeroglifico, un ser de mil cabezas
que estaba detrás de este niño sin manos, no lo entiendo, comencemos, toca el
primer postulado, desde arriba para abajo.
Toqué, sentí una forma ovalada, era un cero, sentí como el ser etereo se acercaba
por detras de mi espalda como un cuchillo que se clavaba en mi columna lumbar,
como si quisiera ver. Deslicé mi mano hacia abajo, siento un linea y abajo. Mi
cerebro entendió que era. El ser empezó a volverse loco, sentía su presencia, sentía
su expansión, mi cabeza se sentía llena, mi frente se tensaba, siento un inmenso
dolor de cabeza, mis musculos se tensan, mis sentidos se agudizan, siento MIEDO,
profundo TERROR que no puedo describir y dolor, por todo mi cuerpo, grito y aullo
de dolor y ... se alivian al sentir estas gotas refrescantes por mi mejilla, no debia
reprochar, el profesor seguro alivió la tensión con algo de agua. Deslicé nuevamente
mis dedos, acabo de sentir una ligera linea oblicua, era una raíz, entendí qué
había... siento como un dolor profundo se agudiza en mi pecho, mi corazón late
fuertemente y mi cerebro, sentí como explotaba mi mente, se perdía y vagaba, pero
regresaba al sentir el inmenso dolor que sentía... en mis oídos, escucho un pitido
extremadamente agudo, ensordecedor y DEMASIADO FUERTE, me toco los oídos,
quiero sacármelos, meto mis dedos con desesperación, dejé de escuchar... en ese
momento entendí que me pasaba. Me quito la capucha, intento abrir los ojos, ¿qué
ojos?, me pregunté. Quise hablar, quise decir algo, ¿con que lengua? me pregunté.
Es hora, no entiendo, quizás es una pesadilla, quiero saber... deslizo mis dedos sin
uñas por debajo, siento una expresión conocida, una integral... entiendo qué es. Se
acaba de ir la luz, se fue el calor, quiero respirar, me asfixio, siento como pierdo
control de mi respiración, como si una mano me ahorcara, ¿que mano? me
pregunté, quise gritar pero no sabía como, quise abrir los ojos- ¿cual de todos? me
pregunté, y me asuste... mi mente no logra entender nada, escribo la respuesta a
los postulados, rayo como puedo en la carpeta y…

APUNTES DE MASLOW.

UNIVERSIDAD DE SAN ANTONIO ABAD.

02 DE SETIEMBRE 2018.

Veo como este chico ojeroso se sienta con absoluta voluntad, nunca había visto a
nadie tan ojeroso, tan descuidado, tan torturado... siempre usaba guantes y cuando
me contó que le sucedía lo entendí. No tenía uñas, el relato fascinante de este chico
es que dice que una presencia extraña lo atormenta, no le deja dormir, pero que
logra complacerlo con la matemática, es por eso que está aquí, porque le he
preparado 3 postulados matemáticos que no tienen sentido ni solución.

Mis estudios en la Universidad de Miskatonic sobre la Matematica fueron bastante


valorados, asimismo esta universidad tiene muchas historias que contar y muchas
mentes maestras a quienes acudir, le comenté a un colega mío de por allá sobre un
cuento de un niño con un monstruo detrás suyo, que no le dejaba dormir y que
habían relatos por aquí sobre eso. Inmediatamente mi colega se puso serio, él se
especializaba en la cultura Sumeria y me envió 2 jeroglificos. Al ver el 1ro, me
asusté. Vi una mancha en relieve, cuya inmensidad de bocas y ojos componían todo
su cuerpo, un ser de miles de cabezas, que estaban justo a la espalda de un niño.
Al ver el 2do jeroglifico, tomé mas en serio lo que pasaba... me quedé congelado:
Un teseracto, y el asqueroso ser con mas detalles, en medio de este cubo de 4
dimensiones. Entendí la relación.

INFORME MÉDICO.

HOSPITAL REGIONAL.

04 DE SETIEMBRE 2018.

El paciente parece estar sano, lo hemos sometido a todos los estudios que tenemos.
Pero no responde. Tiene la mirada perdida, no puede pararse, su corazón late,
muerde, mastica y traga. La resonancia magnética indica que su cerebro está
intacto. En resumen, el paciente no es un vegetal, la actividad cerebral es nula y el
sistema nervioso autónomo es quien lo mantiene con sus funciones vitales.

El 2do paciente esta completamente confundido, de rato en rato la euforia hace que
grite palabras inverosímiles. Será trasladado a Almudena, el Hospital de Enfermos
mentales para luego ser enviado a su lugar natal Massachusetts.

INFORME POLICIAL

COMISARÍA DE TAHUANTINSUYO

04 DE SETIEMBRE 2018.
... encontramos al profesor metido en su despacho, juntó con el cuerpo de un joven
estudiante con las manos destrozadas y sin uñas... El profesor tenía tambien las
uñas desgastadas, había rascado el pupitre donde se sentaba el joven, al parecer
quería borrar algo que el joven había rallado con un lapicero común...

LIBRO ENCONTRADO EN LAS LAGUNAS DEL TITICACA.

05 DE SETIEMBRE 2018.

El Necronomicon, el libro maldito… el libro que encontré y me dio tantas pesadillas.


Aun recuerdo esa página, esos dioses antiguos que infestan planetas: que
recolectan conocimiento, se alimentan de la información de sus huéspedes…
latentes consumen todo lo que pueden, envejecen y absorben todo lo que sabe…
prometiéndoles llevarlos a su Dios: engendran más huevos en las personas a su
alrededor y los empiezan… los hacen envejecer, y traen el infierno con ellos…
espero que mis últimas palabras se queden escritas en este altar… al huevo que
llevo en mi cabeza, le encanta saber más sobre ocultismo… y lastimosamente ya
no sé más, muchacho que mala suerte la tuya que nos condenaste a todos: debías
quedarte en tu fría granja y morir como los sacrificios antiguos, ahora ya nadie cree
en los dioses antiguos, ya nadie ofrecerá a la mitad población a algún primigenio…
ahora estamos solos como llegamos y nos vamos solos.

Ahora iré a encontrarme con su Dios, buena suerte a la humanidad.

ALFRED CHRISTHIANI TACO SOTO

(1992- )

Nacido en la provincia de Espinar, del departamento de Cusco. Bachiller de


Ingeniería Civil, emprendedor y amante de la lectura. Hizo 2 publicaciones de
poemas en el colegio en el boletín del mismo: del Colegio Jorge Chavez Chaparro:
autor del poemario: Bajo las alas de mi angel, el poemario: El bosque de los últimos
versos tristes.

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