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EN JAQUE

Luciano Scatolini

EN JAQUE

cien olando
Bellessi, Diana
Variaciones de la luz. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : Cienvolando, 2014.
200 p. ; 20x14 cm.

ISBN 978-987-45916-0-9

1. Poesía Argentina. I. Título


CDD A861

A mis padres Juan y Laura, por su amor incondicional.


A mis hijos Gio y Cami, que hicieron posible este libro.

Diseño
Laura Dubrovsky (interior)
María Gómez (cubierta)

© 2017, Luciano Scatolini


© 2017, Ediciones Cienvolando
Vidt 1819 PB "C". CABA
cienvolando@gmail.com

I.S.B.N.: 978-987-

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723


IMPRESO EN LA ARGENTINA
A MODO DE PRESENTACIÓN

“…primero hay que saber sufrir, después amar,


después partir y al fin andar sin pensamiento.
Perfume de naranjo en flor promesas vanas de un
amor que se escaparon con el viento…”
Naranjo en flor, Virgilio y Homero Espósito

No es un comentario de la obra de los vates de Campana


que se hizo célebre en la voz del “polaco” Goyeneche, es
apenas una presentación de los poemas de Luciano, que me
enviara todos los días en una suerte de “tormenta poética”
que conforma este texto que la colecta.
Luciano no “se acobardó como un pájaro sin luz”, y deja
poemas para mi “remontado asombro”, porque nunca antes
le había conocido esa veta escondida.
Los poemas nacen en tiempos volátiles, en que lo único per-
manente es lo transitorio de las relaciones humanas, la amis-
tad (como el amor) se transformó en un toma y daca; no hay
manera de sostener vinculaciones permanentes que no sea a
través de la fugacidad de los encuentros.
Luciano no cede a la indiferencia y –como el niño que fue–
se empeña en labrar su huerta. Recorre cada palabra y la cui-
da como el mejor orfebre, lo hace en un contexto de acele-
rado dominio de la tecnología, que impone condiciones al
estar dominados por el “patio de los objetos” (kusch), pro-
piciando menos espacios para la poesía en nuestras biblio-
tecas. Luciano escribe poemas y vence el rencor.
Sin embargo, en esta “escueta pequeñez sin nombre, estre-
chez sin medida, aterradora, es donde lucha y sueña y sufre

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el hombre y se inclina ante Dios y aun le adora”. Luciano PRÓLOGO
escribe y sueña. Un nuevo Habitar
Y a pesar del dolor, el amor siempre triunfa; pienso en la
poesía que “brota” incluso en circunstancias muy difíciles;
el amor surgido y expresado en la poesía desde los lugares La dimensión del dolor es lo que nos alumbra. Esto puede
de encierro, las historias de amor –aún no contadas– en los ocurrir muchas veces en la vida, o nunca. Si no ocurre, vivi-
campos de concentración. mos como burócratas y no como hombres. La belleza y la
Mañana Luciano tendrá su primer libro de poemas y, des- pasión (lo saben los poetas más que nadie) bordean a la
pués, su hijo Camilo podrá decir: “sí, mi papá hace escritu- muerte, sin caer en ella. La seducen. La enfrentan.
ras, pero es escritor de poemas”. La palabra es la clave, la forma en la que se dice la palabra y
que se porta en el alumbramiento. Si hay disociación entre
Juan Miguel Scatolini el cuerpo y la poesía, hay retórica. Hay racionalidad instru-
mental como la de un simple abogado que dice y escribe un
tratado de derecho. No hay poesía en la racionalidad instru-
mental. Poesía es otra cosa, poesía es encarnadura y la ima-
gen de un sueño en esta realidad. Cambio, acción, cuerpo-
palabra-memoria.
Luciano, es Lucho / con el alma / las tripas y la razón / lu-
cho con el cuerpo que cruje / con la angustia que grita /
con la vida lograda / nunca escondida. Lucho o Luciano
por salir al futuro o la vida, agarrarse del amor como quien
se cuelga de la soga de la Historia.
Si acaso así se presenta el comienzo de un poeta, Lucho, de
quien comienza la vida poética; en la noche o el día de
quien, como decía Borges en “Ajedrez”: (…) el jugador es
prisionero / (la sentencia es de Omar) de otro tablero / de
negras noches y de blancos días. // ¿Dios mueve al jugador,
y éste, la pieza? / ¿Qué Dios detrás de Dios la trama em-
pieza / de polvo y tiempo y sueño y agonía? (…) Luchar
es alumbrar el jaque mate, la huella de un dolor certificada
por el verso en algunos instantes de felicidad.

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Luciano escribe como poseso. Recibo versos en mi celular.
Lo festejo, algunos son con tono tanguero. Otros, herméti-
cos. No pocos, románticos, como todos los perros que es-
criben desesperados y roen un hueso nuevo. Parece un ejer-
cicio cotidiano, un poema por día. Los veo en facebook. Lu- Capítulo I
cho los comparte. Hay poemas para todos. ¡Hasta llegar al
libro! DOLOR
Querido Lucho. Con este libro hiciste un pacto. La palabra
poética no debe ser traicionada por la palabra instrumen-tal.
La poesía siempre está del lado de los humillados y venci-
dos. Esa es la poesía, como la tabla de salvación de un nau-
fragio imprevisto o quizás percibido por vos de antemano,
y que conduce al alumbramiento de un nuevo Ser. Al nuevo
compartir y estar en el mundo.
Pues nadie escribe sin pensar en un legado. Así como se lo
dedicaste a tus hijos y al provenir. Luego del jaque, la po-
esía gana la partida. El triunfo de la palabra, es un nuevo
Habitar.
Julián Axat

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El plan

Intento reproducir la escena del crimen


como si fuera un detective.
Así me zambullo en los rincones
del cerebro criminal.

Existe una fuerza que conduce al asesino:


naturalizando la mentira
y castigando el lirismo.

Para matar,
no le asisten las razones.
Ejecuta su plan y
lo cree perfecto.

Complicidad,
hipocresía, saña.
Pero también una puerta
saca a la luz el plan y sus mentiras.

Y ya no hay impunidad.

Porque han declarado los testigos y


los motivos resultaron falsos.

Justicia entonces.

Yo conocía al asesino.

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La visita Te espero

Durante algunos años hubo encierro, Cuando te espero se rebela el miedo


olores, miedos, traumas. se detiene el tiempo, me abrazo a una palabra de amor.

Eran tiempos de esperar Cuando te espero no importan las horas,


pero seguir soles ni vientos,
acumulando dudas. porque tengo tu risa, tu llanto, tus juegos.
Porque tu voz pregunta y
La voz de tu dulzura encaminó la incertidumbre, tus manos son la frágil caricia que consuela mi ser.
trajinó la calma, transformó la dimensión del tiempo.
Andaré por la vida.
Llegaste, libertad, a modificar lo propio y lo ajeno Cerraré los ojos, esperaré el momento,
para gozar y vivir. lograré abrazarme a tu esencia y los reinos
arderán.
Hay horas de visitas, nuevos ritos. Porque amándote, hijo,
sé que no muero.
Ellos recordarán mi mano, mis deseos, mi boca.

Estarán caminando juntos, andando la vida,


derrotando los miedos.

Porque aunque vuelva a haber visitas,


ya no volverán
aquellos “tiempos”.

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Resistencia Recuerdo

“La nostalgia es un cuarto


donde habita el insomnio...”
No sé cómo habrán de recordarnos
si a esta prueba la moldea el recuerdo.
Tantas veces recurriendo
a magos, brujos, rabdomantes, O si por recordar,
cuestionando la ciencia. precisa, intacta, luminosa y diáfana
te recuerdo.
Porfiando de saberes y virtudes,
tan audaces Si es el presente, la urgencia de estos pasos
casi despiadadas. o una meta inalcanzable
la razón de los recuerdos.
Para no entregarme a la osadía de comprender
que aunque no haya visitantes, Consternando ante la deserción
desertores, ni amores difundo el cometido de mi ser.
siempre estará
la vocación Para que haya otras maneras
que es patria, que es bandera amigables, humanas, ingenuas
también refugio de pintar pájaros y flores, de leer la historia y su dolor,
de quien ansía otras formas de mirarte por la hendija que proyecta tu belleza.
de invitar a la lucha, de rebelarse ante la entrega
para que el egoísmo no triunfe ¿En qué nos hemos convertido?
para salir de este encierro sin rejas. Una pasión lejana
tu enjundia y mi dolor se funden
Preso al fin de mí mismo. en el arte
que domina la conquista cotidiana
y es punto de partida para recordar.

Para que puedan recordarme.

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Locura de caminos sinuosos.

Niebla que obnubila y confunde al rabdomante


que entristece las laderas por las que transitan los enamorados.
Me han descubierto hablando solo
las voces son parodias, alaridos Pero yo que he renacido
se presentan en prosa, contemplo las luces que nos guían
entonan melodías. hacia la hermosura del poniente
al descanso de quien dio batalla
Espero la tarde y sus ausencias. a un tiempo en el que todos escapemos de la muerte.

He conquistando una paz inocente.

Las voces perduran en la lejanía


de los pasos que han partido.

Ya dispuesto a no volver,
a fugar de mí,
de los porqués.

Cansado de asistir
el santo que vigila
aquel corral,
donde el cebo intoxica la manada
que huye por el borde de la ciénaga.

Escapa,
maldice mi presencia.

Solo se ven atardeceres


recuerdos

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Juegos El castigo

Nuevamente el tiempo se presenta pendular, Ensayar y decidir.


se escapa entre las grietas.
Hay un momento, un espacio en que no estás,
Tiempo que transcurre veloz o se suspende sin desearlo en el instante en que cobrás distancia.
como no quise la ausencia, ni la angustia ni el desvelo.
Si la historia no es de dos,
Tiempo recorriendo las mañanas y los días si la magia no es amor,
buscando la certeza vos pudiste controlar todo el bien y todo el mal
desafiando el engaño. a la deriva de las amarguras.

Tiempo que es presente o el declive de los días Te juro felicidad para escarmiento
la cadencia de tus pasos que se alejan. y como quien busca lo opaco
descubriste la verdad:
Tiempo sin nombrarte, sin mirarte, en el inicio no era yo,
la sombra del recuerdo es letargo, es agonía. en la partida no eras vos,
la pasión crepuscular,
Tiempo al que ofrecí promesas un ser, una verdad
hoja en blanco, la dicha. y esos días por vivir,
dos motivos
Esa que me ofrece sus voces que me nombran, pero siempre inconclusos.
las caricias que me curan,
los juegos de mi pacto con los días. Si soñaste llegar,
si pudiste ser un náufrago,
Vida, tiempo. si un castigo te hizo renacer,
buscar luz dentro tuyo,
Ellos, es que siempre manda el corazón.
las razones de que no haya despedidas.

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Lucho Mañana será el día

Lucho con el alma, las tripas y la razón. Sé que te duele la poesía;


que un extraño entró en tu vida y
Lucho con el cuerpo que cruje y la angustia que grita, no hay clemencia.
con la vida lograda, nunca oculta.
Pero yo me amotino ante el engaño
Por ellos, sueño con ese mundo de padres y de hermanos.
por mi amor de padre
por su risa a lo lejos. Me resisto a declinar.
La verdad se impuso.
Sus manos me llaman, también sus fantasías.
Por ellos voy a ir
Lucho por nuestro tiempo sin vergüenza, sin dolor
y si lucho, vivo. Si siento, puedo.
(será justicia).
Cuando la noche nos invita a soñar
apoyo la cabeza en sus manos,
imagino la dulzura de su cuerpo,
el eco vivo de un “te amo”.

No importa la finitud,
la amenaza descarnada
ni la miseria de los dolores de antes.

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Basura La subestimación

Revuelvo entre las sobras que ha dejado el temporal Subestimaste el amor.


ansioso entre la nada y la duda, Subestimaste la pena.
busco un sonido, un signo
y convierto lo sólido en un aura. Subestimaste tu equivocación.
Subestimaste mi dignidad.
Son retazos, cenizas de un ardor que ya no es
de un pasado, de un motivo. Y subestimándome a mí
lo hiciste con vos misma.
Vuelvo a remontar, a ser y a mirar.
Subestimaste la puesta del sol,
Allá se ha quedado la basura: la luz que irradia el encono.
inorgánica,
desangelada, Subiste a una estrella fugaz
convertida en ficción. (pero no hallaste la calma).

El temporal ha triunfado. Un sueño te despertó


pero subestimaste el reloj.

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Oscuridad Dolor

La noche baja el telón al desconcierto. Trato de escribir intentando otros descubrimientos.


Construyendo, poseído por la urgencia de llegar.
El insomnio dibuja en mi rostro He atravesado una tormenta.
una mueca
que separa lo que soy de lo que he sido. Quiso el tiempo
desafiar el instante de tu ausencia.
Se acerca la esperanza de un sueño,
en un instante la cabeza se echa a andar. Cuando pude confundir
tu esencia y tu palabra.
Esa vida en tu intimidad
sin dolor ni condena. Cuando pude apelar
a mil formas de mentira.
En mi reino hay
cenizas del amor Para no ver, para seguir entre los restos del amor
y hay un trono donde se posa tu esqueleto. y el espacio de los sufrimientos.

En mi tiempo no hay
disfraces ni disculpas.

Solo instantes de dicha.

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Extraño Contradicción

Estuvo tu cuerpo ensangrentado De este laberinto


tu mirada recorrió el espacio donde tropieza
estrecho que separa quien camina sin saber
la verdad de los sueños. dónde está el mal
quién hace el bien
Desde tu ilusión adormecida vas saliendo sin prisa,
no imaginaste el fin. deambulando.

Percibiste que había más heridos, Hay sitio para guardar


encontraste otras máscaras todo lo que has podido esclarecer
que la razón ocultó de aquel lugar. sin pérdidas
ni coartadas.
Ingeniosos,
aquellos deambulaban mutando el rostro
y negando lo que habían sido.

Ocultaron las heridas que el tiempo iría


a cicatrizar.

Y entonces, una doncella


quitó el velo
y derribó los muros del temor
para ser, para gozar.

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En pie

En pie. ¿Por qué? ¿Para qué? Capítulo II


Sos más que ese momento ESPERANZA
cuando dejaste de encontrarte.

Más que la luz


y todo el tiempo que estuviste sin mirar.

Ni anclado.
Ni perdido.
Ni urgente.
Ni esperando.
No en el piso ni en cuclillas.
Pero al menos nunca agazapado.

Siempre de pie.

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La piedad

“Hoy devuelvo el primer libro dedicado a quien fuera mi


esposa y madre de mis hijos, el que circunstancialmente
volviera a mis manos. “…quería que el primer libro
quede para siempre en tus manos. He tratado de recorrer
lo profundo, sufrir el dolor de los justos, conmover el al-
ma y siempre seguir abrazando sueños. Hoy que los mi-
nutos pasaron a marcar nuestros destinos, el instante se
convierte en eterno y quedará para siempre lo vivido. He
querido dejar algo, un testimonio, esta lucha por “ese
mundo más justo”, para que pueda ser vivido, sabiendo
que mi casa es mi trinchera…”. Hasta siempre, con la
fuerza que dan las convicciones. Luciano”. 7/3/2015

Y un día decidiste descender del ring


transitar lo liviano
experimentar otras formas de amar y ser amado
y no claudicaste
no entregaste
no abandonaste
simplemente te diste una oportunidad.

Optaste por la vida


ante la inevitable circunstancia de la muerte y el desamparo.

Y un día te animaste.
Y a la duda la conmovieron los “quiero”.
Y a la distancia la acortaron los “puedo”.
Para el prejuicio derrotaste el temor
y al corazón lo dejaste
ser nuevamente libre.

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Resiliente Dos razones

Un día encontraste tu lugar. Llené cada espacio del vacío.


Ya no te obnubilan el deseo ni la magia ni el desvelo, Inventé nuevas historias
decidiste la partida y el cambio de héroes y corceles.
para un nuevo comienzo. Vi en sus ojos el deseo.
Y al sentir sus olores, sus caricias, sus palabras de amor
Porque había luz comprendí que es sencillo lo complejo.
al fin del temporal
puestas de sol Si encuentro las razones
y un nuevo tiempo. que busco
me aferraré a la vida,
Estabas vos queriendo ser y viendo. al puro sentimiento.
Pudieron más el tiempo y el amor.

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Terapia Luz

“era la identificacion interior del hombre con su Dios:


o sea, consigo mismo y con sus ideas...”
Herejes, Antonio Padura
Ella me observa atenta
contempla e interroga.
Acá estoy
Irradia una luz natural que invita a entrar.
celebrando este encuentro
con el sol
Está allí, segura,
que perfila su brillo
aferrada a su arte implacable,
y su luz eterna
a una forma científica de oír.
ante los misterios que se reserva la noche.
Suelto las amarras
Voy dispuesto a brillar
estoy dispuesto al viaje
a gritar al mundo que está aquí
no importa si hay tifones en un mar embravecido o
gambeteando una nube
algún barco pirata
corrompiendo la inclemencia.
pensando en atacar.
Yo le ofrezco mis sentidos,
Cuando de su voz escucho
para que sienta su energía
hasta el silencio
aunque sea tan diáfana su inalterable forma
cuando de su pluma mi pesar se exalta
de permanecer.
entiendo que es el tiempo
de atravesar las entrañas donde anidan los miedos.
Infinitas son las formas de aproximarse al sol
cuando me sorprenda
Tiempo de que me lleve hasta ese lugar
la noche,
que imagino majestuoso
la oscuridad,
y deslumbrante
la tormenta.
dando paz al cancerbero,
ilusión al olvidado y tierra firme para amar.
No me quedaré esperando

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buscaré ese rayito Lo perdido
que me alienta.

Tampoco esperaré a la primavera


ni al reflejo que su ardor irradia Simulacro de un olvido
para ir a su encuentro guiño inconsciente del azar
para dar cobijo a las lamentaciones que llega a mis orillas
para encender la hoguera la infinita gracia de vivir.
que han dejado mis ancestros.
Tu implacable claridad resplandecía
insurgente en la lente de mi poema
y ese intento por llegar.

No importan los palacios que


anunciaron la partida, tu escalera errante
y esa fe que nunca se perdió.

Había palabras por soltar


miradas y
tu voz serena acunando un dolor.

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Fragmento Ahora

He recorrido abyecto Contemplando pasado y en un ardor sin freno


historia, predicción y profecías. se atragantaron los manjares que la marea
Procuré no traicionar las emociones, castigar la mentira. trajo a mi pesar.
Para ser esencia
he sido tolerante. Los carnavales fueron impugnados
Para el amor deshonrando mi presencia.
propongo la abundancia.
Tuve ansiedad por saberlo todo. Vi caer la tarde entre pinos, sabores y nogales
Tras la enorme miopía hay un milagro. en el camino sinuoso
que conduce a aquel sitio
Hay milagro. donde se aprestan carcajadas
Fui engañado y triunfé para honrar lo que resta. que tu inocencia
Tras una huella he caminado ya no podrá desalojar.
no sé aún
si al elegido. Consciente del minuto intenté azar y juramentos.
Quise escarpar mi alma
Pero como en los cuentos y detener la brisa
de ficción pero ya estaba amaneciendo
abrí nuevas ventanas al amor que se presenta entre tu voz y la pena en mi presente
como engañoso. despoblado.
Que se esconde entre tus velos,
que detiene el tiempo en las mañanas, Atento a pájaros y flores
que reparte coloridos
al sol y a la tormenta sobre el gris ya ahora encapsulado para pintar dichoso
su sabor distante, por el arte
su belleza en la carne de mis miedos. porque hay vida.

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En tu nombre Relato

Hay personas atentas y constantes Me enfrento a una hoja en blanco.


que inducen al encuentro en las mañanas He dejado atrás las crónicas oscuras.
cuando el sol es tenue Decidí escribir para salvarme
y acaricia las heridas y estoy acá
de una noche en un día soleado.
que resiste a las alianzas.
Recurro a la ironía, intento reír de lo que fue.
Hay personas Ya el tiempo,
para ofrecer el pan horneado sabio consejero,
ante la tibia claridad ordena las ideas
del día que se anuncia sin urgencia de acariciar tu mano
con un cielo limpio. ni de ensayar renuncias
o sucumbir ante miedos infundados.
Porque llegará la tarde
a aplacar urgencias y con luces He puesto en el lugar de las flores un camino,
que anuncian otro encuentro en el espacio vacante
aparecen “los te quiero”, y en el camino
personas sensibles y profundas. los ocultos sueños.
Amigas que sostienen candelabros
si hay ausencia. Para llegar, para el abrazo,
Que proyectan en tus ojos ya no me detiene la manada,
el ardor de su estar no me inquietan los ojos.
para que no permanezcamos solos
en la noche esquiva,
en la ilusión de las mañanas,
en cada tiempo que comienza
con su voz y su paz.

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Invitación En alguna esquina bien tanguera
en una plaza militante o
quizá en un recital
donde se cante la poesía
Mi instinto siempre dice la verdad, más cerca para saber si
se detuvo en el brillo de tus ojos. triunfa el instinto.

Te fui conociendo con alarmas, Esa llama ardiendo


en silencio. que no se apaga, que nos guía.

Entendí que una mirada tuya


me ha llamado a navegar por aguas calmas
sin riesgo de naufragar.

Porque en tus ojos


vi tus sueños
como alas.

Porque escuchando a Serrano


sabés que hay formas
tan sutiles de decir.
Y que si Benedetti
tocó tu alma
mi prosa camina hacia tu vida:
alerta, impaciente, luminosa
sin incomodar.

Defiendo las razones, tu verdad,


esa que nos lleve a conocernos
sin temores
presiento será pronto.

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Seis rosas rojas Diciembre y sus abrazos

Cuando te conocí conmoviste hasta mis huesos. Esperaré a diciembre


Decidí esperarte una musa luminosa así lo ha anunciado.
sin relojes. Al diciembre en que nací
Expuse mis valores, mis dolores, mi temor que anuncia la llegada del niño y del verano.
y acortando la distancia nos encontramos en un beso. A diciembre por su esencia
Buscamos los caminos de dar calor a quien se olvida
derrapamos sin querer. de asistir a cada encuentro al que la noche invita.
Pero ahí seguía estando A diciembre con sus flores impúdicas
en tu alma, en tu cuerpo. que explotan su belleza sin tapujos.
Y como en cada primavera A diciembre sin urgencias por aquello no cumplido
recordé que por cambiar de almanaques
íbamos a encontrarnos de olvidarnos del pasado.
con las rosas en mis manos A diciembre y sus playas
con tu nombre entre mis sueños con soldados de Girón
para acariciar tus manos para que nuevos héroes
para fijar tu alma hagan este mundo
con seis rosas habitable.
y en silencio. A diciembre para amarte
en algún acantilado
con la energía de tus sueños
con mis heridas en tus manos.

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Encargo En su ausencia

Cuiden su sonrisa y sus alas de pájaro. Quiero saber de ellos,


Cuiden sus caprichos de su mundo de niños,
que interrumpen el sueño. de la pelota que rueda
Cuiden su voz de flauta. en la calma y la paciencia.
Cuiden sus ojos profundos,
penetrantes e inquietos. Quiero verlos triunfantes
Cuiden su amor de niños, tan puro, tan sincero. entre corceles de piratas y
Cuiden sus manos libres castillos que no arrastra
que siempre vienen a mí la marea.
para encontrarme.
Y sobre todo cuiden Quiero poner en palabras
su alma en sus manos compañeras
su alegría la voz que trae la magia
sus sueños. de los momentos que vivo
sin la urgencia de abrazarlos
y mimarlos
porque están conmigo en cada instante
impregnando mi cuerpo
sin dolor
enfundados
de sonidos y recuerdos.

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Mi casa Deseo

En la mirada amiga Como nos dijera Brecht


en ese espacio nuestro hay personas que son
donde reina imprescindibles.
la alegría de encontrarnos
sin objetos Son las que un poeta contará.
que anuncien
vendavales de otros tiempos. Personas que, con solo abrir la boca,
llegan a todos los límites del alma.
En la idea abstracta de esperarte
espiando por hendijas o mirillas Personas, momentos, lugares
ya el cielo contornea su grandeza. y esta vida nuestra
que nos invita todas las mañanas
Se alojó tu voz en mis mañanas a ensayar el día
tu susurro en los silencios. con el placer
del mate compañero
El sol no abandonó de la mesa servida
sus sueños de templanza para vivir soñando para contemplar
nuestro encuentro. el sol y la tormenta
para darle sentido a tus desvelos, esos
que vienen desde
el alma
por ese amor que
se escurre en los temores
pero nos espera otra mañana
tal vez más luminosa
incauta en el afán de conocernos
en estas pequeñas cosas

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transparentes y profundas Encuentro es de dos
como el ardor de nuestros sueños
por los que seguimos
caminando
atravesando los senderos Ese momento que no llega aunque deseamos
empachados de nostalgia que atraviese la puerta
o de ese sol que quema en nuestro cuerpo esparciendo su luz.
y fluye de abundancia
encriptando los silencios Entra con su brisa, su ternura incipiente y sus miedos a
con tu luz y mi constancia cuestas.
hasta que duela
conocernos... Yo la espero en silencio
sin pensar en las lluvias.

Tengo la mesa servida,


un coro de benteveos
anunciando su presencia.

Pájaros que he alimentado


para que esta noche acudan
y contemplen
esta forma tan libre de querer
para que prime
su luz,
su sonrisa de niña
y que ya no duela
conocerla.

54 55
Giovanna
“Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran
y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana.”
Eduardo Galeano
Ella me mira sin hablar,
entiende que
Mañana, la luz que nos envuelve y nos conmueve. estamos unidos hasta el fin.
Un mañana ilumina la certeza, Sin dilaciones
las cavilaciones del pasado y la dulzura de tu mano porque sí.
porque siempre es mañana,
porque aún sigo buscando. Ella repara el tiempo en su inocencia,
busca mi mano,
mi presencia de padre, esa que se ha visto amenazada
pero nunca claudicó.

Ella, que con sus juegos


me nutre de dulzura.

Ella, a quien conocí cuando aún no existía,


a quien soñé
mientras la esperaba,
que al llegar ha puesto la flor en primavera
con la que vencí
el miedo y los fantasmas de la noche.

Ella, que al despertar


pone la música,
derrota la rutina.

Ella que me enseña que así era.

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Para amarla, doy presente Camilo
para escucharla, aunque esté ausente.

Porque es así
porque sí De todos los nombres que dan sentido al apellido
amor de padre yo te he dado
que es amor infinito. el más justo de los nombres:

“CAMILO”

Y si un día no te nombro
ya no seré
seguramente
me habré ido.

Y ya no empuñare el parlante
que amplifica tu voz en mis oídos
ni saltaré la cerca
que nos separa.

Ese día
que no quiero, no imagino
retornará tu nombre
le pondrá dignidad al apellido.
Se reflejará la imagen de ese ser a quien amo tan
minuciosamente.

Cuido tu esencia, tu dulzura, los mimos.


Espero me recuerdes en tus manos
(herencia de mi padre que es mi amigo)
que atesores las palabras

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que nunca te escondí, Estabas ahí
que no sientas desamparo,
que la vida te entusiasme
que cuando camines
siempre lo hagas bien erguido. Sin buscarlo, sin saberlo
Yo sé que honrarás tu nombre te encontré.
que nunca olvidarás el mío.
Y que tu voz retumbará muy fuerte Una utopía
aunque yo ya no esté. que alimente tus sueños
de niño que escruta la vida
con el prisma que ensancha
su universo de juegos.

Corrías tras la pelota


como un globo terráqueo.

Celebrás la vida
en cada abrazo, cada beso
en los encuentros
siempre emocionantes.

Estaré protegiendo la esencia


que conforma tus cimientos
por un mundo
más justo
para que puedas defenderlo
con ilusión de padre
que alienta tu andar ingenuo.

Un futuro en el que ames la vida


pero con todos adentro.

60 61
Madre Y si digo madre
esa es la mía
la que celebro en cada abrazo
la que me ha parido
No dejamos de ser hijos. dos veces
Nos han parido la que consuela mis miedos
fruto del amor o el desengaño la que seca mis lágrimas.
y fuimos en su vientre
un solo cuerpo que respiró y creció
que el paso de los años ha moldeado.

He conocido muchas madres


y he admirado su sola condición.

Madres
para cuidar lo que crece,
alimentar al que llora,
abrigar del frío y defender de los
pecados.

Madres presentes
ahora y siempre
en la ronda invicta
con sus pañuelos blancos
como quien mece a su hijo
para nombrarlo.

Porque el nombre
que dice una madre
es amalgama entre los labios.

62 63
Laura y Juan Y juntos construyeron
mi trinchera,
custodiaron los tesoros
indignados.
Ella acaricia mis manos
me acuna sin tiempos. Tal vez haya una manera
la que busque
Él la observa atento para que puedan sus voces ser
se revela (o rebela) eternas
enciende el fuego. y las escuche en cada noche
en la que no concilie el sueño.
Ellos soñaron
buscaron
y pudieron.
Dieron fruto a su encuentro
esperanza de lo eterno.

Ella es fina, elegante y distinguida,


va andando
encontrando sin miedo las salidas.

Él se refriega las cicatrices


encarna la utopía
propone los poemas.

Ella observa y atenta me cuida.

El empuña las armas


que ha encontrado
(para enfrentar a nuevos dictadores).

64 65
Julián Alegría

a Julian Axat a Soledad Garriga, que es arte

En un alto del camino Definamos la alegría:


me detuve a analizar. en la magia de este encuentro
Permití que tu letra mezcla de sol, atardeceres y recuerdos.
impregne mi urgencia adolescente
donde la palabra Defendamos la alegría
justa que es la esencia de nutrirnos,
de tu escritura libre de amasar la vida
de tu voz amiga con fragancias puras
de una forma noble que quedan impregnadas
de celebrar la vida en la sordidez de las mañanas
porque así nos soñaron, en la tela que te llama
en un mundo de poetas y hermanos. en la voz perpetua que acaricia el alma
por la que estamos juntos
Tu voz retumba sin mapas
en esa huella noches ni distancias
para no olvidarnos celebrando el arte
que sin dolor no hay fuego desafiando la abundancia
que sin pasión no hay miedos. porque estamos tan colmados
de incienso, yerbas y esperanzas
Porque sé que estás allí que no nos detiene
reluciente el grito ni la mano que amenaza
(nunca domesticado) para estar siempre presentes
preparando nuevos arsenales hoy y siempre
de sueños. refundando
los caminos
con tu pincel ensangrentado
con mis letras empañadas.

66 67
Capítulo III
FUEGO
“Al hombre público, muy especialmente al político, hay que exigirle que true-
que, una confusión de máscaras, un mal ensayo de comedia, en que nadie sa-
be su papel. Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra
máscara sea en lo posible obra vuestra, haceos ella vosotros mismos para evi-
tar que os la pongan -que os la impongan- vuestros enemigos o correligiona-
rios; y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el
rostro, porque más tarde o más temprano, hay que dar la cara”.

Antonio Machado
Soledad

Pintaba paisajes urbanos


calles con edificios
sin figuras humanas.

Estaba decidido a reflejar


la soledad
del mundo
donde en realidad
hay personas que no vemos
(que se han hecho invisibles)
que la misma ciudad se ha devorado.

Y a veces me pregunto
si la ciudad no es la cárcel del individuo
con sus rejas, sus guardias, sus esclavos.
De esta moderna esclavitud
a la que estamos todos condenados,
invito a liberarnos.

Quitemos de nuestras almas


los cerrojos.

Es necesario
insistir con la risa,
caminar de la mano
mirando sin temor
para ver al que sufre

73
al que tiene frío y hambre La ciudad
o lleva las heridas abiertas.

Porque si no abrimos los cerrojos


si no damos cobijo al olvidado Se impregnó de grises el olvido
seguiremos siendo esclavos. y las calles de añoranza.
Los olores ya no marcan los caminos.

Petulante entre mis ojos,


la dimensión errante
de un espejo que se fue.

Has vuelto a los lugares


a la esquina aquella
a las entrañas de un lugar empobrecido
donde ya no hay sueños
ni ocultos amores.
Donde deambulan
los poetas
las estatuas y los nidos.

74 75
Tiempos Convocatoria

Era en los inicios Convoco a la utopía permanente


de un largo silencio, a ser, parecer y transformarse
de abrazarme a las incertidumbres. en verdad, en esencia,
Ya no había nostalgia en la despedida en lucha innengociable.
solo sus manos, abrazos, alborozo.
Los convoco a derribar los velos
La voz a la que tanto había temido a transitar por estrechos caminos
ya no anuncia muerte desafiando a la noche.
pero está ahí,
potente Los convoco a la esperanza
celebrando vida a la risa, al llanto que purifica las almas
con nuevas canciones y otros repertorios, porque los convoco a estar vivos para seguir peleando.
trincheras
para estar ente los pliegues que han dejado Y si no hay encuentro,
sabios que hostigaron dictadores. si no triunfa el encanto,
Que desafiaron el triunfo inevitable de cipayos convoco a la dignidad en la derrota
fabricantes de pobreza y que es solo un puente
de esclavos. que atravesará el horror.

76 77
Coherencia 30 mil razones

¿Dónde están los consecuentes, No es perenne lo vivido,


los cruzados, los ausentes? no es en vano.
¿Dónde vibran las heridas No hay excusas.
que son causa, que son vida? No me dejes
hermano, compañero, amigo.
¿Estará solo el desahuciado? Yo te espero
¿Marchará una columna hacia la muerte? yo te cuido
Por salir de esta agonía y hay razones:
mezcla de indiferencia y rabia. las de siempre, las del otro, de uno mismo.
Hay historia, compromiso y un sentido.
Por el grito consagrado No me dejes
sin excusas, sin esclavos. si hay dolor, angustia, heridos
si hay lucha, murgas
Dando cuenta del presente en una lucha y nuevos retos.
para rescatar una vida de
grandeza No me dejes que la luz aclara, que me llama tu voz
donde no habite la abundancia. y hay infancias urgentes.
Que son tantas las razones que me llevan a seguir.
Por las luchas de antes
por la amenaza al futuro.

Que no falten los valientes


que se espanten
y si hubiera infiltrados
que no tarden en volver
a sus paraísos.

78 79
En jaque que tu voz no abraza a los desamparados
todavía estás intacto
“También el jugador es prisionero en tu dulzura,
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
paciente ante la duda
de negras noches y de blancos días...”
y sabio en los encuentros.
Ajedrez, J. L. Borges

Dispuesto a dar
la Paz.
Hay movimientos tenues,
se perfila un final.

Quiero conocer la espesura


de tu aliento en agonía.

Para empezar, declaro la guerra


a sicarios, bandidos, traicioneros.
A los entusiastas predadores
y a los mercaderes del lugar.

Confirmo mi presencia en asambleas.


Busco razones y doy sentido al arsenal.
Conozco de conjuros y de hombres oxidados
no dispuestos a pelear.
Converso con las flores
me deleito en silencios.
Esculpo la figura de otros soñadores que se alistan.

Y ahora hay ruidos diferentes,


el eco llama a no dejarnos arrollar
porque aunque parezca
que otros han minado los caminos

80 81
Ilusión Brisa

No hay final, solo una línea imaginaria Era como una luz
donde termina. Algo está empezando. imperceptiblemente luminosa
se asomaba sin buscarlo
Correr el velo, transitar livianos, y corroía la espesura que había
ilusionarnos, dejar atrás los miedos. alejado mi ilusión de niño
la suave
Hay balances, náufragos e inquietos brisa
valientes, predadores y hasta ingenuos. que transforma
en esperanza la grandeza
Pero estás vos: perseverante, amigo, compañero impiadosa
sin almanaques. del desierto.
Sin urgencia por terminar.
¿Cómo habré de andar ahora
Porque siempre estamos naciendo si los pájaros me traen melodías que me alejan del silencio,
quiero que lleguemos juntos si tu voz puso en mi alma
y multipliquemos nuestros sueños. estrofas de canciones?

82 83
Balances Celebraciones

Todo está por ocurrir Qué olviden mi aureola de llovizna


y nada es cierto mi túnica de lágrimas
mi única libertad es este espejo ya no la uso:
que me propone
un arte exacto y un disfraz. incómoda es la pena
convertida en escarcha.
Interpreto el papel de tu albedrío
porque leyendo mis labios Que se cristalice por fin
yo converso la imagen
con el todo y la nada que has buscado
con la pasión de las cosas que entre atardeceres y follajes.
no han muerto
con la duda que causa en mí este encuentro Que no se nuble tu mirada
en el balance que proponen con la magia de un ropaje.
los que libran la batalla
soñadores de las noches, Que celebres cada encuentro
urgentes gladiadores, con tu pasión de musa inspiradora
triunfadores de la vida para dar letra y sentimiento
que han triunfado sin saberlo. célebres que has buscado
(solo doliendo habrás llegado)
no habrá insomnio
tu vida es la esperanza
tus sueños, tu grandeza.

84 85
Autorretrato ensayando otra función
para ese sueño
que es abrazo, que es respuesta.

Nuestra vida está llena de otras vidas


como esas piedras junto al mar
cubiertas de formas que vivieron.

Otro labio se presta al labio nuestro


y por fin
vocifera la respuesta
tan tuya
como esa soledad
que no es ni llanto ni espera
pero que da cabida entre sollozos
por esa inmensa lejanía
que convierte en polvo y paja
los brotes florecientes de trigales,
las amapolas petulantes de las sierras,
la indiferencia
con que se esculpen las razones.

Son la arrogancia del hombre atormentado por dolores


y sus muecas de perdón.

Cuando el llanto se convierta en la respuesta


a tu grito de furia
a la cercanía de estas fiestas
habrá alguien como yo
buscando,
entonando un mismo canto,

86 87
La obsesión no pasarán con armas los soldados.

Llegaremos todos
a un paraíso
Contaban mis ancestros sin mendigos, sin esclavos.
que algún día llegaría,
tal como lo soñaban
sin disfraces, sin mentiras.

Habían derramado esencias


expandido su voz
intentaron munirse de otras
yerbas
ingerir mieles que solo su fragancia conmovía.

Bucearon por las aguas más profundas


allí
donde encallaban las noches y naufragaban los misterios.

Del bosque extrajeron los encantos del sol en el poniente


tiñendo los follajes, ocupando cada espacio
que la espesura no escondía.

Pero llegaría la primavera


y esa flor incipiente
para anunciar sin más secretos
bien en alto las banderas
que si estamos más atentos
a la mirada paciente del baquiano
al canto sostenido de la tierra
ya no

88 89
A los ojos Repiqueteo

Hay golpes tan fuertes en la vida, yo no sé...


Hubo un instante César Vallejo
en que no sostuvo la mirada
como si una suave brisa
corriera del foco Aparecen murmullos
la luz que una vez esos ojos irradiaron. mendigos
ventolinas
No fue necesario descubrir pobres hombres de espinas tan delgadas
la última escena que ya no se atragantan ni lastiman.
para entrar a la deriva.
Van coreando cantos infantiles
Aquel náufrago (si al menos rompieran la rutina...)
tu sombra del que a su labor
ya no existen. se empeña
se aplica
De los sueños, las cenizas sin indulgencia
del pasado, perdura la mirada
aunque haya negado mi existencia, con respeto por la historia
apagado la luz que me alumbraba. que creímos devorada
con la saña de profetas que anunciaban su arribo
Ya no negaré que hundí mi llanto o su partida.
en la mano azarosa
que me tienden, Ya no huyas,
que corrí los velos de mi cuerpo para anclar no te escapes.
donde el río ya no trae correntada No te mienta tu mentira
para que mis ojos brillen sin desvelos la tragedia
sin cambiar de sentido del que espera el buen remanso,
la mirada. la lluvia de verano,

90 91
la misión alada Antes y después
para dar consuelo
a tanto sufrimiento,
a tanta hipocresía.
I

Después de dejar mi casa


me refugié
en el espacio del silencio.
En la intersección justa
de la duda y la certeza,
entre la luz tenue que asomaba
y un desierto de promesas.

Caminé
incómodo por dunas movedizas
y sitios descampados.

Tuve miedo del recuerdo de las cosas


que se fueron y que el río
ya había contaminado.

Pero llegué hasta una entrada


pidiendo a gritos tu clemencia
soltando en cada frase
partes, fragmentos
de una marcha triunfal
potente en acordes
profunda y coherente
para que esa puerta se abriera

92 93
y olvidé las estrofas que alejaban Algo que contar
la voz tan dulce de la
esencia.

Durante años
los buscadores de tesoros
II recurrieron a prácticas milenarias
supersticiones
para hallar
Después de los lamentos piezas perdidas
desanudé el silencio en travesías
acaricié mi alma por mares, sierras y ciudades
hice del dolor un relato cuentan que un día ya cansados
para ser contado del trajín,
en el frío lacerante del invierno, de buscar y no encontrar
en la noche más cerrada. partieron sin destino
Para recibir tu voz serena, con afán de cambiar
la calidez de un solo beso. piedras por azares
Y llené de abundancia y se reconvirtieron:
la gratitud del cuenco. ya el reflejo no los obnubila
ni
Descansaron ya los pájaros. los inquietan los caminos del deseo.
No le cantan al lamento,
entonan con firmeza un canto alegre, Están ahora atentos
estrofas sueltas. a los olores que brotan de la hierba
porfían
que la noche es tan corta
(como la luz que se enciende en su presencia)
y ponen un manto de colores sobre el niño
para que el frío
nunca esconda

94 95
la ternura invicta No te calles
que su figura
representa.

No te calles en otoño
que tu palabra
abrigue la soledad de los follajes
la tristeza de los buenos.

No te calles
hermano, amigo, compañero
que haya voces
para llamar
por su nombre
al niño huérfano
a la historia esquiva
a la sangría despiadada
a la ilusión
a la Paz
a la alegría.

No te calles
en la brevedad de los recuerdos
que celebran
el mar calmo
mojando con sales naturales
la incipiente curación de tus heridas.

No te calles hoy y siempre


para que la autoridad de tu existencia
inunde en abundancia

96 97
las verdades escondidas. Adaptaciones

Celebrando cada encuentro


azaroso
insurgente Durante generaciones se ha creído
sin excusas que los padres
para que podamos ser felices son educadores
en la contracción de sociabilizacion primaria.
en la duda
en la espera. Que definen reglas y rituales
que aportan la razón
y disciplina.

Encausan esas almas nobles,


dan escarmiento, discurso y profecías.

Cansado de buscar en los manuales


emprendí nuevos horizontes
para no anclar
donde se frustran
los enjundiosos
estudiosos de teorías.

Y transitando por lo intenso de estos días,


aprendí
que es tan fugaz la vida en vacaciones
como permanente el recuerdo
de los castillos de arena
de la pelota rebotando donde sea
de la sonrisa que descubre
de las noches donde crece la marea.

98 99
Y de cómo ellos van creciendo Salida al Pacífico
en su ilusión
que enseña a respetar
el tiempo
la voz pausada Se abrió una ventana
la sencillez de la presencia. en las tierras de Neruda.

Así es de sabia Vacilo la inspiración


la niñez. e inquieta la calma
atravesó la distancia
que separa los versos de mi alma.

Traían aromas penetrantes


esos que solo llenan
los muchos mundos
a los que arrastra la marea
en su afán desesperado de alejarse
a tiempo
de horadar las bases
de refundar la tradición:
llegar para alejarse.

Aparecían figuras difusas en


la inmensidad del agua clara
eran siluetas, navíos que se alejan
como la tormenta en primavera
moldeaban el paisaje entre corales, aguas vivas y la voz
que me condena.

Nos convoca esta forma de mirarnos


de apreciar al ambulante

100 101
que va vendiendo a gritos Quiero
en la necesaria insolación
de las horas de la siesta.

Ahora camino hacia el poniente Quiero ensanchar el huerto,


entre los viñedos que se abrazan a la sierra. que quepan las amapolas
los siempre verdes
Vamos buscando otros caminos las alegrías y
hacia el sueño inalterado los intentos.
grabado a sangre y fuego
donde un estupor se hizo leyenda Quiero gritar tu nombre,
por su dignidad escarmentada en la distancia agria
la voz del hombre que nos llama en la noche inmensa
estaba Allende allí esperando en la burda inercia
en la soledad de La Moneda. de los silencios.

Quiero acortar distancias


para encontrarte
entre los recuerdos.

Quiero insistir en dicha,


que no se esconda
entre los pliegues
que no se acabe
la risa.

Quiero cantar por vicio


de estar tan cuerdo
para poner la estrofa más entonada,
para arroparte entre los silencios.

102 103
Quiero salir de gira
con las mochilas
cargadas de ruiseñores y
benteveos,
pájaros tan leales ÍNDICE
que solo entonan
el canto nuevo.

Quiero esculpir tu rostro


para acariciar las formas
de quererte
así
artesanalmente,
como te quiero.

104
CAPITULO I / DOLOR

El plan / 15
La visita / 16
Te espero / 17
Resistencia / 18
Recuerdo / 19
Locura / 20
Juegos / 22
El castigo / 23
Lucho / 24
Mañana será el día / 25
Basura / 26
La subestimación / 27
Oscuridad / 28
Dolor / 29
Extraño / 30
Contradicción / 31
En pie / 32

CAPITULO II / ESPERANZA

La piedad / 35
Resiliente / 36
Dos razones /37
Terapia / 38
Luz / 39
Lo perdido / 41
Fragmento / 42
Ahora / 43
En tu nombre / 44
Relato / 45
Invitación / 46
Seis rosas rojas / 48
Diciembre y sus abrazos / 49
Encargo / 50
En su ausencia / 51
Mi casa / 52
Deseo / 53
Encuentro es de dos / 55
Mañana, la luz que nos envuelve / 56
Giovanna / 57
Camilo / 59
Estabas ahí / 61
Madre / 62
Laura y Juan / 64
Julián / 66
Alegría / 67

CAPÍTULO III / FUEGO

Soledad / 73
La ciudad / 75
Tiempos / 76
Convocatoria / 77
Coherencia / 78
30 mil razones / 79
En jaque / 80
Ilusión / 82
Brisa / 83
Balances / 84
Celebraciones / 85
Autorretrato / 86
La obsesión / 88
A los ojos / 90
Repiqueteo / 91
Antes y después / 93
Algo que contar / 95
No te calles / 97
Adaptaciones / 99
Salida al Pacífico / 101
Quiero / 103
En jaque de Luciano Scatolini
se terminó de imprimir en de 2017

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