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Adolescencia, adicciones y rock:

“cuando pegó esa sensación quedamos


en presencia de la ausencia de dolor” 1
Clara Nemas*

Presentación sólo de los medios sino también de los cole-


gas que nos reunimos en las instituciones
El origen de este trabajo está relaciona- para pensar y ofrecer nuestra experiencia
do con una tragedia ocurrida en Buenos para el tratamiento y contención de las per-
Aires que tuvo el impacto de una catástrofe sonas involucradas en esta tragedia.2
social. El día anterior a Año Nuevo casi 200
jóvenes y algunos de sus familiares murie- Cuando pensamos psicoanalíticamente,
ron en el incendio de un ‘boliche’ mientras intentamos comprender a una persona sin-
tocaba una banda de rock popular llamada gular con una adicción, en todo caso trata-
Callejeros. Los psicoanalistas fuimos convo- mos de establecer nexos entre la influencia
cados por esta tragedia, tanto desde el inte- social y la trama mental de nuestros pacien-
rior de nuestros consultorios como desde la tes. Sin embargo, al compartir nuestras
experiencias hacemos generalizaciones teó-
sociedad que esperaba algunas respuestas.
ricas que en un camino de ida y vuelta irán
Uno de los temas que más se comentó fue
enriqueciendo nuestra clínica.
la creciente preocupación por el consumo
de drogas entre los adolescentes y la apa- La salud, la patología y aún los dramas
rente promoción de su consumo por parte son algo que puede manifestarse o no de
de las bandas de rock. Para mí fue muy inte- acuerdo con las circunstancias de la vida.
resante, y a veces sorprendente, escuchar Nunca es esto más cierto que en la adoles-
las variadas respuestas y comentarios, no cencia. Esto hace necesario que discrimine-

1 De la letra de la canción Sé que no sé del grupo de rock Callejeros.


 Psicoanalista (ApdeBA)
2 Los discursos sociales podrían dividirse en tres tipos: el medicalizante, que dispensa al toxicómano de toda responsabilidad en tanto
enfermo necesitado de tratamiento, la banalización con su cuota de complicidad bonachona producto quizás de un cinismo incons-
ciente y de complacencia estética, con una valoración de la belleza lánguida de la delgadez y del descuido y el análisis paranoico que
tiene su vertiente más obvia en las campañas publicitarias contra el consumo y la mirada escandalizada de algunos adultos.

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mos entre aquellas situaciones que involu- La temporalidad es una de las categorí-
cran a toda la personalidad -adicción crista- as a la que se han referido casi todos los psi-
lizada- de aquellas situaciones episódicas coanalistas: la capacidad de espera, la res-
características de la adolescencia y que son puesta a la frustración y a la postergación
las que aparecen con más frecuencia en de la necesidad y del deseo, la capacidad de
nuestros consultorios. En medio de la turbu- comprender la caducidad de la belleza, el
lencia de la adolescencia, esta situación tiempo del duelo; el tiempo para adelante,
transitoria puede cristalizarse en pacientes de la esperanza para sostener la confianza
en quienes un aspecto más perturbado en los proyectos y el tiempo para atrás, de
toma el comando de toda la personalidad. la memoria y de la nostalgia. En la adoles-
¿Cuáles serían las características del cencia la relación con el tiempo se ve
mundo adolescente que pueden hacer a sus impregnada de una impaciencia intransi-
habitantes más proclives al consumo de gente. En los Seminarios Novara Meltzer
drogas?3 plantea que los adolescentes desean apode-
rarse del conocimiento y la sexualidad que
Y aquí es donde querría retomar el tras- sienten como expresión del injusto poder
fondo del que les hablé al comienzo. Decidí que los adultos sustentan sobre el mundo.
revisar las letras de las canciones de rock de ¿Continúa siendo así en estos momentos?
los grupos más escuchados en la actualidad, Parecería que para algunos grupos adoles-
ya que, como les comenté, había una idea centes no sólo estos privilegios relacionados
que desde esos grupos se promovía el con- con la sexualidad y el conocimiento se
sumo de droga. Tomé especialmente las encuentran devaluados, sino que la trans-
letras del grupo Callejeros como una base misión de la experiencia de los adultos está
para acercarme al estado mental relaciona- descalificada por la caída del valor simbóli-
do con las adicciones en el mundo adoles- co del maestro, en la medida en que éste
cente.4 Me interesaba discriminar si estas representa un aprendizaje por etapas que
letras expresan una simbolización que evi- requiere tiempo y paciencia. Esto podría ser
dencia el despliegue de un acto creativo o si simplemente la expresión de la brecha
constituyen una referencia directa y no
generacional, pero quizás lo novedoso es
transformada de la experiencia concreta.
que estos ideales adolescentes se sostienen
Seleccioné tres perspectivas desde donde también en la cultura por el valor otorga-
abordar la adolescencia: do a la pronta resolución de los problemas
y a una atracción por lo actual, lo inmedia-
- la relación del adolescente con el tiempo
to y aún lo efímero.
- la omnipotencia vis-à-vis la lucha contra
Pareciera que retornamos al contrapun-
la dependencia
to entre principio de placer y principio de
- el vínculo con el grupo adolescente. realidad: para gozar hay que hacer un

3 Quisiera aclarar que pese a que coincido con Donald Meltzer acerca de que el estado mental adolescente puede aparecer en distin-
tos momentos vitales, a los efectos de esta presentación haré coincidir el estado mental adolescente con la definición del mismo
autor, quien considera a los adolescentes como “esa feliz-infeliz multitud atrapada entre la desestabilización de la pubertad y la esta-
bilización de la adultez”.
4 Agradezco especialmente la colaboración del joven Federico Illanes, quien ha hecho una selección de letras de canciones que de
modo directo o indirecto se refieren al tema de las drogas en el rock así como sus lúcidos comentarios sobre las mismas.

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esfuerzo. Ese esfuerzo implica una capaci- ria. El propio cuerpo es esculpido como si
dad de espera y de tolerancia a la frustra- fuera una creación personal o mejor dicho,
ción de la satisfacción alucinatoria del para transformarlo en una creación perso-
deseo, pero sobre todo, el reconocimiento nal. En las adicciones, no sólo se sustituye la
de la ineficacia de la omnipotencia infantil, dependencia hacia el objeto humano por
algo que el adolescente no está dispuesto a un objeto inanimado, sino que se genera
admitir. La droga, y si somos sinceros, con un vínculo que se sitúa más allá del hambre
más frecuencia el tabaco y el alcohol que las y de la sed que corresponden al cuerpo
drogas prohibidas, provee de un objeto “dado” o recibido de los padres. Se crea
fácil de obtener y además indefinidamente algo que se presenta como un “nuevo ins-
renovable, lo que permite eludir la confron- tinto”, con una nueva fuente en el cuerpo
tación con los límites. que tiene que ver con la necesidad de la
La dependencia hacia los objetos y la droga y cuyo objeto está fuera del vínculo
lucha contra la misma absorben gran parte corporal primario con la madre. Como con-
de las relaciones humanas, tal como se secuencia, el paciente adicto sostiene que
expresan en nuestro consultorio. Pero es en no es el pecho sino la droga con quien man-
la adolescencia cuando esta lucha, confun- tiene una relación. Se disfraza de impulsivo
dida con la búsqueda de autonomía, algo compulsivo. Tal como describe magis-
adquiere una turbulencia mayor que en tralmente Melanie Klein en su artículo
otros momentos y se expresa en defensas, a Personificaciones en el Juego de los Niños,
veces extremas, contra la dependencia, que se genera una complicidad entre el ello y el
paradójicamente pueden llevar a la adic- superyó que transforma el deseo en una
ción. En la base de esta lucha contra la orden, mientras el yo se somete al vasallaje
dependencia está en juego una ansiedad, del superyó.
descrita inicialmente por Freud frente a la Tomemos finalmente el otro eje de la
amenaza por la pérdida del objeto de amor. discusión, el vínculo del adolescente con el
Melanie Klein retomó esta idea, pero le dio grupo. Meltzer sostiene que no importa
un giro particular al centrar esta pérdida en cuán delirante o antisocial pueda parecer el
el objeto bueno interno y por lo tanto en el grupo adolescente vis-à-vis el mundo adul-
núcleo de la integridad del self. to, se trata de una posibilidad de conten-
La lucha contra la dependencia de las ción en relación con los procesos de split-
figuras parentales adquiere en algunos ting del self. Este autor propone que es a
adolescentes una forma cercana al delirio través de la diseminación de las partes del
de autocreación del psicótico. En mi expe- self adolescente en los miembros del grupo
riencia clínica con pacientes anoréxicas que se ponen en marcha procesos sociales
(pero pienso que esto se puede hacer que promueven la disminución gradual del
extensivo a otras situaciones compulsivas de splitting, de la omnipotencia y la ansiedad
adicción), la negación de la dependencia persecutoria por medio de logros en el
llega a un intento de negar la escena prima- mundo externo.5

5 En la latencia, el niño proyecta sus vínculos con los objetos y así el mundo se parece mucho a la estructura familiar. En la adolescen-
cia, el joven proyecta aspectos de su propio self en los miembros del grupo que entonces refleja la fluctuante identidad adolescente.

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Al contener los aspectos escindidos y ca, triunfo y control omnipotente, permiten


proyectados del self, el grupo está al servi- que la elaboración de las ansiedades depre-
cio de asegurar los límites del adolescente sivas sea más progresiva y gradual. Este
frente al peligro de disolución de los bordes objeto, receptáculo de la proyección de las
de la propia identidad. Este intento de
ansiedades, ayuda a poder tolerar el dolor y
organización puede volverse rígido, perder
reduce su evacuación o evitación. Pero,
las características continentes y devenir un
grupo de supuesto básico con su caracterís- cuando las ansiedades son de una índole
tico ordenamiento jerárquico, negación del muy disruptiva o cuando el continente
paso del tiempo y relaciones sado-maso- (materno-grupal) que debiera recibir la
quistas. Bion considera que todo grupo proyección no es adecuado, estas ansieda-
puede estar sujeto a emociones que lo lle- des adquieren una cualidad -no sólo una
van a actuar como si compartiera ciertos intensidad- que las hace intolerables y que
supuestos básicos acerca de sus fines y pro- Meltzer describió como “terror” y a la que
pósitos. Él describe tres tipos de supuestos:
otros autores, como Tustin o Winnicott, se
el de ataque y fuga, en el que se supone
han referido como el temor a la aniquila-
que el propósito del grupo es luchar contra
algo o huir de eso mismo, el de dependen- ción del sentimiento de existir o de conti-
cia, con expectativas extremas de ser soste- nuar existiendo (“fear of an annihilation of
nido por un líder que proveerá para todos y the feeling of being or “going-on-being”).
el de apareamiento, con la implicancia de Sin embargo, hay otra cualidad de ansieda-
que el propósito del grupo es generar un des, las ansiedades depresivas, que han sido
salvador. Hay un continuo oscilar en el descriptas más recientemente en términos
grupo adolescente que refleja las oscilacio- de dolor mental, que si no son tolerados
nes del sentimiento de identidad y la ines-
aparecen como desesperación (despair),
tabilidad emocional de sus miembros.
sentimientos de vacío que reflejan la sensa-
Una base para estudiar estos fenómenos ción de aniquilación del self y la falta de
grupales se encuentra en la “jerga” adoles- esperanza.
cente, lenguaje idiosincrático que por un
lado es fuente de renovación del lenguaje, Quisiera presentarles en las palabras de
pero que puede funcionar como un ‘slang’ los jóvenes algo de esta angustia tal como
que excluya a los no iniciados y genere un ellos la describen, cuando pueden hacerlo,
espacio de marginalidad que al mismo en un lenguaje metafórico y simbólico pro-
tiempo los aprisiona. ducto justamente de la trama continente
En alguna medida este grupo podría ser que permite expresar estas emociones sin
un representante del “pecho inodoro”, sucumbir totalmente a ellas.
externalización de ese objeto parcial inter-
no en el cual es posible evacuar el exceso Van algunos ejemplos que seleccioné, de
intolerable de dolor mental para que el psi- los que leeré sólo algunos fragmentos para
quismo pueda sobrevivir. Las defensas que quizás podamos reflexionar sobre ellos
maníacas de negación de la realidad psíqui- en la discusión.

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Una nueva noche fría Sé que no sé


(2003) Callejeros
Se hizo emoción la inocencia...
Van quedando pocas sonrisas, cuando pegó esa sensación
prisioneros de esta cárcel de tiza. quedamos en presencia de la ausencia del
Se apagó el sentido, dolor
se encendió un silencio de misa. Sé que no sé
Menos horas en la vida, más respuestas a Pero simple
una causa perdida: Siempre opino igual
de porqué los sentimientos, vuelven con el Escribo sin razonar
día. Si lo que hago yo mismo
Solo, como un pájaro que vuela en la está bien o mal.
noche Se hizo emoción la inocencia...
(libre de vos... pero no de mí) cuando pegó esa sensación
Vacío, como el sueño de una gorra. quedamos en presencia de la ausencia del
Lleno de nada, sin saber dónde ir. dolor

Duro como un muerto en su tumba que


murió de miedo, Aquí no podemos hacerlo
por el valor de vivir. Andrés Calamaro
Las nubes no son de algodones y las depre- Morena con la piel de chocolate
siones son maldiciones. no dejaremos de ser dos amantes tú y yo
Te va distrayendo, te enrosca, siempre te llevo guardada muy cerca del
te lleva y te come. corazón
Te lastima y no perdona y en algún lugar Aunque digan que aquí no podemos
te roba la cara, hacerlo…
la sonrisa, la esperanza, la fe en las perso- Dicen que aquí no podemos hacerlo
nas.
Nunca quise apurarte y que te quemes mal
mis dedos sólo sirven para tocarte a ti
Presión Un beso otro beso y la pena se va con el
humo
Desesperación, desesperanza, ya nada te
y dicen que aquí no podemos hacerlo.
alcanza
y encima te hicieron caer en sus tranzas. “Justamente la cabeza es el territorio opri-
No te dan revancha, sólo quedan nervios mido
y el miedo a quedarte bajo esta avalancha.
Donde yo decido… Nada debería estar
Y todo te ayuda a aumentar...
prohibido!”
Cuando hay algo, hay algo que perder.
Creo que sé cómo hacer para resistir al
tiempo
sé cómo hacer para olvidar el dolor

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Espero que estas reflexiones resulten Resumen


invitantes para compartir ideas, despertar
controversias y abrir nuevos interrogantes. La autora propone reflexionar acerca de
Esta es la trama que nos sotiene en este tra- las características del mundo adolescente
bajo apasionante con nuestros jóvenes que pueden hacer a sus habitantes más pro-
pacientes cuando emergemos de la intimi- clives al consumo de drogas. Se plantean
dad del consultorio y nos encontramos con tres perspectivas desde donde abordar la
nuestros compañeros de ruta por estos adolescencia: la relación del adolescente
caminos parcialmente conocidos e inexplo- con el tiempo, la omnipotencia vis-à-vis en
rados del análisis. Pienso que un aspecto la lucha contra la dependencia y el vínculo
muy importante de estas reuniones es invi- con el grupo adolescente.
tarnos a reflexionar sobre nuestras tomas Se ejemplifica con algunas letras de las
de posición frente a problemas relaciona- canciones de rock de los grupos más escu-
dos con la sexualidad, las nuevas configura- chados en la actualidad, especialmente las
ciones familiares, la extensión de las adic- del grupo Callejeros, como una base para
ciones, los problemas de género y otros que el acercarmiento al estado mental relacio-
nos convocan con mucha fuerza desde la nado con las adicciones en el mundo ado-
cultura en la que estamos inmersos, que lescente. El interés es discriminar si estas
requiere de nuestro coraje para sostener letras expresan una simbolización que evi-
con firmeza la perspectiva psicoanalítica de dencia el despliegue de un acto creativo o si
observación, y de honestidad para revisar constituyen una referencia directa y no
nuestras ideas frente a la presión de lo polí- transformada de la experiencia concreta.
ticamente correcto por un lado y de los pre-
juicios regresivos por otro. Se propone que las ansiedades presentes
son de una índole muy disruptiva y adquie-
ren una cualidad -no sólo una intensidad-
que las hace intolerables y que Meltzer des-
cribió como “terror”, y a la que otros auto-
res como Tustin o Winnicott se han referido
como el temor a la aniquilación del senti-
miento de existir o de continuar existiendo.
Sin embargo hay otra cualidad de ansieda-
des, las ansiedades depresivas, que han sido
descriptas más recientemente en términos
de dolor mental, que si no son tolerados
aparecen como desesperación (despair),
sentimientos de vacío que reflejan la sensa-
ción de aniquilación del self y la falta de
esperanza.

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Bibliografía
Harris, M.: (1998) “Adolescentes”. Spatia Editoria.
Buenos Aires
Meltzer, D.: (1967)” The psychoanalytical process”.
Pershire. Clunie Press.
Moguillansky, R. “Escritos clínicos sobre perver-
siones y adicciones”.Grupo Editorial Lumen.
Buenos Aires- México
Nemas, C.: (2004) “El adolescente frente al método
psicoanalítico” Presentado en el Congreso de
FEPAL de Guadalajara, Méjico

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