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Los prisioneros Eduardo Galeano PROTECCIÓN EN CASO DE PRIVACIÓN DE LIBERTAD O

IGUALDAD

El Estado, que jamás va preso, asesina por acción y por omisión. Crímenes por acción: a fines del año
pasado, la policía militar de Río de Janeiro reconoció oficialmente que venía matando civiles a un ritmo
ocho veces más acelerado que el año anterior, mientras la policía de los suburbios de Buenos Aires
cazaba jóvenes como si fueran pajaritos. Crímenes por omisión: al mismo tiempo, cuarenta enfermos del
riñón murieron en el pueblo de Caruarú, en el nordeste de Brasil, porque la salud pública les había hecho
diálisis con agua contaminada; y en la provincia de Misiones, en el nordeste de la Argentina, el agua
potable, contaminada por los plaguicidas, generaba bebés con labios leporinos y deformaciones en la
médula espinal.

En la era de la privatizaciones y el mercado libre, el dinero se propone gobernar sin intermediarios. ¿Cuál
es la función que se atribuye al Estado? El Estado debe ocuparse de la disciplina de la mano de obra
barata, condenada a salarios enanos, y a la represión de las peligrosas legiones de brazos que no
encuentran trabajo: un Estado juez y gendarme, y poco más. De los otros servicios públicos, ya se
encargará el mercado, y de la pobreza, gente pobre, regiones pobres, ya se ocupará Dios, si la policía no
alcanza. La administración pública sólo puede disfrazarse de madre piadosa muy de vez en cuando,
atareada como está en consagrar sus menguadas energías a las funciones de vigilancia y castigo. En el
proyecto neoliberal, los derechos públicos se reducen a favores del poder, y el poder se ocupa de la
salud pública y de la educación pública como si fueran formas de la caridad pública.
Mientras tanto, crece la pobreza y crecen las ciudades y crecen los asaltos y las violaciones y los
crímenes. "La criminalidad crece mucho más que los recursos para combatirla", reconoce el ministro del
Interior del Uruguay. La explosión del delito se ve en las calles, aunque las estadísticas oficiales se
hagan las ciegas, y los gobiernos latinoamericanos confiesan, de alguna manera, su impotencia. Pero el
poder jamás confiesa que está en guerra contra los pobres que genera, en pleno combate contra las
consecuencias de sus propios actos. "La delincuencia crece por culpa del narcotráfico", suelen decir los
voceros oficiales, para exonerar de responsabilidad a un sistema que arroja cada vez más pobres a las
calles y a las cárceles y que condena cada vez más gente a la desesperanza y la desesperación.

Puntos de vista Eduardo Galeano PARTICIPACIÓN O IGUALDAD

Desde el punto de vista del sur, el verano del norte es invierno.


Desde el punto de vista de una lombriz, un plato de espaguetis es una orgía.
Donde los hindúes ven una vaca sagrada, otros ven una gran hamburguesa.
Desde el punto de vista de Hipocrates, Galeno, Maimonides y Paracelso,
existía una enfermedad llamada indigestión, pero no existía una enfermedad llamada hambre.
Desde el punto de vista de sus vecinos del pueblo de Cardona, el Toto Zaugg, que andaba con la misma
ropa en verano y en invierno, era un hombre admirable:
-El Toto nunca tiene frío -decían.
El no decía nada. Frío tenia, pero no tenia abrigo.
Desde el punto de vista del búho, del murciélago, del bohemio y del ladrón, el crepúsculo es la hora del
desayuno.
La lluvia es una maldición para el turista y una buena noticia para el campesino.
Desde el punto de vista del nativo, el pintoresco es el turista.
Desde el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe, Cristóbal Colon, con su sombrero de
plumas y su capa de terciopelo rojo, era un papagayo de dimensiones jamás vistas.
Desde el punto de vista del oriente del mundo, el día del occidente es noche.
En la India, quienes llevan luto visten de blanco.
En la Europa antigua, el negro, color de la tierra fecunda, era el color de la vida, y el blanco, color de los
huesos, era el color de la muerte.

Según los viejos sabios de la región colombiana del Choco, Adán y Eva eran negros y negros eran sus
hijos Cain y Abel. Cuando Cain mato a su hermano de un garrotazo, tronaron las iras de Dios. Ante las
furias del señor, el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció que blanco quedo hasta el fin de
sus días. Los blancos somos, todos, hijos de Cain.

Si Eva hubiera escrito el Génesis, ?como seria la primera noche de amor del genero humano? Eva
hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni
ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominara. Que
todas esas son puras mentiras que Adán contó a la prensa.
DONDE ESTÁN LOS DIOSES"

-"¿Dónde están los dioses?"


Preguntó el Pequeño, mientras se ocultaba con su familia en la caverna, de aquella noche de tormenta
primordial.
Y sus padres le enseñaron como hacer fuego para iluminar su historia pintada en los muros, y a danzar a
los dioses que un día llegaron a ellos y que se fueron con el tiempo de sus ancestros...
... y fue la mañana del primer día.
Luego el Pequeño preguntó a su tribu:
-"¿Dónde están los dioses?"
Y junto con sus padres atravesó un largo invierno en busca de un lugar para sembrar su futuro...
... y fue la mañana y la tarde del segundo día.
Y el Joven preguntó a su pueblo, mientras reía a orillas del río:
-"¿Dónde están los dioses?"
Y sus padres le enseñaron a someter a otros pueblos, a otros hombres. Construyó pirámides en los
desiertos, y en las selvas vírgenes construyó ciudades. Aprendió otros cultos y leyendas junto a sabios y
maestros que se perdieron con el tiempo y el viento del olvido...
... y fue la mañana y la tarde del tercer día.
Y el Hombre preguntó a los suyos:
-"¿Dónde están los dioses?"
-"Están en la vida" le respondieron, mientras apagaban la vida de sus hermanos.
Y el Hombre descubrió el origen de su forma. Aprendió a crear vida en sus laboratorios, con respeto y
sabiduría...
... y así fue todo el día cuarto.
Y el Hombre preguntó con desconfianza:
-"¿Dónde están los dioses?"
-"Están en el amor" le respondieron los sacerdotes mientras se llenaban los bolsillos con monedas y
almas de la inocencia.
Y el Hombre aprendió a amar a todo ser viviente que pisara el mundo o viviera fuera de él. Con amor,
sus ojos se volcaron a las artes, y ellas las alas del espíritu humano acicalaron con ternura... y fue la
mañana y la tarde del día quinto.
Y el Hombre preguntó a los niños que ayer reían, y ahora eran hombres que odiaban:
-"¿Dónde están los dioses?"
-"Están en la energía" le respondieron, mientras usaban el átomo para destruirse así mismos.
Y el hombre aprendió a creer en la paz, usó el átomo para bien; sanó a todos los pueblos y no hubieron
mas guerras en su corazón...
... y fue la mañana y la tarde del día sexto.
Y el Hombre preguntó al polvo de su cultura, a las ovejas sociales de su época:
-"¿Dónde están los dioses?"
-"En el cielo" le respondieron, drogados por su sometimiento a la religión.
Y el Hombre aprendió astronomía, hizo cálculos, tomó soles en sus apuntes y llegaría a lugares que
siempre quiso conocer. Y finalmente se apoderó del cielo y vivió en las estrellas...
... y fue la mañana y la tarde del séptimo día.
Y el Anciano preguntó a la multitud solitaria:
-"¿Dónde están los dioses?"
-"Están en el espacio y el tiempo" le respondieron tristes y cabizbajos.
Y el Anciano aprendió a controlar el espacio y el tiempo. Y su cuerpo fue como el brillo del sol, en donde
su pensamiento de luz ya no tenía fronteras, y podía estar en todas partes...
... y fue la mañana y la tarde del octavo día.
Y el Anciano preguntó:
-"¿Dónde están los dioses?"
...Y nadie respondió, porque él ya estaba por sobre el espacio y el tiempo. Y el Anciano comprendió que
la verdadera respuesta debía dársela a si mismo.
Y a medida que el Anciano buscaba a los dioses, iba creando en el camino nuevos cielos y nuevas
tierras; nuevos espacios y tiempos. Y en un pequeño mundo azul, que él había creado, hubo una
tormenta primordial, antigua y perfecta. Y en ese pequeño mundo azul, el Anciano escuchó a un
Pequeño preguntar algo que lo hizo sonreír y descansar:
"¿Dónde están los dioses?"...
UN CUENTO PARA DIEGO: EL GIGANTE FOM Y EL ENANITO LEN

Había una vez, hace mucho tiempo, en un lejano país al otro lado del mundo, un pueblito llamado
Iquima. En el pueblo vivía un enanito llamado Len, al cual la gente mala lo molestaba y a veces le
pegaba, solo por ser enanito. El pobre enanito Len se sentía triste, pues no tenía amigos. Él no podía ir a
la escuela porque no lo querían ahí; tampoco podía trabajar pues nadie le daba trabajo. Su casa era una
caja de cartón que había en un callejón. Era el lugar más seguro cuando aparecía el gigante Fom. El
gigante Fom aparecía por el pueblo dos veces a la semana, para sacar fruta de las ferias que habían en
el lugar. Se llevaba carretas llenas de fruta y a veces también se llevaba vacas y ovejitas, que los
comerciantes llevaban para vender.
Un día, cuando el enanito Len compartía un pedacito de pan con unas palomas, en una fuente de agua
cerca de la feria de las frutas, apareció el gigante Fom en el pueblo. La gente corría por todos lados
buscando algún lugar para esconderse del gigante. El enanito Len no sabía que hacer, pues su casita de
cartón estaba muy lejos para correr y ocultarse ahí. -"Oh! pobre de mí,el gigante me va a comer"- se
lamentaba el enanito Len, mientras se quedaba sentado en la fuente de agua.
Muy pronto el pueblo quedó vacío. Len miraba asustado al gigante Fom desde la fuente de agua. El
gigante Fom, mientras tanto, llenaba un enorme saco con frutas de la feria y desataba vacas y ovejitas
para llevarselas. De pronto, escucho que alguien lloraba. Buscó a su alrededor y vio al enanito Len que
lloraba. Se acercó al enanito y le preguntó -"¿Porqué lloras?". Y el enanito Len le respondió - "Porque
usted me va a comer".
-"¿Y tus amigos no piensan rescatarte de mis fauces?" le preguntó el gigante. A lo que el enanito Len le
respondió entre lágrimas -"Yo no tengo amigos, señor gigante". Entonces el gigante gritó con mucha
fuerza -"¿Alguien quiere al enanito Len?"- y nadie respondió. Entonces el gigante les dijo -"Entonces me
lo llevaré y volveré para comerme a uno de ustedes".
El gigante Fom tomó con mucho cuidado al enanito Len y lo sentó en su hombro. La gente veía con
mucho miedo como el gigante se iba con la fruta, vacas, ovejitas y el enanito Len. Se aterraban de solo
pensar que volverá para comerse a alguien del pueblo.
Al salir del pueblo, el gigante Fom le dijo al enanito Len -"No te preocupes, pequeño, no te comeré. Yo
tampoco tengo amigos, ¿quieres ser mi amigo?" y el enanito Len sonriendo le dijo que sí. -"¿Te comerás
a las vacas y a las ovejitas?" le preguntó Len al gigante Fom. El gigante no dijo nada, solo apuntó con su
enorme dedo al valle que se encontraba delante de ellos. La sorpresa fue grande para el enanito Len
cuando vio que todos los animalitos que se llevaba el gigante de la feria estaban felices en el valle. El
gigante se los llevaba para que no se los comiera la gente del pueblo. -"¿Y porqué te llevas la fruta?"
volvió a preguntar el enanito Len. Y el gigante respondió -"Por que no se cómo hacer para tener fruta".
Entonces el enanito Len tuvo una idea. Al llegar al valle, Len le enseñó al gigante a plantar las semillitas
de las frutas que el gigante se había comido antes. Luego llegó la lluvia y regó las nuevas plantaciones
del gigante y el enanito y, al poco tiempo, el hermoso valle verde del gigante tenía árboles frutales con
todas las frutas que se podían imaginar. El gigante nunca más fue al pueblo, pero la gente pensaba que
podía llegar en cualquier momento a comerse a alguien, pero el gigante lo dijo para asustarlos por lo
malos que fueron con el pobre enanito Len.
El gigante Fom y el enanito Len comprendieron que la verdadera amistad no se fija en las diferencias de
las personas.
Y todo esto pasó en un solo día. Y los dos nuevos amigos se durmieron bajo las estrellas, sabiendo que
no estaban solos.
CAEN BOMBAS PROTECCIÓN EN TIEMPO DE GUERRA

Las sirenas que anunciaban el bombardeo comenzaron a sonar. La gente corría, las tiendas cerraron sus
puertas, las madres llevaban a sus niños flameando en busca de un refugio y la tarde se convirtió en un
agudo sonido de alarma con agitadas marchas y contramarchas desesperadas.
Nicolás North, empleado del correo, fue uno de los tantos sorprendidos por las sirenas cuando estaba a
mitad de camino entre su trabajo y su casa. Cruzaba hacia el este de la ciudad después de haberse
detenido como todos los días a comprar el diario y algunos panes para acompañar su cena en la soledad
del cuarto que alquilaba en el barrio de los artesanos.
Volvía con las manos en los bolsillos de su sobretodo, con las noticias y los panes bien calzados bajo el
brazo, cuando lo sobrepasó el pánico general. Trato de correr, lo llevaron tres veces por delante y le
golpearon en las piernas con un niño. Caminó con pasos largos hasta la esquina y en medio de la
confusión vio, a mitad de cuadra, un buen lugar para ponerse a resguardo de las bombas. Ya se
escuchaba el motor de los bombarderos cuando no pudo caminar más; sus piernas se clavaron al piso
como si no respondieran a sus ordenes, y entonces algo brillante le nubló la visión.
El brillo se hizo intenso, lo cegó, se hizo destello, y el tiempo se detuvo. La gente que aún estaba en la
calle quedó perfectamente detenida en la precisa actitud que mostraban hacía unos segundos. A North le
llamó la atención estar como si se pudiera estar dentro de una fotografía de tres dimensiones. Un niño
había quedado flotando en el aire quieto, exactamente un segundo después de que su madre le diera un
tirón en el débil bracito para que avanzara con mayor velocidad. La mujer sólo contactaba con el
pavimento de la calle a través del tacón del zapato de su pie derecho. Las naranjas que un hombre
acababa de dejar caer en su desesperada carrera, se mantenían ingrávidas: tres a centímetros del suelo
y una apenas estallando incompletamente contra la vereda. El humo de un camión cargado con verdura
dibujaba en el espacio una nítida figura que se mantuvo perfectamente limitada al instante en que el brillo
había interrumpido el camino de North.
Podía verse la sombra de un pájaro volando estático a unos dos metros de altura después de haber
despegado del dosel de una ventana en donde las cortinas congelaron su flamear en una posición
imposible. El tiempo se había detenido, sólo avanzaba el sonido del motor de los aviones y la conciencia
de North.
- ¿Quién eres?- pensó Nicolás North
- Un ángel, creo que ese es mi nombre más conocido, pero tengo un número irrazonable de nombres
más. Particularmente pertenezco a un grupo asignado a situaciones como estas.
- Nunca había visto un ángel, no soy religioso.
- Sí. Digamos que no solemos aparecer así. Generalmente tenemos tiempo de cumplir nuestra labor de
un modo más humilde e imperceptible; sensaciones, pálpitos, decisiones, circunstancias, palabras en
boca de un amigo o un desconocido y muchas cosas más, pero esta vez no hubo tiempo para todo eso.
- No creo en los ángeles.
- Bueno, entonces realmente es curioso que te hayas detenido.
La figura sonrió y un hombre que estaba a mitad de cuadra reanudó su corrida hasta perderse en la
esquina opuesta sin siquiera notar que él era el único con capacidad de movimiento en todo aquel
paisaje.
-¿Tu fuiste quién detuvo el tiempo?
La sombra del pájaro se movió y este completo su recorrido hacia el capitel de una de las columnas que
adornaban la entrada de un edificio público.
- ¿Estás anunciando mi muerte? ¿Por qué detuviste mi marcha? Si eres mi guardián has fallado, puedo
escuchar como avanzan los aviones. Las bombas caerán antes de que pueda ponerme a salvo. Escucho
a los aviones, ellos no se han detenido; es más: allí están.
La aparición se hizo brillo absoluto y volvió a cegar a Nicolás North, cuando desapareció, el paisaje
completó su movimiento. Las naranjas estallaron contra el piso una tras otra; la madre alzó a su hijo y
corrió en dirección opuesta a la que había decidido North antes del brillo; el camión lanzó un humo final y
su conductor saltó de él rápidamente para buscar un sitio seguro; las sirenas reanudaron su ciclo sónico.
Las primeras bombas cayeron.
Nicolás North observó como aquel caos quieto volvía a su velocidad natural. Precedido de un silbido
penetrante, un estallido saturo todo lo audible. Varios segundos después, entre el polvo y las piedras que
seguían lloviendo, North vio como el lugar al que se dirigía antes de presentársele el "ángel" había sido
borrado de la faz de la tierra. Se sintió confundido, aturdido, y corrió desesperadamente. Casi dos
kilómetros llegó a correr North sin disminuir el ritmo. Sin darse cuenta de lo mucho que había andado se
detuvo agitado, su corazón latía como debió latir el del soldado que llegó a Atenas desde la aldea de
Maratón. Él había salvado su vida.
En realidad, no importa agregar mayores datos a esta historia. Pudo ocurrir durante cualquier guerra o
cualquier situación similar, antes o después de que él hombre perfeccionara sus fuerzas bélicas. Pudo
ser cualquier ciudad, cualquier pueblo que haya vivido o no pendiente de las sirenas de alarma. Nicolás
North, pudo llevar el nombre de Norman Nich, Narú Naskiri, Nasser Nalib, Nora Nesti, Nika Nakata o
cualquier otro.
Ángeles como aquel suelen aparecer en momentos así, esto es del todo cierto, a pesar de que quienes
los han visto olvidan el encuentro en el preciso instante en que estos desaparecen.
José M. Pascual
El Salmón IDENTIDAD

Es difícil ser un salmón, estar contra la corriente, viendo como todo y todos van en dirección contraria.
El salmón no puede unirse a todo eso, no quiere, sabe que así seria uno mas del montón, cometiendo
los mismos errores que es resto.
Él trata de demostrar que no tienen que ir todos hacia el mismo destino, y que no tienen que haber solo
dos direcciones, pueden haber mas, muchas mas, las necesarias para que cada uno que alguna vez
formo parte de esa mayoría, pueda probar que no esta escrito en ninguna parte, eso de unirse al mas
fuerte, porque es mejor así; eso no demuestra la fortaleza, ésta viene de hacer lo que se siente, lo que
uno mismo cree que está bien, y sin dejarse corromper, siguiendo sus propias reglas, que son nuestros
sentimientos, haciendo lo que a uno le parece lo correcto, como el salmón...
Leila M. Aisen
El mensaje del anillo PROTECCIÓN EN CASO DE PRIVACIÓN DE LIBERTAD

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:


- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero
guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación
total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un
mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero
darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de
desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió
pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un
inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en
palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era
invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio
este mensaje- el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas -le
dijo- manténlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no
encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su
caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran
numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y
un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya
podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje
tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le
perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto
es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras
habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y
reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con
música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy
desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para
situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes
victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el
mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había
desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche,
hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza
porque son la naturaleza misma de las cosas
Ser madre FAMILIA

... es aprender a hacer todo con una sola mano. Es comer tanto puré de zapallo y zanahoria como una
nunca comió en su vida. O despertarse sobresaltada el domingo de mañana, mirar el reloj e intentar
levantarse a toda velocidad para llevar a los niños a la escuela, sin darse cuenta que es un día de fiesta.
... es dormir con un solo ojo hasta escuchar el sonido de la llave de la puerta que anuncia que el hijo
adolescente está de vuelta en casa. Y adjudicarse la porción de torta más desarmada y el huevo frito que
peor salió. Usar el buzo que la princesa de la casa desechó por pasado de moda. Y reciclar el tapado de
hace años para poder renovar las camperas de los pequeños.
... es aprender otra vez la regla de tres y la acentuación de las palabras graves. Volver a armar
rompecabezas y conocer de memoria a todos los héroes de los dibujitos. Es planchar, freír milanesas y
resolver cuentas de dividir, todo al mismo tiempo.
... es darse el gustazo de recibir el primer beso con babas que aprendió a dar el bebé. Correr junto a un
hijo hasta quedar exhausta porque está aprendiendo a andar en bicicleta sin rueditas. Y reservar el
placer de verlo dormir como un oso. Ser madre es intentar tejer por primera vez para hacer una batita
amarillo patito. Y conocer a los hijos tanto hasta adivinar lo que piensan.

Ser madre es saber que una nunca más estarás sola...


El cofre encantado EDUCACIÓN

Hace muchisimos años, vivia en la India un sabio, de quien se decia que guardaba en un cofre
encantado un gran secreto que lo hacia ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso,
se consideraba el hombre mas feliz del mundo. Muchos reyes, envidiosos, le ofrecian poder y dinero, y
hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano. Mientras mas lo intentaban, mas
infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Asi pasaban los años y el sabio era cada dia mas feliz.
Un día llego ante él un niño y le dijo: "Señor, al igual que tu, tambien quiero ser inmensamente feliz. "Por
qué no me enseñas que debo hacer para conseguirlo"? El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño,
le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención. En realidad son
dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y estos son mi mente y mi corazón, y el gran secreto
no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida".
El primer paso, es que debes quererte a ti mismo, y todos los días al levantarte y al acostarte, debes
afirmar: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no
hay obstáculo que no pueda vencer: Este paso se llama autoestima alta.
El segundo paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres, es decir, si piensas que
eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas
que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces
propente metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama motivación.
El tercer paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su
meta, logra tu las tuyas.
El cuarto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará
ser feliz, tú perdona y olvida.
El quinto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las
leyes de la naturaleza, mañana te quitaran algo de más valor.
El sexto paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se
nos respete y se nos quiera.
Y por último, levantate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas
las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a
los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus
cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser
felices"...
Hazlo a tu manera PROTECCIÓN CONRA LOS ABUSOS

Un padre y su hijo pequeño llevaban un camello a través del desierto, caminando a su lado. El camino
era largo, el sol quemaba, y estaban cansados.
Se cruzaron con un hombre que los miró con asombro y les dijo riendo: "¿Por qué van los dos a pie en
vez de montar el camello? ¡Que tontos que son!". El padre y su hijo, entonces, se subieron al camello.
Al rato de haber montado al camello, los vio un caminante que levantó las manos horrorizado: "¡Como no
tienen compasión de ese pobre animal?! ¿Por qué lo hacen cargar el peso de dos personas?". Entonces
el hijo se bajó del camello, y siguió caminando a su lado.
Más tarde, un hombre los vio y le dijo al padre: "¡No le da vergüenza dejar a su hijito a pie, mientras Ud.
va cómodamente sentado?! ¡Padre desalmado!". El padre desmontó y puso a su hijo sobre el camello.
Luego se cruzaron con otro caminante que gritó escandalizado: "¡El hijo montado mientras su pobre
padre va caminando! ¡Niño irrespetuoso!".
No importa lo que hagamos, casi siempre habrá alguien que considerará que estamos actuando bien y
alguien que pensará que estamos obrando mal. Para evitar ser criticado ¿es mejor entonces no hacer
nada? Pero si no hacemos nada, ¡también seremos criticados!, y además ¿qué clase de vida sería esa?
Por lo general hay distintas formas posibles y legítimas para hacer las cosas. Mientras actuemos
moralmente, obremos según nuestro mejor saber y entender.
La actitud de una mula PROTECCIÓN CONTRA EL TRABAJO PERJUDICIAL O DISCAPACITADOS

Se cuenta de cierto campesino que tenia una mula ya vieja. En un lamentable descuido, la mula cayó en
un pozo que había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría.
Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la
situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo
pozo.
El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los insto para que le ayudaran a
enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo.
Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban
paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una
pala de tierra cayera sobre sus lomos.
¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!
Esto hizo la mula palazo tras palazo.
SACÚDETE Y SUBE. sacúdete y sube. sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma.
No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso
de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se
fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los
alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida
pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió
en su bendición, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad
Las dos gotas de aceites EDUCACIÓN

Cierto mercader envió a su hijo para aprender el Secreto de la Felicidad con el más sabio de todos los
hombres. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo, en lo
alto de la montaña. Allí vivía el sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una
actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una
pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de
aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas hasta
que le llegara el momento de ser atendido. El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le
dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese
un paseo por el palacio y volviese dos horas más tarde.
-Pero quiero pedirte un favor- completó el sabio, entregándole una cucharita de té en la que dejo caer
dos gotas de aceite-. Mientras estés caminando, llévate esta cucharita cuidando de que el aceite no se
derrame. El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio, manteniendo siempre los ojos fijos
en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio.
-¿Qué tal?- preguntó el sabio-¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que
el maestro de los jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi
biblioteca? El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido
no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
-Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo- dijo el Sabio-. No puedes confiar en un
hombre si no conoces su casa. Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear
por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las
paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que
cada obra de arte estaba colocada en su lugar.
De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto.
-¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié?- preguntó el Sabio.
El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.
-Pues éste es el único consejo que tengo para darte- le dijo el más Sabio de los Sabios-. El secreto de la
felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo pero nunca olvidarse de las dos gotas de aceite en
la cuchara.
Extraído del libro "El Alquimista" de Paulo Coelho
Aplastamiento de las gotas

Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón
con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué
hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el
cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía
no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes,
mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf,
deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me
parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa
nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
Julio Cortázar
Cuento sin moraleja

Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que discutía los
precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender muchos gritos de
vendedores callejeros, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas, y palabras para consignas,
esloganes, membretes y falsas ocurrencias.
Por fin el hombre supo que habia llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo del pais, que se parecía a
todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café.
-Vengo a venderle sus últimas palabras -dijo el hombre-. Son muy importantes porque a usted nunca le
van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro trance para configurar
fácilmente un destino histórico retrospectivo.
-Traduce lo que dice- mando el tiranuelo a su interprete.
-Habla en argentino, Excelencia.
-¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada?
-Usted ha entendido muy bien -dijo el hombre-. Repito que vengo a venderle sus últimas palabras.
El tiranuelo se puso en pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un temblor,
mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos especiales que siempre existen en esos
ambientes gubernativos.
-Es lástima- dijo el hombre mientras se lo llevaban-. En realidad usted querrá decir sus últimas palabras
cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar fácilmente un destino histórico
retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá decir, de modo que no hay engaño. Pero
como no acepta el negocio, como no va a aprender por adelantado esas palabras, cuando llegue el
momento en que quieran brotas por primera vez y naturalmente, usted no podrá decirlas.
-¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? -pregunto el tiranuelo ya frente a otra
taza de café.
-Porque el miedo no lo dejará -dijo tristemente el hombre-. Como estará con una soga al cuello, en
camisa y temblando de frío , los dientes se le entrechocaran y no podrá articular palabra. El verdugo y los
asistentes, entre los cuales habrá alguno de estos señores, esperarán por decoro un par de minutos,
pero cuando de su boca brote solamente un gemido entrecortado por hipos y súplicas de perdón (porque
eso si lo articulará sin esfuerzo) se impacientarán y lo ahorcarán.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que hiciera
fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte, los echó a
empellones y se encerró con el hombre, para comprar sus últimas palabras.
Entretanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un levantamiento
y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su glorieta preferida. Para que no
pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto pegandole un tiro. Después se pusieron a
buscar al hombre, que había desaparecido de la casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se
paseaba por el mercado vendiendo pregones a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular, lo
llevaron a la fortaleza, y lo torturaron para que revelase cuales hubieran podido ser las últimas palabras
del tiranuelo. Como no pudieron arrancarle la confesión, lo mataron a puntapiés.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas, y uno de
esos gritos sirvió más adelante como santo y seña de la contrarrevolución que acabó con los generales y
los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que todo aquello había sido una torpe
cadena de confusiones y que las palabras y los gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no
comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los gritos
resonaban de cuando en cuando en las esquinas.
Julio Cortázar
Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie PARTICIPACIÓN

Hay un viejo cuento con cuatro personajes: Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie.
Ocurre que había que hacer un trabajo importante y Todos sabían que Alguien lo haría. Cualquiera
podría haberlo hecho, pero Nadie lo hizo.
Alguien se enojo cuando se entero, porque le hubiera correspondido a Todos. El resultado fue que Todos
creían que lo haría Cualquiera, y Nadie se dio cuenta de que Alguien no lo haría. ¿Cómo termina la
historia? Alguien reprochó a Todos porque en realidad Nadie hizo lo que hubiera podido hacer
Cualquiera.
La ciudad de los pozos IDENTIDAD O LIBERTAD O PARTICIPACIÓN

Esta ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta.
Esta ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes ...pero pozos al fin.
Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en el que estaban excavados sino también por
el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior). Había pozos pudientes y ostentosos con
brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más
pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.
La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían
rápidamente, de punta a punta del poblado.
Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva
idea señalaba que todo ser viviente que se precie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo
importante no es lo superficial sino el contenido.
Así fue cómo los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de cosas, monedas de oro
y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos.
Algunos más optaron por el arte y fueron llenándose de pinturas , pianos de cola y sofisticadas
esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y
de revistas especializadas.
Pasó el tiempo.
La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más.
Los pozos no eran todos iguales así que , si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que
debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior...
Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad
ensanchándose.
No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus
energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.
Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose
desmedidamente. El pensó que si seguían hinchándose de tal manera , pronto se confundirían los
bordes y cada uno perdería su identidad...
Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no
a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.
Pronto se dio cuenta que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería
ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...
Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego , cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.
Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las
cosas de las que él se había deshecho...
Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una sorpresa: adentro, muy adentro , y
muy en el fondo encontró agua!!!.
Nunca antes otro pozo había encontrado agua...
El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes,
salpicando los bordes y por último sacando agua hacia fuera.
La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la
tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.
Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto , en tréboles, en flores, y en troquitos endebles que se
volvieron árboles después...
La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel".
Todos le preguntaban cómo había conseguido el milagro. -Ningún milagro- contestaba el Vergel- hay que
buscar en el interior, hacia lo profundo... Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron
la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse.
Siguieron ensanchándose cada vez más para llenarse de más y más cosas...
En la otra punta de la ciudad, otro pozo, decidió correr también el riesgo del vacío...
Y también empezó a profundizar...
Y también llegó al agua...
Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...
-¿Qué harás cuando se termine el agua?- le preguntaban. -No sé lo que pasará- contestaba- Pero, por
ahora, cuánto más agua saco , más agua hay. Pasaron unos cuantos meses antes del gran
descubrimiento.
Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el
fondo de sí mismos era la misma...Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la
profundidad del otro.
Se dieron cuenta de que se habría para ellos una nueva vida. No sólo podían comunicarse, de brocal a
brocal, superficialmente , como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y
secreto punto de contacto:
La comunicación profunda que sólo consiguen entre sì, aquellos que tienen el coraje de vaciarse de
contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar...
Autor: Jorge Bucay
La Leyenda de la Verdad PARTICIPACIÓN

Cuentan los que saben, que hace muchos, muchos, pero muchos años atrás, había en cierto lejano e
inhóspito paraje, un espejo grande como un lago, donde residía la VERDAD.
Los que se enteraban de sus existencia, hacían expediciones para hallarlo.- Durante años tales misiones
fracasaron una tras otra, ya porque los datos eran insuficientes, ya porque abandonaban demasiado
pronto, o se perdían en pos de indicios falsos.
Hasta que por fin, el guía de un grupo equipado con los instrumentos, la decisión y el empeño suficiente,
divisó el ansiado brillo en la distancia.
Los exploradores recobraron las fuerzas y corrieron. Todos tenían el mismo propósito: apoderarse del
espejo.
Al llegar se aferraron al cristal; lucharon y tironearon encarnizadamente, hasta que se rompió, y cada uno
pudo obtener solo un fragmento, que guardó, victorioso, como un trofeo.
Al regreso, compartieron los pedazos con sus mujeres, y mas adelante los dividieron para legarlos a sus
hijos, que, a su vez, pasados los años, los desmenuzaron para cederlos a los suyos... ...hasta que todo
el mundo tuvo su parte de la VERDAD
La Hormiguita y la Mosca DISCAPACITADOS O IGUALDAD

Discutían una mosca y una hormiga sobre cual de ellas tenía más honor. Decía la mosca a la hormiga:
- Tú no puedes compararte conmigo. te llevo ventaja en todo: allí donde haya un plato sabroso, yo lo
gustó. lo mismo me poso en la cabeza del rey que en su mesa. ¡¡Hasta beso a las damas importantes y
guapas!!. Tú no puedes hacer nada de esto...
- Tú- le respondió la hormiga- eres una sinvergüenza: ¿¿te invita y te desean en todos esos sitios que
dices??. Eres enojosa a todos, y tan pronto como llegaste te echan. vives solo en verano, cuando llega el
frío te desmayas o te mueres. Más yo, en todo tiempo me conservo y vivo bien, mientras que a ti con el
cazamoscas te espantan y te matan
La Marioneta LIBERTAD O IGUALDAD

Esto dice una marioneta de trapo:


Si por un momento Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida,
posiblemente no diría todo lo que pienso, pero definitivamente pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco y soñaría mas, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta
segundos de luz.
Andaría cuando lo demás se detienen, despertaría, cuando los demás duermen, escucharía mientras los
demás hablan y ... como disfrutaría de un helado de chocolate..
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al
descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma.
Dios mío si yo tuviera corazón................
Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría que saliera el sol y lo derritiera.
Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat
seria la serenata que le ofrecería a la luna.
Regaría con mis propias lagrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado besos de
sus pétalos.......
Dios mío si yo tuviera un trozo de vida ................
No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.
A los hombres le probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando
envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero dejaría que el solo aprendiese a volar.
A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres..........
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera
felicidad esta en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su
padre, lo tiene atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha
de ayudarlo a levantarse.
Son tantas las cosas que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no han de servir ,
porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo..........
Autor: Gabriel García Marquez
Angel Guardián DISCAPACITADOS

Había una vez una niñita sentada en una plaza. Todos le pasaban por al lado y nunca nadie se detenía a
preguntarle qué le ocurría.
Vestida con un traje descolorido, zapatos rotos y sucios, la pequeña niña se quedaba sentada mirando a
todo el mundo pasar.
Ella nunca trató de hablar, no dijo una palabra. Muchas personas pasaron pero nadie se detuvo.
Al día siguiente decidí volver a la plaza a ver si la pequeña niña todavía estaba allí. Sí, ahí estaba. En el
mismo lugar en el que estaba ayer. Con la misma mirada de tristeza en sus ojos.
Me dirigí hacia ella; al acercarme noté que en su espalda había una joroba. Ella me miró con una tristeza
tan profunda que me rompió el alma.
Me senté a su lado y sonriendo le dije: "hola". La pequeña me miró sorprendida y con una voz muy baja
respondió a mi saludo. Hablamos hasta que los últimos rayos de sol desaparecieron.
Cuando sólo quedábamos nosotros dos y la oscuridad alrededor, le pregunté por qué estaba tan triste.
La pequeña me miró y con lágrimas en los ojos me dijo: "Porque soy diferente".
Yo respondí con una sonrisa: "Lo eres".
Y ella dijo aún más triste: "Lo sé".
Yo le dije: "Pequeña, ser diferente no es malo. Tú me recuerdas a un ángel, dulce e inocente".
Ella me miró, sonrió y por primera vez sus ojos brillaron con la luz de la alegría. Despacio, ella se levantó
y dijo: "¿Es cierto lo que acabas de decir?" "Sí", le respondí, "eres como un pequeño ángel guardián
enviado para proteger a todos los que caminan por aquí".
Ella movió su cabeza afirmativamente y sonrió.
Ante mis ojos algo maravilloso ocurrió. Su joroba se abrió y dos hermosas alas salieron de ahí.
Ella me miró sonriente y dijo: "Yo soy tu ángel guardián".
No sabía qué decir.
Ella me dijo: "Por primera vez pensaste en alguien más. Mi misión está cumplida."
Yo me levanté y pregunté por qué nadie la había ayudado. Ella me miró y sonriendo dijo: "Tú eras la
única persona que podía verme".
Y ante mis ojos desapareció.
Después de ese encuentro mi vida cambió drásticamente.
Cuando pienses que sólo te tienes a ti mismo, recuerda que tu ángel guardián está siempre pendiente de
ti.
El poder de la puerta negra LIBERTAD

Érase una vez en el país de las mil y una noches... En este país había un rey que era muy polémico por
sus acciones, tomaba a los prisioneros de guerra y los llevaba hacia una enorme sala. Los prisioneros
eran colocados en grandes hileras en el centro de la sala y el rey gritaba diciéndoles:
-Les voy a dar una oportunidad, miren el rincón del lado derecho de la sala... al hacer esto, los
prisioneros veían a algunos soldados armados con arcos y flechas, listos para cualquier acción.
Ahora, continuaba el rey...miren hacia el rincón del lado izquierdo... Al hacer esto, todos los prisioneros
notaban que había una horrible y grotesca puerta negra, de aspecto dantesco, cráneos humanos servían
como decoración y el picaporte para abrirla era la mano de un cadáver... en verdad, algo
verdaderamente horrible sólo de imaginar, mucho más para ver.
El rey se colocaba en el centro de la sala y gritaba:
- Ahora escojan, ¿qué es lo que ustedes quieren? Morir clavados por flechas o abrir rápidamente aquella
puerta negra mientras los dejo encerrados allí? Ahora decidan, tienen libre albedrío, escojan....
Todos los prisioneros tenían el mismo comportamiento:
A la hora de tomar la decisión, ellos llegaban cerca de la horrorosa puerta negra de más de cuatro
metros de altura, miraban los cadáveres, la sangre humana y los esqueletos con leyendas escritas del
tipo:
"Viva la muerte" , y decidían:
-Prefiero morir flechado...
Uno a uno, todos actuaban de la misma forma, miraban la puerta negra y a los arqueros de la muerte y
decían al rey:
-Prefiero ser atravesado por flechas a abrir esa puerta y quedarme encerrado.
Millares optaron por lo que estaban viendo:
La muerte por las flechas.
Un día, la guerra terminó, pasado el tiempo, uno de los soldados del "pelotón de flechas" estaba
barriendo la enorme sala cuando apareció el rey.
El soldado con toda reverencia y un poco temeroso, preguntó:
- Sabes, gran rey, yo siempre tuve una curiosidad, no se enfade con mi pregunta, pero... qué es lo que
hay detrás de aquella puerta negra?
El rey respondió...
Recuerdas que a los prisioneros siempre le di la opción de escoger?, Pues bien...ve y abre esa puerta
negra.
El soldado, temeroso, abrió cautelosamente la puerta y sintió un rayo puro de sol besar el suelo de la
enorme sala, abrió un poco más la puerta y más luz y un delicioso aroma a verde llenaron el lugar.
El soldado notó que la puerta negra daba hacia un campo que apuntaba a un gran camino.
Fue ahí que el soldado se dio cuenta de que la puerta negra llevaba hacia la...Libertad.
En una estación de trenes... PROTECCIÓN CONTRA LOS ABUSOS

A una estación de trenes llega, una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el
tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación. Un poco fastidiada,
la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa por el kiosco y compra un paquete de
galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la
revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el
rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas,
lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha
pasado,- así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y
se la come mirándolo fijamente. Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come
sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta.
La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido. Finalmente, la señora se da
cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. "No podrá ser tan caradura", piensa, y se
queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta
exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.
-¡Gracias! -dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
-De nada -contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega. Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al
muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: "Insolente". Siente la boca reseca de ira.
Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de
galletitas... ¡intacto!
Autor: Jorge Bucay "De la autoestima al egoísmo"
Un vaso de leche EDUCACIÓN (dar gratis lo que recibimos gratis)

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar su escuela, encontró
que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre, mucha hambre. Decidió que
pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora
mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua. Ella pensó que él joven parecía
hambriento así que le trajo un gran vaso de leche.
"¿Cómo te llamas?" Le preguntó ella: a lo que el muchacho le respondió despacito: "Howard". Él, bebió
despacio pero con muchas ganas y gusto, y entonces le preguntó:
"¿Cuanto le debo?"
"No me debes nada," contestó Ella. "Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una
caridad".
Él dijo: "Entonces, se lo agradezco de todo corazón.".
Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, si no que también su fe
en Dios y en los hombres era más fuerte. Él había estado listo para rendirse y dejar todo, pero la ayuda
le llegó en el momento que más la necesitaba.
Años después esa joven mujer enfermó gravemente. Los doctores locales estaban confundidos.
Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara
enfermedad. Se llamó al Dr. Kelly para consultarle.
Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente
subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla y la reconoció en
seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida.
Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla. El Dr. Kelly
pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para
aprobarla. Él la reviso y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente.
Ella temía abrirla, porque sabia que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos.
Finalmente la abrió, y algo llamó su atención en el borde de la factura. Leyó estas palabras:
"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".
El corazón perfecto IGUALDAD O DISCAPACITADOS

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más
hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era
perfecto, pues no se observaban en el ni marcas ni rasguños.
Si, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto, al verse admirado el joven se
sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto
lugar.
De pronto un anciano se acercó y dijo: "Por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente,
tan hermoso como el mío? Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que,
si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos
y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se
veían bordes y aristas irregulares en su derredor.
Es mas, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos. La mirada de la gente se
sobrecogió, cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. -"Debes estar
bromeando," -dijo. -"Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un
conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo... Mira, cada
cicatriz representa una persona a la cuál entregué todo mi amor.
Arranque trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su
vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedo abierto. Como las
piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan
el amor que hemos compartido "Hubo oportunidades, en las cuales entregue un trozo de mi corazón a
alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos - dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me
producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que
algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."
"Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo
de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su
vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.
La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el
amor del anciano fluía en su interior.
Recibe un pedazo de mi corazón...
"La Felicidad no consiste siempre en hacer lo que queremos sino en Querer todo lo que hagamos, es un
estado de ánimo, No somos felices mientras no decidamos Serlo".
Todos tenemos grietas DISCAPACITADOS O IGUALDAD

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que
llevaba encima de los hombros.
Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al
final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija
rota sólo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy
orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre
vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo
podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador así, diciéndole:
"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la
mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir."
El aguador, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores
que crecen a lo largo del camino."
Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se
sentía apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
El aguador le dijo entonces: "Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo
lo largo de camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger
estas flores para decorar el altar de mi Maestro.
Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber
que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.
Mal de Amores

Sentado en un "Bar" un joven muchacho, busca respuestas, sobre un amor perdido, en el fondo de un
vaso, el cual parece nunca estar vacío.
Se lamenta por las cosas que no hizo, por las que no dijo. Piensa "Si le hubiese dicho que la amaba,
hubiese pasado lo que pasó.". Bueno, mejor les cuento "lo que pasó", porque no creo que entiendan
mucho hasta ahora; verán, esta joven muchacha se menospreciaba demasiado, tenia la estúpida idea de
que no era querida por nadie, entonces una noche de tormenta, al haber ingerido cantidades excesivas
de whisky, se suicidó, desnuda en su bañadera, haciendo un par de cortes en sus muñecas. En un
costado de la bañadera se encontraba un papel con unas palabras escritas en él. Estas eran esas
palabras:" Estoy cansada de este mundo de mierda, estoy cansada de buscar, y no encontrar, a una
persona que me quiera. La verdad, es que estoy cansada de amar y de no ser amada. Escribí esto para
que sepan la razón por la que me mate. Y bueno, que mas les puedo decir que: Ciao". Estas palabras
paseaban por la mente del joven, y cada vez que cerraba sus ojos, para escurrirlos de lágrimas, veía ese
papel; lo estaba destruyendo por dentro.
En el momento en que el alcohol empezaba a perturbar sus acciones, estalló en llanto y comenzó a
gritar: "¡¡¡¿Por qué?!!! Yo la amaba... yo la sigo amando... - y arrojando un vaso al piso, gritó- "Ahora ya
no está y nunca se lo podré decir.".
El pobre muchacho fue echado del "Bar". De alguna manera este llegó a su hogar. Abrió y sin siquiera
cerrar la puerta se dirigió al baño. Las únicas palabras que cruzaban su mente eran: "Fue mi culpa".
Limpió la bañadera, se dirigió a escribir algo en un papel, y lo colocó a un lado de la bañadera. Luego
busco una navaja y la colocó en un borde de la misma. Se quedó un rato pensativo, parado, como si
fuese algún tipo de estatua, para luego comenzar a desvestirse y acostarse en la bañadera. Sujetó la
navaja y, con fuerza tajó sus muñecas; pero como el idiota no puso sus manos dentro de la bañadera el
papel se mojó con la sangre, y terminó destruido. Él sintió como sus fuerzas se le escapan, y como sus
ojos, poco a poco, se le iban apagando.
Supongo que querrán saber lo que decía aquel papel, así que se los digo ( y si no lo querían saber, se
joden): "Estoy cansado de este mundo de mierda, estoy cansado de extrañar todo el tiempo a la misma
persona. La verdad es que estoy cansado de que me echen siempre de los bares cada vez que tomo por
ella. Escribí esto como un culto hacia mi amada, así que me despido citando su ultima palabra: "Ciao".
Cuento de las Tres Pipas PROTECCIÓN EN TIEMPOS DE GUERRA

Una vez un miembro de la tribu se presento furioso ante su jefe para informarle que estaba decidido a
tomar venganza de un enemigo que lo había ofendido gravemente. Quería ir inmediatamente y matarlo
sin piedad! El jefe lo escucho atentamente y luego le propuso que fuera a hacer lo que tenia pensado,
pero antes de hacerlo llenara su pipa de tabaco y la fumara con calma al pie del árbol sagrado del
pueblo.
El hombre cargo su pipa y fue a sentarse bajo la copa del gran árbol.
Tardó una hora en terminar la pipa. Luego sacudió las cenizas y decidió volver a hablar con el jefe para
decirle que lo había pensado mejor, que era excesivo matar a su enemigo pero que sí le daría una paliza
memorable para que nunca se olvidara de la ofensa.
Nuevamente el anciano lo escuchó y aprobó su decisión, pero le ordenó que, ya que había cambiado de
parecer, llenara otra vez la pipa y fuera a fumarla al mismo lugar.
También esta vez el hombre cumplió su encargo y gastó media hora meditando. Después regresó a
donde estaba el cacique y le dijo que consideraba excesivo castigar físicamente a su enemigo, pero que
iría a echarle en cara su mala acción y le haría pasar vergüenza delante de todos. Como siempre, fue
escuchado con bondad pero, el anciano volvió a ordenarle que repitiera su meditación como lo había
hecho las veces anteriores.
El hombre medio molesto pero ya mucho mas sereno, se dirigió al árbol centenario y allí sentado fue
convirtiendo en humo, su tabaco y su bronca. Cuando terminó, volvió al jefe y le dijo: "Pensándolo mejor
veo que la cosa no es para tanto. Iré donde me espera mi agresor para darle un abrazo. Así recuperaré
un amigo que seguramente se arrepentirá de lo que ha hecho". El jefe le regaló dos cargas de tabaco
para que fueran a fumar juntos al pie del árbol, diciéndole: "Eso es precisamente lo que tenia que pedirte,
pero no podía decírtelo yo; era necesario darte tiempo para que lo descubrieras vos mismo".
Autor: Mamerto Menapace
Comercio

Los famas habían puesto una fábrica de mangueras, y emplearon a numerosos cronopios para el
enrollado y depósito. Apenas los cronopios estuvieron en el lugar del hecho, una grandísima alegría.
Había mangueras verdes, rojas, azules, amarillas y violetas. Eran transparentes y al ensayarlas se veía
correr el agua con todas sus burbujas y a veces un sorprendido insecto. Los cronopios empezaron a
lanzar grandes gritos, y querían bailar tregua y bailar catala en vez de trabajar. Los famas se
enfurecieron y aplicaron en seguida los artículos 21, 22 y 23 del reglamento interno. A fin de evitar la
repetición de tales hechos.
Como los famas son muy descuidados, los cronopios esperaron circunstancias favorables y cargaron
muchísimas mangueras en un camión. Cuando encontraban una niña, cortaban un pedazo de manguera
azul y se la obsequiaban para que pudiese saltar a la manguera. Así en todas las esquinas se vieron
nacer bellísimas burbujas azules transparentes, con una niña adentro que parecia una ardilla en su jaula.
Los padres de la niña aspiraban a quitarle la manguera para regar el jardin, pero se supo que los astutos
cronopios las habían pinchado de modo que el agua se hacía pedazos en ellas y no servía para nada. Al
final los padres se cansaban y la niña iba a la esquina y saltaba y saltaba.
Con las mangueras amarillas los cronopios adornaron diversos monumentos, y con las mangueras
verdes tendieron trampas al modo africano en pleno rosedal, para ver cómo las esperanzas caían una a
una. Alrededor de las esperanzas caídas los cronopios bailaban tregua y bailaban catala, y las
esperanzas les reprochaban su acción diciendo así:
Crueles cronopios cruentos!. Crueles!
Los cronopios, que no deseaban ningún mal a las esperanzas, las ayudaban a levantarse y les regalaban
pedazos de manguera roja. Así las esperanzas pudieron ir a sus casas y cumplir el más intenso de sus
anhelos: regar los jardines verdes con mangueras rojas.
Los famas cerraron la fábrica y dieron un banquete lleno de discursos fúnebres y camareros que servían
el pescado en medio de grandes suspiros. Y no invitaron a ningún cronopio, y solamente a las
esperanzas que no habían caído en las trampas del rosedal, porque las otras se habían quedado con
pedazos de manguera y los famas estaban enojados con esas esperanzas.
Autor: Julio Cortázar
Costumbres de los famas

Sucedió que un fama bailaba tregua y bailaba catala delante de un almacén lleno de cronopios y
esperanzas. Las más irritadas eran las esperanzas porque buscan siempre que los famas no bailen
tregua ni catala sino espera, que es el baile que conocen los cronopios y las esperanzas.
Los famas se sitúan a propósito delante de los almacenes, y esta vez el fama bailaba tregua y bailaba
catala para molestar a las esperanzas. Una de las esperanzas dejó en el suelo su pez de flauta -pues las
esperanzas, como el Rey del Mar, están siempre asistidas de peces de flauta- y salió a imprecar al fama,
diciéndole asi:
-Fama, no bailes tregua ni catala delante de este almacén.
El fama seguía bailando y se reía.
La esperanza llamó a otras esperanzas, y los cronopios formaron corro para ver lo que pasaría.
-Fama -dijieron las esperanzas-. No bailes tregua ni catala delante de este almacén.
Pero el fama bailaba y se reía, para menoscabar a las esperanzas. Entonces las esperanzas se arrojaron
sobre el fama y lo lastimaron. Lo dejaron caido al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en
su sangre y su tristeza.
Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos verdes y húmedos. Rodearon al fama y lo
compadecían diciéndole así:
-Cronopio cronopio cronopio.
Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.
Autor: Julio Cortázar
Torneo de canto PARTICIPACIÓN O PROTECCIÓN CONTRA LOS ABUSOS

Una vez llegó a la selva un búho que había estado en cautiverio, le contaba a todos a cerca de las
costumbres de los humanos.
Contaba, por ejemplo, que en las ciudades los hombres calificaban a los artistas en competencias, a fin
de decidir quienes eran los mejores en cada disciplina, pintura, dibujo, escultura, canto...
La idea de transplantar ideas humanas prendió con fuerza entre los animales y quizás por ello se
organizo de inmediato un concurso de canto, en el cual se anotaron rápidamente casi todos los
presentes, desde el jilguero al rinoceronte.
Guiados por el búho, que había aprendido en la ciudad, se decretó que el concurso de definiría por el
voto secreto y universal de todos los concursantes, que serian de esta manera su propio "jurado".
Así fue. Todos los animales incluido el hombre pasaron al estrado y cantaron recibiendo el mas o menos
intenso aplauso de la audiencia. Luego anotaron su voto en un papelito y lo colocaron en una urna que
sostenía el búho.
Cuando llegó el momento del recuento, el búho al improvisado escenario y flanqueando por dos ancianos
monos, abrió la urna para leer y comenzar el recuento de los votos del " transparente acto eleccionario", "
gala de voto universal y secreto" y " ejemplo de vocación democrática" (como había escuchado decir a
los políticos en las ciudades).
Uno de los ancianos sacó el primer voto y el búho, ante la emoción general, gritó:
- El primer voto, hermanos, es para nuestro amigo el burro!!!
Se produjo un silencio, seguido de algunos tímidos aplausos.
- Segundo voto: burro!!!...?????...
- Tercero... burro!!!
Los concurrentes comenzaron a mirarse, sorprendidos al principio, acusadoramente después y por
ultimo, cuando proseguían apareciendo votos para el burro, cada vez más culposos y avergonzados de
sus propios votos.
Todos sabían que no había peor canto que el desastroso rebuzno del equino. Sin embargo, uno tras otro,
los votos lo elegían como el mejor de los cantores.
Y así sucedió que, terminado el escrutinio, quedó decidido por " libre elección" del " imparcial" jurado,
que el desigual y estridente grito del burro era el ganador.
LA MEJOR VOZ DE LA SELVA Y ALREDEDORES.
El búho explicó lo sucedido: cada concursante considerándose a sí mismo el indudable vencedor, había
dado su voto al menos calificado de los concursantes:
Aquel que no podía representar amenaza alguna a su propia proclamación. La votación fue casi
unánime. Sólo dos votos no fueron para el burro: el del propio burro que nada tenia para perder y votó
sinceramente por la calandria y el del hombre que (cuándo no), votó por sí mismo.
Esquina peligrosa

El señor Epidídimus, el magnate de las finanzas, uno de los hombres más ricos del mundo, sintió un día
el vehemente deseo de visitar el barrio donde había vivido cuando era niño y trabajaba como
dependiente de almacén.
Le ordenó a su chofer que lo condujese hasta aquel barrio humilde y remoto. Pero el barrio estaba tan
cambiado que el señor Epidídimus no lo reconoció. En lugar de calles de tierra había bulevares
asfaltados, y las míseras casitas de antaño habían sido reemplazadas por torres de departamentos.
Al doblar una esquina vio el almacén, el mismo viejo y sombrío almacén donde él había trabajado como
dependiente cuando tenía doce años.
-Deténgase aquí- le dijo al chofer. Descendió del automovil y entró en el almacén. Todo se conservaba
igual que en la época de su infancia: las estanterías, la anticuada caja registradora, la balanza de pesas
y, alrededor, el mundo asedio de la mercadería.
El señor Epidídimus percibió el mismo olor de sesenta alos atrás: un olor picante y agridulce a jabón
amarillo, a aserrín húmedo, a vinagre, a aceitunas, a caroína. El recuerdo de su niñez lo puso nostálgico.
Se le humedecieron los ojos.
Desde la penumbra del fondo le llegó la voz del patrón:
-¿Estas son horas de venir? Te quedaste dormido, como siempre.
El señor Epidídimus tocó la canasta de mimbre, fue llenándola con paquetes de azúcar, de yerba y de
fideos, con frascos de mermelada y botellas de lavandina, y salió a hacer el reparto.
La noche anterior había llovido y las calles de tierra estaban convertidas en un lodazal.
Autor: Marco Denevi
No te pude esperar

Una vez un hombre muy afortunado había conseguido la mejor entrevista de su vida: Iba a entrevistar ni
más ni menos que a Dios...
Esa tarde el hombre llegó a su casa dos horas antes, se arregló con sus mejores ropas, lavó su
automóvil e inmediatamente salió de su hogar. Manejó por la avenida principal rumbo a su cita, pero en
el trayecto cayó un chubasco que produjo un embotellamiento de transito y quedó parado. El tiempo
transcurría, eran las 7:30 y la cita era a las 8:00 p.m.
Repentinamente le tocaron el cristal de la ventanilla y al voltear vio a un chiquillo de unos nueve años
ofreciéndole su cajita llena de chicles (goma de mascar). El hombre sacó algún dinero de su bolsillo y
cuando lo iba a entregar al niño ya no lo encontró. Miró hacia el suelo y ahí estaba, en medio de un
ataque de epilepsia.
El hombre abrió la portezuela e introdujo al niño como pudo al automóvil. Inmediatamente buscó como
salir del embotellamiento y lo logró, dirigiéndose al hospital de la Cruz Roja más cercano. Ahí entregó al
niño, y después de pedir que lo atendiesen de la mejor forma posible, se disculpó con el doctor y salió
corriendo para tratar de llegar a su cita con Dios.
Sin embargo, el hombre llegó 10 minutos tarde y Dios ya no estaba. El hombre se ofendió y le reclamó al
cielo: "Dios mío, pero tú te diste cuenta, no llegué a tiempo por el niño, no me pudiste esperar. ¿Qué
significan 10 minutos para un ser eterno como tú?"
Desconsolado se quedó sentado en su automóvil; de pronto lo deslumbró una luz y vio en ella la carita
del niño a quien auxilió. Vestía el mismo suetercito deshilachado, pero ahora tenía el rostro iluminado de
bondad.
El hombre, entonces, escuchó en su interior una voz: - Hijo mío, no te pude esperar y salí a tu encuentro
Las Rosas

Las rosas rojas eran sus favoritas. Su nombre también era Rosa. Cada año su esposo se las mandaba
atadas con un moño bonito. El año que él murió, le entregaron las rosas a su puerta con una tarjeta que
decía: "Sé muy Valiente" igual que los años anteriores. Cada año le mandaba rosas y la tarjetita siempre
decía": Te amo más este año que el año pasado, en este día. Mi amor crecerá con cada año que
transcurre."
Ella sabia que ésta seria la última vez que recibiría rosas. Pero, pensó que, tal vez las había ordenado
antes de morir, puesto que no sabia lo que iba a suceder. A él siempre le gustaba adelantarse, haciendo
todo por si acaso estuviera muy ocupado para hacerlas en la fecha indicada.
Por eso ella cortaba los tallos y las colocaba en un florero muy especial que ponía a un lado de su
retrato. Después, se sentaba horas enteras viendo el retrato y las flores. Paso un año y era muy difícil
vivir sin su pareja. La soledad la había invadido y parecía su destino. Pero entonces, igual que en otros
Días de San Valentín, sonó la puerta y encontró las rosas. Entro con ellas en las manos y con gran
asombro tomo el teléfono y llamo al florista.
Le contesto el dueño y ella le pidió que le explicara...Quien quería causarle tanto daño?. La respuesta
fue.."Sé que su esposo murió hace más de un año y sabia que usted me llamaría". Las flores que usted
acaba de recibir, fueron previamente pagadas. Su esposo siempre adelantaba las cosas sin dejar nada al
devenir. Hay un pedido en su expediente pagado por adelantada para que reciba éstas flores cada año.
También debe saber otra cosa; hay una notita especial escrita en una tarjeta. Esto lo hizo hace muchos
años.
Esta dice que si yo me enterase que él ya no esta, ésta tarjeta se la debo enviar a usted al año siguiente.
Rosa se mostró agradecida y colgó hecha un mar de lagrimas, con las manos temblorosas y lentamente
tomo la tarjeta con la nota. Se le quedo viendo en un silencio total.
Leyó lo siguiente: "Hola mi Amor, sé que hace más de un año que me fui. Espero no haya sido muy
penoso recuperarte, sé lo solita que debe de estar y sé que el dolor es verdadero, pues si fuera diferente
sé como yo me sentiría. El amor que compartimos hizo que todo en la vida se viera hermoso. Te quise
más de lo que cualquier palabra puede expresar. Tú fuistes la esposa perfecta, fuiste mi amiga y amante,
llenaste todo lo que anhelaba. Sé que solo ha pasado un año, pero te pido que por favor no sufras más.
Quiero que seas feliz aunque derrames lagrimas. Por eso las rosas te llegaran todos los años. Cuando
las recibas piensa en la felicidad que tuvimos juntos y como fuimos bendecidos.
Siempre te ame y te seguiré amando; pero tú tienes que seguir viviendo. Por favor trata de encontrar
felicidad mientras vivas. Sé que no será fácil; pero sé que encontrarás la forma. Las rosas te seguirán
llegando cada año, hasta el día en que no haya quien abra la puerta. El florista ha recibido instrucciones
de tocar a tú puerta cinco veces el mismo día, por si saliste. El día que ya nadie la abra, sabrá a donde
llevar las flores.......en donde estemos reunidos."...
En la vida hay veces que encontramos una amistad especial, alguien que cambia nuestra vida con solo
ser parte de ella. Alguien que nos haga creer que hay algo muy bonito y muy bueno en el mundo.
Alguien que nos convence que hay una puerta cerrada esperando que abra con eterna amistad
El Camino de la Felicidad

Es la historia de un hombre que estaba harto de llorar.


Miró a su alrededor y vio que tenía delante de sus ojos la felicidad.
Estiró la mano y quería cogerla. La felicidad era una flor, la cogió, y nada más tenerla en su mano, la flor
se había deshojado.
La felicidad era un rayo de sol. levantó sus ojos para calentar su cara, y enseguida una nube la apagó.
La felicidad era una guitarra. la acaricio con sus dedos, las cuerdas desafinaron.
Cuando al atardecer volvía a casa, el hombre seguía llorando.
A la mañana siguiente, continuó buscando la felicidad. A la vera del camino había un niño que
lloriqueaba. Para tranquilizarlo cogió una flor y se la dio. La fragancia de la flor perfumo a los dos.
Una pobre mujer temblaba de frío, cubierta de harapos, la llevó hasta el sol y también el se calentó.
Un grupo de niños cantaba. El les acompaño con su guitarra, también el se deleito con la bella melodía.
Al volver a casa de noche, el buen hombre sonreía de verdad.
Había encontrado la felicidad.
La historia del rey, el príncipe, y el carnicero

Yo al ser un rey se la metí a mi reina y como el forro se me pinchó ella un hijo tubo.
Pobre hijo mío cuando al carnicero lo conoció, el carnicero lo culió. Cuando de eso me entere yo a matar
lo mande, pero quería que muera sufriendo y suplicando. Así que primero lo mande traer al castillo,
cuando llego yo le pregunte porque sé culio al príncipe Gastón. Y él me respondió, que sé lo culió porque
él lo calentó. Yo furioso le dije, como mi hijo no es puto nuca te pudo haber calentado.
Y en eso de que se quedaron discutiendo, el príncipe apareció.
Cuando su padre lo vio furioso le pregunto:, hijo mío por favor dime, que no eres homosexual. Y el
príncipe con miedo le dijo: , que si era homosexual, que toda su vida lo fue pero nunca lo supo. Y su
padre decepcionado le pregunto: , pero hijo mío como que siempre lo fuiste, y como que ahora te diste
cuenta? ...
Y su hijo tímido no quiso responder. Su padre insistió, pero el niño se rehusó.
En eso el carnicero, pidió por favor al niño que hable porque el no podría, ya que en uno minutos estaría
sin bolas y luego sin cabeza. Pobre niño, cuando con sus pequeños oídos eso escuchó, a su padre le
grito: , padre no toque al pobre carnicero el no tiene ninguna culpa, yo te explicare como me di cuenta de
cómo soy en realidad, pero te pido que al pobre carnicero no lo mateéis.
Y su padre con asco le respondió: , yo al carnicero no lo tocaré, pero voz me vais a explicar como fue
que te diste cuenta de que eras gay.
Y el muchacho agradecido le dijo:, si, si padre yo te lo diré.
Y el pobre muchacho tomo fuerzas y le contó como fue que lo descubrio. Cuando el rey al carnicero
liberó él corrió y se largo del castillo. Le dijo: , que él hace unos días estaba caminando por el pueblo, y
le dio curiosidad por saber como era una carnicería, así que pregunto dónde sé encontraba la más
cercana, y luego ahí se dirigió. Cuando llegó el príncipe llego, el carnicero sorprendido de ver al príncipe,
le dijo que pasa que está abierto. El pobre príncipe sin saber que le esperaba, entró. Y el carnicero le
dijo: ,príncipe que raro es verlo a voz por estos rumbos. El príncipe le contesto: , calad y decirme que es
esto?. El carnicero le contestó: , esto es una carnicería, acá se venden las mejores carnes del pueblo. El
príncipe respondió: , ahhh........por fin pude conocer lo que es una carnicería. Y el carnicero le insinúo si
a el nunca le atrajeron los hombres?, O si había tenido sexo con uno?.
El príncipe con toda su inocencia le dijo no, pero mi padre me dijo una vez que todo lo nuevo que
aprendiera en el futuro me iba a servir.
Y el carnicero le dijo yo soy homosexual, y si tu padre te dijo eso en ese caso, esto será una experiencia
nueva para ti. Y el príncipe emocionado por aprender, dijo esta bien aré lo que me digas. El carnicero le
bajó lo pantalones y sé lo culió tan pero tan duro que el príncipe sintió la pija del carnicero por todo su
pequeño cuerpo, y el príncipe se dio cuenta de que le gustaba esa sensación y se volvió homosexual.
Bueno padre como esa hubo muchas mas, y me gusta ser como soy y no me arrepiento de cómo soy. Su
padre ya vomitando le dijo eres un asqueroso, un irrespetuoso, y lo peor de todo SOS homosexual.
Eres una vergüenza para la familia, y por eso te iras de este pueblo y nunca volverás te iras sin dinero y
sin todas tu lujosas cosas que tenias dentro de este castillo. Desde este momento yo ya no tengo mas un
hijo, y como ya no tango heredero, me decepcionaré me hartaré de estar solo en este inmenso castillo y
terminaré con un suicidio pero eso a ti no te tiene que importar porque ya no eres nadie, ya no eres mi
hijo.
Y el pobre muchacho obedeció y se fue con la única persona que lo entendida de verdad, el carnicero.
Cuando el carnicero se entero de lo que le había pasado, se encontró con el príncipe y le dijo:, que él irá
con él. El príncipe agradecido aceptó, y a los dos días se había ido del pueblo hacia el próximo pueblo.
El rey todavía asqueado por en lo que se había convertido su hijo, lo mandó matar, lo mandó matar a su
hijo y al carnicero. Cuando el asesino volvió para informarle al rey como había sido su trabajo lo encontró
muerto, sé había suicidado. No pudo resistir la angustia de que su reina había fallecido, que su propio
hijo fuera homosexual, y la depreción de estar solo en un enorme castillo vacío.
El Puente

Una pareja de amantes vivía en un pequeño pueblo a la orilla de un río.


Cada noche salían de sus casas en la oscuridad para verse y estar juntos, y regresaban al rayar el alba.
Sin embargo, una desafortunada mañana se quedaron dormidos y la chica no pudo volver a tiempo a su
hogar. El padre, furioso, decidió tomar a su familia y mudarse a una finca en el margen opuesto del
caudaloso río. El sabía que esa finca era la única contrucción en esa orilla, y que no habiendo puentes ni
botes que cruzaran al otro lado, aislaría de esa manera a su hija de su pretendiente.
El muchacho, desconsolado, pensó en varias maneras de cruzar el río, pero ninguna era práctica: no
podía nadar en él, por lo fuerte de la corriente, ni contaba con el dinero o la habilidad para hacerse de
una balsa. A punto de darse por vencido, tuvo una idea: si no había un puente, él lo construiría.
Muy de mañana, empezo a buscar piedras y tablas, y cualquier cosa que le sirviera. Empezo a
afianzarlas y a cimentarlas en su lugar. Su amada, al verlo, de inmediato comprendió su intención, y
empezo a hacer lo mismo de su lado.
El comienzo fue muy difícil: Tenían que trabajar arduamente, y sin desatender sus actividades diarias.
Tenían que buscar fuerzas al final del día, cuando ya no las había. Tuvieron que aprender a observarse
mutuamente, para estar seguros que iban hacia el mismo lugar y que no se estaban alejando uno del
otro. Tuvieron que hallar una manera de entenderse y comunicarse sin que hubiera malosentendidos.
Tuvieron que aprender a apoyarse mutuamente y corregir los errores que ambos comentían por su falta
de experiencia en la construcción de puentes. Y tuvieron que aprender a darse ánimos cuando alguno de
los dos flaqueaba, y a hacerlo sin palabras, solo con sus actitudes mutuas.
Pero por fin, un buen día, ambos extremos se encontraron en la mitad del río.
Los dos amantes, exhaustos pero sonrientes, se arrojaron en los brazos del otro.
Después de un rato, el exclamó: "¡Dios mío, como he detestado la hora que me alejaron de tí! ¡Como
desearía que nunca hubiera sucedido!".
Ella se quedó callada un momento, y luego entornó sus hermosos ojos avellanados y le sonrió
sutilmente: "Amor", dijo acariciándolo, "si nunca hubiéramos estado separados, tampoco nunca
hubiéramos construido un puente".
... Y las Estrellas

El sol reverenció a la luna cuando esta apareció, ella ascendió la montaña y allí se quedó, rodeada de
estrellas. Las sombras se fueron adueñando de la montaña, intentando descender pero atadas a los
árboles y a los matorrales. Más abajo había una casa, con un pequeño huerto. En el centro de este una
forma permanecía estática, mirando impasible a la montaña y sobre ella, admirando el cielo, la luna y las
estrellas. Pero uno de aquellos puntitos brillantes arrastraba toda su atención. Él era un simple
espantapájaros, clavado allí desde que podía recordar. Su mirada era triste, y permanecía perdida en el
horizonte, mientras su cuerpo, cada vez más ligero, bailoteaba pegado a dos palos según el capricho del
viento.
Durante el día reía con los pájaros, que ya no le temían, y se posaban sobre sus brazos en cruz y sobre
su cabeza, jugaba con las hojas que arrastradas iban a parar a su cuerpo, y como gotas de lluvia caían
ligeramente a la tierra, para de nuevo volver a elevarse y perderse por los campos. Pero todo esto no le
hacia olvidar, nada podía. Cada día hasta que el sol dejaba paso a la luna, anhelaba su estrella, aquella
que más brillaba en el firmamento. Estaba perdidamente enamorado de ella, daría todo solo por
acercarse algo más a ella, por pertenecer un segundo al cielo, o por que ella pronunciase su nombre,
¡pero le parecía tan lejana!, tan bella y tan ausente. El sabia que nunca sería suya, que pertenecía a otro:
el cielo era su amante y su protector, su amor y su vida. Se sentía indefenso y pequeño, pero al fin y al
cabo feliz, pues el amor muchos creen tenerlo, pero pocos mueren habiéndolo sentido.
Una noche el corazón del espantapájaros estaba llorando, pues las nubes cubrían el cielo, y su amante
no aparecía, no le consolaba con su presencia. El viento soplaba con fuerza, y la paja que formaba el
cuerpo del espantapájaros se escapaba como la esperanza de su amor. De pronto una ráfaga sacudió el
valle, y él fue arrancado de la tierra, arrastrado y golpeado sin piedad.
La mañana llegó.
El cielo lloraba, mojando el valle de lágrimas, y ni el pañuelo del sol pudo secarlas. El espantapájaros
había muerto. Su cuerpo yacía inerte, junto a unas rocas. Las hojas y la tierra habían cubierto su rostro,
sobre el que aún había lágrimas secas.
Murió de pena. No pudo resistir no volver a ver a su amante, que cada noche asomaba en el cielo, el
compañero de su vida, y buscaba al espantapájaros, que tantas miradas hermosas la había dedicado.
El hombre y el mundo JUEGO

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios
para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su
hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.
El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su
atención. De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que
precisaba. Con unas tijeras recorto el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó
a su hijo diciendo: "como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo
repares sin ayuda de nadie".
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente.
"Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo."
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que sería imposible que, a su edad haya conseguido
recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus
anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba
completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo
el niño había sido capaz?
- Hijito, tu no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste?
- Papá, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi
que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer
al hombre, que sí sabía como era.
Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.
Cuento 38

Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el odio que es el rey de los malos
sentimientos, los defectos y las malas virtudes convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos mas perversos del corazón humano llegaron a
esta reunión con curiosidad de saber cual era el propósito.
Cuando estuvieron todos, habló el Odio y dijo:
-"...Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".
Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio el que estaba hablando y él siempre quiere
matar a alguien, sin embargo todos se preguntaban entre si quien sería tan difícil de matar para que el
Odio los necesitara a todos.
"Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más que uno le tenía ganas. El
primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
-Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto, provocare tal discordia y rabia que no lo
soportara".
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron tan
decepcionados:
- Lo siento, lo intente todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía
adelante.
Fue entonces cuando muy diligente se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo:
-En vista de que El Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la
riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorara.
Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero después de
luchar por salir adelante renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfo de nuevo.
Furioso el Odio, por el fracaso de la Ambición envío a los Celos, quienes burlones y perversos
inventaban toda clase de artimañas y situaciones para despistar al AMOR y lastimarlo con dudas y
sospechas infundadas. Pero el AMOR confundido lloro, y penso, que no quería morir, y con valentía y
fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus mas hirientes compañeros.
Envío a la Frialdad, al Egoísmo, a la Cantaleta, La Indiferencia, La Pobreza, La Enfermedad y a muchos
otros que fracasaron siempre porque cuando el AMOR se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y
todo lo superaba.
El Odio convencido de que el AMOR era invencible les dijo a los demás:
-Nada que hacer. El AMOR ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos. De
pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco conocido que vestía de negro con un
sombrero gigante que caía sobre su cara y no lo dejaba ver. Su aspecto era fúnebre como el de la
muerte:
-Yo matare el "AMOR", dijo con seguridad.
Todos se preguntaron quien era ese que pretendía hacer solo lo que ninguno había podido.
El Odio dijo: - "Ve y hazlo". Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos
los malos sentimientos para comunicarles después de mucho esperar, que por fin EL AMOR HABIA
MUERTO. Todos estaban felices pero sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló:
-Ahí les entrego al AMOR totalmente muerto y destrozado y sin decir más se marchó.
-Espera!, dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor
esfuerzo para vivir... Quien eres??
El sentimiento levanto por primera vez su horrible cara y dijo: SOY LA RUTINA.
Nunca lo olviden, revivan su fuego TODOS LOS DIAS.

Ella... eso y él SALUD

Ella: Ella andaba despacio y sin prisa, sólo se escuchaba el andar de su bicicleta; ella cerro los ojos y
recordó... lo recordó a él, con sus grandes ojos, su cabello brillante, sus rosados y carnosos labios... y
cuando recordó sus labios, tropezó con algo, abrio sus ojos y se dio cuenta que había atropellado al
perro de él.
Él: Él se llamaba Fernando, manejaba un auto, aquél que no le había costado dinero, el mismo auto que
su papá reparaba en el taller. Sí, el mismo de la esquina en donde una tarde, de sol rojo, llegó eso... y
recordando cerró los ojos y recordó a eso...
Eso: Era un hermoso cachorro, labrador dorado, que alguien por descuido dejo escapar un domingo en
la tarde... y cuando recordó aquella tarde... tropezó con algo... abrio sus ojos y se dio cuenta que había
atropellado a ella...
El circo

Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo cola para comprar
entradas para el circo. Al final, sólo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me
impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años. Sé veía que no
tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien
educados, todos hacían bien la cola, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano. Hablaban con
excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca
antes habían ido al circo. Prometía ser un hecho saliente en su vida.
El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido,
lo miraba como diciendo: " Eres mi caballero de brillante armadura". Él sonreía, henchido de orgullo y
mirándola como si respondiera: "Tienes razón".
La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuantas entradas quería. Él respondió con orgullo: "Por
favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo". La
empleada le indicó el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeó su cabeza y el labio del hombre
empezó a torcerse. Este se acercó un poco más y preguntó: "¿Cuánto dijo?". La empleada volvió a
repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenia suficiente dinero para
llevarlos al circo?.
Viendo lo que pasaba, papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al
suelo. Nosotros no éramos ricos en absoluto. Mi padre se agachó, recogió el billete, palmeó al hombre
en el hombro y le dijo: " Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dió cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda
en una situación desesperada, angustiosa e incomoda. Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus
dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima
rodándole por la mejilla, replicó: "Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y
para mí".
Papá y yo volvimos a nuestro auto y regresamos a casa. Esa noche no fuimos al circo, pero no nos
fuimos sin nada...
Autor: Jack Canfield
Cuando el águila se puso hambrienta abusos

Hace mucho tiempo, antes de que hubiera hombres blancos sobre la tierra, los castores eran una familia
como los hombres. Ellos eran económicos y honrados y ocupaban su tiempo construyendo en los lagos y
lagunas. Tenían manos como nuestras manos. Ellos estaban vestidos en piel gris, suficientemente
abrigada para los inviernos y suficientemente oscura para todas las excavaciones que ellos tuvieran que
hacer.
No había una familia en todo el bosque tan trabajadora como los castores. El macho castor tenía un
secreto sistema para hacer flechas.
Ellos extraían el pedernal fuera de las rocas a lo largo del banco, transformándolo en cabezas de flechas.
Estos tenían cierta magia ya que los castores siempre tenían carne seca congelada en sus casas. Pero
lo más maravilloso de todo, era su habilidad para construir.
Sin colas, pero con sus amplias y gordas manos los castores construyeron fuertes represas en las cuales
hicieron lagunas en las corrientes donde pudieran pescar peces.
Ellos construyeron sus propios hogares con muchas salas y piezas en el barro, en el fondo del agua.
Todos los castores trabajan incluso las mujeres y los niños. Aquí ellos vivían en honradez y paz, y no
pedían nada a nadie.
En esos días el águila que era un orgulloso guerrero vestido de la cabeza a los pies en plumaje de
colores, vivía en la montaña y cuando bajaba al bosque, él deseaba ser recibido con honores. Los
vientos soplaban sus trompetas para él y el trueno batía tambores. Todas las criaturas eran avisadas y se
inclinaban ante el águila y él esperaba pescados y fresas para llevárselos a una fiesta.
En primavera cuando los hielos se habían ido de las corrientes y lagunas y cuando el bosque se ponía
nuevamente con hojas verdes, el águila bajo para una sorpresiva visita. El se paró a la orilla de un
pequeño lago y allí vio a una vieja mujer castor excavando en el lodo. Ella estaba encorvada sobre su
trabajo. Con sus largas y arrugadas manos estaba haciendo la arcilla en ladrillo para construir una
muralla para su nueva casa.
El águila la miró con desprecio.
-"Yo tengo hambre"- dijo.
La vieja castor asomó su cabeza café fuera del agua y miró hacia arriba al águila.
-"La familia de castores tendría hambre también, señor" - y agregó - "Si nosotros no trabajásemos todos
para poder vivir"-
-"Pero pienso en la clase de trabajo que Ud. hace"- chilló el águila, subiéndose a una rama de un árbol y
sentándose como si no quisiera dar un paso en el barro.
-"Mira tus manos" - él le dijo - "no son manos de una persona de rango, como yo, porque están
manchadas de tierra".
-"Tú vives en casas que están hechas de barro, Uds. echan abajo los árboles con sus dientes y comen
malezas y cortezas. Uds. fueron hechos solamente para servir a otros, como a mí mismo"-.
La vieja volvió a su trabajo. Cuando el águila había terminado a hablar ella dijo:
-"Los castores son humildes, pero no hay en el bosque tan trabajadores como nosotros, profundizamos
represas en las corrientes y la haremos más útiles. Nuestro trabajo nos lleva dentro del barro, en el lodo
nosotros debemos vivir, pero somos honrados, gente económica señor, ¿Qué quiere Ud. para comer?" -
le preguntó
-"Pescado"- dijo el águila -"vaya abajo y pesque uno para mí"-.
La vieja castor secó sus manos y se sumergió dentro del agua.
El águila observó donde iba por que estaba medió muerto de hambre. Él esperó largo rato por una rica
comida, un pez recién pescado.
Él observó la tranquila agua por un tiempo pero no pudo ver ningún movimiento, después de haber
esperado como una hora, el agua se movió y la cabeza café de la vieja castora apareció.
-"Su festín de pescado lo aguarda". Oh, águila, le dijo.
-"¿Pero donde esta el pescado?"- preguntó el águila.
-"Ellos esperan por ti en mi mesa, abajo en el fondo del lago"- ella dijo, y se sumergió en el agua otra
vez.
Él águila sufrió hambre por un buen tiempo. Aún ahora cuando la familia de los castores camina en
cuatro patas y el águila es un pájaro, todos tienen hambre, pero son también capaces de trabajar por su
alimento
Papá salud =donación de órganos

Una vez una niñita de tan solo 5 años de edad de pregunto a su papá que le daría de regalo de
cumpleaños, el no supo que contestar y ella al ver que no respondía le pidió que fuera algo muy especial
algo que solo él pudiera darle y que ella lo guardaría con mucho amor. Pasaron 10 años y la niña ahora
convertida en casi una señorita enfermo, decían los doctores que era su corazón que estaba débil y que
no soportaría mucho tiempo, necesitaba un corazón nuevo pero no había un donante. Al otro día algo
paso y pudieron operar a la chica y ya casi recuperada vio a su padre sentado junto a su cama y con el
rostro feliz le dijo, después de 10 años, ahora puedo contestar que puedo regalarte y espero lo guardes
con mucho amor, yo viví los años más hermosos a tu lado y los seguiré viviendo dentro de ti. Cuando el
viento de a tu cara será mi aliento, cuando las hojas de los árboles rocen tus manos serán las mías y
cuando tu rostro dibuje una sonrisa es que estoy en tu recuerdo como algo bonito de tu vida, te quiero y
dejo en ti mi corazón. Antes de que ella pudiera contestar el tomo su mano y le dio un beso en la palma
la cerro y salió del cuarto. Cuando su madre entro ella sonreía, y le pidió a su mamá que la llevará a
donde estaba su Padre. Al llegar al cementerio sintió en su rostro el viento fresco y suave y quiso llorar
pero en ese momento las hojas de un árbol cayeron justo en sus manos no se había dado cuenta de que
llevaba aún su mano cerrada y al abrirla tenía una hoja de árbol que parecía recién cortada y una sonrisa
dibujo en su rostro y dijo, siempre estarás en mi mente, en mi vida y en mi corazón Gracias Papá.
LA LEYENDA DEL ESQUELETO QUE LLORA

Cuentan los lugareños, que allá en la montaña, en un rincón apartado y desconocido, un día de otoño un
joven de unos 16 años, paseando para intentar descubrir nuevos parajes (cosas de crios ) se encontró
con una cueva, después de la sorpresa se fue adentrando un poco.

Estaba oscuro, solo veía un recoveco del que colgaban muchas ramas. No podía seguir a pesar de
apartar las hojas, el otro lado era muy tenebroso, casi de ultratumba.

Ya en su casa pensaba en su descubrimiento. ¿que habría allí detrás?. ¿que tesoro iba a sacarle del
pueblo?. Decidido a todo preparó utensilios para entrar.

Era una mañana fría y las nubes amenazaban lluvia. Empezaba a clarear y el muchacho se apresuró a
levantarse. Su madre con cierta extrañeza le preguntó que donde iba.

Voy a dar una vuelta por La Frondosa ( que así se conocía el lugar donde encontró la cueva ) a ver las
colinas.

Durante el trayecto, de unos veinte minutos, iba emocionado. Se haría famoso.

A la entrada de la cueva giró la cabeza para ver si alguien le había seguido, sobre todo Luisito que
siempre andaba con él y que de seguro se enfadaría cuando se lo contara. Pero ese descubrimiento
tenía que hacerlo solo. Un presentimiento le recorría el cuerpo.

Sacó la linterna de la mochila y la encendió. Era un lugar oscuro pero no tan tétrico como le había
parecido el día anterior.

Después de separar las frondosas ramas se fue abriendo camino hasta que pudo pasar al otro lado. Era
un túnel corto, de unos tres metros, alumbró con la linterna hacia el frente y observó que se giraba hacia
la izquierda.

No sin cierto temor, nuestro muchacho se encaminaba despacio hacia el interior y al llegar a la curva se
sorprendió. Una luz iluminaba una estancia que había un par de metros mas allá.

No hacia falta la linterna pero el seguía con ella encendida. Al llegar, se le estremeció todo el cuerpo. Era
una habitación cuadrada, de unos nueve metros cuadrados, muy limpia, demasiado limpia para ser una
cueva, pero además, la luz, esa luz que entraba sin saber por donde.

Y en un rincón, hacia la derecha, la sorpresa. Un esqueleto sentado, mas bien acurrucado en el suelo.
Tenía algo en la mano izquierda. Nuestro muchacho tenía un poco de miedo, nadie había desaparecido
del pueblo ¿quien sería?.

Sigilosamente, como si el esqueleto pudiera despertarse, se acercó. Se iba fijando en el objeto de la


mano izquierda. No podía creerlo, era un CD de música que extrañamente no tenía polvo, en realidad,
nada allí tenía polvo, era como si esa luz limpiara el habitáculo.

THE WHO – QUADROPHENIA, eso era lo que ponía el CD, se leía claramente. Pero en su mano
derecha, casi oculto por los huesos tenía un libro, estaba seguro de que era un libro.

Pausadamente se fue agachando hasta ver el título, como en el CD se leía claramente, era curioso pero
otra vez se acordó de lo extraño que era que no hubiera polvo. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha por Miguel de Cervantes.

Que personaje tan extraño, que dos objetos tenía en sus manos. ¿quién era? ¿como había llegado hasta
allí? ¿nadie lo echaba en falta?.

De repente, el muchacho, casi sin darse cuenta empezó a subir la vista hacia la cara del esqueleto... y
dio un salto hacia atrás como impulsado por un resorte.

No podía ser cierto. Se acercó despacio sin quitar la vista de la cara del esqueleto. Una lágrima salía de
su ojo izquierdo. Si, era una lágrima, estaba seguro. Salía despacio, se deslizaba lentamente sobre lo
que había sido una mejilla y finalmente caía al suelo, era continuo, miró al suelo y vio que donde caía la
lágrima había crecido una flor. Pero una flor extraña, tenía siete pétalos y cada uno con el color del arco
iris.

Otra vez las mismas preguntas ¿quién era?... Se fijó detalladamente en la cara, no era un esqueleto
normal, parecía que daba paz a la estancia, incluso al propio muchacho.

Después de un rato contemplándolo se dio cuenta de la expresión que le transmitía. No había ninguna
duda, no sabía quien era pero desde luego estaba seguro de que había muerto de pena. Era muy
extraño, pero cada vez que lo miraba le parecía que se lo estaba diciendo: HE MUERTO DE PENA.

Al muchacho le cambió el rostro, poco a poco su cara se iba entristeciendo y casi sin darse cuenta a el
también se le cayó una lágrima.

De vuelta a casa no dejaba de hacerse una y otra vez la misma pregunta ¿quién era?.

Pasaron unos cuantos días hasta que se decidió a volver a la cueva, todo estaba igual, tal y como lo
había dejado la vez anterior. Pero esta vez era el muchacho el que tenía algo en la mano, era una
enorme rosa roja que había cortado en el jardín de su madre.

Se acercó muy despacio, se inclinó sobre el esqueleto y depositó la enorme rosa roja sobre la mano que
contenía el libro diciendo “No volverás a estar solo, amigo desconocido”.

El muchacho no dijo nada a nadie sobre su descubrimiento. Le parecía que solo el debía conocer aquel
misterio. Si lo decía vendría gente de todas partes y se convertiría en una atracción.

De vez en cuando pensaba en el tesoro que encontraría en la cueva y que le iba a hacer famoso. Sin
embargo, todo era completamente distinto, aquel esqueleto había cambiado su vida. Ya no volvería a
salir del pueblo, se prometió llevarle una rosa todos los días de su vida.

Y así fue, nunca dejó el pueblo y dicen los vecinos que todos los días de su vida cuando iba a salir el sol
le veían encaminarse hacia La Frondosa.

Nunca contó donde iba, pero si dicen por el pueblo que a todas las parejas que iban a casarse les
llevaba a ver el esqueleto, y que estos, al ver su cara de pena, se prometían no abandonarse nunca.

Hace muchos años que aquel muchacho desapareció. Algunos jóvenes comentan que han visto dos
esqueletos que sonríen paseando por La Frondosa y que cada uno lleva en su mano izquierda una
enorme rosa roja
Un mundo al revés.

Había una vez ,


un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos...Había también un príncipe malo , una bruja
hermosa y un pirata honrado ; todas esas cosas había una vez cuando yo soñaba un mundo al revez.

Irónicamente el mundo en que vivo es así .


El día que jugaron los sentimientos

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los
hombres.
Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les
propuso:
¿Vamos a jugar al escondite?
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó:
¿Al escondite? ¿Y como es eso?
Es un juego, explicó LA LOCURA, en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un
millón mientras ustedes se esconden y cuando yo termine de contar, al primero de ustedes que
encuentre, ese ocupará mi lugar para continuar el juego.
EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA, LA ALEGRIA dio tantos saltos que terminó por
convencer a LA DUDA, e incluso LA APATIA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron
participar. LA VERDAD prefirió no esconderse.
¿Para qué si al final siempre la hallaban?
LA SOBERBIA opinó que era in juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no
fuese de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse.
Un, dos, tres...comenzó a contar LA LOCURA, la primera en esconderse fue LA PEREZA, que como
siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. LA FE subió AL CIELO y LA ENVIDIA se
escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol
más alto.
LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para
alguno de sus amigos: ¿Un lago cristalino? ideal para LA BELLEZA ¿la rendija de un árbol? perfecto para
LA TIMIDEZ,¿el vuelo de una mariposa? lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD, ¿una ráfaga de viento?
magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de sol.
EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo
para él. LA MENTIRA se escondió detrás de su propia fantasía. LA PASION y EL DESEO en el centro de
los volcanes. EL OLVIDO, se me olvidó donde se escondió...pero eso no es lo importante.
Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse pues
todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus
flores,-un millón-contó LA LOCURA y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue LA PEREZA sólo a
tres pasos de una piedra. Después se escuchó LA FE conversando con un Dios en el cielo y LA PASION
y EL DESEO lo sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, pudo
decir dónde estaba EL TRIUNFO.
EL EGOISMO, no tuvo ni que buscarlo. El solito salió disparado de su escondite que había resultado un
nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió LA BELLEZA, y con LA
DUDA resultó más fácil todavía pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún de que lado
esconderse.
Así fue encontrando a todos, EL TALENTO, entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva,
a LA MENTIRA a la vista de todo el mundo e incluso AL OLVIDO...que ya había olvidado que estaba
jugando a los escondites, pero sólo EL AMOR seguía sin aparecer por ningún sitio.
LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en las cimas de las montañas,
y cuando estaba a punto de darse por vencida divisó un rosal y las rosas...y tomó una horquilla y
comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido
en los ojos al AMOR. LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón
y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, por primera vez que se jugó al escondite en la tierra: EL AMOR ES CIEGO Y LA
LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA
Carta a un niño somalí Fernando Martínez de Baños
Querido amigo:
Después de haber visto tu rostro enjuto, de mirada fija, silencio profundo, plagado de moscas, agarrado
con desesperación al pecho seco y arrugado de tu madre, no tengo más remedio que hacer un alto en
mi camino y preguntarme y preguntar al mundo qué estamos haciendo.
Es seguro que para ti una cosa llamada por los cristianos la Navidad no tiene ningún sentido, es seguro
que para ti no es más que una palabra vacía. Te quedarías horrorizado y quizás no te lo creerías si
vieses el despilfarro de dinero y comida que hacemos, el derroche de luces, de mentiras hipócritas, de...,
mientras tú estás soñando con poder llevarte a la boca un pedazo de pan duro.
No creo que puedas ni pensar que hay niños en los países ricos que desprecian comida, que hay
mayores que por aparentar ante los demás un no sé que, no hacen más que gastar dinero en cosas
superfluas y que a lo mejor a ti con ese dinero te pueden salvar la vida. Y como sé que no puedes ni
pensarlo, no tengo más remedio que decírtelo yo.
Quizás te preguntes, ¿es que el mundo se ha vuelto loco? ¿Es que el hombre es malo por naturaleza?
Claro que te lo tienes que preguntar, si tus mismos compatriotas te están quitando la comida,
<<simplemente>> para matarse mejor a
tiros entre ellos..., si lo que manda en nuestras vidas es casi siempre la ambición personal, si...
No puedo seguir con argumentaciones porque a lo mejor lo que a ti te puede interesar es un poco de
comida y quizás un trozo de madera que puedas utilizar como juguete. ¿Sabes que en los países ricos
los niños como tú tienen unos juguetes
superelectrónicos que valen un dineral? No te lo puedes ni imaginar.
En parecidas condiciones a las tuyas hay niños en muchísimos países, en algunos de ellos no tienen ni
siquiera madera para hacer fuego y calentarse... mientras aquí, sabes, hay gente que se enfada si la
temperatura de su casa no está por encima de los veinticuatro grados.
¿Por qué no hay un poco de comprensión, de lógica, de humanidad? Estoy convencido que sí la hay,
que hay muchos hombres y mujeres buenos que están haciendo mucho para que tú puedas comer un
poquito, hombres que
desgraciadamente no tienen más remedio que usar de su fuerza y de su poder para que tú puedas
comer. Qué paradoja, ¿verdad?
Cuando tú no puedes recibir ni una sola medicina para combatir esa maldita enfermedad, ni hay nadie
que te pueda poner una simple y triste inyección, aquí graciosamente y tristemente, hay médicos que no
saben qué hacer porque no tienen
trabajo. ¿Tú lo entiendes? Yo no, pero debes confiar en todos esos hombres buenos, en todas esas
organizaciones que están trabajando para intentar hacer un mundo un poquito mejor. Pero a lo peor tú,
querido niño somalí, ya estás muerto cuando esos hombres buenos lleguen hasta ti.
Ojalá todos esos cuentos de Navidad que hablan de milagros, de Reyes Magos, de Papá Noel, de
Santa Claus, de trineos tirados por renos que surcan los cielos haciendo sonar sus alegres cascabeles,
se hicieran alguna vez realidad, y tú, amigo
mío, pudieras alguna vez no comer turrón ni golosinas sino una simple papilla bien repleta de alimentos y
calorías para que tu frágil y delicado cuerpecillo pueda salir delante.
De todos modos te repito que siempre hay gente buena y cariñosa que hace mucho por ayudarte y que
incluso muere por ti, como ese muchacho de Unicef asesinado sabe Dios por quién y por qué, pero lo
que no cabe duda es que murió allí, cerca de ti, mientras a lo mejor te estaba preparando algo de comida
para llevártela al día siguiente.
El otro día murió una actriz de cine víctima de una terrible enfermedad, que en sus últimos años de vida
empleó su tiempo y su dinero, sabiendo ya que se moriría pronto, para llevaros un poco de esperanza,
de cariño, de comida, de... Ella también, cuando fue niña, sufrió muchas calamidades en otra guerra que
no queremos ni recordar.
Estoy seguro que cuando estaba allí y te tenía en brazos poco pensaría en su enfermedad, y si a lo
peor en algún momento pensó en ella, te aseguro que a continuación exclamaría: <<Qué más da mi
enfermedad al lado de todo esto, si yo tengo todo lo necesario para vivir e incluso para morir en paz,
cuando tú, querido niño, no tienes ni un maldito lugar para terminar tus míseros días>>.
Sé que eres muy receptivo y que necesitas cariño, mucho cariño. El otro día te vi por televisión jugando
con un compatriota mío que fue allá para llevarte un poco de lo que tanto necesitas, y que le habían
dado muchos miles de personas que detrás de su anonimato te quieren ayudar y que les duele
tremendamente lo que te está ocurriendo a ti y a tantos miles y miles de niños como tú. ¿Sabes que me
impresionaste? Por una vez te vi reír, estar alegre sin saber nada de aquel hombre blanco que jugaba
contigo tocándote la nariz, y con el que tú, entre risas, jugabas a tocársela a él. Quizás nos estabas
enviando un mensaje, un mensaje de amor; quizás nos estabas queriendo decir que con amor y cariño
pueden saltarse todas las barreras, no importa el lenguaje, no importa el color de la piel, no importa la
religión, no importa la olítica, no importa nada; lo que verdaderamente importa es el querer hacer bien
las cosas y dar amor, mucho amor, que es seguro que todo lo demás se dará por añadidura.
Y hay otras muchas personas y organizaciones que existen que no querría olvidar, como Manos
Unidas, Médicos sin fronteras, etc., que estudian, trabajan y se preocupan para que tú, querido amigo,
puedas tener todo lo necesario.
De todas formas, tengo que animarte, tengo que decirte que tengas confianza, que tarde o temprano
todas las personas buenas harán lo imposible para que no ocurra nunca más lo que a tí te está
ocurriendo.
Yo me quedo con pena, con rabia e impotencia porque no puedo ayudarte en este momento y porque,
en el tiempo que he tardado en escribir estas líneas, muchos niños como tú habrán muerto, y quién
sabe..., a lo peor tú también
LIBERTAD
A MENOS QUE ABANDONES tu personalidad, no serás capaz de encontrar tu individualidad.
La individualidad la proporciona la existencia; la personalidad la impone la sociedad. La personalidad es
una conveniencia social: la sociedad no puede tolerar la individualidad, porque ésta no es gregaria como
una oveja. La individualidad tiene la cualidad del león; el león se mueve
solo. La oveja está siempre con la multitud, esperando sentirse a gusto al permanecer entre ella. Estando
entre la multitud uno se siente protegido, seguro: si alguien ataca, existe la posibilidad de que puedas
salvarte, pero estando solo... Únicamente los leones se mueven en soledad.
Cada uno de nosotros nace león, pero la sociedad continúa condicionándote, programando tu mente
para convertirte en oveja. Esto te da una personalidad, una personalidad agradable, muy simpática,
conveniente, muy obediente.
La sociedad quiere esclavos, no quiere gente que esté totalmente comprometida con la libertad. La
sociedad quiere esclavos porque todos los intereses creados requieren obediencia

Baby Consuelo salió con el dinero justo para llevar a su hijo al cine.
El chaval estaba muy animado, y todo el tiempo iba preguntando cuánto tardarían en llegar.
Al parar en un semáforo, vio un mendigo sentado en la acera sin pedir nada.
-Dále todo el dinero que llevas -escuchó que le decía una voz.
Baby argumentó en voz alta: -había prometido llevar a mi hijo al cine.
-Dáselo todo -insistió la voz.
-Puedo darle la mitad, mi hijo entra solo y yo espero en la salida -dijo ella.
Pero la voz no queria conversar: -dáselo todo.
Baby no tuvo tiempo de explicar nada al niño: paró el carro y le dio todo el dinero que llevaba al
mendigo.
-Dios existe, y la señora me lo ha demostrado -dijo el mendigo. -Hoy es mi aniversario. Yo estaba triste,
avergonzado de estar siempre pidiendo limosna. Entonces resolví no pedir nada y pensé: si Dios existe,
Él me dará un presente.

Paulo Coelho,
extraido de "MAKTUB
Las advertencias

Un día, un jóven se arrodilló a orillas de un río.Metió los brazos en el agua para refrescarse el rostro y
allí, en el agua, vio de repente la imágen de la muerte.Se levantó muy asustado y preguntó:
- Pero...qué quieres? Soy jóven! Por qué vienes a buscarme sin previo aviso?
-No vengo a buscarte- contestó la voz de la muerte- Tranquilízate y vuelve a tu hogar, por que estoy
esperando a otra persona.No vendré a buscarte sin prevenirte, te lo prometo.
El jóven entró en su casa muy contento. Se hizo hombre, se casó, tuvo hijos, siguió el curso de su
tranquila vida. Un día de verano encontrándose junto al mismo río, volvió a detenerse para refrescarse. Y
volvió a ver el rostro de la muerte. La saludó y quiso levantarse.Pero una fuerza lo mantuvo arrodillado
junto al agua. Se asustó y preguntó:
-Pero que quieres?
-Es a ti a quien quiero- contestó la voz de la muerte- Hoy he venido a buscarte
-Me habías prometido que no vendrías a buscarme sin prevenirme antes! No has mantenido tu promesa!
- Te he prevenido!
-Me has prevenido??
-De mil maneras. cada vez que te mirabas a un espejo, veías aparecer tus arrugas, tu pelo se volvía
blanco. Sentías que te faltaba el aliento y que tus articulaciones se endurecían. Cómo puedes decir que
no te he prevenido?
Y se lo llevó hasta el fondo del agua.
China (anónimo)
La mitad de una manta

En una humilde casa vivía un hombre, su mujer, su padre y su hijo, que todavía era un bebé. El viejo
padre no servía para nada. Estaba demasiado débil para trabajar. Comía y fumaba , sentado de la
puerta. Entonces el hombre decidió sacarle de la casa, dejarlo tirado a su suerte en las calles, como a
veces se hacía, en las época mas duras, con las bocas inútiles.
La esposa intentó interceder en favor del anciano, pero fue en vano.
- Como mínimo dale una manta- dijo ella.
- No. Le daré la mitad de una manta. Eso es suficiente.
La esposa le suplicó. Finalmente consiguió convencerlo para que le diese la manta entera. De repente,
en el momento en que el viejo estaba a punto de salir llorando de la casa, se oyó la voz del bebé en la
cuna. Y el bebé le decía a su padre:
-No! No le des la manta entera! Dale sólo la mitad.
- Por qué?- preguntó el padre anonadado, acercándose a la cuna.
- Porque- contestó el bebé- yo necesitaré la otra mitad para dártela el día que te eche de aquí.
Anónimo ( Irlanda)
LA RANA Y EL ESCORPION

Un escorpión, que deseaba atravezar el río, le dijo a una rana:


-Llévame a tu espalda
-Que te lleve a mi espalda! -contestó la rana- Ni pensarlo! Te conozco! Si te llevo a mi espalda,me
picarás y me matarás!
-No seas estúpida-le dijo entonces el escorpión- No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo,
como no se nadar, también me ahogaré?
Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida.Lo cargó sobre su resbaladiza
espalda, donde él se agarró y empezaron la travesía.
Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la
rana.Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el
escorpión, le gritó:
-Ves! te lo había dicho! Pero qué has hecho?
-No puedo evitarlo-contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas-
Es mi naturaleza

Anónimo (Africa)
La cybercreación

Al principio estaba la computadora.Y Dios dijo c:\> Hagase la luz!


Ingresar identificacion del usuario.
c:\> Dios Ingresar contraseña
c:\> Omnisciente
Contraseña incorrecta.Intentar nuevamente.
c:\> Omnipotente
Contraseña incorrecta.Intentar nuevamente.
c:\> Tecnócrata
Y Dios se registró a las 12:01:00 AM, Domingo, Marzo 1.
c:\> Hagase la luz!
Comando irreconocible.Intentar nuevamente.
c:\> Crear luz
Hecho
c:\> Ejecutar tierra y cielo .
Y Dios creó el Día y la Noche. Y Dios vio que había 0 error.
Y Dios desconecto a las 12:02:00 AM, Domingo, Marzo 1.
Y Dios conecto a las 12:01:00 AM, Lunes, Marzo 2.
c:\> Hagase el firmamento en el medio del agua y la luz.
Comando irreconocible.Intentar nuevamente.
c:\> Crear firmamento
Hecho.
c:\> Ejecutar firmamento
Y Dios dividió las aguas. Y Dios vio que había 0 error.
Y Dios desconecto a las 12:02:00 AM, Lunes, Marzo 2.
Y Dios conecto a las 12:01:00 AM, Martes, Marzo 3.
c:\> Haganse las aguas debajo del cielo unidas en un solo lugar y hagase parecer la tierra seca y...
Demasiados caracteres en la ristra de especificación.Intentar nuevamente.
c:\> Crear tierra_seca
Hecho.
c:\> ejecutar firmamento
Y Dios dividió las aguas. Y Dios vio que había 0 error.
Y Dios desconecto a las 12:02:00 AM, Martes, Marzo 3.
Y Dios conecto a las 12:01:00 AM, Miércoles, Marzo 4.
c:\> Crear luces en el firmamento para dividir el día de la noche
Tipo no especificado. Intentar nuevamente.
c:\> Crear sol_ luna_ estrellas
Hecho
c:\>Ejecutar sol_ la luna_ estrella
Y Dios dividió las aguas. Y Dios vio que había 0 error.
Y Dios desconecto a las 12:02:00 AM, Miercoles, Marzo 4.
Y Dios conecto a las 12:01:00 AM, Jueves, Marzo 5.
c:\> Crear pescado
Hecho
el c:\> Crear ave
Hecho
c:\>Ejecutar pescado , ave
Y Dios creó los grandes monstruos de mar y cada criatura viviente que se movía por las aguas y
después a una par de su tipo a cada especie.
Y Dios vio que había 0 errores.
Y Dios desconectó a las 12:02:00 AM, Jueves, Marzo 5.
Y Dios conectó a las 12:01:00 AM, Viernes, Marzo 6.
c:\> Crear ganado
Hecho
el c:\> Crear lúgubre_ cosas
Hecho
c:\> Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen
Tipo no especificado. Intentar nuevamente.
c:\> Crear hombre
Hecho
c:\> Ser fructífero y multiplicado y rellenar la tierra y someterlo y
tener dominio sobre el pescado del mar y sobre el ave del aire y
sobre cada cosa viviente que se moviese sobre la tierra...
Demasiados comandos operando. Intentar nuevamente.
c:\> ejecución múltiple
Ejecucion terminada. 6 errores.
c:\> halito de insertar descanso
Hecho
c:\> ejecucion multiple
Ejecucion terminada. 5 errores.
c:\>mover hombre al jardín de Edén
El archivo Jardín de Eden no existe.
c:\> Crear Jardín. edn
Hecho
c:\>mover hombre al Jardin.edn
Hecho
c:\> ejecucion multiple
Ejecucion terminada. 4 errores.
c:\> Copia mujer desde hombre
Hecho
c:\> ejecucion multiple
Ejecucion terminada. 2 errores.
c:\> Crear deseo
Hecho
c:\> ejecucion multiple
Y Dios vio al hombre y mujer,siendo fructiferos y multiplicando el Jardin. edn
Advertencia: Ejecucion sin limite de tiempo. 1 errores.
c:\> Crear voluntad libre
Hecho
c:\> ejecutando voluntad libre
Y Dios vio al hombre y la mujer ,siendo fructiferos y multiplicando el Jardin. edn
Advertencia: Ejecucion sin limites de tiempo. 1 errores.
c:\> deshacer deseo
Deseo no puede deshacerse una vez voluntad libre es creada.
c:\> Destruir voluntad libre
Voluntad libre es un archivo inaccesible y no puede destruirse.
Ingresar reemplazo, cancelar, o pedir ayudar.
c:\> Ayuda
Deseo no puede deshacerse una vez que voluntad librees creada
Voluntad libre es un archivo inaccesible y no puede destruirse.
Ingresar reemplazo, cancelar, o pedir ayudar.
c:\> Crear arbol_ de_ conocimiento
Y Dios vio al hombre y mujer siendo fructiferos y multiplicando en El jardin. edn
Advertencia: Ejecucion sin limite de tiempo.1 error.
c:\> Crear bondad y maldad
Hecho
c:\> Activar maldad
Y Dios vio que había creado vergüenza.
Advertencia error de sistema en el sector E95. hombre y mujer no en el Jardin. edn. 1 error.
c:\> Explorar Jardin. edn por el hombre y mujer
Busqueda frustrada.
c:\> Borrar verguenza
Verguenza no puede borrarse una vez que maldad está activada.
c:\> Destruir libre voluntad
voluntad libre es un archivo inaccesible y no puede destruirse.
Ingresar reemplazo, cancelar,o pedir ayudar.
c:\> Parar
Comando desconocido.Intentar nuevamente
c:\> Detener
c:\> Detener
c:\> Detener
ATENCION A TODOS LOS USUARIOS*** ATENCION A TODOS LOS USUARIOS: LA COMPUTADORA
QUE VA A DETENERSE POR UN DIA REGULAR DE MANTENIMIENTO Y DESCANSO EN CINCO
MINUTOS.POR FAVOR DESCONECTAR.
c:\> Crear mundo nuevo
Ud. ha excedido su espacio destinado al archivo. Ud. debe destruir archivos viejos antes de una nuevo
poder crear nuevos.
c:\> Destruir tierra
Destruir tierra: Por favor confirmar.
c:\> Destruir tierra confirmado
COMPUTADORA DESCONECTANDO***COMPUTADORA DESCONECTANDO.LOS SERVICIOS
REANUDARAN EL DOMINGO, MARZO 8 A LAS 6:00 AM. UD. DEBE DESCONECTAR AHORA.
Y Dios desconecto a las 11:59:59 PM, Viernes, Marzo 6.
12:00:01 AM, Domingo, Marzo 8

Dios creo Macintosh


COMPRENSION

Dos monjes zen iban cruzando un río. Se encontraron con una mujer muy joven y hermosa que también
quería cruzar pero tenía miedo.
Así que un monje la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla.
El otro monje estaba furioso. No dijo nada pero hervía por dentro. esto estaba prohibido. Un monje
budista no debía tocar una mujer y este monje no sólo la había tocado sino que la había llevado sobre
sus hombros.
Recorrieron varias leguas. Cuando llegaron al monasterio, mientras entraban, el monje que estaba
enojado se volvió hacia el otro y le dijo:
- Tendré que decírselo al maestro. tendré que informar acerca de esto. Está prohibido.
- De que estás hablando? Qué está prohibido?- le dijo el otro.
- Te has olvidado? llevaste a esta hermosa mujer sobre tus hombros- dijo el que estaba enojado.
El otro monje se rió y luego dijo:
- Si, yo la llevé. Pero la dejé en el río, muchas leguas atrás. Tu, todavía la estás cargando...
Cachorros para la venta Discapacitados

El dueño de una tienda estaba clavando un letrero sobre la puerta que decía "Cachorros para la
venta".Letrero como ese atraen a los niños y tan es así, que un niño apareció bajo el letrero.
-Cuánto cuestan los cachorros?
-Entre 30 y 50 dólares-replicó el dueño
El niño buscó en sus bolsillos y sacó unas monedas
-Tengo $ 2,37-dijo-puedo verlos, por favor?
El dueño sonrió y dio un silbido, y de la perrera salió Lady, quien corrió por los pasillos de la tienda
seguida de cinco diminutas bolas plateadas de pelaje. Uno de los cachorros se retrasaba
considerablemente detrás de los demás
-Qué pasa con ese perrito?-dijo el niño señalando al cachorro que cojeaba rezagado.
El dueño de la tienda le explicó que el veterinario lo había examinado, y había descubierto que no tenía
la cavidad del hueso de la cadera. Siempre sería cojo. El niño se emocionó.
-Ese es el cachorro que quiero comprar
-No tienes que comprar ese perrito-le dijo el dueño de la tienda- Si realmente lo quieres ,te lo daré.
El niño se molestó un poco. Miró directamente a los ojos del dueño de la tienda y señalándolo con el
dedo dijo:
-No quiero que me lo regale. ese perito vale tanto como los demás, y pagaré todo su valor. En efecto, le
daré $2,37 ahora, y cincuenta centavos mensuales hasta que lo haya pagado completamente.
-no creo que quieras comprar ese perrito-replicó el dueño-Nunca va a poder correr ni jugar ni saltar
contigo como los demás cachorros.
En ese momento, el pequeño se agachó y arremangó su pantalón para mostrar una pierna malamente
lisiada, retorcida y sujeta por una gran abrazadera de metal.
-Bien-replicó suavemente el niño mirando al señor-yo tampoco corro muy bien y el cachorrito necesitará
a alguien que lo entienda!
Dan Clark
LAS TRES REJAS

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa y le dice:


- Maestro, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia ...
- Espera! -lo interrumpe el filósofo-. ¿Hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?.
- Las tres rejas?, preguntó su discípulo.
- Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es
bueno para alguien?.
- No, en realidad no. Al contrario ...
- Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces ... -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdad, ni bueno ni necesario, sepultémoslo en el
olvido
DESEOS

Un emperador estaba saliendo de su palacio para dar un paseo matutino cuando se encontró con un
mendigo.
Le preguntó:-Qué quieres?
El mendigo se rió y dijo:-me preguntas como si tu pudieras satisfacer mi deseo.
El rey se rió y dijo:-por supuesto que puedo satisfacer tu deseo. Que es? Simplemente dímelo.
Y el mendigo dijo:-Piénsalo dos veces antes de prometer.
El mendigo no era una mendigo cualquiera, había sido el maestro del emperador en una vida pasada. Y
en esta vida le había prometido" vendré y tratare de despertarte en tu próxima vida. En esta vida no lo
has logrado, pero volveré..."
Insistió:-te daré cualquier cosa que pidas. Soy un emperador muy poderoso, que puedes desear tu que
yo no pueda darte?
El mendigo le dijo:-es un deseo muy simple.¿ves aquella escudilla?¿puedes llenarla con algo?
Por supuesto-dijo el emperador. Llamó a uno de sus servidores y le dijo:
-llena de dinero la escuadrilla de este hombre.
El servidor lo hizo...y el dinero desapareció. Echo más y más y apenas lo echaba desaparecía. La
escudilla del mendigo siempre estaba vacía.
Todo el palacio se reunió .El rumor se corrió por toda la ciudad y una gran multitud se reunió allí. El
prestigio del emperador estaba en juego .Les dijo a sus servidores
-estoy dispuesto a perder mi reino entero, pero este mendigo no debe derrotarme.

Diamantes, perlas, esmeraldas...los tesoros iban vaciando. La escuadrilla parecía no tener fondo. Todo lo
que se colocaba en ella desaparecía inmediatamente. Era el atardecer y la gente estaba reunida en
silencio. El rey se tiro a los pies del mendigo y admitió su derrota.
Le dijo:-Has ganado, pero antes que te vayas, satisface mi curiosidad,¿de que esta hecha tu escuadrilla?

El mendigo se rió y dijo:-Esta hecha del mismo material que la mente humana. No hay ningún
secreto....simplemente esta hecha de deseos humanos.

(ZEN:el camino)
LAS SEMILLAS DE LA DISCORDIA

Una noche un campesino africano vio que la discordia plantaba semillas en su campo. Se abstuvo
de intervenir y la observó. Cuando ella terminó y se fue, él se pasó toda la noche recogiendo con la
ayuda de una linterna, las peligrosas semillas.Se las llevó a su casa sin decir una sola palabra a su
familia.
Al día siguiente para deshacerse de las semillas, les dio un puñado a las gallinas.Pero apenas las
picotearon, se pusieron a pelear furiosamente, a muerte entre ellas.Treminó con sus manos y brazos
cubiertos de crueles picotazos.Buscando otra orma, tiró un puñado al río.Pero los peces,angilas e
incluso los hipopótamos empezaron a desplazarse, mientras olas enormes recorrían ese río
habiltualmente calmo,tan enormes que una parte de la llanura quedó inundada.
Otro día tuvo la idea de triturar una parte y, sin decirle de que se trataba, pedirle a su mujer que le
preparase una torta.Se puso a comer aquella torta. pero apenas tragó el primer bocado, la encontró
mal cocida, demasiado salada y empezó a reprocharselo a su mujer.Ella que también acababa de
terminar su primer bocado, replicó gritando que si su marido la encontraba mal preparada
simplemente significaba que él era un imbécil, cosa que ella siempre había sospechado.Se destó tal
ira entre ellos que fue necesaria la intrvención de vecinos para separarlos.
Pasaron unas semanas. Poco a poco recobraron la calma, pero el campesino, que había perdido el
sueño y la sonrisa, solo pensaba en las semillas que le quedaban.Pensó en hacer un viaje a algun
país lejano.Sin embargo,como era un buen hombre, se decía que los países lejanos estaban
sembrados de suficientes semillas de la discordia. Incluso pensó dirigirse hasta el mar para tirar su
saco de semillas, pero temió crear una tempestad sin igual.Las buenas razones le hicieron renunciar
a aquella idea.
Cuando aparecieron los primeros brotes, vio con alegría que tendría una cosecha excepcional.En los
campos vecinos se apresuraban a arrancar las malas hierbas.El no tenía nada que hacer.La cosecha
crecía espléndida y sana.Todas las mañanas veía crecer su prospéridad.Se dejó ganar por la
ociosidad.Incluso aprovechó para visitar a unos primos que vivían a tres días de camino. A su
regreso, las lamentaciones de su mujer y sus hijos le dieron las bienvenidas.En pocas horas una
bandada de aves habían desvastado su campo.No quedaba ni un solo brote.
Los sabios del pueblo encontraron la razón de aquella desgracia.En los otros campos (que no
habían sido desvastados) dijeron, siempre había habido un hombre trabajando moviendose,
haciendo ruido con sus herramientas.Por eso los pájaros se habían dirigido al único campo en el que
no había nadie.Un campo magnifico por otra parte.
El campesino espero la llegada de la noche, se levantó sin hacer ruido y sacó del escondite el saco
con las últimas semillas.Fue hsta su campo y allí echó las semillas, una a una.
Al volver al pueblo, vio a lo lejos que la discordia plantaba semillas en un pequeño bosque que
pertenecía a uno de sus amigos.Un amigo al que quería mucho, y al que se guardó mucho de avisar.
1000 ESPEJOS

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un
perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El
perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras, se topó con
una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro
de ese cuarto habían 1.000 perritos más, observ‡ndolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El
perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco apoco.. Los 1.000 perritos hicieron lo
mismo. Posteriormente, sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al
ver que los 1.000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del
cuarto se quedó pensando para si mismo: "Qué lugar tan agradable... Voy a venir más seguido a
visitarlo!
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero
a diferencia del primero, éste perrito al ver a los otros 1.000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya
que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente, empezó a gruñir; obviamente, vio como
los 1.000 perritos le gruñían a Žl. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1.000 perritos le ladraron
tambiénl. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Qué lugar tan horrible es éste... Nunca más
volveré a entrar allí! En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:

"La casa de los 1.000 espejos.


Todos los rostros del mundo son espejos"

Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es
lo que proyectas ante los demás.

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