Está en la página 1de 3

La corporación como aparato de poder

Diana Karen Rosas Santos

El documental The Corporation (2004), es un proyecto que exhibe una visión crítica de las
grandes corporaciones empresariales, revisando su nacimiento, su impacto en la sociedad y
su carácter, comparándolas con una persona a la que se le diagnóstica un trastorno
psicológico. Tengo el objetivo de hacer de este escrito un reflejo de lo que el documental ya
mencionado me dejo, y de algo más, si es posible.
Apple, Microsoft. Inc, Google Inc. Amazon, Exxon Mobile, General Electric, P&G,
Unilever, y la lista es enorme. Miles de corporaciones se encuentran involucradas con cada
pequeña parte de lo que nos rodea en la vida diaria. De las corporaciones no nos podemos
librar, incluso, para hacer una crítica de ellas tengo que recurrir a unos de los productos que
vende la corporación número uno hoy en día: Apple. Pero, ¿qué es una corporación? ¿cómo
funciona? ¿Por qué está en todos lados?
La corporación, como la conocemos actualmente, es un concepto que se remota hasta
la Revolución Industrial, donde nace con un solo propósito: hacer crecer las ganancias de los
accionistas.
Para esto, es necesario, primero, innovar en tecnología para aumentar producción y
reducir costos. Pero, las consecuencias de buscar la innovación tecnológica a menudo tienen
grandes costos, mismos cobran a terceros, quienes tiene que tolerar la contaminación que
causó en el río la nueva planta hidroeléctrica; los residuos que expulsa la nueva fábrica de
plásticos; las condiciones insalubres del humo que exhalan las calderas de la nueva
productora de acero. Pero, en esta búsqueda de aumentar las ganancias, no solo el medio
ambiente sufre. Veamos.
Las corporaciones necesitan un lugar donde asentarse, buscan un poblado, por lo
regular, poco desarrollado “para llevar progreso”. O eso es lo que dirán cuando el CEO de la
compañía se reúna con el gobernante a cortar el listón inaugural de la “nueva fuente de
ingresos”. Como pasa con las empresas armadoras de autos en el estado.
Nadie puede negar que las corporaciones sí crean empleos nuevos y llevan beneficios
a los lugares que llegan, por ejemplo, de acuerdo al diario El Economista, la planta armadora
de Audi, ubicada en San José Chiapa, Puebla, tiene “entre los proyectos grandes para este
2018, tres hoteles de tres y cuatro estrellas, y una tienda Sam’s Club, así como la construcción
de seis fraccionamientos”. Pero, afirma también que “la llegada de más inversiones en
materia de servicios —hoteles, restaurantes y tiendas de autoservicio— se empezarán a
concretar más rápido cuando estén ocupadas las casas de la llamada Ciudad Modelo, la cual
se hizo para los empleados de Audi”.
Pero, ¿qué porcentaje de esos empleos es para la gente del pueblo?, ¿qué tipos de
empleos son? y ¿a cuánto asciende su ingreso? De acuerdo, con una publicación de la revista
Proceso, el 80 por ciento de la plantilla laboral gana entre 240 y 330 pesos diarios, menos
los descuentos que les hacen por cuota sindical, pago de IMSS, consumo de comedor,
transporte y otros, lo que es casi la mitad. Mientras que hay en la nómina salarios de 52 mil
pesos al mes.
Y ese es otro método para aumentar las ganancias de las corporaciones: la paga más
que mínima a los pobladores, a quienes, probablemente se les compró sus parcelas a precio
mínimo para edificar a fábrica para la que van a tener que trabajar para tener derecho a la
nueva clínica del IMSS que se va a inaugurar.
En el documental veíamos también las condiciones infrahumanas que se tenían –y se
tienen- en las grandes industrias textiles en los países subdesarrollados, donde personas con
salario por debajo del mínimo hacen ropa que venden en miles de pesos en un ambiente
dañino químicamente. Otra característica de las corporaciones es su falta de empatía por la
condición humana de sus trabajadores.
La organización europea Changing Markets Foundation, ha documentado en varias
ocasiones las condiciones en que se trabaja en las fábricas textiles de Bangladesh es factor
para contraer cáncer, debido a un elemento/sustancia que está activa durante la producción,
por lo que, la misma ropa que se produce, está contaminada con dicho activo. Las mayores
cadenas de ropa europeas y norteamericanas, como H&M, Zara/Inditex, ASOS,
Levi's, United Colors of Benetton y Dockers tienen sus empresas en dicho país.
Si esto ya se hizo público, ¿por qué no se hace nada? Siguiendo la trama del
documental, una corporación se ha convertido en una persona legal, lo que le ha dado los
derechos de una persona. Esto hace que las sanciones que se les pueda imponer no hagan
tanta mella, porque no pueden meter a C&A o a Aeropostale a la cárcel, porque, aunque son
personas legales, no son personas para meter a la cárcel. Los daños se pagan con multas y
promesas de ser más amigables con el medio ambiente y los trabajadores.
El documental es del 2003, pero esta situación no ha cambiado. Las corporaciones lo
manejan todo. No hay más. Sobre todo, no hay quien maneje a estas corporaciones más que
ellas mismas. Ellas, por sí solas, ya son otro aparato de poder. Algo que nos rebaza e incluso
al Estado. Algo a lo que estamos sujetos, aunque no queramos.

Bibliografia consultada

https://www.eleconomista.com.mx/estados/Audi-detonara-proyectos-en-San-Jose-
Chiapa-20180107-0074.html

https://www.proceso.com.mx/483406/surge-disidencia-en-sindicato-trabajadores-audi-
acusan-acuerdo-leonino-a-favor-la-empresa

http://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/debate/2017/10/15/made-in-bangladesh-la-
etiqueta-de-ropa-que-esconde-una-cruda-realidad.shtml

https://www.infolibre.es/noticias/economia/2017/06/13/un_informe_revela_que_marca
s_ropa_como_zara_compran_viscosa_fabricas_contaminantes_66353_1011.html

También podría gustarte