CONFIANZA

No esperes moverte del lugar de donde estás por necesidad, es la frase que
siempre escuché cuando era pequeño, y tal vez lo que más debemos entender.

A medida que crecemos nuestra actitud comienza a cambiar y más con todo lo
que aprendemos durante la vida, se nos hace difícil pensar y creer que pueda
haber algo de lo que nos estemos olvidando, pero sí, nos olvidamos de
“Confiar”, y es que más allá del esfuerzo que nosotros le pongamos a las
cosas, hay algo que hará que guardemos la esperanza sobre lo que
anhelamos… “la confianza”.

Por qué vivir esperando que se nos agote el tiempo, que nuestra paz se turbe o
que la paciencia se nos acabe, para decir ¡Dios mío ayúdame!, si podemos vivir
confiando que si pedimos algo a Dios con un propósito, él nos lo va a dar, y si
le pedimos ayuda a Dios, pues él nos va a ayudar.

Pero no esperes caer en el pozo de la desesperación, aprende a caminar en el

tiempo que Dios te dice que camines, y a hacer lo que Dios te dice que hagas,
poniendo tu confianza en él, porque entonces serás como un árbol plantado
junto al agua que extiende sus raíces hacia la corriente.

No te hagas más daño, no esperes el último minuto para reflexionar y correr

hacia Dios, ten confianza, pruébalo, el día de hoy dile: Dios, deseo poner mi
confianza en ti y no sé cómo hacerlo, pero a pesar de todo eso confío en que tú
me ayudarás y estoy seguro que mi vida será mejor.

Con esas palabras empezarás el cambio y Dios tomará su lugar…y tú

estarás…en el corazón del Padre, el corazón de Dios