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COOPERATIVISMO

CONTENIDO
El cooperativismo surge en el siglo XIX como reacción a los fenómenos sociales y las nuevas
condiciones económicas derivadas del capitalismo. “Los orígenes del cooperativismo coinciden con
el momento de formación de la economía capitalista y el industrialismo, por lo que su evolución
ha estado vinculada a las fases de expansión y crisis de las economías modernas”1. La experiencia
de los Pioneros de Rochdale -la primera cooperativa exitosa- creada por 28 obreros industriales
despedidos después de una huelga perdida, demuestra con claridad este hecho. A partir de
aquellos humildes comienzos, el cooperativo experimentó un crecimiento exponencial, que
alcanzó dimensiones mundiales hoy está presente en diversos sectores, por ejemplo: la
producción, finanzas, comercio, consumo, viviendas, servicios; e incluye cooperativas de primer,
segundo y tercer grado.

Según la alianza cooperativa Internacional (ACI). A nivel mundial las cooperativas cuentan con casi
1.000 millones de socios y, en el 2012, generaban 100 millones de empleo, lo que representa un
20% más que los creados por las firmas multinacionales.

1. Cooperativismo: Orígenes, principios y valores.


1.1. Origen del cooperativismo: Los pioneros Rochdale.
La experiencia de la cooperativa “Rochdale Society of Equitable Pioneers” (Sociedad de los
Equitativos Pioneros de Rochdale) es el motivo de estudio porque fue la primera cooperativa que
tuvo éxito y perduró en el tiempo, hasta el día de hoy, constituye un punto de referencia del
movimiento cooperativo, porque logra “compatibilizar las necesidades y aspiraciones del mundo
obrero de su época con el rigor necesario de la gestión empresarial”2.

Hay que decir que ésta no fue la primera cooperativa creada en el Reino Unido, y tampoco fue la
primera cooperativa en la ciudad de Rochdale, pues en esa misma ciudad entre 1832 y 1835 ya se
creó otra cooperativa de consumo inspirada en las ideas de Owen, aunque fracasó en el plano en
el plano económico.

Como consecuencia de la Revolución Industrial la pobreza y el desempleo iban en aumento, EL


historiador Eric Hobsbawm, escribe, el trabajador pobre veía que la revolución industrial destruía
su mundo y forma de vida tradicional sin ofrecerle nada a cambio.

Rochdale es una pequeña ciudad inglesa, situada cerca de Manchester, que en la época (1844) no
llegaba a los 50.000 habitantes. En la ciudad se desarrolló un movimiento obrero dinámico
influenciado por las ideas de Robert Owen y de movimiento de por la “Carta Del Pueblo”. En este
contexto de auge económico-industrial, un grupo de trabajadores textiles reclaman aumento de
salarios y deciden ir a la huelga; pero fracasan y son despedidos”3. Esto ocurrió a finales del año
1843.

Un grupo de trabajadores despedidos de la fábrica de tejidos de algodón y lana, junto con otros
trabajadores de varios ramos industriales (textil, imprenta, artesanía, etc.), se reunieron, 28 en
total, a discutir que hacer, cómo enfrentar la situación de desempleo. Uno de los trabajadores fue
Charles Howath, discípulo de Robert Owen y recordó sus ideas sobre el cooperativismo.

Tras el debate decidieron crear una cooperativa, un almacén de consumo basado en la ayuda
mutua y la eliminación de intermediarios. Para llegar a ese objetivo decidieron ahorrar cada uno la
suma de 1 libra esterlina para formar su capital inicial. Tardaron casi un año en juntar esa
cantidad.

Los 28 fundadores dieron constitución legal a su sociedad, y el 24 de octubre de 1844 se


inscribieron en el registro de las sociedades con el nombre de “Rochdale Society Of Equitable
Pioneers” (Sociedad de los Equitativos Pioneros de Rochdale). Más tarde, pocos días antes de la
Navidad, el 21 de diciembre de 1844, iniciaron sus actividades en una pequeña tienda alquilada en
la calle 31 Toad Lane (Calle del Sapo). El almacén ofrecí inicialmente “un surtido reducido de
productos de alimentación básicos como azúcar queso, harina, sal, mantequilla, avena y velas4.
El éxito de la experiencia fue tal, que de 28 socios originales se pasó a 1400 en 1851 y más de
10000 en 1881. Y de 28 libras esterlinas de capital inicial, pasaron a tener 11.032 libras en 1851 y
302151 libras en 1881.5

Una decisión fundamental fue la evaluación de las experiencias anteriores y tomar los positivo.
Estudiaron rigurosamente el modelo de funcionamiento de la sociedad para que no fracasara
como solía suceder con las cooperativas que le precedieron. Es por ello que decidieron con detales
los estatutos, normas y finalidades de la cooperativa, todos los cuales fueron recogidos en los
llamados Principios Cooperativos de Rochdale que, con modificaciones, perduran hasta la
actualidad6.

El éxito de esta experiencia cooperativa permitió que la funcionalidad de los Principios


Cooperativos operara, tanto en el plano distributivo de excedentes como en el plano decisional.

Los pioneros de Rochdale plasmaron en los principios cooperativos unos avances muy progresistas
para su época, como ser:

 La insistencia en la importancia de la educación para todos los socios, cuando la educación


universal no alcanzaba a las clases trabajadoras;
 El reconocimiento del principio democrático de que cada persona tenga un voto, mucho
antes de que los trabajadores tuvieran derecho al voto
 El reconocimiento de la igualdad del derecho a las mujeres

1.2. La identidad Cooperativa. Sus principios y valores


La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) en la asamblea de celebración de sus primeros 100
años, realizada en Manchester, Inglaterra, en setiembre de 1995, aprobó una declaración sobre la
identidad cooperativa, en la que se define qué es una cooperativa y establecen los valores y los
principios que la orientan.

Según la declaración de Identidad, “una cooperativa es una asociación autónoma de personas


unidas voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y
culturales en común, mediante una empresa de propiedad conjunta y controlada
democráticamente.

Por su naturaleza social y solidaria, las empresas cooperativas tienen un conjunto de principios y
valores diferentes a otras organizaciones económicas. Las cooperativas se basan en los valores de
autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Los principios
cooperativos son las pautas mediante las anuales las cooperativas ponen en práctica sus valores.
Los primeros principios cooperativos fueron formulados por la Cooperativa de Rochdale y, con el
transcurso de los años, a través de los congresos internacionales de cooperativas, se fueron
ajustando para adaptarlos a nuevos tiempos. Los cambios se dieron en París en 1937, en Viena en
1966 y en Manchester en el año 1995.

1.2.1. Los valores cooperativos


“Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad,
equidad y solidaridad. Siguiendo la tradición de sus fundadores sus miembros creen en los valores
éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás”7.

1.2.2. Los principios cooperativos


Los principios son lineamiento son medio de los cuales las cooperativas ponen en práctica sus
valores

A continuación, se presentan los siete principios que la ACI estableció en el Congreso de su


centenario8:

a) Membresía abierta y voluntaria: Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para
todas aquellas personas dispuestas a utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las
responsabilidades que conlleva la membresía, sin discriminación de género, raza, clase social,
posición política o credo religioso.
b) Control democrático de los miembros: Las cooperativas son organizaciones democráticas
controladas por sus miembros, quienes participan activamente en la definición de sus políticas
y la toma de decisiones. Los hombres y mujeres elegidos para representar su cooperativa son
responsables ante los socios. En las cooperativas de base los miembros tienen igual derecho
de voto (un socio, un voto) y las cooperativas de otros niveles también se organizan con
procedimientos democráticos.
c) Participación económica de los miembros: los miembros contribuyen de manera equitativa y
controlan de manera democrática el capital de su cooperativa. Por lo menos parte de ese
capital es propiedad común de la cooperativa. Usualmente reciben una compensación
limitada, si la hay, sobre el capital suscrito como condición de membresía. Los socios asignan
excedentes para cualquiera de los siguientes propósitos: el desarrollo de su cooperativa
mediante la creación de reservas -de las cuales al menos una parte debe ser indivisible-; los
beneficios para los socios en proporción a sus operaciones con la cooperativa; y el apoyo a
otras actividades según lo aprueben los socios.
d) Autonomía e independencia: las cooperativas son organizaciones autónomas, de autoayuda,
gestionadas por sus miembros. Si entran en acuerdos con otras organizaciones, incluidos los
gobiernos, o si consiguen capital de fuentes externas, lo hacen en términos que aseguren el
control democrático por parte de sus socios y mantengan su autonomía cooperativa.
e) Educación, formación e información: las cooperativas brindan educación y entrenamiento a
sus miembros, representantes electos, gerentes y empleados para que puedan contribuir de
forma eficaz al desarrollo de sus cooperativas. Informan al público en general, especialmente a
los jóvenes y a los líderes de opinión, sobre la naturaleza y los beneficios de la cooperación.
f) Cooperación entre cooperativas: las cooperativas sirven a sus miembros más eficazmente y
fortalecen el movimiento cooperativo trabajando conjuntamente mediante estructuras
locales, nacionales, regionales e internacionales.
g) Compromiso con la comunidad: las cooperativas trabajan para el desarrollo sostenible de sus
comunidades mediante políticas aprobadas por sus socios.

2. El cooperativismo en Paraguay
2.1. Antecedentes del Cooperativismo en Paraguay
El ser humano posee una vocación natural a la cooperación. Ashley Montagu, antropólogo
británico-estadounidense y humanista, de ascendencia judía, afirma que “el principio dominante
de la vida social, no es la lucha por la existencia en la competencia, sino la cooperación,
entendiéndola como el comportamiento interactivo entre organismos que se benefician
mutuamente para la supervivencia9”.

Existen ejemplos de prácticas asociativas en diversos pueblos del mundo en la que podemos
observar que la gente y las comunidades, desde antigüedad hasta nuestros días, han enfrentado
los problemas de la vida cotidiana en forma colaborativa, basándose en la ayuda mutua.

En los siguientes apartados nos enfocaremos en las prácticas asociativas de los pueblos originarios
del Paraguay.

2.1.1. La economía social y solidaria en la cultura indígena guaraní


Las relaciones económicas entre los guaraníes estaban regidas por un principio de solidaridad y
reciprocidad, del que ya dieron cuenta los conquistadores españoles y misioneros religiosos en los
primeros años de la colonia. Así, en su obra Tesoro (1639), Montoya señalaba que el término
potiro (etimológicamente, “todas las manos”) indica una forma de trabajo cooperativo en la que
toda la comunidad ayuda a preparar la chacra de cada uno de sus miembros, mientras que en la
palabra pepy está la noción de convite. Bartolomeu Meliá afirma que el potiro y el pepy integran
una forma económica más amplia que determina el modo de ser guaraní, el jopói.
Etimológicamente, según Montoya, jopói, viene de los morfemas jo, “recíproco mutuo”, y pói, que
significa “abrir la mano dando”. El jopói es reciprocidad.

“El proceso de trabajo y de producción está, en el guaraní, no sólo condicionado, sino


esencialmente determinado a reproducir el don; es decir, tiene en la reciprocidad, en el jopói, su
razón práctica económica. De este modo el convite y la fiesta, el “convite festivo”, son el primero y
el último ‘producto’ de esta economía de trabajo. Sin reciprocidad no se entiende el trabajo
guaraní, ni siquiera el individual. Potirõ, pepy, jopói, son apenas momentos de un mismo
movimiento en el que el “modo de ser guaraní” se hace ideal y formalmente, pero no de un modo
abstracto, sino en lo concreto de la producción de las condiciones materiales de su existencia que
nunca son de mera subsistencia”10.

De esta forma, la idea de “trabajo” de los guaraníes implicaba responsabilidad comunitaria de tal
modo que ciertas actividades eran casi impensables si no se realizaban con la colaboración común.
Los guaraníes compartían sus bienes y recursos para la vida (reciprocidad) sin discriminar a nadie;
esto no suponía una especie de deuda que deba por ser pagada en plazos de tiempo ni en
cantidades fijas, sino que estaba motivado por el deseo de mostrarse generoso.

Esta manera de vivir en comunidad era absolutamente diferente al modo de vida europeo, que se
basaba en el “intercambio”, es decir “te doy algo a cambio de otra cosa de similar valor”; entre los
guaraníes era en cambio: “lo que tengo te doy para vivir mejor”.

2.1.2. La economía social y solidaria en las misiones jesuíticas


Las misiones jesuíticas se instalan (1607-1767) en el marco de la evangelización de los pueblos
originarios de la Provincia del Paraguay, que abarcaba los territorios actuales del norte de
Argentina, Paraguay. Uruguay y parte del Brasil. Al mismo tiempo, sirvieron de protección ante la
persecución de los bandeirantes portugueses que atacaban y capturaban a los indígenas con la
finalidad de venderlos como esclavos.

En las misiones Jesuíticas se implementó un sistema económico con novedoso régimen

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