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FACULTAD DE MEDICINA - ESCUELA PROFESIONAL DE MEDICINA

HUMANA DEPARTAMENTO ACADÉMICO DE CIENCIAS BÁSICAS


ASIGNATURA DE FARMACOLOGIA

TEMA: Farmacoterapia en Gestantes e Infantes.


 DOCENTE:

o DR. JULIO ARANA DELGADO

 CICLO:
o 2017 –II

 ALUMNOS:
o CHANAMÉ QUEZADA, FLAVIA
o DELGADO DELGADO YOJHAN
o QUIROZ ALARCON JHON
o PALACIOS APAESTEGUI MIGUEL
o SANDOVAL CANDIA NIPTALI
o ZAPATA DIAZ JAVIER

PIMENTEL 29 DE AGOSTO DEL 2017


INTRODUCCION

La farmacoterapia es la ciencia y aplicación de los medicamentos para la prevención y


tratamiento de las enfermedades.

Importancia biomédica

El rápido desarrollo de la farmacoterapia en los últimos años ha sido el resultado no


solamente de un armamentario medicamentoso más diverso, eficaz, seguro, específico
y selectivo, sino también del uso más racional de ellos. Disciplinas como la biofarmacia,
la farmacogenética clínica, así como la farmacocinética y
la farmacodinamia poblacional han permitido la individualización del diseño de
regímenes de dosificación y con ello un manejo más efectivo y seguro de los
medicamentos.

Se reconocen diferentes tipos de terapia medicamentosa:

- Terapia específica o curativa: aquella en la que el tratamiento se dirige a la


erradicación de uno o más de los agentes etiológicos o causantes de la
enfermedad. Los medicamentos antimicrobianos, tales como los antibióticos,
tienen efectos específicos o curativos. El desarrollo de la terapia génica
posiblemente ofrezca ejemplos de medicamentos para el tratamiento curativo de
enfermedades no infecciosas.
- Terapia paliativa o sintomática: la dirigida a proporcionar exclusivamente el alivio
de los síntomas del paciente o a contribuir a su bienestar sin alterar el curso
natural de la enfermedad. Los medicamentos analgésicos como la aspirina o
la morfina tienen obvios efectos paliativos.
- Terapia de apoyo: dirigida a mantener la integridad fisiológica o funcional del
paciente en tanto se instaure un tratamiento más definitivo o hasta que la propia
capacidad de recuperación del paciente haga innecesario cualquier tratamiento.
Los agentes sedantes, diuréticos, antihipertensivos, etc., se emplean con
frecuencia en este tipo de terapia.
- Terapia de reemplazo o substitutiva: dirigida a proporcionar una sustancia
presente normalmente en el organismo, pero que se encuentra ausente o en
niveles insuficientes como resultado de una enfermedad, daño o deficiencia
congénita, etc. Las hormonas adrenocorticales, cuando son empleadas en el
tratamiento de la enfermedad de Addison, tienen un papel en la terapia de
reemplazo.
- Terapia restaurativa: cuya finalidad es la rápida recuperación de la salud. Esta
terapia generalmente no guarda relación con la enfermedad original y se emplea
frecuentemente durante el periodo de convalecencia. El uso de hormonas
sexuales representan un ejemplo de esta terapia cuando se usan por sus
efectos anabólicos.
OBJETIVOS

- Conocer la farmacoterapia en gestantes y en infantes.


- Describir los principios de la teratología, antecedentes históricos, efecto del
embarazo en los parámetros farmacocinéticos.
- Identificar los Trastornos y situaciones frecuentes durante el embarazo.
- Conocer metabolismo o biotransformacion de las drogas.
FARMACOTERAPIA EN LA GESTACIÓN

El uso de medicamentos durante el embarazo no es un hecho aislado, es por el contrario


un evento frecuente que puede ocurrir por desconocimiento del mismo (con mayor
frecuencia durante el I trimestre) o por una situación clínica que requiere de una terapia
específica; se presenta ya sea por automedicación de la mujer gestante o por
prescripción médica.

En promedio se ha estimado que las mujeres embarazadas consumen once


medicamentos diferentes durante el período prenatal y entran en contacto con siete
distintos tipos de fármacos durante el trabajo de parto; entre los productos más utilizados
se encuentran los suplementos vitamínicos y minerales, analgésicos, antiácidos,
antieméticos, antihistamínicos, antimicrobianos, tranquilizantes, hipnóticos, diuréticos y
corticoides.

Estudios realizados por el FDA del 2000-2010 encontraron que el riesgo de efectos
teratogénicos en humanos se considera “indeterminado” para el 98% de los
medicamentos existentes y aprobados para su uso en el ser humano; de los 640
fármacos aprobados desde 1980, sólo el 9% ha sido estudiado y apenas 30
medicamentos se consideran seguros de utilizar durante el embarazo.

Durante la gestación se producen una serie de cambios fisiológicos y farmacocinéticos


que pueden alterar tanto la eficacia como la seguridad de los fármacos; aunado a ello,
la mayoría de los medicamentos utilizados atraviesan la barrera placentaria pudiendo
interferir el desarrollo embrionario.

Se puede afirmar que la farmacoterapia durante el embarazo y el periodo de lactancia


representa un desafío para el clínico en términos de ser efectivo al tratar la patología
materna y minimizar los riesgos ya sea para el feto o para el lactante.

1. Principios de la teratología en el embarazo

Casi todos los fármacos que entran en la circulación materna pasan a través de
la placenta y alcanzan al feto, pudiendo producir en él efectos farmacológicos
deseados (tratamientos intrauterinos) y efectos no deseados o adversos.
(Villanueva, 2001)

El efecto adverso de mayor importancia e interés es la posible teratología o


dismorfogénesis asociada al fármaco utilizado por la madre; es decir, cualquier
alteración morfológica inducida durante el embarazo que es detectada durante
la gestación, en el nacimiento o con posterioridad. (Romá, García, Poveda, &
Ferrer, 2007)

2. Antecedentes históricos
Históricamente se han registrado eventos de trascendencia mundial que han
incentivado la mejora en el conocimiento que existe acerca del efecto que
ejercen los medicamentos utilizados durante el embarazo: (Villanueva, 2001)

» Talidomida: Durante inicios de la década de los 60 fue utilizado como un


hipnótico sedante y un fármaco capaz de disminuir la náusea y el vómito durante
el embarazo. Su uso se asoció con cardiopatías congénitas, anomalías oculares,
intestinales y renales, junto con malformaciones en las extremidades (Amelia y
focomelia) que corresponden a los hallazgos más característicos.

» Dietilestilbestrol (DES): Utilizado como estrógeno no esteroideo entre las


décadas de los 40 a los 70, su uso tenía como objetivo prevenir el parto
prematuro, muerte fetal intrauterina y toxemia. A finales de la década de los 60
se encontró que su exposición intrauterina a éste fármaco se asociaba con la
aparición de adenocarcinoma de células claras en la vagina y alteraciones en el
tracto genital femenino.

» Etanol: A inicios de los años 70 se describió el síndrome alcohólico fetal


asociado con un consumo materno mínimo de 90mL de alcohol absoluto al día;
el menor consumo se relaciona con retraso del crecimiento intrauterino y
postnatal mientras que un consumo mayor se vincula con más riesgo de
malformaciones y muerte fetal.

3. Factores determinantes del riesgo teratogénico

El potencial efecto teratogénico de un factor extrínseco a la madre es


determinado por diversos elementos que incluyen el estadio de desarrollo del
feto al momento de la exposición, la dosis y duración a la que se ha sido expuesto
y las interacciones entre drogas, entre otros.

El momento de exposición es uno de los factores más relevantes al evaluar el


efecto ejercido sobre el feto; el período más crítico de exposición es cuando los
órganos están creciendo y formando sus estructuras particulares (aprox. del día
15 al 60)

La mayoría de drogas generan un efecto cuando se alcanza un umbral de


exposición (tiempo y/o dosis); un teratógeno puede ser más dañino en cuanto
mayor sea la dosis o en cuanto más prolongada sea mientras que otro lo puede
ser con una sola exposición.

Las interacciones entre las diversas drogas también juegan un papel importante,
dos fármacos administrados en conjunto pueden tener un efecto sinergista entre
ellos, pueden actuar de manera independiente o pueden antagonizarse entre sí.

Otras consideraciones importantes se presentan al tomar en cuenta los cambios


fisiológicos que ocurren durante el embarazo donde intervienen alteraciones
propias en la madre (por ej. cambios en la distribución y metabolismo de
fármacos), el desarrollo fetal y la barrera que constituye la placenta.
4. Clasificación del factor de riesgo fetal

De acuerdo con el FDA los medicamentos se pueden clasificar en cinco


categorías de acuerdo con su potencial teratogénico (Villanueva, 2001):

 Categoría A: Los estudios controlados en mujeres no han demostrado riesgo


para el feto en el primer trimestre y no existe riesgo evidente en el resto del
embarazo. La posibilidad de lesión fetal parece remota.
 Categoría B: Estudios de reproducción realizados con animales no indican
riesgo para el feto, pero no existen estudios controlados sobre mujeres
embarazadas; o estudios de reproducción en animales han mostrado efectos
adversos que no están confirmados en estudios controlados en el primer
trimestre.

 Categoría C: Se asignan a fármacos cuya administración sólo debe


considerarse si el beneficio esperado justifica el potencial riesgo para el feto. Se
establece ante 2 posibilidades: los estudios en animales han revelado efectos
adversos en el feto y no existen estudios controlados en mujeres; o no se
dispone de estudios en mujeres y animales.

 Categoría D: Existe evidencia positiva de riesgo para el feto humano. 


Categoría X: Estudios en animales y en humanos han demostrado alteraciones
fetales o existe evidencia de riesgo fetal basándose en la experiencia humana
y/o en animales. El riesgo de su uso en embarazadas sobrepasa claramente
cualquier posible beneficio y están contraindicados en toda mujer que está o
pudiera estar embarazada

5. Fisiología placentaria

Al momento de prescribir un fármaco para una mujer embarazada no sólo se


debe considerar la fisiología materna y la fetal sino la placentaria. La placenta
actúa como una barrera para la transferencia de ciertas drogas de la madre al
feto; sin embargo, muchos compuestos pueden atravesarla y acceder a la
circulación fetal, para ello se deben en tomar en cuenta factores como las
propiedades del fármaco y características propias de la placenta.

Virtualmente todas las drogas cruzan la placenta en cierto grado con excepción
de grandes moléculas como las heparinas de alto peso molecular y la insulina,
el paso de drogas de la circulación materna a la fetal se da preferentemente para
drogas con peso molecular bajo y con alta liposolubilidad (se ve afectada por la
constante de ionización), mientras que una alta unión a proteínas reduce la
transferencia placentaria.

Otras drogas son metabolizadas y alteradas por la placenta (por ej. prednisolona)
y otras son transportadas activamente alcanzando grandes concentraciones en
la placenta y el líquido amniótico (por ej. betametasona). Los efectos en la
transferencia dependen de la localización de los transportadores; se conoce que
aquellos en la superficie apical del sincitotrofoblasto al estar adyacentes a la
circulación materna actúan como bombas de eflujo y previenen que las drogas
alcancen la circulación fetal, mientras que aquellos ubicados en la región baso
lateral (adyacentes a circulación fetal) realizan el efecto opuesto.

El paso de los fármacos no ocurre de una manera uniforme durante el transcurso


de todo el embarazo pues entre más avanzado se encuentre, la distancia de la
difusión materno fetal se reduce facilitando el paso de moléculas pequeñas,
aumenta el flujo sanguíneo placentario y varía la expresión de los
transportadores.

6. Efecto del embarazo en los parámetros farmacocinéticos – Fisiología


materna
La eficacia y seguridad de los fármacos durante el embarazo es un asunto
multifactorial, ya que tanto la farmacocinética como la farmacodinamia juegan un
papel muy importante en este proceso. Los cambios fisiológicos durante el
embarazo intervienen en la farmacocinética de los medicamentos.

Un cambio en la farmacocinética de un medicamento equivale a la necesidad de


un cambio en la dosis de dicho medicamento, en el embarazo al ocurrir muchos
cambios fisiológicos se va a necesitar aumentar o disminuir la dosis de algunos
medicamentos para mantener la concentración en el rango terapéutico.

6.1 Absorción gastrointestinal

La progesterona en el embarazo retrasa el vaciamiento gástrico y la motilidad


intestinal entre un 30-50% durante el embarazo, alterando así la
biodisponibilidad de los medicamentos, estos efectos se dan más en el tercer
trimestre del embarazo (pico de progesterona)

La secreción gástrica también se encuentra alterada en comparación con la


mujer no embarazada; la secreción de ácido clorhídrico se reduce a menos
de 40% durante el primer y segundo semestre. También la actividad de las
peptidasas disminuye. Al contrario la secreción mucosa aumenta. Estos
cambios resultan en un estómago con un pH mayor, lo cual afecta la
absorción de algunos medicamentos, principalmente ácidos débiles.

Otros parámetros importantes a consideración son las náuseas y vómitos


que se presentan en las mujeres embarazadas, lo cual puede afectar
disminuyendo la absorción y por consiguiente disminuyendo la concentración
plasmática del fármaco

6.2 Absorción respiratoria

La ventilación minuto se incrementa alrededor de la semana 7-8, pero sin


cambios en la frecuencia respiratoria. La hiperventilación en embarazo se
asocia con el incremento en el volumen respiratorio en 40% y la disminución
del volumen residual en 20%. El gasto cardiaco elevado resulta en una mayor
perfusión del alveolo pulmonar. Esto lleva a un equilibrio más rápido de
compuestos volátiles entre el compartimiento alveolar y la sangre, causando
una mayor absorción pulmonar de anestésicos, broncodilatadores,
contaminantes, humo de cigarrillo y otras drogas.

6.3 Absorción parenteral


Vasodilatación y gasto cardiaco aumentado conllevan a perfusión sanguínea
elevada en la periferia. Por lo tanto se produce absorción más rápida de
administraciones transdermicas, intranasales, intravaginales, epidurales y
subcutáneas. Hacia el final del embarazo, la disminución en la presión
sanguínea de los miembros inferiores puede causar un declive en la
absorción de drogas vía intramuscular

6.4 Distribución
El incremento de la grasa en la mujer embarazada provoca también un
aumento en el volumen de distribución de las drogas liopofílicas. Esto genera
que algunas drogas necesiten mayor dosis iniciales y de mantenimiento para
mantenerse en su concentración plasmática terapéutica.

Los factores que afectan la distribución durante el embarazo son los


siguientes:
 Velocidad de perfusión: determinada por el gasto cardiaco, el cual aumenta
aproximadamente un 30% desde la mitad del segundo semestre hasta el
término

 Volumen de distribución: El agua corporal total aumenta de 25L al comienzo


del embarazo a 33L al final de este. Mientras que el líquido extracelular se
incrementa en alrededor de un 25%. El volumen plasmático aumenta entre
un 30-50% (1200-1300 mL), aumentando el gasto cardiaco
aproximadamente en 6.5-8 litros. Esto se puede explicar pues el incremento
de estradiol produce una activación del sistema renina-angiotensina-
aldosterona, que produce un aumento en la reabsorción de sodio y una
retención de agua. Este incremento de agua corporal total produce un
aumento en el volumen de distribución mayor para las drogas que son
hidrofílicas

 Grasa corporal: su cantidad está aumentada durante el embarazo creando


un mayor volumen de distribución para sustancias lipofílicas

Otro factor a tomar en cuenta para la distribución es la unión a proteínas


plasmáticas. La mayoría de las drogas se transportan unidas a la albúmina
plasmática; durante el embarazo la capacidad de transporte está reducida
por la disminución del contenido de proteínas plasmáticas en
aproximadamente 10 g/l, lo cual causa un aumento en la fracción libre de
algunas.

Cada uno de estos factores afecta los valores de la distribución, los cuales
están aumentados para la mayoría de fármacos. El aumento del volumen de
distribución lleva a una disminución en las concentraciones iniciales
alcanzadas después de una dosis de carga y un descenso en el pico de
concentraciones plasmáticas después de la administración de múltiples
dosis.

6.5 Metabolismo

El metabolismo, que corresponde a la conversión de una estructura química


a otra del fármaco, es otro parámetro que al igual que la absorción, tiene
relación con elevados niveles séricos de hormonas sexuales
(específicamente con los niveles de estrógenos y progesterona). Tanto el
metabolismo de fase I como el de fase II se ha observado que tienen
alteraciones tanto inhibición como activación, durante el embarazo.

Además, es importante tomar en cuenta que existe la producción de


metabolitos como producto de estos procesos, que pueden representar
metabolitos tóxicos o perjudiciales en el embarazo. Es necesario aclarar que
para el estudio de los efectos del embarazo en las enzimas metabolizadoras
de fármacos se utilizan sustratos de prueba o de investigación, que son
sustratos metabolizados principalmente por una enzima. Una vez
administrado el sustrato, se analizan parámetros farmacocinéticos como
aclaramiento, excreción urinaria, área bajo la curva, entre otros, lo cual
indicará lo que ocurre con las enzimas en el embarazo.

El metabolismo de primer paso no experimenta grandes cambios en la


embarazada, y salvo excepciones, no va a ser un factor que modifique el
comportamiento previsto de un medicamento. Se sugiere que el embarazo,
debido a los niveles aumentados de progesterona, tiene efectos diferentes
en el metabolismo de enzimas hepáticas:
 Incrementa la actividad de CYP3A4, CYP2D6, CYP2A6 UGR1A4 y
UGT2B7
 Disminuye la actividad de CYP1A2 y CYP2C19.

La actividad de las familias CYP y UGT, así como transportadores, es


regulada por varios receptores nucleares como PXR (receptor pregnano X),
se cree que los altos niveles de progesterona podrían ser la causa del
aumento de activación del PXR, que como consecuencia producen aumento
en la expresión de CYP y UGT. Estos cambios van a llevar a la necesidad
de una modificación en los requerimientos necesarios.

6.6. Excreción

La eliminación en el embarazo cambia por un aumento en la excreción renal,


ya que hay un aumento en el volumen plasmático renal efectivo de hasta un
50-80%, lo que genera un aumento de 40-65% en la filtración glomerular.

Además el incremento de la fracción libre en los medicamentos durante el


embarazo contribuye con el aumento en la tasa de filtración. Algunos
ejemplos son medicamentos hidrofílicos como atenolol, digoxina, penicilinas,
cefalosporinas, entre otros, en los que se observa una disminución
significativa en sus vidas medias

El flujo sanguíneo hepático también se incrementa, y por ende aumenta el


aclaramiento de los medicamentos excretados por esta vía. Esto también se
explica por la colestasis fisiológica del embarazo

7. Trastornos y situaciones frecuentes durante el embarazo

Nauseas y/o vómitos: Hiperemesis gravídica: La presencia de náuseas y/o vómitos, en


ausencia de patología añadida que lo justifique, es una situación frecuente durante la
gestación, y en especial durante los meses iniciales de la misma, y que se asocia con
los niveles de gonadotropina coriónica.

Inicialmente se aconseja realizar tratamiento no farmacológico (ajuste dietético, reposo


postprandial,…), pero cuando con estas medidas no se consigue el control de los
síntomas es necesario recurrir al tratamiento farmacológico. Por la amplia experiencia
en su utilización, la asociación doxilamina más piridoxina es ampliamente empleada; la
información disponible a partir de varios estudios epidemiológicos indica que no produce
efectos adversos sobre el embarazo ni sobre el embrión/feto ni en el recién nacido. Otras
alternativas farmacológicas empleables son metoclopramida, dimenhidrinato y
meclozina.

• Pirosis y/o dispepsia: El aumento de la presión intraabdominal y el menor tono del


esfínter esofágico son causa frecuente de reflujo gastroesfágico durante los últimos
meses de la gestación. El tratamiento inicial debe ser, en general con medidas higiénico-
dietéticas (realizar comidas ligeras y frecuentes, no comer en las horas previas al
acostarse, elevar unos centímetros el cabecero de la cama, evitar las comidas grasas,
las bebidas gaseosas y productos como el café, el té o el alcohol,…). Cuando estas
medidas no consiguen el alivio deseado de los síntomas hay que recurrir a los fármacos.
Los antiácidos (sucralfato, almagato, hidroxidos de magnesio y aluminio) suelen ser la
primera alternativa, aunque no se aconseja su empleo de forma prolongada ni en los
meses iniciales.

Los antihistamínicos H2 también pueden emplearse y suelen ser de elección frente a


los inhibidores de la bomba de protones.

• Estreñimiento: Situación frecuente en los últimos meses de la gestación y motivada


principalmente por el retraso del vaciado gástrico y la reducción de la motilidad
gastrointestinal, pudiendo influir otros factores como la frecuente toma de suplementos
de hierro. Su abordaje inicial incluye medidas higiénicodietéticas: ingesta abundante de
líquidos, dieta rica en residuos, ejercicio físico regular, y siempre que sea posible
evitando la toma de fármacos que puedan ocasionar estreñimiento.

Cuando las medidas no farmacológicas no sean suficientes, se deben emplear de forma


preferente laxantes formadores de bolo, como el plantago ovata o la metilcelulosa. No
es aconsejable el empleo de aceite de ricino, enemas salinos, enemas parafínicos con
detergentes, o medicamentos estimulantes de la motilidad intestinal.

Fiebre y/o dolor: Síntomas que acompañan a múltiples enfermedades infecciosas,


inflamatorias, traumáticas,…. por lo que su presencia en algún momento del curso de
un embarazo es habitual. Además, cuadros como la lumbalgia, ven aumentada su
frecuencia durante la gestación.

El fármaco de elección general como analgésico y antipirético es el paracetamol, aunque


no se aconseja su empleo en tratamientos prologados con dosis elevadas, por la
posibilidad de alteración de la función renal fetal.

El uso de ácido acetilsalicílico no se aconseja, y dado que la información existente


respecto al uso de antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno o
diclofenaco) y metamizol es limitada, debe valorarse de forma individualizada su empleo
en el embarazo.

Los fármacos opiáceos pueden utilizarse durante los dos primeros trimestres del
embarazo (pero se desaconseja su uso durante el último trimestre por el riesgo de
provocar depresión respiratoria en el recién nacido). Ante un caso de migraña, debe
recordarse que el empleo de ergotamínicos esta contraindicado por su potencial
teratógeno. Los datos disponibles sobre el uso de los triptanes (sobre todo sumatriptán)
son limitados, pero parecen indicar que no aumentan la aparición de malformaciones
congénitas.

Patología infecciosa: La patología infecciosa, al igual que fuera de la gestación,


representa uno de los motivos más frecuente de consulta de la embarazada, lo que
origina que los antibióticos sea uno de los grupos terapéuticos más empleados durante
este periodo.

Las infecciones del tracto respiratorio son las más frecuentes, pero un alto porcentaje
de las mismas son de origen viral, precisando únicamente de un tratamiento sintomático
para su control.
La infección del tracto urinario supone la principal indicación de tratamiento
antimicrobiano durante la gestación. Teniendo en cuenta los gérmenes más
frecuentemente implicados, las resistencias existentes en nuestro entorno, y la
seguridad de los diferentes antibióticos durante el embarazo, se recomienda la
amoxicilina más acido clavulánico como tratamiento empírico de elección durante un
periodo no inferior a 7 días. Así mismo, durante la gestación, la bacteriuria asintomática
debe ser tratada, ya que existe un alto riesgo de evolución a pielonefritis.

Por subgrupos terapéuticos, se tiene amplia experiencia de uso de penicilinas (tanto


amoxicilina, como amoxicilina más acido clavulánico, ampicilina, bencilpenicilina,
cloxacilina,…) y cefalosporinas (cefuroxima, cefalexina, cefadroxilo,…). Dentro del
grupo de los macrólidos no se aconseja el uso de eritromicina en forma de estolato, por
existir un mayor riesgo de hepatotoxicidad.

No se aconseja la utilización de aminoglucósidos, por riesgo de daño renal y ótico;


tetraciclinas por el riesgo de retraso del crecimiento óseo y alteraciones dentales; ni de
fluorquinolonas por riesgo de artropatías y malformaciones cartilaginosas.

Hipertensión arterial: Las cifras elevadas de presión arterial durante el embarazo pueden
deberse a situaciones diversas: hipertensión preexistente, hipertensión gestacional
(inducida por el embarazo) o a preclampsia (hipertensión más proteinuria y edemas) o
eclampsia (a los síntomas de preclampsia se asocia la presencia de convulsiones).

Su presencia, en sus distintas formas, conlleva aumento de la morbimortalidad tanto


materna como fetal, por lo que requiere de un abordaje estricto, pero teniendo en cuenta
que, descensos bruscos e intensos puede ocasionar problemas en el feto, por los
cambios hemodinámicas producidos. El fármaco de elección es la metildopa,
pudiéndose utilizar como alternativa la hidralazina. El uso de calcioantagonistas,
inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (IECA), y antagonistas de los
receptores de la angiotensina II (ARA-II), está contraindicado en el embarazo (2º y 3er
trimestre). Asimismo, deberán considerarse tratamientos antihipertensivos alternativos
con un perfil de seguridad en el embarazo establecido, para aquellas embarazadas que
previamente estuviesen tratadas con ellos. Tampoco se aconseja el empleo de
diuréticos, por el riesgo de alteraciones hidrolectrolíticas, especialmente en la
hipertensión inducida por la gestación.

Diabetes Mellitus: La presencia de diabetes mellitus durante el embarazo, ya sea por


una diabetes preexistente al mismo o por el desarrollo de una diabetes gestacional, se
asocia a un aumento del riesgo de aborto, parto prematuro, macrosomia y de muerte
fetal. En la diabetes gestacional el tratamiento farmacológico debe instaurase cuando
las medidas no farmacológicas son insuficientes, siendo la insulina la opción terapéutica
de elección. No se recomienda el empleo de sulfunilureas (contraindicado en ficha
técnica), metformina, glitazonas o meglitinidas, ya que la información disponible sobre
su uso en el embarazo es limitada y su perfil de seguridad no está claramente
establecido

Vacunas: Pese a que no existe evidencia de alteraciones teratogénicas por el empleo


durante la gestación de vacunas inactivadas en general, se desaconseja la vacunación
durante el primer trimestre del embarazo. El empleo de vacunas formadas por gérmenes
atenuados está contraindicado durante toda la gestación (aconsejándose además evitar
el embarazo los tres meses siguientes a la administración de las mismas).

La vacuna antigripal, en su forma inactivada, y la vacuna combinada antitetánica y


antidiftérica (vacuna Td) son las únicas vacunas con indicación especifica en la mujer
embarazada, aconsejándose la administración de vacuna antigripal cuando el período
epidemiológico coincida con los dos últimos trimestres de gestación, o el periodo
puerperal y la vacuna Td en las mismas condicionas que fuera del embarazo.

En cuanto al uso de las inmunoglobulinas en el embarazo, aunque no existen estudios


controlados, la amplia experiencia con el uso de la inmunoglobulina anti-D indica que no
aumentan el riesgo de complicaciones durante el mismo, ni de efectos adversos en el
feto o recién nacido.

FARMACOTERAPIA INFANTIL

La ciencia llamada farmacología pediátrica estudia los fármacos usados en estas


poblaciones etarias, donde se observan diferencias importantes con los adultos en la
farmacocinética (FC) y la farmacodinamia (FD). Otros problemas habituales de la
pediatría son el uso de formulaciones no aptas para niños, la falta de evidencia científica
en cuanto a eficacia/seguridad para muchos medicamentos, el uso de medicamentos
no aprobados por autoridades regulatorias y la influencia de otras patologías sobre el
comportamiento FC. Estas condicionantes hacen que encontrar la dosis óptima de un
medicamento en un niño, sea un reto en muchas terapias. Es fundamental conocer el
comportamiento de los medicamentos en un organismo en constante desarrollo y
maduración para lograr una terapéutica efectiva, segura y racional. Algunas
herramientas como la farmacovigilancia y el monitoreo terapéutico de fármacos podrían
ayudar a optimizar terapias en este escenario de incertidumbre.

EDAD PEDIÁTRICA
Los niños conforman una población única, con diferencias fisiológicas y de desarrollo
definidas con respecto a los adultos. Además, no son un grupo homogéneo, ya que
estas mismas características son muy diferentes en distintos tramos de la edad
pediátrica:
Neonatos: es el recién nacido hasta la 4° semana de vida.

Lactante: desde el mes de vida hasta los 2 años.

Preescolar: desde los 2 años hasta 6 años.

Escolar: desde los 6 años hasta los 12 años.

Adolescente: desde los 12 años hasta los 18 años.

Una Terapéutica Farmacológica efectiva, segura y racional en neonatos, infantes y niños


requiere el conocimiento de las diferencias en el mecanismo de acción, absorción,
metabolismo y excreción que aparecen durante el crecimiento y desarrollo, debido a que
virtualmente, todos los parámetros farmacocinéticos se modifican con la edad. Además,
las dosis terapéuticas en pediatría pueden ser ajustadas por edad (que es el mayor
determinante), estado de enfermedad, sexo y necesidades individuales. La falla en estos
ajustes puede llevar a un tratamiento inefectivo o a la toxicidad.

En pediatría no se trata de prescribir ajustando proporcionalmente las dosis del adulto


según el peso o la superficie corporal del niño; se requiere del conocimiento de la
farmacocinética y la farmacodinamia en un organismo en constante desarrollo y
maduración para una terapéutica efectiva, segura y racional5. Por ello es importante
entender la relación entre dosis, concentración y efecto, y cómo se afectan durante la
edad pediátrica (Figura 1).
FIGURA 1. RELACIÓN ENTRE DOSIS, CONCENTRACIÓN Y EFECTO.

FARMACOCINÉTICA EN POBLACIÓN PEDIÁTRICA

El constante desarrollo del organismo a través de las edades pediátricas impacta en la


disposición de los fármacos. Estos eventos están relacionado con los cambios en la
composición del cuerpo y la función de los órganos más importantes en el metabolismo
y la excreción. Durante la primera década de vida, estos cambios son dinámicos y
pueden no ser lineales, haciendo que la estandarización de dosis, mediante los
mg/kg/dosis o la superficie corporal, sea inadecuada para asegurar la efectividad y
seguridad de un fármaco en la infancia. Históricamente el uso de dosis similares, en
mg/kg, para distintas edades pediátricas ha estado asociado a algunas tragedias, como
por ejemplo el síndrome del “bebé gris” por cloranfenicol en 1959. En dicha instancia,
los niños al poco tiempo de haber iniciado una terapia con cloranfenicol comenzaron a
desarrollar distensión abdominal, vómitos, cianosis, colapso cardiovascular y finalmente
la muerte. Tiempo después, estudios farmacocinéticos en el neonato mostraron la
acumulación tóxica de cloranfenicol en el plasma, debido a una inmadurez de la
actividad de la enzima glucoroniltransferasa, que impedía que el fármaco fuera
metabolizado. Debido a esta situación se determinaron requerimientos de dosis edad-
dependientes para cloranfenicol en infantes.
Para entender cómo el desarrollo afecta la farmacocinética de los medicamentos es
necesario conocer la influencia de la edad pediátrica en los procesos de absorción,
distribución, metabolismo y excreción (ADME).

ABSORCIÓN: La absorción de un fármaco hacia el organismo depende en gran medida


de la vía de administración. En pediatría la mayoría de los fármacos son administrados
por vía oral, por lo que es necesario considerar cómo cambian distintos elementos de la
absorción oral de acuerdo a la edad pediátrica, los cuales podemos apreciar en la Tabla
1.

TABLA 1. CAMBIOS EDAD-DEPENDIENTES RELACIONADOS A LA ABSORCIÓN


ORAL DE MEDICAMENTOS

DIFERENCIAS
DESCRIPCIÓN
OBSERVADAS
En los primeros momentos después del nacimiento se produce
Cambios en el pH
falta de ácido clorhídrico, que mantiene el pH estomacal en rangos
intraluminal
de 6 a 7. A medida que se van pasando los días el pH va
gástrico
normalizándose.
El vaciamiento es errático y prolongado durante el período
neonatal, alcanzando los valores del adulto a los 6-8 meses. En
muchos casos la velocidad de absorción de los medicamentos es
Vaciamiento
más lenta en neonatos y lactantes, que en niños más grandes, es
gástrico más lento
decir para algunos medicamentos mientras menor sea la edad los
tiempos necesarios para alcanzar niveles plasmáticos máximos
van a ser más extensos.
El tracto gastrointestinal es estéril durante la vida fetal y tras el
nacimiento se produce la colonización bacteriana a las pocas
Cambios en la flora horas de vida. La flora bacteriana metaboliza algunos fármacos y
bacteriana del puede influir en su absorción; por ejemplo, los lactantes tienen
intestino problemas para biotransformar la digoxina a nivel intestinal, ya que
su flora no está desarrollada completamente y recién en la
adolescencia se alcanzan los niveles metabólicos del adulto.
La función biliar es inmadura en el neonato con escasa secreción
Cambios en la
biliar, lo que podría producir alteración en la absorción de
función biliar
medicamentos liposolubles.
Absorción gastrointestinal: Aunque algunos xenobióticos y nutrientes se absorben
por difusión facilitada, la mayoría de los fármacos se absorben en el tubo digestivo por
difusión pasiva. Existen variables que dependen del paciente que pueden influir sobre
la velocidad y cantidad de droga absorbida: El pH gástrico, la presencia o ausencia de
alimento, el tiempo de vaciamiento gástrico, y la motilidad gastrointestinal. Algunos
medicamentos interaccionan con los componentes de los alimentos, por ello es
necesario tener presente la influencia de la nutrición enteral sobre la absorción de
medicamentos en la edad pediátrica.

Absorción intramuscular:

La velocidad y la cantidad de droga absorbida por vía i.m. puede ser variable durante
los primeros 15 días de vida debido a: 1. Modificaciones adaptativas en el flujo
sanguíneo local, 2.Reducida masa muscular esquelética e insuficiente contracción
muscular, 3.Frecuentes alteraciones patológicas en esta etapa como insuficiencia
circulatoria y/o distress respiratorio.

La administración por piel provee de mayor absorción en las primeras edades de la


infancia, en comparación a los adultos, lo que puede ser explicado por la presencia de
un estrato corneo más delgado y por el mayor grado de difusión cutánea e hidratación
de la epidermis. Teóricamente si un RN recibe la misma dosis percutánea de un
compuesto, la biodisponibilidad sistémica por kg de peso corporal es 2-3 veces más
grande en el neonato. Algunos investigadores han empezado a utilizar la teofilina en gel
para tratar apneas neonatales, se observaron concentraciones
adecuadas hasta las 3 semanas de vida, luego la absorción disminuye con la edad. Por
ejemplo, la exposición sistémica de corticoides o antisépticos tópicos en niños podría
ser más alta que los adultos.

En el caso de la absorción por vía intramuscular se considera variable y, en general


pobre, debido a un flujo sanguíneo relativamente bajo y por la poca masa muscular que
presentan los niños pequeños.
Otra vía de administración utilizada habitualmente en pediatría es la rectal, sin embargo
no hay estudios que manifiesten diferencias importantes en la absorción por esta vía en
los niños respecto al adulto.

DISTRIBUCIÓN: Luego de que el fármaco ingresa a la sangre, una parte se une a


proteínas y el resto circula en forma libre, esta última fracción es la que llega al sitio de
acción donde producirá el efecto farmacológico.

El recién nacido, sobre todo el pretérmino, posee una concentración total de proteínas
disminuidas, con una menor concentración 2-3 veces menor de alfa -1- glucoproteína y
lipoproteínas, además existen diferencias cualitativas en la composición proteica, por la
persis tencia de la albúmina fetal con una menor afinidad, condicionando de esta manera
una mayor proporción de droga libre que tenderá a desplazarse a nivel tisular, las
proteínas plasmáticas recién alcanzan los valores adultos hacia los 10-12 meses de
edad.

En los primeros días de vida la presencia de grandes cantidades de bilirrubina libre


puede competir con los fármacos de carácter ácido por los transportadores proteicos
como ocurre con ampicilina, penicilina, fenobarbital y fenitoína. También puede suceder
lo contrario, que el fármaco desplace de su unión con albúmina a la bilirrubina,
aumentando la concentración de bilirrubina libre y el riesgo de ictericia nuclear. Esto
puede suceder con fármacos de carác ter ácido y gran afinidad por la albúmina con una
unión de un 80-90% a la misma como salicilatos, indometacina y sulfas.

En el proceso de distribución, cambios edad-dependientes en la composición corporal


alteran los espacios fisiológicos en los que un fármaco puede ser distribuido. Para
muchos fármacos el valor del volumen aparente de distribución (Vd) difiere
significativamente entre la población pediátrica y la adulta. Estas diferencias se deben
a las modificaciones que se producen con la edad en:

a)
Contenido corporal de agua: La fracción de agua corporal total es muy alta en
el feto y se va reduciendo a partir del nacimiento, en paralelo al aumento del
porcentaje de grasa corporal.

b)
Concentración de proteínas plasmáticas: La unión a proteínas se encuentra
reducida en neonatos porque la concentración total de proteínas es menor y
adicionalmente se observa una menor capacidad de unión a fármacos. Esto se
podría traducir en un aumento de los volúmenes de distribución de los
medicamentos con alta unión a proteínas y subsecuentemente una reducción de
las concentraciones plasmáticas.

c)
Permeabilidad de las membranas: La barrera hematoencefálica, que
determina la distribución del fármaco en el cerebro, se considera más permeable
en recién nacidos que en niños mayores, lo que genera un espacio adicional
para distribuirse.

El incremento en la composición acuosa observada en la edad pediátrica afecta el


comportamiento de los medicamentos solubles en agua. Por ejemplo, la gentamicina
(un antibiótico hidrosoluble) se distribuye ampliamente en el agua corporal, por lo que
es posible observar concentraciones máximas más bajas en los neonatos en
comparación a niños más grandes. La situación se complica por las variaciones propias
del paciente en su balance hídrico, como por ejemplo en sepsis, lo que se traduce en
alta variabilidad observada para las concentraciones máximas alcanzadas para el grupo
de los aminoglicósidos. La problemática del volumen de distribución es de una de las
razones que argumentan el uso de monitoreo terapéutico de aminoglicósidos en la
pediatría.
Metabolismo o biotransformacion de las drogas.

Los fármacos para ser eliminados del organismo deben ser transformados en
compuestos más polares e hidrosolubles, facilitándose su eliminación por los riñones,
bilis o pulmones. El mecanismo de biotransformación de las drogas origina
modificaciones de las drogas llamadas metabolitos, estos generalmente son
compuestos inactivos o con menor actividad que la droga madre. Aunque a veces estos
compuestos intermedios pueden tener actividad como el diazepam que se transforma
en el metabolito N desmetildiazepam que posee acciones farmacológicas, la
carbamacepina en epóxido de 10-11-carbamacepina u otros fármacos que son
prodrogas y se biotransforman en droga activa en el organismo como el sulindac que se
transforma en sulfuro de sulindac que es la droga activa. La principal biotransformación
de drogas ocurre en el hígado, aunque los pulmones, riñones, suprarrenales y piel
pueden biotransformar algunas drogas. Las reacciones de metabolización pueden ser
reacciones no sintéticas o de Fase I y reacciones sintéticas, de conjugación o de Fase
II. a-Reacciones no sintéticas o de Fase I: como la oxidación reducción, hidrólisis e
hidroxilación. Estas reacciones dan un metabolito con menor actividad que la droga
madre o completamente inactivo. Los procesos de oxidación y reducción dependen del
sistema enzimático del citocromo P450 y de la NADPH-reductasa, presentes en la
membrana del retículo endoplásmico del hepatocito. Estas enzimas en el feto y RN
tienen disminuida su actividad. Los procesos de hidrólisis dependen de enzimas del
hígado (como las deaminasas) o de la sangre (como las esterasas plasmáticas), estas
reacciones también están disminuidas en el RN, por ello pueden aparecer apneas por
la utilización de anestésicos locales en la madre durante el parto. La hidroxilación de
fármacos como el fenobarbital, fenitoína, aspirina, indometacina también es menor. La
N-demetilación y la desalquilación también están disminuidas en el RN (implica el
metabolismo de diazepam y teofilina por ejemplo). La actividad enzimática se va
incrementando gradualmente hacia el primer año de vida, en forma conjunta con las
proteínas plasmáticas. La concentración de ligandina o péptido Y puede influir en la
metabolización de fármacos en el hígado fetal, Esta proteína básica es la responsable
de la captación de sustratos por las células metabolizadoras, la ligandina se une a la
bilirrubina y otros compuestos (incluidos los fármacos). Aunque esta enzima se halla en
bajas concentraciones al nacer, se han detectado valores semejantes al adulto a los 10
días de vida postnatal. b- Reacciones sintéticas o de Fase II: o de conjugación producen
casi invariable- 85 mente un metabolito inactivo estas reacciones también están
catalizadas por enzimas microsomales hepáticas que se encuentran el retículo
endoplásmico liso. La reacción más frecuente es la glucuronoconjugación, debido a la
relativa abundancia de ácido UDP glucurónico. Mediante este proceso la droga puede
conjugarse con ácido glucurónico (glucuronoconjugación), con ácido acé- tico
(acetilación), con ácido sulfúrico (sulfoconjugación) y con otros aminoácidos (glicocola
por ejemplo). El mecanismo de las conjugaciones es bastante complejo, por ejemplo se
requiere primero la ac tivación del ácido glucurónico del com puesto
uridindifosfoglucurónico el que por medio de la enzima glucoroniltransferasa se acopla
a la molécula de la droga. El proceso de acetilación (por medio del cual se metabolizan
las sulfas y la isoniacida) requiere la presencia de la enzima N-acetiltransferasa, en la
metilación intervienen varias metiltransferasas. La sulfatación es la única actividad
enzimática totalmente madura al nacimiento. Los prematuros acetilan más lentamente
que los adultos. La conjugación con los aminoácidos está presente al nacer pero alcanza
los valores normales hacia los 6 meses. La glucuronoconjugación está muy disminuida
en el RN, no alcanzando los valores adultos hasta los 24-30 meses de vida, por ello las
drogas que necesitan este proceso tienden a acumularse en el organismo, el
cloramfenicol administrado a las dosis habituales (100 o más mg/kg/24hs) puede
producir el síndrome gris, potencialmente mortal, como consecuencia de su deficiente
metabolización. Pueden obtenerse ventajas cuando se administra el cloramfenicol a
estos mismos pacientes ajus tando las dosis (15-50 mg/kg/24hs) para compensar la
menor capacidad hepática de glucuronotransformación. El principal metabolito del
cloramfenicol es el glucuronato de cloramfenicol, que se elimina por vía renal. La
glucuronoconjugación alcanza los valores del adulto entre los 3-4 años de vida. Las
enzimas microsomales son inducibles, algunos fármacos inducen su propio
metabolismo y el de otras drogas, por ejemplo el fenobarbital, la carbamacepina, la
fenitoína. Debido a que el hígado neonatal se induce en forma más rápida que el del
adulto se estudió la posibilidad de estimular la síntesis de enzimas microsomales
mediante la administración perinatal de fenobarbital para evitar la incidencia de
hiperbilirrubinemia. Como el fenómeno es inespecífico, otras sustancias endógenas
además de la bilirrubina y las drogas se metabolizan más rápidamente (hormonas
esteroideas), esta inducción se considera peligrosa hasta que sea estudiada en más
profundidad.

Excreción de las drogas

Las drogas son eliminadas del organismo en forma inalterada (moléculas de la fracción
libre) o como metabolitos activos o inactivos. El riñón es el principal órgano excretor de
fármacos. Excreción renal: Las drogas se excretan por filtración glomerular y por
secreción tubular activa, siguiendo los mismos pasos y mecanismos de los productos
del metabolismo intermedio. Así, las drogas que filtran por el glomérulo sufren también
los procesos de reabsorción tubular pasiva. Los mecanismos excretores renales no
están desarrollados por completo al nacer, condicionando la farmacocinética de
numerosas drogas.

El riñón es anatómica y funcionalmente inmaduro al nacer, con menos glomérulos en el


pretérmino que en el RN a término, cuyo número de nefronas es similar al del adulto. El
filtrado glomerular de un fármaco depende de la unión a proteínas plasmáticas (solo la
fracción libre puede filtrar), del flujo sanguíneo renal y de la superficie de filtración. Todos
estos factores se modifican con la maduración, existiendo importantes diferencias
interindividuales. El filtrado glomerular se relaciona directamente con la edad
gestacional. El RN de menos de 34 semanas posee menos nefrona que el RN a término,
ya que la nefrogénesis finaliza a las 34 semanas y entre las 34-36 semanas ocurre la
maduración glomerular. La velocidad de filtración y el flujo sanguíneo renal recién
alcanzan los valores del adulto hacia los 5 meses de vida. Las drogas que se eliminan
fundamentalmente por vía renal (furosemida, aminoglucósidos, vancomicina), presentan
vida media muy prolongada en el RN. Existen numerosos estudios sobre la
farmacocinética de los aminoglucósidos en el RN. Se observó un aclaramiento menor
en la primera sem ana de vida, que va corrigiéndose a medida que se desarrolla la
función renal, de allí la importancia de la monitorización de las concentraciones
plasmáticas de aminoglucósidos sobre todo en RN pretérmino y de bajo peso y en los
gravemente enfermos, lo mismo que en niños que presentan insuficiencia renal. Asfixia:
Las evidencias experimentales indican que la biotransformación de numerosas drogas
está afectada por la hipoxia aguda. Este concepto puede tener importantes implicancias
clínicas. Las adaptaciones fisiológicas durante la hipoxia pueden afectar el destino de
las drogas, inhibiendo en forma predominante la función renal. Numerosos estudios
demostraron una disminución en la eliminación de fenobarbital, amikacina, teofilina en
RN asfixiados. Se desconoce si la reducción en la depuración de estas drogas se debe
a una disminución en el índice de biotransformación de las mismas. Estos hallazgos
sugieren que los recién nacidos asfixiados requieren la mitad de la dosis de
mantenimiento de fenobarbital que los niños no asfixiados. En resumen, vimos que
existen considerables diferencias en la biodisponibilidad de fármacos en el RN cuando
se compara con el adulto con respecto a todos los parámetros farmacocinéticos. Estas
diferencias y los cambios ontogénicos en estos procesos deben ser cuidadosamente
considerados cuando se desarrollan estrategias terapéuticas en RN e infantes
pequeños.
FARMACODINAMIA EN POBLACIÓN PEDIÁTRICA
La farmacodinamia, definida como lo que el fármaco le hace al organismo, debe ser
considerada en el escenario cambiante del paciente pediátrico. Sin embargo, a pesar
de la importancia del comportamiento farmacodinámico de los fármacos en niños, los
datos son escasos. En la edad pediátrica algunos medicamentos tienen un
comportamiento farmacodinámico distinto a los adultos, lo que determina
particularidades en sus efectos terapéuticos, como por ejemplo los sedantes y los
anticoagulantes. Además, las reacciones adversas sobre el crecimiento ocurren en esta
edad, como por ejemplo los efectos deletéreos de los corticoides sobre el crecimiento,
las alteraciones en el crecimiento óseo por las tetraciclinas o sobre el cartílago por
fluoroquinolonas.
DOSIS EN PEDIATRÍA
La farmacoterapia logra sus resultados a través de una selección idónea de la dosis
para el paciente. Un método habitual para seleccionar la dosis pediátrica de un nuevo
medicamento es la normalización de la dosis de adulto a peso corporal (mg/kg peso),
asumiendo una relación lineal entre peso y dosis. Otra forma de dosificar es por edad,
dividiendo a la población pediátrica en subcategorías (por ejemplo prescolares,
escolares, adolescentes, etc.) y usando una dosis determinada de acuerdo al rango de
edad. Ambos métodos tienen sus problemas, usar una estimación de mg/kg para todas
las edades pediátricas o usar una dosis para todo un rango etario nos privan de asumir
que las propiedades farmacocinéticas – farmacodinámicas de un medicamento en
pediatría cambian de forma continua, y no escalonadamente, a través de las distintas
edades pediátricas. Podríamos estar dosificando un paciente de 10 años con dosis de
mg/kg y estar frente a un comportamiento farmacocinético de un adulto, lo que
produciría quizás altas concentraciones y toxicidades en ese niño. A otro paciente de 2
meses le iniciaremos la misma dosis de un medicamento A, en mg/kg, que a otro niño
de 6 meses, ya que el rango etario para la dosificación es de 1 mes a 1 año nos sugiere
similar dosis. Resulta que el paciente de 2 meses tiene una actividad metabólica
reducida, por lo que acumulará más medicamento que el paciente de 6 meses, y
probablemente ese pequeño paciente se nos intoxique.

Además de la imprecisión entregada por los cambios farmacocinéticos observados en


la población pediátrica, la influencia de la patología de base produce un mayor riesgo
de no seleccionar la dosis adecuada. Por ello debemos tener en cuenta otras
covariables relacionadas a las características fisiopatológicas de los pacientes. Entre
ellas la presencia de:

Sepsis/schock séptico: El uso de fluidos para la resucitación predispone al aumento


del volumen de distribución para medicamentos hidrosolubles. Otro fenómeno
observado es un aumento en el aclaramiento de medicamentos durante la fase
hiperdinámica de la sepsis, en un fenómeno que se conoce como Augmented Renal
Clearance.

Cáncer: Para algunos medicamentos se observan aclaramientos más rápidos y


volúmenes de distribución más grandes.

Fibrosis quística: En esta patología se observan altos volumen de distribución y


aclaramientos aumentados en varios medicamentos.
Insuficiencia renal: Para medicamentos con aclaramiento renal importante debemos
esperar acumulación y necesidad de ajustar dosis.

Adicionalmente, es necesario considerar otras situaciones como la presencia de


obesidad, interacciones medicamento-medicamento, entre otras. La complejidad
aumenta en el caso de combinaciones de estas condiciones, lo que nos brinda
incertidumbre adicional si dejamos dosis habituales para la pediatría.

MONITOREO TERAPÉUTICO DE FÁRMACOS: UNA HERRAMIENTA ÚTIL PARA


REDUCIR LA IMPRECISIÓN
El monitoreo terapéutico de fármacos (TDM, por su significado en inglés, Therapeutic
drug Monitoring), es una práctica en la que se miden las concentraciones de fármacos
con el objetivo de optimizar la farmacoterapia, maximizando la eficacia terapéutica, y
minimizando la ocurrencia de reacciones adversas, permitiendo a la vez individualizar
la terapia de cada paciente. Por las particularidades propias de la pediatría es
recomendado el uso de TDM para fármacos seleccionados y puede ser una herramienta
útil para reducir la variabilidad en determinadas situaciones clínica.
CONCLUSIONES

- Conocimos la farmacoterapia tanto en gestantes como en infantes pudiendo


afirmar que la farmacoterapia durante el embarazo y el periodo de lactancia
representa un desafío para el clínico en términos de ser efectivo al tratar la
patología materna y minimizar los riesgos ya sea para el feto o para el lactante.

- Describimos que casi todos los fármacos que entran en la circulación materna
pasan a través de la placenta y alcanzan al feto, el efecto adverso de mayor
importancia e interés es la posible teratología o dismorfogénesis asociada al
fármaco utilizado por la madre. Históricamente se han registrado eventos de
trascendencia mundial que han incentivado la mejora en el conocimiento que
existe acerca del efecto que ejercen los medicamentos utilizados durante el
embarazo: Talidomida, Dietilestilbestrol, Etanol. La eficacia y seguridad de los
fármacos durante el embarazo es un asunto multifactorial, ya que tanto la
farmacocinética como la farmacodinamia juegan un papel muy importante en
este proceso. Los cambios fisiológicos durante el embarazo intervienen en la
farmacocinética de los medicamentos.

- Identificamos los diferentes trastornos que ocurre durante el embarazo como:


Nauseas y/o vómitos, pirosis y/o dispepsia, estreñimiento, fiebre y/o dolor,
patología infecciosa, hipertensión arterial, diabetes Mellitus, vacunas.

- Conocimos el metabolismo y biotransformación de las drogas; los fármacos para


ser eliminados del organismo deben ser transformados en compuestos más
polares e hidrosolubles, facilitándose su eliminación por los riñones, bilis o
pulmones. El mecanismo de biotransformación de las drogas origina
modificaciones de las drogas llamadas metabolitos, estos generalmente son
compuestos inactivos o con menor actividad que la droga madre.
Bibliografía

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