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Divergencias y convergencias:

Impresiones estructuralistas y hermenéuticas de una profesora universitaria


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Mediante este comentario trataré de mostrar de un modo práctico cómo mis
planteamientos metodológicos básicos que toman en consideración los objetivos explícitos en
los planes de estudio obtienen un resultado en mis labores docentes e investigadoras.
Además del planteamiento vital, como hebraísta forma parte de mis quehaceres la
búsqueda de conocimiento mediante el reto constante de desempolvar textos olvidados, de re-
descubrir nuevos hallazgos en aquellos considerados ya manidos, rescatar aspectos culturales e
históricos y descubrir valores que forman parte de un occidente judeocristiano tamizado por
el mundo grecolatino volviendo a las fuentes y observando aquellas convergencias y aquellas
divergencias que existen entre todos ellos.
Sin embargo, la investigación del pasado que se queda en ese pasado es una labor
«arqueológica»1, y es necesaria, sí, pero insuficiente para aquellos que, como yo, nos vemos
afectados por la necesidad de una integración y, en última instancia, de una aplicación
personal. Michel de Montaigne2, por ejemplo, criticaba en su renacentista centuria a aquellos
que se ilustran tan sólo con afán de conocimiento sin asimilar lo que leen y concediéndole
preeminencia a la teoría sobre la práctica (a algunos de mis estudiantes aquí presentes les
resultará familiar la cita):
“Nos esforzamos por llenar la memoria y dejamos vacío el entendimiento y la conciencia.
Así como los pájaros van a veces en busca del grano y lo llevan en el pico sin probarlo, para
alimentar con él a sus polluelos, así nuestros maestros picotean la ciencia en los libros
poniéndosela en el borde de los labios únicamente, para desembucharla sin más, lanzándola
al viento”3.

1 Del griego «ἀρχαίος» archaios, viejo o antiguo, y «λόγος» logos, ciencia o estudio. Ciencia que estudia los
cambios físicos que se producen desde las sociedades antiguas hasta las actuales, a través de restos materiales
distribuidos en el espacio y conservados a través del tiempo. Vid. [wikipedia]
2 Michel Eyquem de Montaigne (Château de Montaigne, Saint-Michel-de-Montaigne, cerca

de Burdeos, 28.02.1533 - ibíd., 13.09.1592). Fue un filósofo, escritor, humanista, moralista y político francés
del Renacimiento, autor de los Ensayos, y creador del género literario conocido en la Edad Moderna como
ensayo. Vid. [wikipedia]
3 M. Montaigne en su obra Ensayos, V.I, p.187.

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Ese mismo impulso me guía hacia un aprendizaje y una investigación significativos
forzando a la reflexión, a la observación respetuosa de las características primordiales, al
análisis del descubrimiento a la luz de su contexto histórico para hallar una conclusión lo más
objetiva e íntegra posible y, finalmente, siempre que sea ejecutable, atraerla y vincularla a la
realidad presente. Y el modo de hacerlo significativo, evidentemente, no depende tan solo de
las tan actuales T.I.C. o Nuevas Tecnologías (como parece anunciarse por doquier). Estas
constituyen una herramienta útil en ocasiones, pero no imprescindible cuando se trata de
desarrollar objetivos fundamentales como la capacidad crítica o el análisis riguroso o el placer
por el trabajo bien hecho.
De hecho, me cabe la duda de si podría un Power Point sustituir el dominio y el
conocimiento encerrado en la asombrosa memoria y el ingente conocimiento de profesores
como el catedrático del área Carlos Carrete, esquematizado clara y nítidamente en el encerado
con suma y capacidad y vertido en cada una de sus clases. Igualmente, me pregunto si algún
vídeo sustituiría la pasión rezumante lingüística y literaria de una Fuencisla García Casar
guiándome, mediante las manos con más cuidada expresividad y personalidad que he
conocido jamás, por el camino de cualquier texto. Así, por ejemplo, la resistencia de una
sencilla aggadah perdía su vigor sin necesidad de contraseña secreta alguna a la orden de una
traducción bellamente apegada al texto original; rendida, la composición terminaba
abriéndonos su magnífico universo literario y desvelándonos sus ricos secretos semánticos.
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PERFIL INVESTIGADOR
Me considero afortunada por hacer posible que mi ocupación docente y las maravillosas
asignaturas que imparto (que abarcan un amplio marco cronológico desde el 5000 a.E.C
hasta el siglo XX) contribuyen favorablemente al desarrollo de mi principal línea de
investigación: la cual se centra fundamentalmente en el ámbito de la cultura hebrea desde el
periodo bíblico hasta la actualidad observando la continuidad y conexión entre universales4
que adquieren personalidad propia en los particulares rasgos socio-culturales hebreos
mantenidos o evolucionados a lo largo de los años y que dependen de la geografía en el que
asientan. Durante estos años he publicado en este campo, por un lado, varios artículos
dedicados al comportamiento epigráfico que presentan los hombres y mujeres de la

4 Vida, muerte, Alma, Cuerpo y Espíritu, Emociones, etc.


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comunidad judía sefardí de época bajomedieval centrados en aspectos literarios,
socioculturales, psicológicos y de pensamiento; y, por el otro lado, la relación entre dicho
legado bíblico hebreo y el mundo medieval judío y, finalmente, la conexión entre el mismo
legado y el Israel contemporáneo.
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En los siguientes minutos trataré de aportar una muestra mediante un breve análisis sobre
un texto harto conocido por todos: ha-Mabbûl ‘El Diluvio’ recogido en los caps. 6-9 del Bĕrešit
(Génesis).
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1.-PREÁMBULO
Empezaré con una cita a modo de preámbulo de uno de los pensadores más relevantes del
mundo hispanojudío, Mošeh ben Maimón (más conocido por Maimónides5). En uno de sus
tratados más famosos, Môrēh něḇūḵîm ‘Maestro de confusos’ (Guía de perplejos), presenta un
capítulo cuyo título es «SOBRE LOS PASAJES DE LA ESCRITURA CUYO CONTENIDO
PARECE CARECER DE FINALIDAD» Dice así:
«Hay en la [Torah] ciertos lugares que, encerrando gran sabiduría, han sido erróneamente
entendidos por muchas personas, por lo que necesitan ser explicados. Me refiero a los relatos
que pudiera entenderse que carecen de finalidad, como por ejemplo la lista de las diversas
familias descendientes de Noé, con sus nombres y los de sus territorios (GEN. X); los hijos de
Seir y de Horite (IB1D. XXXVI, 20-30); los reyes que reinaron en Edom (IBID. XXXI, seqq.),
y otros.
Se cuenta en los dichos de nuestros Jajamim (Sabios) (B.T. SANH. 99, b) que el perverso
rey Manases solía celebrar desgraciadas reuniones únicamente para criticar aquellos pasajes de
la Torah: "Y tenía reuniones v hacía observaciones blasfemas sobre la Escritura, diciendo: no
tendría Moisés otra cosa que escribir más que aquello de que la hija de Lotan era Timna".
(GEN. XXXVI, 22).
Voy a ofrecer un principio general para justificar esta clase de pasajes bíblicos, y luego

5 Para información sobre la obra de la autoridad judía medieval tanto en filosofía, teología y medicina de
«RaMBaM» (1138-1204) –acrónimo con el que se denomina en la cultura hebrea a Rabí Mošeh ben Maimón
(Abū ‘Imrān Mūsā ‘Abd Allāh)– y sobre su vida y obra, vid. A. Sáenz-badillos-J. Targarona Borrás, Diccionario
de autores judíos, op. cit., pp. 73-75; A. Alba, «Maimónides», El Libro de las Estatuas, Agustín Andreu (ed.),
Universidad Politécnica, Valencia 2004, pp. 113-131; y D. Yellin-I. Abrahams, Maimónides, The jewish
Publication Society of America, Philadelphia, 1903.
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analizaré alguno singular (…). Cada relato de la Torah sirve a algún fin relacionado con el
[dá‘at o conocimiento profundo] (…): Ora contribuye a establecer un principio de [emunah],
ora a reglamentar nuestros actos, ya, en fin, a impedir que haya injusticia y maldad entre los
hombres.
(…) Como entre Adam y Moisés transcurrieron unos dos mil quinientos años, la gente
habría dudado de la verdad de lo dicho si no se le procurara alguna información
complementaria, diciendo que la raza humana se esparció por todos los rincones de la tierra
en diferentes familias y con diversos lenguajes, muy distintos los unos de los otros. Para
disipar esta duda, la Torah da la genealogía de las naciones (GEN. V y X), y explica la manera
cómo se ramificaron, saliendo de una común raíz. Menciona por sus nombres a los pueblos
conocidos, y dice quiénes fueron sus padres y cuándo y dónde vivieron. Explica también la
causa que produjo la dispersión, y el origen de las diferentes lenguas, luego de haber vivido los
hombres durante largo tiempo en un mismo lugar y hablado el mismo lenguaje, como era
natural que acaeciese tratándose de vástagos de una misma persona (IBID. XI). La narración
del Diluvio (IBID. VI-VIII) y la destrucción de Sodoma y Gomorra (IBID. XIX) sirven como
ejemplo de la doctrina de que verdaderamente hay premio para el justo; verdaderamente es Él
un Elohim que juzga en la tierra" (PS. LVIII, 12).
No formamos la misma opinión de las cosas que nos describen los que las vieron que de las
que otros nos relatan de oídas. Porque el que ve las cosas las dice con muchos detalles y
minuciosidad. El lector entiende que hay muchos cosas superfluas en tales narraciones, pero
el testigo de ellas comprende la necesidad de todo cuanto la descripción encierra. Por ejemplo,
todos los milagros de Moisés fueron maravillosos, públicos, y acaecieron ante el testimonio del
pueblo; pero Elohim sabía que el pueblo futuro podría dudar de la exactitud del relato que
cuenta tales milagros, y creer que los israelitas estuvieron en el desierto en algún lugar no
lejano de país habitado donde el hombre podría vivir conforme de ordinario lo hace; ó que
era como los desiertos en que ahora habitan los árabes; o que estuvieron en tierras aptas para
arar, sembrar y cosechar, o que se alimentaban de algunas plantas que allí espontáneamente
crecían; o que el Maná descendía en aquellos sitios como si fuese un producto natural
corriente; o que había pozos y manantiales. A fin de disipar todas estas dudas y de establecer
firmemente la exactitud del relato milagroso, la Escritura enumera todas las etapas, de suerte
que las generaciones venideras pudieran verlas y aprender así la magnitud del milagro merced
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al cual seres humanos pudieron vivir cuarenta años en aquellos desiertos.
De parecida forma y manera hay una razón buena para explicar cada pasaje bíblico cuya
finalidad no comprendemos. Debiéramos siempre aplicar las palabras de los Ḥaḵamim
‘sabios’: "Nada hay vano para Ti" (DEUT. XXII, XLVII), y, cuando parece serlo, seguramente
es defecto nuestro6.
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2.-EL DILUVIO I: Comentarios e impresiones estructuralistas
Más allá de la necesidad de legitimar el texto bíblico por parte del pensador hispanohebreo
incluso en sus partes más incomprensibles aparentemente o del provecho espiritual que
podemos extraer de él, y de que el texto que estamos abordando no parece «carecer de
finalidad alguna», de entre las líneas no explícitas del tx citado, cabe deducir la necesidad de
acercarnos al texto bíblico procurando ir más allá de las propias limitaciones y razonamientos
que pudieran no encontrar finalidad o interés.
Cuando nos acercamos a cualquier discurso acerca de un tema actualizamos el texto
mediante nuestra la lectura; en la búsqueda de su significado, debemos apegarnos a un
sentido literal en primer término, pero, en último, es conveniente hacerlo significativamente.
Por razones de tiempo, nos saltaremos los primeros pasos ineludibles de traducción y análisis
filológico y literario; en esta etapa previa la lectura atenta y el análisis de sus estructuras
formales y de contenido son fundamentales. Tras la contextualización y las cuestiones de
autoría y redacción7, pasaríamos a plantearnos ciertas cuestiones que nuestro acercamiento
haya suscitado. Pongamos el ejemplo de mi propuesta ha-Mabbûl «El diluvio». Situados ya
frente a la narración de los caps 6-9 del Bĕrešit (Génesis), y una vez realizada la labor previa
apuntada.
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3.-EL DILUVIO II: Comentarios e impresiones hermenéuticas
Las cuestiones suscitadas por el tema que nos ocupa sobre el modo en que analiza el
hombre de eras subsiguientes y, en concreto, la del siglo XXI, y la forma en que interpreta las
precedentes producciones literarias origina ciertas preguntas que pueden depender de la

6 Maimónides, Guía de Perplejos o Descarriados, 2ª edición, capítulo L, Barcelona, 2011, pp..


7 García Cordero p. 42. Distingue la redacción de varias manos atribuidas a las manos de la tradición yahvista y
sacerdotal. aunque también hay quien habla de que el relato constituye unos de los estratos más antiguos de las
Escrituras, por lo que pertenecería a la tradición Elohista.
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disciplina que las aborda: ¿cómo se acerca un antropólogo, un etnógrafo, un sociólogo, una
hebraísta o un estudiante de Filología a épocas remotas? ¿qué mirada se proyecta?¿la de
semejanza o la de diversidad?¿la del reconocimiento o la del extrañamiento?
Como esta exposición aúna aspectos investigadores y docentes, traeré a colación un suceso
acaecido durante el curso 2010 que podría ejemplificar un modo absolutamente erróneo de
acercarse a a un texto. Durante las exposiciones orales de la asignatura de Literatura Bíblica,
un alumno, al llegar su turno, se sentó de manera confiada y espontánea sobre una mesa y
comenzó su exposición de la siguiente manera: “Lo primero que tengo que deciros es que el
libro de Job es un auténtico rollazo (…)” Sus conclusiones, al igual que el resto de sus
argumentos, carecieron de cualquier atisbo de seriedad o credibilidad, revestían un discurso
coloquial, que en ocasiones rozaba la chabacanería, tópico y manido. Su exposición, que tal
vez habría tenido alguna validez durante una charla en la cafetería, estaban completamente
fuera de lugar en el contexto académico. Su clamorosa conclusión fue la siguiente: “porque
toda la literatura religiosa ha sido escrita para la manipulación del pueblo”. Sin un lenguaje
discursivo adaptado al contexto, sin estructuración alguna, y con un análisis pobre y
superficial de la obra literaria, lo que debía ser su objeto de estudio, se convirtió en un “objeto
de prejuicio”.
La situación pone de manifiesto la necesidad de plantearse las siguientes cuestiones: Este
acto reflexivo previo sobre cómo nos acercamos a nuestro objeto de estudio resulta
imprescindible. Tenemos derecho a mantener una opinión o inclinación personales pero, ¿lo
hacemos de manera abierta y libre de prejuicios o con ideas preconcebidas que pretenden ser
justificadas? ¿qué perseguimos: la concomitancia o la diferencia?
David Lewis-Williams y David Pearce, en su estudio sobre la mente neolítica en lo que da la
impresión de una batalla de disciplinas, critican las posturas que suelen adoptar los
arqueólogos al minimizar la importancia de aspectos comunes como los atributos innatos
humanos y las posturas innatistas que achacarían al entorno natural y cultural los únicos focos
de influencia:
«(…) [dicha] postura (…) yace en la raíz de la creencia de que la descripción de diversas
sociedades alrededor del mundo mediante la etnografía es una trampa para los intentos de
comprender el pasado de los arqueólogos. Las tablas rasas mentales del pasado, de acuerdo
con esta postura, habrían sido inscritas de formas totalmente distintas a las de los pueblos
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observados (…). Si proyectamos la etnografía hacia el pasado, siguiendo con este argumento,
crearemos de forma inevitable un pasado con la imagen del presente, sea dicho “presente”
unas sociedades de pequeña escala estudiadas mediante la etnografía o las categorías no
cuestionadas del Occidente moderno. Ésta, sostenemos nosotros, [lo cual] es una visión
bastante simplista que necesita ser discutida. ¿Es cada aspecto de cada cultura único y no
generalizable? Sabemos de hecho que algunos aspectos del lenguaje y de los sistemas de
parentesco, por ejemplo, son generalizables. Como tantos tópicos—porque eso es en lo que se
han convertido–, la doctrina de la singularidad total de cada cultura contiene una pizca de
verdad, pero, en el fondo, frustra el avance de la investigación arqueológica. Lo que
necesitamos es un método que nos ayude a acceder al conocimiento sobre los cimientos
universales de la diversidad. Tenemos que preguntar: ¿qué es lo que fija los aspectos del
comportamiento humano que aparecen en una cultura tras otra?¿qué es lo que conduce a
estos rasgos comunes?8
Dichos autores advierten de la necesidad del estudio del pasado sin miedo a la
equivocación de “proyectar” nuestro presente sobre él y de interpretarlo de manera errónea.
proponen hallar los mecanismos universales y comunes al ser humano a través de todas las
épocas, entendiendo que es equivocado perseguir tan solo las diferencias rechazando los
atributos comunes por entenderlos «superficiales y carentes de valor».
Tal vez, y he aquí mi planteamiento personal, debieran ser la confluencia de ambos y no la
inclinación hacia una postura u otra la clave del acercamiento íntegro.
Lewis-Williams y Pierce afirman que los pobladores del Neolítico explicaban, mediante
mitos, el mundo estratificado y los distintos ritos llevados a cabo9. Razonan la idea de “mito”
más allá de la visión popular en la que el mito es inverificable y proviene de una historia
errónea y fantasiosa. Concuerdan con la idea de otros investigadores en que los grupos
sociales se reúnen en torno a distintos mitos y, gracias a ellos, se diferencian entre sí. Por lo
tanto, los mitos no consistirían simplemente en “explicaciones sobre los orígenes y los sucesos
del mundo natural (como por qué sale y se pone el sol)” sino que irían más allá.
Relacionado con conceptos cosmológicos, la concepción de autores como los
estructuralistas francófonos, representados por la figura del antropólogo y filósofo belga

8 Lewis-Williams, David y Pearce, David, Dentro de la mente neolítica, Akal, Madrid, 2009, pp.9-10.
9 Cf. ibidem, p.157.
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Claude Lévi-Strauss (y su trasposición del modelo lingüístico a la antropología del
francés Ferdinand de Saussure), proponen entender el significado del mito, desde “la
estructura profunda” compuesta por “múltiples oposiciones binarias” (en analogía con el
funcionamiento del cerebro humano que también respondería a un comportamiento binario)
que constituyen “los mitemas” o unidades estructurales del mito y que pueden leerse según un
eje vertical y un eje horizontal:
Vida/Muerte
Arriba/Abajo
Masculino/Femenino
Mano derecha/Mano izquierda
Oscuridad/Luz
Todas ellas se reducirían a la gran oposición binaria global:
CULTURA/NATURALEZA
Los autores de Dentro de la mente neolítica reconocen que el mito es lenguaje y cobra
existencia gracias a la narración y a la constante actualización del mismo cada vez que es
recreado pero, en oposición al antropólogo francés, afirman la interdependencia del mito
respecto a lo que ellos denominan “contrato de consciencia” cuya narración seguiría las
pautas de un “contrato social”. Es decir, el mito presentaría un componente psicológico o
neurológico (=contrato de consciencia) junto a la estratificación cosmológica en su “estructura
profunda” y tendría su actualización según determinados contextos (=contrato social). Ponen
el ejemplo de La epopeya del Gilgameš como mito en el que se reconocen vestigios de épocas
anteriores y destacan, más que el aspecto narrativo, esas “unidades universales estructurales
generadas neurológicamente”. El semidiós protagonista, Gilgameš (dos terceras partes dios y
una hombre), actuaría de puente o intermediario en la oposición binaria entre reino
material/reino espiritual: Como rey de Uruk representaría el reino material; como héroe
semidivino que mata, con ayuda de su amado amigo (y alter ego) Enkidu, al gran Toro del
cielo enviado por Anu, el padre de la despechada Ištar. Todas las aventuras de Gilgameš se
desarrollan en la cosmología estratificada sumeria que podría dividirse en:
Reino superior (residencia de los dioses)
Reino intermedio (residencia de los humanos)
Reino inferior(residencia de los muertos y las criaturas terroríficas).
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Estableciendo un paralelo entre estos dos personajes resultaría el siguiente esquema
binario10:
Gilgameš/Enkidu
Civilizado/Salvaje
Inmortalidad/Mortalidad11
Cultura/Naturaleza
Aplicando esta estructura, discriminaríamos los mitemas en los que cabría descomponer la
narración diluviana según el siguiente esquema básico:
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Sociedad/Individuo
Corrupción/Rectitud
Creador/hombre
Creación/Urbanismo
Fuerza de la Naturaleza/Fuerza humana
Potestad divina/Potestad humana
Viejo/Nuevo
Fin/Comienzo
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El filósofo, novelista e historiador de las religiones rumano Mircea Eliade afirma que casi
todas las tradiciones de diluvios se vinculan a la idea de una reabsorción en el agua y la
instauración de una nueva era. Esta conceptualización del hecho, este trascender el acto físico
en su interpretación mediante una historia podría denominarse MITO. Volviendo un
instante al término que etimológicamente proviene del griego μῦθος, mythos, «relato»,
«cuento» y que ya en época clásica se cargaría con connotaciones peyorativas, en la visión
tradicional adoptarían la postura de algunos estudiosos que conciben el mito como “fábula”,
“invención” o “ficción”. Corrigiendo el valor semántico negativo relacionado con el vocablo y
aceptando el sentido que le otorgaban las sociedades de la antigüedad, Mircea Eliade entiende
mito como una “historia verdadera”, y más aún, “una historia de inapreciable valor, porque es

10 Cf. ibidem, pp. 158-166.


11 La propuesta de esta oposición es mía.
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sagrada, ejemplar y significativa”12.
Así, continuando el planteamiento y desde un punto de vista descriptivo-interpretativo,
una manera de definir el análisis argumental que pretendo compartir podría ser la siguiente:
el suceso que pone fin a la situación de fracaso, degeneración y deja al cosmos dispuesto para
el surgimiento de una nueva humanidad es el diluvio y el elemento acuático en general. Si
bien podríamos observar otras múltiples cuestiones suscitadas por nuestro relato. En este
punto, podríamos introducir la parte en la que el tema de estudio se torna significativo
mediante la relación o vigencia de un texto. En la actualidad, ¿sería posible hallar
concomitancias con una crisis que aflora aquí y allá y que delata en múltiples facetas? ¿Podría
establecer algún paralelismo entre la sociedad de la época de Nóaj y la nuestra? ¿Qué tipo de
sociedad estamos construyendo o «destruyendo»?¿Pensamos en los otros más allá de nosotros
mismos?¿Seguimos reglas harmónicas de relación?¿Preservamos nuestro planeta y la
naturaleza? Si fueramos Dios, ¿cuántos Noés rescataríamos de la catástrofe? ¿Cuál es el número
de «ṣadiqim ‘justos’ y tamim ‘íntegros’» que merecerían la pena ser salvados?¿Cuál podría ser
nuestro Mabbul: ¿un sunami, una pandemia, la quiebra de todo el sistema financiero
mundial, un colapso eléctrico una crisis sentimental?¿Puede ocurrir un hecho en el plano de
la realidad tan poderoso que sea capaz de conmocionar a cada individuo, a cada sociedad y a
la totalidad del género humano, obligarlo a replantearse la existencia y encaminarla hacia un
nuevo comienzo?
En su descripción y análisis de la palabra afirma que:
El hombre de las sociedades en que el mito es algo vivo vive en un mundo «abierto»,
aunque «cifrado» y misterioso. El Mundo «habla» al hombre y, para comprender este
lenguaje, basta conocer los mitos y descifrar los símbolos. A través de los mitos y los
símbolos de la Luna, el hombre capta la misteriosa solidaridad entre temporalidad,
nacimiento, muerte y resurrección, sexualidad, fertilidad, lluvia, vegetación, y así
sucesivamente. El Mundo no es ya una masa opaca de objetos amontonados
arbitrariamente, sino un cosmos viviente, articulado y significativo. En última instancia, el
Mundo se revela como lenguaje. Habla al hombre por su propio modo de ser, por sus
estructuras y sus ritmos.

12 Eliade, Mircea, Mito y realidad, Edit. Labor, Barcelona, 1991, p.4 y ss.
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La existencia del Mundo es el resultado de un acto divino de creación, sus estructuras y sus
ritmos son el producto de los acontecimientos que tuvieron lugar en el comienzo del
Tiempo. La Luna tiene su historia mítica, pero también la tienen el Sol y las Aguas, las
plantas y los animales. Todo objeto cósmico tiene una «historia». Esto quiere decir que es
capaz de «hablar al hombre». Y puesto que «habla» de sí mismo, en primer lugar de su
«origen», del acontecimiento primordial a consecuencia del cual ha venido al ser, el objeto
se hace real y significativo. No es ya algo «desconocido», un objeto opaco, inaprehensible y
desprovisto de significación, en una palabra, «irreal». Comparte el mismo «Mundo» del
hombre13.
Haciendo mío el cuestionamiento de Paul Ricoeur en su artículo crítico del
estructuralismo de Levi-Strauss preguntaré si la única opción posible consiste en yuxtaponer
dos maneras de comprender una realidad o si cabría la posibilidad de enlazarlas, como lo
objetivo y lo existencial, entre el estructuralismo de planteamientos estrictamente científicos y
una hermenéutica interpretativa:
(…) El estructuralismo pertenece a la ciencia, (…) La interpretación de lo simbólico sólo
merece llamarse “hermenéutica” en la medida en que constituye un segmento de la
comprensión de uno mismo y de la comprensión del ser; (…) La hermenéutica, en este
sentido, es una disciplina filosófica. Mientras el estructuralismo tiende a guardar las
distancias, a objetivar, a separar de la ecuación personal del investigador la estructura de una
institución, de un mito o de un rito, el pensamiento hermenéutico se sumerge en lo que se ha
dado en llamar «el círculo hermenéutico» del comprender y del creer, lo cual lo descalifica
como ciencia y lo cualifica como pensamiento meditativo14.
Otra manera de hacer nuestro acercamiento significativo, sería, por ejemplo, tratar la

13Ibidem, pp. 60-61.


14Ricoeur, Paul, “Estructura y hermenéutica” Cuaderno Gris, núm.2, Universidad Complutense de Madrid,
Madrid, 1997, pp.49-50. Tenéis una versión disponible en la red del interesante artículo en el análisis crítico
sobre el método estructuralista como filosofía y, en particular, el libro El pensamiento salvaje de Levi-Strauss,
por ser un modo de explicación que requiere la comprensión hermenéutica.: http://digitool-
u a m . g r e e n d a t a . e s / / e x l i b r i s / d t l / d 3 _ 1 / a p a c h e _ m e d i a /
L2V4bGlicmlzL2R0bC9kM18xL2FwYWNoZV9tZWRpYS8yMjIyMw==.pdf
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cuestión de la VERACIDAD15: ¿es posible dar por verdadera una realidad descrita textualmente
sin tener la posibilidad de reproducirla?¿Se puede aprehender sin la mediación de pruebas
palpables16? En el caso diluviano ¿serviría a ese fin algún hallazgo como el del equipo de
arqueólogos que descubrieron restos de un edificio sumergido a más de 90 metros bajo la
superficie del mar Negro17? ¿O el hallazgo de restos de embarcación en las cumbres del monte
Ararat (actual Turquía)? ¿Qué tipo de prueba constataría las reminiscencias reflejadas en un
escrito hallado en una zona mesopotámica (actual Irak) de una embarcación cuya principal

15 Fundamental la cuestión de la veracidad en los análisis de la composición y autoría bíblica: Pese a todos los
escollos que puedan encontrarse en todo ello, SE HA DEMOSTRADO SUFICIENTEMENTE LA
VERACIDAD DE LOS TEXTOS BÍBLICOS. La Hipótesis documentaria o Hipótesis documental (DH)
propone que los primeros cinco libros del Antiguo
Testamento (Génesis, Éxodo,Levítico, Números y Deuteronomio, que juntos se conocen como
la Torá o Pentateuco) son una combinación de documentos que provienen de cuatro fuentes de origen
independiente. De acuerdo con la influyente versión de la hipótesis documentaria formulada por Julius
Wellhausen (1844 - 1918), estas fuentes y la fecha aproximada de su composición, fueron: Julius WELLHAUSEN,
teólogo protestante alemán que dio forma a la Hipótesis documentaría.
Tradición yahvista (J); escrita ca. 950 a. C. en el sudeste del reino de Judá (abreviada J, pues el
nombre Jehová (Yahveh) comienza con J en el idioma alemán nativo de Wellhausen.)
Tradición elohista (E); escrita ca. 850 a. C. en el noreste del reino de Israel.
Tradición deuteronómica (D); escrita ca. 621 a. C. en Jerusalén durante un periodo de reforma religiosa.
Tradición sacerdotal o presbiterial (P); escrita ca. 450 a. C. por los sacerdotes de Aarón.
El razonamiento seguido en este tipo de análisis es similar al de los sabios talmúdicos y, más tarde, los rabinos,
quienes sostuvieron que estas cláusulas incompatibles y la terminología en un solo párrafo de la Mishná tiene
que haberse originado por diferentes sabios, y reconocen que Moisés no pudo haber escrito los pasajes de la
Torá pues contiene información no disponible para el, como el último capítulo de Deuteronomio, que describe
su muerte y sus consecuencias.» –Jeffrey Tigay.
16 Para un aproximación científica actual: http://arquehistoria.com/historias/el-mito-del-diluvio-universal-
explicado-por-la-ciencia. En la obra Noah's Flood: The New Scientific Discoveries About the Event That Changed
History, Simon & Schuster Paperbacks Nueva York, NY, 1998, los geólogos Ryan y Pitman proponen la
interesante teoría en la que se relaciona un cambio climático ocurrido en la época con crecientes movimientos
de agua de los mares mediterráneos y el Mar Negro que habría dado lugar al Diluvio.
Podéis consultar el artículo en: http://www.earthinstitute.columbia.edu/news/story9_1.html
(Se recoge la noticia en español: http://www.lanacion.com.ar/123975-afirman-que-existio-el-diluvio-biblico ).
Por otro lado, también podéis consultar la wikipedia recogida en la entrada “Mar Negro”: http://
e s . w i k i p e d i a . o r g / w i k i /
Mar_Negro#Teor.C3.ADa_de_la_conexi.C3.B3n_con_el_Mediterr.C3.A1neo_durante_el_Holoceno.
Finalmente, en la entrada “Diluvio” para ver de manera general, pero bastante completa, las cuestiones que se
refieren a este fenómeno: http://es.wikipedia.org/wiki/Diluvio_universal.
17 Ese y otros descubrimientos se recogen en la obra de Werner Keller: Y La Biblia Tenia Razon, Omega,

Barcelona, 1968. Como el ocurrido entre 1922 y 1929 cuando el británico Leonard Woolley descubrió las
tumbas reales de Ur, de donde procedía el patriarca Abraham, excavando a más de 12 metros de profundidad,
descubrió un estrato de 2,5 metros en el cual solamente había arcilla. La única explicación plausible era la de
que, en algún momento de la antigüedad, había ocurrido una gigantesca inundación y que solamente con un
nivel de agua superior a los 8 metros de altura, durante un largo período de tiempo, podría haberse depositado
allí tal cantidad de arcilla.
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diferencia es su forma redonda frente a la rectangular con la descrita en el pasaje bíblico18?
¿Podríamos hacer uso de los registros escritos y de las tradiciones de diversos pueblos que han
poblado las regiones del planeta? En el folklore de los pueblos nativos se encuentran
tradiciones que guardan una interesante similitud con respecto al diluvio. ¿Sería descabellado
pensar que sobre la base de los mitos o relatos resida un hecho real?
Robert Graves y Raphael Patai19 destacan fenómenos históricos con los que podría estar
relacionado el pasaje diluviano:
«Primero, la memoria histórica de una tromba de agua en las montañas de Armenia que,
según Ur of Chaldees de Woolley, hizo que se desbordaran el Tigris y el Éufrates en torno al
año 3200 a.C. y cubrió de barro y cascotes numerosas aldeas sumerias en un área de más de
100.000 kilómetros cuadrados. Sólo se salvaron de la destrucción algunas ciudades situadas en
lo alto de sus montículos y protegidas por murallas de ladrillo20».
James George Frazer21, en la primera parte de su obra El folklore en el Antiguo Testamento22
dedica un extenso capítulo, «Las edades tempranas del mundo», a las tradiciones de La Gran
Inundación: las agrupa por regiones geográficas analizándolas y mencionando sus
coincidencias y discrepancias, para extenderse finalmente en el interrogante del origen de las
mismas, ya que descarta el relato bíblico como inspirado. De manera general interpreta que
ciertos desastres naturales (provocados por avalanchas, torrentes, ríos y lagos, o a
impresionantes tormentas marinas) habrían imprimido en las consciencias de los
supervivientes una marca duradera.

18 Aunque hay puntos controvertidos en el hallazgo, «Una tablilla de arcilla de la antigua Mesopotamia –
actualmente Irak – de hace unos 4.000 años se dio a conocer esta semana en el Museo Británico. La tablilla
proporciona detalles sobre la construcción de un arca gigante que albergó animales de “dos en dos”. Pero no es
una referencia a la antigua historia bíblica del Arca de Noé. A pesar de ser una historia similar esta describe la
construcción de un buque redondo y no rectangular como aparece en la Biblia. La tablilla ya está generando
discordia entre los arqueólogos». IRVING FINKEL, responsable de la traducción de las inscripciones, está
lanzando un libro titulado: “The Ark Before Noah [El Arca Antes de Noé]. Él es un experto en lenguas
antiguas y se dio cuenta de la tabla hace unos años. Así que desde que la compró se dedicó a estudiar las
antiguas inscripciones cuneiformes mesopotámicas de la cubierta.http://www.noticiacristiana.com/
ciencia_tecnologia/descubrimientos/2014/01/descubrimiento-arqueologico-indica-que-el-arca-de-noe-no-fue-la-
unica.html
19 Graves, Robert y Patai, Raphael, Los mitos hebreos, Alianza Editorial, Madrid, 2006. [Raphael Patai

(November 22, 1910 − July 20, 1996),[1] born Ervin György Patai, was a Hungarian-Jewish ethnographer,
historian, Orientalist and anthropologist]
20 Graves y Patai op.cit., pp. 103-104.
21 James George Frazer (1 de enero de 1854, Glasgow, Escocia – 7 de mayo de 1941, Cambridge, Reino Unido)

fue un influyente antropólogo escocés


22 Frazer, James George, Sir, El folklore en el Antiguo Testamento, Fondo de Cultura Económica, México,1993.

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Prestando atención a los relatos que versan sobre el mencionado desastre natural acuático,
sobre todo, desde un punto de vista literario que atiende a la forma y a la estructura, podemos
expresar lo siguiente. El etnógrafo alemán Richard Andree23 cita 88 diferentes tradiciones del
diluvio. De ellas, 20 son de origen asiático, 5 europeas, 7 africanas, 10 de Australia e islas del
Pacífico y 46 americanas.
Las concomitancias sobre el tema se resumen en los elementos siguientes:
1) La destrucción de seres vivos por medio de agua en forma de catástrofe universal de
enorme magnitud y a causa de cierta conducta reprobable (aunque no en todos los casos
se explicita la razón).
2) Un medio flotante de salvación (arca, balsa, bote, jangada, canoa...).
3) Que algunos seres humanos fueron salvados de la destrucción.
Ariel Roth24 afirma que se han registrado unas 270 historias alrededor del mundo sobre un
diluvio.
Alfred Rehwinkel25 menciona a otros autores que enumeran las tradiciones acerca del
diluvio de diferentes pueblos nativos y narra algunos detalles de diversas tradiciones similares
al relato bíblico en una cantidad de pueblos. Incluye la reproducción del poema
Metamorphosis del poeta latino Ovidio (en la que se menciona la creación y el diluvio) así
como la del poema épico babilónico Gilgameš.
Son numerosos los autores que establecen paralelismos y comparaciones entre el último
texto mencionado, Gilgameš, con el relato bíblico de una manera pormenorizada adoptando
el punto de vista desde cuestiones documentalistas y enfoques estructuralistas como los de la
datación de varios estratos narrativos. Por mencionar tan sólo dos ejemplos representativos:
Victor Mathews y Don Benjamin26 o Maximiliano García Cordero27.
A la luz de distintos manuscritos hallados y tras más de un siglo de descubrimientos en los
tesoros de las tablillas cuneiformes hasta aquí nos permiten exponer por orden de antigüedad

23 Andree, Richard, Die flutsagen, ethnographisch betrachtet, F. Vieweg und sohn, Braunschweig, 1981.
24 Roth, Ariel, La ciencia descubre a Dios, Safeliz, Madrid, 2010. Versión descargable en pdf en: http://
www.jovenes-cristianos.com/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=74&Itemid=94
25 Rehwinkel, Alfred M., The Flood: In the Light of the Bible, Geology, and Archaeology, 8ª edición,
Concordia Publishing House, Saint Louis Mo, 1962. Disponible en la red: http://www.banner.org/page1/
files/TheFlood_Rehwinkel.pdf
26 Matthews, Victor H. y Benjamin, Don C., Paralelos del Antiguo Testamento. Leyes y relatos del Antiguo

Oriente Bíblico, Sal Terrae, Santander, 2004.


27 GARCÍA CORDERO, Maximiliano, Biblia y Legado del Antiguo Oriente, Madrid, 1977.

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tres relatos de La Gran Inundación dados en la zona geográfica del Antiguo Oriente Próximo:
♣El Poema acadio del Muy Sabio o Poema de Atrahasîs () escrito en acadio del que
disponemos unos 800 versos (2/3 partes) cuyos testimonios más antiguos datan
aproximadamente del 1646-1626 a.E.C la era, y el poema se debió de componer poco antes,
en Babilonia28. 7 días y 7 noches.
♣ El Mabul o diluvio bíblico narrado en el Bereshit Génesis y que, según los historiadores
sería el estrato narrativo más antiguo de la Biblia, llamado el documento yahvista
perteneciente al siglo VIII29. [FECHA] 40 días
♣La epopeya de Gigalmeš (tablilla XI, especialmente, columna III )encontrada en la

28 En el relato acadio, los dioses al principio «hacían de hombres» y se veían obligados a trabajar. Protestan por
ello ante Enlil, finalmente, compareciendo todos ante Anu y Enki ante la amenaza de una guerra cruenta,
deciden crear al hombre para liberar a los dioses y que los sustituyan en las pesadas tareas. Mediante el
sacrificio de un dios y la ayuda de Enki «que lo purifica todo», Nintu forma al hombre («La creación del
hombre parece ser descrita aquí como si fuera análoga o similar al proceso de hacer ladrillos»wiki): la materia
primera era arcilla y de la carne del dios se obtiene el «alma» inmortal del hombre. El murmullo de la
humanidad molesta a Enlil que provoca una epidemia para castigarla. Por mediación del Atrahasis ‘Muy Sabio’
(en babilonia Utnapištim y en el Gilgameš; García Cordero lo llama «El noé Caldeo»)ante Enki, la epidemia
cesa. Vuelve a resultar molesto el ruido de los hombres que «no consigue dormir». En una asamblea ante otros
dioses muestra su deseo de enviar sequía y que la hambruna los castigue. Nuevamente la intercesión del muy
Sabio y su ruego de que el pueblo ore a una diosa, logra contrarrestar los efectos. Tras varios intentos, Enlil
decide en la asamblea finalmente crear un diluvio que los extermine. Uno de los dioses supremos, Enki, a
pesar de presentar resistencia, permite que Enlil ordene los mecanismos que harán posible el diluvio: la
apertura de las compuertas celestes. Sin embargo, avisa mediante un sueño a su servidor, el Muy Sabio, donde
le explica que debe construir una embarcación y las características que debe tener. 7 días y 7 noches. Luego
envía
29 Envía un cuervo (Orev), y luego, por tres veces una paloma (Yonah).

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biblioteca de Assurbanipal y fechada, como este rey, en torno al año 650 a. NE30.
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4.-CONCLUSIÓN.
La Gran inundación a la luz de los distintos relatos hallados (algunos con mayores tintes de
literariedad y/o verosimilitud y otros con menos) así como los conceptos aportados por esta
síntesis, nos permitiría concluir lo siguiente:
Las analogías del relato del Diluvio son tan numerosas que no faltan las hipótesis que
plantean la conexión de todos ellos con un fenómeno natural o varios de gran envergadura
que debiera haber tenido lugar milenios antes de nuestra era; tal como una desglaciación, un
terremoto que hubiera afectado a varias placas tectónicas provocando no sólo un movimiento
ultra continental sino un maremoto de dimensiones gigantescas o, incluso, las erupciones de
varios volcanes o el estallido de un meteorito en el océano pudiendo provocar similar efecto.
Tal vez cabría hablar de varios diluvios que afectaría a lugares diferentes y a personajes
diferentes, ¿haría eso menos verdadera la historia del Mabbul bíblico? Ciertamente, es
cuestionable la cercanía o la lejanía del día en el que la certeza pueda brillar sobre tales
hipótesis, pero nunca dejará de interesar ni de ser investigado un enigmático relato cuya
atracción sigue vigente y cuya meditación profunda, nos enriquece.

30 El Diluvio Mesopotámico, es un episodio del poema épico de El Poema de Gilgamesh.1 Cuenta la leyenda
que hubo una época en que los dioses vivían junto a los humanos en la ciudad de Shuruppak. Estos decidieron
un día acabar con la raza humana con una inmensa inundación. Pero Ea, tuvo piedad, y a través de las paredes
de la choza de Utnapishtim, le dio la orden de destruir su casa, construir un barco y subir a este a todas las
especies vivientes.1 La tierra fue asolada por una tempestad que duró seis días y seis noches hasta que el
séptimo todo se calmó. Utnapishtim se asomó desde su barco y vio como toda la humanidad se había
convertido en arcilla y como en el paisaje, solo emergía el pico del monte Nisir, donde estaba posada el arca.1
Después de una semana, Utnapishtim soltó una paloma que volvió. Después soltó una golondrina que también
volvería. Por último soltó un cuervo que no volvió. Esto fue una señal para Utnapishtim de que las aguas había
bajado y que el pájaro había encontrado un lugar donde posarse. Solo entonces salió del arca, hizo un libación
y quemó como ofrendas cañas y maderas de cedro y mirto. Enlil se enfureció, pues suyo había sido el plan del
diluvio. Pero Ea defendió su causa y la de los hombres de tal forma que Enlil se emocionó y bendijo a
Utnapishtim y su mujer, los cuales - según palabras de Enlil - desde ese momento serían semejantes a los dioses.
El Poema de Gilgamesh no cuenta las causas de este diluvio. Pero de las muchas versiones mesopotámicas que
hay de este relato, existe una, la Atrahasis (inuma ilû awîlum - en babilonio) que sí nos narra dichas causas.1 Al
parecer, antes de la existencia del hombre, los dioses trabajaban la tierra. Pero esto les costaba mucho y se
quejaban hasta el punto de que algunos llegan a rebelarse. En este momento, Ea propone la creación del
hombre para que realicen el trabajo de los dioses. Primeramente se creará un hombre y posteriormente catorce
más (siete hombres y siete mujeres).1 Sin embargo, la humanidad comenzó a multiplicarse y el ruido que hacía
era cada vez mayor, de tal forma que Enlil no podía dormir.1 Intentaron reducir su número con una epidemia
y con una sequía, pero ni de esta manera conseguían los dioses reducir el número de hombres. Como último
recurso, se decidió convocar el diluvio.
Existen numerosos paralelismos y similitudes entre Utnapishtim y Noé, protagonista de la posterior narración
bíblica del Diluvio Universal.
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Puede que en ese acercamiento investigador sea preferible mantener la opción de situarse
en un estadio permeable y abierto. Al fin y al cabo ¿acaso todo estudio y nuevo aprendizaje no
debería ampliar el horizonte de nuestra mirada y contribuir a desmontar prejuicios?
Volviendo a Montaigne: «conseguir una perspectiva más amplia nos hace ser más tolerantes,
no solo con los otros, sino también con aspectos de nosotros mismos».
Finalmente, concluiré mi reflexión con las palabras del empresario estadounidense Og
Mandino que revela la naturaleza dinámica del aprendizaje31:
Hemos oído infinidad de veces que no hay nada en la vida tan poderoso como una idea
[un nuevo descubrimiento, un enfoque, una interpretación] a la que le ha llegado su
momento; un conocimiento que es oportuno. Si las ideas [nuevos descubrimientos, enfoques,
interpretaciones] tienen que estar al día y si el conocimiento ha de estar actualizado, entonces
tendrán que estar siempre en movimiento, nunca estáticos.
Por lo tanto, antes que nada, debemos abrazar el principio de que para estar al día con los
cambios debemos seguir en todo momento un programa para el propio perfeccionamiento,
un viaje interminable por los nuevos campos del conocimiento y [d]el aprendizaje32.
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!
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31 Og Mandino: Escritor, ensayista, orador y empresario estadounidense, especialista en ventas y autor del
famoso libro "El vendedor más grande del mundo».
32 Mandino,Og, La Universidad del Éxito,DeBolsillo, Barcelona, 2006, pp.376-377.

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