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Nuestra identidad individual está conformada por múltiples características: nuestros

aspectos físicos, gustos, necesidades, intereses, experiencias y comportamientos.


Estos aspectos hacen de nosotros seres únicos (sujetos), y la forma como nos
percibimos hace parte de nuestra autovaloración (autoestima).
Nuestra identidad social incluye las características que compartimos con otras
personas como la nacionalidad, la profesión, la etnia, las creencias religiosas, el
idioma, el género, la orientación sexual, etc. También incluye la valoración que cada
grupo social da a dichas características. Por ejemplo, ser indígena en una sociedad
mayoritariamente mestiza, que da mayor valor a las características asociadas a lo
mestizo, implica casi siempre enfrentar desventajas en el trato, en el acceso a
oportunidades y servicios, etc. Lo mismo sucede con la forma como se vive la
pertenencia a otras categorías como el sexo, el género, la nacionalidad o el estatus
migratorio, según los juicios de valor asignados a estas categorías, en el contexto
donde nos encontremos.
El siguiente esquema refleja la forma como se constituye el sujeto y la autoestima, en
medio de la relación entre la identidad individual y las identidades sociales.

Desde que nacemos, el sexo y el género, entre otras características, son las que más
influencia tienen en nuestra construcción como sujetos, en nuestra autovaloración y en
la valoración social que obtenemos. Veamos un ejemplo:

REFLEXIÓN

Imagen: morguefile.com

Imagen: stockvault.net


Imagen: public-domain-photos.com

El vestido rosa, la bondad, la delicadeza, la ternura de Juana o, por el contrario, la


agresividad, el apellido, la imagen de Juan, son todos símbolos mediante los cuales se
representa la feminidad o la masculinidad como si fueran elementos opuestos y a la
vez complementarios. Se desconoce, de este modo, que la sexualidad se refiere a
aspectos que van más allá de lo puramente biológico y de la procreación.
Cada uno de estos símbolos tiene un significado y está acompañado de un juicio de
valor. Por ejemplo la fuerza, la agresividad, el impedimento de llorar que se les asigna
a los hombres significan que ser fuerte es más valorado que sus opuestos: la
debilidad, la sensibilidad y la emocionalidad, atribuidas en cambio a las mujeres.
En este mismo esquema, ser libre o autónomo es más valorado socialmente y conlleva
beneficios como la posibilidad de elegir, en contraste con sus opuestos la dependencia
y la sumisión. Estos últimos, por lo general implican que no se puede acceder a las
mismas oportunidades y derechos de “su contrario”.
Estos símbolos, características y esquemas tienen tal fuerza en algunas sociedades
que llegan a convertirse en modelos naturales e incuestionables a seguir. Así, todo
aquello que actúe en contradicción con el modelo de identidad y sexualidad
heterosexual establecido se considera “anormal”. Es de esta forma que se instauran
en algunas sociedades prácticas desiguales de poder que conllevan a la negación y a
la falta de garantías para el ejercicio de los derechos.
Por esta razón, es necesario transformar dichas prácticas y creencias, que afectan la
igualdad de oportunidades y la equidad entre hombres y mujeres, y la equidad entre
las personas heterosexuales y las sexualmente diversas.
ONVIENE SABER QUE…

La identidad de género:

 Forma como experimentamos psíquica, emocional y afectivamente la relación con


nuestro cuerpo y las relaciones que establecemos a partir de ello con el entorno.
 NO se refiere únicamente al sexo biológico o a la genética, sino también a la forma
como nos autoidentificamos: vestimenta, comportamientos, formas de
expresarnos, de presentarnos y de relacionarnos con otras personas.
 Puede o no corresponder a un sexo asignado y puede ajustarse o no al molde
preestablecido para “varones” y para “mujeres”. Más aún, cuando estos roles
desconocen la complejidad y la diversidad humanas, y se convierten en
estereotipos que resultan en desigualdad en el acceso a derechos y
oportunidades.

Variantes de la identidad de género


Existen dos variantes de la identidad de género:
 Transgenerismo:
 Término genérico utilizado para describir la no conformidad entre el sexo biológico de la
persona y la identidad de género que ha sido tradicionalmente asignada a este.
 Una persona trans puede construir su identidad de género independientemente de
intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos.
 El transgenerismo se refiere exclusivamente a la identidad de género del individuo y no
a su orientación sexual.

Travestismo:

 Dentro de la categoría transgénero, el travestismo incluye a las personas que expresan


su identidad de género —ya sea de manera permanente o transitoria— mediante la
utilización de prendas de vestir y actitudes del género opuesto que social y
culturalmente se asigna a su sexo biológico.
 Puede incluir o no la modificación de su cuerpo.

Transexualismo:

 Se refiere a las personas que se sienten y conciben a sí mismas como pertenecientes al


género opuesto que social y culturalmente se asigna a su sexo biológico, y que optan
por una intervención médica —hormonal, quirúrgica o ambas— para adecuar su
apariencia física-biológica a su realidad psíquica, espiritual y social.

ORIENTACIÓN SEXUAL

La orientación sexual:

 Es el gusto que cada persona puede sentir respecto de una actividad sexual
 Se refiere a la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción
emocional, afectiva y sexual por personas de un sexo diferente, de su mismo sexo
o de más de un sexo, así como la capacidad de mantener relaciones íntimas y
sexuales.
 Es un concepto complejo cuyas formas cambian con el tiempo y entre las
diferentes culturas.
 En la mayoría de las personas, la orientación sexual se moldea a una edad
temprana y se reafirma en la adolescencia.

La orientación sexual se manifiesta de forma espontánea. No es exclusivamente una


elección. Por lo tanto, tampoco se puede cambiar la orientación sexual, “revertirla” o
“curarla”, porque no es un trastorno, anomalía ni enfermedad. Se habla entonces de
diversas orientaciones sexuales.
Existen tres grandes tipologías en las diversas orientaciones sexuales:

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