Si, como Buda anunci�, no hay un yo que encontrar, si
todos estamos ya extintos y si lo que hay que controlar no
es el cuerpo, sino la mente, �qu� sentido tiene hablar del viaje y la llegada a la otra orilla? Ya estamos all�. Es cierto que,: para controlar sus mentes, algunos se afeitan la cabeza, toman escudillas, marchan al campo y all� miran a los ciervos, en vez de a los hombres. Pero los que est�n verdaderamente dotados para la sabidur�a de Buda pueden ordenar sus mentes en casa y ayudar a los dem�s a comprender la doctrina en sus propias vidas, pues como se�al� Heinrich Zimmer en una oca- si�n: �La emisora SDB, Sabidur�a de Buda, est� transmitiendo constantemente, todo lo que necesitamos es un receptor�.
Joseph Campbell, Las m�scaras de Dios: Mitolog�a oriental, p.316