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Sardá
ISSN: 1514-9838
asociacionsarda@yahoo.com.ar
Hospital Materno Infantil Ramón Sardá
Argentina
Resumen
El concepto de “riesgo en salud”, acompaña hasta la actualidad la implementación de programas locales y las
políticas nacionales, como regionales en el campo de la salud materno-infantil. La forma en que se implementa
e interpreta su uso adquiere diferentes significados, así como deslizamientos hacia valores culturales y morales.
De tal modo su uso comprende tanto el riesgo epidemiológico como el denominado “riesgo social”, con su
consiguiente connotación moral. Considerar al PALTEX como un producto cultural, permite realizar un análisis
cultural de los significados de sus objetivos, la caracterización cultural de los efectores y la población objetivo.
Persona, tiempo y lugar: tres categorías epidemiológicas, serán consideradas como objetos de análisis a partir
de los parámetros de la epidemiología y su aplicación en países en desarrollo a través del análisis de FICTICIA,
un ejercicio presentado en ese documento en el que se expone una situación de salud y los recursos para la
prestación de servicios de salud de una república imaginaria. Este análisis permite establecer una relación entre
las personas destinatarias de los programas de atención y prevención, el tiempo en que ocurren los peligros a
la salud: temporalidad estacional y la que advierte la etárea. Finalmente, el manual prevee un análisis de los
determinantes regionales, el lugar en el que ocurren los problemas a la salud se combina dando un significado
peculiar a la intervención de los agentes sanitarios. Ellos mismos personas, que llevan a cabo acciones en salud.
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factores de riesgo, presentaremos al PALTEX como para estimar la necesidad de atención de la salud o
un texto que expresa este prototipo de compendio de otros servicios.
de definiciones y clasificaciones. Su objetivo: esta- Por lo tanto, desde una perspectiva epidemiológica
blecer acciones para identificación de problemas, el “riesgo es la probabilidad de que un hecho ocurra”
evaluación de calidad de servicios e intervención en sólo en tanto se lo considera como medida de una
el sistema de salud y en la comunidad a fin de probabilidad estadística de un suceso futuro. Desde
promover acciones de prevención y de asistencia a esta lógica, el riesgo adquiere el valor de probabilidad
problemas considerados prioritarios. Evidencia el diferencial: un estudio detallado de la distribución del
punto de vista de la Agencia OPS (Oficina Sanitaria riesgo en distintos subgrupos de una población dada
Panamericana) con relación “al conocimiento y la revelaría la existencia de un riesgo o probabilidad
incorporación del llamado enfoque de riesgo al pro- diferencial. El supuesto subyacente a esta lógica del
ceso de investigación y a la toma de decisiones en enfoque de riesgo es que:
salud materno-infantil”. Desde esta perspectiva se
considera que su utilización permite “establecer la “a medida que avance el conocimiento sobre fac-
manera más eficiente de utilizar los recursos”, asig- tores de riesgo, que permita definir acciones pre-
nándolos donde “la necesidad es más grande”, a ventivas, los daños a la salud ocurrirán con menor
partir de la aplicación de bases “científicas” para frecuencia” (Ibídem: 11).
desarrollar, instrumentar y administrar cualquier
estudio de enfoque de riesgo en la atención mater- En tal sentido nuestro análisis busca encontrar la
no-infantil. El texto está destinado al autoapren- lógica de tal afirmación teniendo en cuenta la forma
dizaje de ejecutores de programas, así como a ser misma en que este Manual concibe al enfoque de riesgo
aplicado como material didáctico en talleres, con y a sus componentes: factores de riesgo y daños a la
ejercicios a resolver. salud, como parte de un continuum no siempre causal
Está organizado en nueve capítulos, cuya se- que involucra a las personas en la identificación acerca
cuencia lógica parte de la definición de la noción de sus problemas. Por “daño” se cita “un hecho o
“enfoque de riesgo”, desde su caracterización, al- problema de salud que puede ser medido”. Nuevamen-
cances y aplicación en la intervención sanitaria. te el daño es “mensurable” en categorías o escalas
Esto implica, según esta perspectiva, la identifica- generales que incluyen:
ción de problemas prioritarios en salud y la aplica-
ción de los instrumentos epidemiológicos emplea- “distintos niveles de salud, tales como resolución
dos en el enfoque. El fin último es establecer “ries- completa de un problema de salud, mejoría, ausen-
gos” y “daños” medibles para intervenir sobre los cia de cambios, deterioro o fracaso” (Ibídem: 46).
mismos (Ibídem: 1-3)
El análisis del concepto de riesgo nos lleva a En segundo orden analizaremos a las personas
reconocer distintas dimensiones del problema del involucradas en este proceso de conocimiento: las
“enfoque de riesgo” en la producción de conoci- personas capacitadas para identificar factores de
miento. Nos referimos a los significados asignados a riesgo y daños a la salud (ejecutores de programas
la noción “riesgo”, aplicados a los riesgos a la salud y de proyectos) y la población sobre la cual se
en los trabajos científicos y su caracterización pos- aplicarán las estrategias seleccionadas. Las perso-
terior como rótulo o etiqueta que conlleva connota- nas destinatarias de los programas y proyectos
ciones de orden moral. A este nivel epistemológico serán clasificadas a partir de la noción “factor de
haremos alusión sólo como momento posterior al riesgo” y formando parte de la población materno-
análisis del “enfoque de riesgo” como categoría de infantil: mujeres en edad reproductiva y sus hijos en
la epidemiología. Como tal se lo menciona el Manual edades de 0 a 15 años. Se caracterizan a ambas
lo define como: poblaciones como grupos prioritarios a partir de
considerar las posibles consecuencias demográfi-
“medida que refleja la probabilidad de que se cas resultantes de su disminución y el peligro de la
produzca un hecho o daño a la salud (enfermedad, continuidad de la reproducción misma de la comu-
muerte, etc.)” (Ibídem: 11). nidad en la cual están insertas. Damos por supuesto
que el valor asignado a mujeres en edad reproducti-
De este modo el “enfoque de riesgo” se basa en la va y a niños de 0 a 14 años es universal. Ha sido
medición de esa probabilidad, la cual se emplea consensuado desde la constitución de los estados
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go” con daños, pero en contextos espe- es agente social y no mero receptor de las
cíficos y no extrapolados de situacio- Desde esta propuestas. Reconocer el contexto polí-
nes ahistóricas. concepción de tico en el cual se elaboran los proyectos,
El Manual está destinado a eje- “enfoque de implica darle al contexto un sentido ma-
cutores de planes con determinada ca- riesgo”, la yor que el de marco o de reconocimiento
pacitación: experiencia de la de desigualdades “inevitables”. En el con-
texto de las actuales políticas neoliberales
gente acerca de lo
“Este documento de trabajo prevé (que en salud, el reconocimiento de las dife-
los participantes) cuenten con conoci- que le pasa con la rencias en términos de desigualdades
mientos básicos sobre epidemiología y gestión de los “naturales”, se orienta cada vez más ha-
bioestadística y están familiarizados riesgos en su cia políticas de detección del riesgo y de
con la investigación de servicios de comunidad no establecimiento del daño por criterios
salud.” (Ibidem: 2). aparece, ni siquiera como los de “vulnerabilidad social”, “po-
contemplada desde breza” o “riesgo social”.6
De este modo quedan fuera quienes estos participantes Finalmente, la elaboración de un cri-
realizan actividades en las comunidades “expertos”. terio descriptivo-explicativo que dé cuen-
pero no están familiarizados con la epi- ta del daño, se transforma por el imperio
demiología y la bioestadística. Desde esta de la cristalización de las desigualdades
concepción de “enfoque de riesgo”, la experiencia de la en un principio diferenciador y estigmatizante. Este
gente acerca de lo que le pasa con la gestión de los deslizamiento de significado asignado a un grupo con
riesgos en su comunidad no aparece, ni siquiera con- prioridad para la recepción de políticas de prevención
templada desde estos participantes “expertos”. Exis- y asistencia en salud o “grupos prioritarios” a la iden-
ten no obstante otras propuestas frente a un modelo tificación de “grupos vulnerables” económica y social-
clásico de detección de “riesgos” basados en una vigi- mente a los cuales se destinan políticas restrictivas de
lancia epidemiológica construida a partir del modelo detección de daños, denota una transformación funda-
clásico de causalidad etiológica u otro de vigilancia mental del escenario histórico en el cual se plantea el
intermedia; en esa propuestas si bien prevalecen ac- enfoque de riesgo.
ciones participativas, persiste el monitoreo de facto- De hecho la caracterización de las poblaciones,
res de riesgo, no pudiendo resolver las expresiones su variabilidad y desigualdad permiten establecer
negativas de la teoría del riesgo y de la prevención diferencias con respecto a la tercera categoría a
etiológica. Nos referimos a las propuestas realizadas a presentar: el lugar.
partir de un monitoreo estratégico, en las que se esta-
blecen perfiles de grupos o características colectivas
que involucran procesos saludables y destructivos.4 El El lugar ¿como ambiente o
monitoreo estratégico otorga un nuevo sentido a los como “factor de riesgo”?
procesos críticos estratégicos, poniendo el énfasis en
una propuesta política transformadora, en la cual la En principio podríamos oponer al lugar presentado
gente elabora proyectos, escenarios de monitoreo es- “naturalmente” como ambiente físico, o como índice
tratégico sobre perfiles grupales de procesos colecti- de deterioro en la medida en que éste sea considerado
vos. De esta manera se concibe la intervención como como “factor de riesgo o de salubridad”. El Manual
una filosofía en la cual se reconoce el poder transfor- vincula a las “condiciones de vida” con esta caracteri-
mador de la experiencia colectiva.5 zación del “lugar” como un plus de lo físico o ecológico
Se reinstala de nuevo el problema de las desigualda- “natural”, en el que intervienen aspectos:
des identificadas por los autores del Manual, como
condicionantes de factores de riesgo o como factores “Así un primer uso de la noción “factor de riesgo”
de riesgo en sí. Sin embargo, cuando las desigualdades es la identificación de la gama de condicionantes
pueden ser abordadas desde una perspectiva com- sociales, culturales, económicos y ambientales que
prensiva, que contemple que toda relación social im- lo integran” (Ibidem: 6).
plica relaciones de poder desigual, el enfoque de riesgo
adquiere otro significado. Reconocer que toda rela- Desde esta perspectiva los “condicionantes”, se
ción social implica conflicto y que es necesario presentan a veces como sumatorias y no como aspec-
consensuar puntos de vista, conlleva considerar que tos intrínsecos de los cuales las “condiciones de vida”
negociamos con quienes interactuamos. Implica reco- son sus consecuencias. Pensar en los “lugares” como
nocer, por lo menos en términos programáticos, una “factores de riesgo” implica prestar atención a la ob-
propuesta de transformación en la cual la “gente” servación de aspectos externos a partir de la caracte-
destinataria de programas de prevención y asistencia, rización que “otros” puedan hacer del mismo. Pero en
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una perspectiva teórica cada vez es más difícil ignorar gitimación de la acción del Estado y un lento pero
el papel transformador de los agentes sociales en el inexorable proceso de transformación de las rela-
escenario social actual. El lugar cada vez más impor- ciones de Estado, capital y mercado. Las políticas
tante que los trabajos de los científicos sociales asig- sociales lo evidencian y la producción en ciencias
nan a la experiencia social8 de los conjuntos sociales, sociales da cuenta de la crisis; Grassi, 1994, 1997.
evidencia el papel transformador de las prácticas so- 8 Dubet, 1992, Giddens, 1992, Bourdieu, 1992, son
ciales en los actuales contextos de crisis. tal vez los representantes más significativos de
este grupo.
Referencias
Bibliografía
1 El presente trabajo se ha realizado gracias a dos
aportes financieros. Por un lado, el subsidio a la Bourdieu C. El sentido práctico. Barcelona: Ed.
investigación del programa UBACYTde la Univer- Taurus Humanidades, 1991.
sidad de Buenos Aires (AS06) denominado: Los Breihl J. Lineamientos básicos para el empleo epide-
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lud en la práctica pública institucional: estudio vos Conceptos y Técnicas de Investigación, Qui-
de caso en dos centros de salud en la Ciudad de to: CEAS, 1994; 139-45.
Buenos Aires, Programación 98/99. Por otro lado Breilh J. ¿Vigilancia clásica o monitoreo estratégico
el PIP 0077, del CONICET, denominado La signifi- en salud? Cap. 7. En: Nuevos Conceptos y Técni-
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salud” en la experiencia social de los profesiona- Castel R. La metamorfosis de la cuestión social.
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Buenos Aires. (PIP 0077 CONICET), en el cual heterogeneidad de los pobres. Comentarios sobre
participan: Alicia Cattaneo, Leila Mir Candal, Lau- la investigación social y las políticas sociales. Po-
ra Piaggio, Cora Rapoport y Ofelia Musacchio. nencia presentada al Seminario Internacional Esta-
2 Acción preventiva y asistencial destinada a “infor- do y Sociedad: La nuevas reglas del juego. Centro de
mar, orientar, asesorar, prescribir y proveer ele- Estudios Avanzados/Programa Especial de Investi-
gación sobre Estado y Políticas Públicas, UBA. 1996.
mentos anticonceptivos a la población demandan-
Dubet F. Sociologie de l’éxpérience París Seuil, 1994.
te de riesgo en hospitales municipales” (pag. 4),
Esping-Andersen G. Los tres mundos del estado de
Programa de Procreación Responsable, Municipali-
bienestar. Valencia: Alfons el Magnanim; 1993;
dad de la Ciudad de Buenos Aires, set., 1987.
37-47 y 57-60.
3 Ver ejemplo FICTICIA Anexo I, se vinculan caracte-
Giddens A. Modernity and Self Identity, Cambridge:
rísticas: trabajo de la madre fuera de la casa, ocupa-
Polity Press; 1991.
ción del padre, estado civil, paridad, educación Giddens A. La Constitución de la sociedad argenti-
materna, con muertes perinatales, vivos y se esta- na. Ed. Amorrortu; 1995.
blece el “riesgo relativo” (Ibidem: 217-222). Grassi E, Hintze S, Neufeld MR. Políticas sociales,
4 Jaime Breilh afirma que “desde el punto de vista crisis y ajuste estructural. Buenos Aires: Espacio
epidemiológico, el movimiento de la vida social Editorial, 1994.
(reproducción social) se desarrolla bajo un siste- Grassi E. Orientaciones y supuestos subyacentes de
ma de contradicciones entre procesos saludables la política social del neoliberalismo: resultados y
y procesos destructivos que en su unidad y oposi- problemas. En: XIX Jornadas Nacionales de Tra-
ción condicionan el desarrollo de la salud-enfer- bajo Social. Panel Políticas Sociales y Economía,
medad”, (Breilh, 1994: 139) Mar del Plata, noviembre, 1997.
5 Para profundizar en ejemplos sobre la moviliza- Grassi E. Políticas sociales, necesidades y la cues-
ción de la experiencia de la comunidad ver: Breilh, tión del trabajo como capacidad creadora del
1994; y acerca de la crítica de comunidades indí- sujeto humano. En: Villanueva, E. (coord.) Em-
genas a criterios estigmatizantes ver: O’Neill, pleo y globalización, Universidad Nacional de
Reading y Leader, 1998. Quilmes, 1997.
6 Para una caracterización de la cuestión social O’Neil JD, Reading Y (jr), Leader A. Changing the
Castel, 1996 y acerca de la categoría “pobreza”, relations of surveillance: Teh development of a
como criterio homogeneizador ver Danani, 1996. discourse of resistance in aboriginal epidemio-
7 Para el área de la América Latina y el Caribe, la logy. En: Human Organization, 1998; 57: 230-237.
implementación del modelo neoliberal en sus eco- OPS. Manual sobre el enfoque de riesgo en la aten-
nomías trajo aparejado un proceso de desle- ción materno-infantil. Serie Paltex, l986.